BOUNDLESS. [Larry]

By VannStylinson

246K 20.2K 22.6K

❝ ¿Para ti qué es lo más importante, cuanto te amen o cómo te amen? ❞ » Trailer hecho por: frozenmoments h... More

BOUNDLESS
EPÍGRAFE + TRAILER.
I: Tienes que darte un respiro.
II: Bienvenidos a Harlem.
III: Tres corderitos en la cueva del lobo.
IV: Mueres por ocupar su lugar.
V: Comenzar desde cero.
VI: El principio de algo.
VII: ¿Qué gane el mejor?
VIII: Para ganar hay que perder.
IX: Poco a poco.
X: Como si nada hubiera pasado.
XI: Perfectos de alguna manera.
XII: Cuando todo es color rosa.
XIV: Hombre muerto.
XV: Llámalo mágia.
XVI: Doy gracias por ti.
XVII: La llegada del invierno y algo más.
XVIII: Esta noche me quiero enamorar - Parte I.
XIX: Esta noche me quiero enamorar - Parte II.
XX: ¿De verdad lo conoces?
XXI: Prohibido quererlo.
XXII: La pureza es su debilidad.
XXIII: Extrañándote en silencio.
XXIV: Por ti, voy a arriesgarlo todo.
XXV: Haz de mi corazón, un lugar mejor.
XXVI: Tropezando con la misma piedra.
XXVII: Sólo deja de llorar.
XXVIII: Dos Tomlinson, dos oportunidades.
XXIX: Si no puedes, no lo hagas.
XXX: Aquí vamos de nuevo.
XXXI: Tú eres asombroso.
XXXII: Nuestro propio universo.
XXXIII: Todo comienza aquí.
XXXIV: Forzada a ser una mujer.
XXXV: Strike Uno - Parte I.
XXXVI: Strike Uno - Parte II.
XXXVII: Strike Uno - Parte III.
XXXVIII: Promesas que no se pueden mantener.

XIII: El Delfín de Nueva York.

7.5K 599 350
By VannStylinson

                  

Capítulo dedicado a: litzzychavarria y lily_leyva


La última semana de Octubre estaba a punto de terminar, lo que significaba que faltaba muy poco para la famosa noche de Halloween. Ese día Louis había visto, fuera de la mayoría de las casas, muchos adornos acorde con la ocasión. Incluso en Harlem, donde pensaba que la gente no le prestaba importancia a esas cosas.

Aunque las carreras y fiestas no faltaban, porque sin importar que fuera tarde y que los truenos del cielo no pararan, todos se encontraban en la calle donde Harry solía llevar a cabo las carreras.

—Recuérdame porque seguimos aquí —Louis habló irritado desde el asiento de copiloto y con la puerta del auto negro abierta en la cual su novio estaba recargado.

—Porque te lo pedí y porque hace mucho que no venías por estos rumbos —Harry le pellizcó una de sus mejillas con sus dedos, provocando una cara de disgustó en el ojiazul.

—Yo odio esto de las carreras, de verdad. —Hizo un puchero gracioso ante los ojos de Harry para después levantarse de su asiento y posarse enfrente del rizado—. Además ya presenciamos una tonta carrera, ¿qué más esperamos aquí?

Tenían ya una hora en el barrio y justo hace unos minutos atrás, Zayn acababa de terminar el espectáculo del día pues había sido el elegido para correr contra un chico flacucho que quería tener su primera experiencia de adrenalina. Por obvias razón el morocho ganó con gran ventaja, dejando al pobre adolescente humillado y  sin mil dólares que había apostado.

Louis seguía sin entender que era lo divertido en eso de correr por cosas estúpidas, simplemente es algo que jamás compartiría con su novio. 

Harry lo miró por unos segundos divertido y antes de que siguiera hablando lo tomó sorpresivamente logrando que su cercanía fuera mayor.

—Necesito estar aquí por un rato para que Harlem no se olvide de mí y de quien soy. —Lo miró esperando su comprensión—, aunque si lo deseas, puedo irte a dejar a casa.

El menor rodó los ojos dándose por vencido, no iba a comportarse como una novia caprichosa. Además, ahora que lo pensaba, las cosas no estaban tan mal siempre y cuando se mantuviera cerca de Harry; dejando de lado todo el alboroto que había en la calle con música a todo volumen, personas, bebiendo, gritando y haciendo estrepitosos golpes.

—Y ahora —comenzó a hablar mientras veía más allá de Louis—, pon tu mejor cara, nene, porque Jade viene hacia acá.

Louis se soltó del agarre y volteó para poder ver, entre toda la multitud que había, hacia la chica de cabello oscuro y tez pálida; efectivamente Jade se dirigía hacia ellos, con una sonrisa pequeña y con Zayn a su lado.

—Eso estuvo muy bien —Harry se alejó de su novio para felicitar al chico de barba que acababa de ganar una gran carrera, dándole ganancias a ambos.

—Fue igual de fácil que correr con Jade —Zayn bromeó al llegar, recibiendo como respuesta un golpe en su brazo por parte de su amiga.

—Sabes que te haría pedazos cuando quisiera.

—Si claro, con esa chatarra de auto no llegarías ni a la mitad. —Eso provocó las carcajadas de Harry y la mirada enfurecida de Jade.

Louis sólo veía todo de forma divertida. No había entablado muchas conversaciones con los amigos de Harry, pero podía darse cuenta cuando una amistad era verdadera. A pesar de ser como eran, todos se divertían a su manera.

— ¡Hey, Louis! —Jade lo saludó cuando notó su presencia—. Es bueno verte por aquí un rato.

—Hola, Jade —Louis la saludó dándole un beso en su mejilla con facilidad, porque ambos median casi lo mismo—. Me alegra siempre venir y encontrarte.

—Espero que eso no sea sarcasmo. —La pelinegra levantó una ceja con un pequeña sonrisita en sus labios.

Louis negó lo que ella había dicho:

—De verdad que me alegro, a veces es bueno platicar con alguien de aquí que no sea Harry.

—Hey, sigo aquí nene —Harry se abrió paso para volver hacia su novio y darle un pequeño beso—. Soy lo suficientemente divertido como para entretenerte todo el tiempo, ¿verdad?

—Ay, no sean cursis por favor —Jade los interrumpió—. Ahora vayamos a sentarnos antes de que la miel empiece a escurrir de sus cuerpos. Sólo iré por unas cervezas, ¿de acuerdo?

Aunque Louis no pudo ocultar su cara de disgusto al escuchar el plan de las cervezas, Harry lo arrastró junto con Zayn, hacia la casa que estaba enfrente para que se alejaran un poco de toda la gente.

Se sentaron en las escaleras de piedra que tenía la vivienda para esperar a la única mujer que los acompañaría. Harry y Zayn se acomodaron en el mismo escalón pero a una distancia prudente entre ambos, y Louis tomó lugar sólo un escalón más abajo que su novio, posicionándose entre sus largas piernas y dejándose así atrapar por los brazos del rizado que ahora estaban enredadas en su cuello.

Zayn se incomodó al estar con ellos, pero pronto se entretuvo en su celular, mandándose mensajes quizá con Perrie, o tal vez con Niall. Y cuando Jade regresó con dos paquetes de cervezas, encontró a Harry haciéndole cariños al cabello de Louis, el cual los disfrutaba con los ojos cerrados.

—Por favor, nada de exhibicionismo aquí.

Jade llamó la atención de los tres obligándolos a dejar lo que estaba haciendo. Se sentó casi a la altura de Louis y le pasó una cerveza a cada uno, e incluso forzó a Louis a que tomara una.

Así que pronto se encontraron más animados, ignorando a las demás personas que seguían ahí en la calle, ya que la mayoría de las veces así era; ellos sólo se juntaban con los demás para las carreras y después se apartaban de todos si no había nada más interesante que hacer.

Zayn, a pesar de parecer callado, sorprendió a Louis con la actitud que tomó estando ahí. Era muy divertido y decía incoherencias graciosas, además propuso que jugaran un poco el juego típico de "yo nunca, nunca", que es lo que se encontraban haciendo en ese instante.

Jade estaba con la cerveza a la mitad y tanto Harry como Zayn, ya estaba tomando la segunda de tanto que les había tocado beber.

—De acuerdo, es mi turno —Jade habló—. Yo nunca, nunca he hecho algo ilegal.

Los tres amigos se quedaron viendo de manera cómplice e incluso con una sonrisita en los labios, dejando a Louis sin idea alguna de porque su actitud. Vio como los tres daban un gran sorbo a su cerveza, y sin embargo él otra vez continuó con su cerveza completa.

— ¡Oh, vamos, Louis! —Zayn lo miró desde arriba con incredulidad— ¿Nunca has hecho algo ilegal? Pensé que era un juego de cuatro y no de tres.

—Dependiendo que concepto tengas de ilegal —Louis, que ya estaba unos escalones más abajo para verlos bien, contestó con arrogancia—. Aunque supongo que no.

—Lou, cualquier concepto o sinónimo que tengas de ilegal puede entrar en la categoría...

Harry no continuó porque su celular comenzó a sonar. Lo sacó de sus ajustados pantalones, y notó como la pantalla de éste brillaba con el nombre de su tío en ella. Antes de pararse se lo mostró a Zayn, haciendo que lo siguiera.

—Regresamos en un momento, jueguen ustedes —Evitó la mirada curiosa de Louis y se alejó de ahí para tomar la llamada.

— ¿Qué es tan importante y secreto que no puede contestar aquí mismo? —Louis comentó mientras seguía al rizado con la mirada.

—No lo sé, Louis —Jade se encogió de hombros—. Pero no le des importancia y mejor dime, ahora que estamos en confianza, ¿de verdad nunca has hecho nada ilegal?

—No, nunca. —Dejó de prestarle importancia a Harry, que ahora estaba muy lejos de él, y volvió a ver a Jade—. O bueno, creo recordar algo...

—Oh, quiero saberlo —Jade se juntos más con él, como si estuviera a punto de escuchar algo muy indebido que nadie debía saber.

—Lo diré si primero me dices que hicieron ustedes, porque no creas que no me di cuenta como se miraron.

—Bueno, sólo puedo hablar por mí, de Harry y Zayn no me preguntes. Por lo regular, suelo robar comida y dinero de la cafetería que trabajo para poder sobrevivir —Jade habló sin preocupación.

— ¿De verdad? —Creía que estaba mintiendo, pues viniendo de Harlem, pensaba que ella había hecho algo peor.

— ¿Qué creías que había secuestrado y matado a alguien para después comerlo? —Louis rió cuando escuchó eso, definitivamente estaba siendo paranoico respecto a Harlem y su gente.

—Lo siento, bueno yo aunque he pasado muchas veces por malas situaciones económicas, nunca he robado nada.

—Pues tienes suerte de no llegar a ese extremo —Jade ahora miraba a un punto específico en el suelo—. Una vez que consigues dinero fácil, no puedes dejarlo de hacer.

Ambos se quedaron callados por un buen rato, la ocasión lo ameritaba. Louis sabía lo afortunado que era de tener un trabajo, sin importar que tan mediocre fuera la paga, y una madre que hacía lo posible por darles los mejor.

Pero toda la calma se fue cuando un chico atractivo de cabello oscuro, que Louis no reconocía, se acercó hasta ellos y se paró enfrente de donde se encontraban.

—Jade. —Habló arrastrando las palabras por lo ebrio que estaba— ¿No me presentas a tu amigo?

—Claro, Mason, él es Louis. —Por la forma hostil en que Jade contestó pudo notar que a ella tampoco le parecían agradable—. Es el novio de Harry.

La sorpresa que se llevó el chico no fue mucha, pues él ya lo sabía, y por eso había ido a molestar un rato.

—Es un placer, bonito. —Tomó la mano de Louis acercándola a sus labios para besarla.

Louis jaló su mano como si su toque quemara.

—No lo molestes, o Harry va a matarte. —La chica le advirtió antes de pararse de ahí dispuesta a largarse—. Vámonos, Louis.

El ojiazul hizo lo que Jade dijo y cuando estaba a punto de bajar el último escalón, el chico desconocido lo jaló de un brazo para evitar que diera un paso más.

— ¿Por qué te vas? —La cercanía que ahora había entre ambos, provocó que Louis pudiera verlo mejor, tenía ojos grises e incluso labios carnosos pero aun así se sentía verdaderamente incómodo. Además de que el tal Mason tenía un aliento horrible entre una mezcla de cerveza y marihuana—. Quiero apreciar la nueva adquisición del rey de Harlem.

—Aléjate de mí, por favor. —Louis arrugó la nariz y volteó la cabeza hacia otro lado.

—Déjalo, en paz, Mason —Jade habló con paciencia, pues aunque sabía que el chico era imprudente, pero aun así no le haría daño a Louis.

—Sólo déjame hablar un poco con él —Mason no quitaba la vista de Louis, riéndose por dentro de lo asustado que estaba por su culpa—. Quiero que le des un mensaje a Liam Payne.

Volteó a verlo de nuevo e incluso se quedó quieto cuando escucho el nombre de su amigo saliendo de los labios de ese chico.

— ¿Cómo conoces a Liam?

Mason sonrió cínicamente y, ahora que tenía su atención, lo soltó lentamente.

—Dile, que nos vemos el sábado y  que si tiene un poco de suerte, iremos a mi casa de nuevo.

Louis no entendió al principio a qué demonios se refería con eso. Aunque después recordó cuando Liam le había comentado acerca de una nueva conquista que llevaría a la fiesta de Jordan, pero no podía ser que su mejor amigo se refería a alguien como él.

El chico que tenía enfrente lucía como un drogadicto guarro y vulgar, alguien que sólo buscaba follar por diversión creyéndose el chulo, alguien que inconscientemente... le recordaba a Harry como la primera vez vio en Harlem. Y fue cuando notó que Liam seguía buscando alguien como el rizado.

—Sólo mantente alejado de mí.

—Bueno, pero le dirás a Liam, ¿cierto? —Louis asintió de manera automática y se alejó de ahí, dejando al chico ebrio un poco extrañado por la actitud que había tomado. Buscaba intimidarlo, más no dejarlo sin palabras.

Estaba dispuesto a seguirlo, ya que Jade y él apenas estaban unos pasos lejos de él, pero cambió de parecer cuando visualizó que Harry ya se acercaba de nuevo  a su novio, así que tomó otro camino. Seguramente podría divertirse cuando lo molestará en la fiesta de Halloween y de esa manera también podría molestar al rey de Harlem.

— ¿Dónde está Zayn? —Jade preguntó olvidando lo que habían pasado con Mason, porque si Harry se enteraba seguro iría a darle una paliza.

—Se ha quedado en su auto, puedes acompañarlo si quieres.

Jade tomó eso como un lárgate que quiero estar a solas con mi novio, así que se fue porque de igual forma no pensaba hacer mal tercio entre esos dos. Se despidió con un beso en la mejilla de ambos y le dio un cálido apretón a Louis cuando lo abrazo para hacerle saber que todo estaba bien.

— ¿Sabes por qué conoce él a Liam? —Louis le preguntó a Harry una vez que se encontraron solos.

— ¿A quién te refieres? —Harry miró confundido hacia donde Louis señalaba, y donde ya no había nadie—. Será mejor que nos vayamos, Harlem ya te está empezando a hacer daño.

Harry bromeó y Louis decidió sonreír, pues no podía darle importancia y seguir calificando los gustos de su amigo.

— ¿Quién hablo? —Louis preguntó cambiando de tema discretamente.

—Mi tía, quiere que vaya su casa más tarde.

Louis aceptó esa respuesta sin hacer una pregunta más y verse como alguien entrometido. Y justo cuando iba darle un beso a su novio una gota grande de agua le cayó en la mejilla. Obligándolo a mirar hacia el cielo.

—Tienes razón, debemos irnos antes de que empiece una tormenta. —Más gotas comenzaron a caer, cada vez más grandes y frecuentes.

Todos comenzaban a subirse a sus autos, pero cuando Louis tomó de la mano a Harry para comenzar a caminar, se dio cuenta de que el rizado no se movía de su lugar.

— ¡Harry, vámonos! —Gimoteó y después lo soltó para poder ponerse el gorro de su sudadera así evitaría que su pelo se mojara.

—Deja que todos se vayan, no podremos pasar todos al mismo tiempo —Louis lo miró como si hubiera dicho una locura—. Además estabas a punto de hacer algo, ¿no?

Harry lo acercó de él a la fuerza, y sin importarle nada, comenzó a besarlo de manera lenta. Provocando que Louis se quedará sin escapatoria alguna. Lo único que pudo hacer  el castaño fue corresponderle. Aunque en su mente todo seguía siendo una locura, pues nunca había soportado la lluvia.

La lengua de su novio ya se encontraba explorando de manera hábil su boca, sacándole varios jadeos involuntarios. Las manos ásperas del rizado estaban en el rostro de su chico, acariciándole las mejillas con sus pulgares.

Louis  le correspondió posando sus manos en el cabello rizado de Harry, y con la ayuda del agua lo moldeaba de cualquier manera sin detener el beso que le estaba otorgando; uno de los tantos que lo hacía suspirar.

Lo que comenzó como pequeña llovizna empezaba a tornarse en un diluvio. Al igual que el beso suave se estaba convirtiendo en uno más apasionado que se truncó cuando un gran trueno se escuchó e hizo que el beso se detuviera por el pequeño saltito que Louis había dado.

Harry y Louis abrieron los ojos al mismo tiempo, y cuando ambos cruzaron miradas suspiraron exhaustivos por lo que acababa de pasar.

—Nuestro primer beso bajo la lluvia. —Las arruguitas que se formaron en sus ojos fueron inevitables después del maravilloso beso que acababa de recibir.

Harry ahora estaba tomándolo de las caderas con sumo cuidado pero después alzó una de sus  manos y ayudó a Louis a apartar un poco el flequillo que se le estaba acumulando en su frente para después contestarle:

— ¿Eso te parece romántico? —Louis, hipnotizado por el verde en los ojos de su novio, no contestó y simplemente se dedicó a asentir lentamente; ahora que Louis había dejado de pararse en sus puntas, él tuvo que agachar un poco su cabeza para verlo directo a sus preciosos ojos zafiro—. De ser así, espero que sea el primero de muchos.

Los dos se sonrieron tontamente el uno al otro, sin importar que la lluvia ya los había empapado por completo. Sólo hasta que Harry sintió a Louis temblando bajo sus brazos fue que decidió que era buen momento de irse a casa, o al menos llevarlo a casa, pues él aún tenía un compromiso pendiente.

—Supongo que si seguimos aquí todo esto dejará de ser romántico y se convertirá en un tonto e innecesario resfriado.

—Tienes razón —Louis se separó, a pesar de que hubiera deseado estar así toda la noche.

Antes de que otra cosa sucediera, Harry le abrió la puerta del auto para que pudiera entrar sin inconvenientes, esperó hasta que el menor estuviera cómodo para cerrar la puerta y rodear el auto. 

Una vez que los dos estuvieron dentro, el rizado prendió la calefacción y volteó a ver al lindo chico que estaba de copiloto. Encendió el auto negro para ponerlo en marcha por sobre la, ahora, solitaria calle cien de Harlem. Llevando a su novio sano y salvo hasta la puerta de su hogar.


( • • • • • )


Esa misma noche, llegó a su destino casi veinte minutos después de que su tío hubiera llamado, estacionando el carro fuera de la pequeña pero lujosa casa blanca en la cual vivía. Queens no era un mal distrito y mucho menos el vecindario donde se encontraba, pues a pesar de que ya era más de media noche y las calles estaban solitarias, podía caminar con la certeza de que no le robarían.

Respiró profundamente después de apagar el motor y se tomó unos minutos para mentalizar la charla que probablemente tendría con tu tío.  No quería parecer nervioso o un poco asustadizo así que siempre antes de ponerse frente a frente con él, solía tomarse cinco minutos libres.

Se miró en el retrovisor y salió del auto, no sin antes poner la alarma de éste. Muy pronto se vio caminando por el recorrido rocoso que llevaba a la puerta principal de la residencia Edwards para tocar el timbre y esperar a que alguien lo recibiera mientras se deleitaba la vista con el lindo jardín delantero que seguramente su tía cuidaba todos los días.

—Harry, cielo. —Una voz acogedora que siempre le recordaba a su madre fue la que lo recibió al abrirse la gran puerta—. Es una agradable sorpresa verte aquí.

Tuvo que corresponder, sin querer, el abrazo cálido que su tía Debbie le estaba dando en esos momentos y después sonreír al verla de nuevo. Había pasado bastante tiempo desde la última vez que se reunieron para el cumpleaños de su pequeña prima, aunque eso no afectó porque la señora de edad media estaba igual que siempre.

Debbie, era la hermana menor de su madre, siempre fue una gran persona que lo acogió cuando se había quedado sin un hogar. Su cabello rubio estaba recogido en un pequeño moño y esos ojos marrones seguían teniendo el brillo que los caracterizaba. Lucía como si estuviera cocinando, el delantal sucio que tapaba su cuerpo la delataba.

—Hola. —Por fin se atrevió a saludarla—. Mi tío me ha mandado a llamar, ¿puedo pasar?

—Harry, tú nunca debes pedir permiso para eso. —Ella se hizo a un lado para dejarlo pasar. Cuando el de ojos verdes por fin estuvo dentro agregó: —Esta es tu casa y lo sabes. Además, estás empapado, jamás te dejaría así.

En realidad ya no estaba tan mojado, sólo húmedo; el tiempo que tardo en ir a dejar a Louis y de ahí llegar, sirvió para que por lo menos se secará un poco.

Agradeció con un asentimiento de cabeza y dejó que sus ojos volvieran a inspeccionar el interior del hogar. Definitivamente su tío les daba lo mejor a las dos mujeres de su vida; las paredes blancas hacían juego con todos los muebles lujosos negros que se encontraban perfectamente distribuidos por todo el recibidor y sala.

Su tía lo tomó del hombro para invitarlo a sentarse en uno de los sillones de piel, así que Harry no pudo negarse a eso. Debbie tomó asiento justo enfrente de él para poder platicar con mayor comodidad.

—Y bien, ¿qué ha pasado en tu vida, Harry? Nunca vienes a visitarme, si no fuera por los cumpleaños o las veces que tu tío te habla, jamás vendrías por acá. —Le dedicó una mirada recriminatoria.

—He estado ocupado, tía, no me culpes. —Apoyó sus codos en sus rodillas buscando una buena posición para lo que seguramente sería uno de los tantos sermones que solía recibir.

— ¿Un chico de tu edad con tantos deberes? —Levantó una ceja—. Tendré que fingir que te creo, jovencito.

Harry suspiró irritado ganándose un manotazo leve por la acción.

—De acuerdo, estoy saliendo con alguien...

El pequeño jadeó de sorpresa de su tía fue espontaneó, y el cual hizo que se arrepintiera de haberlo dicho.

— ¿De verdad? —Esta vez tenía entusiasmo en su voz— ¿Quién es el afortunado?

Claramente, Debbie estaba al tanto de la orientación sexual de su sobrino. 

—Su nombre es Louis, vive en Manhattan como yo. —Una sonrisa pequeña, y traviesa, se escapó de sus labios al pronunciar el nombre de su novio—. Y creo que yo podría ser el afortunado.

Se sintió feliz de por fin haber admitido eso ante alguien de confianza; sabía que su tía jamás lo juzgaría y cuando notó su sonrisa maternal supo que había hecho lo correcto.

—Me alegra que ese chico te esté haciendo tanto bien que incluso te provoca dejar tu egocentrismo a un lado. —Palmeó su brazo suavemente dándole su aprobación.

—Él estudia en Columbia, tía, ¿cómo podría yo, un simple analfabeta, competir contra algo así? —Dijo con obviedad, aunque a Debbie no aceptó esa respuesta.

—Nunca te avergüences de quien eres, Harry —dijo con tono serio—, ¿apenas están iniciando y ya estas menospreciándote? Sí no te sientes a la altura de él, trata de ser cada día mejor. Pero nunca olvides quien eres, ¿de acuerdo?

» Es demasiado tarde. Ya comienzo a ocultar lo que soy y  lo que puedo llegar a ser. « Fue lo primero que pensó, aunque al final terminó por asentir para dejarla despreocupada y después agradeció mentalmente a su prima.

Pues muy pronto por las grandes escaleras de mármol, situadas a su derecha, una Perrie muy sonriente bajaba entusiasmada dándole acceso a su madre para regresar a la gran cocina después de obligar a Harry para que se quedaría a cenar con ellos.

Se levantó del sillón para recibir a la joven rubia, vivo retrato de su madre.

— ¡Harry! —gritó lista para abalanzarse a sus brazos y así abrazarlo fuertemente—. Estas aquí, primo.

— ¿Por qué no fuiste hoy a Harlem? —Cuestionó cuando la depositó de nuevo en el suelo—. Hoy estuve por allá y me hubiera gustado verte, incluso Zayn te extraño.

—Lo sé, pero papá necesitó una maldita secretaria y fui la única opción.

— ¡Perrie, cuida ese vocabulario! —Ambos chicos escucharon a la señora rubia regañándola desde la cocina, haciendo que su hija realizará pequeñas muecas de burla.

— ¿A que has venido, Harry?

—Vengo a ver a tu padre —Harry se aclaró la garganta para sonar más confiado— ¿Está en su despacho?

Perrie asintió para después tomarlo de la mano y llevarlo a la planta alta, donde su padre pasaba la mayoría del tiempo que estaba en casa. Obviamente iban a discutir algo muy serio o si no jamás hubiera mandado a llamarle.

Recorrieron el pasillo hacia el lado izquierdo y caminaron hasta la habitación que se encontraba en el fondo, casi aislada de las demás. No pasó mucho tiempo cuando la rubia golpeó levemente la puerta de caoba, esperando respuesta alguna desde el otro lado de la habitación y recibiendo un simple adelante con una voz potente.

Cuando Perrie giró la perilla y abrió la puerta, sonrió como una niña pequeña al verlo sentado en su gran silla, la cual amaba usar cuando él no estaba en casa. Harry se encontraba atrás de ella, esperando que lo anunciará.

—Harry ha venido, papi. —Se hizo a un lado para dejarle la vista libre y poder dejar entrar al rizado a la gran habitación.

—Muchas gracias, princesa. —La voz de su padre se transformaba en una dulce al hablarle a su preciosa, y mimada, hija—. Dile a tu madre que estaremos en un momento con ustedes.

La ojiazul asintió feliz y con eso se marchó por las escaleras, no sin antes dedicarle una mirada discreta  a su primo.

Harry se abrió paso entre el cuarto y llegó directo al asiento que estaba del otro lado del escritorio, justo enfrente de su tío. El despacho donde se encontraba ya no era un misterio para él, pues su tío nunca cambiaba el orden de las cosas. Alexander siempre había sido un hombre meticuloso y calculador, o al menos eso recordaba desde que tenía memoria.

El librero y el pequeño sillón de cuero negro continuaban en el mismo lugar de siempre. Las paredes color ladrillo daban un aspecto más tenue a la luz que era emanada de esas dos grandes lámparas empotradas en la pared. Ese cuadro horroroso de una mujer llorando, tipo vintage, aún seguía causándole un escalofrío que trataba de ocultar.

Dejó de inspeccionar el lugar en cuanto escuchó un carraspeo.

—Me da gusto verte, hijo. —El señor, de expresión sería y cabello castaño claro, le extendió una mano por cortesía, la cual el rizado tomó con cautela.

Alexander podría llegar a ser un tipo intimidante con esa altura de más de metro ochenta. Esos ojos azules eran fríos y sin mucha expresión, Perrie debió sacar el color de sus ojos al igual que los de su padre, con la simple excepción de que los de su prima se caracterizaban por un brillo excepcional.

—Me ha inquietado tu llamada —Harry habló rápidamente.

Alexander hizo lo que parecía ser una sonrisa,  que terminó como una mueca extraña.

— ¿Vamos a discutir eso desde ahorita? —Se acomodó en su silla con los codos pegados al escritorio y las manos, entrelazadas, enfrente de su boca.

—Creo que así debe ser —Harry tragó saliva antes de continuar—. Si no me citaste en Bronx es porque seguramente esto es algo más privado e importante.

—Me agrada que siempre vayas un paso adelante. —Harry  no pronunció palabra, esperando que continuará. Su tío sin embargo comenzó contándole su vida, como solía hacerlo cada que quería amenizar el ambiente—. Harry, tú sabes lo que he tenido que hacer para llegar hasta aquí, ¿cierto?

—Claro que lo sé, me has contando los sacrificios que has realizado en busca del poder.

—Exacto —Alexander lo apuntó con un dedo—. Y en el tiempo que te he visto crecer, te he dado las oportunidades necesarias para ser quien eres ahora.

—Es algo que agradezco, de no ser por ustedes...

—Tranquilízate, no te estoy echando en cara nada. —Se levantó para dirigirse directo al mini-bar que estaba en la habitación, sirviendo dos copas sin importarle si Harry quería o no beber.

Cuando regresó a su lugar, le ofreció una pequeña copa de whiskey a su joven sobrino que Harry la aceptó sin rechistar. Tomó un pequeño sorbo para después depositarla en la mesa y acomodarse mejor en su asiento.

Alexander por su parte tomó la mayor parte de licor de un sorbo antes de soltarle a Harry su propuesta.

—Quiero que ocupes mi lugar.

La manera tan firme con la que pronunció esas palabras fueron las que lo obligaron a no creer que ese era un chiste de muy mal gusto, además de que su tío no se caracterizaba por ser un bromista.

Tuvo que parpadear varias veces para estar seguro que estaba en el mundo real.

— ¿Qué? ¿Yo? —Seguía perplejo ante lo que acababa de escuchar—. Es decir, me alagas demasiado, pero...

—Quieres saber porque tú, ¿cierto?

El gran hombre, se levantó una vez más de su asiento, pero esta vez caminó directo hacia donde se encontraba el rizado. Con una mano, volteó la silla giratoria para que ambos quedaran cara a cara.

—Eres como un hijo para mí, Harry. —Comenzó a decir—. Perrie es mi hija, pero es una mujer. Ella jamás tendría la capacidad de ocupar mi lugar y lo sabes.

Ese último comentario había resultado totalmente machista e innecesario para Harry, pero evitó decir algo al respecto.

—No estoy seguro de que sea una buena idea.

Sin poder evitarlo, el nombre de Louis llegó a su mente.

Sabía que aceptar eso sería estar al borde de sus límites, además de una mentira más a su corta relación. Sin embargo también estaba seguro que a pesar de aparentar ser el mejor de todos, no importaba, porque al final del día, siempre estaría hecho de codicia. Y eso lo obligaba pensar la gran propuesta de su tío.

Siempre había soñado con el día en que algo así fuera a llegar, es decir, cualquiera de los que trabajan con su tío matarían por ello.

El honor que le estaba otorgando era imposible de rechazar, le daría lo que más había deseado; poder y dinero. Ya no tendría que depender de nadie, ni siquiera de su tío, pues podría manejarlo bien.

—Sé que lo piensas por ese chico —Alexander habló para después separarse y comenzar a caminar sin sentido alguno. Harry frunció el ceño de inmediato, preguntándose a que se refería—. No te sorprendas, Perrie me ha contado que estas saliendo con alguien.

— ¿Es eso algún problema para ti?

—No para mí, pero lo mencionó por ti. —Definitivamente no le agradó la forma en la que el chico se dirigió hacia él—. No has estado cumpliendo tus obligaciones en Bronx por él. Zayn no es el jefe, te lo recuerdo. Y tampoco eres un  niño para dedicarle más tiempo a jugar a las carreras que a lo que podría ser tu mejor futuro.

Harry no pudo repelar, pues tenía razón. Había estado descuidando mucho el negocio de su tío por su nuevo novio, además de que tenía que ir a Harlem y todo se estaba complicando.

No podía fingir ser un buen chico si siempre iba a trabajar de noche, y aunque Zayn lo había reemplazado bien, sabía que sólo él era lo mejor para manejar el lugar.

—Lo siento. —Se acomodó su cabello tal y como lo hacía cada que estaba nervioso—. No volverá a suceder.

—Sí aceptas, vas a tener que conocer bien todo el negocio —Harry fue advertido—. Hoy en día sólo conoces una parte, pero debes pasar por todo. Desde lo más bajo, hasta lo que yo hago y eso tomará bastante de tu tiempo.

— ¿Por qué quieres dejar esto ya?

—No lo voy a dejar, simplemente necesito a alguien de mi confianza para que sea el líder —Harry asintió esperando a que continuará—. Quiero pasar más tiempo con mi familia y sé que tú eres una mente joven, que podrá llevar todo como ningún otro lo hará.

— ¿Cuánto tiempo tendré que seguir estando en Bronx?

—El que sea necesario —respondió—. Eres mi primer candidato, pero eso no significa que no tendrás competencia. Debes demostrarme que eres el mejor para esto, Harry.

— ¿Cómo demonios haré esto? Tú sabes que puedo ser el mejor.

—Ya lo iremos viendo, por ahora necesitas ordenar tus prioridades —El padre de Perrie se volvió a posicionar enfrente de él con su traje gris, viéndolo desde arriba—. Te estoy dando todo en bandeja de plata, de todos tú eres el que tendrá las cosas más fáciles. Aunque si no lo quieres puedo ofrecérselo...

— ¡No! —Harry lo interrumpió antes de que continuará e incluso se levantó para no sentirse inferior—. Yo aceptó.

Una sonrisa de verdad apareció en el rostro del hombre, e incluso unas pequeñas arrugas se marcaron en sus ojos debido a su edad. A Harry le pareció un poco tétrica la forma en que sonreía, pero le correspondió e incluso recibió el abrazo amistoso que su tío le estaba otorgando.

—Ha sido una buena decisión —Alexander tenía su mano posada en el hombro del menor—. Estoy orgulloso de ti.

Harry asintió, convenciéndose así mismo que estaba bien, por fin había logrado lo que más quería y ahora debía demostrar porque él tenía que ocupar el lugar de su tío. 

—Pero necesitamos dejar esto sólo entre nosotros, Harry. —Su seriedad había vuelto—. Tú tía y todo el mundo puede tomarlo a mal.

—Lo sé y nada me hace más feliz que no contárselo a nadie.

—Pues esto debemos celebrarlo.

El rizado estuvo de acuerdo con eso, así que tomó las dos copas y volvió a llenar la de su tío para después ofrecérsela.

—Brindemos por mi posible sucesor. —Chocaron sus copas y esta vez los dos bebieron hasta la última gota—. Espero que no me decepciones, que me demuestres lo mejor de ti  y que puedas mantener lo que tanto me ha costado obtener, Harry Styles.








N/A: H O L A (:

Espero que aún haya alguien aquí que me lea, a pesar de mi irresponsabilidad al subir.

Sé que soy una mala persona por no actualizar en un buen tiempo, pero si leyeron lo que publiqué en mi muro, sabrán que me quede sin ordenador desde hace dos semana aproximadamente y no tenía en donde escribir.

Además de que el capítulo estaba perdido en mi antiguo ordenador. Ahora que tengo uno nuevo, tuve que escribirlo de nuevo porque no pude recuperar todos mis archivos anteriores, pero en fin.

Ahorita tengo unas vacaciones cortas, así que le prometo que este fin de semana abra otra actualización segura. Les pido que esta vez confíen en mi (:

Respecto al capítulo, ¿Qué les pareció? Espero que les haya gustado pues ya tenemos un poco más acerca de la vida de Harry...

También les iba a comentar, que mi preciosa amiga está trabajando en el booktrailer del fic y les juro que estoy muuuy emocionada, porque ella es perfecta y sé que les encantará. Cuando lo tenga listo se los pasaré.

Espero que tengan una bonita semana, saben que los quiero muchísimo.

Por cierto, feliz navidad atrasada y feliz año nuevo adelantado, jaja.

Espero que se la pasen muy bien en estas fechas con sus seres queridos y que repartan mucho amor por todos lados. Son maravillosos y lo saben.

Con mucho cariño, Vann!

Continue Reading

You'll Also Like

390K 24.3K 44
Una fiesta, unos ojos verdes engrapados en unos azules, una silueta despampanante, un encaprichamiento de el hombre de ojos verdes sumado a un mal co...
401K 55.8K 58
El amor puede llegar de manera impredecible... Para aquel Omega que por mucho tiempo creyó que lo había encontrado, vendrá en su demandante e impone...
348K 24.6K 21
-Sé cómo te ves cuando te vienes, -no debería haber sido lo primero que cruzó por la mente de Harry cuando conoció a Louis. El primer año de univers...
2.8M 211K 52
La vida de un famoso puede ser genial: fiestas, amigos, sexo, drogas y alcohol. Sin embargo, un error del pasado puede cambiar ése panorama. Pocas pe...