Aquella noticia lo sorprendió de pies a cabeza, estaba helado y sin escapatoria alguna. Intentó hacer o decir algo pero su cuerpo no respondía, podía sentir sus ojos doler por mantener su mirada fija en el infinito por mucho tiempo.
–No...– Reunió fuerzas para pronunciar aquella simple palabra, sujetó los hombros del joven y lo separó lentamente –Tú no debes existir– las palabras salieron solas y sin pensar, no tenía idea porque dijo eso ni tampoco porque comenzó a soltar unas lágrimas.
–Sé que es difícil para ti creerlo– musitó Goten haciendo que Trunks se siente un poco menos culpable de lo que había dicho –Han pasado demasiadas cosas...
Trunks sintió cómo la voz del chico se apagaba mientras intentaba retener sus lágrimas de nuevo. Esta vez fue Trunks quien lo abrazó, ocultó su rostro entre la caballera oscura del joven tratando de recordar una vez más parte de su pasado, pero no logró nada.
–Entonces...– susurró separándose de Goten de nuevo tratando de consolar su sollozo –¿Puedes decirme qué está sucediendo?– intentó sonreír un poco pero la seriedad del asunto no lo permitió completamente.
Goten observó a Bulma y luego a Oliver con algo de timidez, dirigió su vista de nuevo a Trunks y, suspirando, asintió finalmente.
El grupo se dirigió al salón principal y, colocándose cómodos en los asientos, iniciaron la conversación, o mejor dicho un relato.
–Bueno...– murmuró Goten observando el suelo con nerviosismo –Esto...
–Es mejor que yo empiece Goten– interrumpió Oliver al notar la actitud del joven –No te preocupes.
–Está... bien...– contestó.
–Sea quien sea quien lo cuente pero inicien de una vez– musitó Trunks ásperamente. Koron, de inmediato, se sentó al lado de él y lo sujetó del brazo para tranquilizarlo, algo que afortunadamente funcionó.
–Debemos confesarlo– inició, dio un corto suspiro y continuó –Estuvimos planeando este encuentro hace más de un año, no queríamos ocultarte la verdad por más tiempo.
–Goten te extrañaba mucho Trunks, debíamos unirlos de vuelta– agregó Bulma al compás que intercambiaba miradas con Oliver y Goten.
–Hay algo que no comprendo– expresó el híbrido frunciendo ligeramente el ceño –¿Cómo puede él extrañarme si nunca nos hemos visto en la vida? Bueno, yo sólo conocí al Goten del otro tiempo... Pero tú nunca me conociste a mí.
–En eso estás equivocado– contestó el pelinegro –Nosotros éramos amigos en nuestra infancia, pero no recuerdas.
–Intenta recordar algo de tu infancia– propuso el terrícola observándolo fijamente.
Trunks lo hizo, probó recordar parte de su infancia pero sólo recuperó fragmentos cuando veía a Gohan pelear contra los androides o cuando su madre lo consolaba cuando ocurría un ataque que lo preocupaba de niño.
–No recuerdas nada ¿verdad?– apuntó el castaño adivinando lo que ocurría en la mente del joven. Trunks asintió débil y sorprendido.
–Eso es porque los androides te atacaron aquella vez hace diez años– contestó su madre pausadamente –Aquella vez pensábamos que ibas a morir porque no despertabas pero lo hiciste, aunque perdiste la memoria– expresó esto último algo doliente.
–¿Perdí... la memoria?– observó detalladamente a Goten y luego a su madre buscando alguna respuesta rápida de parte de alguien.
–Fue cuando Goten, tú y yo tuvimos nuestro primer enfrentamiento a los androides junto a Gohan– contestó Oliver después de más de dos minutos de silencio –Los tres éramos amigos y entrenábamos con Gohan, éramos la salvación para el mundo según él.
–Eso es cierto– interrumpió el pelinegro –Mi hermano nos motivaba cada día a ser los mejores guerreros y asesinar a aquellas malditas máquinas– Trunks sonrió melancólicamente al escuchar eso.
–En fin– prosiguió el trigueño juntando sus manos –Los androides lograron encontrarnos en unos de nuestros entrenamientos, teníamos poca experiencia en las batallas y, desgraciadamente, tú fuiste el salió más perjudicado luego de eso.
–Recuerdo que ambos salieron muy heridos– añadió Bulma entrelazando sus dedos entre sí –Pero tú, hijo, quedaste en coma como un mes.
¡Un mes...! Pensó Trunks abriendo los ojos como platos, desvió la mirada hacia Koron quien también mantenía la misma expresión que él. Tragó saliva y se preparó para escuchar más sobre su pasado que no conocía.
–Mi hermano se sintió muy culpable por arriesgarte a sí que no volvió a entrenarnos, siendo el único guerrero existente, luego se fue y no lo vimos como por unos 5 años.
–También nos prohibió a Goten y a mí ir a visitarte o hablar contigo, era por tu seguridad Trunks ya que él no quería arriesgarte de nuevo de aquella manera– agregó Oliver –Nosotros dos volvimos a entrenar y cuando Gohan regresó conocimos a Videl.
–¿Conocías a Videl, Oliver?– interrumpió Koron sorprendida ante la revelación del humano –Con razón te llevas bien con Pan.
–Es que siempre cuando Pan va a mi dojo Oliver también va– contestó Goten dejando ver una pequeña sonrisa para la saiyajin –Esas son las únicas veces que nosotros dos nos podemos ver.
–Prosigan– musitó Trunks secamente ante el gesto de Goten hacia Koron.
–Gohan siempre nos contaba como estabas ya que siempre nos preocupábamos por ti, luego de un tiempo nos volvió a entrenar por si él moría– relató Oliver con algo de tristeza en la última palabra.
–Luego me conoció a mí...– expresó alguien fuera del círculo de conversación.
Trunks sabía que aquella voz no provenía de alguien presente en el salón, volteó hacia la puerta y pudo observar claramente a Mirai apoyada por el marco de la misma.
–Les encantó mi inesperada entrada, yo lo sé– bromeó mientras se encaminaba hacia ellos y tomaba asiento al lado de Bulma –Yo también tuve que ver con esto Trunks, antes que preguntes.
¿Qué? ¿Cómo? Se preguntó mentalmente el híbrido, lo sorprendió la adivinación de Mirai justo antes de que él pregunte acerca de lo que ella mencionó.
–Por favor díganme quien más era parte de esto– suplicó Trunks perdiendo poco a poco la calma.
–Ahora todos saben lo que sucedió, tuve que contarle también a Mamoru, pero sólo nosotros cuatro planeamos aquello y tuvimos que avisar a Videl que no incluya a su hija en estos asuntos complicados– continuó Mirai cruzándose de brazos.
–Hey Mirai ¿tú no...?– mencionó Oliver pero fue rápidamente callado por la mujer.
–No le mencioné nada que pueda ponerte en riesgo– contestó fríamente –Total, ese no es el punto.
–Es mejor que continúen– esta vez fue Koron quien pidió aquello, Trunks logró notar el nerviosismo en ella.
–Oliver y yo nos encontramos en medio de una batalla, él logró salvarme aquella vez– prosiguió con un ligero tono mordaz –Luego de un tiempo me llevó junto a Gohan, aprendí muchas habilidades y lo ayudé con algunas batallas contra los androides.
–¿Habilidades? ¿Qué lograste hacer?– preguntó el peli-lila intentando encajar todo lo narrado.
–Aprendí a volar y a controlar un poco mi ki– contestó como si fuera algo insignificante –El resto es algo que no debe ser su importancia– continuó dando la espalda a los presentes.
Trunks ignoró aquel comentario de la mayor, era mejor hacerlo, si Mirai no quiere revelar algo no lo revelará ni aunque la ruegues arrodillándote sobre sal gruesa.
–Luego de todo aquello mi hermano nos contó que empezó a entrenarte de nuevo– mencionó Goten desviando de nuevo su mirada al suelo.
–Sí, recuerdo que yo le insistía, insistía e insistía todo el tiempo para que me entrenase– dijo Trunks con algo de nostalgia.
–Eso no es nada raro en ti, Trunks, veo que no habías ahorcado tus hábitos– mencionó el pelinegro dejando ver una mueca amistosa para Trunks. Él lo contestó de la misma forma dejando ver por primera ver en la conversación una verdadera sonrisa.
–Pasó el tiempo, Gohan salió herido en una batalla, creo que tú también estabas allí– continuó Oliver esta vez –Nos advirtió que no nos enfrentemos a los androides sin estar listos y hasta prohibió a Mirai acompañarlo en las batallas.
–Después mi hermano...– Goten intentó continuar el relato pero su voz se apagó de inmediato dejando las palabras en el aire mientras observaba perdidamente al suelo.
–Recuerdo que aquella vez estaba con Gohan– comentó Trunks como si aquel momento se proyectara frente a él –Aquellas máquinas volvieron a atacar otra ciudad, Gohan logró noquearme para no ir con él y luego de eso... él perdió la batalla.
–Maldita sea– bufó Mirai entre dientes –Antes de que él llegara a esa ciudad lo detuve unos segundos junto a Goten, yo le advertí, le dije que el que fuera allí iba a morir– expresó con algo de furia y tristeza mezclada en una dura expresión.
–Yo le dije a mi hermano que lo podía acompañar– Goten se quebró en lágrimas al mencionarlo –¡Yo debía hacerlo, debía irme junto a él! ¡No soporté verlo morir en manos de esos monstruos!
–¡Cálmate Goten!– interrumpió Oliver seriamente, Trunks se impactó al ver aquella reacción de su amigo la cual nunca antes había presenciado –Gohan lo hizo por una razón, lo hizo para salvarnos, él no merecía sufrir más o ver morir a cada uno de nosotros– logró calmar el ambiente y con un suspiro continuó –Recuerda que él nunca hizo las cosas sin pensar, su sacrificio nos motivó a todos para seguir luchando en su honor y para salvar la tierra.
Trunks procesó cada palabra que mencionó Oliver, todas resultaron ciertas. Gohan nunca fue alguien terco, el sólo quería salvarlos; se arriesgó aún teniendo seres que lo iban a extrañar y sufrir por su pérdida, pero lo hizo con una buena intención: conducirlos a ser unos buenos guerreros y salvar la humanidad, como lo mencionó su amigo.
–Con suerte mantuvimos un equilibrio por tres años– prolongó Mirai –Cada uno luchaba por su parte, algunos para salvar civiles y otros enfrentándose cuerpo a cuerpo con esos artefactos, lastimosamente sólo tú hacías esto último– mencionó con un notable daño en el orgullo.
–Y después de eso ya sabes como continuó la historia– mencionó Oliver con una leve sonrisa para concluir el debate –Salvaste a la humanidad Trunks, viajaste en el tiempo y lograste fortalecerte.
–Pero sin su ayuda no lograría hacer nada– murmuró desviando la mirada –Si ustedes no se hubieran enfrentado a los androides antes de que viajara al pasado seguro estaría muerto, les agradezco mucho.
Mirai rió levemente –No seas una infanta, tú fuiste el que salvó el mundo, nosotros deberíamos agradecerte– Trunks sonrió de nuevo ante la actitud de la mujer.
–¿Se dan cuenta?– comentó Bulma dejando ver una cálida sonrisa, todos voltearon confundidos al verla –No importa si nunca volvieran a encontrarse jamás, siempre estarán ayudándose mutuamente porque...
–Eso es lo que siempre hacen los amigos– contestó Mirai adivinando las palabras de Bulma recibiendo una mirada irónica de ésta.
–Entonces ¿Volvemos a ser amigos?– preguntó Goten con un notorio gesto de inocencia.
"Entonces ¿Somos amigos?"
Aquella frase apareció repentinamente en la mente de Trunks al escuchar la voz del pelinegro, era como si una fracción de sus recuerdos se hubiera revelado en lo más profundo de su ser.
"¡Por supuesto que sí, Goten!"
–Por supuesto que sí... Goten– mencionó aquellas palabras automáticamente, reviviendo lo poco que recuerda de su amistad con el híbrido.
Goten sonrió de inmediato mientras sus ojos empezaban a brillar de nuevo por las lágrimas, asintió y lo abrazó. Pero esta vez Trunks lo sintió diferente, era como si el sentimiento era mutuo, ahora que él podía recordarlo como su viejo amigo.
–Goten ¿te gustaría quedarte aquí esta noche?– propuso Bulma mientras se levantaba del sillón. Éste asintió contento luego de separarse del híbrido –Ven, te prepararé tu cuarto.
–Está bien– lanzando una mirada amable a Trunks se levantó y siguió a la mujer por las escaleras.
–Bueno chicos, debo irme– anunció Mirai poniéndose también de pie –Seguro Mamoru estará desesperada en casa tratando de saber más acerca de lo que sucede.
Oliver abrió la boca para hablar pero se detuvo al momento que Mirai lo observa ásperamente como si aquello fuera una respuesta antes de que él hablara, de nuevo. Era como si pudieran comunicarse telepáticamente.
–Ah cierto, Oliver– Trunks no logró mantener la curiosidad y se atrevió a desvelarse ante su amigo –¿A qué se refería Mirai que no diría nada que te ponga en riesgo?
–Esto...– se rascó la nuca y luego huyó por la ventana –Lo siento, es que dejé algo en la olla, nos vemos luego– luego de despedirse salió volando a una increíble velocidad por los cielos.
–¡Oliver!– gritó sacando su cabeza por la ventana, luego regresó adentro soltando un suspiro cansado –Mirai ¿qué le pa...?– se volteó pero ella ya no estaba presente. Él no tenía idea cuando se había marchado.
–Mirai se fue hace rato– anunció Koron chocando su hombro por el brazo de éste al pasar por su lado –Y no te metas en donde no te incumbas– agregó observándolo tras el hombro.
–¿A qué te refieres, Koron?– se extrañó, no entendía de nuevo lo que estaba sucediendo –¿Tú también lo sabes?
–Eso no importa– siguió su camino dirigiéndose a su cuarto.
–Koron, no me ocultes cosas– ella lo ignoró disfrutando la desesperación del saiyajin –No me ignores ¡Koron...!