Me desperté muy temprano ya que Iris quería que la viera en Jitters, para lo típico, para escribir sobre Flash en su blog. Quería verla, la había echado de menos en esta semana, y quería compensarselo desayunando con ella. Mi padre aún seguía durmiendo, así que me fui sin hacer mucho ruido y le dejé una nota pegada en la puerta del refrigerador para que no se preocupara.
Agarré mi juego de llaves y las guardé en mi pequeña mochila y salí de casa. En el camino, me puse a pensar lo que había pasado la noche de ayer, este tipo de Flash, está muy interesado conmigo o con mis poderes; no estaba segura de contarle a Iris que lo he visto, creo que no sería bueno para él. Cuando llegué, la calle no estaba tan transitada, todo esta tranquilo al igual que Jitters, había pocas personas ya que tenía unos cuantos minutos abierto, entré y busqué una mesa que estuviera cerca de la puerta, y solo esperé a que llegara Iris, solo estaría unos cuantos minutos conmigo antes de que tuviera que trabajar.
Escuché que la puerta se abrió y era ella con la gran sonrisa que tiene en su rostro.
—Hola cariño, es bueno verte otro vez —me dio un beso en la mejilla.
—Igual me alegro de verte.
—Mi papá me había dicho que te habías enfermado. ¿Estás mejor? —tomó asiento, se puso su mochila en sus piernas y sacó su laptop y la puso sobre la mesa.
—Mucho mejor... ¿Tienes algo nuevo sobre Flash? —se quedó sorprendida por como lo había llamado—Sí, así lo llaman.
—¡Fantástico! Y no, no tengo nada nuevo —dijo un poco decepcionada, me había decidido por contarle que he estado cara a cara con el mismísimo Flash pero la dueña le dijo que ya era hora de comenzar a trabajar—Tengo que irme, prometo llamarte luego.
—No te preocupes, hasta luego.
—Te traeré café y un sándwich —asentí con la cabeza y me quedé sentada esperando a que ella trajera eso. Saqué mi celular para leer el periódico de Central City, siempre me ha gustado leerlo por ahí, escuché que alguien había jalado la silla y vi que era mi padre.
—¿Qué haces aquí? —dije algo sorprendida y él puso cara de indignado.
—¿Qué no puedo desayunar con mi hija? —escuchar esa palabra, me hizo sentir tan bien. Siempre me llama Nina como si fuera cualquier persona.
—Claro —Iris dejó mi café y el plato con mi sándwich en la mesa, y a mi padre le dejó un café.
Ambos pasamos la mañana juntos hablando sobre que podríamos hacer el fin de semana para podernos distraer de la ciudad y él de su trabajo en el laboratorio, hicimos como un pequeño itinerario de lo que haríamos, iríamos a la playa que está en Starling City, a comer a nuestro antiguo restaurante favorito, ir a aquella playa que fuimos con mamá la última vez, etc. Estaba entusiasmada por esto, serían como unas pequeñas vacaciones padre e hija.
Llegó el momento de que él tenía que ir a una conferencia fuera de la ciudad, me dijo que regresaría hasta en la noche, le dije que no había ningún problema, que me iría a la casa e incluso podría llamar a Barry para hacerme compañía, él me dijo que llamaría dos o tres veces para asegurarse que todo fuera en orden. Cuando se fue, fui al mostrador para pagar lo que había consumido y con señas me despedí de Iris.
Empecé a caminar por las calles, me metí por callejones para tomar atajos, sin querer entré a uno donde no había salida, me tuve que dar la vuelta para regresar a la calle cuando ¡poom!, apareció de nuevo Flash...
Estaba segura que aunque quisiera detener el tiempo, él no se iba a detener y no sé porqué diablos pasaba eso, así que me enfrenté a él como si fuéramos unos conocidos.
—Empezaré a creer que me espías —dije acercándome a él con cuidado, de las dos veces que he estado frente a frente con él, ya no sentía incomodidad.
—Disculpa, no era mi intención hacerte sentir así...
—¿Ahora qué? ¿Me vas a secuestrar o algo? —dije con sarcasmo, siempre me comporto así cuando ando a la defensiva.
—Vengo para llevarte a un lugar donde te podemos ayudar, tú conoces perfectamente ese lugar.
—No hasta que me digas quien eres.
—Prometo decírtelo luego —se empezó a acercar poco a poco a mi.
—No sé si sea bueno confiar en ti —empecé a retroceder hasta que me topé con la pared.
—Confía en mi, nunca te haría daño —me volvió a tender la mano como anoche, esta vez, sin interrupción alguna,le di mi mano también—Sujétate fuerte, te llevaré hasta allá —me tomó por las piernas y yo lo sujeté por el cuello.
Su cuerpo se me hacia familiar, es como si ya hubiera abrazado este cuerpo. Su cara y su voz seguían vibrando, pero podía ver más o menos las facciones de su rostro, y la verdad es que me recordaba a alguien.
Me sujeté lo mas fuerte posible, escondí mi cara en su pecho para que el viento no me golpeara y él emprendió su camino con toda la velocidad posible.
Cuando se detuvo, me puso en el piso y vi que estábamos ¿en el laboratorio?, acaso Caitlin, Cisco y mi padre, ¿interactúan con los metahumanos?, no sé que otras cosas harán y yo no estaba enterada. Caminé con Flash hasta el cortex en pleno silencio, es un silencio incómodo, deseaba llegar ya hasta ahí, el pasillo para llegar allá era algo largo, empecé a caminar más rápido sin importar lo que él dijera a mis espaldas hasta cuando por fin llegué. Caitlin se estaba poniendo su bata, así que asumí que apenas había llegado y Cisco... Él no había llegado aún.
—Hola Nina —caminó hacia mí y me dio un beso en la mejilla—Qué bueno que la hayas traído.-volteó a ver a Flash que estaba a mi lado y él solo asintió con la cabeza.
—Estás en buenas manos, vendré por ti después —al escuchar eso, me sentí extraña.
—Creo que puedo irme yo sola —respondí de manera automática, en verdad empezaba a sospechar que él me acosaba o algo así.
—Deja que él te lleve, hay un metahumano peligroso suelto —dijo Caitlin para darle fin a lo que podría ser una discusión, así que solo asentí—Espérame en la camilla por favor —como niña obediente caminé hasta allí, mientras ella y Flash platicaban de algo y cuando él se fue, ella regresó con un gesto molesto.
—¿Todo bien entre tú y él?
—Por supuesto —ella tomó un pequeño estuche donde tenía todos sus instrumentos médicos—Te sacaré una muestra de sangre para que la pueda revisar —dejé que hiciera eso, después de tenerla, se fue a otro cuarto para revisarla.
Mientras la esperaba, me levanté de la camilla y me senté enfrente de las computadoras para matar el tiempo. Cuando vi que ella regresaba, me paré y me acerqué a ella.
—Listo Nina, ya tengo los resultados.
—¿Y bien...? —la verdad es que estaba algo nerviosa por lo que pudiera decirme.
—Bien, como ya sabrás, tienes el poder de controlar el tiempo. Es como un modo de defensa cuando sientes que estás en peligro y tienes también la habilidad de esconderlos.
—¿Puedo esconder mis poderes?
—Si, quizá por eso no salía nada en los primeros exámenes que te hice. Al parecer todo tu cerebro se activa cuando esto pasa. Es increíble —dijo con asombro, cosa que yo no sentía. Tenía miedo por lo que estaba pasando conmigo y al parecer ella entendió mi gesto—No te sientas asustada, yo te ayudaré a que los controles bien.
—Gracias, solo que me gustaría que no se lo dijeras a mi padre por favor —aceptó solo que no estaba del todo convencida.
Mientras ella me terminaba de hacer los exámenes, Cisco llegó y por supuesto, él estaba más que emocionado, me empezó a hacer un millón de preguntas acerca de lo que podía hacer y yo estaba encantada de poder contestarle. Él era una persona muy amigable y por supuesto que me caía de lo mejor, incluso comenzó a darme un posible nombre para mi cuando ayude a Flash a combatir con el crimen de Central City, cosa que, de ninguna manera haré.
Mientras pasaba tiempo allí, mi padre me hablo tres veces para verificar que yo estuviera bien y que el laboratorio también lo estuviera, cuando le dije que todo estaba en orden se tranquilizó un poco hasta que por fin dijo que iba a dejar de llamar.
~*~
Narra Barry
Espero que todo esté bien con Nina, le dije a Caitlin que averiguara la razón por las cuales los poderes de ella no pueden afectarme, accedió pero se enfadó conmigo porque aún no le he revelado mi identidad a Nina, solo espero el momento correcto, no quiero que se enfade conmigo y mucho menos se aleje de mi, cosa que no soportaría.
Dejé mi traje de Flash en casa de Joe para poderme ir a la comisaría, quería hablar con él, así que me apresuré para irme allá. Quería contarle lo que sucedía con Nina, así no se tendría que preocupar tanto por ella. Llegué allí y Joe andaba en su oficina con Eddie, toqué la puerta antes de entrar.
—¿Puedo pasar?
—Por supuesto Barry —con su mano señaló que tomara asiento en la silla desocupada.
—¿Podemos hablar? —pregunté deseando no interrumpir algo importante, Eddie entendió mi indirecta y se marchó.
—Dime Barry.
—Sé que esto te lo tiene que decir Nina pero... —Joe estaba tomando café y al decir esto, casi se ahoga.
—¿Qué pasa con ella? —me levanté de la silla como reflejo y él con señas me dijo que volviera a tomar asiento.
—Nina es una... —mi celular vibró y lo agarré del bolsillo de mi chaqueta, era un mensaje de Caitlin que decía "S.O.S"—Tengo que irme —y sin más me fui de ahí.
~*~
Narra Nina
Cisco se fue, ya que su hermano andaba de visita en Central City, así que me volví a quedar a solas con ella, escuché que a Caitlin se le callaron algunas cosas y corrí hasta donde estaba para ayudarla, entre las cosas que estaban en el suelo, encontré una fotografía de ella y de un hombre, supongo que es su prometido, no quise agobiarla con preguntas, pero, la curiosidad siempre me mata.
—¿Quién es él?-le entregué la foto, su semblante feliz, cambió a uno triste y yo maldije dentro de mi por haber sido una tonta —Lo siento, a veces soy una bocona.
—No te preocupes —se esforzó en sonreír—Él era mi prometido, pero el día de la explosión, murió.
—Lo siento mucho —le di un abrazo para hacerla sentir mejor. Entró una ráfaga de viento que no sé de donde vino, que tiró unas carpetas que estaban sobre la mesa—Yo las levanto —le dije para que ella siguiera recogiendo sus cosas.
Comencé a caminar, cuando de la nada empezaron a aparecer rayos de color rojo por todo el cortex, como el tipo de rayo que Barry me había dicho que apareció el día que murió su mamá, eso que la había matado, quizá ahora quería matarme a mi.
—¡Ven conmigo! —ella me jaló del brazo y me llevó a otro cuarto donde había una caminadora y otras maquinas. Nos sentamos en el suelo tratando de escondernos, la tomé del brazo por lo asustada que estaba, ella sacó su celular y envió un mensaje—Hay que esperar aquí.
Esperamos, hasta que se dejó de escuchar ruido, pero en menos de un segundo, lo ocurrido allá afuera, comenzó a ocurrir aquí, me sujeté con mayor fuerza a Caitlin, hasta que algo me tomó por el otro brazo y me llevo con él.
Logré escuchar que Caitlin gritó mi nombre, estaba asustada, no tenía ni la menor idea de lo que ocurría, solo quería estar en un lugar y ese lugar era mi casa, a lado de mi padre.
Mi pensamiento se interrumpió ya que eso que corría me aventó por el suelo, me golpee el cuerpo con unos escombros. Levanté la cabeza y noté que estábamos en la parte destruida del laboratorio. Vi que alguien con un traje amarillo estaba parado enfrente de mi, era un hombre, él igual vibraba como Flash, era más robusto del cuerpo y sus ojos, sus ojos eran de color rojo. Caminó hacia mi, quise levantarme para correr pero no pude, me había lastimado la rodilla.
—¡¿Quién eres?! —dije asustada, comencé a retroceder estando en el piso pero era algo difícil por tanto escombro.
—Él vendrá por ti —su voz era profunda, alteraba su voz al igual que Flash—Sé que lo hará —corrió hasta quedar frente a frente conmigo. Alzó su mano que vibraba y la comenzó a acercar hacía mi pecho, hasta que una voz que vino detrás mío, hizo que se detuviera.
—¡Déjala en paz ahora mismo! —era Flash, estaba cien por ciento segura que se iba a armar una gran pelea, pero el del traje amarillo salió corriendo del edificio, dejándonos a los dos solos—¿Estás bien? —se puso enfrente de mi y lo único que hice fue abrazarlo, fue raro ya que aún así no dejó de vibrar pero aceptó mi abrazo e hizo lo mismo. Él notó que estaba temblando de los nervios y también que me había lastimado la rodilla—Te llevaré con Caitlin.
Me llevó hasta el cortex donde Caitlin se encontraba recogiendo las cosas que se cayeron al suelo, cuando me vio, le dijo a Flash que me dejara en la camilla para poder revisarme la rodilla.
Él caminó hasta el escritorio y se sentó en la silla esperando a que Caitlin terminara de curarme, mientras ella hacía eso, pensé en decirle esto a Barry, que ese hombre existía.
Cuando terminó de ponerme una venda y de darme un par de pastillas para el dolor, me dijo que reposara unos cuantos días. Le dijo a Flash que podía llevarme a casa, me negué, pero ambos insistieron para evitar que algo así volviera a suceder.
Me dejó afuera de mi casa, le pedí que me dejara aquí y sin rechistar se fue. Saqué las llaves de mi pantalón y entré a la casa cojeando por el dolor que tenía en la rodilla. Ignoré el hecho de que mi padre estaba viendo la televisión, para correr hacía él.
—Nina... ¿Qué te pasó? —dijo cuando se sorprendió al verme cojeando y con algunos moretones en los brazos.
—Sólo abrázame... —me senté a su lado en el sofá. Me sentía como esa vez del accidente, desprotegida. Me acurruqué en él en busca de "refugio", me abrazó y me acarició el cabello hasta que quedarme dormida.