Un mes completo ha pasado volando, el calor ya se sentía chocando con la atmósfera, ya estaba llegando el verano, un desesperante y árido verano. Y para agregar la cereza al pastel en este día donde todos permanecían afuera observando una extraña escena.
-¿Qué... es esto...?- tuvo un tic nervioso en el ojo derecho con tan solo observar el nuevo invento bizarro de Trunks.
La maquinaria sólo se componía de una plataforma un poco más grande que una habitación de dormitorio con cuatro columnas totales, una en cada esquina. Estaba compuesta totalmente de acero junto unas que otras salidas de láseres o luces extrañas.
-Es mi nuevo proyecto- anunció orgulloso el híbrido iniciando una perfecta y emocionante presentación -Se llama "La plataforma de anti-gravedad".
-¿La plataforma de anti-gravedad?- repitió el joven castaño con el mismo gesto de anomalía ante observar el nuevo sitio de entrenamiento para la saiyajin.
-Exactamente- contestó el joven de cabellos lavanda con orgullo presumiendo y registrando los apuntes que tenía en su portapapeles digital -Para explicar cómo funciona necesito que Koron suba en aquel suelo metálico.
-¡Yo no subiré a esa cosa!
-¡Sí lo harás!- advirtió Trunks tomándola del brazo y arrastrándola hacia el escenario junto a él -No te preocupes, entrenarás conmigo.
Luego de eso entregó su portapapeles a Sora, quien estaba registrando el nuevo proyecto de la Corporación Cápsula. Subió a la máquina acompañado por Koron, se quitó la chaqueta arrojándola hacia el césped dejando ver su tersa piel brillando por los rayos del sol.
-No es necesario que te desnudes- comentó Koron murmurando con furor mientras se ataba un listón rojo por la frente.
-Lo haré si tú lo quieres- contestó pícaramente dejando ver una mueca de triunfo.
Koron, con un notorio y molesto rubor en sus mejillas, propinó un atroz puñetazo inesperado en la mejilla del híbrido dejándolo aturdido por unos momentos. Ella sonrió maliciosamente con tan solo ver el rostro sorprendido de Trunks.
Te lo mereces. Esa frase lo describía perfectamente con tan solo cruzarse la mirada con los ojos azabaches de la chica.
-No podemos comenzar a pelear en esto sin aún probar su especialidad- añadió el joven de ojos azules arrepintiéndose de su atrevimiento.
Se dirigió hacia un tablero y comenzó a insertar unos códigos en éste. De repente las columnas empezaron a girar alrededor de ellos dos formando una alta columna dorada de luz que parecía llegar hasta el infinito, algo que impresionó a la mayoría de los presentes excepto a Trunks.
-Primero pondré a diez veces menos que la gravedad de la Tierra- tecleó algunos códigos más hasta que ambos empezaron a elevarse lentamente del suelo. Al parecer Koron iba más rápido hacia arriba mientras que Trunks lograba mantenerse estático cerca del suelo.
-¿¡Pero qué está sucediendo!?- la muchacha intentó estabilizarse como Trunks pero no lo lograba, se dirigía cada vez más arriba por cada movimiento que realizaba.
-Vamos a pelear ahora- anunció el joven dirigiéndose a ella con velocidad, llevaba una suma ventaja al estar manipulando su cuerpo a la perfección debido a la gravedad.
-¡Eres un tramposo!- dictó ésta controlando poco a poco el equilibrio de su cuerpo en el ambiente lo cual resultaba increíblemente difícil debido a su inexperiencia.
Sin previo aviso Trunks atacó con un puñetazo en el estómago de Koron para después, aprovechando su desconcierto, propinarle una patada en la cintura lanzándola fuera de la columna de luz.
La saiyajin cayó de golpe boca arriba en la tierra, dejando una dura marca de aterrizaje en éste. Trunks al parecer no tomó piedad sobre ella ya que salió fuera de área y la sujetó de la camiseta llevándola de nuevo a la plataforma.
-Tú dices que te entrene, y bien...- la soltó arrojándola hacia el suelo pero la gravedad de nuevo la llevó hacia arriba -Te entrenaré sin compasión esta vez.
Koron logró mantenerse firme esta vez, soltó un gran suspiro y con una sonrisa maliciosa asintió levemente -Veo que dejaste de ser blando conmigo- con algo de ventaja se aproximó hacia él inmediatamente -¡Pedazo de basura!
El híbrido cruzó los brazos frente suyo bloqueando el puñetazo que la joven intentaba acertarle, mientras ella permanecía quieta y confundida él la golpeó en la barbilla alejándola un poco.
A Koron lo le importaba tener un hilo de sangre brotar de sus labios, lo que la interesaba era que ahora las batallas en contra de Trunks son mas encantadores y emocionantes de lo que habían sido antes. No le gustaba que él comprimiera su poder ya que se sentía inútil al igual que luchar contra sus hermanos, pero ella sabía que ya no lo era y lo demostraría ganando esta pelea aunque deba pasar por las estrategias del peli-lila.
-¿Te lastimé?- preguntó el joven aunque no pareciera decirlo en serio, mas bien, parecía burlarse.
-¿Eso es todo lo que tienes?- contraatacó dejándose ver su orgullo, de hecho, lo que había sucedido recién no era nada.
Trunks permaneció serio y estático observando fijamente a la pequeña saiyajin con el entrecejo fruncido. Levantó sus brazos a la altura de sus hombros y realizó una serie de movimientos rápidos para luego extender ambas palmas de sus manos frente a él.
-¡Toma esto!- al gritar aquello una gran ráfaga de energía salió de sus manos yéndose directamente hacia Koron.
-¡Maldición!- gritó ésta al observar como rápidamente el ataque se dirigía peligrosamente hacia ella. Con su brazo derecho golpeó la gran esfera de ki desviándolo casi por completo ya que recibió una parte de la energía al costado de su cuerpo quedándose conmovida por unos minutos.
Mientras la saiyajin permanecía desconcentrada Trunks bajó hasta el tablero y desactivó la anti-gravedad. La columna de luz dorada desapareció y en instantes Koron cayó hacia abajo, pero no logró llegar hasta el suelo ya que fue sostenida por Trunks.
-¿Estás bien?- preguntó el chico observando con una sonrisa a la pequeña. Ésta se ruborizó levemente y desvió la mirada violentamente.
-Por supuesto que no- respondió ásperamente empujándolo para salir de su agarre, se dirigió hacia la casa desatando su antipatía notoria por el camino.
-¿Qué le pasa?- preguntó el humano al ver a la saiyajin con ese estado de humor.
-No tengo idea, ella me pidió que esta vez entrenémonos de verdad- dijo Trunks con un suspiro mientras bajaba de la plataforma -Al parecer debía avisarle que iba a hacer.
-El enemigo nunca avisa que tiene que hacer- musitó el castaño colocando ambos brazos tras la nuca -Eso todos deben saberlo, Trunks.
-Pero ya sabes cómo ella se comporta- respondió el híbrido con un tono burlón haciendo reír a su compañero.
-Bueno, ya te divertiste- comentó mientras ambos encaminaban hacia la casa -¿Qué tal si vamos a tomar unos helados o un esmudin...?
-Señor Trunks...- interrumpió Sora con algo de timidez mientras señalaba el teléfono que traía un su mano -Goten ha llamado por usted.
-¿Hola Goten?- dijo el híbrido al momento que tomó el artefacto y lo dirigió hacia su oreja.
-Trunks, amigo, necesito decirte algo importante...- comentó la voz que sonaba al otro lado de la línea.
-¿Qué sucede?
-¿Recuerdas que me habías comentado sobre revivir a Gohan? Bueno, no creo que sea buena idea- su tono se notaba preocupado, Trunks no comprendía a lo que se refería el joven -Ayer fui a ver al templo de Kami-sama junto a Mirai y al parecer aquel chico llamado Dendé no se encontraba muy bien, parecía enfermo pero estaba estático en un lugar creando nuevas esferas.
-Pero Dendé me dijo que podía controlarse en estos tres años- interpuso el híbrido algo molesto por el aviso.
-Yo no sé nada, Mirai me dijo que sería peligroso arriesgar un ser espiritual.
-Eso es cierto Trunks- respondió Oliver quien también estaba escuchando la conversación porque se hallaba muy cerca del teléfono -Recuerda que Dendé es el Dios de la Tierra ahora y si algo le sucede a él puede traer efectos a nuestro planeta.
-Es mejor que vaya a verlo, Goten- informó el joven aún con algo de inquietud hacia lo comentado -Llevaré a mi madre y a Oliver conmigo.
-Está bien, iré por Mirai y nos reuniremos todos juntos al llegar- agregó el pelinegro concluyendo -Hasta luego Trunks.
-Nos vemos allí- colgó el teléfono y se lo entregó de nuevo al rubio -Sora ¿podrías cuidar a Koron un momento?
-Llamaré a Mamoru para que me ayude- contestó con algo de duda, Trunks notó algo de nerviosismo y rubor en él.
-Oliver, vamos y avisemos a mi madre que debemos ir al templo- agregó mientras recogía su chaqueta del suelo -Ella sabe más sobre las esferas que nosotros.
-Está bien.
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-Esta nave es muy lenta- comentó el terrícola recostándose de nuevo en su asiento de la nave.
-Pues tendrás que aguantarte, recuerda que yo n puedo volar- lo regaño Bulma, hasta se tomó la molestia de voltearse e intimidarlo con sus inquietantes ojos azules.
Trunks sonreía por la actitud de su madre, aunque parezca muy hostil es una amable y compasible persona.
-Miren, llegamos- anunció la mujer al presenciar entre las nubes el gran templo de Kami-sama -Vamos a aterrizar en unos segundos.
Descendieron en el jardín del lugar, cerca del santuario. Ambos jóvenes bajaron de la nave apresurados mientras que Bulma, regañándolos, se quedó sola para guardar la nave en una cápsula.
Trunks levantó la vista al cielo al ubicar el ki de dos sujetos que se acercaban a gran velocidad al lugar. Pronto los dueños de aquella energía llegaron hacia donde se encontraban ellos, se trataban nadie más y nadie menos que Mirai junto a Goten.
-Ya son dos días de seguido que estoy volando, hace años que no lo hago tan seguido- comentó la mujer de cabellos oscuros estirando sus piernas poco después de aterrizar.
-¿Ya se fueron junto a Dendé?- preguntó el pelinegro, aunque lo haya dicho en general se dirigió más hacia Trunks.
-De hecho, acabamos de llegar también- contestó el terrícola con serenidad encaminándose hacia los adentros del templo -Es mejor que nos apresuremos.
-Está bien- contestó Trunks a nombre de todos, el sólo resto asintió por aquello.
Los cinco se adentraron más hacia el santuario de Dendé, con unos pasos más de caminata se encontraron con Mr. Popo, quien no parecía nada sorprendido por la inesperada llegada de éstos.
-Bienvenidos, seguro que vienen por Kami-sama- comentó el sujeto oscuro, siempre sonaba tan amable y cordial pero Bulma aún estaba algo inquietante con sólo verlo.
-Goten nos había comentado la situación de Dendé- respondió el híbrido tomando la palabra en la conversación -¿Dónde podríamos encontrarlo?
-Por aquí, síganme- señaló Popo hacia la izquierda con su mano, todos los siguieron lentamente. Luego de unas cuantas vueltas llegaron junto al Nameku.
Dendé estaba sentado sobre una almohadilla, extendiendo sus manos al frente creando siete esferas de luz estáticas y poderosamente brillantes, de esa misma forma Trunks lo vio hace un mes. Pero ahora parecía estar cansado, su piel se volvió áspera y lucía terriblemente cansado.
Aquel trabajo podía matarlo.
-Dendé...- susurró el joven de ojos azules al verlo en tan malas condiciones.
-¡Trunks!- mencionó el pequeño al escuchar la voz del híbrido, se volteó y los vio alegre, se notaba que quería levantarse a recibirlos pero algo lo impedía.
-¿Qué te sucede, amigo?- se acercó a él con prisa y preocupación, el chico se veía bastante mal y parecía que se iba a deshacer en pequeños pedazos dentro de poco.
-Las esferas del dragón requieren mucho poder- informó Dendé con poca voz -Ya estaban listas hace meses, pero recuerda, para revivir a Gohan deben estar listas dentro de años más.
Trunks lo observó con culpa, él lo había metido en esto. Él fue quien quiso revivir y trajo a un Nameku a la Tierra para que sea un Dios, y ahora no tiene suficiente poder para crear unas esferas de gran valencia.
Esto es un error.
-Dendé, esto es suficiente- interpuso Bulma quien también la situación la estresaba y preocupaba -¡Detente, por favor!
-Pero las esferas...
-Dendé, las esferas están listas, no es necesario arriesgarte aún más- esta vez fue Oliver quien también se puso en contra de continuar.
-Ellos tienen razón, te estás poniendo en riesgo ¡No continúes con esta locura!- comentó Mirai con un notorio ceño fruncido.
Ésta se acercó a Dendé e intentó alejar sus manos de las esferas pero al hacerlo uno de sus dedos chocó por el aura que éstas transmitían quemándola un poco haciéndola sobresaltar para atrás.
-Mirai, ¿estás bien?- preguntó Trunks, quien seguía estando al lado de Nameku.
-Estoy bien- respondió incorporándose mientras lamía su dedo herido -Esa maldita luz me quemó un poco.
-El ki que transmite a las esferas es muy potente- susurró Goten, hablando por primera vez desde que llegaron junto a Dendé.
-¡Detente Dendé!- gritó Trunks perdiendo la paciencia, no soportaba ver a su amigo así -¡Si continuas puedes morir!
-¡Pero si continúo podemos revivir a Gohan!
Trunks sintió que el tiempo se detuvo, todos quedaron inmovilizados por unos segundos que para él resultaron muy amplios. Sentía como si toda la circulación de su sangre se quedara helada y estática, haciendo que un escalofrío espantoso subiera por su espalda.
Revivir a Gohan, eso era lo que más deseaba. Pero esa idea los trajo hasta aquí, Dendé estaba sufriendo y apunto de morir.
Trunks comenzó a reflexionar si era buena idea abandonar el plan que hace tiempo estaban pensando. Por todo este tiempo siempre anheló volver a ver a Gohan y saber que él estaría allí, junto a Videl, junto a su hija, junto a su hermano, junto a él...
Pero también siempre fue consiente que el deseo podía fallar, aunque nunca lo quiso aceptar. Esa maldita costumbre de no querer admitir la realidad lo hizo crear de nuevo ilusiones que terminan siendo falsas.
Observó unos segundos a Goten, fue una mala idea. El chico tenía una expresión que lo rompía el corazón, con sólo verlo sabía que había tenido las mismas ilusiones de él.
-Dendé...- murmuró el pelinegro agachando la cabeza -¿Es... es seguro que podamos revivir a mi hermano?- una lágrima brillante recorrió su blanca mejilla, presionó los puños y levantó la vista -¿Acaso es seguro o no?
El joven Kami-sama quedó en silencio buscando respuestas en el rostro de todos, detuvo su mirada en los ojos azules de Trunks. Quedó paralizado unos segundos, no sabía que responder, no sabía que hacer, sólo se quedó allí intentando mencionar lo adecuado.
-No lo sé...- susurró bajando la mirada -Pero aún puede funcionar si resisto un poco...
-No es necesario- en eso momento Trunks empujó las manos de Dendé sin importar quemarse las suyas, la luz que transmitía el Nameku hacia las esferas desapareció inmediatamente.
-¿Por qué lo hiciste?- preguntó Goten en lugar de Dendé, al parecer él estaba de acuerdo en continuar. Trunks lo comprendía un poco ya que Gohan es su hermano.
-Como ya lo dije, no es necesario- repitió seriamente. Él logró notar un gesto en los rostros de Mirai y Oliver, quienes parecían estar de acuerdo con él.
-¡Pero no vamos a poder revivir a...
-Goten, lo que dice Trunks es en serio- el pelinegro se volteó bruscamente al oír la voz de Oliver admitiendo aquello -No hay razones para hacerlo.
-¡Sí hay razones!- contestó el chico alterándose por la reacción de sus amigos -Necesito que esté conmigo, Videl quiere estar con el, Pan quiere conocerlo ¡Todos queremos que vuelva!- observó a todos quienes estaban inmutables, él continuaba alterado y derramando lágrimas por tan sólo desear estar con su hermano otra vez.
-Goten, todos queremos estar con él- Trunks colocó su mano en el hombro del chico enfrentándolo cara a cara -Pero ya no es necesario que el vuelva, el destino lo dijo, si él se marchó ha de ser por una razón.
-¿Y no podemos intentarlo?- preguntó entre lágrimas pero sin perder el control -¿Podemos intentar con estas esferas?
Trunks observó a Dendé con duda, éste asintió y trajo inmediatamente las siete esferas junto a ellos. Dio una palmada en el hombro de Goten observándolo con una sonrisa.
-No perdemos nada intentándolo.
Todos, excepto Bulma, se alejaron un poco de área en donde estaban las esferas reunidas para que el dragón pueda ser invocado correctamente.
-¡Sheng Long, sal y cumple nuestros deseos!- gritó la mujer levantando ambos brazos al aire.
En unos segundos el cielo se oscureció, las esferas brillaron y de ellas salió el gran dragón. Mirai, Oliver y Goten quedaron sorprendidos al observar por primera vez a este magnífico ser mágico.
-Díganme cuál es su deseo, sólo puedo concederles uno- habló el dragón con su áspera e intimidante voz que llamaba la atención de todos.
-¡Sheng Long! ¡Queremos que revivas a Son Gohan!- ordenó Bulma realizando el mismo gesto que cuando convocó a el reptil.
Aquel ser quedó en silencio unos segundos, sus ojos brillaron intensamente pero luego volvieron a la normalidad de repente. Algo malo parecía estar sucediendo.
-Al que ustedes nombran Son Gohan no obtiene ninguna posibilidad de ser revivido.
Trunks sintió un gran golpe en su pecho, pero no era uno de esos golpes que sentía en sus entrenamientos, sino un golpe que era parecido al que él sintió cuando Gohan murió.
-¿Por qué...?- balbuceó Goten observando perdidamente al dragón -¿¡Por qué no puedes revivirlo!?- intentó correr hacia él pero Trunks logró detenerlo de inmediato.
-Goten, por favor contrólate.
-¡No! ¡Gohan!- gritó de nuevo el pelinegro como si estuviera llamando a su hermano. De pronto sus cabellos se erizaron y se volvieron dorados, empujó a Trunks con su espalda y brazos logrando zafarse de su agarre.
Cuando éste voló hacia el dragón en frente suyo pareció Mirai deteniéndolo, quien con un gran puñetazo mandó al suelo de nuevo al joven. Goten aterrizó bruscamente en el piso del templo haciendo pedazos a las baldosas que estaban debajo suyo, en unos segundos volvió a su estado base.
-¡Sé que piensas hacer y no voy a permitirlo!- advirtió la mujer descendiendo hasta el suelo -¡No pierdas el juicio, chico!
Trunks quedó impactado al observar dicha escena. Logró captar con sus propios ojos a Goten súper saiyajin y a Mirai golpeándolo como si fuera sólo un terrícola cualquiera.
-¡Escucha Sheng Long!- lo llamó la mujer con el ceño fruncido y crujiendo los dientes -¡Quiero que nos expliques porqué Gohan no puede ser revivido!
-¿Ese es tu deseo?
-Sí, sí, este es nuestro maldito deseo...- Trunks no logró evitar sonreír un poco por la terca actitud de Mirai.
-La razón por la que Son Gohan no puede ser revivido es porque su alma no está presente en este mundo ni el mundo de los muertos- respondió el ser siendo claro con cada palabra.
-¿Cómo...?- Trunks quedó conmovido por la respuesta del dragón, aquello todavía no era una clara definición para él.
-Son Gohan recibió el don de la reencarnación, ahora su alma pertenece a un nuevo ser de este infinito universo- agregó el ser concluyendo con la explicación -Esto es todo, adiós -en unos segundos éste desaparece y las esferas salen volando dispersándose por todo el mundo.
-Gohan... reencarnó...- murmuró Goten aún manteniendo la mirada en el cielo, alivió su rostro sonriendo delicadamente -Bueno, al menos sabré que él está bien.
-Pero no sabemos en quién reencarnó tu hermano- comentó el terrícola aún confundido por lo sucedió.
-Eso no es problema Oliver- respondió Trunks con una leve sonrisa -Sea quien sea quien lo posea, el alma de Gohan está con nosotros...
En alguna parte...
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-Adiós Sora, adiós Mamoru, gracias por estar conmigo por un tiempo- se despidió la pequeña saiyajin sacudiendo su mano alegremente hacia los hermanos.
-Adiós Koron, no fue nada, nos divertimos mucho- comentó la pelirroja cruzando el umbral de la fachada -Apresúrate Sora.
-Está bien- contestó el rubio tomando su chaqueta del perchero -Adiós Koron.
-Adiós Sora.
-Espera un segundo, quisiera preguntarte algo...- dijo el joven antes de marcharse.
-¿Qué sucede?- preguntó la pequeña con extrema inocencia y curiosidad.
-¡Vamos Sora!- lo llamó Mamoru desde afuera, apurándolo de nuevo.
-Te lo diré luego, Koron- se despidió sacudiendo el brazo mientras salía afuera -¡Hasta luego!- cerró rápidamente la puerta marchándose junto con su hermana.
-Adiós...
La pequeña se dirigió hacia el gran sillón del salón y se arrojó sobre éste soltando un gran suspiro cansador.
-Trunks... ¿a qué hora vas a llegar...?
De pronto escuchó unos pequeños ladridos provenientes de Fukito. Lo cargó en sus brazos recostándose junto a él.
-Fukito, avísame cuando llegue Trunks...- murmuró la pequeña antes de quedarse completamente dormida en los cómodos almohadones del sillón.
Por supuesto que lo haré... Koron...
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