Una parte de la cama se hundió, pero no quería abrir los ojos para averiguar el por qué, intuí que seguramente se trataba de Katherine o mamá intentando despertarme.
Abrí los ojos de golpe cuando sentí que pellizcaban el puente de mi nariz, seguido de mis mejillas.
— Cinco minutos más.... — murmuré antes de que volvieran a pellizcarme de nuevo
Abrí los ojos de forma violenta y mientras se adaptaban a la luz de la habitación identifiqué un par de ojos grises. Carter estaba frente a mí con una media sonrisa.
— ¿Carter?
— tu madre me dejó subir
Arrugué la nariz al tener todavía la sensación del pellizco
— ¿Qué tienes contra mi nariz? — bromeé
Carter soltó una risita, miró sus manos por unos segundos y luego volvió a mirarme
— Nada, en realidad creo que es muy bonita — dijo para luego parase de la cama — son las diez de la mañana ¿sabías?
Eche un vistazo al reloj en la mesita de noche para comprobar que efectivamente ya eran las diez de la mañana. Pero era fin de semana, no tenía ningún pendiente, quizá hasta me quedaba en cama el resto del día.
— ni se te ocurra volver a dormir — agregó en una risita burlona — ¿Qué te parece si pasamos el día juntos? ... cómo en los viejos tiempos
Abrí los ojos nuevamente, parpadeé y pensé en su plan.
— Es una buena idea, preguntemos si Brooklyn esta libre
Él hizo una leve mueca, que si bien fue diminuta fue perceptible
— hablaba de solo nosotros dos....
Tenía decir que estaba un poco sorprendida, Carter jamás me había pedido pasar el día con él, pero a pesar de eso, él era mi amigo y ya no pasaba tanto tiempo con el cómo antes, así que pensé que sería divertido.
— Vale — contesté esbozando una sonrisa
— Bien — sonrió abiertamente enchinando sus ojos
Hice la manta a un lado para pararme de la cama, el de inmediato apartó la mirada y la enfocó en la pared. Busqué mis cosas para ducharme y vestirme dentro del baño, pero cuando iba a ponerme lo más importante me di cuenta de mi error ¡Olvidé agarrar mi ropa interior!
Maldita sea.
Enrollé la toalla alrededor de mi cuerpo y abrí la puerta, para por lo menos sacar la cabeza. Solo me quedaba hacer esto.
— Huh.... ¿Carter?
Carter apartó la mirada de su móvil para prestarme atención.
— ¿sí?
— ah... — ¿joder como hacia esto sin que fuera incómodo? — ¿me harías un favor? —me mordí el labio de vergüenza.
— ¿Qué pasa? ¿estas bien? — volvió a preguntar, pero esta vez totalmente confundido.
«¡demonios!»
— ¿vez ese cajón de allá? — señalé el cajón que estaba cerca del closet.
Carter miró el cajón y luego a mí.
— si — dijo mientras caminaba hacia el cajón, cuando lo abrió miró enseguida hacia mi dirección— ¿enserio? Quieres que....
«Esto no puede ser más vergonzoso»
— por favor...
Carter parpadeo y rápidamente agarró una de mis bragas y uno de mis sujetadores, pero justo cuando estaba por darse la vuelta y caminar hacia mí se detuvo.
— Carter — lo llamé dos veces. Me miró y luego asintió para avanzar hasta mí.
— gracias — dije completamente agradecida y sonrojada de la vergüenza mientras agarraba mi ropa interior — te debo una...
Cerré la puerta y observé que la braga y el sujetador eran del mismo color, ambas prendas eran de color celeste. Unos minutos más tarde salí del baño completamente arreglada.
— ¡Listo! — fui por mi móvil para guardarlo en mi bolso
Carter se giró y me miró serio por unos segundos, pero después asintió con una sonrisa.
— Vamos entonces
Carter me ayudó a tender la cama y cuando quedó lista bajamos a la cocina. Mamá estaba mirando el televisor en la sala de estar como todas las mañanas, siempre que estaba en casa. Me acerque a ella para plantearle la situación y asintió ante la idea.
Cuando me giré hacia Carter noté que estaba ruborizado. No sabía si era por lo que había pasado allá arriba con mi ropa interior.
Mamá se giró hacia mi cuando su programa entró a comerciales.
— Cariño... necesito hablarte del trabajo.... mi jefe quiere que vaya a San Francisco...
La miré atentamente en silencio.
— pero... hablaremos de eso después — trató de sonreír — disfruta tu fin de semana....
El Mercedes-Benz estaba aparcado a unos metros del patio de la casa, pero antes de subirme Carter me detuvo la puerta, evitando que yo subiera tan pronto.
— ¿Todo bien? Pareces algo distante con tu madre...
— ¿de qué hablas?
Lo miré
— Ella intentó hablarte sobre su viaje del trabajo...
— no quiero escuchar nada sobre su trabajo — intervine subiéndome al auto
— ¿y si era importante? — preguntó una vez que rodeo el auto y se subió en el asiento del conductor
No contesté por que claramente sabía que el trabajo era lo más importante para mi madre. Carter no mencionó nada más sobre el asunto y se puso en marcha. Mientras íbamos en camino hacia el corazón de la ciudad me aseguré de prestar atención a otra cosa menos a los pensamientos que me llenaban de culpa.
Para cuando reaccioné estábamos en el aparcamiento del cinema. Lo miré en cuanto apagó el motor del auto.
— ¿tienes ganas de esto? uhm... creo que olvide preguntar a donde querías ir... — me miró avergonzado — podemos ir otro lugar si quieres — sugirió de inmediato
Observé a las personas que iban entrando al cinema, al parecer era un grupo de amigos, seguidos de una pareja tomada de la mano.
Negué.
— ver una película siempre es buena idea. Vamos — salí del auto
Abrió la puerta del Mercedes, bajándose también. Apenas entramos al lugar el olor a palomitas recién hechas inundó mi nariz, había la normal cantidad de gente en la taquilla y en dulcería. El pequeño arcade estaba en usó por algunos niños y adultos.
Carter apretó mi hombro haciéndome voltear hacia él.
— Veamos la cartelera
— de acuerdo — lo seguí
Después de argumentar, analizar y disputar sobre la posible película que veríamos Carter se fue a comprar las entradas junto con las palomitas. Unos minutos después entramos a la sala correspondiente y miramos la película, no estaba atenta como quería estar, pero, miré la mayoría para entender un poco la trama.
Después, Carter y yo nos sentamos en la pequeña cafetería que estaba cerca del cinema. Comer tantas palomitas me había llenado así que solo pedí una malteada de vainilla, mientras Carter se pidió un club sándwich.
— ¿sigues pensando en lo que pasó con tu madre? — preguntó de golpe
— ¿Huh? — negué levemente — es solo que... es raro salir sin Brooklyn... normalmente ella suele hablar la mayor parte del tiempo — sonreí levemente
Carter pensó en mi comentario y después de unos segundos asintió
— Es verdad, de nosotros tres, ella es la más habladora
Mi atención se centró en la pareja que se sentó a nuestro lado. El chico estiró el brazo para acariciarle el pelo a la chica mientras la miraba fijamente a los ojos. Por alguna razón eso me hizo pensar en Christopher.
Después de charlar sobre cosas triviales y terminar nuestros alimentos Carter y yo fuimos al Arcade, le gané en la mayoría de los juegos. Aunque sabía que él me había dejado ganar.
Para cuando íbamos de camino hacia mi casa eran las seis de la tarde. Carter aparcó cerca de mi casa, pero no lo suficiente como para lograr ver la puerta principal, si no que aparcó cerca del arbusto del señor Young, mi vecino.
Lo miré algo confundida, pero no dije nada al respecto.
— Evy... yo... — apagó el motor y me miró con una sonrisa — Me la pasé muy bien hoy
— igual yo — sonreí dejando atrás todo rastro de extrañeza en mi expresión — Me siento llenísima — me lleve las manos al estómago mientras soltaba una risita
Lo miré de nuevo, pero esta vez su expresión ya no era la misma de hacía unos segundos. Estaba serio y parecía pensativo.
— Evy.... estaba buscando las palabras correctas y el momento adecuado para decirte que... — se inclinó hacia mí, hasta donde el cinturón de seguridad se lo permitía
— ¿Qué ocurre? — dije asustada. Estaba nervioso, lo sabía por qué estaba apretando sus dedos una y otra vez. Me aterraba pensar que fuera algo sobre su familia.
— yo...— sus ojos grises me miraron directamente — te quiero — soltó de golpe
Parpadee
— yo igual te quiero, Carter — añadí sin problema alguno por que era verdad, lo quería como a un hermano, como si fuera parte de mi familia.
Negó en silencio
— yo hablo de.... — intentó decir más, pero a media palabra pegó sus labios a los míos de golpe.
Sus labios estaban fríos y temblorosos mientras trataban de que mis labios siguieran el beso. Me separé de él completamente confundida.
Jamás pensé que Carter tuviese este tipo de sentimientos hacia mí. Carter me miró con ternura y miedo al mismo tiempo, yo... no quería romperle el corazón, era mi mejor amigo, lo consideraba mi hermano. Pero......tenía que decirle que estaba con alguien, aún que... no era como la novia de Christopher y él no era mi novio oficialmente, pero estaba con él y mis sentimientos estaban completamente dirigidos hacia él.
— Carter, sé que eres una excelente persona, adoro eso de ti y te lo puedo repetir las veces que sean necesarias — me miró más nervioso que antes — eres un caballero y eres un buen chico, lo sé porque pasamos la mayoría de nuestra infancia prácticamente juntos, pero...yo no te miro en la forma que tú me miras ahora. Lo siento...
Me tomo del brazo suavemente
— puedo intentarlo — me interrumpió — Evy, me gustas, me gustas desde hace tiempo... — admitió — sé que fui un cobarde por no decírtelo antes, pero aquí estoy confesándote todo
«Por favor no sigas»
Cerré los ojos por unos segundos y luego los abrí. Esperando a que mis palabras sonaran suaves al igual que se escuchaban en mi cabeza.
—Carter yo... de verdad lo siento, pero no... — no logré terminar la frase
Después de unos segundos me miró.
— claro, yo.... entiendo...sólo...imagina que esto no pasó ¿vale? Imagina que...no me comporte como un idiota.
— Carter....
Me miró con unos ojos profundos y fríos. Abrí la puerta y salí del auto. Entré a la casa. Mamá estaba en la cocina y se giró al verme entrar.
— ¿Qué pasó cariño? ¿estas bien? Estas pálida
La miré allí, con el pelo algo despeinado y la ropa arrugada. El sentimiento de culpa volvió a mi mente, pero ahora estaba mezclado con un par de cosas más. Me acerqué a ella y la abracé. El cuerpo de mi madre se tensó un poco por mi acción tan repentina.
— Cariño... ¿Qué ocurre? — empezó a acariciarme el pelo
— Carter está... Bueno, me dijo que siente algo por mi...
— ¿y qué pasa? Es un buen chico, han sido buenos amigos desde pequeños. Tienen una química muy bonita — cuando la miré sus ojos parecieron leerme — ah, ya veo.... te gusta alguien más ¿no es así?
— ¿por qué me siento tan terrible?
Mamá suspiró.
— Es porque tienes miedo de perder su amistad... eso es lo que pasa cariño. El algún momento estas cosas tienen que ocurrir, no todo en la vida es color de rosa, las etapas de la vida y las decisiones que tomes te harán madurar, sean para bien o no
— pero.... no quiero perderlo mamá, es parte importante de mi vida, crecí con él y la idea de perderlo es...terrible
— lo sé cariño, pero así son las cosas...
Suspire.
A continuación, tocaron a la puerta. Mamá miró en esa dirección y caminó hacia la puerta principal para abrirla.
— señora Adams. Buenas noches — miré hacia la puerta de golpe al escuchar la voz de Christopher — ¿Está Evelyn?
Mamá me volteó a ver con algo de sorpresa, pero después se recompuso y volvió a dirigir la mirada hacia Christopher.
— tu debes ser el novio de Evy ¿no es así?
Mi corazón empezó a palpitar de nervios.
— Si — respondió el
Mamá me miró de vuelta y me hizo una seña para que me acercara a la puerta. Me acerqué y Mamá se retiró a ver la televisión. Para mí, era una completa sorpresa que el estuviera en la puerta de mi casa justo ahora.
— no sabía que los chicos malos tocaban a la puerta cortésmente — bromeé mientras caminábamos por el patio.
Me sonrió pícaro.
— Me gusta impresionar
Le di un pequeño golpe en el costado del brazo y se llevó la mano hacia allí, fingiendo dolor.
— ¿por qué me mallugas? dañas tu mercancía
negué con una sonrisa, pero lo miré cuando llegamos a su motocicleta
— ¿y adónde vamos?
— no puedo contarte, es una sorpresa
Se subió a la Harley Davidson y como era costumbre me miró antes de que me subiera también.
— ¿de verdad no puedes decirme a dónde vamos? — pregunté abrazada de su cintura
— No, solo confía en mi
Me aferré aún más.