BOUNDLESS. [Larry]

By VannStylinson

246K 20.2K 22.6K

❝ ¿Para ti qué es lo más importante, cuanto te amen o cómo te amen? ❞ » Trailer hecho por: frozenmoments h... More

BOUNDLESS
EPÍGRAFE + TRAILER.
I: Tienes que darte un respiro.
II: Bienvenidos a Harlem.
III: Tres corderitos en la cueva del lobo.
IV: Mueres por ocupar su lugar.
V: Comenzar desde cero.
VI: El principio de algo.
VII: ¿Qué gane el mejor?
VIII: Para ganar hay que perder.
IX: Poco a poco.
XI: Perfectos de alguna manera.
XII: Cuando todo es color rosa.
XIII: El Delfín de Nueva York.
XIV: Hombre muerto.
XV: Llámalo mágia.
XVI: Doy gracias por ti.
XVII: La llegada del invierno y algo más.
XVIII: Esta noche me quiero enamorar - Parte I.
XIX: Esta noche me quiero enamorar - Parte II.
XX: ¿De verdad lo conoces?
XXI: Prohibido quererlo.
XXII: La pureza es su debilidad.
XXIII: Extrañándote en silencio.
XXIV: Por ti, voy a arriesgarlo todo.
XXV: Haz de mi corazón, un lugar mejor.
XXVI: Tropezando con la misma piedra.
XXVII: Sólo deja de llorar.
XXVIII: Dos Tomlinson, dos oportunidades.
XXIX: Si no puedes, no lo hagas.
XXX: Aquí vamos de nuevo.
XXXI: Tú eres asombroso.
XXXII: Nuestro propio universo.
XXXIII: Todo comienza aquí.
XXXIV: Forzada a ser una mujer.
XXXV: Strike Uno - Parte I.
XXXVI: Strike Uno - Parte II.
XXXVII: Strike Uno - Parte III.
XXXVIII: Promesas que no se pueden mantener.

X: Como si nada hubiera pasado.

7.7K 714 753
By VannStylinson

                  

Capítulo dedicado a: heylarryisreal y Wickedumb





Una de las cosas que más amaba hacer era salir a caminar al Riverside Park. Sin duda alguna, era de los mejores parques en todo Manhattan y ese sábado por la mañana no era la excepción.

Louis había despertado con mucho ánimo para ir a trotar y dejar de estar encerrado en su casa. El día estaba soleado, aunque las hojas de los arboles caían con mayor frecuencia. Al parecer ese día todos habían amanecido con ganas de ir al lugar, porque tanto familias, parejas e incluso personas solitarias, inundaban el parque.

La música sonaba aleatoriamente en su celular, ayudando a que el tiempo pasará más rápido mientras transpiraba cada vez más. Había estado alrededor de cuarenta minutos ejercitándose y creía que merecía un pequeño descanso.

Terminó caminando directo a una de las pocas bancas vacías que había, junto a un anciano que al parecer tomaba una pequeña siesta. Desde donde se encontraba, tenía una vista perfecta de las personas que se encontraban practicando kayak. Suspiró al mismo tiempo que se quitaba la cachucha de la sudadera, hecho su cabeza hacia atrás y por un momento cerró sus ojos para poder relajarse con los rayos del sol directo en su cara.

Había terminado una semana muy pesada. Todo gracias a los exámenes, habitaciones extras que limpiar, algunas desveladas e incluso pequeñas conversaciones telefónicas con cierto chico rizado.

Su vida era un caos en cuestión de actividades, a veces pensaba que su día debía tener por lo menos 30 horas para poder rendir en todo. Pero su mamá siempre había dicho que una de sus mejores cualidades era ser una persona realmente comprometida en sus  compromisos, incluso aunque tuviera que dormir a las tres de la mañana y al día siguiente despertarse a las cinco, lo hacía.

Sonrió ante el recuerdo de su maravillosa madre, quizá ella no notaba que eso lo había sacado de ella. Jay siempre supo sacar a su familia adelante sin importar las adversidades.

Cuando sintió algo en sus piernas, su momento de relajación desapareció. Rápidamente se quitó sus auriculares y dirigió su vista hacia sus piernas, donde un pequeño gatito negro descansaba. Su sonrisa no pudo ser ocultada cuando lo vio lamerse una pata con su pequeña lengüita.

—Hola, preciosole llamó con ese tono bobo que la gente suele utilizar cuando esta frente a un adorable animal— ¿Mis piernas te parecen cómodas? —continuaba a pesar de que el gato lo ignoraba. 

Louis sabía lo complejo que era tomar la atención de un minino, así que con sumo cuidado lo agarró entre sus manos y lo puso justo frente a su cara.

— ¿Acaso no te parezco interesante? —Cuando el pequeño gato por fin lo vio a los ojos, Louis se sorprendió al ver que eran verdes—. Eres muy lindo, ¿lo sabias?

No obtuvo alguna respuesta más que la insistencia del animal al mover sus patas. A pesar de ser testarudo, el gatito se veía muy tierno como para ignorarlo. Sabía que estaba mal, pero su instinto tierno y protector estaba saliendo a flote, haciéndolo debatir entre dejarlo en el parque o llevarlo a casa con él. 

De manera meticulosa volteó hacia todos los lados posibles para ver si alguien andaba en busca del pequeño gato, pero no encontró nada y como si estuviera cometiendo un crimen, colocó al gatito entre sus brazos para acurrucarlo. Pronto desapareció del parque con éxito, aunque probablemente su mamá lo corriera de casa con todo y animal.

Caminaba muy contentó con unos pequeño maullidos saliendo de sus brazos, parecía un niño con nuevo regalo y prácticamente así era. Ahora necesitaba encontrar un nombre, pero sobre todo, necesitaba encontrar la manera de convencer a Jay para dejarlos quedar.

Su celular sonó indicando una llamada entrante. Con una mano siguió cargando al minino y con la otra tomó el teléfono sin siquiera ver quien llamaba.

Louis aquí —contestó.

Hola... —una voz masculina estaba al otro lado de la línea, una que hace mucho no había tenido el placer de escuchar.

Liam, ¿pasa algo? —se detuvo un momento para escuchar con atención.

— ¿Podemos hablar?

Hmmm, ¿sobre qué? No estoy en casa —No quería ser grosero, pero aún recordaba como su mejor amigo lo había tratado el día en que intentó hablar con él respecto a la situación que tenía con el profesor de francés.

Lo sé, estoy en ella ¿Tardarás mucho? ¿Puedo esperarte? —un suspiró fue lo único que Liam escuchó—, por favor.

Estaré en cinco —colgó sin esperar su respuesta.

Fue rudo con el chico, aunque en el fondo aceleró su paso porque estaba seguro que si Liam había perdido su orgullo para hablar con él, era porque verdaderamente lo necesitaba.

Lo mejor de todo era que el Riverside estaba a unas cuantas cuadras de donde vivía, así que llegó en tiempo record. Cuando entró a su casa, depositó las llaves en la pequeña mesita, sin soltar a su nuevo amiguito negro.

Lottie fue la primera en saltar de la mesa, dejando su tostada a medio comer sólo por correr hacia el gatito.

— ¡Dios, es hermoso! —Intentaba arrebatarlo de los brazos de su hermano mayor—. Louis, préstamelo un rato, por favor —lo miró con cara de súplica y Louis no se pudo negar porque en ese mismo instante vio a Liam justo al lado de donde Lottie estaba sentada.

—No vayas a sofocarlo, Lottie —advirtió—, es tímido. —La pequeña rubia negó con la cabeza y subió directo a su habitación con el gato ahora en sus manos. Al parecer Louis había conseguido una aliada para poder convencer a su madre—. Y cámbiate la pijama, es tarde.

Se sacó la sudadera por completo y cuando no encontró algo en que posar su atención, tuvo que mirar a Liam. Camino hacia el comedor redondo y se sentó frente a él, para poder verlo después de mucho tiempo.

Su amistad era casi tan grande como una hermandad y las palabras sobraban para saber que algo andaba mal con Liam. Algo que seguramente tenía que ver con el hombre mayor que le ayudaba a pasar sus exámenes con diez.

— ¿Qué ha pasado? —se sirvió un vaso lleno de jugo y comenzó a hablar. 

—Su esposa nos ha cachado en la cama —soltó sin poder contenerlo más. De alguna forma eso no sorprendió a Louis, sabía que iba a pasar aunque fue demasiado rápido.

— ¿Y qué ha hecho él? —preguntó mientras mantenía su labio inferior atrapado por sus dientes.

—No importa que ha hecho él, Louis, lo que importa es que ha hecho ella —su voz sonaba quebrada—. Me humilló, me sacó de su casa en ropa interior y me grito que todos a mí alrededor se enterarían de que me gustaba meter en la cama de hombres mayores.

Louis miraba con pena a Liam. Aunque trataba de componer su voz y evitar las lágrimas, él sabía que su mejor amigo se encontraba mal. Estiró su mano y la posó en la del moreno, dándole a entender que no importaba todo lo que había pasado entre ellos, Louis siempre estaría para él.

—Tengo miedo de que todos se enteren de lo que hice, Louis —La forma en la que Liam apretaba su mano dolía, pero sólo así podía hacerle saber lo preocupado que estaba.

—Tranquilízate, Li —habló de manera suave—. Esa señora no dirá nada porque seguramente espera mantener su matrimonio. Mejor deberías preocuparte por el profesor Jacob.

—No, él tiene mucho que perder —el mayor susurró—. Además me dijo que una palabra y reprobaba el curso.

— ¡Desgraciado! —bufó  molesto—. Necesitamos hablar con las autoridades de la escuela y él será el que lo lamentará, Liam.

—No, Louis —Liam estaba alarmado porque alguien se enterará de eso—. No podré soportar los ojos de mis compañeros y de toda la universidad sólo por eso.

El de ojos azules suspiró resignado, pues Liam tenía razón. Debía ser vergonzoso estar en una relación de ese tipo, así que por su parte no restaba nada más que ayudarlo a superar ese pequeño tropiezo en su vida.

— ¡Hey! —Llamó la atención de Liam con una pequeña caricia en sus nudillos—. Todo estará bien y pasará, no te preocupes.

Por primera vez, en semanas, Liam le dedicó una sonrisa de amabilidad y gratitud. Louis no pudo rechazar ese gesto, pues no necesitaba palabras de arrepentimiento para perdonar a su mejor amigo y a pesar de eso, Liam tenía la necesidad de hacerlo.

—Escucha, Louis...

—No, Liam. No hay necesidad —lo interrumpió, pero Liam insistió.

—Sí, sí la hay —titubeó antes de encontrar las palabras correctas para dar un pequeño "lo siento por ser un gilipollas"—. Yo lamento haber actuado como un imbécil las últimas semanas, Lou.

El pequeño castaño sonrió al escuchar ese sobrenombre, no podía evitarlo, él era un chico que perdonaba demasiado fácil ¿Había algo de malo en eso?

—Creo que sí, fuiste un completo imbécil, pero aun así siempre serás mi amigo.

—No sé cómo pude haber hablado mal de ti, tú siempre serás mejor que yo y lo sabes, Louis —Liam hablaba de manera sincera—. Cada vez que la cago me perdonas y tú mereces un amigo como yo.

— ¿Has traído rosquillas de Krispy Kreme para persuadirme y que te perdonara de manera más fácil? —Louis trató de evitar las disculpas innecesarias y Liam lo entendió, ya que asintió mientras reía con él—. Anda, vayamos a ver una película mientras comemos estas cosas deliciosas.

Liam fue por un bote de helado napolitano a la tienda para darle tiempo a Louis y que tomará una ducha rápida, porque según su sentido del olfato, Louis apestaba.

Ahora, ambos chicos se encontraban en el sillón viendo Insidious, la película favorita de Louis, pero la más aburrida del mundo para Liam. El mayor estaba sentado cómodamente sin zapatos y la cabeza de Louis estaba recostadas en las piernas de éste mientras que el resto de su cuerpo estaba estirado en lo que restaba del gran sofá.

Claro que el pequeño gatito, que ahora estaba cómodamente acostado en la barriga de Louis, no podía faltar.

— ¿Cómo le pondrás al gato? —Liam intentaba hacer plática o seguramente terminaría roncando.

—Aún no lo sé —Louis no le prestaba tanta atención, pues toda ésta estaba puesta en la película y en acariciar a su nuevo gatito.

— ¿Es macho o hembra? —continuó antes de meterse una cucharada grande de helado a la boca y como no recibió respuesta volvió a hablar—. Tendrá apenas unos meses de nacido, ¿no lo crees?

— ¡Joder, Li, no lo sé! —Gritó exasperado— ¿Por qué no lo revisas tú mismo y me dejas ver la maldita película en paz? Está a punto de terminar.

Liam casi tiró su helado en el momento en que Louis le pasó el animal sin delicadeza alguna. Dejó salir un fuerte respiró e hizo lo que Louis le dijo para distraerse un poco en lo que la estúpida  y supuesta película de terror, terminará.

Tuvieron que pasar veinte minutos más para que la película terminará con un Louis satisfecho y la caja de rosquillas vacía. Louis estiró sus brazos y bostezo antes de acomodarse en el sillón de manera que ahora estaba enfrente de su mejor amigo.

— ¡Woh! Josh volvió a matar a Elise —dijo con sorpresa.

— ¿De verdad? Pensé que esta vez vendría alguien del más allá a rescatarla —Liam le respondió con sarcasmo—. Por cierto, es hembra.

— ¿Qué? —Louis arrebato a la ahora definida gata y la revisó por el mismo— ¡No puede ser, las gatas tienen como 8 hijos y son unas zorras!

Liam se carcajeó y le dio la razón—. Ya no hay nada que hacer, Louis, a menos que la esterilices. 

— Por supuesto que lo haré, o mamá va a matarme —tomó de nuevo a la gata y empezó a hablar con ella— ¿Qué vamos a hacer contigo pequeña?

—Ponerme un nombre, idiota —Liam habló con una voz muy chillona.

—Liam tiene razón —Louis seguía mirando al animal para ver qué nombre iba con ella—. Me gusta Brooklyn, eres muy sofisticada como para no tener un nombre a tu altura.

— ¿Brooklyn? ¿De verdad tu imaginación no te da para más? —el ojiazul lo fulminó con la mirada.

—Brooklyn es la ciudad de reyes y el distrito donde algún día me mudaré, así que sí, Brooklyn será su nombre y no me importa nada.

—De acuerdo chico genio —se burló—. Por cierto debo irme, tú mamá llegará en cualquier momento.

— ¿Qué vas a hacer mañana? —ahora Louis tenía a Brooklyn en su regazó.

—Iré a ver a mi padre, están aquí en Queens por negocios y quiere que hablemos ¿Por qué?

—Quería que saliéramos con Niall, bueno ya sabes los tres —propusó.

—Podemos ir hoy a Greenwich Village ¿Te agrada la idea?

Louis lo pensó por un instante, ese día iba a salir con Harry a cenar. Era un compromiso que habían acordado desde el jueves, pero es que de verdad deseaba salir a divertirse un rato con sus amigos. Tal vez una pequeña disculpa sería suficiente para el rizado, pues ya había tomado una decisión, además no es como si le tuviera que dar una explicación.

—De acuerdo, avísale a Niall y nos vemos aquí a las ocho —hablo antes de que una idea pasará por su cabeza—. Oye, una cosa más.

— ¿Además de que tengo que venir hasta tu casa de nuevo quieres otra cosa? —Liam levantó una ceja.

—Lleva a Brooklyn con ustedes en lo que convenzó a mamá para dejarlo aquí ¿Sí? —hizo un puchero como era su costumbre.

— ¡No, Louis! No me hagas esto —su mejor amigo no tenía opción— ¿Qué vamos a hacer nosotros con ese animal?

—Por favor, Li —puso a la pequeña Brooklyn enfrente de él para convencerlo—. Además me lo debes.  Llévala y te prometo que el lunes la tendré aquí.

Liam se quejó en voz baja, sin embargo tomó a la pequeña gata negra entre sus brazos y volvió a mirar a su amigo—. Tienes hasta el lunes, Louis Tomlinson.

—Lo prometo —le dedico una sonrisa que mostraba todos sus dientes—. Ahora vete que tienes que ser puntual como me gusta.

Liam rodó los ojos y salió de la casa con Brooklyn entre sus brazos. Louis los despidió con la mano desde su puerta para después subir a su habitación y arreglarse un poco, aunque antes debía hacer algo. Tomó su celular y rápidamente escribió un mensaje.

"Lamento mucho esto pero me salió un compromiso urgente, Harry. Lo siento): Pero ya será para la próxima, ¿no? Espero que podamos vernos pronto.

L."





( • • • • • )





El sonido del claxon ya había sonado por segunda vez, pero Louis apenas iba de salida, le dio un beso rápido a su madre y prometió llegar temprano para no causar preocupaciones. Aunque Jay se quedaba tranquila sabiendo que su hijo iba con sus dos mejores amigos.

— ¿Acaso eres sordo? ¿No que mucha puntualidad? —gritaba Liam mientras que Louis se subía al asiento de copiloto.

—Ya no seas tan dramático sólo por una vez en tu vida que has llegado temprano —se ajustó el cinturón de seguridad aunque al instante notó que algo faltaba— ¿Dónde está Niall?

—Se ha quedado en casa con Brooklyn y su novio —encendió el motor y puso en marcha el auto.

— ¿Su novio? —Louis no recordaba que Niall tuviera pareja o al menos no una formal.

—Zayn, el amigo de Harry, ya sabes —hablaba con tranquilidad—. Se quedaron jugando Xbox, comiendo pizzas y cuidando de Brooklyn.

—Oh... —fue lo único que salió de su boca. Al parecer Niall y Zayn cada vez se frecuentaba más y eso era algo que le preocupaba porque no quería que alguien saliera con el corazón roto.

— ¿Algún inconveniente con que vayamos sólo nosotros? —Liam bromeó— ¿Te pongo nervioso, Lewis?

— ¡Oye! Odio eso y lo sabes. —Y Louis hubiera seguido reclamando si no fuera por su celular que vibró.





Nuevo mensaje...

"Harry. 08:14 pm. ¿Sí te dijera que acabo de ver tu mensaje justo minutos antes de que fuera a tu casa me creerías? Me has dejado plantado, eh." 





Louis se sintió un poco mal y eso que estaba seguro que ese mensaje había sido mandado con ese propósito; el de darle sentimiento de culpabilidad.

"Seguramente encontrarás algo divertido que hacer, Harry."





Nuevo mensaje...

"Harry. 08:22 pm. Pero yo quería salir contigo, lindo plebeyo. De cualquier manera diviértete. Te hablo más tarde que no quiero arruinar tus planes." 





El discreto carraspeo de Liam fue lo que llamó su atención y evitó que Louis contestará.

—Es Harry —dijo al mismo tiempo que mostraba su celular—. Se supone que saldríamos hoy pero le cancelé al final.

Por muy extraño que parezca, ese nombre ya no le hacía ni un pequeño cosquilleo a Liam, pues muy tarde comprendió que ese chico no iba a ser para él. Aunque como veía el asunto, Harry si era para Louis.

— ¿Aún hablas con él? —fingió no estar muy interesado, con la vista al frente.

—Estamos en una especie de relación —Los ojos de Liam se abrieron un poco más de lo normal, pero Louis no se detuvo al seguir hablando ya que no tenía que ocultar nada. Esta vez no lo haría, Liam tendría que aprender a respetar lo que sea que tuviera con el ojiverde—. Más bien, aún estamos en el proceso.

—Que bien, Louis —Liam sonrió, no de una manera forzada pero si incomoda.

—Espero que esto no sea algún inconveniente entre tú y yo —habló con mucha cautela.

—En absoluto, tú eres mi amigo y Harry no volverá a ser un impedimento para eso.

Louis asintió y agradeció el haber tocado el tema. Ahora las cosas estaban claras y los limites puestos. No pensaba perder de nuevo a Liam para salir con el chico de Harlem. Cuando el silencio empezaba a inundar el auto, Louis inmediatamente actuó para evitarlo, no quería volver a tener tensión entre ellos.

La canción de Bruno Mars fue la clave para eso. Los dos ya se encontraban cantando a todo volumen y bailando en el auto, mientras el camino hacia uno de los mejores antros de Greenwich Village se hacía cada vez más corto.

El ambiente en Kiss and Fly era tal y como habían escuchado. El antro tenía luces intermitentes muy llamativas. Con la decoración vanguardista y la pintura que adornaba el techo, todo lucía tan Europeo. La gente estaba completamente ambientada con la música, el lugar era lo que Liam y Louis buscaban.

Con las influencias, y dinero de Liam, ambos llegaron al templo; la zona exclusiva en donde la pista quedaba justo enfrente de ellos.

Liam se quitó la chaqueta de cuero que llevaba mientras esperaban los tragos.

— ¿Te gusta? —le preguntó a Louis en el oído.

—Tiene estilo y eso me agrada —gritó el castaño sobre la música— ¡Vamos a bailar!

Liam no era el mejor bailarín del mundo pero accedió porque para eso estaban ahí, para tener un poco de diversión y olvidarse de los problemas que tenían, como por ejemplo el del profesor Jacob.

Con dificultad se unieron a la multitud y comenzaron a bailar con Get Low, una canción un tanto bizarra para Louis, aunque tenía el suficiente ritmo como para ponerlo a bailar de manera sensual.

Los dos chicos se encontraban uno frente al otro moviendo las caderas al mismo tiempo que veían a la gente ambientada. Las luces cambiaban de color de manera tan rápida que comenzaban a marear un poco al ojiazul y eso que ni siquiera había tomado algo. Aunque eso no impidió que pudiera notar a cierto chico sentado en el templo y con la mirada directa en ellos.

—Voltea discretamente —Louis se había acercado a su mejor amigo para poder susurrarle algo en el oído—, ahí está Jordan, un chico de mi clase de transportación que te está comiendo con la mirada.

Aunque Liam fue fiel a la regla del "voltea discretamente, casi tan discreto como la niña del exorcista." Y cuando sus ojos miel se cruzaron con la del chico de tez pálida, una sonrisa pícara se le escapó junto con un guiño.

— ¡Liam! Te dije que con discreción —negó con la cabeza rotundamente.

Continuaron bailando aunque esta vez Liam se movía cada vez más, quería a ese tal Jordan para él y necesitaba seguir llamando su atención. Después de un rato, el más alto decidió cambiar de lugares para así tener una mejor vista del chico lindo.

Louis negaba divertido e intentaba seguir bailando, que Liam se haya olvidado del profesor Jacob tan rápido se le hacía algo muy cómico. Estaba satisfecho.

Muy pronto el mesero llegó hacia ellos con dos bebidas en su mano, ofreciéndoselas.

—El chico del templo y sus amigos les envían este trago de cortesía —Cuando tomaron las bebidas el mesero se retiró.

Como siempre, Louis no estaba seguro de tomar eso. No tenía mucha confianza— ¿Deberíamos tomarlas?

—Claro, Jordan va en la escuela, ¿no? —Cuestionó mientras miraba su bebida—. No debemos ser mal educados.

—Sólo tengamos cuidado...

—Salud, mi querido amigo —ambos chocaron sus bebidas y antes de dar un trago, Liam miró a Jordan para brindar al aire con él.

No tuvo que pasar mucho tiempo, ni muchos tragos más, cuando el famoso Jordan se levantó de su lugar y fue hacia ellos, especialmente hacia Liam.

— ¿Les han gustado los tragos? —Tenía unos ojos marrones que contrastaban perfecto con el color de su piel.

—Sí, claro —contestó Louis de manera amable. Aunque el chico parecía tener todo su atención para Liam.

—Louis, ¿por qué no me presentas a tu amigo? —Los ojos de Jordan no dejaban de mirar al moreno.

—Claro —se rascó la nuca con incomodidad, claramente sobraba ahí—. Él es Liam y Liam, él es Jordan.

Un beso cerca de la comisura de sus labios hubiera sido mucho para Louis, pero al parecer eso era suficiente para su mejor amigo, el cual ahora estaba bailando con Jordan. Dejándolo de lado e ignorado por completo. 

Louis odiaba ser mal tercio, así que se escapó con la excusa de ir al baño.

El baño del antro era el único lugar con un poco de tranquilidad, no había mucha gente y estaba bien para él, de esa manera no se sentiría sofocado. Abrió el grifo para poder tomar un poco de agua entre sus manos y enjuagarse su rostro.

Se miró al espejo para asegurarse que aún seguía presentable. No sabía qué hacer en esa situación, si irse o quedarse para cuidar a Liam. Aunque estar solo no era una opción, de que serviría quedarse ahí si seguramente su mejor amigo desearía que lo dejará a solas.

Jordan era un chico que salía con muchos en la universidad, pero tampoco era alguien de quien desconfiar. Era un pequeño dilema, aunque quizá con la ayuda de ese chico, Liam podría encontrar alguien con quien tener una relación estable.

Se peinó su cabello antes de respirar profundamente y salir de nuevo a la multitud que seguían bailando como si no hubiera un mañana. Con dificultad encontró a Liam bailando muy cerca a su compañero de clase, además que de manera muy insinuadora.

Definitivamente ya no tenía nada que hacer, pues entre sus planes no estaba ligar con alguien ni hacer nuevo amigos.

Llegó ante los dos chicos y los interrumpió con un pequeño ruidito que llamará su atención

—Liam, me voy —gritó— ¿Te vas conmigo?

—No, Louis, déjalo aquí conmigo —Fue Jordan quien hablo—. Yo te lo cuidaré, ¿cierto? —susurró en el oído de Liam y con una mano lo tomó con más fuerza de la cadera.

—Sí, Lou —La voz de Liam seguía sonando normal así que Louis no estaba muy preocupado.

—Entonces me voy, los dejo —habló incómodamente al ver que Jordan estaba besando el cuello de su mejor amigo—. Sólo toma las cosas con cuidado, ya lo sabes.

—Tengo todo controlado, lo juro —Liam lo miró pidiendo que por primera vez confiará en él. Y eso fue lo que Louis hizo. Al final de cuentas Liam ya era un adulto y Louis ya no podía cuidar de él por siempre, ni mucho menos decidir por él.

—Tomaré un taxi y tú deberás llamarme mañana para saber que todo está bien —ordenó.

— ¿No quieres llevarte el auto? —Liam ladeaba su cuello para darle más acceso al chico.

—Estoy bien así y ahora me voy antes de que tenga que presenciar otras cosas —le dedicó una última mirada antes de hablar—. Por favor, cuídate, Li. —Su mejor amigo asintió para que se fuera sin preocupaciones.

Cuando salió del lugar el viento fresco llegó a él. No se sentía muy seguro acerca de dejar a Liam solo con Jordan, pero tampoco es que pudiera hacer mucho pues ya sabía cómo se ponía el moreno si le obligaban a irse.

Tomó un taxi de sitio y dio la dirección para ir a su casa. Sólo esperaba que todo estuviera bien, que Liam actuará con responsabilidad y que Jordan se comportara como el chico responsable que era en clase o por lo menos que supiera tratar a su amigo como se lo merecía.





( • • • • • )





Ya se encontraba con su pijama puesta, había llegado un poco tarde por el estúpido tráfico de Nueva York, pero eso no fue motivo para algún regaño. También se sentía un poco más tranquilo, ya que al llegar a casa lo primero que hizo fue comprobar como estaba Liam y él chico confirmó que ya estaba bien en casa de Jordan, aunque también le informó que había interrumpido algo muy importante, Louis sabía exactamente a lo que se refería, por eso lo dejo de molestar. A pesar de que no estuvieron mucho tiempo juntos, se encontraba feliz por haber salido con su mejor amigo y compartir un día.

Sin embargo, como ya era costumbre, antes de si quiera poder dormir, una llamada nocturna entraba a su celular, obligándolo a pararse y contestar. Con sus pies descalzos salió de la cama sin importar que el suelo estuviera helado, tomó su celular y miró la pantalla con una pequeña sonrisita. El nombre de Harry estaba escrito.

Es tarde, Harry —habló con una voz suave.

Lo sé, aunque a la una de la mañana las cosas se empiezan a poner mejor en Harlem —la voz ronca del chico sonaba a través de la bocina— ¿Estas ya en casa?

Sí, lo estoy —Louis volvió a caminar directo a su cama para tomar asiento con las piernas cruzadas.

Me alegra que el chico que te está pretendiendo te haya dejado temprano —No pudo evitar soltar una risita tonta ante su comentario, lo cual desconcertó a Harry— ¿Te ríes de mí?

No, jamás. Sólo que mi nuevo pretendiente no es tan tonto como tú —siguió el juego.

Aunque apuesto que tampoco es tan guapo como lo soy yo —Harry alardeó— ¿Aún tengo oportunidad contigo? Quizá es tan interesante que por eso decidiste cancelarme.

Debes ser romántico conmigo, Harry —contestó con seguridad—. Me gustaría verte en otra faceta que no sea el chico que todo lo puede.

¿Quieres un ramo de flores en tu casa?

Eso lo dejo a tu imaginación, aunque deberás ser rápido y astuto si de verdad quieres algo conmigo o probablemente te ganarán —Estaba seguro que el que Harry pensará que tenía competencia ayudaría a que las cosas se aclararan más.

En esas semanas que habían pasado juntos, Louis se dio cuenta que Harry verdaderamente le gustaba. Sin importar lo diferente que fuera a él, le agradaba y quería que las cosas se dieran bien entre ellos.

Será el cumpleaños de Jade, el siguiente viernes lo festejaremos ¿Quieres venir conmigo? —La manera tan lenta en la que Harry hablaba lo hacía derretirse por completo.

Seguro, me agrada la idea de verte de nuevo —quería tentarlo.

Me estas volviendo loco, Louis —Harry suspiró pesadamente—. Debes ser mío, por favor.

Ese pequeño cosquilleó en el estómago de Louis se sentía como miles de mariposas. Sus mejillas se tiñeron de un leve color rosa, por suerte Harry no estaba ahí para notar lo mal que lo ponía.

Estas muy cerca de conseguir lo que quieres —se sinceró—. También me estas volviendo loco.

Demonios, tendré que besar mi almohada y pensar que eres tú, ¿cierto?

¿Nos vemos pronto?  —cambio la conversación o de lo contrario eso no acabaría.

Tengo que ir con mi tío a los Ángeles, pero nos vemos el viernes y seguimos en contacto, pequeño plebeyo.

De acuerdo, ten un buen viaje.

Buenas noches... —ninguno de los dos colgaba—. No me extrañes demasiado.

No te creas tanto, puede que mi nuevo pretendiente me entretenga —Harry iba a contestar pero Louis no lo dejo—. Buenas noches, rey de Harlem.

Colgó y se sentía muy bien el haberlo dejado con la palabra en la boca. A estas alturas, el rizado ya tendría que haber notado lo difícil que era, así que no tendría que haber problema con ello.

Dejo su celular junto con todo ese asunto para poder ir a la cama. No estaba seguro porque pero esa noche inconscientemente soñó con unos ojos esmeralda, sin mucho esfuerzo las cosas estaban tomando su rumbo.

Y esa mañana, las rosas rojas que había recibido lo entusiasmaron más. 





"Cinco rosas para que no me extrañes estos días y recuerdes que también puedo llegar a ser un romántico empedernido sólo si con eso me dices que sí.

Ten un buen inicio de semana, dulzura."






Seguramente si él le diera una oportunidad al chico de Harlem las cosas saldrían bien, tenía fe en eso. Harry estaba a un paso de poder enredarlo por completo y Louis ya no quería poner mucha resistencia.














N/A: Lamento la tardanza al actualizar, prometo que no volverá a suceder. También lamento los errores en el capítulo, pero pronto comenzaré a trabajar en ellos.

Trataré de actualizar una vez por semana, pues ya entre a la escuela de nuevo.

Espero que les haya gustado el capítulo y como siempre, muchas gracias por su apoyo en esta historia.

¡SON LOS MEJORES!

Nos leemos pronto<3

Con mucho cariño, Vann!

Continue Reading

You'll Also Like

362K 52.6K 39
Una sola noche. Dos mujeres lesbianas. ¿Un embarazo? ¡Imposible!
637K 75.7K 75
🕷️💀. 𝗩𝗘𝗡𝗢𝗠. ❛ Nosotras somos white venom, y respondemos al llamado cómo: ¿Qué hay, peligro? ❜ ⌔ PETER PARKE...
333K 53.1K 27
Park Jimin, un padre soltero. Por culpa de una estafa termina viviendo con un completo extraño. Min Yoongi, un hombre solitario que guarda un triste...
4.7K 577 16
Historia Omegaverse "Cuando pensamos que el mundo tiene más casualidades que destinos olvidamos por completo aquello para lo que nacimos" Hanji tenía...