2-BWithU Estar contigo

By LucyMeryChan

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Ajax se enlista en la Academia de Sumeru con el fin de aprender a controlar su poder. En ella conoce a ZhongL... More

Capítulo 1 Pesadillas
Capítulo 2 Primeros encuentros
Capítulo 3 Mariposa
Capítulo 4 La leyenda
Capítulo 5 La fiesta
Capítulo 6 Lo que debo proteger
capítulo 7 Metamorfosis
Capítulo 8 Combate
Capítulo 10 Santuario I
Capítulo 11 Santuario II
Capítulo 12 Cascabeles
Capítulo 13 Detrás
Capítulo 14 Karma
Capítulo 15 Contrato
Capítulo 16 Secuestro
Capítulo 17 Intercambio
Capítulo 18 La ira de la roca
Capítulo 19 Estrategia
Capítulo 20 Dragón
Capítulo 21 El olvido
Capítulo 22 Bocetos
Capítulo 23 Lencería
Capítulo 24 Fuego interior

Capítulo 9 Biblioteca

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By LucyMeryChan


Las amplias puertas de la biblioteca les dieron la bienvenida al par de chicos sedientos de conocimientos. ZhongLi se deleitó en la expresión de sorpresa de su compañero. Pues el lugar era inmenso y la cantidad de libros allí simplemente absurda. Cuando Ajax entraba, lo detuvo uno de los encargados.

—No puedes entrar con ésa botella de agua —detrás de la recepción asomaba la cabeza una tímida chica con orejas que no supo decir si eran de gato en lugar de orejas normales. Sobre su uniforme, una placa ponía el nombre de Sacarosa. Enseguida se les acercó otro encargado de la biblioteca para ayudar el cual tenía un temperamento más firme. Alguien que respondía al nombre de Albedo. El pelirrojo sintió que estaba en problemas. ¿Qué tal si algo sucedía a la biblioteca por su culpa? ¡Nunca se lo perdonaría! Hizo ademán de proteger la botella de agua contra su pecho.

ZhongLi se devolvió por sus pasos viendo que entraba solo. Comprendió el motivo de la discusión y pensó que los encargados tenían la de ganar, pero igualmente quiso probar suerte.

—¿Qué sería más fácil de recuperar, un libro mojado o uno quemado? Aquí mi amigo tiene problemas con sus dedos y por eso termina quemando cosas por accidente.

El encargado pensó demasiado poco el pretexto y al final les sentenció:

—Nada de agua, está en el reglamento.

ZhongLi hizo una seña a su compañero para que obedeciera y entonces Ajax se tragó el contenido de la botella y dejó el envase vacío en la paquetería. A final de cuentas entró con el agua... en su estómago.

—No me gusta ésa forma tuya de estar bebiendo líquidos todo el día. Seguro en exceso es malo para tu salud.

—Y lo es, pero termino evaporando el agua por los poros antes de que cualquier cosa suceda —se encogió de hombros.

—O terminas lanzando ballenas de agua a tus compañeros.

El recuerdo fue demasiado para ambos así que mejor desviaron la atención a la colección de libros frente a sus ojos. Era inmensa. Demasiados volúmenes, que costaría una vida el solo hecho de leer sus títulos, ni hablar de lo que tuvieran escrito.

Los ojos de Ajax, al igual que ZhongLi relampaguearon con luz propia, para ellos era casi lo mismo que estar en el paraíso. El jefe de grupo invitó al otro a dirigirse a una de sus secciones favoritas. Subieron unas cuantas escaleras, esquivaron alumnos, mesas, anaqueles y libreros, hasta que dieron con un sitio poco iluminado y más bien poco visitado. El silencio al interior era obligatorio, así pues se hablaban en voz muy baja.

Parecían un par de tontos admirando todo aquello. ZhongLi aguardaba por la reacción de Ajax.

—Aquí, es donde los libros más viejos son juntados como si ya no valieran. También tienen algunos una restricción de edad. Como vez en los carteles de arriba.

—Es casi como la sección prohibida.

—¡Bah! Los puedes tomar igualmente, pero tendrás en cuenta que no podrás pedirlos prestados, a no ser que un adulto los saque por ti. La sección que se pudiera llamar de magia prohibida o artes prohibidas, sería la que se refiera a aquello que pueda lastimar a terceros como alterar sentimientos, modificar el futuro o lo que posibilite matar personas o seres vivos de cualquier tipo de forma masiva. Eso sin mencionar la invocación de guardianes, como también la posesión de espíritus o cambio de cuerpos, cosas macabras en otras palabras.

ZhongLi contempló durante unos instantes la palidez del rostro de su acompañante, hasta que estuvo satisfecho. Luego extendió el brazo tomando un libro que eligió prácticamente al azar.

—Así como éste. Prácticas de tortura antigua —se lo arrojó a Ajax, quien lo recibió y abrió lentamente con pánico en los ojos, temiendo por su vida.

—No te preocupes, no muerde —sonrió ZhongLi y extendió los brazos tanto como pudo para expresar la totalidad del edificio a su alrededor—. Todo esto es nuestro. Puedes tomar lo que quieras, leer cuanto te dé la gana. Si tu conciencia no te reclama por tomar libros pervertidos, tú sabrás. Eso sí, no se vale maltratar los libros, porque entonces te las verás conmigo.

—De acuerdo. Me portaré bien y leeré en exceso.

Ajax le devolvió la sonrisa. Ambos aspiraron y llenaron sus pulmones del aire de la biblioteca como si fuera el más exquisito de los perfumes y luego se dejaron llevar. Leyeron los títulos de los libros y sacaron alguno al decidirse.

—¿No sería peligroso que esos libros fueran utilizados por cualquiera para hacer cosas macabras? —Ajax preguntó luego de un rato—. Es decir, si un chico, por gastarle una broma a alguien.

—Se supone que un adulto debe ser consciente de sus actos, pero no te preocupes por los jóvenes, dudaría mucho que fueran lo suficientemente listos como para poder llevar a cabo uno solo de ésos procedimientos. En serio se necesita tener la mente torcida y ser un loco para intentar siquiera. Así que eso de la sección prohibida pasó a la historia. Alguna vez se hizo, pero vieron que era absurdo y por eso hoy puedo decir: ¡gracias! —Dijo sacando un libro que prometía ser demasiado sangriento y otro que lo hizo reírse con cierta malicia—. Éste también, a ver si me sirve —murmuró y lo ocultó bajo el saco del uniforme, sin permitir que Ajax se diera cuenta o lo viera.

Ajax se sumergió en los volúmenes de un solo estante, esforzándose por ver todos o la mayoría de títulos al frente suyo; algunos estaban prácticamente ilegibles, otros llevaban las pastas caídas, y otros merecían una renovación completa. Cuando leyó y encontró uno que hacía referencia a cómo conquistar el amor o remover sentimientos, estiró el brazo para alcanzarlo y su mano chocó con otra que iba dirigida al mismo volumen. Acababa de atrapar la mano de ZhongLi y retiró la suya rápidamente.

—¡Lo siento! Tómalo tú —dijo ruborizándose y decidiendo que debería distraerse buscando otro libro que le resultara interesante.

—Le echaré un vistazo y si no tiene nada que me sirva te lo dejo a ti, ¿de acuerdo? —ZhongLi depositó ése y los demás libros en el suelo y comenzó a leer. Tenía un ligero rubor en las mejillas por el leve rose de antes.

—¿Leerás en el suelo? —quiso saber Ajax, sorprendido de que ZhongLi se hubiera instalado todo lo ancho y largo del pequeño pasillo en que estaban. Él se encogió de hombros.

—El suelo como mesa y silla para mí. Además de que hay más espacio así.

Ajax siguió buscando libros y ya que tuvo suficientes, imitó la actitud del otro. Durante largo rato ninguno de los dos habló. ZhongLi hizo una barrera mal disimulada entre él y su compañero, juntando los libros y aprovechó para sacar el que ocultó antes. Su mirada voló por las páginas, dibujos y letras.

—Es inútil —suspiró con un deje de enfado. Abrió el otro libro que los dos chicos quisieron y mientras leía de él algunas cosas, preguntó distraídamente—. ¿Por qué te llamó la atención éste volumen? ¿Es de tu gusto las artes sobre sentimientos? ¿O es por lo de tu poder?

Ajax tragó saliva, no quería sonar demasiado interesado en ése libro. Su intención al elegirlo, era ver si tenía algo que le pudiera ayudar para evitar enamorarse de alguien más que no fuera su Capitano y de paso, si servía para lo de su poder elemental sería perfecto.

—Simple curiosidad —dijo fingiendo desinterés, mientras daba vuelta de hoja a lo que leía.

ZhongLi pareció convencido con la respuesta, porque no se apresuró a soltar el volumen. Ya que decidió que lo había revisado lo suficiente se lo pasó a Ajax. Entonces retomó el otro libro que se empeñaba en ocultar.

—¿Sabes? Los libros que sí deberían ser prohibidos son aquéllos con referencias sobre sexo. Ésos sí que debieran ponerlos detrás de cadenas.

El pelirrojo levantó la vista de su lectura y alzó la cabeza por encima de la muralla pequeña de libros de ZhongLi. Alzó entonces una ceja al tiempo que su rostro adquiría un notorio rubor.

—¿Para que tú no pudieras tener acceso a ellos tan fácilmente? —dijo e hizo que ZhongLi cerrara el libro de un solo golpe. El título sugería el tema sobre formas de curar la impotencia y sus causas. Métodos antiguamente usados, según lo anticuado del libro, cabe señalar. Ajax no comprendió de momento por qué ZhongLi se mostraba interesado en el tema, ni tampoco pretendió pensarlo mucho dada la advertencia de su ritmo cardiaco. —No creo que nadie siga impotente después de ver ésos dibujos y lo que diga allí —dijo Ajax, cerrándole el paso a su curiosidad.

—Quizá tengas razón —ZhongLi tenía igualmente roja la cara, pero más por verse descubierto, que por lo que el libro pudiera ser.

Cada uno volvió a su propia lectura y no se dijeron más hasta que iniciaron la verdadera búsqueda: algo para controlar el poder elemental electro. ¿Por dónde podían comenzar?

—Debemos ser creativos, eso es lo importante. Sabemos cómo es la electricidad, sus reacciones con otros elementos y cómo es su conductividad y al estar asociado a tus sentimientos significa que también hará falta algo sobre eso. Si se pudieran cambiar las emociones fácilmente, sería de gran ayuda, ¿no crees? De hecho sospecho que cuando te enojas, controlas mejor tu poder.

Ajax recordó cómo había sido el combate contra ZhongLi en el área de prácticas. Lo mucho que se había molestado con la provocación de su contrincante y cómo es que tuvo el control de su energía elemental durante dicha pelea.

Se pusieron de acuerdo sobre lo que buscarían primero y luego reuniendo libros volvieron a su lectura. Hablaron solo para mencionar si encontraban algo importante.

Al final decidieron dejarlo todo por esa noche. Ya era demasiado tarde cuando regresaron a las habitaciones. ZhongLi dejó sus cosas y decidió ir a darse un baño caliente antes de meterse a la cama. Ver su dormitorio hecho un desastre justo cuando estaba tan cansado lo desanimó tanto que dejó todo tal como estaba. Ajax sintió algo de compasión por los libros y le prometió que lo ayudaría a acomodarlos.

Estaba él solo ordenando más o menos el desastre cuando vio caer un libro que dio de lleno contra su cabeza. ZhongLi tenía demasiados libros. Los libreros quitaban gran espacio dentro de la alcoba, así pues el mar de volúmenes en el suelo apenas permitía caminar por allí.

Ajax tomó el antiguo volumen para acomodarlo en el que antes era su sitio. Sin poder evitarlo, leyó los lomos de algunos de ellos mientras ordenaba ese caos. Hasta que dio con uno que prometía ser interesante. El corazón inició su típico martilleo al abrir en su regazo el pesado volumen que estaba un tanto empolvado.

Echó un par de hojeadas, admirando la escritura antigua, los dibujos pasados de moda, las advertencias sobre que aquello eran técnicas impracticables o que no debían hacerse nunca, pues traían graves consecuencias. El texto sobre la portada decía: La magia del amor y desamor. Trataba sobre sentimientos, dicho en una palabra. Ajax no tenía idea de que ése tipo de cosas se pudieran hacer, así que cerró el volumen de un golpe, con miedo y decidiéndose: ¿guardarlo solamente, pedírselo a ZhongLi o tomarlo prestado un par de días para leerlo y después devolverlo, claro?

Sopesando las posibilidades, se dijo que no podría dormir si ése libro estaba solo allí guardado y no lo leía. Segundo, ni pensar en pedirlo prestado, ZhongLi podría negárselo, así que la última opción quizá más sencilla era esconderlo por mientras él le echaba un vistazo. Con algo de suerte el jefe nunca se enteraría de que le faltaba solo un libro, ¿o sí?

El corazón lo lastimaba en el pecho cuando tomó esa última decisión. Echó el libro bajo la cama prometiéndose que iniciaría a leerlo ésa misma noche, luego de darse una ducha refrescante.

Dio gracias a ZhongLi por ser un coleccionista de libros raros y se fue directo a las regaderas.

Haciendo las veces de lámpara, la mariposa brillaba con luz tenue debajo de la sábana e iluminaba la superficie del libro. Así Ajax pudo pasar largo rato leyendo hasta que sin darse cuenta, amaneció.

—Hora de levantarse —ZhongLi fue a despertarlo. Se preguntaba por qué no había encontrado a Ajax en sueños, habría podido adelantar lecciones mientras dormían.

Bien descansado y con muchas ganas de molestar, ZhongLi echó mano a las sábanas y se las quitó de encima en un solo tirón, tomando desprevenida a la víctima.

Ajax al verse desprovisto de la manta que lo ayudaba a ocultarse mientras leía el libro que no era suyo, hizo demasiado tarde el movimiento de ocultarlo. ZhongLi no alcanzó bien a distinguir el objeto, pero sí la actitud sospechosa que era imposible no olerla aún a kilómetros de distancia.

—¡Anda! ¿Qué escondes allí? ¿Qué estabas haciendo? —Frunció el ceño.

—¡N-nada! Yo, estaba... viendo la mariposa solamente, me asuste porque... —pensó unos segundos y añadió—...me daba miedo que fueran tus amigos Haitham o Tenshi y quisieran robármela.

—¿Ah? ¿Te refieres a la que está sobre tu cabeza volando tranquilamente, mientras que tú intentas ocultar algo debajo de tu propio cuerpo?

Antes de pensarlo, ya tenía apoyada la rodilla sobre el lecho y sus brazos levantaban el dorso del chico. Con los ojos buscó las manos que se empeñaron en ocultar el objeto, por la espalda.

—¿Qué es? Nadie va a arrebatarte tus cosas. ¿Cuál es el problema? No creo que consumas drogas o portes armas de fuego. Ni siquiera te regañaré si se trata de una revista erótica, antes te advertiría no llevarla al salón de clases o te ayudaría a sacarla de aquí cuando algún profesor inspeccione los dormitorios. ¿Y bien?

La magia del amor y desamor resbaló de los dedos temblorosos del muchacho. El dueño no necesitó leer la portada para saber de qué iba el libro, con solo mirarlo lo había reconocido.

—¿No pensarás en seducir a una chica, o sí? ¿O acaso es por ti? ¿No te sientes lo suficientemente enamorado de tu novio o qué? —Creyendo haber gastado una buena broma se rió socarronamente. Ajax permaneció serio y el otro por poco creyó haber acertado—. No hablaba en serio, pero ¿es acaso cierto? ¡Habla! —ZhongLi lo sacudió por los hombros, haciéndolo chocar contra la pared. El otro no movió los labios para defenderse, así que prosiguió diciendo—. Solamente no vayas a hacer tonterías. Nada de lo que pone ése libro debe ser siquiera intentado. ¿Me oyes? Atentar contra los sentimientos de alguien es una cosa muy seria y las consecuencias pueden ser terribles.

—No voy a hacerle nada a nadie —Dijo Ajax finalmente.

—¿Entonces es por lo de tu exceso de poder? ¡Si piensas en borrar del mapa tus propios sentimientos eres un imbécil! No puedes rendirte de una forma tan baja. ¿Me oyes? —ZhongLi apretó tanto aquellos hombros que parecía desear romperlos. Su expresión no era solamente severa, sino de preocupación al mismo tiempo. La muestra de Hydro dentro de su pecho, regalo de Ajax, pareció debilitarse.

—No quería hacerlo por mi poder. Yo tan solo pretendo conservar un único sentimiento, lo mucho que quiero a Capitano —sus mejillas se tiñeron de rubor—. ¡No tengo por qué enamorarme de nadie más!

Gritó y su cuerpo tembló sin saber por qué. Sin desearlo, ni entender el por qué, sus ojos se humedecieron y dejaron caer dos ríos de lágrimas mientras volvía a tomar el libro y lo apretujaba contra el pecho.

Dejó de sentir presión en sus hombros cuando ZhongLi retiró sus manos. El aire apenas entraba a sus pulmones, soltando pequeños gemidos. Su superior miró y escuchó aquello con renovado asombro. No sabía qué decir exactamente, ni qué debía preguntar primero.

—¡Maldita sea! Quisiera poder decirle cosas hermosas, regalarle cosas hechas por mis manos, hacer con él el amor sin tener que estar pensando todo el maldito día si yo realmente lo amo.

—¿De qué demonios estás hablando? —ZhongLi alzó una ceja.

—Como tú mismo dijiste, no puedo estar realmente enamorado si nunca le he correspondido con obras. Lo peor es que, él me dijo que yo terminaría cambiando de sentimientos. Y le prometí que eso nunca sucedería.

En la mente de Ajax se dibujaba una sola imagen de forma insistente: ZhongLi besándolo. Y era triste porque eso no podía ser, ni entonces ni nunca. No importaba cuánto le hubiera gustado o qué sentimientos estuviesen despertando en su ser, su obligación era darle fin antes que empezar a alimentar ilusiones. Crispó los puños, enfurecido consigo mismo.

—Yo te ayudaré a hacer el hechizo que necesites —Le sugirió ZhongLi. Su voz fue tan profunda y amable que pareció alcanzarlo.

Y solo ésas palabras bastaron para que algo dentro de su pecho se hiciera trizas. Su rostro se volvió pálido en un segundo y sus fuerzas se redujeron a cero al levantar la cabeza y comprobar en la expresión de ZhongLi que sus palabras iban en serio. ¡Pero de entre todas las personas, no quería que lo ayudara él! Además, ¿por qué tenía que dolerle tanto si ya estaba decidido?

—Pero para eso todavía tienes que estudiar unas cuantas toneladas de libros, día y noche sin parar.

ZhongLi ponía atención en los cambios de humor de Ajax y ninguno de ellos le gustaba nada. ¿Qué cosa pasaba por esa cabecita? No podía adivinarlo, aunque intuía que, de saberlo, no le gustaría mucho.

Ajax tuvo el impulso de gritar improperios añadiendo de trasfondo que no quería, pero debía dar fin a creer estar enamorándose de su jefe de grupo. Antes de poder decirlo, un par de dedos tocaron sus labios, haciéndolo callar. En cierta forma, ZhongLi estaba comportándose sensiblemente con él, añadía al gesto una mirada seria y de ésas que podrían llamarse letal mente encantadoras.

—Ya no te hagas más daño.

Le quitó ahora el libro de los brazos, de la forma más gentil que podía, tratando de no arrebatarlo, pero sí reclamando significativamente. Ajax mismo aflojó los músculos dejando libre el libro.

¿Cómo rayos hacía para tener esa fuerza sobre él? Por más que no lo quisiera, terminaba cediendo a sus órdenes y sufriendo si lo hacía enojar. ¿Por qué le molestaba haberlo visto besar a Haitham? ¿Por qué tenía que ser así?

Ambos se vistieron el uniforme en silencio y al poco rato salían directo al aula de clases. A ZhongLi se le unieron sus amigos. No tardó su conversación en dirigirse en torno a lo sucedido con Haitham y su cita. Este hacía un gran esfuerzo por conseguir no golpear a su par de amigos a la vez que no podía evitar sonrojarse.

—Les he dicho que no ha pasado nada. Solo estuve un rato con él y charlamos, nada más.

—Haitham no volvió en toda la noche —Sabiendo que Wriothesley era su compañero de habitación, su testimonio era de peso. ZhongLi miró boquiabierto a su amigo.

—Felicidades —dijo como si hablar le doliera—. Creía que seríamos amigos para siempre, pero ahora veo que no tenía la razón, tu corazón siempre estuvo en otra parte.

—¡Basta! No supongan tonterías. —Se cruzó de brazos mientras soportaba las miradas juiciosas de su par de compañeros, hasta que no pudo contra tanta tensión y empezó a hablar—. ¡Déjenlo ya! Sí. Pasé la noche con él y... luego pasaron cosas, lo normal.

—Normal. —ZhongLi sobreactuaba su indignación.

—Somos jóvenes, la vida es hermosa.

—Kaveh debe tener un trasero muy sabroso y todo lo demás. Apuesto que estuvo muy ocupado observándolo y tocando cada músculo mientras daba aburridas explicaciones anatómicas... —Wriothesley ya se imaginaba la escena.

—Es precioso. ¿Qué más puedo decir? Pero en compensación le permití dibujar mi atractivo rostro. —Sínicamente continuó la historia dándola así por confirmada.

—Ah claro. —ZhongLi apretó fuerte sobre el puente de su nariz—. Te ofreciste como modelo del artista, ¿y ahora tendrán citas frecuentemente?

—Sí, hasta que pueda terminar el retrato. ¡Qué remedio!

ZhongLi no podía creerse el cuento. O a lo mejor solo lo creyó como un preludio de lo que habría pasado después.

—¿Alguien más lo sabe? —ZhongLi hacía un cálculo mental de las consecuencias. Si un profesor se daba por enterado, eso significaba que serían castigados el par de alumnos implicados y con ellos sus cómplices, pero además los encargados de grupo de ambos—. Espero que hayas sido lo suficientemente discreto.

—Solo ustedes. Lo juro. Además, ¿por qué debo darles explicaciones?

ZhongLi no estaba seguro de si era cierto. Lo peor es que no había forma de detener a su amigo y las futuras citas.

—No lo hagan en la escuela, diviértanse en otra parte. Yo no soy su padre como para ir detrás de cada uno de ustedes.

—Por cierto, Kaveh estaba muy molesto contigo. Vio la pelea y lo mucho que pusiste en peligro a Ajax. Me costó trabajo convencerlo de que la pelea estaba bajo control y que el chico estaría bien en cuestión de minutos. Me pidió encarecidamente que dejemos en paz a su amigo. —Haitham y su dúo de amigos giraron sin discreción hacia donde estaba el pelirrojo. El chico en cuestión se había quedado dormido sobre su butaca.

Debido a estar leyendo durante la noche, no había podido dormir, por lo que había agotado sus fuerzas. Sus labios sonreían de una forma encantadora, y de cuando en cuando decía una tontería. ZhongLi sonrió sin darse cuenta, embobado por la expresión de Ajax. Wriothesley y Haitham se miraron entre ellos y asintieron.

—Sería bueno que alguien lo llevara a los dormitorios, así no puede atender las clases. —Empezó a decir el novio de Kaveh.

—No lo juzguen —quiso defenderlo ZhongLi al recordar que lo había encontrado esa mañana leyendo—. Le he dicho que debía leer mucho y él solamente obedeció.

—Quizá deberías recompensarlo con un beso y así despertarlo de su cuento de hadas. —Comentó el otro de sus amigos.

ZhongLi suspiró sintiendo que la situación lo superaba. No podía reprender a Haitham por haber pasado la noche con el chico rubio, siendo que él también había tenido ciertos encuentros con Ajax, aunque nunca en ellos hubiera habido nada serio. Pero que su par de amigos pensaran que había pasado los límites de lo que la moral permitía era otra historia.

Al final decidió llevar a Ajax de vuelta a la habitación para dejarlo descansar y puso sobre sus cosas la lista de deberes que tendría qué hacer para no perder el estudio de ese día.

Sin embargo, se permitió recostarlo en su cama y estuvo contemplándolo mientras dormía. Se permitió acariciar las orejas y cola de zorro y en ello estaba cuando le surgió una idea. Caminó de regreso a la puerta, dio un vistazo al pasillo para asegurarse que no había nadie. Volvió a entrar y cerró detrás de él echando la llave. Entonces volvió a sentarse al borde de la cama y a poner a prueba un experimento.

Pasados unos minutos, Ajax se giró en el suave lecho de ZhongLi, parecía muy cómodo y olía bien. Estiró brazos y piernas un poco al tiempo que dejaba escapar un bostezo de su boca al despertar. Se disponía a acomodarse en posición fetal, mientras su cerebro le decía que no recordaba cómo había llegado allí. Se talló los ojos al reconocer el olor y colchón que eran de ZhongLi.

—Buenas... —Ajax dejó la frase a medias al enfocar al sujeto, quien le devolvió la misma expresión de sorpresa—. ¿Qué... haces? —creyó haber perdido todo el sentido de raciocinio, pues su cerebro no procesaba lo que veía; ZhongLi tenía el pantalón abajo de las rodillas y se llevaba una mano a la entrepierna.

Ajax se sintió un intruso dentro de las cuatro paredes. Solo acertó a girarse de espaldas para evitar mirar a su compañero de habitación. ZhongLi resopló enojado más que de vergüenza.

—Bien, ya puedes burlarte.

—¿Qué? —Ajax parpadeó confuso. ¿Por qué o de qué debía burlarse?

—Maldita sea, ¿qué no es obvio? —ZhongLi fruncía el ceño clavando los ojos en la espalda del compañero—. Ya me viste antes, no pasa nada si vuelves a hacerlo.

Pensó Ajax: "¡Está loco! ¿Quiere que mire?" Sintió su cara acalorada de solo pensarlo.

—Lo mismo da si estás pensando en ello. ¿No? —Insistió ZhongLi y el otro accedió queriendo sentirse tan normal que como si lo hubiera hecho Haitham.

ZhongLi le guió la mirada con sus ojos, para indicarle dónde. Sin querer, ya estaba contemplando la masculinidad de su jefe de grupo. La capacidad de raciocinio en Ajax seguía en cero.

—El hecho de que usted se masturbe no es asunto mío y no tengo por qué reír, ni quiero burlarme de nada. Yo ni siquiera podría... —Ajax buscó su maldita botella de agua, pero no tenía ninguna al alcance.

—No me refiero a eso —ZhongLi a pesar de todo seguía estático. Se cubrió como pudo con el borde de la camisa—. Me refiero a que soy impotente.

—¿Eh? ¿Se refiere a disfunción eréctil? Porque tipos de impotencia pueden ser otras cosas...

—¿Es tan difícil de suponer? —Suspiró con fastidio—. Ya puedes reírte.

—No puedo. Ya sabes por qué. Necesito agua, ahora vuelvo.

—Ven aquí un momento. —ZhongLi lo acorraló contra el lecho para no dejarlo escapar—. Dime una cosa, que no me lo creo: ¿tu novio es un mojigato? ¿No le importa saber que tú...?

—No tiene por qué decirlo así —Ajax resopló abrumado por calificativo dirigido a Capitano—. Él me tiene demasiada paciencia si he de admitir.

—Estaba pensando en un experimento. ¿Te parece si intentamos algo? —Se deshizo de sus pantalones y se tumbó sobre Ajax, para continuar frotándose contra su pierna. Ahora que el chico estaba despierto podría saber si realmente podía lograrlo—. Sería bueno que me prestes atención.

—¿Qué? —Ajax alzó una ceja pensando cuál sería la siguiente tontería del día. ZhongLi se acercó para besarlo. Necesitaba comprobar que Ajax era diferente.

—Mírate, eres tan dócil—en ése momento ZhongLi liberó la corbata mientras saboreaba la boca al tiempo que se apretujaba contra sus piernas. Ajax debió ruborizarse solo por eso, a pesar de haber ropa de por medio—. Aguanta un poco, no pasará de una caricia o dos.

—Tu forma de tocarme no parece bien intencionada, además nadie te ha permitido... —Le hubiera gustado añadir que se sentía incómodo con su cuerpo desnudo encima de él.

—Quiero ver qué tanto resistes sin exaltarte o en caso contrario, qué tanto puedes controlar tu poder. Recuerdo unas notas muy cursis en tu libreta de apuntes.

—¡Basta! Te permito experimentar, pero no te metas con el tema de mi novio —Ajax ya estaba muy enojado y con razón. No obstante sus brazos no parecían querer apartar a ZhongLi, poco estaba haciendo para quitárselo de encima.

El castaño pareció darse cuenta de algo que antes no. Luego sonrió de forma maligna. ¡Eureka!

—Sí, definitivamente tu novio debe ser la personificación de la pureza y bondad —Su sonrisa se amplió y no se molestó en decir lo que acababa de descubrir, antes más bien siguió haciendo pruebas, tanteó su suerte lamiendo el cuello y hombro de Ajax. Su olor era exquisito, se decía mientras le acariciaba el pecho debajo de la camisa—. Y bien, dime, ¿tú y tu novio han discutido por algo antes?

—¡Jamás! Él no es como tú y tus amigos. Siempre me está ayudando. ¿Cómo podría discutir con él por cualquier cosa?

—Ah, ya veo... —meditó unos segundos sintiendo que su cuerpo empezaba a reaccionar satisfactoriamente a su deseo—. Apuesto que se han besado muchas veces en el lugar apropiado para que tu poder elemental no salga de control. Solo que, ¿no sientes que eso le quita con el tiempo espontaneidad?

—¿Qué? —¿A qué quería llegar con ese interrogatorio? Se preguntaba, sin encontrar la lógica. De todos modos le era difícil pensar al notar que ZhongLi se endurecía al frotarse contra su pantalón. Más aún, crecía una segunda erección.

—Sí. ¿No dijiste que quisieras tener la libertad de tratarlo como él se merece, sin tener que tomar las debidas precauciones y así sorprenderlo? —Contempló el rojo intenso en el rostro del chico tanto tiempo como creyó conveniente. ¡Ponerlo en aprietos era tan fácil y... excitante además! Sonrió con malicia pensando en lo siguiente que diría. Pero quería tomarse su tiempo para disfrutar de la sensación que le provocaba su calor, su cercanía, su olor y presencia.

—Y él sería incapaz de darte lo que necesitas para controlar tu poder, aun sabiendo la respuesta. Eso me huele mal. No sé tú, pero quizá no te desea tanto como tú a él. Es lo que veo —mintió o tal vez no, pero le daba igual ya que su objetivo era hacerlo enojar.

—No puedes hablar así de él. Ya fue suficiente de meterte con mis asuntos.

ZhongLi abandonó su sonrisa y se preparó para soportar el dolor de su transformación en dragón. Lo había logrado de nuevo, sin necesidad de mucho más. Algo debía tener Ajax para que solamente con él fuera capaz de excitarse. El dolor de su cola al crecer, de las escamas y sus cuernos junto con las palpitaciones de sangre alrededor del cuerpo esa vez la transformación fue más satisfactoria. Tanto así que dejó escapar por su garganta algún ronroneo y abrazó el cuerpo debajo de él por la cintura. Se esperaba que Ajax soltaría improperios para liberar todo enfado, pero al fin y al cabo poco le importaba, su objetivo era analizar el resultado de su experimento.

Teoría, información y comprobación. ¡Oh, sí! La teoría parecía sencilla, solo faltaba llevarla a cabo cada que tuviera oportunidad para saber si podía ser verdad. Controlar qué tipo de emociones lo afectaban más. ZhongLi analizaba que desde la inocente perspectiva de Ajax, Capitano se comportaba como un caballero, pero eso no lo hacía más que sospechar. Si la ira era la solución, entonces tenía sentido decir que el novio de Ajax, al saber el tipo de experimentos que realizaba ZhongLi, ¿se aprovechaba de la situación? Le parecía simple y perversamente ingenioso. Ya estaba siendo utilizado desde un principio, sin siquiera saberlo. No tenía pruebas, pero eso explicaría la razón de que el tal Capitano no le advertía de ésos encuentros con ZhongLi en los que solo terminaba enfadado el pelirrojo.

Y para entender si daba resultado hacer enojar a Ajax, había que practicarlo. Ajax no parecía alguien que tuviera tendencia a enojarse, porque se entendía que se le complicaba devolver los insultos.

—No has tomado tu agua —dijo al fin ZhongLi luego de unos minutos de acurrucarse junto a su compañero—. ¿Sientes que tu energía elemental sea incontrolable?

Tras la pregunta, Ajax dejó de lanzar tímidos improperios. Su mirada pasó de la sorpresa a la duda.

—No. ¿Pero... cómo?

ZhongLi frunció el ceño pensado que quizá no era recomendable decírselo todavía. No cuando Ajax creía ciegamente en su novio y cuando ZhongLi era en cambio el que más debía odiar. Chasqueó la lengua pensando en qué tipo de persona sería el tal Capitano. No podía siquiera imaginarse en confiar en alguien con poder para predecir el futuro.

—No lo sé —mintió y analizó el cambio de humor de Ajax según la muestra de Hydro dentro de su pecho, quería adivinar qué pasaba por su cabeza—. Sé que te enfadarás conmigo de ahora en adelante, pero es por tu bien.

Ajax sintió contra su cara la punta de la cola de ZhongLi, que trataba de acariciarlo. Ésta era un poco torpe, pues no estaba acostumbrado a mover semejante peso en su cuerpo. Se dijo que quería hundir los dedos entre ese pelaje y abrazar la escamosa cola, al mismo tiempo que se repetía que estaba enojado todavía. En cambio, ZhongLi sí que se permitió acariciar la cola del pelirrojo. Éste último sintió cómo el gesto le ponía la piel de gallina, a la vez dejó escapar de sus labios un gemido. No sabía que esa parte de él pudiera ser tan sensible. ZhongLi pasó la lengua para alisar sus orejas y ante aquello no se pudo resistir, ofreció casi inmediatamente la otra oreja, la sensación era demasiado agradable, la lengua de ZhongLi tenía la textura perfecta para producirle cierta satisfacción.

Antes de darse cuenta, los dos estaban ronroneando y besándose. Espera, ¿besándose? Ajax recordó a Haitham sin querer.

—Ya es suficiente —Por primera vez hizo un esfuerzo por separarse. Extrañamente, pudo liberarse sin hacer mucho esfuerzo, ZhongLi no opuso fuerza en detenerlo—. Yo no soy como tus amigos a quienes puedes besar cada que te dé la gana.

—¿Qué quieres decir? —ZhongLi no pasó desapercibido la nota de voz, que sugería que Ajax hablaba con pleno conocimiento de lo que decía. Pensando en ello recordó que había estado con su amigo en arroyo y eso lo hizo sonreír con malicia—. ¿Me viste con Haitham? ¿Estás celoso?

—¿Yo celoso? —Ajax se ofendió y acaloró por la sola mención del asunto—. No es mi problema lo que te interese hacer con tus amigos, pero eso no funcionará conmigo. Es todo lo que quiero decir.

ZhongLi se incorporó fuera de la cama, poniéndose de pie frente al otro a un palmo de distancia, con el fin de sostenerle la mirada y comprender sus expresiones mejor. Ajax evadió la extrospección sobre su persona agachando la cabeza. Fue mala idea porque sus ojos se deslizaron sobre la doble erección de ZhongLi, y su boca empezó a salivar contra su voluntad.

ZhongLi lo tomó por la barbilla, para sostener en un ángulo visible la cara del otro. Ajax tragó saliva, mientras juntaba las manos alrededor de su cola, sosteniéndola quieta. Deseaba ocultar ese inusual interés por quien tenía cerca, despertando sus instintos.

—Solo lo besé para saber si tenía algún efecto en mí. Pero fue inútil. Estoy tratando de averiguar por qué contigo mi cuerpo reacciona.

—¿Haitham no es un alpha? —El pelirrojo hacía esfuerzos por controlar su respiración, el olor de ZhongLi rodeaba la habitación. Dio un paso atrás.

—No es tan sencillo, hay algo más allá de que tú seas un omega —Dio un paso al frente, siguiendo al chico, intimidándolo pero sin disponerse a hacer mucho más, solamente observando las reacciones de Ajax.

Este entonces retrocedió bastante hasta llegar a la ventana, para luego avanzar al frente con impulso así poder empujar a ZhongLi hacia la cama, en un parpadeo cuando el castaño caía al colchón Ajax se posicionó a gatas sobre su compañero, con las rodillas abiertas alrededor de su cintura, los brazos extendidos junto a su cabeza. Sus ojos violetas lo juzgaban desde arriba.

ZhongLi abrió la boca con sorpresa, lo último que esperaba era algo así. Ajax lo miró con el ceño fruncido y lo sujetó por el cuello de la camisa para...

La mano derecha del niño se cerró en un puño. Tenía rato deseando golpear la cara preciosa de cierto jefe de grupo. Concentró sus fuerzas en su puño, tantas que ya dolía solo de pensar lo que podía hacer. ZhongLi no cerró siquiera los ojos para defenderse del fortísimo golpe que recibió, luego otro y otro...

—Nunca, jamás, vuelvas a acercarte a mí de ésa forma, ¡ni de ninguna otra! Odio tus besos, tus manos, tu cuerpo, tu presencia, lo que eres. Odio obedecerte según tus deseos, odio que mi cuerpo se excite con tus caricias o besos, odio tener que decir esto, odio tener que evitar enamorarme de ti, te odio a ti... demasiado.

Ajax golpeó mientras decía todo aquello hasta que su cuerpo tembló y sus lágrimas salieron bañando las mejillas de un estupefacto ZhongLi.

¿Había dicho que odiaba evitar enamorarse de él?

—Odio... —su puño dejó de estar cerrado para apoyarse a un costado de ZhongLi y liberó el cuello de la camisa. Miraba a un rostro ensangrentado mientras murmuraba cosas que solo salían de su boca, sin poder detenerlas—. Odio que Haitham se te acerque, que te vea y te toque... pero odio más que tú lo beses a él, que lo trates como alguien cercano a ti. Odio cuando te enojas conmigo, odio empezar a quererte de ésta manera, porque al final... tengo que olvidarte.

—No me olvides si tanto te duele.

—¡Cállate! Hice una promesa y voy a cumplirla. Yo seré solo, única y exclusivamente para Capitano, así que... de una vez que te quede claro. No quiero que te acerques más a mí de aquella manera que solo tú sabes hacer.

—Con una condición.

—¡No estás para pedir condiciones!

—Y es que dejes de llorar. Si hay algo que odio de ti, es tu tristeza y timidez, pero encima de todo que seas irresistiblemente sensible. Y por supuesto, también odio a Rosalyne.

Ajax lo miró boquiabierto. ¿A qué venía el nombre de ésa chica dentro de la conversación?

—Tampoco tienes derecho a decirme qué amigos tener.

—Rosalyne no debería ser una de tus amistades. No se lo deseo a nadie.

—¡Tú tampoco tienes unos amigos muy agradables!

—Como quieras, es tu vida, has lo que te dé la gana.

ZhongLi empujó al chico a un lado para que se bajara de la cama. Ya había tenido suficiente conversación y auto-castigo. Él mismo se levantó y buscó algo para limpiarse la sangre. Mientras hacía aquello, Ajax estaba de un humor que quería explotar y decir sabe cuántas cosas, solo se le quedó mirando ceñudo y tomó sus cosas decidido a salir de allí.

Ajax dijo para sus adentros. "No puedo estar enamorándome de un tipo como él y punto. ¡Es imposible!"

ZhongLi a pesar de hacerse el desentendido, seguía pensando en lo que el chiquillo le había dicho. Y él... ¿acababa de decirle que no le gustaba verlo llorar? ¿Y por qué había llorado? Por su culpa. Escuchó que Ajax salía y cerraba la puerta de un portazo.

"Como si me importara. —ZhongLi se pasó el pañuelo por los labios y pensaba mirando por donde el chico había huido—, el mocoso está confundiéndose por culpa del trato de compañero y jefe de grupo. No hay nada sentimental en eso, no puedo cambiar la situación. Por mucho que yo lo proteja o cuide y observe, no significará nada más. Él es mi obligación y entiendo muy bien cómo se siente, porque yo me enamoré del que antes estaba al mando, pero él nunca me correspondió."

Ajax regresó al salón de clases interrumpiendo a mitad de la lección. Estaba tan enfadado que no hizo caso cuando Haitham y Wriothesley le preguntaron por ZhongLi. Éste último esperó en la habitación hasta que hubiera pasado el efecto de su transformación mitad dragón. Al volver, el par de amigos solo notaron el incremento de moretones en su cara y su renuencia a hablar del tema. Hubo una clara tensión entre el par de alumnos al grado de evitar dirigirse la palabra entre ellos el resto del día.

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