Lunes. 7:00 a.m.
Después de otra noche de desvelo, un Domingo para joderme la vida, me arreglé para ir a la escuela y joder mi vida de una manera educativa. Tomé un par de camiones, porque mamá trabajaba esta semana, y casi olvido mi teléfono en el segundo viaje a pesar de que iba escuchando música. Varias chicas de la escuela y de una escuela cercana subieron y se sentaron en la parte trasera.
- ¿(TN)?- escuché mi nombre. Volteé para encontrarme con una chica de cabello castaño recogido en una coleta con un fleco hecho en forma de diagonal.
- Ah, hola. Tú...- este es el momento donde debo lanzarme por la ventana, fingir mi muerte o, quizá, hacer una amiga... La primera opción me parece más razonable.
- ¡Soy Sasha!- y de repente, me dieron ganas de ser sociable.- ¡Fuimos juntas en la primaria!
- ¡Oh, por Dios!, ¡Sasha!- grité recordándola.
- ¡Sí!- me gritó enredándome en un abrazo.
- Debí saber que eras tú por la patata en tu mano.- le dije señalando el bocadillo.
- Cierto... ¿Vas en la escuela María?- me preguntó sorprendida.
- Sí, tú estás...- miré el logotipo de su uniforme. No pude creerlo.- Oh, por Dios... ¡Entraste a Sina!
- ¡Sí, entré!- se alegró ella como si hubiera estado guardando esa alegría para soltarla finalmente.- Quería decirte pero perdí contacto contigo después de la primaria...
- No te preocupes, Sasha. Ya encontraremos otro momento para contarnos todo.- el camión llegó a su parada y tuvo que despedirse rápido.
Es increíble cómo cambian las cosas por un accidente.
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Suena la campana.
- ... Y recuerden hacer la tarea, por favor. El examen es en dos semanas y las actividades valen mucho- Eh... ¿Chicos?, ¿hola?, ¿alguien me escuchó?
- Pobre maestra.- dijo el chico que caminaba a lado de mí.- ¿Sabrá que no escuchamos nada de lo que dijo?
- Eren, tú nunca escuchas nada de lo que dice la maestra ni en la clase ni después.- le respondió el otro chico a mi otro lado.
- Armin, no me delates.- rió el castaño de ojos agua marina de nombre Eren Jaeguer.- Oye, (TN), ¿vendrás a vernos en el partido?- caminábamos por el pasillo hasta llegar a mi casillero.
- No lo sé, tenemos mucha tarea, el examen es el Jueves y hay un proyecto que no he hecho y debo terminarlo esta semana.- chasqueé la lengua. No tenía tiempo ni para respirar.
- Armin, se está negando. Modo perro bajo la lluvia, ahora.- ordenó Eren.
Rápidamente ambos chicos se colocaron a mi altura e hicieron una cara tan tierna que me era imposible resistirme. Sobretodo Armin, él es como una princesa.
- Está bien, iré.- ambos chicos celebraron. Es una pena que no leyeran las letras pequeñas del contrato.- PERO deben hacer mi tarea de Álgebra y Química.
- ¡¿Qué?!, ¿por qué?- preguntó Eren, no es como si él fuera un genio como su mejor amigo rubio.
- Porque me van a quitar dos horas que bien podría utilizar para hacer de mi vida una buena vida. Ustedes vivirán de fútbol, me parece un trato justo.- argumenté.
- Te odio.- sentenció el castaño.
- Lo sé.- sonreí.