Hellow baes
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"¡Es genial! ¡Dios, ni siquiera hay algo que se le dé mal!" Le dije entusiasmado a Zack.
Habíamos quedado de nuevo y ahora estábamos sentados en unos bancos en un parque; me sentía un poco estúpido por haber pensado que mi amistad con este chico no era tan importante porque, desde que quedamos para tomarnos un granizado, no habíamos parado de enviarnos mensajes y quedar.
"No sabes la envidia que me das, nada más salir del armario y ya encuentras a alguien." Se quejó, inflando las mejillas infantilmente.
"MEDIO salir." Le corregí y él rodó los ojos.
"Lo que sea, me sigues dando envidia." Se rió. "¿No tendrá algún amigo que pueda presentarme?"
Me reí yo también ahora y le golpeé un poco el hombro.
"Venga ya, ni siquiera sé si es gay."
Zack abrió los ojos incrédulo.
"Claaaaro, claro que sí, Jack. Será por eso que te abraza, te besa y te lleva de excursión cada noche." Me contradijo, haciendo que toda mi cara se pusiese roja.
Mi amigo, como siempre, se rió de mi timidez.
"¿Y a donde vais hoy?"
El aire revolvió las hojas de los árboles encima nuestro y cerré los ojos ante lo agradable que era con el calor que hacía.
"No sé, me dijo que me encantaría pero no me dijo nada más."
...
Las hojas bajo mis converse viejas crujían a medida que avanzábamos por el bosque, más y más; nunca habíamos ido tan lejos, ni siquiera cuando me llevó a su casa.
"¿No nos estamos alejando mucho?" Le pregunté algo preocupado, sabía que Alex se conocía el bosque muy bien pero, aun así, me daba miedo que acabásemos perdiéndonos.
"El sitio al que vamos está un poco lejos, pero merece la pena." Me sonrió, dándome un apretón en la mano.
"¿Y no me dirás que es ese sitio tan maravilloso?" Intenté sonsacarle información de nuevo, poniéndole mi mejor mirada de cachorrito.
"Nop, es una sorpresa." Repitió, dándome un golpecito en la nariz con su índice.
"Vaaaale." Dije, poniendo los ojos en blanco haciendo que él se riese
Seguimos caminando por el bosque, el silencio consumiéndonos durante un rato hasta que lo rompí de nuevo.
"Por cierto, ¿no tienes móvil? Podríamos enviarnos mensajes y tal." Comenté, constatando en el hecho de que no lo había visto ni una sola vez sacar el móvil para comprobar si tenía mensajes o responder estos o mirar notificaciones.
"Emm, me cargué el mío hace poco." Me explicó, sin dejar de mirar los árboles que se alzaban ante nosotros. "Se me rompió toda la pantalla y mis padres no me quieren comprar otro porque dicen que no tengo ningún cuidado; así que, como no tengo pasta, me tocará ahorrar para comprarme otro yo."
"Vaya, eso sí que es una auténtica mierda." Me reí, pensando en cómo mis padres prácticamente dejarían de comer para comprarme otro antes de dejarme ir por ahí ilocalizable.
Entonces empecé a oír una música a lo lejos, que iba haciéndose más clara cuanto más avanzábamos, y distinguía algunas luces parpadeantes de colores.
"Ya estamos llegando." Me sonrió Alex.
Y me tomó unos pasos más darme cuenta de que aquello era un maldito festival de música y que parecía ser de los más guays que pudiese haberme imaginado.
Apreté la mano de mi amigo y empecé a correr hacía allí con él riéndose a mi lado.
Paramos en la entrada, intentando recuperar el aliento por aquella carrera y mirándonos divertidos.
"¿Cuantos años tenéis?" Nos preguntó el tipo que vigilaba la entrada.
"Diecisiete." Respondió Alex por los dos.
"Lo siento, solo mayores de edad." Nos informó y me molestó la manera tan borde que había usado para decírnoslo; podía ser su trabajo, pero nadie le iba a abofetear por ser un poco más amable.
"Da igual, Alex, vámonos." Dije, tirando de él y empezando a retomar el camino de vuelta, algo decepcionado.
Sin embargo, él no se movió de ahí, sino que se quedó mirando a aquel hombre negro sin ningún tipo de miedo a pesar de que le pasase varias cabezas y tuviese un humor de perros.
No tengo ni la más mínima idea de qué le diría a ese hombre; pero después de que Alex hablase con él, nos dejó pasar.
"¿Qué es lo que le has dicho para que cambie tan drásticamente de opinión?" Le miré fijamente, sonriendo divertido.
"Es un secreto." Comentó, devolviéndome la sonrisa y guiñándome un ojo, provocando que me ruborizase, porque era incapaz de resistirme a gestos como esos de Alex Gaskarth.
Cuando finalmente posé mi mirada en todo lo que allí había me quedé boquiabierto. Era maravilloso, era como esos sitios que salían en tumblr y en las revistas de música -quizás incluso mejor-, era un sitio mágico. Era, sin lugar a dudas, el mejor sitio al que me había llevado nunca nadie.
La iluminación de aquel lugar consistía en luces de navidad, de esas que se usan para adornar el árbol, colgadas por encima de nosotros junto con algunas velas; consiguiendo que la oscuridad de la noche todavía estuviese ahí presente pero con la suficiente luz para ver por donde ibas.
También había varios puestos, como en la feria, donde vendían comida y también merch de bandas y cantantes. Y, siguiendo con aquella temática, las calles de aquel sitio estaban adornadas con cosas relacionadas con la música, como guitarras eléctricas en las esquinas de los puestecitos o vinilos colgando de árboles.
Y, por supuesto, varios escenarios. Claramente, estaban alejados entre ellos para que la gente pudiese disfrutar de diferentes conciertos sin que la música de un escenario interfiriese con la de otro; pero podías ver las luces de lejos.
"Wow." Fue lo único que fui capaz de soltar al ver todo aquello.
Sentía la mirada de Alex clavada en mí, y no me hacía falta mirarle para saber que tendría esa sonrisa de satisfacción por verme tan feliz por el lugar al que me había traído.
"¡Dios, esto es genial, Alex!" Grité, entusiasmado, mirándole a él al fin.
El chico me sonrió y me revolvió el pelo como si fuese un niño pequeño.
"Me alegro de que te guste tanto." Dijo, mientras yo trataba desesperadamente recolocarme los mechones de mi pelo que él había despeinado. "Bien, tu elijes, ¿qué quieres hacer?"
Lo cogí de la mano, tirando de él hacía uno de los puestos de comida.
"Compremos algodón de azúcar." Propuse y Alex se rió.
"¿No se supone que acabas de cenar?" Me preguntó, sacando el dinero necesario porque yo, al no saber a dónde íbamos, había supuesto que no necesitaría dinero y no había traído.
"Siempre hay espacio para más." Bromeé, enseñándole la lengua como un crío.
Alex le pagó al hombre y este me dio mi algodón de azúcar verde -habían varios colores y tenía que pedir uno de mi color favorito, duh.
Y entonces, de la nada, el castaño empezó a inclinarse y a acercarse a mi cara. Mi corazón latía muy fuerte y podía sentir toda la sangre de mi cuerpo irse a mis mejillas mientras él estaba cada vez más cerca.
Cerré los ojos, esperando el beso pero... ¿este no llegó?
Abrí mis ojos, sin entender nada, y quise darme una bofetada por idiota cuando vi que lo único que quería era robarme un bocado de mi maldito algodón de azúcar. Pero lo peor de todo, era que sentía que de verdad había hecho eso para tomarme el pelo.
"¿Cómo es que estás tan rojo?" Me preguntó, con esa jodida sonrisa burlona por toda su cara, y ahí supe que sí, estaba riéndose de mí de nuevo.
"P-Por nada." Mustié, molesto y decepcionado.
Empezamos a andar de puesto en puesto, mirando la cantidad de merch que había allí y, a pesar de que no quería que Alex pagase mis gastos de fanboy, acabó comprándome una camiseta de Sum 41 y otra de Blink-182.
"¿Quieres que vayamos a alguno de los conciertos? Me han dicho que hoy actúa Roam, son bastante buenos." Propuso Alex, mientras yo me guardaba todo el merch en mi mochila para no tener que cargar con las bolsas en la mano.
No tenía ni idea de que grupo era ese, pero a mi amigo parecía hacerle mucha ilusión ver su actuación y, teniendo en cuenta que teníamos el mismo gusto musical, debían estar bien.
Alex me cogió de la mano y me guió hasta el escenario donde Roam ya había empezado a tocar. Nos metimos dentro de la gran masa de gente, ahogándonos entre todos aquellos fanáticos de la música y sintiendo el particular calor de los conciertos.
Para que la gente no acabase por separarnos a empujones, él seguía sujetando mi mano fuertemente, adentrándose más y más hasta que acabamos estando más o menos en el medio.
Y había algo en la manera en como Alex saltaba y cantaba a pleno pulmón la letra de aquellas canciones, en cómo se perdía en la música totalmente y sus ojos se iluminaban con ilusión; algo que hacía mi corazón latir fuerte y hacía volar a miles de mariposas dentro de mí.
Ahora tocaban los acústicos y oí a uno de los chicos anunciar la próxima canción mientras cogía una guitarra acústica, Nothing In Return.
Alex apoyó su cabeza en mi hombro, balanceándose suavemente con la música y cerrando los ojos.
"I tried but I failed cause everytime I closed my eyes I saw myself in retrospective, I saw myself through tired eyes. I gave up everything for this and got back nothing in return."
Volví a desviar la mirada del cantante a Alex y nuestras miradas chocaron, dejándome sin respiración. Fue reduciendo la distancia entre nuestros labios, y algo me decía que esta vez iba en serio, con sus ojos cerrados. Cerré los ojos, nervioso, escuchando la música de fondo.
Y entonces nuestros labios se tocaron, sus gélidos labios presionados contra los míos y su lengua intentando colarse dentro de mi boca. Rodeé su cuello con mis brazos y los suyos descansaban en mi cintura. El beso se fue intensificando, olvidándonos por completo de donde estábamos y la música siendo opacada por ese momento.
Cuando nos separamos, nos miramos a los ojos con las respiraciones agitadas y nos sonreímos.
"Salgamos de aquí." Me dijo al oído, para que le pudiese oír entre la música y los gritos de la gente.
Entrelazó nuestras manos y tiró de mí; algo que era de agradecer porque ahora mismo mi cabeza iba a mil por hora e incluso las piernas me temblaban.
Nos alejamos bastante de la música y nos sentamos en el césped, para poder hablar tranquilamente sin tener que gritar.
"¿Quieres beber algo?" Me preguntó y yo asentí porque, si los conciertos tenían un efecto posterior, era que te dejaban con mucha sed y ganas de sentarte un buen rato y no hacer mucho más.
Alex desapareció entre la gente hacia algún puesto y yo aproveché para sacar el móvil.
Miré la hora que era y vi que eran las tres y media de la madrugada ya. Wow. Fui a los mensajes y a mis antiguas conversaciones y vi que Zack todavía estaba conectado; no era raro, por eso, ambos éramos de entretenernos mucho con el móvil cada noche y acostarnos demasiado tarde para nuestro propio bien.
<< jagk: me ha besado!1!!1! +_+ >>
<< zack: QUE!? >>
<< zack: EXPLICA >>
Como suponía, no tardó ni medio segundo en responderme.
Le expliqué en un audio todo lo que habíamos hecho hasta ahora, relatándole con lujo de detalles como había pasado lo del beso, y Zack me recordó unas ochocientas veces como él me había asegurado que había tema entre nosotros y yo no le había escuchado.
"¿Con quién hablas? Pareces muy entretenido." Comentó, soltando una risita al final.
Miré hacia arriba y vi a Alex ahí de pie con dos vasos rojos de cartón.
"Con Zack." Dije, sonriéndole.
"Guay." Me pasó uno de los vasos. "Es vodka con coca-cola."
Iba a quejarme y hacer de niño bueno diciendo que no bebía, pero recordé la noche en que nos conocimos, así que supuse que sería muy estúpido.
Bebí un poco de aquello, sintiendo la familiar sensación de la bebida quemando mi garganta.
No sabía que decir o hacer, aún sentía sus labios sobre los míos y sus brazos rodearme.
"Sobre lo del beso..." Empezó a decir y yo sentía los nervios comerme por dentro. "De verdad me gustas, Jack, desde el momento en que te vi por primera vez. No te he dicho nada antes porque no estaba seguro de si sentías lo mismo o de si eras gay siquiera."
"Soy bi." Aclaré. "¿Y qué te ha hecho atreverte a hacer un movimiento, señor Gaskarth?" Me burlé.
Él se acercó a mí, mucho, a escasos milímetros de mis labios.
"Tu reacción con el algodón de azúcar."
Me puse completamente rojo, dándome cuenta de cómo, en realidad, todo había sido una estrategia para saber si me iban los penes.
"Tonto." Le dije, dándole un golpe en el brazo pero, aun así, riéndome.
"Un tonto al que adoras."
Y me besó.
Estuvimos un buen rato ahí, simplemente besándonos y hablando, y cuando me di cuenta de la hora que era, eran prácticamente las seis de la mañana.
"Mierda, es súper tarde." Maldije por lo bajo.
Alex me miró entretenido y se levantó del suelo.
"Va, te acompañaré a casa."
"Vale." Le sonreí. "Ahora vengo, voy a tirar esto." Le informé, refiriéndome a los vasos de cartón que habíamos acabado dejando tirados por el suelo.
"No tardes." Dijo, dándome en el culo antes de que me fuese.
Sonreí para mí mismo, feliz de cómo había salido todo y de tener a ese chico tan genial a mi lado ahora.
Localicé una papelera y tiré los vasos en ella, pero justo cuando iba a dar media vuelta y volver con Alex, alguien me agarró de la muñeca.
Me giré para ver qué coño le pasaba a aquel tío y me quedé petrificado. Sus ojos eran completamente rojos, brillando en la oscuridad de la noche y mirándome como si me fuesen a devorar, y sus colmillos sobresalían.
Un vampiro.
¿Aquí también hay vampiros?
"Vaya... ¿Qué hace un humano como tú por aquí?" Comentó, acercándose más a mí. "Hueles muy bien, no sé cómo los otros vampiros no te han hecho nada hasta ahora."
Yo simplemente lo miraba, estático, sin saber que hacer ni teniendo la fuerza suficiente para librarme de su agarre.
El vampiro se aproximó a mi cuello, abriendo la boca y dejando sus afilados colmillos aún más expuestos y yo cerré los ojos con fuerza, esperando el mordisco.
"Suéltale." Escuché la voz de Alex, dura y autoritaria.
"Oh vaya, ahora lo entiendo todo; estás con Alex." Dijo aquel tipo, soltándome y dejando una distancia prudencial entre nosotros.
Mi chico se acercó a mí, poniéndose delante de mí de forma protectora.
"¿Estás bien?" Susurró.
"S-Sí, no ha llegado a morderme."
Él asintió y volvió a desviar su atención a aquel hombre.
"No vuelvas a acercarte a él, y puedes decirle lo mismo a todos tus amiguitos; me estoy empezando a hartar de ellos." Le advirtió hostilmente.
"Oh, qué bonito; Alex se ha enamorado. No eres tan diferente a nosotros." Vi como Alex se tensaba.
¿A qué venia aquello?
Además, aunque fuese un cazador de vampiros, ¿cómo se conocían tanto? ¿Y qué significaba que no eran tan diferentes?
"¿Oh? ¿No se lo has dicho? Eso está mal, Alex. En las relaciones debe haber sinceridad." Siguió hablando y yo cada vez entendía menos lo que estaba diciendo.
"¿Qué quieres decir?" Cuestioné, algo molesto, pero sobretodo confundido, poniéndome al lado de Alex para poder ver mejor al hombre.
"Alex también es un vampiro."
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CHAN CHAN CHAN CHAAAAN
Espero que eso aclare cosas, siento que en realidad era bastante obvio que Alex era un vampiro pero quería dejar la intriga un poco. Lo siento si hay cosas en capítulos anteriores que no se entienden por eso xddd
-Cris xx