Simplemente Mi Chico Malo

By KeitiRB

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Evy es una chica tranquila, vive atrapada en su propio mundo. Prefiere quedarse en casa viendo una película... More

▪ Capítulo 1 ▪
▪ Capítulo 2 ▪
▪ Capítulo 3 ▪
▪ Capítulo 4 ▪
▪ Capítulo 5 ▪
▪ Capítulo 6 ▪
▪ Capítulo 7 ▪
▪ Capítulo 8 ▪
▪ Capítulo 9 ▪
▪ Capítulo 10 ▪
▪ Capítulo 11 ▪
▪ Capítulo 12 ▪
▪ Capítulo 13 ▪
▪ Capítulo 14 ▪
▪ Capítulo 15 ▪
▪ Capítulo 16 ▪
▪ Capítulo 17 ▪
▪ Capítulo 18 ▪
▪ Capítulo 19 ▪
▪ Capítulo 20 ▪
▪ Capítulo 21 ▪
▪ Capítulo 22 ▪
▪ Capítulo 24 ▪
▪ Capítulo 25 ▪
▪ Capítulo 26 ▪
▪ Capítulo 27 ▪
▪ Capítulo 28 ▪
▪ Capítulo 29 ▪
▪ Capítulo 30 ▪
▪ Capítulo 31 ▪
▪ Capítulo 32 ▪
▪ Capítulo 33 ▪
▪ Capítulo 34 ▪
▪ Capítulo 35 ▪
▪ Capítulo 36 ▪
▪ Capítulo 37 ▪
▪ Capítulo 38 ▪
▪ Capítulo 39 ▪
▪ Capítulo 40 ▪
▪ Capítulo 41 ▪
▪ Capítulo 42 ▪
▪ Capítulo 43 ▪
▪ Capítulo 44 ▪
Epílogo
Extra

▪ Capítulo 23 ▪

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By KeitiRB

Paseamos por toda la ciudad, debía decir que no esperaba eso. Si así era Christopher como compañero, era grandioso. Pasamos por la pista de hielo de la ciudad, al parecer hoy era el día de la selección, tenían que escoger a una chica para que representara a la ciudad en los próximos juegos de invierno, esas competencias siempre se ponen interesantes, pero no quería ver eso, mi idea era engañar a Christopher y llevarlo a las guerras de nieve.

— ¿te parece si entramos? — le pregunté. Se detuvo y sin pensar me bajé de la motocicleta. — ¿si? — me coloqué enfrente de él — ... Siempre he querido entrar... ¿Qué dices? 

— No

— Oh, vamos, te prometo que no será  aburrido

Me miró detenidamente, tenía una cara de " horror"

— No

suspiré.

— está bien iré yo sola — caminé hacia la entrada, me decepcioné al ver que Christopher no movió ni un solo músculo ¿Qué esperaba? ¿Qué me siguiera?

Entré a la pista y caminé al lado contrario, el juego estaba a punto de comenzar.

«al parecer si jugaré sola»

— ¿Cuántas personas? — me preguntó el chico, que al parecer era el supervisor. Abrí la boca para contestar.

— dos — me giré al escuchar la voz de Christopher detrás de mi

— ¿pensé que no querías estar aquí? — pregunté sorprendida.

El chico nos dejó pasar sin problema alguno.

— me estaba aburriendo en la motocicleta — miró a las demás personas — pensé que iban a ver solo niños malcriados.

El supervisor estaba repartiendo las pulseras que distinguían los equipos, rojo y azul. Me acerqué y tomé una pulsera roja, Christopher intentó tomar una, pero le entregué rápidamente la azul.

— no me conviene tenerte en el mismo equipo Gibson — dije, pude ver su sonrisa maliciosa y se colocó la pulsera azul.

— oh, nena, no sabes con quién tratas ¿verdad?

El supervisor ordenó que los equipos debían ocupar los extremos e hizo sonar el silbato. Me escudé detrás de las barras, tomé una bola de nieve y mi plan era atacar a Christopher. Salí de mi escondite lista para lanzar e inmediatamente me tiraron una bola de nieve y escuché la risa de Christopher.

«con que así quiere jugar»

Tomé otra bola de nieve y se la lancé rápidamente mientras intentaba darle a alguien más, se sorprendió al ver como la bola de nieve estallaba contra su cadera. Sonrió de oreja a oreja. Era gracioso ver a Christopher de esta manera, un chico que prefiere alejarse de la gente ¿estaba jugando guerras de nieve? Eso sí que no se veía todos los días. pero aquí estábamos, tirándonos unos a los otros bolas de nieve.

En mis intentos de pegarle con las bolas de nieve no me estaba yendo nada mal, íbamos 8-7 por desgracia el llevaba ocho. Una chica pelirroja con un corte sobre los hombros se colocó a mi lado, me miró sonriente.

— ¿Quién es tu rival? — preguntó

Nos levantamos para arrojar las bolas de nieve al mismo tiempo.

— él — dije y le señalé a Christopher rápidamente. Nos volvimos a cubrir.

— te ayudo si quieres ¿vale?

— vale — Sonreí y empezamos a atacar a Christopher. El supervisor terminó el juego y todos salieron de su escondite.

— gracias... — me detuve al no saber el nombre de la chica

— Lizzy — dijo con una sonrisa

— gracias, Lizzy, soy Evelyn

— un gusto conocerte Evelyn — dijo y se dirigió a un grupo de chicas

Sonreí al ver a Christopher acercarse a mi

— te gané — dije orgullosa

El supervisor nos llamó a ambos por las pulseras, me adelanté y entregué la mía, rápidamente me agaché, hice una bola de nieve y se la arrojé a Christopher. Sonreí satisfactoriamente.

Christopher me miró sorprendido y solté una risita.

 Ambos entramos a los pasillos. Christopher colocó sus manos heladas en mis mejillas y un escalofrío recorrió todo mi cuerpo. Me giré hacia el y de inmediato nuestros ojos se encontraron.

— ¡Christopher! — exclamé

— ¿Qué ocurre? — dijo burlón

Coloqué mis manos igual de heladas en su cara y se quedó rígido

— yo también puedo.... — dije con la voz apenas audible.

Me tomó de la cintura y me atrajo a él, inmediatamente me besó, mis labios correspondieron a los suyos sin pensarlo, deslice mis manos heladas a su cuello. Su respiración y la mía se escuchaban entrecortadas, me besaba con una desesperación tremenda y yo trataba de seguir el ritmo de sus labios. Sus besos descendieron a mi cuello y mientras me seguía besando la clavícula, me aferré a su cuerpo.

No lograba concentrarme y me odié por eso. No podía parar, mi cuerpo pedía más de él, quería estar cerca y me daba algo de miedo el rumbo que esto estaba tomando.
Sus manos frías se adentraron a mi blusa y empezó a acariciar mi espalda y parte de mi cintura, yo simplemente no podía pensar con claridad. Christopher subió sus ágiles manos al seguro de mi sujetador con toda la intención de quitármelo cuando de repente escuchamos unas voces al fondo y nos separamos, nuestra respiración estaba muy agitada al igual que nuestros latidos.

— creo que hay que salir.... — dije sonrojada, adelantándome hacia la salida

Al llegar a su motocicleta, me tomó la mano, parpadee confundida. 

— quiero hablar contigo... de algo... — abrió la boca para continuar, pero las gotas de lluvia se adelantaron — maldición — masculló

Me pidió que subiera a la motocicleta rápidamente.

¿Qué era lo que tenía que decirme? Un sin fin de cosas estaban dando vueltas en mi cabeza.

Llegamos rápidamente a su casa y subimos directamente a su habitación. Tenía toda la ropa empapada y me castañeaban los dientes del frio. Abrió un cajón y me pasó una camiseta junto con unos pantalones de dormir.

— cámbiate — me señaló el baño pero de pronto sonrió — a no ser que quieras cambiarte aquí

«ah, ah»

— Ni si quiera lo sueñes — Entré al baño casi a toda prisa con la ropa de Christopher en mano.

Me quedé sorprendida al ver su interior. Sé que solamente era un baño, pero era mucho más grande que el mío. Había lociones de varios olores y no pude evitar sonreír al encontrar la de menta con hiervas frescas. Dejé la ropa en una pequeña tablilla y me quité la ropa mojada, quedándome con la ropa interior. No pensaba quitármela. Me coloqué su ropa y solté una risita boba al verme en el espejo. Su camiseta me quedaba enorme al igual que sus pantalones de dormir. Acomodé mi ropa mojada en un lugar donde se secara y salí del baño.

Christopher estaba cambiándose de ropa, casi a punto de terminar. se colocó una playera blanca que hacía que su tatuaje se notara más

Cerré la puerta del baño y el se giró hacia mi, me miraba de igual forma que cuando estuve arriba de la motocicleta por primera vez. No sabía por que me miraba de esa manera

Tomé asiento en la orilla de la cama.

— mejor, ya no pareces una criatura toda empapada — bromeó y tomó asiento a mi lado.

— si, que gracioso Christopher — sonreí sarcástica

— puedes decirme Chris, Christopher suena muy formal para mi gusto — hizo una mueca

— bien, sólo tengo una duda ¿Cuántas chicas te llaman Chris? — pregunté con una sonrisa en la cara con intención de molestarlo

Él arqueó las cejas, pues no esperaba tal pregunta de mi parte.

— tú de verdad.... Evelyn...

— ¿Por qué siempre me llamas por mi nombre completo, cuando tú me pides que te llame Chris? eso no es justo

— me gusta tu nombre tal y como es — contestó con una expresión mejor que la anterior — pero puedo llamarte como tú quieras, aunque no soy un chico justo y creo que lo sabes... por cierto me divertí hoy....

— igual yo — sonreí mirándolo — sólo que sueles ser un tramposo....

— tramposo ¿yo? - preguntó sorprendido y peligrosamente cerca de mi boca.

asentí. Chris tomó un mechón de mi cabello y lo colocó detrás de mi oreja.

— Evelyn... ¿Qué... haces conmigo? — preguntó aún cerca de mi boca.

Sus ojos estaban sobre mis labios, como un ave de caza tanteando a su próxima presa.

— ¿Huh?

— ¿Qué haces conmigo? — volvió a preguntar

¿Qué se suponía que debía responderle?

Intenté hablar, pero me besó de golpe. La calidez de sus besos me hacía sentir bien. Me recostó lentamente en la cama, se apoyó contra su codo y con la otra mano acarició mi mejilla. Se separó de mi y abrí los ojos; en realidad no quería que se separara de mí. Sus profundos ojos azules me miraban de una manera que jamás había visto

— te vez hermosa con mi ropa puesta —  sonrió maliciosamente

Eso fue más que suficiente para que me besara de nuevo, para que sus labios se fundieran con los míos. Las gotas de lluvia golpeaban la ventana suavemente y para mí en ese momento era el sonido más lindo y pacífico que había escuchado. Con Christopher aquí me sentía bien, me sentía como jamás me había sentido.

 Muchos pensamientos negativos viajaban a mi mente, pero los alejé temporalmente.

Christopher se levantó y abrió la cortina. Lo miré, estaba diferente, sus músculos estaban tensos, y miraba por la ventana con la vista y mente pérdida.

La puerta de la habitación se abrió y ambos volteamos hacia ella. La hermana de Christopher, Natalie estaba detrás de ella.

— lo siento ¿interrumpo algo? — preguntó

— ¿Qué pasa? — habló Christopher serio

— Alexander quiere hablar contigo — dijo seria

La mandíbula de Christopher se tensó al igual que todo su cuerpo, otra vez.

Natalie cerró la puerta y Christopher se giró hacia mí.

— No tardaré — me acarició la mejilla y se retiró.

Jamás pensé en acabar con Christopher de esta forma. ¿Tenía que decirle que también sentía algo por él? Un momento ¿El sentía algo por mí de verdad? Estaba tan concentrada en mis propios pensamientos que unas voces extremadamente fuertes me hicieron volver a la realidad.

¿Qué estaba pasando?

Abrí la puerta y salí de la habitación sigilosamente. Escuché la voz de Christopher y sentí una punzada en el pecho.

— ¿ahora buscas lo mejor para mí? — dijo sarcástico con un tono sorprendentemente alto — sí, claro... Ya no necesito toda esa mierda

— siempre me preocupo por ti — añadió rápidamente su padre

Christopher bufo

— ¿No lo dejé en claro varías veces ya mi opinión? ¿Quieres que lo siga haciendo?

— cálmate Chris — intervene Natalie — ¡Chris!

— ¡No quiero más discusiones! — su padre se quedó en silencio por un momento, pero luego añadió — no toda la vida va a ser esto, piénsalo, más adelante tendrás tu propia familia a la que protegerás. Eres un Gibson, actúa como tal

— si un día eso llega a pasar no abandonaré a mi esposa e hijo, haré lo que tú jamás hiciste — la voz de Christopher sonó amenazante — no vuelvas a amenazarme con eso ¿oíste? yo también tengo de donde cortar

— Chris... — añadió Natalie triste.

Escuché los pasos de Christopher en la escalera y entré a la habitación rápidamente. Sabía que no debía escuchar eso, fue de muy mala educación, pero no pude evitarlo.

La puerta de la habitación se abrió y entró Christopher exaltado. Las venas de su brazo se notaban un poco mas de lo normal.

— ¿estas bien? — pregunté preocupada.

Me miró por un momento y luego golpeó la pared con furia, tomó las llaves de la motocicleta de la mesita de noche y se dirigió a la puerta, antes de salir me miró y se retiró por completo, dejándome sola.

Después de un momento la puerta se abrió de golpe y entró Natalie.

— Chris, escucha... — dejó de hablar al momento que sus ojos me encontraron, estaba sorprendida. — se fue ¿no es así? — abrí la boca para contestar pero ella me interrumpió — y te ha dejado aquí, promete cambiar y no lo hace ni si quiera lo intenta — suspira — puedo llevarte a casa o.... ¿prefieres esperarlo?— - sus grandes ojos estaban sobre mi.

Los ojos de Natalie me decían que me quedara a gritos y lo entendí quería alguien con quien charlar, yo sabía lo que se sentía cuando no hablas con alguien cuando ocurre un problema así, necesitaba desahogase y por un momento me recordó a mi, cuando llamaba a Brooklyn a horas de la noche, diciéndole todo lo que mis padres habían discutido.

— creo que voy a esperarlo — dije

Natalie asintió y tomó asiento en la cama.

—Lo siento.... esto no sucede a menudo, Alexander suele ser un poco estricto con el — me sorprendió escuchar a Natalie llamar al padre de Christopher como "Alexander " o "tu padre" no la había escuchado decir "nuestro" o "mi"

— está bien... no hay problema — admití tímidamente y Natalie me miró con una sonrisa sincera.

— ¿ambos tienen un tono de voz algo fuerte ¿no? — trato de relajar sus facciones y hacerme sentir cómoda — aunque a veces entiendo a Chris, de un momento a otro la paciencia se te va hasta los pies.

Aprete ligeramente su hombro. Ella me miró sorprendida por unos segundos, pero al final me sonrió e inesperadamente me abrazo. 

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