—Hace un día maravilloso para salir a pasear y hacer un picnic en el cual poder relajarme y dibujar fuera; es perfecto para cualquier cosa que no sea estar aquí estudiando detrás de libros para exámenes. Mi juventud se extinguirá antes de que salga de ésta escuela.
Kaveh se lamentaba frente a Haitham, mientras lo observaba leyendo tranquilamente, tan concentrado que hacía dudar de que fuera consciente del mundo que lo rodeaba. Su compañero que no paraba de hablar alrededor suyo, continuó exclamando mientras intentaba concentrarse en sus notas de escuela, unos dibujos y un pedazo de carne colgando del tenedor. En realidad el chico rubio se sentía un tanto frustrado por tener tantos deberes pendientes y que éstos le impidieran pasar tiempo de calidad con la persona que le gustaba. Mientras comían en el descanso entre clases y pasaban juntos un rato, venían a su mente los recuerdos de su primera cita. De hecho no estaba seguro de si a aquello podía habérsele llamado de tal manera.
Pensaba en aquélla tarde en que gracias a Ajax se decidió a organizar un pequeño picnic romántico en un lugar secreto entre la arboleda que rodea los terrenos de la escuela, en un lugar lo suficientemente oculto de miradas indiscretas. Como un Romeo y Julieta, necesitaban la paz y la intimidad del secreto pues los compañeros de ambos podrían representar una amenaza a su relación en caso de enterarse. Haitham había seguido a Kaveh desde que escapó de las prácticas en que ZhongLi casi exterminó a Ajax en un primer combate. De tal suerte que Kaveh estaba en cierta forma furioso, indispuesto con lo que había alcanzado a ver de la cruenta pelea. Insistió tanto con el tema que Haitham tuvo que tratar de convencerlo de que estaba bajo control la pelea, que Ajax no iba a morir, que estaría en perfecta forma aunque con un trauma psicológico de por vida.
Al llegar al lugar Kaveh preparó todo para pasar una velada agradable a la luz de las velas y con unos cuantos aperitivos para cenar. Si bien el que parecía haber tenido la iniciativa era el muchacho rubio, Haitham decidió dar el paso luego del silencio incómodo que se formó después entre los dos al sentarse uno cerca del otro. Pasó el brazo por los hombros estrechos de Kaveh que se había puesto tímido de la nada y viendo que no lo rechazaba lo besó en el cuello, para luego hacer el incómodo comentario de que deseaba analizar el resto de su cuerpo. Haitham no había tenido la delicadeza de observar sus palabras, pues Kaveh había cambiado del pálido color amarillo de piel a un rojo saturado. Como su pulso había salido del rango normal, el joven de cabello gris hizo la observación.
—¿Estás bien? Me pareció notar que estabas estresado, se nota en la tensión de músculos y el ángulo de los huesos de tu espalda. Si me dejaras darte un chequeo, podría hacer un mejor diagnóstico.
—¿Qué? ¿Solo querías ver si estoy bien de salud? —el hámster dentro de Kaveh recobró el aliento luego de unos preciosos segundos de respiración.
Haitham asintió sin hacer expresión en su rostro que parecía hecho de porcelana, inamovible, pálido y sin emoción. Kaveh entonces soltó una carcajada nerviosa y volvió a acomodarse a su lado, permitiendo acceso ahora a su espalda. Haitham se tomó la liberdad de darle un mansaje de espalda y cuello que jamás olvidaría. Sus músculos tuvieron el silencioso placer de sentir la calidez de las manos sabias y fuertes de Haitham recorriéndolo, aun habiendo ropas de por medio.
Cuando terminó con ello, Haitham hizo una que otra observación, indicando que su salud estaba bien, salvo que debería tener cuidado de mantener posturas adecuadas al dibujar y sus rutinas diarias de estudiante. Le había explicado las complicaciones que tendría si no hacía lo posible por cuidar su cuerpo, el cual, sea entendido que Haitham adoraba. Kaveh se sintió un poco avergonzado por ser sermoneado, pero la voz del hombre le resultaba agradable, ya que raras veces había tenido oportunidad de escucharlo. Hipnotizado a saber por cuál energía en él, propuso la arriesgada idea de permitirse abusar de los servicios de Haitham, pidiéndole que extendiera el masaje a todo el esto de su cuerpo mientras fingía que le dolía una pierna o un brazo. Así, sin querer, pasaron el resto de la noche aprendiendo anatomía entre los dos.
Kaveh suspiró por centésima vez esa mañana mientras recordaba aquella primera cita. Lamentándose de que los siguientes encuentros entre ellos no hubiera tenido la misma excitación que entonces. Sus posteriores escapadas a escondidas habían sido tal vez solo para saludarse apenas, pasar el rato juntos uno escribiendo o dibujando y el otro leyendo. Pero trababan de pasarlo juntos.
Tal vez la más memorable había sido cuando visitando el santuario de Hokkyokugitsune, se encontraron nuevamente aunque en situaciones adversas; cuando a fin de ayudar a Ajax a recuperar su propio cuerpo se había dirigido a ése lugar. El resto del fin de semana había sido más agradable, sin contar el susto de ver a ZhongLi transformándose en un monstruo y el combate contra Rosalyne que había dado fin. Haitham acompañado de su amigo Wriothesley llegaron la mañana siguiente a fin de encontrarse con ZhongLi y saber su estado de salud. Esos días pudo Kaveh ver la actuación de su estimado novio mientras ensayaban con el grupo de música y así conoció su lado más alegre cuando estaba concentrado en analizar la pequeña biblioteca del santuario junto a ZhongLi.
Aparte de eso, no había mucho que contar, la noche que pasaron juntos apretados uno contra otro para dormir, no había pasado nada entre ellos pues no eran los únicos en la habitación, sino que tuvieron que compartir con los otros compañeros. De la misma manera fue conflictivo el camino de regreso a la escuela, estando todos apretados dentro del auto del padre de ZhongLi.
Siguió lamentándose de que le faltaba sabor a su día a día, al creer que no había progreso en su relación con Haitham. De la nada, el otro chico cerró su libro, miró la hora en su celular y percatado de que estaba por terminar su descanso, se levantó para irse cuando recordó algo.
—Oh, es verdad, ZhongLi me pidió que te dijera que el próximo fin de semana vinieras al santuario con nosotros para seguir ensayando. Me parece que quiere involucrarte con una canción que está componiendo y para tomar tus medidas, así él podrá diseñarte un vestuario. Si el ensayo sale bien, estaremos grabando en éstos días un nuevo video que haremos público a su debido tiempo. ¿Te interesa?
—Oh. —Kaveh guardó silencio mientras sostenía la mano en el aire a modo de despedida. Cuando pudo procesar la información exclamó tan alto que temieron que alguien los hubiera escuchado—. ¡¿Qué?! ¿Cuándo lo decidieron? ¿Por qué a mí?
—Quien sabe. Solo pensamos que tienes una voz única —Haitham se inclinó de hombros, sin mayor expresión, pero por dentro estaba ansioso por escuchar si Kaveh quería formar parte del grupo.
—Perdón, es que me encantaría y todavía no me lo creo. ¿ZhongLi realmente me quiere para un dúo? Mi voz es demasiado... llamativa.
—Si él lo ha pedido, es porque no hay problema. Entonces... te veré entonces el fin de semana allá.
—Claro. Adiós.
El resto del día fue terrible, entre exámenes y libros, pero al menos tenía en la mente el panorama de tener un fin de semana que prometía sería inolvidable. Kaveh pudo sobrevivir sus pesados días recreándose en su imaginación de lo que podía ser. Se levantó de su asiento en clases para entregar el examen al profesor, pasando de cerca por el lugar ahora vacío que había solido pertenecer a Rosalyne.
Pensó en ella con algo de lástima, pues su historia se había dado a conocer días después, con gran sorpresa para todos. La noticia oficial de su muerte había corrido por la escuela como pólvora. Los compañeros más cercanos a ella se les veía inquietos y nadie hizo más nada por organizarse a hacer extraños planes. Unos aprendieron de la experiencia, como una superstición, en la que acercarse a la biblioteca y leer los libros de magia prohibida era el equivalente a invocar la propia muerte, así que se volvieron desde entonces más reservados y alejados del lugar favorito de ZhongLi. Pero para Kaveh y los demás, la historia había dejado una huella casi indeleble, temían que algo semejante pudiera volver a pasar y tomaban las precauciones de no acercarse con los amigos de Rosalyne ni hacer amistad con extraños.
Kaveh pensaba para sí mismo que no le gustaría que su historia romántica con Haitham fuera a ser igual que la de Rosalyne, por eso se repetía mentalmente frases de ánimo para no darse por vencido. Entre otros planes, decidió entonces preparar un regalo para su amado, como tejer una bufanda o unos guantes, ya que el viento del otoño estaba comenzando a soplar cada vez más frío.
El tono del celular hizo sacudir al estudiante detrás de una montaña de libros. Éste dio un vistazo a la mesa, preguntándose dónde habría quedado sepultado el aparato. Se rascó la cabeza y ayudado por su amigo comenzaron juntos a buscar. ZhongLi vio que estaba en medio de las páginas de un manual de apuntes viejo y lo extrajo para atender la llamada. Su compañero Wriothesley al escuchar el suspiro alzó la vista.
—Neuvillette, cuánto tiempo... — cuando el castaño pronunció el nombre de su padre, no pasó mucho tiempo cuando el teléfono fue arrebatado de su mano.
—Hola viejo, ¿cómo estás? ZhongLi está algo ocupado en éstos momentos, si no te molesta yo te puedo poner al día de sus reportes escolares —El mencionado alzó una ceja indignado y haciendo una seña con el índice sobre su pecho a manera de interrogación. Abrió la boca para protestar, pero volvió a cerrarla. En verdad no era el mejor momento para tomar una llamada telefónica de su padre, pues tenía mucho qué estudiar y en qué trabajar. Wriothesley lo sabía mejor que nadie, por eso aprovechó la oportunidad de ponerse al día con el señor Neuvillette, bajo la atenta mirada de ZhongLi.
En la mesa frente al castaño se amontonaba el cúmulo de circunstancias en las que por una u otra razón trabajaba sin descanso, entre las cuales estaban los diseños de ropa que él confeccionaba, la computadora encendida mostrando el sitio web en el cual vendía y orquestaba la realización de las prendas. Había decidido mandar a hacer en volumen algunos de ellos, como los correspondientes a su grupo de amigos, además preparaba nuevos que deseaba que Ajax modelase. Los papeles pegados en la pared eran una muestra de sus ideas, e iban acumulándose conforme veía que sus manos bocetaban algo que parecía prometedor.
Luego encima de eso estaban los exámenes escolares. Los alumnos debían recibir una evaluación en la cual demostrar que sus estudios estaban progresando, para cumplir con los requisitos propios de la educación. Como encargado de grupo, ZhongLi debía ayudar y estar al pendiente de que sus compañeros se preparasen. Entonces creaba guías de estudio para que les fuera más sencillo hacer entrar conocimiento en sus estrechos cerebros.
Por si no fuera suficiente, se acercaba un evento para el cual todo mundo estaba entusiasmado. Para ZhongLi era un día más, no significaba algo dentro de sus tradiciones, pero la escuela le había elegido para ayudar en la organización de una fiesta de disfraces. Su grupo de música estaba invitado y la fecha iba a ser precisamente para lo que los extranjeros llamaban "Halloween". Era por ello que se esmeraba en tener listo los vestuarios cuanto antes y poner más entusiasmo en los ensayos para así poder ofrecer un pequeño concierto dentro de la escuela. Deseaba poder hacer grabaciones y de ser posible presentarlo en vivo por internet. Si todo salía bien, prometía ser una buena propaganda de su grupo de música. Ciertamente no era el único alumno encargado de organizar la fiesta.
Todavía y aun así, era mucho lo que tenía que cuidar, el montaje del escenario, la decoración y lo más importante todavía, componer nuevos temas de música en los cuales incluir la voz de Kaveh por ejemplo.
Pero no era capaz de concentrarse en lo que hacía, si su mente estaba ocupada por la carita sonrojada y llena de pecas de cierto compañero de clases. La letra que estaba componiendo para la canción, se veía influenciada con sus propios sentimientos. El deseo y el desánimo que lo embargaba al ver si Ajax estaba bien cada mañana al despertar. Le interesaba saber si no se había extendido más el karma en su débil cuerpo. Debido a ello, Ajax visitaba de vez en cuando al doctor Baizhu quien seguía observando su progreso de salud. Las manchas se habían ido extendiendo poco a poco, irremediablemente. Respecto a incrementar las colas o no, de hecho no habían hecho nada. Ajax seguía despertando con sus inquietas y peludas tres colas.
Y también tenían prácticas con la energía elemental, para ayudarlo a liberar energía siempre que había ocasión para ello entre sus muchas ocupaciones. ZhongLi había tenido miedo de progresar con conjuros complejos así que cada día solo se dedicaban a realizar lo básico, además de entrenamiento físico. Si bien Ajax no estaba perfectamente bien, lo mantenía estable y podía continuar sobreviviendo un día más y otro.
—ZhongLi tiene unas ojeras que bien podrían servirle de mochila para guardar sus libros, y me refiero a todos ellos. He intentado de todo para hacer que se duerma, le pongo música relajante, le platico anécdotas de mis peleas, hablamos de su relación con Ajax, que en realidad no parece llegar a nada concreto. Y al final del día soy yo el que termina dormido en lugar de él. De hecho sí, opino que necesita ayuda especializada. Si me da permiso, podría noquearlo ahora mismo para hacerlo dormir.
Oír hablar a Wriothesley le producía jaqueca en lugar de relajarlo al trabajar. ZhongLi tenía deseos de ir a tumbarse en la cama de Ajax en busca de su aroma, ya que el pelirrojo aún no rondaba por allí, sino que seguía en su trabajo de mesero del cual a veces regresaba ya tarde. Suspiró todavía haciendo esfuerzos por concentrarse en los papeles frente a él. Frente a sus ojos las letras danzaban en forma de zorritos con suavecitas colas que se le antojaba acariciar. Estaba demasiado cansado como para entender qué estaba leyendo o escribiendo, tecleando en el portátil o a saber qué. Su cuerpo decidió por él, derrumbándolo sobre la mesa y el bolígrafo se resbaló de sus dedos con pereza.
Wriothesley todavía estaba hablando con Neuvillette, se interrumpió para salir de la habitación de ZhongLi sin hacer ruido.
—Es un milagro, ZhongLi se ha quedado dormido, será mejor que baje la voz.
Esa tarde ZhongLi tuvo un breve sueño en el que se vio a si mismo sentado sobre un montículo de libros. Lo rodeaban paredes cubiertas de libros y pergaminos en estantes tan altos que era difícil ver hasta dónde terminaban estos. Entonces levantó la vista al escuchar la monótona y familiar voz que leía un pesado volumen frente a él. El hombre de cabello corto y rubio se detenía al final del párrafo para hacer alguna indicación a ZhongLi respecto a la lección que le estaba dando. El castaño bostezó y parecía no entender nada de lo que pronunciaba Thoma. Sus ojos verdes eran como dos antorchas en la penumbra de esa extraña biblioteca.
—ZhongLi ¿estás prestando atención? —Era la pregunta proveniente de otra voz, detrás de él. El cabello abundante y rosa de la señorita quien era mano derecha del Director, la vidente, parecía muy enojada con él por alguna razón que no parecía entender. Ella suspiró y habló con más lentitud, como si se dirigiese a alguien de pensamiento lento—. Escucha atento al profesor, él te está enseñando todo lo que necesitas saber para cuando llegue el tiempo justo. Trata de recordarlo. Esos conocimientos que buscas con tanto esmero, ya estarán dentro de ti cuando despiertes.
Desapareció la escena frente a él y en cuestión de un parpadeo estaba sentado en el comedor de la escuela, disfrutando de su té favorito en compañía de Wriothesley mientras observaban cómo sus compañeros Lyney y Lynette representaban un show de magia en el cual engañaban los sentidos del público con una serie de trucos. ZhongLi observaba analíticamente cada movimiento, las palabras, los gestos, el escenario e incluso el público. Estaba maravillado de lo fácil que era para ellos engañar el ojo humano con un poco de actuación simpática, elaborados y ensayados movimientos, mientras se preguntaba si era posible con ilusiones engañar al descendiente de cierto brujo que veía el Tiempo.
ZhongLi levantó la cabeza y sobre él estaba un ojo enorme, observándolo directamente, sin parpadear. Esto lo hizo estremecer, pues entendía que era presa de la clarividencia de ese brujo. Nada de lo que hiciera quedaba desapercibido, todos sus movimientos habían sido ya calculados y controlados desde antes de que él lo supiera. Hasta sus días estaban contados.
Entonces la señorita Fu Xuan le susurró desde detrás de la nuca.
—Él no es el único observándote. También tienes aliados que trabajan desde las sombras. Morax ha trabajado creando lazos de alianzas bajo la mesa. Algunos de nosotros también fuimos elegidos por el Destino para ponerle fin a esto. Si no logramos devolver el Tiempo al cause correcto, el mundo se cubrirá de caos. Deseamos detener el despertar de la ira de Morax, pues es capaz de destruir hasta el Tiempo mismo si no puede cumplirse el Destino escrito desde milenios atrás. Derribará los astros y apagará las luces del firmamento, no habrá ya nada que sirva para medir el tiempo. No habrá tierra ni cielo nunca más.
—¿Quiénes son los aliados de Morax? ¿Significa que ellos están de mi parte? —ZhongLi giró para poder hablar con la vidente, pero todo el comedor desapareció. Estaba el lugar tan oscuro como una cueva.
—Él forma parte del grupo de los siete, los cuales son aliados suyos. Como prueba de su contrato, cada líder entrega sus dones a los humanos para que ellos tengan fuerza para defenderse codo con codo, con todo lo que tienen. No son capaces de ver el Tiempo, pero como el aliado del elemento Hydro, han aprendido a valerse de su propia sabiduría para engañar los sentidos del Hijo del Tiempo.
—¿Son los siete altos guardianes aliados contra el Tiempo? Increíble.
—Si así lo requieres, ellos te protegerán con todo su poder. Sin embargo, el Kitsune junto con su amiga íntima, la deidad del Destino, son jueces de cómo se utilice ése poder. Si él decide detener tu brazo, tendrás que obedecer a su voluntad. Es por eso que te pido, que seas cauteloso en la manera en cómo te aproximes a nuestro querido Kitsune. Si en algo llegara a molestarse o sentirse contrariado de nuestra parte, podría rogar a su amiga y cambiar el Destino de una vez y para siempre contrario a nuestro favor.
—¿Desde el principio, es por eso que el brujo del Tiempo tiene tanto interés en él, porque tiene esa cercanía con la deidad del Destino?
—Es una posibilidad que no descartamos. Desconozco el alcance de su poder, pues en lo que alcanzo a percibir en mis visiones, es confuso el momento en el que Ajax fue Destinado a tomar una decisión sobre el futuro que él desea. No dudamos que el Hijo de Tiempo esté haciendo lo posible por ganarse su corazón y favor. Es por ello que te pido que cuides mucho de nuestro querido Kitsune.
La señorita Fu Xuan se alejó luego de una reverencia y el sueño se esfumó tan fácil como éste había aparecido.
La vidente, despertó de la elaboración de su conjuro bastante agotada. Rezaba en su interior por que el mensaje que había querido dar lograse su objetivo. Visitar sueños no era su mejor habilidad. Aquéllos días había evitado encontrarse cara a cara con ZhongLi; de quien sabía que la estaba buscando a propósito para aprender sobre los puntos débiles de aquéllos que ven el futuro.
Una de esas debilidades era crear paradojas. No era bueno propiciar un momento en el Tiempo en el que pelear contra otro que poseía el mismo poder que ella, pero un interés contrario al suyo. Sin embargo podía intervenir siempre y cuando el "otro" no se diera cuenta de lo que ella hacía. Un sueño era algo que esa otra persona no podía ver, pues pertenecía al domino de Morax.
Para cuando el receptor de su mensaje despertó, se sintió en principio incómodo por la postura en que había quedado dormido. Se estiró en la silla, se puso en pie para dar unos pasos alrededor de la habitación. ZhongLi se dio cuenta de que estaba solo y que Ajax todavía no llegaba, de modo que se sentó en la cama de su compañero con el fin de permitirse una siesta mientras meditaba o trataba de recordar aquello con lo que había soñado; preguntándose si el mensaje recibido era verdad o producto de su delirio tras muchas horas de estudio con el consecuente agotamiento.
Ajax lo encontró cabeceando en su mullida camita, envuelto en una de sus sábanas. ZhongLi había puesto boca abajo la foto que había sobre el escritorio del pelirrojo, esa que Capitano había reparado para su novio; de manera similar, los peluches, regalos recientes que adornaban la cama y el escritorio, los había colocado de espaldas también.
Titubeó a punto de tocarlo en el hombro. ZhongLi tenía tan mala cara que sintió que sería un crimen despertarlo. Prefirió dejarlo dormir en lo que se tumbaba a hacer sus deberes escolares y estudiar un poco. Como veía que ZhongLi no despertaba por su cuenta, suspiró.
—¿Cómo te atreves a hacerme esto? No puedo dormir en tu cama como compensación. —Ajax suspiró agobiado, contemplando la posibilidad de quedarse dormido recargado en el respaldo de la silla. Pero antes colocó la foto de su novio de vuelta a la normalidad así como sus muñecos de cabecera.
Se acomodó con un par de cojines en la silla pensando en lo duro que había sido tratar de sobrevivir sin la ayuda de ZhongLi, comenzando por lo difícil que fue volver los fines de semana a casa y encontrarse inevitablemente con Capitano. Se propuso ser el chico "sonrisas" Aprendiendo a sonreír aunque de corazón no lo sentía. Pasó tiempo con su novio pero no volvió a permitirle tocarlo, pues creía que no tenía el derecho a utilizar ese cuerpo ajeno para perseguir sus propios placeres. También no estaba de humor cuando Capitano había rechazado creer en sus palabras con lo sucedido respecto a Rosalyne. Así que su humor había estado afectado de una u otra forma, en la que hizo distancia hasta con la persona que supuestamente amaba y era su novio.
Capitano al verlo en Snezhnaya, se hizo el de la vista gorda, ignorando a propósito el mal humor de su querido. Se guardó bien las ganas que tenía de arrancar las tres colas de zorro y hasta las orejas. Fue una suerte que Ajax hubiera decidido dejar a Natasha resguardada en el santuario en Sumeru, donde las sacerdotisas hacían muy buen cuidado de la mariposa en su ausencia. Pero Capitano no deseaba que Ajax estuviera de mal humor para siempre, así que suavizó su trato con él, actuando como si nada hubiese ocurrido y lo procuró con regalos además de atenciones.
Aether, por su parte se comportó cariñoso con su mejor amigo y aprovechaba cada oportunidad disponible para robárselo al novio, jugar juntos un rato y hacer nuevos recuerdos. Ajax al menos podía ser el de siempre a su lado. Su querido amigo de la infancia era como un bálsamo en sus heridas.
Una noche mientras se quedaban dormidos cada uno en su litera charlando observando las estrellas, pues Ajax no había querido quedarse a pasar la noche con Capitano, utilizando cualquier argumento en mente; aprovechó pues, para preguntarle a Aether su opinión con respecto a su relación con Capitano.
—Ya sé que hay un poco de fricciones entre ustedes, pero no por ello dejas de ser mi amigo. Con sinceridad, dime, ¿qué opinas de Capi?
—Ajax, sabes que te aprecio mucho, pero ésta pregunta es difícil de responder. Apuesto que si te digo que él no me agrada, mañana encontraré un sapo asqueroso dentro de mí sopa, porque él se dará cuenta de lo que charlamos. Pero si digo que Capitano es lo mejor del mundo, creo que me mordería la lengua al hablar porque no es lo que pienso. Sabes, desde el principio tuve celos de ustedes dos porque, sabía que en cuanto se casen y hagan bebés, me habrán hecho a un lado para siempre. Sin embargo, ahora pienso algo totalmente distinto —Aether se mordió el labio para guardarse de expresar en su totalidad la realidad de su pensamiento—. Será egoísta de mi parte darte mi verdadera opinión. Se trata de tu vida, no de la mía. Quiero lo mejor para ti, es verdad. Pero antes que preguntarme mi opinión respecto a Capitano, deberías responderte a ti mismo si esto es lo que realmente quieres. Con la mano en el corazón y ser honesto contigo mismo. Si hay algo que te esté perturbando y te hace dudar de tu amor por él, deberías aclarar esas dudas cuanto antes, pues no solo te haces daño a ti mismo, sino a aquél que te ama. Eso es lo que pienso ahora.
Volviendo su mente a la realidad, Ajax bajó la vista para contemplar a ZhongLi mientras se colocaba lo mejor que podía contra el respaldo de la silla. ¿Con honestidad, dónde estaba su corazón? ¿No se agitaba acaso cada que cierto castaño estaba cerca? ¿No sonreía cada que se encontraba con él dentro del área de los sueños? ¿Acaso no se sentía libre mientras descansaba los fines de semana visitando el santuario, donde ZhongLi estaba alojado? Ese sentimiento que consideraba prohibido, era la verdad que lo entristecía.
—Estar... contigo... —Balbuceó de repente ZhongLi, alarmando al pelirrojo. ¿Este había querido decir algo? ¿Había despertado? Sus mejillas se acaloraron al tiempo que alzó la voz para cerciorarse.
—¿ZhongLi, estás despierto?
Estuvo atento unos segundos, pero no hubo respuesta. Su jefe de grupo continuaba tan dormido como antes. Ajax tenía la tentación de palmearlo en el hombro para despertarlo a propósito, pues la idea de dormir en la dura silla no era alentadora.
Giró el rostro para observar el espacio que quedaba libre en el suelo con la idea de recostarse en él. Había libros, papeles y ropa fuera de su lugar. Supondría un poco de trabajo el hacer más espacio, pero era preferible, pensó él. Puso manos a la obra, acomodando y separando lo que era suyo de lo que no, de modo que pronto estuvo todo limpio.
Comenzó a devolver los libros a los estantes para liberar el escritorio de ZhongLi y así volverlo ligero bajo la excusa de moverlo aparte con menos esfuerzo y hacer espacio. De tal suerte que sin querer pudo ver parte de los apuntes de ZhongLi, sus bocetos y todo aquello en lo que estaba trabajando. Mientras apilaba los papeles y cerraba los cuadernos se encontró con un escrito en particular que llamó su atención. Era una serie de versos debajo de un título que decía "Estar contigo". Si no estaba mal de sus oídos, eran justo las palabras que le había oído decir poco antes mientras dormía.
Su curiosidad lo alentó a seguir leyendo la caligrafía apresurada y apenas legible de su jefe de grupo. Unos renglones estaban tachados con líneas horizontales, y unas palabras se apretaban por encima de los renglones, de modo que parecían haber sido escritas después a modo de corrección. Pequeños letreros indicaban el nombre de Kaveh, y otros decían "todos" y luego aquellos renglones que no tenían nombre supuso eran líneas para ZhongLi.
En sí la letra de la canción era hermosa y sencilla, frases que se repetían una y otra vez en especial esa de "estar contigo", pero algunas de ellas le hacían pensar en su vínculo con ZhongLi. Por ejemplo, el verso que decía
Estar contigo
Es como un sueño
Del que no quiero despertar
Si abro los ojos y no estás
Ajax dejó volar su imaginación pensando en que ZhongLi había escrito aquello pensando en que sus sueños estaban conectados, el lugar en el cuál podían verse uno junto al otro y ser allí simplemente ellos. Continuó leyendo mientras su mente le dibujaba la fantasía de ver a ZhongLi cantando el tema dedicado a él, sintiendo su rostro acalorarse.
Vivir contigo
Es mi deseo
Es todo lo que quiero hacer
Porque a tu lado puedo ser
Solo yo mismo
Cerró entonces el cuaderno al recordar que Capitano podría estar viendo lo que hacía. Fingió que no le importaban los documentos aquéllos. Eran solo unas notas de escuela y diseños de ropa bonitos, los cuáles le habría gustado poder ver en lo real. Al lado unas notas de medidas y números con el título "medidas de Ajax", que lo pusieron aún más nervioso que antes. Todos eran vestuarios exóticos al lado, con nombres de sus mejores amigos, Haitham, Wriothesley, ZhongLi... pero en un apartado especialmente cuidado se dio cuenta de que su nombre aparecía al lado de un diseño que evocaba bien a la deidad del Kitsune del santuario. El folder dentro del que se encontraba ponía la leyenda de "fiesta de disfraces"
El corazón le dio un vuelco al imaginarse que tal vez ZhongLi diseñaba vestuarios inspirados en sus propias tradiciones para asistir a la fiesta de Halloween de ese año. Buscó de prisa el diseño que debería llevar tal vez su jefe de grupo para cerciorarse de que, en efecto él iría representando a Morax. Le palpitó el corazón a mil al enterarse de esas cosas, pues ZhongLi no le había dicho nada de esto todavía, ni en clases, ni en el plano de los sueños.
Guardó todo colocando los documentos en que había trabajado ZhongLi de tal forma que estuvieran a la vista y él pudiera volver a ellos más tarde. Apagó la computadora y finalmente pudo mover el escritorio un poco. Esa fue una de las noches más difíciles en las que apenas pudo dormir unas horas, pues el suelo era bastante duro a pesar de los cojines y mantos extra, pero además por pensar en aquello que había visto en los apuntes.
Al día siguiente por la tarde, cuando ZhongLi hacía las maletas para pasar el fin de semana en el santuario, le entregó a Ajax la invitación y el programa para el evento de Halloween organizado por la escuela.
—Los folletos acaban de imprimirse y repartirse a los estudiantes. Habrá puestos de comida, juegos y recuerdos realizados por los mismos estudiantes. Además se planea hacer un concierto a la luz de las velas. Todos pueden asistir disfrazados si así lo desean. Yo ya elegí el vestuario que usaré ese día. Si tú no tienes nada preparado aún debido a lo repentino de la noticia, me gustaría compartirte un disfraz que estoy realizando. Quedará listo pronto, solo le faltan algunos ajustes. Si dices que sí, trabajare en lo que falta mientras estamos en el santuario haciendo esa breve visita.
—Gracias, yo... —Ajax buscaba las palabras para decirle que no sin sonar descortés—, lo siento es que no puedo aceptarlo.
—Es solo un disfraz, no significa nada más. El fin es que tengas algo para sentirte a gusto entre los demás alumnos, sin que te vean raro por no ir preparado.
—De acuerdo, pero lo pagaré esta vez.
—Como gustes —ZhongLi suspiró aliviado y deseó guardarse el resto del discurso que estaba preparando para después, cuando estuvieran en el santuario. Lycaon los esperaba afuera, con un auto más grande ésta vez, más asientos disponibles para transportar a ZhongLi y sus amigos. Kaveh y Kaeya ya estaban dentro. Haitham y Wriothesley esperaban a su par de compañeros. Ajax saludó alegre al ver a sus amigos y tomó su lugar entre ellos, en una clara evasiva de juntarse mucho con ZhongLi.
Finalmente el Lycaon encendió el auto una vez que todos estaban dentro y se dirigió sin contratiempos al refugio del santuario, donde al llegar Noelle ya los esperaba y cargando las maletas de todos ella misma, guió al grupo a sus aposentos.
La nueva costumbre de Ajax era elegir una habitación distinta a la principal, ocupada normalmente por ZhongLi. De modo que fue a refugiarse con sus mejores amigos Kaveh y Kaeya. En cuanto puso pie dentro, se encontró con una sacerdotisa del santuario quien le entregó a la pequeña mariposa, la cual abrazó de inmediato, muy contento.
Kaveh contemplaba a su amigo mientras desempacaba unas pocas cosas, por eso al ver cómo Ajax suspiraba algo cabizbajo, sugirió salir a tomar un baño en las aguas termales, para conversar un rato y con el pretexto de merecer un buen descanso luego de sobrevivir a duros exámenes de aquélla semana.
—El agua está deliciosa —el rubio se acomodaba en el pequeño pozo de agua caliente invitando a su par de amigos a imitarlo—. ¿Ven éstas ojeras? La escuela ha sido dura estos días y me hacía falta un descanso reparador. A este paso me volveré un anciano lleno de arrugas a temprana edad.
Ajax se colocó a su izquierda dejando en libertad a la mariposa que entonces sobrevoló alrededor de ellos iluminando con su tenue brillo. Volvió a suspirar como si en verdad estuviera cansado. El pelirrojo no escuchaba del todo lo que decía su compañero, solo se dejó hundir en la fantasía donde se veía a sí mismo compartiendo el relajante baño rodeado por los brazos de ZhongLi, quien estaría desnudo. Se besarían y él cantaría el tema de esa linda canción que estaba en las notas. Ni siquiera se preocupaba por cómo subían los colores al rostro porque se justificaría en el hecho de que el agua estaba caliente...
—¡Ajax! ¡Ajax! —repetía Kaveh, devolviéndolo irremediablemente a la realidad. Kaeya soltó una leve carcajada mientras el tímido amigo daba señales de sentirse avergonzado.
—Nos preguntábamos por qué estás tan distraído. ¿Será que acaso sucedió algo que no se atreven tus labios a contar? Tu novio te regaló otro obsequio. ¿Qué es esta vez? ¿Un peluche o un cambio de ropa de dormir quizá más sexy que lo que usualmente llevas puesto?
—¡Kaeya! —alzó la voz escandalizado mientras el par de sus amigos rompió a carcajadas.
—Oigan, hablando en serio —Kaeya interrumpió en medio de las risas, mientras trataba de recuperar el aire en sus pulmones—. ¿Ya compraron lo que llevaran para el día de Halloween?
—¿Te refieres a un disfraz? —preguntó Ajax inocentemente.
—Claro, pero también la lencería. Ya saben, hay que estar preparados esa noche. Y tú Ajax, deberías invitar a tu novio a la escuela para que puedan darse una escapada cuando caiga la luna. Si quieres que te recomiende un buen lugar para intimar, tengo una lista de ellos, solo dime cuál lugar escoges para no cruzarnos por accidente —El chico estaba mucho más rojo que antes en segundos, lo que causó más risas entre ellos.
—Creo que ni siquiera lo había pensado —vista la reacción de su amigo, concluyó Kaeya a la vez que comenzó a hacer planes— Si aún no tienes nada listo te acompañaremos a conseguir un conjunto de ropa interesante, yo todavía necesito conseguir un perfume que le agrade a Diluc en lugar de provocarle alergia.
—Qué mala suerte has tenido —Kaveh dijo a modo de compasión—. En mi caso espero conseguir una reacción de Haitham, últimamente no ha pasado mucho entre nosotros. Así que si tienen tiempo sería genial salir de compras nosotros tres. ¿Les parece bien salir el próximo fin de semana?
—Yo lo tengo libre. ¿Qué dices tú, Ajax? ¿Habrá manera de robar un día de tu apretada agenda?
Ajax pensó entristecido que el fin de semana era su única oportunidad de visitar el santuario en el cual se relajaba bastante, sabiendo que estaba Zhongli, mientras que el siguiente día lo solía utilizar para ir a casa a convivir con su familia. El tiempo no le sobraba, pero supuso que faltar un día al santuario no haría tanto mal, lo único que le afligía era perder la oportunidad de ver a ZhongLi sin sentirse observado por Capitano. Meditó un rato estas cosas, pero al final asintió.
—Le diré a ZhongLi que no vendré aquí la siguiente semana —explicó mientras asentía ligeramente al final.
—No te preocupes por él, seguro que se entretiene lo suficiente con su par de amigos —señaló Kaveh a la ligera, sin percatarse de la fingida sonrisa del pelirrojo.
—¿ZhongLi te ha tratado mal? —Quería saber Kaeya desde hace tiempo, pero solo entonces creyó conveniente hacer el comentario—. Veo que últimamente lo evitas. Él solía marcar su territorio alrededor de ti cuando iba al comedor. Pero ha dejado de hacer eso, quizá porque está demasiado ocupado organizando lo del evento escolar; sin embargo, no dejo de percibir esa incomodidad entre ustedes cuando tienen un encuentro. Ojalá sea solo un efecto de mi imaginación.
Para sorpresa de los amigos de Ajax, éste se volvió silencioso respecto a la pregunta. Bajó la cabeza mientras se reservaba hacer comentarios al respecto. Sin duda que la sola idea de hablar de ZhongLi lo ponía nervioso y no sabía cómo reaccionar. Al final, tras una prolongada pausa les manifestó que no deseaba hablar de él.
—Él no me ha hecho nada malo. Soy yo quien le aconsejó que fuera mejor no tener demasiada cercanía. Ya saben, no quiero que alguien empiece a malinterpretar que hay algo entre yo y mi jefe de grupo lo que podría hacer que mi novio se confunda. Es decir, pasamos juntos ya demasiado tiempo debido a los asuntos escolares y las prácticas privadas, no quiero añadir a esto rumores innecesarios.
Kaeya y Kaveh cruzaron miradas a discreción. No insistieron más en el tema cambiándolo de nuevo, saliendo de casualidad el tema de que ese fin de semana estaban en el santuario para ensayar algunos de los temas que se cantarían en el concierto, indicando que los dos amigos estaban siendo invitados a participar en el grupo de música con ZhongLi y los otros. Además comentaban emocionados que ZhongLi estaba diseñando un vestuario especial para ellos, por lo que requería tomar algunas de sus medidas. Ajax sintió una punzada de celos que de inmediato quería disimular con una sonrisa de aparente interés.
Luego esa misma noche compartieron juntos la cena, sacando el tema de la canción que iban a practicar, lo cual puso a ZhongLi nervioso, pues no deseaba todavía hablar de ello frente a Ajax. Codeó a Haitham para que hiciera que Kaveh no lo mencionara frente a todos; como su amigo no entendía el problema, tuvo que buscar la manera de evadirlo.
—Mañana estaré ocupado terminando detalles relativos a los vestuarios, así que dejaremos los ensayos de música para pasado mañana, les servirá para memorizar la letra. Les enviaré el archivo a sus celulares, con los detalles —sin querer, sus ojos traicioneros cruzaron con los destellos violeta de Ajax antes de volver a concentrarse en su cena.
El último momento incómodo de esa velada fue cuando se levantaron de la mesa para ir a dormir, deseando buenas noches a todos, para que al final quedaran ZhongLi y Ajax por despedirse. Luego de esa pausa incómoda entre ambos, la evasión de miradas y el no decidirse quien hablaría primero, el castaño tomó algo de valor para finalmente soltar lo que rondaba por su mente.
—Ajax antes de que te vayas, deseaba comentarte que estos días estuve ajustando viejos diseños de ropa que me gustaría que probaras. Es decir, para que me hicieras el favor de modelarlos en una sesión de fotos. Perdón, me refiero a que sería un trabajo del cual te pagaré generosamente si aceptas realizarlo. Es que en verdad quisiera que fueras tú. Yo podría organizar mañana mismo la sesión de fotos si te interesa.
—De acuerdo, me gustaría intentarlo.
—Tal vez creas que no eres un modelo profesional, sin embargo... ¿Qué? —ZhongLi se interrumpió a media frase. ¿Acaso había escuchado bien? ¿Ajax había aceptado?
—¿Será mañana entonces? —Ajax ni siquiera entendía por qué aceptaba, la punzada de celos que poco antes había experimentado a causa de sus amigos ahora quedaba atrás. Aunque dijera lo contrario, deseaba que ZhongLi lo mirara a él solamente y sus atenciones.
—Así lo tengo pensado —emocionado, el castaño hizo un esfuerzo para controlar su temperamento, escondiendo apenas la sonrisa que se dibujaba en su rostro—. En cuanto termine de ajustar el vestuario que te prometí esta tarde, podremos iniciar con las fotos.
—Entonces te veo mañana. Buenas noches ZhongLi, trata de dormir un poco.
—Buenas noches, Ajax.
Se separaron para ir cada uno a sus habitaciones. Todavía charlaron un poco Ajax y sus compañeros antes de quedarse dormidos pero el pelirrojo ya no los oía porque su corazón y mente estaban ocupados imaginándose lo que le esperaba al día siguiente. Se durmió abrazando su almohada, escondiendo su cara de felicidad en su suavidad al igual que sus suspiros y pequeñas exclamaciones. Natasha que levitaba sobre su cabeza, también brillaba especialmente esa noche, al reflejar las emociones del mismo ZhongLi.
Apenas pudieron quedarse dormidos y se encontraron en el plano de los sueños, los dos estudiantes hablaron de los detalles para organizar esa pequeña sesión de fotos. Se trataba de un proyecto en el cual potenciar la tienda virtual que ZhongLi deseaba abrir, en la cual tenía un compendio de sus diseños pero realmente no había tenido oportunidad de mostrarlos realizados y expuestos con un modelo vivo, pues solo usaba el clásico maniquí.
—No te mentiré, desde que te vi con en el comedor aquélla vez, vestido con mandil, la idea de que tú podrías ser mi modelo no ha abandonado mi cabeza. La manera en que caminas además es muy atractiva.
—¿Te refieres a mi mandil con holanes? —muy incómodo, Ajax soltó una risita. El uniforme de trabajo era lo que menos le gustaba. Entonces surgió la duda dentro de él. Dependiendo de la respuesta que ZhongLi diera, sabía que se podría arrepentir de haber aceptado el trabajo de modelar—. ¿Exactamente qué tipo de ropa es la que voy a posar para tí? —Recordaba el vestido en los primeros días de clase y el atuendo que usó en el palacio de Liyue, los cuales si bien eran un poco extravagantes no le resultaron demasiado incómodos de usar. Lamentaba por dentro haberlos estropeado, pero cuando ZhongLi hizo silencio al tiempo que dudaba responder a la pregunta, le entró miedo.
—Son solo unos trapos, nada extraordinario —dijo sintiendo la garganta seca, ajustándose el cuello de la camisa que parecía estar especialmente apretado. Sus ojos miraban a cualquier parte menos a Ajax.
—ZhongLi, ¿de qué tipo de trapos estamos hablando?
—Lo verás por ti mismo mañana. Te digo que no tienes de qué preocuparte. De verdad. —No ayudaba el hecho de que mientras hablaba, empezase a sudar bajo la ropa. Tenía miedo de que su modelo decidiera echarse para atrás. Si evitaba decirle los detalles específicos, era porque en realidad la ropa que él diseñaba tenía una expresividad erótica, muy sensual o que dejaba poco a la imaginación.
Ajax detectó el nerviosismo de ZhongLi y su sospecha pareció quedar confirmada por sí sola. Comprendió entonces porqué era la prisa de realizar la sesión de fotos mientras estaban en el santuario. Capitano no lo permitiría, o eso creía. Y si las imágenes fueran a ser expuestas después, esperaba que ZhongLi no lo hiciera de inmediato para no revelar el tiempo aproximado en que se realizaba la sesión fotográfica.
Era sensato ponerlo así, sin embargo Ajax no podría imaginarse ni por accidente que a Capitano, por mucho que le disgustara ZhongLi, estuviera de acuerdo también en la realización de ésas fotos, pues de otra manera no existirían. En cuanto salieran a la luz él haría lo posible por deleitarse también en ellas, a pesar del precio implícito que era pues permitir que ZhongLi diseñase la ropa e hiciera de fotógrafo.