2-BWithU Estar contigo

By LucyMeryChan

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Ajax se enlista en la Academia de Sumeru con el fin de aprender a controlar su poder. En ella conoce a ZhongL... More

Capítulo 1 Pesadillas
Capítulo 2 Primeros encuentros
Capítulo 3 Mariposa
Capítulo 4 La leyenda
Capítulo 5 La fiesta
Capítulo 6 Lo que debo proteger
capítulo 7 Metamorfosis
Capítulo 8 Combate
Capítulo 9 Biblioteca
Capítulo 10 Santuario I
Capítulo 11 Santuario II
Capítulo 12 Cascabeles
Capítulo 13 Detrás
Capítulo 15 Contrato
Capítulo 16 Secuestro
Capítulo 17 Intercambio
Capítulo 18 La ira de la roca
Capítulo 19 Estrategia
Capítulo 20 Dragón
Capítulo 21 El olvido
Capítulo 22 Bocetos
Capítulo 23 Lencería
Capítulo 24 Fuego interior

Capítulo 14 Karma

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By LucyMeryChan


¿El primer amor en la vida tiene prioridad sobre el segundo? Es decir, por el hecho de haber llegado primero y tener derecho de antigüedad, ¿hace que sea lo correcto rechazar una segunda oportunidad de enamorarse? ¿Y si el segundo amor llegara a ser mejor, pero tú no lo sabes? ¿Y cómo saberlo si no sabes quién es ése segundo amor y haces todo lo posible por evitarlo? Sabes que puede llegar un día a tocar tu puerta y remover los cimientos que has hecho con el primero, tu único y querido amor, el dueño de tus primeras experiencias. Sabes que necesitarás hacer más firmes los lazos con el primero si no quieres perderlo para siempre... pero ¿y si el segundo es mejor? ¿Habrá la posibilidad de elegir sin arriesgar el primero? ¿Y se pierde a ambos por la duda?

Definitivamente hay que cuidar al primer amor tanto como sea posible, meditaba Ajax en ello mientras comía de los manjares que había preparado Capitano para alegría y regocijo de su estómago. Sentía que poco a poco recuperaba fuerzas y su ánimo mejoraba a cada bocado.

Luego de dejar una pila de trastos vacíos en el fregadero de la cocina y otros sobre la mesa, luego de una larga hora charlando agradablemente uno con el otro, Ajax pudo decir que se sentía satisfecho. Agradeció la comida, alabó cada cosa que había probado, dijo maravillas del sabor, los olores, la textura mientras sus orejitas se levantaban y su colita de zorro se meneaba con honesta felicidad. ¡Como había extrañado su hogar! Nunca lo había apreciado y amado tanto como hasta ese día, luego de una larga semana en la que estuvo fuera de casa para asistir a clases en otra nación.

Por otro lado, Capitano trataba de ser indiferente a la presencia de la mariposa que volaba por el comedor, ésta había chocado con él un par de veces y tuvo que hacer como si nada en frente de Ajax, pero solo se volteaba éste y la arrojaba lejos como si quisiera destruirla. Sin embargo, como siempre ocurría con Natasha, ésta volvía con su dueño al reconocerlo. De igual manera se le hacía que el tiempo iba demasiado lento, ya quería llevar a Ajax a su habitación y quitarle los trapos que llevaba encima, hacerlos jirones y arrojarlos al fuego.

Se imaginaba acariciando las lindas orejas y la cola de zorro. Sabía que su transformación no era completa todavía, que su amado pelirrojo pronto tendría otras colas, hasta completar las nueve, pero deseaba sobretodo ser aquél por el cual sucediera. Él quería ser el estímulo con el cual pudieran salir las otras colas. Por eso tomó a Ajax de la mano para invitarlo a sentarse sobre sus piernas.

El muchacho puso la espalda recta como tabla al sentir las enormes manos sobre su abdomen y muslos, la otra bajaba por detrás hasta atrapar y acariciar la pequeña cola.

—No creo que sea buena idea... acabo de comer y estoy lleno —Ajax sintió las caricias en su barriga, a manera de relajación, pero le daba miedo que fuera a devolver la comida si seguía apretándolo con fuerza.

—Si sale, puedes volver a comer —Capitano le dijo cerca del oído sin darle más importancia. Tiró un poco de la cola, lo que hizo a Ajax exclamar de sorpresa y dolor. Capitano ciertamente odiaba el hecho de que aquélla cola existiera fuera debido a ZhongLi, y nada podía hacer para cambiarlo—. Descuida, no te la quitaré, pero te gustará la sensación en cuanto te acostumbres al dolor.

Capitano sujetó en su otra mano el traje tradicional de Liyue, a la altura de la cadera. Ambos escucharon entonces la tela desgarrándose como si fuera de papel, separando la continuidad sus hermosos motivos en azul, apareciendo en su lugar piel enrojecida decorada con pecas. Ajax gimió mientras pensaba que aquello le iba a dejar moretones, aparte de que no sabía qué excusa inventar para decirle a ZhongLi que no podría devolverle su ropa. Era el segundo conjunto que arruinaba.

Las manos como garras continuaron destrozando la delicada tela hasta que no hubiera quedado retazo alguno sobre Ajax. En el proceso hubo rozaduras y rasguños marcados en la pálida piel. Capitano no era especialmente cuidadoso en ese aspecto, salvo en las pequeñas descargas eléctricas que desprendía el pelirrojo quien apretó sus párpados para no ver su propia desnudez, concentrado en no lastimar con su energía elemental a quien más quería.

—Déjame mostrarte cómo se siente un beso de verdad —Capitano sostuvo, apretó y estrujó en una mano la suave cadera del otro y con la otra sostenía la quijada para acercar los tiernos labios. Ajax arqueó la espalda y se sostuvo de la camisa de su novio mientras su cola se agitaba inquieta. En cuanto sintió el beso, el contacto con los labios del otro, su quijada se abrió grande dejando paso a la intrusión de la lengua de Capitano, la cual avanzó dentro tan dentro hasta alcanzar su garganta, y luego los dientes los sentió rozar dolorosamente sus labios y carne al paso. En cuestión de segundos estaba probando su propia sangre.

Era inevitable volver en su imaginación al pasado para comparar cuando ZhongLi lo había besado. Igualmente estaba siendo tímido y se sentía asustado de que algo malo pusiera pasar, pero, al menos con Capitano cerca, sabía que no tendría que preocuparse mucho. En teoría, en la práctica, su energía elemental era un caos pero curiosamente ésta seguía bajo su control, no era como si estuviera derribando barreras de defensa en su interior, sino que en cierta forma estaba cansado y no había en su interior demasiada energía extra, podía dejar ir la poca que estaba creando.

En la parte emocional, era notable la diferencia que marcaba Capitano con referencia a ZhongLi, por ponerlo en una palabra, le pareció más salvaje y hambriento que su jefe de grupo. Pensó en cómo iba a ser devorado si aquello continuaba. En su mente se repetía la frase "voy a estar bien".

De un momento a otro, al ver lo dócil que Ajax estaba, al notar lo dócil y sometido a su voluntad, se puso de pie y cargándolo se lo llevó a la habitación de arriba y cerró sin permitir que la mariposa Natasha entrara a molestarlos. Incluso cerró la ventana para que ésta no tuviera formas de entrar. Arrojó a Ajax sobre su lecho, y entonces con todo el suculento cuerpo a su alcance empezó a disfrutarlo entre caricias abrasivas, mordidas y lengüeteos, logrando que el joven se estremeciera y gimiera.

—Quiero que grites mi nombre y supliques con lágrimas —Dijo sonriendo mientras mordía uno de los pequeños pechos entre su poderosa mandíbula— Déjame escuchar tu voz, pues aunque veo el futuro y puedo recordar todo lo que sucederá, no soy dueño de lo que sucede en tus pensamientos, dime cómo te sientes, exprésalo con tu cuerpo, con tu rostro y con palabras.

Encaminó una mano hacia la nuca, para sostenerlo por el cabello. Se quedó mirando a ese temblor en los labios que se habían quedado mudos pero que sonreían. Lamió el rastro de sangre en su mejilla. Los ojos violetas le devolvían una atemorizada expresión. El pelirrojo no sabía qué iba a ser de él y la perspectiva de no saberlo lo atemorizaba. Cualquier cosa que pudiera decir sería resuelta antes de que abriera los labios, es por ello que se tomaba su tiempo en responder, pero no así su cuerpo. En cuanto sintió el tirón de cabello, como una indicación para hacerlo hablar, dijo con cautela un lamento.

—Duele —Ajax tenía los ojos húmedos, en cualquier momento podría llorar con aquélla tortura. Con sus tímidas manos y cola intentaba cubrir sus partes nobles y era tan solo un ovillo de nervios

—¿Crees que esto es dolor? —Capitano soltó una macabra carcajada—. Tal vez te lo parece ahora, pero es posible que recuerdes esa sensación de tu yo del pasado. Tú antes fuiste un guerrero, uno de los más fuertes. Esto que llamas dolor, tiempo atrás no era nada para ti.

—No recuerdo haber sido un guerrero, debes estar bromeando.

Lo soltó de su agarre para separarse de la cama y empezar a desprenderse de sus prendas. Desde su sitio, Ajax observaba no solamente a Capitano, sino la ruta hacia la salida, y buscaba alguna cosa con la cual escapar de allí, un hacha, o incluso pensó en prenderle fuego a la cabaña. Pero no comentó nada ni se movió, en cambio se dio cuenta de que era esa la primera vez que veía el cuerpo de Capitano. Sabía que tenía unos tatuajes interesantes en sus manos y brazos, otros en el cuello, pero no se hubiera imaginado que todo su cuerpo era un mapa de pentagramas y textos de lenguas perdidas escritos entre algunas llagas. Cuando estuvo totalmente desnudo, volvió al lado de su tímido zorro.

—¿Qué son esos? —Le dejó admirar los tatuajes tanto como quisiera. La piel desprendía un olor fuerte y el oxígeno de la habitación era devorado rápidamente por un humo oscuro, similar al que había visto con ZhongLi. El chico retrocedió en el lecho, pensando que aquello significaba peligro—. ¿Y qué es ese olor?

—Es lo que hago para contener una maldición. Si no tuviera este conjuro, es decir los tatuajes, mi cuerpo me consumiría hasta los huesos. Esto es parte del precio que he debido pagar al querer cambiar el destino que ha sido impuesto sobre mí. Tú también tienes algo de ésta maldición dentro de ti la cual contamina tu energía elemental. Entre más decisiones se tomen en contra del destino, la maldición más se fortalecerá, y en consecuencia más pronto el cuerpo volverá a ser polvo, como las arenas del destino.

—¿Yo? —Ajax se puso pálido—. ¿Cuándo tú o yo hemos hecho algo en contra de los designios del destino?

—¿Lo has olvidado? —Capitano dejó de sonreírle y aproximó su rostro al chico a la vez que se recostaba sobre él— Tú que prometiste ser mi amado, a pesar de lo que el futuro tuviera preparado para ti. Tú que creaste un vínculo conmigo, compartes mi misma maldición. El amor es a final de cuentas un fuego peligroso y delicioso que nos lleva a caminar por suelos cubiertos de espinas.

—¿Quieres decir que mi energía elemental está maldita y es lo que le hizo daño a ZhongLi? ¿Tú planeaste eso? —Ajax golpeó a Capitano en el rostro, pero su brazo temblaba y no era lo suficiente fuerte porque el otro ni siquiera hizo esfuerzos por apartarse.

—Yo no lo he planeado. Tú fuiste el que aceptó estar conmigo y maldecirse a sí mismo. Nosotros pertenecemos a aquéllos que no estamos conformes con el guión que se nos ha impuesto seguir. Nuestra sangre y corazón clama por justicia, exclamamos por aquéllos inocentes que sufren por que el destino ha decidido que así fuera. Los niños que crecen huérfanos, el que pierde una pierna o un brazo, las mujeres y hombres que son maltratados en cualquier forma, los que mueren repentinamente, en fin. Yo no soporto ver la injusticia del pasado y la que está por suceder, cuando nuestras deidades no hacen nada por evitarlo. Sin ir más lejos, tú estás irremediablemente atado a lo que el destino quiera hacer de ti, decide por ti, te usa como su títere. Dime entonces, ¿es eso lo que tú deseas? Apuesto que no, porque tú eres cómo yo, quieres elegir tu futuro.

Ajax se estremeció. El discurso y las heridas alrededor del cuerpo de Capitano, no se veían como algo agradable. Este último en cambio puso el dedo sobre el dragón alrededor de la cintura del pelirrojo.

—El sello que tienes es muy valioso. Te ayudará en adelante. Tú y yo juntos podremos ayudar a los que estimas a que no pasen por injustos y dolorosos destinos. Tal vez no seamos capaces de salvar el mundo entero pero podemos hacer que otros se inspiren con nuestra causa.

Hubo una pausa para permitirle a Ajax entender la situación. Nunca lo había contado antes porque eso lo asustaba. Era difícil tomar una decisión en semejantes circunstancias. El hecho de saber que no solo él había sido ayudado, sino su familia y seguramente más personas cercanas a ellos, lo hacía tener una deuda grande con Capitano. El precio por esa ayuda tan voluntariosa, era su propia vida. Comprendió con gran pesar la carga que debía ser el don de ver el futuro. Es por ello que concluyó que su propia vida no le bastaría para agradecerle.

Ajax alzó los brazos a su amado y se entregó a él, con el dolor que éste implicara, una mordida o un rasguño eran solamente una sensación que le recordaba que seguía vivo y un entrenamiento personal para aprender a perder el miedo a éste. En adelante pensaría en aceptarlo como el dolor de un parto en una labor que da paso a la vida, como el dolor y cansancio de un ejercicio y entrenamiento es muestra de acercarse a la fortaleza; el dolor como un símbolo o bandera de empatía entre humanos que han sufrido adversidades.

Las caricias de Capitano eran rasguños, suponía que debido a su fuerza o tal vez a la fragilidad de cuerpo de Ajax. Las palabras dichas entre los dos tocaban la sensualidad y rozaban con la vulgaridad. Los labios del pelirrojo gemían de dolor y placer a partes iguales mientras ambos destrozaban la cama y hacían un revoltijo las mantas debajo de ellos.

Y finalmente así consumieron sus horas juntos, mientras caía el velo de la noche y aquélla habitación se volvía negra como una cueva. Capitano se transformó en una enorme bestia, casi por completo, cola, orejas, garras y pelaje por todo su cuerpo. Era una suerte que la habitación estuviera oscura y Ajax no pudiera ver su apariencia. Por su parte, intentaron por horas que Ajax pudiera hacer crecer alguna más de las colas que se suponía debía tener, pero ningún cambio se presentó. Cuando el cansancio asaltaba el cuerpo de Ajax y éste ya no tenía ni siquiera fuerzas para seguir el ritmo de su amante, sus párpados cansados querían cerrarse para descansar. En ese estado de duermevela, en el que la realidad y la pesadez del sueño tiraban de él por lados opuestos, Ajax creyó oír dentro de su cabeza una voz que le decía.

¡No quiero que lo hagas, no te entregues a él! Aléjate.

Ajax abrió grandes los ojos volviendo a la realidad cuando Capitano lo hacía alcanzar el éxtasis, su boca suplicaba por aire al tiempo que exclamaba confundido. Sus mejillas húmedas en lágrimas acariciaron la almohada. No podía ver a su amante, pero sabía que estaba sobre él, mirándolo desde esas tinieblas, sentía su respiración y calor. Pero su mente dejó de estar conectada con lo que había estado haciendo y trataba de recordar las palabras que había escuchado.

—¿Dijiste algo? —Preguntó en cuanto pudo recuperar un poco de aire en los pulmones y descansar lo suficiente para moverse.

—Eres tú el que no para de gritar y balbucear cosas que apenas entiendo y ¿preguntas si te he dicho algo? —Capitano rió con esa carcajada macabra, no humana.

—Debí imaginarlo entonces. —Murmuró el pelirrojo con debilidad. A esto Capitano frunció el entrecejo, pensando en que algo estaba oculto detrás de esas palabras.

—Será bueno dormir ahora, debes estar exhausto, ya que estas imaginando tonterías. —Fue lo último que escuchó antes de que los ojos violetas se cerraran y dejara de prestar atención a la realidad. Se entregó al sueño como si cayera en las aguas profundas y oscuras del océano.

La sensación de pesadez se deshizo luego al terminar dentro de ese sueño que compartía con ZhongLi. Tardó en salir de su aturdimiento, en recordar dónde se encontraba hasta que encontró a su jefe de grupo frente a él. Éste le devolvió una mirada fría y cansada desde el suelo.

—¡ZhongLi! —Ajax se apresuró a alcanzarlo poniéndose de rodillas junto a él.

—¡No me toques! —El castaño hizo un esfuerzo por incorporarse, hasta quedar sentado, se sostenía con sus brazos temblorosos— Eres un ser abominable.

—Te ruego me disculpes, no sabía que mi energía elemental estaba contaminada... —Ajax que no tenía idea de qué hablaba ZhongLi, habló de lo que entendía—. Capitano dijo que con los cuidados adecuados, pronto estarás bien, así que no tienes de qué preocuparte.

—¿De qué demonios hablas? —ZhongLi se llevó la mano al pecho—. ¿Energía contaminada? ¿Te han lavado el cerebro?

—Yo le pregunté por ti, él me dijo que ibas a estar bien. Cuando dejé Liyue, yo no paraba de pensar que algo malo te iba a pasar, tenía el presentimiento de que no debí haberme ido, pero soy un ignorante y solo habría empeorado todo. —Ajax apretó los puños sobre sus rodillas y no dejaba de sollozar, pero el otro no pareció conmoverse en absoluto.

—Eres el peor mentiroso que he conocido. Actúas perfecto con tu carita inocente, mejor que Rosalyne puedo añadir. —Apretó más fuerte sobre su propio pecho, no disimulando la rabia que sentía—. Me diste tu energía elemental para hacerme sentir cosas que no quiero saber. Semejante artimaña no la hubiera esperado de nadie, mucho menos de ti. Pero caí como un idiota.

—¿De qué hablas? —Ajax intentó tocar la frente del castaño, el cual apartó el rostro de inmediato—. Si estás enfermo por mi culpa, haré lo que sea por ayudarte, le preguntaré a Capitano por una cura y él sabrá ponerte un tatuaje nuevo que te proteja...

—¡Al diablo con ese Capitano! —Dijo alzado fuerte la voz, de modo que el pelirrojo se puso pálido—. ¡Sabes de lo que hablo! La energía elemental que me diste me muestra tus emociones. Aun no las identifico bien todas, pero claro que puedo saber si alguna de ellas es importante. ¡Te dije que no te entregaras a él! Te lo dije una y otra vez. ¡No quiero sentir lo mismo que tú! ¡No quiero que él se te acerque, ni que te toque! Ten un poco de respeto hacia mí. ¿Para qué me diste esto? ¿Acaso te divierte? ¿A cuántos más les repartes tu energía elemental?

—¿Sentiste cuando yo y Capitano estuvimos...?

—¿De qué otra forma hubiera sabido cuando Rosalyne se pasó de lista contigo? ¡Nadie me lo dijo, lo supe por la muestra de energía que me diste! ¿Sabes la angustia que me has hecho pasar? ¡Creí que el idiota de Capitano estaba haciéndote daño! Pero solo era que te divertías, ¿verdad? No sé ni porqué me importa, da igual. Continúa ensuciando tu cuerpo en los brazos del que venga en turno pero no me involucres.

Ajax levantó una mano para cachetear a ZhongLi, pero la detuvo a una pequeña distancia mientras resoplaba muy enojado a su vez.

—Di lo que quieras sobre mí, pero no te permito insultar a Capitano. —Bajó el brazo y tomó aire para regresar las palabras en el mismo tono de voz que hacía el otro—. ¡Es cierto que te di mi energía elemental, pero fue por accidente, yo no sabía que eso traía implicaciones! ¡Tú fuiste el que creó conclusiones sobre mis razones! Yo no soy ni tu admirador, ni un devoto seguidor de Morax, ni estoy enamorado de ti. Te devolveré tu mariposa, no la necesito, la liberaré en cuanto despierte. No tienes derecho a insultar mi relación con Capitano, ni a interponerte entre nosotros. No me interesa lo que te pase o lo que sientas. Dile a tu dios que te quite mi energía elemental. Te devolveré tu tatuaje también, no lo quiero, me arrancaré la cola y las orejas si eso borra tu existencia de mí.

Ajax se cubrió el rostro porque no podía dejar de llorar y derramar lágrimas. ZhongLi se mordió la lengua para no decir más. Ciertamente no le había agradado sentir que Capitano se llevara la inocencia del chico. Pero también le dolía ser el causante de sus lágrimas.

—Si sigues a su lado, solo te llevará a tu perdición. No me agrada tu novio, ni nadie con el poder de ver el Tiempo.

—¿Cómo te atreves a juzgarlo? No tienes ni idea de lo que tiene que sufrir por ayudar a otros. Yo, le debo mucho, es por eso que me insulta mucho escucharte hablar mal de él.

—¿Te refieres a que tiene karma? No creo que él haga algo por buena voluntad. Nadie entregaría su vida por una causa noble tan fácilmente o de a gratis. Debe tener motivos ocultos para cada cosa que hace o dice. No puedo fiarme de nadie y menos de él, sin importar cuánto lo alabes.

—¡Basta! —Esa vez si se atrevió a golpear a ZhongLi, pero casi enseguida se arrepintió de hacerlo, pues éste se derrumbó fácil contra el suelo. No paraba de temblar y toser a continuación. Estaba bastante pálido y ya no tenía fuerzas ni siquiera para alejarse de Ajax o continuar discutiendo—. Lo siento.

Ajax lo observó en silencio, dudando entre acercarse a ayudarlo o no. ZhongLi tenía claro que algo no iba bien con él. ¿Sería posible que Ajax no supiera nada y ese tal Capitano hubiera hecho algo extraño con la energía elemental que sabía que iba a consumir? ¿Pero cuál era la intención de lastimarlo a él sobre nadie más?

—¿Qué tipo de tatuajes tiene Capitano? —Dijo ZhongLi luego de limpiarse la boca de sangre. ¿Sería capaz de averiguar algo haciendo las preguntas correctas? Ajax quien estaba a un palmo de distancia con intención de ayudarlo, se asustó tanto por lo repentino de la voz, como por la sangre.

—No recuerdo bien, despedía un humo negro que no me dejaba ver a detalle. Eran una especie de pentagramas, por todo su cuerpo. Había algunos textos en letras que no pude leer, algunos dibujos de animales...

—No es suficiente información, ¿sabes? —ZhongLi sospechaba que fueran para arrebatar la Exuvia a Ajax. Esperaba que no fuera verdad. Y él que había creído que solo querían aprovecharse de su don de absorber energía para ayudar a Ajax. Se imaginó el supuesto escenario en que Capitano arrebatara a su Exuvia para su propio beneficio, dejando vulnerable al chico pelirrojo. Eso sería asegurar su muerte, ¿no? Haitham ya lo había dejado dicho. Se le quedó mirando, preocupado por la supuesta estupidez de Ajax, o más bien le preocupaba la inteligencia de su rival. Un momento, ¿rival? ZhongLi se llevó una mano a la frente, como si en ese gesto pudiera ayudarlo a reconfigurar las formas extrañas en que pensaba su cerebro.

Rival, eso debía ser. Quizá él era capaz de perdonar a Ajax suponiendo que era inocente, en cambio al tal Capitano no se lo perdonaría pues él tenía el poder de ser consciente en todo momento de que ZhongLi sabría sobre su noche de pasión en que se unió a la persona que justificaba su rivalidad. Y si así iban a ser las cosas, no tenía por qué dejárselo fácil. Ajax iba a ser suyo, a cualquier precio aunque fuera solo por venganza. Pensaba casi en seguida en cómo hacer para que Ajax se diera cuenta del tipo de persona que era Capitano en realidad. Quizá debía hacer que el pelirrojo tuviera sus nueve colas.

—¿Cuántas colas tienes ahora?

—No me ha salido ninguna.

—¿No? —ZhongLi tragó saliva y restos de su propia sangre. No podía ser más pálido. Si no había más colas, bien por él, eso significaba que tenía aún la delantera; sin embargo estaba mal por el hecho de que Ajax no hubiera sentido verdadero placer o aceptación en su acto sexual con la supuesta persona que amaba.

El castaño hizo ademán de girar el cuerpo sobre su costado para levantarse. Solo logró sentir que el dolor se incrementaba y desistió de hacer movimientos estúpidos. Maldijo su estado pues no podría levantarse de cama pronto.

—ZhongLi serás tonto, ¿cómo se te ocurre moverte? ¿Ya viste a un médico? ¿Qué es lo que tienes? Si te has contaminado por una maldición, yo buscaré la forma de ayudarte.

—Estoy recibiendo un ritual de purificación. Es tan lindo como platicar con Morax, mientras que al lado la señorita Hu Tao prepara mi funeral. Mi padre allá afuera se encarga de hacer caer lluvia para que mi olor no le afecte a ningún ser vivo, mientras estoy encerrado en uno de los santuarios de Morax, y tengo unas ganas horribles de aparearme y tomar bebidas energéticas; porque Ajax no está aquí para darme un poco de sus chispitas.

Diciendo la última frase melosamente, mirando dentro de los ojos color violeta y alzando una mano para acariciar su mejilla. Casi al mismo tiempo se volteó para no ahogarse con la sangre que continuó escupiendo en un ataque de tos.

—Por favor, no te mueras...

—Maldición... y yo que quería un beso. Así no se puede.

—Eres un pervertido, solo tú puedes pensar en eso cuando te estas muriendo.

—Si te llega una invitación a mi funeral, ¿puedes ir a darme el último adiós con un beso? Tal vez así pueda revivir —sonrió un segundo antes de volver a toser.

—Eso no pasará, deja de decir tonterías. —Ajax colocó la cabeza del castaño en sus piernas, le acarició el cabello haciéndolo a un lado de la cara. Tocó su frente comprobando así que estaba helado y por el movimiento de su pecho sabía que respiraba con dificultad. Luego de toser un rato que lo hizo preocupar, hubo un largo silencio en el que ninguno decía nada.

Ajax limpió sus mejillas y boca con el borde de la camisa. Observaba las pestañas, las ojeras, la frente descubierta. Se inclinó lo suficiente para besarlo en la frente, pero ZhongLi se movió sin querer, para jalar aire y en lugar de eso tocó uno de sus pómulos. Retrocedió avergonzado por haber caído en esa tentación.

—Puedes besarme todo lo que quieras, te aseguro que no me moveré —aseguró ZhongLi mientras sonreía y hacía lo que podía por respirar.

Ajax apretó el puño en alto mientras apretaba los párpados cerrados y sentía el pulso de sangre en sus sienes. Deseaba darle otro coscorrón, pero se contuvo.

No sucedió mucho más dentro de ese sueño. Hubo bastante quietud y pocas palabras que ZhongLi decía para restarle importancia a lo lamentable de su aspecto, para que Ajax se tranquilizara. Logrando que al menos, aunque preocupado, pudiera tener a la mañana siguiente, una sonrisa en sus labios.

Cuando Capitano subió a despertarlo, se preguntó si Ajax había estado soñando con él y en el fondo de verdad deseaba que fuera así. Disfrutó de la inocente sonrisa hasta que la luz del sol hizo en sí mismo la ruptura del encantamiento.

—Buenos días, ¿recuerdas qué soñabas? Te veías feliz, dime ¿tiene que ver con nosotros y lo que hicimos anoche?

En respuesta recibió la satisfacción de un sonrojo en Ajax antes de que éste le impidiera contemplarlo más por el almohadazo que lanzó contra su cara. El pelirrojo salió de la cama dirigiéndose a su maleta en busca de un cambio de ropa. Anunció que iría a casa para ver a sus amigos y deseaba encontrarse con su familia en caso de que sus padres ya estuvieran de vuelta.

Capitano le informó que su desayuno estaba listo, y salió al piso de abajo primero. El pelirrojo no tardó en ir a probar los sagrados alimentos para recobrar fuerzas. Venía vestido con ropa cómoda y holgada que le permitiría ocultar los rasguños y moretones. Natasha volaba otra vez alrededor suyo como si nada. Ajax no tuvo el corazón para deshacerse de ella todavía, ni hizo nada por su cola y orejas.

—Te veré entonces el próximo fin de semana —Capitano se despidió frente a la puerta de su cabaña minutos más tarde. Le dio un par de besos antes de poner en la mano del pelirrojo una carta sellada—. Si puedes dar esto a tus padres, sé que ellos desean hablar conmigo de un asunto, esto les evitará dar una vuelta por aquí. Y también antes de que se me olvide, hice un envío a tu escuela, son unos muebles para tu uso personal. Una cama y un escritorio. Espero que te sean de utilidad.

—¡Capitano, no debiste! Yo puedo encargarme de mis cosas. ¡Pero gracias! Ten por seguro que te lo pagaré.

—Te enviaré la foto cuando esté lista y algún otro regalo.

—¡Está bien! Entonces... nos vemos después.

—Hasta luego. Cuídate, te llamaré en caso de emergencia. —Capitano vio al chico alejándose y caminando con cierta dificultad por lo adolorido de su cuerpo. En cuanto éste estuvo fuera de su vista, dejó de sonreír y se volvió a su cabaña. Maldecía en sus adentros, Ajax no había adquirido ninguna nueva cola. Aunque ya lo sabía con anticipación, no dejaba de ser frustrante.

Cuando Ajax tocó a la puerta de su casa, la sorpresa de todos fue unánime. Lo vieron de pies a cabeza y tuvieron que tallarse los ojos sus hermanos y padres para confirmar que no era una especie de espejismo. Aether parecía menos sorprendido, por ser su sorpresa una actuación en parte, pues él ya había visto a Ajax con orejas y cola de zorro. Aunque no había punto de comparación entre conocer las memorias de Capitano y verlo con sus propios ojos. Saber que aquello coincidía con la realidad, le envió un escalofrío por toda su espalda.

Ajax bajó la capucha de su abrigo liberando sus peculiares orejas. Sus padres lo arrastraron dentro de la casa luego de inspeccionar que Ajax era en verdad el mismo que ellos conocían. Vieron que tenía unos rasguños y moretones pero el chico no les daba importancia y entonces prestaron atención a la mariposa que venía con él. Como no sabían lo que era, Ajax les hizo pensar que se trataba de un juguete. Teucer quería mirarlo de cerca, saltaba alrededor de su hermano para poder alcanzarlo. No descansó hasta que el dueño le ayudó poniéndolo en sus manitas.

—¡Ajax, hermano! ¡Cuánto tiempo sin verte! —Aether esperó hasta que la familia había terminado de saludarlo, para lanzarse sobre él y derribarlo con un abrazo al suelo—. No volveré a dejarte ir. He estado bastante aburrido desde que te fuiste.

Aether le prodigó de besos en las mejillas, una inusual forma de afecto que no solía dar. Anthon torció el rostro en un gesto de asco y Teucer se les unía para hacer una maratón de besos de bienvenida, imitando a sus padres y el amigo. Detrás de ellos Tonia hacía un movimiento negativo de la cabeza mientras trataba de ocultar la vergüenza que sentía detrás de la mano. Pero lo que nadie podía ver o imaginar, era que Aether utilizaba su recién adquirida habilidad para indagar en las memorias de Ajax y sus pensamientos.

Se llevó una inmensa sorpresa, en la versión de Ajax, Capitano era una especie de ídolo, lo subía tan alto como un altar, mientras que ZhongLi parecía estar en una posición más cercana, más humana. Era para él alguien que admiraba también y respetaba como un profesor, pero no había decidido si tratarlo como un amigo o algo más. Sus sentimientos no se habían establecido con claridad. Lo mismo podía ser que lo estimara y odiara a partes iguales, lo cual era hasta cierto punto gracioso. Aether entendió lo suficiente como para saber por qué a Capitano no le agradaba ZhongLi al grado de considerarlo un estorbo. Pero para Aether quedó el asunto más claro que el agua.

Al fin de su recolección de memorias útiles, Aether sonrió y dejó en paz a su amigo para que la familia pudiera disfrutar de los relatos que el tímido estudiante de Sumeru tenía para contarles, pero sobretodo explicar el porqué de la linda cola y orejas de zorro. Su madre fue la primera en sacar el tema, parecía muy fascinada con la idea.

—Hijo mío, ¿pasaste un buen fin de semana con Capitano?

Ajax que creía entender por dónde iban las tiradas, se había mimetizado con el color de los jitomates.

—No saben lo mucho que lo echaba de menos, pero también a ustedes, la comida de mamá y las travesuras de mis hermanos. —Casi enseguida recordó la carta que su novio le había encargado entregar a sus padres—. Hablando de Capitano, él me pidió que les diera esta carta.

El señor y señora de la casa en cuanto vieron el sobre y reconocieron la caligrafía se abalanzaron sobre el papel. Ajax entendió que debía ser algo importante para que los dos palidecieran. Estos dieron las gracias nerviosamente y se fueron a su habitación para leer la carta inmediatamente. Los chicos se quedaron hablando solos por un rato.

—Vaya, me pregunto qué dirá, ojalá que no sean malas noticias —Aether tampoco tenía muy claro el asunto. Sabía que Capitano había escrito que no sabía nada de cierto chico del hospital. No añadía información importante salvo la de que el hermano gemelo de Ajax se había escapado por su propio pie, pero ni siquiera él que todo lo veía, sabía a dónde fue.

Pero no explicó que, era debido a una ilusión de agua. El gemelo de Ajax era bueno controlando el elemento Hydro por sí mismo.

El pelirrojo gemelo había despertado la noche en que el sello se rompió con el beso de Ajax y ZhongLi. Se levantó de su cama, desconectó todo de su cuerpo y creando un espejo de Hydro alrededor de su piel, se ocultó de la vista de las cámaras y la vigilancia. Nadie lo vio ni se dio cuenta de cuando abrió la puerta para irse.

Caminó por las frías calles vestido solamente en bata de hospital, y con pies desnudos; fue sin un rumbo fijo, ni una consciencia real de lo que hacía. Anduvo así por varios días, sin incluso probar alimento. Sus músculos eran débiles pues nunca los había utilizado más allá de los intentos que las enfermeras hacían por reanimarlo.

En su camino tropezó con una persona que al verlo entendió que era alguien extraviado. La bata de hospital estaba sucia y rota. La mujer que lo encontró intentó entablar una conversación con él para ayudarlo, para obtener cualquier información que pudiera ayudarlo a devolverlo a casa o al psiquiátrico del que se hubiera escapado.

Sin embargo el gemelo de Ajax no reaccionaba a su voz, como si fuera sordo, y tampoco la miraba a los ojos, como si fuera ciego. Cuando ella intentó tocarlo por el hombro éste hizo nuevamente su barrera de espejo y se alejó unos pasos. No contaba con que la mujer fuera lista y viera sus pasos dibujados en el suelo con el polvo de sus pies. Ella lo siguió y detuvo antes de que escapara de nuevo.

—Así que así hiciste para desaparecer. Eres un chico malo. Te llevaré a mi casa, en lo que decido qué hacer contigo o cómo contacto con alguien adecuado para tratar con personas malas como tú.

—Morax... —dijo el gemelo tratando de separarse con sus limitadas fuerzas del agarre de la mujer, pero era imposible.

—Vamos, no te haré daño. Solo quiero devolverte a donde perteneces. ¿Morax es tu nombre o el de tu padre? ¿Quieres que te lleve con Morax?

—Morax. —El chico repitió. Finalmente una reacción pareció dibujarse en sus profundos y vacíos ojos azules, un atisbo de entusiasmo. Luego de aquello se dejó llevar dócilmente y acompañó a la mujer quien tenía prisa y cosas por hacer. Ella no quería dejar desamparado a ese muchacho, pero era cierto que también estaba fuera de sus planes de ese día. Al final lo metió en su auto y viajó con él un largo camino.

—Mi nombre es Skirk. —La mujer acomodó su cabello blanco luego de ponerse el cinturón de seguridad—. Tendré que dejarte en casa, espero no te agobien los niños. Al lado hay una guardería y suelo dejarlos entrar a mi patio. Te dejaré encargado con la muchacha que cuida de ellos, es una chica muy agradable, la reconocerás por su cabello rubio y carácter alegre, su nombre es Yoimiya. Le dejaré dinero para que te compre algo de comer en lo que regreso del trabajo y pensamos cuidadosamente a quién llevarte.

—Morax.

—Así es, para investigar dónde vive él y devolverte a casa.

El chico no conocía otra palabra ni decía nada más. No reaccionaba más que cuando se le repetía la misma. No miraba el paisaje en las ventanillas, ni parecía interesado en más.

Cuando Skirk lo dejó con Yoimiya el encuentro fue apresurado. No le explicó mucho y se fue pronto, dejando a la joven rubia confundida.

—Pues bien, hay que vestirte y alimentarte primero. ¿Cómo te llamas?

El chico se quedó con Yoimiya quien a falta de un cambio de ropa le puso una de sus yukatas y lo alimentó ella misma, pues el jovencito se quedaba perdido mirando en la nada o no sabía ni cómo tomar los palillos ni una simple cuchara.

No causó problemas cuando lo ayudó a sentarse en una banca al sol. De hecho no se movió de allí hasta que fue levantado para ir a comer. Yoimiya entendió que necesitaba ser asistido en todo, no tenía consciencia ni parecía dueño de sus sentidos. Lo único que decía de vez en cuando era "Morax". Fuera de aquello no mostraba más señales de vida. Fue lo que le explicó a Skirk cuando ella regresó. Entre las dos lo hicieron levantarse de la banca y le prepararon una habitación en la guardería para que pasara la noche.

—Mañana vendrán por él. Dejé dicho a la policía que él repetía la palabra Morax. Pero no hay nadie con ese nombre que esté buscando un familiar. Ellos seguirán investigando, mientras tanto el pelirrojo tendrá que ir a un asilo temporal. Perdón por las molestias que te he causado. ¿Fue difícil? ¿No intentó escapar?

—Para nada. Él era demasiado tranquilo. Los niños fueron los que se acercaban a él y le hacían travesuras y arrojaron piedras o tierra. No sé cómo explicar eso a sus padres. Tuve que reprender a los pequeños, pero fuera de eso no hubo problemas.

—Quizá sea mejor llevarlo a un hospital, no parece que esté bien de la cabeza.

—Me da mucha pena por él. ¿Y si se quedara un par de días más? Me gustaría ver si con los niños se anima y con un poco de sol se sentirá mejor.

—Ahora que recuerdo, él debió escapar por su cuenta. Hace ésta magia que lo vuelve invisible a simple vista. Es posible que él haya percibido un tipo de peligro o que no quiera volver a donde pertenece. Si la policía no viene pronto por él, te dejaré a ti encargada de observarlo. ¿De acuerdo?

—Está bien.

Skirk estaba atenta de noche vigilando que el pelirrojo durmiera y de día, Yoimiya se encargó de alimentarlo y atender sus necesidades básicas. El resto de horas lo dejaban un rato sentado junto a la ventana para que sintiera un poco de sol y para que escuchara a los niños cantar en las clases de música, observar a todos jugar o hacer trabajos de aprendizaje.

Al principio no le prestaba atención a su mundo exterior, como si fuera un muñeco. Pero después desaparecía y se perdía por el patio y las calles aledaños. Aunque volvía al caer la noche, cuando el sol se había metido.

Ajax disfrutó a su familia muy poco antes de tener que asistir nuevamente a clases al día siguiente y continuar con sus estudios de la segunda semana. Al llegar a la academia, su primera sorpresa fue encontrarse con que Wriothesley lo esperaba en la entrada y éste le dijo que lo escoltaría por donde quiera que estuviera, solo para asegurarse que no correría riesgo de encontrarse con Rosalyne. Ajax supuso que eran ordenes de ZhongLi mantenerlo vigilado.

Su siguiente sorpresa fue que ZhongLi no apareció ese día en la escuela. Haitham comentó que él no podría asistir a clases por unos días y que él era el segundo al mando así que todos estaban siendo obligados a estudiar el doble o más. Los compañeros en efecto no tenían tiempo para separar la vista de sus libros.

—¿En serio piensas hacerme entrar allí? —Wriothesley miraba con desagrado la biblioteca—. Puedes buscar cualquier libro en internet, si no están, pedir una copia al encargado y salir corriendo. Este lugar me causa alergia.

—Si no quieres entrar nadie te obliga —Ajax entró de todas formas y su guardaespaldas también, pero de mala gana.

La siguiente sorpresa que se llevaron ambos era que ni bien alcanzada la sección favorita de ZhongLi, vieron que tenían una desagradable compañía. Descubrieron que Rosalyne estaba ocupando una de las mesas que estaba retacada de libros y ella se veía bastante inmersa en su lectura. Ajax se puso en guardia.

Si estuviera menos asustado se habría fijado en que el tema de los libros era además extraño; algo sobre invocación de espíritus y posesiones, además de temas relacionados al sueño.

—¿Ahora qué planeas Rosalyne? Este no es tu hábitat natural —preguntó Wriothesley descartando toda posibilidad de que la chica estuviera allí para simplemente...

—Estudiar. ¿Acaso vas a reprenderme por esto? —Rosalyne levantó la vista del papel e hizo una fingida sonrisa en cuanto vio a Ajax, quien se ocultó detrás de su guardián. Ella estaba de una pieza a pesar de la patada que ZhongLi le había dado para noquearla, unos días antes.

Tuvieron que dejarla en paz, abandonado definitivamente la biblioteca. Desde entonces a Ajax no le pareció seguro ningún sitio en la escuela. Estuvieron como nómadas buscando un solo sitio en que no hubiera amigos de Rosalyne, y se dieron cuenta que también sus amigos y compañeros empezaron a volverse muy estudiosos de la nada. Esto era extraño en verdad.

—Tendré que reportar su comportamiento a ZhongLi en cuanto él regrese. No sé si se reirá de mi, pero si tú lo confirmas me creerá.

—Dudo mucho que me crea incluso a mí. Rosalyne no se ve como alguien que haya tocado un libro en toda su vida.

—¿Verdad?

El primer día no hubo altercados para su buena suerte; ni siquiera Haitham o Wriothesley se habían portado mal con él. Tal y como Capitano anticipó, esa semana sería muy normal. Pero no ver a ZhongLi le preocupaba, debía ser que no se encontraba bien todavía. Al entrar a su habitación, sintió verdadera nostalgia al ver la cama y las cosas en su lugar abandonadas sin su dueño. El olor de ZhongLi permanecía como un recordatorio de su existencia. Y al lado, la cama destartalada de los primeros días había sido reemplazada por otra mucho más sólida y elegante. Si bien no era exótica como la de ZhongLi, era lo suficientemente útil como para poder tener un sueño tranquilo y reparador. El escritorio bajo la ventana era también del tamaño justo y necesario, sin adornos, pero de una solidez a toda prueba.

Agradeció mentalmente a Capitano por sus regalos mientras se sentaba para tantear la superficie del nuevo colchón. Éste era también agradable y el olor a nuevo lo impulsó a tumbarse en éste un rato antes de hacer sus deberes escolares.

—Me pregunto cómo está ZhongLi. —Dejó escapar de su equipaje la mariposa Geo y ésta inmediatamente sobrevoló alrededor de su cabeza. Luego se concentró en sus tareas del día antes de apagar la luz y meterse en la cama a dormir. El silencio y vacío que había a su alrededor era asfixiante. Cerró los ojos deseando volver a encontrarse con el castaño y darle un sermón por no asistir a la escuela.

Ojalá que él esté bien.

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