Maldito Cuerpo Traicionero (E...

By NessaRodriguez26

305K 15.9K 480

La versión original de Maldito cuerpo traicionero... (versión erótic) #Premios Espinelas Hace mucho quería ha... More

Sinopsis
El casino y el barman
Capitulo 1-Lina
Capitulo 2-Lina
Capitulo 3-Lina
Capitulo 4-Lina
Capitulo 5-Lina
Capitulo 6-Lina
Capitulo 7-Lina
Capitulo 8-Lina
Capítulo 9-Lina
Capítulo 11-Alex
Capítulo 12- Lina
Capítulo 13- Alex
Capítulo 14-Lina
Capitulo 15- Alex
Capitulo 16- Lina
Capítulo 17-Alex
Capítulo 18-Lina
Capítulo 19-Alex
Capítulo 20-Lina
Capitulo 21-Alex
Capitulo 22-Lina
Capitulo 23-Alex
Capítulo 24- Lina
Capitulo 25-Lina
Capítulo 26-Dany
Capitulo 27-Lina
Capitulo 28-Alex
Capitulo 29-Lina
Capitulo 30
Capitulo 31
Capitulo 32
Capitulo 33
Capitulo 34
Capítulo 35-Lina
Capitulo 36-Lina
Capitulo 37-Alex
Capítulo 38-Alex
Capítulo 39-Alex
Capítulo 40-Lina
Capítulo 41-Lina
Capítulo 42-Alex

Capitulo 10-Lina

6.5K 404 7
By NessaRodriguez26


Nada salió bien; esto está mal, no debería de ser así, se suponía que solo venía de vacaciones, a descansar, no a enamorarme de un egocéntrico, arrogante, narcisista... ¿Espera, enamorarme dije? No, eso no; reconozco que me gustaba «o me gusta, lo que sea», pero no enamorarme. Una vez más, digo que tendría que haber hecho caso a Sole e ir a Brasil; esas sí hubieran sido vacaciones, muchos brasucas, cariocas, mucho axé y, definitivamente, mucha caipirosca. Pero nop; yo tuve que ser testadura y terca, y venir aquí. Repito: esto no debería ser así. Ahora tendría que estar disfrutando, no tirada en una reposera en el balcón y lamentándome de cómo salieron las cosas.

Nada hubiera sido diferente si le decía sobre Aye; además, esto no debería haber sido tan serio como para que hablara de ella, y saber que después vienen las preguntas que llevan al padre. Eso es algo que prefiero no tocar, un pasado del cual no quiero hablar; no necesitan saber sobre mi vida anterior, es algo de lo que no me enorgullezco y que quiero dejar atrás «muy atrás». Solo hay una cosa que rescato de ese momento turbio, y es mi hija. Lo bueno es que en un par de días nos vamos; quiero irme ahora, ya, mañana como tarde, pero no quiero arruinarle las cosas a Sole con Erik. Aparentemente, están bien; no imagino como sería para ellos, si arreglaron el volver a verse o si solo fueron más inteligentes e hicieron esto como dije en un momento que debería ser: "pasión de verano". Ojalá a una de nosotras nos haya ido bien.

—¿Estás bien? —Giro mi cabeza y veo a Erik, que se acerca a mi lado.

—Sí, perfecta. ¿Y tú?

—Bien, perfecto —me imita y se sienta en la reposera de al lado.

—¿Y Sole? —interrogo.

—Se está duchando —suspira, y noto como medita lo que va a decir—. No estás bien, no te ves bien —dice, mirándome.

—Ah... Gracias —le digo pareciendo ofendida. Sé lo que quiere decir, pero voy a hacerme la tonta.

—No me refería a eso. ¿Qué pasó con Alex?

—No quiero hablar sobre eso.

—Soy evasiva, y no me importa.

—Está bien; entonces, no hables y escucha —toma una respiración profunda y se acomoda más en la reposera—: Mira, Lina, yo sé que no te conozco lo suficiente, pero por lo poco que he visto de ti, sé que eres una buena mujer, y puedo ver que no estás bien con lo que pasó con Alex. Él me contó el percance que tuvieron —¿Percance? ¿Acaba de decir eso?—. Me contó lo que te dijo y yo sé muy bien, por él y por mí, que lo conozco de toda la vida, que no quiso decir lo que dijo. No era él quien hablaba, sino la ira; se sintió traicionado y se cegó, habló sin pensar... —Me cansé del defensor particular de pobres, así que le corto su pequeño discurso.

—Erik, no dices cosas que no hayas pensado; él dijo que no me hubiera dicho que me quedara, si sabía que tenía una hija... —hablo con voz ronca, tratando de pasar el nudo en mi garganta al recordar nuestra estúpida pelea.

—¿En serio te dijo eso? —cuestiona.

—Sí.

—¿Textuales palabras? —vuelve a cuestionar.

—Sí... Bueno, no... Pero es lo mismo —titubeo, porque la verdad ya no sé qué pensar.

—¿Por qué no le dijiste que tenías una hija? —me interroga, y no sé por qué, pero me siento acusada.

—Porque no se dio, y no lo vi como si fuera algo necesario. Vamos, Erik, todos sabíamos que nos separaríamos, que ninguno vive acá; no sé, no pensé que había necesidad de decírselo. Además, ¿cuál es el problema con que tenga una hija? —refuto; no me gusta que me juzguen.

—No hay ningún problema en eso; el problema fue que no lo dijeras.

—No lo creí necesario...

—Ya lo sé, Lina; te entiendo, y seguro que si hablas con él también lo va a entender. No está bien, y veo que tú tampoco lo estás; los dos son muy buenas personas, no debería de terminar así. No dejen que termine así — expresa, tratando de hacerme reflexionar, supongo.

—No importa; si no nos separábamos ahora, iba a ser en un par de días —sentencio con total terquedad.

—¿Lina, estas renunciando? Lo poco que conozco de ti me demostró que no eres de las que renuncian; la chica que no paró hasta subirse a una puta tabla de surf sin importar que se le entumeciese el cuerpo, en verdad no lo puedo creer —entona, negando con la cabeza.

—No estoy renunciando a nada, estoy siendo realista; esto iba a pasar tarde o temprano —dejo escapar un suspiro.

—No todo tiene que terminar mal —asegura mirando al mismo lugar que yo. —Conmigo sí —replico con lágrimas en mis ojos.

Él no sabe cómo son las cosas conmigo, no sabe que todo lo que termina, termina mal, y más si se trata de mí. Cometí muchos errores en mi vida; lo gracioso es que aprendí de ellos, y lo que mejor aprendí es a no dar una segunda oportunidad a un hombre, y la ironía de esto, es que lo aprendí después de dar muchas oportunidades a un solo hombre, el cual no se merecía ni siquiera la primera.

—¿Qué hacen? —escucho a Sole preguntar, acercándonos a nosotros y sacándonos de nuestros pensamientos.

—Nada, solo apreciábamos la vista —responde Erik, instándola a que se siente en su regazo.

—¿Le dijiste? —indaga.

—¿Decirme qué? —cuestiono, mientras él niega en silencio con la cabeza.

—Bueno, dos cosas. La primera, es que vamos a cenar y queríamos que nos acompañes —esboza, y espera mi repuesta, la cual no va a obtener.

—¿Y la segunda? —pregunto.

—Erik y yo.... Bueno, nosotros... —balbucea, y odio cuando hace eso.

—Sole, deja de tartamudear y habla.

—Nosotros vamos a seguir viéndonos; le pedí que fuera mi novia — declara Erik.

—Eso es genial, los felicito —los felicito mostrando una sonrisa genuina. Reconozco que no me lo esperaba, pero me pone muy feliz por ella, por ellos; se ven geniales juntos.

—¿En serio, Lina? Yo sé que las cosas con Alex... —no la dejo continuar con esa idea estúpida que se le cruza en la cabeza.

—En serio, Sole; lo de Alex y yo no tiene nada que ver con ustedes. Además, estaba deseando que esto pasara, ya que un poco me agradan los dos —bromeo, sonriéndoles.

La verdad es que estoy feliz por ella, ya le tocaba; Erik parece ser un gran hombre, y divertido, ella no se va a aburrir con él.

—Ay, pero que halago; así que te agradamos, es mucho eso de parte tuya —ironiza, poniéndose la mano en el pecho fingiendo sentirse halagada.

—Sí, me agradan; solo un poco —les aseguro, haciendo seña con el pulgar y el índice gesticulando una medida, mientras ella se acerca para abrazarme y Erik se sonríe.

—¿Y qué dices, vienes con nosotros a cenar? —me pregunta Erik haciendo ojitos.

—No, vayan ustedes. Yo tengo mucho sueño —miento; no estoy de humor, y voy a arruinar su cena.

—Lina, nos vas a acompañar —sentencia Sole, mostrando su ceño fruncido.

—No, Sole; en serio, quiero dormir... Además, tienen que festejar lo de ustedes —trato de seguir con la sonrisa dibujada en mi rostro, y debo aclarar que no es nada fácil.

—Queremos festejarlo contigo —demanda Erik. ¿Cómo hago para negarme ahora?

—Festejamos otro día, ¿sí? Por fa, quiero la cama —suplico riendo, para que se vayan tranquilos.

—Bueno; más vale que, cuando vuelva, no te vea con toda la cara hinchada, o con ojeras por llorar o por no dormir, por dar vueltas tu cabezota —como si me la pasara llorando.

—Sí... Vayan, pásenla lindo —zanjo, y los echo agitando la mano.

Me besan, me dedican una mirada y se van. Quedo sola, para torturarme por mí misma... Qué inteligente. Pero iba a ser un estorbo para ellos; ahora tienen que estar bien y disfrutar. Tengo mis dudas de cómo harán para verse, estando tan lejos; cómo harán para que esa relación funcione. Pero claro está que no es de mi incumbencia, y que los voy a apoyar en todo lo que necesiten; los dos merecen ser felices, y si esto funciona para ellos, funciona para mí. Después de divagar tanto, de auto-torturarme y dar vueltas en mi cabeza sobre todo lo que pasó, los párpados empiezan a pesarme; ya casi me estoy quedando dormida. Pero el celular suena interviniendo con mi sueño. ¿Saben lo que me cuesta dormir? Miro la pantalla del teléfono y es...

—¿Lucas? —atiendo.

—Hola, Li. ¿No esperabas mi llamado?

—La verdad que no; en realidad, de nadie, estaba por dormir... ¿Cómo estás?

—Bien, trabajando mucho, y se las extraña; ¿tu, cómo estás?

—Bien, un poco cansada, pero bien; ¿y Gaby? —extraño a Gaby; desde que estoy aquí, el maldito no me llamó ni una sola vez.

—Gaby... Gaby es Gaby, él está bien, como siempre... No parece que estés bien, ¿pasó algo? —este chico tiene un sexto sentido.

¿Qué le digo? La verdad; me terminé enganchando con Mr. ego, me pidió que me quedara con él, pero cuando se enteró que tenía una hija retiró la oferta, y acabé comportándome como Brigith Jones... Qué patética. Sí, creo que eso no sería una buena idea; lo mejor será mentir.

—No pasa nada, solo es cansancio; ya sabes lo que pienso con respecto a las vacaciones: nunca descansas.

—Sí. Lo sé, Li... —suspira y se toma unos segundos antes de hablar de nuevo—. Hay algo que tengo que decirte; no quería hacerlo hasta que vuelvas, pero pienso que cuanto antes lo sepas, mejor... —el escucharlo decir esas palabras hace que comience a asustarme, no me gusta cuando habla así.

—Lucas, ¿qué pasó? Sabes que las vueltas me marean... —me interrumpe, ya conociendo lo que iba decir.

—Sí, sí... y te hacen vomitar —concluye con tono divertido.

—Bien, entonces, ¿qué pasó? Al grano —lo insto.

—Bien. Dany está suelto... —suelta sin más.

—¿Qué? —es lo único que atino a decir; capaz escuché mal. Dios, que haya escuchado mal.

—Lo que oíste Lina; Dany se escapó con un par de reos más, cuando los estaban trasladando —cuenta.

Bueno esto es algo que de verdad no esperaba; Dany es el papá de mi hija, es un mafioso, un pichón de mafia en realidad. Las cosas entre nosotros no fueron bien, él andaba en cosas jodidas, yo era chica y haciendo lo que no tenía que hacer, estábamos con las drogas, el alcohol, y me avergüenza decirlo, pero he hecho un par de trabajos para él; he estado amenazando gente para que pagaran, al igual que presencié muchas torturas. Todo esto fue antes de Aye, por supuesto; cuando quedé embarazada, de lo que obviamente Dany nunca se enteró, me alejé de todo; me fue fácil alejarme, porque lo metieron preso. Bueno, no tan fácil, porque Dany quería que le mantuviera el trabajo hasta que saliera; pero yo rogaba, rogué hasta el día de hoy, que nunca lo hiciera. Después de conocer a Lucas, me enteré de que su padre fue el que lo encerró, y en estos momentos es cuando el pasado se hace presente; una mierda enorme. Definitivamente, Dios me odia, ¿no podría hacérmelo un 122 poquito más fácil y poner un cartel luminoso donde diga "Lina, te voy a joder la vida, prepárate", así yo me iría preparando para lo que sea.

—Lina, ¿sigues ahí? —lo escucho hablar, sacándome de mi estupefacción.

—Eh... Sí, sí, aquí estoy. ¿Saben dónde puede estar, o algo? —pregunto.

—No, amor, no sabemos nada, lo lamento —responde con voz suave.

—No es tu culpa, Lu. Capaz ni se acuerda de mí, no creo que tenga que preocuparme —señalo, restándole importancia, sin tener resultado.

—Lina, hay algo más —suena preocupado, ¿qué más puede haber?

—¿Qué cosa?

—Había una foto tuya en su celda; su compañero nos dijo que Dany hablaba mucho de una mujer llamada Lina, que le tenía rencor por no mantener su trabajo, que lo engañó y... —se queda callado y su silencio no me gusta nada, hace que un escalofrío recorra todo mi cuerpo.

—¿Y qué? —pregunto alargando las palabras; no sé si quiero escuchar lo que va a decirme.

—Él sabe sobre Aye —murmura.

—¿Cómo que sabe sobre ella?

—Mi hija está en peligro, mi corazón empieza a latir con fuerza y mi respiración se corta.

—Sí, sabe que tienes una hija; y por lo que nos dijo el compañero... — toma aire profundamente y luego añade—. Sabe que Aye es su hija, Lina; lo siento mucho, de verdad, esto no tenía que haber pasado... —no lo dejo seguir.

—Lu, está bien, no es tu culpa; tengo que volver, tengo que asegurarme que ella esté bien —hablo atropellando las palabras, con lágrimas cayendo sin parar.

—Lina, cálmate; él no sabe dónde vives ahora y ya hablé con tu familia. Mañana se mudan; les conseguí una casa, y además están custodiados, no te preocupes —Trata de tranquilizarme, pero no va a funcionar; no esta vez.

—¿Que no me preocupe? Ellos vivieron ahí siempre y... ¿cómo van a pagar otra casa? ¿Qué pasa con su casa ahora? —empiezo a sollozar.

—Ya está arreglado; el tío de Gaby se ocupó de eso hoy, están todos bien —explica.

Él tío de Gaby tiene una inmobiliaria, es como un padre para él; le consiguió la casa donde vive en la actualidad, ya que perdió a su papá, que también era policía criminalista, quien murió cuando Gaby tenía diez años. Desde entonces, su tío siempre está con él para lo que necesita, y para su mamá.

—Voy a ver si consigo un vuelo para mañana temprano, tengo que volver lo antes posible...

—Lina, no te desesperes, toda tu familia está a salvo y resguardada; además, Dany escapó ayer a la noche. Hoy con Gaby nos ocupamos de todo, y antes que digas algo, te cuento todo ahora y a esta hora, porque hace unas pocas horas que terminé de ocuparme de ellos. Por favor, te quiero tranquila, Lina; cuando vengas, vemos qué podemos hacer, ¿sí?

—Sí, está bien —hablo con desdén.

—Cariño, en serio te hablo, quédate tranquila, ¿puedes? —dice, tratando que me calme; ¿cómo puedo hacer tal cosa?

—Sí, no te preocupes, voy a estar tranquila; pero igual voy a tratar de viajar mañana mismo para allá —declaro, sorbiendo mi nariz.

—Bien, no puedo hacer nada contra eso, pero quiero que me avises cuando llegues, así te voy a buscar, ¿sí? —pide con calma.

—Sí, te voy avisar... ¿Lu?

—Sí, lo sé; no voy hacer que lo digas, ni quiero que lo hagas, no hace falta. Te quiero mucho, y te necesitamos entera.

—Igual te lo voy a decir —Él suspira, y apuesto que está sonriendo—: gracias —susurro, limpiando mis lágrimas; no sé qué haría sin él, Dios, me gustaría estar allí ahora y poder esconderme en sus brazos, ahí donde siempre me sentí segura.

—De nada, preciosa. Nos vemos, cuídate.

—Sí, nos vemos.

Esto es una reverenda mierda, las cosas no pueden ir peor. De un salto me levanto y voy hasta la cocina, saco el vino del refrigerador, busco una copa y la lleno; hoy necesito esto y mucho más. Voy hasta el sofá y me desplomo sobre este para acabar con mi vino; en realidad, creo que voy a acabar con la botella. ¡¡Sí!! Definitivamente, eso voy a hacer. Creo que estoy destrozando toda la habitación; lo lamento, Lucas, pero no pude mantenerme muy tranquila, y menos después de una botella y media de Don Perignon. Esta habitación es un desastre, mi cara es un desastre, mis vacaciones son un desastre...

—¡Mi puta vida es un desastre! —grito, y justo en ese momento llegan Sole y Erik.

—Lina, por Dios, ¿qué pasó? —pregunta ella con los ojos grandes y su boca abierta, mirando todo alrededor; ya notó todo el desastre que hice.

—Cr... Creo que pa... passó el huracán Linna por acá —balbuceo, muy ebria, arrastrando las palabras.

—¿Estás borracha? — pregunta con incredulidad.

—¡¿Quéeee?! —chillo conforme trato de acercarme a ellos, pero no lo consigo y caigo de culo al tropezar con no sé qué mierda; creo que es el mantel de la mesa lo que está en el suelo, no sé bien, ya que hay muchas cosas por todos lados. Ellos vienen corriendo a ayudarme a levantar.

—Lina, ¿estás bien? —se preocupa Erik.

—Nooo, creo me lisié el coxis. ¿Eso se opera? —lloriqueo, y Sole estalla en risas—. ¿De qué te ríes?, ahora me voy a hacer un culo nuevo, como el de las colombianas.

—Lina, ¿cuánto tomaste? —cuestiona Erik, con una mezcla de preocupación y diversión.

—No tomé nnnadaa.

—Nada sin alcohol. A ver, Lina, vamos a la cama; deja que Erik te lleve —demanda Sole.

—No quiero; tengo que estar despierta, así mañana temprano cambio los boletos para volver —le anuncio, y ella abre y cierra la boca como un pez fuera del agua, hasta que por fin acomoda las palabras.

—Lina, Dios Santo. ¿Todo esto es por Alex? —pregunta enojada.

—¿Quién es Alex? —inquiero, cerrando un ojo para poder enfocarla—. ¿Sole, encontraste a una hermana gemela tuya? ¿Son como Castor y Pólux? —digo... ¿contenta? ¿Por qué mierda estoy contenta?

—¿De qué estás hablando, Lina? — pregunta confundida.

—Creo que te ve doble —le indica Erik—. Lina, deja que te lleve a la cama, por favor.

—No quiero, de acá no me muevo —asevero, haciendo berrinche como una criatura.

—Pero ¿por qué no? Lina, levanta el culo del suelo, ya —me ordena Sole, ya perdiendo la paciencia.

—No puedo —le digo casi lloriqueando.

—¿Por qué no? —pregunta suspirando.

—Porque me duele el culo —chillo tocándomelo, y ellos comienzan a reírse—. ¿De qué mierda se ríen? Mangas de mandriles, no es gracioso.

—Es verdad, lo siento —dice Erik ya calmado—. Ven, deja que te ayude a levantar —agrega, mientras estira sus manos para levantarme.

—Bien, pero no me lleves a la cama, quiero ir al sofá.

—Está bien, donde quieras —dice, al momento que me alza.

—Voy a preparar café —avisa Sole.

Erik me lleva hasta el sofá, el cual se encuentra lleno de adornos, los cuales he lanzado en mi histeria; me acomoda, para luego sentarse a mi lado. Él no dice nada, solo me acaricia el hombro, mira alrededor y luego a mí, y viceversa. A los pocos minutos llega Sole con los cafés y se sienta a mi otro lado, pasándome una taza, la cual tomo en silencio. Ya no tengo fuerzas para seguir gritando, o haciendo alguna cosa fuera de lugar. Ya un poco más calmada y sin tanto alcohol en mi cuerpo, nos encontramos los tres en el sofá, yo llorando «muy calmada no estaba», y ellos viéndome sin saber qué hacer y esperando a que diga algo.

—Basta, Lina, no lo soporto más —vocifera Sole—. ¿Qué está pasando? ¿Todo esto es por Alex? —pregunta, enojadísima.

—¿Alex? —me toma un momento el procesar quién es Alex... Ah, sí, el "ojitos de hotel"—. No, no tiene nada que ver él —declaro.

—No me digas que no, desde hoy a la mañana que discutieron que estás rara, y ahora esto; como yo.... —la interrumpo.

—Dany se escapó —lanzo, provocando que quede muda e inmóvil.

—¿Quién es Dany? —pregunta Erik, mirándonos con seriedad.

—Es un mal nacido, y lamentablemente, el padre de mi hija —le informo, sorbiendo mi segunda taza de café.

—¿Y de dónde se escapó? —pregunta confundido.

—De la cárcel —le contesta Sole cuando vuelve a la realidad—. ¿Estás segura, Lina? —me pregunta.

—Sí; hoy, después que ustedes se fueron, llamó Lucas y me contó todo —no pude seguir y me puse a llorar de nuevo. Sole me consoló, los dos estuvieron conmigo hasta que me dormí, no sin antes haberle contado a Sole todo lo que me dijo Lucas, y ponerlo un poco al tanto de quién y qué es Dany en mi vida a Erik y, obviamente, haciéndole prometer que no le cuente nada de esto a nadie; mucho menos, a Alex. Luego dormí, y más de la cuenta.


N/A 

Únanse a nuestro de face MCT... Ahí podremos conocer mejor a los personajes y saber sobre las nuevas historias..

 Face: Nessa Rodriguez.

 Instagram: nessarodriguez26 

Ahora sí, Nessa desaparece.

Continue Reading

You'll Also Like

1M 65.5K 57
-Repítelo otra vez, que no estoy comprendiendo absolutamente nada... Tomo suficiente aire para darle primero una mirada a su hermana y luego a él, si...
94.1K 8.6K 83
Pobre Joseph, alguien debió advertirle que se estaba equivocando al contratar a Lexy como su nueva secretaria, pero se "emocionó" demasiado y la mesa...
1.4M 136K 74
Acostumbrados a obtener todo lo que desean, dos almas tan siniguales como iguales se embarcan en la travesia de conseguir aquello que el universo se...
2.9M 183K 35
Desmont James es un hombre que se repite a sí mismo que lo perdió todo cuando la mujer que amaba dejó de existir , aun cuando ella dejó como recuerdo...