Annabeth PoV:
Hoy por la mañana, me desperté sintiéndome extraña, recordando todo lo que me pasó ayer, desde Pipes y Haz, hasta Drew, pasando por Percy y el baile.
Como hoy estaré con Percy toda la tarde, quería ponerme ropa un poco más linda de la normal, aunque tampoco excesiva porque debe pasar desapercibido y no debo aparentar mucho dinero. Creo que esto de fingir ser pobre no durará mucho más, ya me está cansando tener que pararme mucho tiempo en mi armario, que por cierto, gracias a papá es muy grande, escogiendo ropa poco llamativa.
Creo que deben saber algo sobre mí. No soy de las típicas chicas a las que les gusta ir de compras o están locas por el maquillaje y los zapatos, a pesar de tener mucho dinero, no uso más de lo necesario, simplemente porque no necesito tener millones de bolsos o ropa de marca. Si me gusta lo compro, si mi ropa es muy vieja, compro nueva. Mi auto es un obsequio de mi padre de cuando cumplí 16 y a penas lo uso.
Como dije antes, mi armario es muy grande, yo diría que es casi la mitad de mi cuarto, y esta casi lleno sólo porque mi padre tiene muchas reuniones de trabajo en familia, cenas importantes y viajes, incluyendo los que hago para visitar a mamá, y ella es muy exigente en cuánto a etiqueta, ante ella no me puedo presentar vestida como voy a la escuela.
Y mi cuarto es... elegante y costoso. Mi madre lo diseñó para mi, le hubiera cambiado, pero me encanta tal como está. Tiene las paredes color beige oscuro, cortinas, alfombra blancas. La ropa de cama es rosa pálido y los muebles son blancos o beige. Es acogedora, cuando la vi me gustó tanto que no quería salir de ahí. (En multimedia el armario y la habitación)
Estaba escogiendo mi ropa cuando recibo una llamada de Piper.
- Annie, ponte tu vestido más lindo hoy.-
-¿Por qué?-
-Porque tuve un sueño extraño en donde las tres estabamos con vestido y quiero ver si se cumple.-
-¿Y cuál es el sueño?-
-No lo diré, o no se cumplirá.-
-De acuerdo. Te veo allá.-
Y me puse un vestido sencillo blanco hasta las rodillas y bajé a desayunar. Ahí estaba mi papá.
-Vaya, ¿cariño que te acaba de pasar?-
-Piper tuvo un sueño en donde yo estaba usando un vestido.-
-¿Piper la chica con la que saliste ayer por la tarde?-
-Si, lo que me recuerda, hoy por la tarde tengo una clase de tutoría. El maestro me lo pidió.-
-Claro tesoro, sólo no llegues muy tarde.-
-Trataré. No te prometo nada.-
-Por lo menos dime que ayudarás a una chica.-
-Tú me enseñaste a no mentir, por lo que no puedo decirte que es una chica, lo que si puedo, es darte la tranquilidad de que no es probable que sea mi novio, porque yo sigo siendo alguien que no le interesa.-
-Entonces me tranquilizaré, pero sólo un poco. Ahora me debo ir, disfruta tu día amor.-
-Buen día, y adiós. Que te vaya bien.-
-Una cosa más, te recomiendo que te apures en desayunar si no quieres responder el interrogatorio por tu ropa.-
-Gracias, un buen consejo.-
-Adiós y te ves hermosa.- Dijo antes de salir.
-¡Adiós y gracias!- Grité con la esperanza de que me escuche.
Luego de eso, desayuné y fui a la casa de Jason, ya que no debe haber tenido un buen despertar, por todo lo que bebió ayer.
Toqué el timbre, Ed me abrió.
-Buenos días Annie, adelante, ¿En que le puedo ayudar?- Entré y me dirigí a la escalera.
-Sólo busco a Jason.-
-Disculpe señorita, pero Jason no está.- Me detuve.
-¿Cómo?-
-El señor Jason salió temprano hoy y no tenía buena cara.-
-No puede ser, muchas gracias, iré a buscarlo.- Salí prácticamente corriendo de la casa.
-Si me disculpa, ¿le podría pedir el favor de avisarme si lo encuentra por favor? Me tenía verdaderamente preocupado.-
-Por supuesto, no es ninguna molestia, ¿sabes si llevo su auto?-
-Si, lo llevó.-
-Gracias.-
Y salí corriendo, traté de buscar un taxi, mientras llamaba a su teléfono. Me enviaba directamente al buzón. Intenté un par de veces más antes de que parará un taxi.
-¿Adónde?- Con las prisas no había pensado donde podría estar.
-Lléveme a... una farmacia.- Para empezar debía darle algo para el dolor de cabeza.
Se me ocurrió llamar a Thalia.
-Hola.- Dijo una somnolienta Thalia.
-Thals, soy Annabeth, Jason salió de casa hoy temprano, ¿tienes alguna idea de dónde pueda estar?-
-Déjalo, ya aparecerá, no puede ser algo muy grave, no morirá ni nada.-
-Eso no lo sabes, Thals se llevó el auto y no sé a dónde.-
-¿Ya probaste en la escuela? Recuerda que tenía la misión de romper con Drew?-
-No, iré para allá ahora, luego te aviso, adiós.- Y colgué.
Fuí a la farmacia, traje una aspirina y una botella de agua. Cuando llegué a la escuela, despaché el taxi y entré a buscar a mi amigo. Juro por los dioses que nunca más permitiré que los Grace salgan de fiesta un día de semana.
Busqué y lo encontré sentado en el piso al lado de su casillero, con cara de enfermo.
-Dioses Jason, ¿qué diablos te pasó?-
-Hola, tuve la genial idea de obedecer a mi primer despertador.-
-No lo vuelvas a hacer, mucho menos si tienes resaca. ¿Qué pensaste al venir antes que todos a la escuela?-
-Cumplir mi promesa, romper con Drew.-
-Bien, aunque creo que ella no llegue una hora antes de que comiencen las clases.-Ambos reímos. -Ten, pasé por esto para ti.- Le di la aspirina y la botella de agua.
-Gracias Annie, acabas de ser mi ángel.-
-Tuyo y de Thalia, no tienes idea de lo angustiado que estaba Ed.-
-Ni me lo recuerdes. De todas formas es su culpa por presentar sus servicios a los Grace y no a los Chase. Tu eres una niña buena que enoja ni preocupa a nadie.-
-Gracias.- Lo abracé. -Ahora, toma un poco de ropa de tu casillero y cambiate porque al parecer, se te olvidó que a la escuela no se viene con pijama.-
Se tomó su remedio y fue a cambiarse ropa, yo fui a mi casillero por mis libros, porque ya empezaron a llegar los alumnos y profesores. En el camino le llamé a Ed y a Thalia para decirles que encontré a Jason.
Me llegó un mensaje, era de Jason que decia: "Me gustan como se te ven los vestidos, deberías usarlos más seguido."
-Buenos días.- Dijo una hermosa voz, proveniente de un hermoso rostro.
-Hola Percy.- Lo miré algo extrañada.
-No me mires así, sólo quería recordarte que hoy por la tarde prometiste ayudarme con ¿Química?-
-No te preocupes, no lo había olvidado, y estudiaremos lo que tu necesites.-
-Muchas gracias. No te olvides.-
Dicho eso, entré a mi clase justo a tiempo para el toque de timbre, y para ganarle a Leo mi asiento. Lo miré con cara de "Lo siento, pero es mi lugar." Él me miró con cara divertida y se sentó atrás.