Hoy amanecí más que feliz, me levanté más que temprano para ir al laboratorio; le dejé una nota a mi papá para decirle que lo esperaría allí y que su desayuno estaba listo.
Me sentía nerviosa con respecto a mi relación con Barry, claro, si es que se le puede llamar así.
Al llegar al laboratorio, me encontré con Cisco haciéndole unos arreglos al traje de Barry y por supuesto, tomando su bebida favorita de fresa de Belly Burguer.
—Buen día, Cisco —me acerqué hasta donde estaba él para poder observar lo que hacía.
—Hola Nina, esta vez llegaste temprano.
—Si bueno, es que...
—Buenos días.-dijo Barry entrando al cortex con dos tazas de café —Esta es para ti —me la dio junto con un pequeño beso.
—Wow, wow. ¿Cuándo pasó esto? —Cisco se quedó sorprendido al ver esa pequeña muestra de afecto.
—Ayer.-contestamos al mismo tiempo Barry y yo.
—Espero que él Dr. Wells no se entere, si es que quieren que su relación dure —le dio un sorbo a su bebida.
Sin darle importancia a su comentario, los tres nos dedicamos a darle pequeños retoques al traje, entre momentos, Barry me daba pequeños besos en la mejilla, cosa que hacía sentirme en las nubes.
Después de un rato, llegó Caitlin, los 4 nos pusimos a hacer lo que siempre hacemos, atrapar meta humanos. Desde el micrófono le digo a Barry que tenga mucho cuidado al momento de pelear.
—¿Cómo lo detengo? —la voz de Barry se escuchaba preocupada desde la bocina y bueno, es que éste metahumano tenía el poder de la telepatía.
—Utiliza ese neutralizante que te di —le dijo Caitlin a través del micrófono. Se escucharon fuertes golpes, lo que hizo alarmarme.
—¿Barry, estás bien? —pero no obtenía respuesta. Los tres nos miramos preocupados.
—Sí, todo bien acá —dimos un respiro de alivio al escuchar su voz.
Barry llegó con el meta humano, Caitlin y Cisco se encargaron de encerrarlo allá abajo mientras que Barry y yo nos quedamos en el cortex acomodando todo para poder irnos.
—¿Le dirás a tu papá acerca de nosotros?
—No lo sé, no quiero que se oponga —dije algo triste—De todos modos, lo voy a pensar mejor.
—¿Pensar qué, Nina? —dijo mi papá entrando al cortex.
—En cómo llamaremos al metahumano que capturé hoy —le contestó Barry de manera nerviosa.
—Así es... —comencé a reírme. Él sólo nos miró y se fue directo a su pequeña oficina.
No tardamos en acomodar que Caitlin, Cisco, Barry y yo nos fuimos juntos del laboratorio. Mi padre se quedó para verificar que los pequeños cambios en el traje de Flash, funcionaran a la perfección. Pasé a dejar a Cisco y a Cait a sus departamentos y Barry y yo nos fuimos a mi casa a ver películas mientras que llegaba mi padre.
Él fue directo a la cocina a preparar palomitas, yo busqué en la nevera un par de sodas y las dejé sobre la encimera mientras lo esperé a que terminara. Me puse a observarlo detenidamente, sin querer tiró un poco al suelo y yo solo sonreí.
Quiero mucho a Barry, y sería triste que algo no dejara que llevemos esta relación tranquilamente, especialmente el tema de reverse flash, no hemos tenido problemas con él hasta ahora, y espero, que así siga, por lo menos un buen tiempo.
—¿Qué quieres hacer mañana? —me dijo sacándome de mis pensamientos.
—Bueno, mañana tengo que ir a tomar un par de fotografías a un túnel cerca del parque para Iris.
—¿Quieres que te acompañe? —se comenzó a acercar a mi.
—Por supuesto —me puse de puntitas y le di un pequeño beso—Vayamos a ver las películas —nos fuimos al sillón con las cosas y así estuvimos por horas hasta que llegó mi padre.
—¿Los interrumpo? —dijo él rodeando el sillón donde estábamos con su silla de ruedas—Veo que están viendo mi película favorita.
—Puedes verla con nosotros si quieres —le contesté alegremente.
—Otro día, estoy cansado. Hasta mañana princesa —me levanté para que me diera el beso de buenas noches—Hasta mañana señor Allen.-se dio la vuelta y se fue para su habitación.
—Creo que mejor nos vemos mañana —dijo Barry algo incómodo y yo me entristecí por aquel momento grato, había llegado a su fin—No te preocupes, no ha pasado nada.-me dio un beso en la frente—Te veo mañana en Jitters, ¿de acuerdo?
—Si —lo abracé muy fuerte—Qué pases linda noche.
—Desde ahora lo haré —me sostuvo la mano y se fue.
~*~
Estaba esperando a Barry en una de las mesas de Jitters, mientras tomaba un rico café para despertarme. Tenía que tomar las fotografías para llevárselas a Iris al Picture News mañana, ya que las necesitaba para una noticia que tenía que hacer.
Barry me mandó un mensaje diciendo que pidiera su café más lo que comeríamos de una vez, me levanté y sin querer me tropecé con una mujer ya mayor.
—Disculpe —dije apenada. La miré y sus facciones se me hacían conocidas a alguien que había conocido ya antes.
—¿Nina? ¿Nina Wells? —su voz me hizo recordar la vez que mi madre me la presentó. Era la mejor amiga de mis padres.
—Hola doctora Mcgee, es un gusto volver a verla —la abracé y le di un pequeño beso en la mejilla como forma de saludo.
—Igual, tengo que irme. Espero verte otro día y salúdame a tu padre —me sonrió y se fue. Al momento de que ella iba saliendo, iba entrando Barry.
—Lamento haber llegado tarde, ¿has ordenado ya? —me dio un pequeño beso.
—Todavía, apenas iba a serlo —una ráfaga de viento apareció y de repente lo mismo tenía en frente con su café y el desayuno.
—Listo —puso las cosas en la mesa—A comer —comimos lo más rápido posible para no tardarnos más. Detuve el tiempo para que Barry pudiera llevarme al parque para que nadie se percatara de aquello.
Me dispuse a empezar a tomar fotos con mi cámara, Iris quería que le llevara algunas fotos de un túnel que había aquí que ya estaba apunto de caerse, me la pasé moviéndome de aquí para allá, mientras que Barry disfrutaba tranquilamente un helado de frambuesa, de lejos podía tomarle fotos sin que él se enterara. Sé que eso lo hará enfadar, pero eso es lo de menos.
Cisco me había mandado un mensaje de que nos requería en el laboratorio, me apresuré a tomar una más, ésta última, fue algo rara, pude ver una mancha roja algo borrosa, no la seguí viendo por la prisa, así que me acerqué hasta donde estaba él para irnos pero antes, debía pasar a mi casa, a dejar mi cámara.
—Perdón por la tardanza chicos —dijo Barry bajándome de sus brazos.
—Dejen su romance por favor —Cisco nos guiñó el ojo. Sé que él está feliz porque por fin, Barry y yo estamos juntos—Hay que trabajar.-se acercó a mí y me llevó a las computadoras.
—Claro, pero primero, me iré a probar mi traje —se fue a probárselo como si fuera un nuevo juguete.
—¿Qué sucede? —me senté por un momento en la silla de Caitlin.
—Necesito que mires esto —buscó un archivo en la computadora que tenía una especie de clave y al abrirla pude ver archivos relacionados a Barry, lo más extraño es que eran cosas de él desde su infancia—¿Es raro, verdad?, lo encontré antes de que llegaran.
—¿Pero por qué está en la computadora de Caitlin? —dije algo alarmada.
—No lo sé, pero eso no fue lo único que encontré. También hay archivos acerca de ti —él comenzó a abrir cada archivo. Esto no era normal, digo, ¿por qué Caitlin querría estas cosas?
—Tendré que preguntarle esto a ella después —él asintió y cerró todo. Llamamos a Barry para que hiciera lo suyo.
Más tarde, llegó Caitlin con mi padre, ellos se fueron a la oficina y estuvieron ahí todo el tiempo. Cisco estuvo la mayoría del tiempo preocupado, sé que tenía dudas de que todos esos datos, imágenes, vídeos, etc, estuvieran en la computadora de ella, porque, no tendría por qué tenerlas.
Lo calmé diciéndole que me iría con ella y así, aprovecharía el momento para platicar acerca de esto.
Barry, Cisco y mi padre se fueron aparte, mientras que Cait y yo en mi auto. El transcurso fue tranquilo, le platiqué que por fin Barry y yo, estábamos juntos. Se alegró mucho, ya que estaba algo desesperada porque nosotros no teníamos ningún avance.
—Me alegro por ustedes —empezó a aplaudir—Pensé que jamás sucedería.
—Gracias —me sonrojé—¿Te puedo hacer una pregunta?
—Claro. Espero no sea nada relacionado a citas porque no te podría ayudar.-ambos nos reímos.
—No es nada de eso, es que, hoy encontré unos archivos de Barr y míos en tu computadora. Entonces yo...
—Te puedo asegurar que sea cual sea la información que está ahí, yo nunca la guardé —su respuesta hizo que me preocupara aún más, entonces, si no fue ella, ¿quién lo hizo?—Deberías de preguntarle a tu papá, él se encarga del monitoreo de toda la información que hay en Star Labs.
Llegamos a su departamento y se despidió de mí con su dulzura de siempre.
Volví a tomar el volante para ir directo a mi casa. Cuando llegué las luces ya estaban apagadas a excepción de la chimenea que tenemos en la sala, vi que la luz de su habitación estaba encendida, así que fui a darle las buenas noches.
—Hola papá —abrí la puerta y me fui a sentar a la orilla de su cama—Vine a darte las buenas noches.
—Bien, buenas noches, Nina —sin levantarse de la cama, me dio un beso en la frente.
—Te tengo que contar algo que me pasó esta mañana —di pequeños brincos sobre esta misma.
—¿Qué sucede? —dejó el libro que estaba leyendo a un lado.
—Hoy vi a la doctora Mcgee —dije alegre al recordar que la volví a ver después de tanto tiempo—Sé que es tu mejor amiga y...
—Ya no es más mi mejor amiga —volvió a retomar su libro.
—¿Por qué?, ella es prácticamente parte de la familia.
—Eso no importa y no vuelvas a hablar con ella. Lo tienes prohibido —abrí totalmente la boca al escuchar eso.
—Pero papá, si mamá...
—Tu madre no está más aquí. Buenas noches Nina —aquello me hizo que sacara una lágrima. Me levanté enojada de la cama y al salir de la habitación, cerré la puerta con fuerza e hizo lo mismo con mi puerta.
Me tiré encima de mi cama triste por aquel mal comentario de mi papá. No entiendo porque él y la doctora Mcgee ya no son más amigos, la última vez que nos vimos, creo que fue un día antes del accidente y todo estaba normal. Qué mal, necesitaba saber porqué y la única persona que podía decírmelo era ella, así que tendré que verla otro día.
Para olvidar el mal rato que acabo de pasar, tomé mi cámara y pasé las fotos a mi portátil para ver las fotos, había tomado unas 10, muy buenas, y otras que estaban más o menos. Llegué hasta la última, y vi esa mancha roja, que había notado hoy en la mañana, parecía un rayo, eso me hizo recordar que el flash reverso tenía de este color su rayo. Le puse zoom a la imagen para verla detenidamente, hasta que noté que en una esquina se podía observar un rostro.
—No puede ser... —las lágrimas que se habían ido, regresaron, pero ya no por tristeza, sino por miedo.