Sentía los brazos de mi abuela alrededor de mi cintura y yo tenían mis brazos alrededor de su cuello, ella era de mi tamaño. Después de todo solo tengo 16 años y aun no cresco lo suficiente.
- Mi niña, ¿Cómo estas?. Supe lo que hizo tu madre y tu padre, no puedo creer lo que fue capaz mi hija. -dijo ella llorando, yo también tenía lágrimas en mis ojos. Y también aun se me era difícil asimilar de lo que fueron capaz mis padres por el dinero.
- Yo tampoco pude creerlo, pero ahora no hay vuelta atrás. -le dije entre sollozos.
Ella se separó de mí y me dejo pasar. Tomé mi bolso antes de entrar.
- Eso significa, ¿Qué ya se casaron? -preguntó ella.
- No, aun no. Pero es muy pronto, es... la próxima semana.
- Oh mi niña, solo espero que después de esto todo mejore en tu vida -dijo ella con tristeza-, Me encantaría poder evitar esto, pero no puedo hacerlo.
- Lo sé, y me encantaría que pudieras hacerlo, aunque tampoco la paso tan mal. Justin es algo gruñón y a veces discutimos, pero me rio y la paso bien, no todo es malo.
- Ese tal justin, ¿Es el joven? -me preguntó.
- Es mayor que yo, pero no tan viejo. Tiene 21 años. Abue, ¿Donde esta el abuelo? -le pregunté ya que no lo he visto aún y quería cambiar de tema.
- Fue a ser unas pocas compras, debe de volver en unos minutos -dijo ella y se seco las lágrimas al igual que yo.
- Esta bien.
- Que bueno que vienes a visitarnos -me dice ella.
- Vine a quedarme hasta el lunes por la mañana -le dije.
- Entonces voy a mostrarte donde te vas a quedar, ven vamos -me dijo ella, levantándose. Subimos por las escaleras y entramos al primer cuarto a la derecha.
Uau, esta mucho más bonito de lo que recuerdo. La habitación es completa de un color azul marino, la cama es de 2 plazas y las sabanas moradas. Hay dos veladores a los lados y un gran espejo en el lado derecho y un closet en el lado izquierdo.
- Esta muy lindo -admití.
- Antes de que ocurriera todo lo que paso decoramos la habitación para cuando vinieras.
- Esta hermoso abue, gracias -le dije y besé cariñosamente su mejilla.
Deje mi bolso sobre la cama y me senté al lado de esta.
Suspire.
- Me gustaría estar aquí.... con ustedes -le dije a mi abue mientras observaba el cuarto, ella se acercó y se sentó a mi lado.
- Si pudieramos hacer algo, lo haríamos y te traeriamos con nosotros. Pero son tus padres los que tienes el poder sobre ti -dijo mi abuela y comencé a llorar.
- Mis padres.... no creo que ellos sean padres, nunca lo fueron. Acaso, ¿Los padres le entregarían a un hombre a su hija por dinero? Yo creo que no -dije entre sollozos-. No me había puesto a pensar en ellos, porque es doloroso saber que no fui nada para ellos.
- Mi niña.... claro que tu fuiste algo para e.. -la interrumpí.
- No, nunca fui nada para ellos. Ahora la única, la verdadera familia que alguna vez tuve fueron ustedes abue, nadie más. Ustedes son todo lo que me queda de familia, después de todo nunca tuve tías. -le dije. Y era cierto, mi abuela y mi abuelo eran mi familia. Mis padres no tenían hermanos, Asi que nunca tuve tíos.
- Claro que nosotros tu familia hijita, pero tus padres... -la interrumpó nuevamente.
- Bien abue, basta de este tema -le dije y me seque las lágrimas-, Que tal, si preparamos la cena. Para cuando vuelva el abuelo.
Ella asintió y me sonrió.
. . .
Preparamos una barbacoa, nos quedó muy bien. Debes en cuando sacaba un poco y mi abue me regañaba. Yo reía por ello.
Escuchamos la puerta abrirse.
- Llegue -escuchamos la voz de mi abuelo, yo sonreí ampliamente.
Luego el entró a la cocina- Vaya huele muy..... Oh por dios -sonrió al verme y se acercó y me abrazó-, Mi pequeña, dios. Que felíz me pone verte aquí. Que bueno que estes bien, ¿Te escapaste? -me preguntó preocupado.
- No -dije enseguida-, Justin, me dejo venir hasta el lunes por la mañana, ya que tengo que llegar temprano antes de la boda -le dije.
- Se llama Justin, eh. Justin cuanto -preguntó mi abuelo.
- Justin Bieber -le dije.
- ¿Bieber? ¿él de La familia bieber? Ya veo... -dijo él.
- ¿Qué sucede? -le pregunté confusa por su impresión.
- La familia Bieber es la más reconocida, por eso tus padres te vendieron a su familia, porque saben lo que le pueden ofrecer -dijo mi abuelo.
- Más bien a justin, su familia no sabe nada -mi abuelo frunció el ceño confundido-, Justin me "compro" y mis padres aceptaron ya que estábamos en quiebra, prefirieron el dinero que a su propia hija. -le dije a mi abuelo.
- Vaya... realmente no puedo creer lo que hicieron -dice mi abuelo-, Pero mejor dejemos ese tema atrás -me sonrió-, Y disfrutemos de tú compañía, ahora díganme que cosa rica prepararon -dice él.
- Mm, siéntate abuelo y lo sabrás -le dije sonriendo.
Él se sentó y mi abue me obligó a que me sentará y que ella sirviera. Me senté resignada.
Sirvió los platos y comenzamos a comer.
- Les quedo delicioso -dijo mi abuelo.
- Gracias -dijimos mi abue y yo al unísono.
Me quedé pensando en lo que dijo mi abuelo, yo sabía que Justin debía de tener más dinero que mis padres. Por eso mis padres me vendieron a él.
Pero hay algo que no me cuadra, sí Justin era tan millonario ¿Por qué necesitaba aquella empresa?, Si es como mi papá dice ellos deben de tener muchas empresas, sitios, etc. ¿Por qué su padre tendría que darle ese condicionamiento?
Y luego nuevamente mis padres vinieron a mi mente, o más bien esas dos personas que se hicieron pasar por padres.
Cada vez que los recuerdo, un dolor se me viene al pecho y mis ojos empiezan a cristalizarse, realmente me cuesta mucho creer lo que hicieron además de que... ¿Jamás me quisieron? ¿Tan poco valía para ellos? Que decidieron venderme todo por el maldito dinero, mis padres estaban acostumbrados a los lujos, pero no creí que serían capaces de venderme en cuanto llegáramos a quedar en quiebra.
No sé si es odio lo que siento por ellos, ya que esa palabra es muy fuerte... sólo se que... estoy muy dolida. Por eso prefiero olvidar y dejar eso atrás.
Aunque estar con Justin no es muy dejar atrás las cosas, ya que con él empezó... pero tampoco puedo echarle la culpa, en realidad... debería agradecerle ya que me hizo ver los verdaderos "padres" que alguna vez tuve.
Al terminar de cenar, ayudé a lavar los trastos y me despedí para ir a dormir. No estaba con mucho sueño, pero quería dormir y poder dejar que mi mente se despeje. Sería genial poder borrar algunos recuerdos que no quisiera recordar nunca más.
Pero no, no se puede.
Estaba observando mi techo, con la poca luz que entraba de la ventana.
Cerré mis ojos para poder dormir al fin.
* * * lunes, 6:55a.m
Me la pase muy bien con mis abuelos, definitivamente ellos son mi verdadera familia, no tomamos el tema de mi padre y se los agradecía me ponía mal pensar en ellos. Ahora me estaba terminando de cambiar, estaba desayunando junto con mis abuelos ellos quisieron despertarse temprano sólo para despedirse de mí.
Y me siento muy bien por ello, no creí que harían algo así por mí.
Tocaron a la puerta, ya era hora.
Suspire.
- Ya llegaron por mi -dije, me levante de la mesa.
- Ve por tus cosas hija, nosotros abriremos la puerta -dice mi abue.
Yo asentí y me fui a mi cuarto a buscar mis cosas. Y luego volví a bajar vi a Justin hablando con mis abuelos, en cuanto llegue a los últimos escalones todos me miraron.
- Hola -me saludó Justin, sonriéndome.
- Hola -le dije.
Mis abuelos se acercaron a mi y me abrazaron.
- Adiós cariño -me dijeron.
- Adiós -les dije.
Los dos me besaron la mejilla uno cada lado y sonreí. Luego de eso me fui con Justin de vuelta a nuestra casa.
- ¿Cómo lo pasaste? -me preguntó Justin. Sin quitar la vista de la carretera.
- Bien, me divertí muchísimo -le dije, el asintió-, ¿Y tú? ¿Qué hiciste?
- No mucho, trabajo y salí con unos amigos -dijo él.
Yo asentí.
- Veo que no fue mala idea dejarte ir donde tus abuelos -me dice él.
- ¿Por qué lo dices? -le pregunté.
- No lo sé... creí que te recordaría lo de tus padres y te sentirás mal.
- Pues claro que lo recordé, pero no fue mala idea. Al estar allí me sentí muy bien, me sentí mas protegida y más querida. Pude ver quienes son mi verdadera familia, pude darme cuenta de muchas cosas.
- Lo lamento -me dice él yo lo mire.
- Disculpas aceptadas, creo que tenías razón. Debo y quiero agradecerte por haber hecho que abra los ojos y me haya dado cuenta de los padres que tenía. Y pese a que tú me compraste, no tienes solo la culpa. Tambien lo tienen mis padres. Ellos fueron los que nunca me quisieron.
- No digas eso, claro que te quieren. A su manera pero te quieren -me dijo él, yo le miro, como diciendo "¿Lo dices enserio?"-, Bien, mejor no hablar de eso.
- ¿Y de que quieres hablar? -le pregunto.
- ¿Estas... preparada para la boda? -me preguntó y me miro por unos segundos y luego volvió la vista al frente.
- Aún se me hace extraño pero... no lo sé la verdad -le dije-, para ser sincera... Creo que no ¿Y tú?
- Nervioso -contestó él.
Sonreí, por un momento me imaginé a mi y a Justin siendo una feliz pareja de enamorados, tal vez no nos iría muy mal. Pero este caso es diferente, en este caso no somos unos locos enamorados, todo esto es un simple contrató.
En unas horas más sería mi boda y mi último día de joven soltera.
Estaré casada, pronto, a mis 16 años. Y mi esposo será Justin, un chico malhumorado y tal vez, solo tal vez algo dulce. Pero es con alguien que aun no quiero, y quizás lo llegue a querer.