Referencias/Citas:
Iron Man 2.
Los Vengadores.
Capitán America: Civil War.
***
"¿Quién murió?" Tony soltó tan pronto como se conectó la llamada. "¿Qué pasó?".
La pausa de Maria fue ligeramente demasiado larga, el silencio se prolongó ominosamente.
Presionando los talones de sus palmas sobre sus ojos, Tony se obligó a respirar con medida. Inhalar. Exhalar. Lento y fácil.
Loki extendió su mano sobre el corazón acelerado de Tony, como si pudiera evitar que saltara fuera del pecho de Tony.
Ayudó.
Tony abrió los ojos. "¿Hill? ¿Quién murió?".
"Nadie, nadie murió". Exhaló un suspiro cansado. "Nadie real, de todos modos".
"¿Qué?".
"Es Rogers".
*
Esas dos palabras fueron suficientes para hacer que Tony se zafara de las cobijas y se deslizara fuera de la cama, con la mente corriendo a través de resultados cada vez más catastróficos e irreales.
Edificios ardiendo. Túneles colapsados. Aeropuertos demolidos.
Se metió a medias en el par de jeans que había dejado en un montón al lado de la cama antes de encogerse de hombros con la camisa que estaba al lado, solo para darse cuenta de que era de Loki cuando el aroma a cuero y libros y árboles llegó a su nariz y las mangas envolvieron sus manos. Alcanzó el cuello y se preparó para quitársela.
"Espera". Loki musitó, la mirada en sus ojos enviando una oleada de calor a través del cuerpo de Tony, disipando parte del miedo helado.
"¿Y Rogers?" Tony preguntó, extendiendo los brazos a los lados como Loki le había indicado hacer; chispas verdes bailaron por la habitación y el exceso de tela se redujo hasta que los puños quedaron perfectamente en sus muñecas.
Después de la intervención no solicitada e indeseada de la Piedra del Alma, Tony llamó a Maria y le hizo la muy magnánima oferta de extender la estancia de Barnes en la Torre con la explicación técnicamente cierta y deliberadamente vaga de que se había logrado un avance en la recuperación de la mente de Barnes. Ella aceptó y reiteró su promesa de manejar a Steve y mantenerlo fuera de Nueva York.
La pila de expedientes sobre el Soldado del Invierno no mantuvo ocupado a Steve durante más de unos pocos días, y Maria tuvo que redirigirlo enviándolo en misiones, asaltando bases más pequeñas de HYDRA en Europa, bajo el pretexto de seguir pistas sobre Barnes.
En retrospectiva, Tony debería haber captado su formulación vaga y técnica, pero otras cosas habían estado distrayendo su atención.
"Insistió en ir solo, algo sobre cómo es el menos probable de morir en el intento", suspiró Maria. "Recientemente, recibimos información de Rumlow operando en-"
Lagos. La mente de Tony suministró instantáneamente mientras sentía renovado temor retorciéndose en su pecho.
"-Bucarest".
Otro destello de familiaridad de la línea de tiempo anterior que podría haber evitado, pero no había noticias importantes destacadas en esa región. Tony agarró un auricular de la credenza y se lo puso, lanzando una mirada a una de las cámaras.
"En eso estoy", sonó la voz de JARVIS en su oído.
De reojo, Tony observó a Loki arquear la espalda en un estiramiento elegante antes de sentarse y deslizarse fuera de la cama, vestido con lo que Tony había llamado cariñosamente ropa casual asgardiana antes de que sus pies, ya calzados en botas de cuero impecablemente atadas, golpearan la alfombra mullida. Le envió a Loki una mirada suplicante, bajando la mirada a sus pies descalzos y mirando de nuevo a Loki a través de sus pestañas.
Loki sonrió, afectuoso e indulgente, y convocó los zapatos de Tony a los pies de Tony.
"Hubo un enfrentamiento y Rumlow inyectó a Rogers con una sustancia extranjera", dejó las palabras en el aire, como si fueran significativas.
Tony le lanzó a su amante un beso. "¿Ok, y qué? Es un súper soldado, ¿recuerdas?".
"Ya no lo es".
"¿Qué?" Tony tartamudeó, su mente frustrantemente en blanco mientras luchaba por comprender lo que acababa de escuchar.
"No es más un súper soldado".
Nadie, nadie murió. Nadie real, de todos modos.
El Capitán América era una invención del ejército de los Estados Unidos.
"Estoy en camino".
Loki estaba a su lado en un instante.
*
En lugar de volar a la sede temporal de SHIELD con el traje de Iron Man, Tony optó por el método más eficiente de hacer que Loki los teleportara a ambos a la ubicación de Maria.
Había un zumbido de estática en su auricular mientras su propia habitación se desvanecía en una neblina verde y la oficina intencionadamente sosa de Maria aparecía ante sus ojos. Con los ojos cerrados y ambas manos masajeándose las sienes, ella no notó su llegada y continuó hablando por teléfono sostenido junto a su oído por un hombro levantado.
"-cuando llegues aquí, hay más-"
Tony golpeó su escritorio en un intento de llamar su atención.
Un movimiento que lamentó inmediatamente cuando Maria tenía una pistola en la mano y apuntaba en su dirección general antes de abrir los ojos. Sus ojos azules estaban inyectados en sangre por la fatiga, con ojeras morando la piel debajo de ellos. Bajó su pistola. "Stark".
"Comandante". Loki asintió bruscamente, un mordisco en su voz. Extendió su mano en oferta de un apretón de manos.
"Loki". Maria se inclinó hacia adelante para aceptarlo, su elección de permanecer sentada más resultado de su agotamiento que de un juego de poder.
Loki giró la palma hacia arriba antes de que su mano pudiera alcanzar la suya, su pistola desapareció del escritorio y reapareció en su mano. Hilos verdes se arrastraron sobre el arma, desmontándola y dejando caer cada parte de vuelta sobre el escritorio con las balas rodeándolas ordenadamente. "No me gustan las armas apuntando a mi enlace exclusivo".
A pesar de la tensión palpable en el aire, Tony luchó por reprimir una sonrisa complacida. Esto era exactamente el tipo de cosa mezquina que diría y haría si amenazaran a sus seres queridos. Incluso si fuera su propia culpa. Él y Loki estaban realmente bastante bien emparejados.
Maria les lanzó una mirada seca. "No me gusta que la gente aparezca en mi oficina sin previo aviso".
"El señor anunció que estaba en camino, Comandante Hill". La voz de JARVIS resonó desde algún lugar debajo del escritorio de Maria, donde había caído su teléfono.
En lugar de responder, Maria se inclinó para recuperar su teléfono con un resoplido divertido, pero cuando se enderezó, no había rastro de humor en su expresión. "Como estaba diciendo, hay más".
Tony suspiró. "Siempre lo hay". Se apoyó de nuevo contra la pared con los brazos cruzados. Loki hizo lo mismo, presentando un frente unido tanto en sus posturas como en la falta de espacio entre ellos.
"Asigné un agente para vigilar a Rogers e intervenir si las cosas se salían de control. Él, bueno, asumió un riesgo calculado cuando reconoció a Rumlow y determinó que Rogers estaba comprometido. Tomó el primer disparo que tuvo". Su rostro se retorció en una mueca. "Le disparó a Rumlow en la cabeza, a través de Rogers".
"¿Es eso algo que los asesinos realmente hacen? Siempre pensé que era solo en las películas", reflexionó Tony, recurriendo a divagaciones y sarcasmo para desviar la atención de la gravedad de la lesión, especialmente ahora que Rogers ya no era un súper soldado.
"Yo mismo he empalado a muchos enemigos que se creían astutos al esconderse detrás de Thor", dijo Loki de manera despreocupada.
Maria parpadeó.
"Señor, creo que he localizado el incidente". El tono de JARVIS era suave. "Ocurrió hace nueve días".
Inmediatamente, el ánimo de Tony se desplomó.
Nueve días atrás.
Entonces, ¿por qué se enteraba ahora?
Tony sacó su teléfono del bolsillo y lo colocó en el escritorio. "Dale, JARVIS".
La pantalla oscurecida brilló con el azul del reactor arc mientras imágenes de noticias, fechadas el 18 de diciembre, se proyectaban en el aire entre ellos. El audio estaba en rumano, pero las imágenes hablaban por sí mismas sin necesidad de traducción.
Un reportero intentaba posicionar el micrófono frente al oficial de policía, quien seguía girando para señalar hacia el tercer piso del edificio, un complejo de apartamentos de bajos ingresos por la apariencia de las filas de ventanas espaciadas uniformemente con cortinas desgarradas ondeando al viento. En el fondo, dos bolsas de cadáveres eran llevadas fuera del edificio y cargadas en la ambulancia esperando, las luces rojas destellando en la puesta de sol que se desvanecía. El mercado se había dispersado hace mucho y cualquier transeúnte solo miraba la escena antes de apresurarse; desafortunadamente, los crímenes violentos no eran algo inusual en este vecindario.
Tony mordió el interior de su mejilla, tratando de ahuyentar con poca suerte los picos de dolor e irritación. Sabía, lógicamente, que era algo bueno que Maria se encargara de la situación en lugar de llamarlo al primer indicio de problemas, pero no pudo evitar sentirse un poco excluido al pensar que no lo necesitaban. Su estómago se revolvía ante la posibilidad de que tal vez nunca lo habían necesitado.
En absoluto.
Lo cual era ridículo. En la línea temporal anterior, él había estado en un constante estado de casi ahogarse en demandas de su tiempo, recursos y energía, manos codiciosas tirando de él hasta que no podía recordar que había un mundo completo sobre la superficie o cómo era simplemente respirar.
Ahora estaba haciendo pucheros porque Maria realmente respetaba su tiempo y no esperaba que arreglara sus problemas cuando no eran suyos para resolver, y se habría sentido ofendido por su audacia y sentido de propiedad si ella lo hubiera exigido.
Entonces, ¿por qué estaba molesto?
¿Aún era un solucionador clásico, prefiriendo perderse en los problemas de los demás para no tener que lidiar con los suyos propios?
¿O un narcisista de manual, como Natasha lo había perfilado, inflando demasiado su autoimportancia y creyendo que él era el único que podía salvar el mundo, enfadado porque Maria le había demostrado lo contrario?
¿Qué diablos le pasaba?
Como si sintiera las chispas de autoaversión reavivándose en los pensamientos de Tony, Loki enganchó su dedo índice en el codo de Tony. Ese pequeño gesto sacó a Tony de sus pensamientos en espiral y lo devolvió al presente.
Esta nueva línea temporal donde elecciones diferentes habían cambiado la secuencia de eventos, impredecible pero reconfortante porque, a pesar de no saber lo que vendría, sabía lo que había evitado.
Esta nueva vida donde los amigos se convirtieron en familia, construyendo sus propias tradiciones alrededor de los valores que consideraban importantes: entre ellos.
Este nuevo mundo donde no estaba solo y no se quebraba bajo el peso de responsabilidades que no eran suyas para soportar porque tenía aliados dispuestos a llevar su parte.
La elección de Maria de manejar el incidente en Bucarest por su cuenta no era una exclusión de Tony, sino más bien un reflejo de quién era como profesional.
Y no podía culparla por eso, así como no debería culparse a sí mismo por su ausencia.
Tony chasqueó los dedos, la grabación se detuvo y se acercó a las dos bolsas de cadáveres. "¿Buenos disfraces, Rumlow y Rogers?".
De todas las reacciones posibles, no esperaba que Maria silbara, bajo y largo, en admiración. "Impresionante, muy bien hecho, JARVIS".
"Gracias, Comandante Hill".
"En realidad, Rogers y Rumlow", corrigió Maria, señalando las bolsas de cadáveres, su tono relajado y ligero. "Y, en aras de la plena divulgación, Barton". Su dedo aterrizó en la figura borrosa de un hombre encorvado llevando una bolsa de lona. "Él era el agente encargado de mantener a Rogers bajo control. Conoce los hábitos de Rogers, puede mantener su distancia y está altamente comprometido con el éxito de su misión". Agregó ante la mirada incrédula de Tony.
"¡Y tiene la tendencia a dispararle en la cara a las personas con las que está enfadado!".
Loki levantó la mano. "Puedo dar fe de eso".
"Explica la elección de apuntar a la cabeza en lugar del torso". Interpuso JARVIS. "En la mayoría de los escenarios de combate, los francotiradores prefieren apuntar al centro del cuerpo, ya que es un objetivo mucho más grande y igual de letal".
Un compás de silencio mientras procesaban esa información y la manera despreocupada en que JARVIS la ofrecía.
Tony se pellizcó el puente de la nariz y decidió apartar cualquier preocupación sobre su I.A. volviéndose SkyNet. Probablemente era la influencia de Darcy de todos modos.
Maria carraspeó. "No estoy discutiendo que Barton tenga rencor contra Rogers, pero no había forma de que pudiera haber previsto este resultado. Hasta donde él sabía, Rogers debería ser capaz de sobrevivir a un disparo en la cabeza dado que se recuperó de un impacto directo del Hulk".
Tony cambió su peso, cruzando las piernas en los tobillos y presionando la rodilla contra la de Loki, y recordó el cráter en los pisos de mármol del ático y al dios golpeado con ojos claros.
Si te parece bien, tomaré esa bebida ahora.
"Todo lo que Barton vio fue a Rogers sin aprehender a un alto operativo de HYDRA y determinó que Rogers debía estar comprometido o en proceso de ser convertido". Continuó. "Y tenía razón, HYDRA ha desarrollado un contraagente para el suero de súper soldado, probablemente derivado de la fórmula de tu padre, para debilitar temporalmente a Rogers y darle a Rumlow la oportunidad de someterlo y capturarlo".
El coche de Howard, el capó envuelto alrededor de un árbol y el maletero abierto. Un detalle que no había notado en su dolor y enojo. ¿Qué más había tomado HYDRA esa noche?
"¿Barton llegó a casa para Navidad?" Tony se encontró preguntando a pesar de su curiosidad desbordante, tan mórbida como era, sobre el destino de Rogers. O quizás debido a eso, aún no había decidido cómo se sentía o debería sentirse acerca de la situación.
"Sí, y pasaron un gran momento juntos. Como espero que tú también hayas tenido". Agregó significativamente, alertando a Tony sobre el hecho de que quizás no había ocultado su irritación por haberse enterado después de los hechos tan bien como pensaba.
"Uno de los mejores". Tony recordó cómo sus amigos habían intervenido y se aseguraron de que tanto él como JB se divirtieran a pesar de su complicada historia. Y, por supuesto, el maravilloso diario de metalurgia enano que Loki le había regalado y las horas que había pasado acurrucado contra Loki, escuchando el suave tono de la voz de Loki explicando los diversos mecanismos y planeando futuras aventuras juntos. "Relajante, ya sabes".
"En realidad, no lo sé". Maria contraatacó con un levantamiento de ceja, el destello evaluador en su mirada reemplazado por uno burlón. "He estado ocupada lidiando con la muerte de un ícono nacional mientras tú estabas sorbiendo ponche de huevo".
Por alguna razón inexplicable, su bromita juguetona disipó los últimos vestigios de inseguridad de Tony. "Importado, de Irlanda". Adoptó un tono altivo, ofreciendo impulsivamente un detalle aparentemente aleatorio que era en realidad una apertura para una conversación entre lo que se decía. "No has probado el ponche de huevo hasta que has probado este".
Maria inclinó la cabeza con interés. "¿Queda algo?".
"No, todo se acabó".
"Maldición".
"Ves, si hubieras llamado, habría considerado guardarte un poco".
"Lo recordaré la próxima vez". Maria asintió con más gratitud de la adecuada para una oferta de ponche de huevo, importado o no, y su elección de la próxima vez en lugar del próximo año le dijo a Tony que entendía lo que acababa de prometer.
"Bien". No era una garantía de que Iron Man ayudaría a limpiar los problemas de SHIELD, pero era una promesa de al menos considerar prestar su ayuda. La puerta entre SHIELD e Iron Man seguía cerrada, pero ya no estaba tan cerrada con llave como antes.
Un breve momento de silencio zumbaba entre ellos, casi pacífico excepto por el elefante en la habitación que tenían que abordar eventualmente.
Tony sintió que sus hombros se tensaban instintivamente, su guardia subiendo aunque no sabía a qué estaba tratando de protegerse. "Dijiste que el contraagente es temporal, ¿entonces qué pasa con esta tontería de que el Capitán América está muerto pero Steve Rogers está vivo? ¿No puede simplemente, no sé, curarse a sí mismo después de que pase el efecto?"
"Esa era nuestra esperanza, originalmente".
Las cejas de Loki se elevaron, clavando a Maria con una mirada. "Y ahora?".
"Bueno, ¿por qué no les muestro directamente?".