Amara
Muchas veces me había preguntado si el pasado se quedaba en él o era capaz de volver para atormentar y revolucionar el presente.
Ahora estaba segura de que el pasado siempre nos alcanzará, puede que tarde mucho o poco tiempo, pero siempre llega.
Nunca creí que tendría que verlo otra vez, jamás vi la posibilidad de que mi demonio personal se cruzara nuevamente en mi camino, pero aquí estaba, frente a mí y mirándome como si fuese su presa más anhelada.
Mi demonio tenía ojos tan oscuros como los de un ser sin alma, el cabello tan dorado que se asemejaba al de un angel y un cuerpo esculpido, creado por el mismo diablo.
- Amara Salvatore...- saboreó mi nombre entre sus labios.
El alma se me cayó a los pies y el corazón me latía tan fuerte que creía que se detendría de un momento a otro.
No podía creer que lo veía, que estaba frente a mí y que era él mi mayor enemigo.
- Stephano....- susurré con pocas fuerzas.
Se levantó de la cama donde estaba sentado y caminó a pasos lentos hasta que se detuvo frente a mí, su mano se alzó a la altura de mi rostro, me vi obligada a cerrar los ojos cuando el miedo me invadió.
Su mano tocó mi mejilla y abrí los ojos de golpe dando un paso atrás.
- Aléjate de mí- susurré con voz temblorosa.
Sonríe con superioridad y sé que mi reacción solo le causa placer, siempre ha sido así.
- Veo que todavía causo algo en ti, amore mío....
Mi cuerpo solo temblaba pero no podía dejar que me afectara así nuevamente, debía seguir con el plan por todos, esto no iba a arruinarlo.
- Princesa, te juro que no le reconocí, nos dió otro apellido- habla nervioso mi hermano- Si quieres que vayamos por ti, danos una señal.
Sabía que mi hermano no tenia la culpa, Stephano se veia distinto a la ultima vez que lo vimos, tiene el cabello corto y su rostro se ve más m Paduro, sin contar que su físico también es más robusto y musculoso. Por más que quisiera gritar que entren a buscarme, no lo haría, mi equipo no merecía eso después de todo el empeño que habíamos puesto para esta misión, además debía averiguar porqué hacía esto.
- No- dije firme- Ya no ocupas un lugar en mi vida, hace tiempo dejé de pensarte, Stephano Ricardi.
Sonríe tan burlón como siempre y quisiera poder atestarle un golpe para borrar esa estúpida sonrisa de su rostro.
- Haré como si te creyera ¿Qué haces aquí, Amara? ¿Qué diablos haces en un lugar como este y bailando como una puta?
Suelto una risa irónica y termino entrando a la habitación cerrando a mis espaldas.
- No me ofende el que me llames puta y bien deberías saberlo, y con respecto a tu pregunta....- me encojo de hombros- No te importa.
La seriedad tiñe su rostro y se acerca bruscamente antes de tomarme por la mandíbula y la nuca, me acerca a su rostro pero no me dejo intimidar, no le demostraré sumisión nunca más.
- Sabes que no debes hacerme enojar, mi amor, no te gustará el castigo para ti por no haber huido conmigo....
Trago saliva y los recuerdos del pasado me atacan volviéndome vulnerable por unos segundos.
- No puedes culparme- susurro con la angustia en mi garganta- Tu forma de amar acabaría conmigo, ibas a destruirme....
Sus ojos me miran con tanto anhelo que por un momento creo ver al Stephano del que me enamoré alguna vez.
- No amore, yo sería incapaz de lastimar lo que me pertenece, no podría hacerle daño a mi posesión más preciada...
Me acaricia el rostro y el cabello sin parar de observarme, como si quisiera encontrar a aquella Amara que en algún momento habría corrido a sus brazos de solo verlo, aquella niña que podía morir por él.
- Me arruinaste- replico dolida- Me mataste en vida y no puedo perdonarte eso, me robaste el alma, me quitaste mi forma de ser....
Niega y me abraza a la fuerza, me lleva con él a la cama sin soltarme un segundo.
- Él nos arruinó, te lavó el cerebro, te manipuló en mi contra, amore mío- me besa las manos con desesperación, como si en el fondo supiera que me ha perdido por completo- No permitiré que nos siga haciendo esto, yo acabaré con él y seremos libres ¿Si? Mi amor, Francesco ya no nos hará daño porque morirá, todos lo harán excepto tú....
El corazón se me detiene y lo observo incrédula, con el miedo latiendo en lo más profundo de mi cuerpo.
- ¿Eres tú?- pregunto con un hilo de voz- ¿Tú eres quien quiere el poder de Rusia? ¿Quieres dañarnos?
Se tensa y se aleja por un momento volviendo a la expresión calculadora que mantuvo al principio, aquella que no deja ver ni un atisbo de su alma.
Stephano Ricardi siempre fue un gran actor, podía engañarte de tal manera que confiarías ciegamente en él y luego te haría caer tan fuerte que la caída sería mortal, lo sabía porque yo misma había vivido en carne propia su versión más despiadada, yo lo amaba como a nadie y le entregué toda mi devoción pero nada de eso lo detuvo de hacerme daño.
- No quiero dañarte a ti- acuna mi rostro- Solo quiero que paguen por separarnos, que les duela tanto que sentirán lo que yo sentí al estar alejado de ti por tanto tiempo.
Niego con los ojos cargados de lágrimas que dejo caer, mi familia siempre será mi punto débil y ahora que sé que es él quien está detrás de todo....sé que podría destruirlos si se lo propone, si no lo detenemos a tiempo.
- Si los lastimas...yo también sufriré, lo sabes.
Besa mis lágrimas y cierro los ojos con fuerza.
- Yo me llevaré tus lágrimas, yo haré que olvides todo y yo seré el centro de tu mundo.
Me alejo y niego.
- No te lo permitiré ¡No les harás daño a ellos! ¡Si me alejé de ti fue porque me lastimaste! ¡Cruzaste los límites y lo sabes!
De sólo recordar aquel día mi cuerpo se tensa, aquellos golpes y la manera tan violenta en que me ultrajó sin detenerse aunque se lo pidiera mil veces.
- Mientes ¡Él te alejó de mí! ¡Te llenó la cabeza de mierda sobre mí!
- Si me quisiste, aunque sea un poco, para con esto- le suplico- Vas a derramar sangre inocente por un problema que solo nos compete a nosotros.
Sus defensas parecen decaer ante lo flexible que sueno y se que sabe que ha encontrado la manera de joderme, la única forma en la que me entregaría a él de nuevo.
- La única manera en que pararé esto, será si sales conmigo por esa puerta y te quedas a mi lado siendo mi compañera de vida, como siempre lo planeamos.
Pienso en mis padres, en mis hermanos....en Alexandre y rememoro aquella vez que lo encontré llorando por no poder encontrar a su padre y para mí no hay más respuesta que esa, yo soy la causante del problema, debo resolverlo.
- Ni se te ocurra aceptar, Amara, entraremos ya mismo- la voz de Alexandre inunda mis oídos.
Lo miro a los ojos, aquellos en los que me perdí tantas veces, los mismos que me hicieron tanto daño alguna vez pero que también me amaron de forma intensa y me armo de valor para seguir.
- Quiero que dejes a mi familia en paz y que liberes a Blas Dubois totalmente sano, esas son mis condiciones, me iré contigo sin resistirme a nada.
Su rostro es de felicidad absoluta y a mi se me escapan las lágrimas mientras me aferra a su cuerpo.
Cuando amas mucho a alguien haces sacrificios por esas personas y es mi forma de demostrar cuanto puedo amar pero también es la manera en que los problemas se solucionarán.
- Debemos irnos o vendrán por mí antes de poder irnos.
Asiente y medio se aleja para hablar con su gente, por lo que aprovecho el pequeño descuido.
- Ángelo, recuerda el chip, yo intentaré escapar por mi cuenta pero debo saber que planea- murmuro.
- ¡Amara! Ni se te ocurra, él podría...
Lo interrumpo antes de que siga.
- Sabes que no es capaz de matarme no lo haría porque no puede vivir sin mi, ahora debo irme, me buscarán si no aparezco en cuarenta y ocho horas.
Se acerca y me observa de pies a cabeza.
- ¿Qué tanto murmuras, amore mío?
Trago saliva y sacudo la cabeza.
- Solo pienso en voz alta, es que todo esto me tiene nerviosa, hace tiempo que no estoy ante tu presencia....
Me toma de la cintura con un brazo y su mano libre la posa en mi nuca para alzarme el rostro.
- Volveremos a ser nosotros, solo tú y yo, como siempre fue y como debió ser siempre...
Quito sus brazos y me alejo incómoda por su atrevimiento.
- El que haya aceptado ir contigo no significa que todo está perdonado, hablaremos en un lugar más tranquilo- demando con actitud seria- Y quiero saberlo todo, desde que nos separamos hasta ahora.
De repente empezamos a escuchar disparos afuera de la habitación y Stephano corre a buscar su arma antes de abrir la puerta de emergencia detrás de la habitación.
- No pude detener a Alexandre, se puso como loco al escuchar tu idea, debes correr si quieres hacer esto hermana.
El aviso de Ángelo me pone peor pero aún así, se que esto es por el bien de todos, él podrá recuperar a su papá y yo podré detener a Stephano.
- ¡Debemos irnos ya! ¡Vienen por mí!
Me toma de la mano y me arrastra mientras corremos, medio volteo atrás encontrándome con aquellos ojos pardos que me vuelven loca, los mismos que se ven tan preocupados como asustados y sé que la he cagado con él, que esto que hice ha marcado una diferencia pero esto es por su padre también y es algo que entenderá tarde o temprano.
Sigo adelante con un nudo en la garganta y los ojos llorosos.
Perdóname...por favor perdóname...
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Nuevo capítulo😬
Espero les haya gustado el capítulo✨️
Ya sabemos que Stephano le ha hecho un gran daño a Mara pero en el próximo capítulo entraremos más a detalle, también veremos el punto de vista de Alexandre y lo que sintió al verla irse con él🥺
También les quería anunciar que he decidido actualizar cada domingo, siento que era necesario fijar un día para que las actualizaciones no se retrasen tanto❤️
No se olviden de votar y comentar que me ayudan un montón🫶🏻
Nos vemos en la próxima actualización🦋
- Cam🖤