Así es, Actualización doble porque hoy es mi cumpleaños (◍•ᴗ•◍)❤
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Honestamente, Shisui tuvo confrontaciones cada vez más frecuentes con los viejos bastardos de su Clan y Fugaku siempre termina apoyándolo a él, pero siendo ignorado por los miembros de su clan. Obviamente, para esos viejos vejestorios el líder del clan no era nada y estaban extremadamente insatisfechos con esa marioneta rebelde que se atrevía a faltarles el respeto y llevarles la contra.
Demonios, incluso en uno de estos pseudo confrontamientos terminó hablándoles tan obscenamente sobre lo bonita que se veía su adoraba Elise tan linda y tonta en su primera vez porque la metió en un genjutsu el cual ella no podría disipar por ser una civil que los viejos del clan lo dejaron solo aproximadamente durante tres días completos.
Mmm... puede que haya quedado como un violador que la obligo a embarazarse por sus palabras y acciones, pero a él realmente no le importa mucho cuando es cierto que forzó su gorda polla en su pequeño agujero sin la preparación adecuada y la empezó a rellenar con todas las intenciones de dejarla bien embarazada de su primogénito.
Aparte, al meterla en el genjutsu que la hizo sentir, aunque sea un quinto de la excitación y placer que él sentía, no le dio muchas opciones para negarse cuando su mente estaba tan nublada con polla y excitación que no le pertenecía.
Suavemente, el hombre salió del interior de su amada esposa y besó con ternura su mejilla mirando como el semen escurría de entre sus suaves muslos regordetes.
—Lo siento cariño, prometo ser más dulce la próxima vez —habló suavemente Shisui mirando a su adorable esposa inconsciente y la abrazó contra su cuerpo, escondiendo su rostro en su delicado cuello marcado por su chupetones y mordidas.
Shisui había estado últimamente muy estresado con todo esto de que los intentaran separar y, en su desesperación, empezó a hacerle el amor a su linda esposa en cada oportunidad que tuvieran -incluso más de lo habitual-, marcándola innecesariamente en cada ronda de acción que tuvieran.
¿Los niños están jugando? La atrapó, ¿Está esperando a que alguna comida especial que quería hacer por capricho se terminara de cocinar? La tenía bien empalada con su gorda polla mientras ella preparaba la comida que quería o hacían tiempo, ¿Ducha? ¿Siesta? ¿Entrenamiento? Mmm... lo siento, cariño, Shisui estaba demasiado necesitado en marcarla para dejarle claro a todo el mundo que ella era suya como para darle un respiro.
Cuando Elise despertó gimoteó ligeramente sintiendo sus piernas temblorosas y sus caderas adoloridas, casi quería gimotear de dolor cuando sintió a su esposo removerse a su espalda y atraerla hacia su pecho mientras depositaba suaves besos mariposa.
—N-no otra vez... —gimió Elise sintiéndolo deslizarse en su interior nuevamente.
—Seré suave... —murmuró Shisui besando su espalda y dejando marcas de mordeduras en su tierna piel.
—¿Q-qué es lo que sucede...? —Elise se estremeció mientras él se movía con suavidad— ¿P-porque tanto... tanta desesperación?
—Siempre te necesito —murmuró Shisui levantado su brazo y mordiendo ligeramente sus costados.
—N-no... esto es diferente... ¡Mmm! S-Shisui... por favor, dime que sucede —rogó Elise y el hombre tomó entre sus manos sus senos—. S-somos esposos, ¿No? —Elise arqueó su espalda ligeramente y Shisui presionó su frente en la espalda de su mujer mientras cerraba sus ojos y aumentaba el ritmo.
—...
—N-no me gusta cuando la persona a ¡Ah! A-a la que amo trata de t-tomar ¡Mmgg...! Todo sobre s-si misma —Elise se volvió a estremecer y se encogió ligeramente mientras su esposo la acunaba en sus brazos, casi como si intentara esconderla del mundo—. N-no... lo o-odio... me g-gustaría ayudarla cuando e-está cansada como é-él lo hace por mi.
—... —Shisui miró oscuramente la espalda de Elise, observando su deliciosa unión en donde su polla se unía a su pequeño coño y se perdía entre esas lujosas nalgas.
Sabía que no era bueno para su relación que ocultase algo así... que él no podía simplemente estar lanzándose sobre ella intentando dejar la mayor cantidad de marcas sobre su cuerpo y que debería de hablarle a su linda esposa sobre lo que sucedía, es solo...
Solo que es tan difícil.
Y lo peor, es que ni siquiera entiende el porqué.
—S-Shisui... háblame —el hombre apretó su agarre en esos suaves senos que tenía aprisionado entre sus manos—. S-si es algo s-shinobi e-entenderé... p-pero d-dime, aunque sea ¡Ah! A-algo...
Su legua se sentía pesada contra su paladar.
—El clan Uchiha... el clan Uchiha quiere concertarme un matrimonio político —habló pastosamente Shisui, sintiéndose como la mierda absoluta que era—. Quieren que me divorcie de ti y me case con una zorra cualquiera de nuestro clan...
—... —Elise mira en Shock a su esposo, horrorizada por esa información.
—Pero yo no quiero nada, esos viejos geezers lo único que quieren lograr con ese matrimonio es ponerme una cadena en el cuello. Incluso Fugaku-sama, el líder del clan, se niega al matrimonio concertado —Shisui ni siquiera la miraba y seguía acariciando sus pechos, intentando distraerse.
Ya no estaba de mucho humor para continuar, pero su polla seguía dura dentro de ella.
Realmente, ninguno de los dos quería continuar.
—...
—Los maldije, los insulté, les falté el respeto de mil formas, pero ellos siguen aferrados a su estúpida idea —gruñó el hombre y embistió fuertemente a la mujer, pegándola dolorosamente contra su polla—. Los amenacé con matarlos a todos, con asesinar a sus familias y extinguir a todos sus descendientes... pero siguen tan tercos y obstinados como estúpidas rocas —resopló el Uchiha.
—...
—Ni siquiera me dijeron el nombre de la perra con la que quieren que me case, odio esa idea porque estoy casado con la mujer que más amo en esta vida y por la que destruiría el jodido mundo, pero esos viejos costales de hueso se niegan a ver la realidad, aun perdidos en sus delirios de grandeza pasada —bufó con frustración y sus estocadas se volvieron duras.
—...
—Tengo mi hermosa familia, mi adorable esposa, un bebé que se ve absolutamente genial con su trajecito de abeja —Kagami odiaba el traje amarillo chillón de abeja, Shisui lo amaba porque su hijo se veía gracioso—. Tengo tres maravillosos hijos adoptivos que son expertos bloqueadores de polla —Shisui soltó un resoplido divertido—. Y ahora, estos viejos bastardos, que nunca se preocuparon en lo más mínimo por mí, se atreven a intentar entrometerse en mi vida como moscas de mierda molestas —bufó molesto—. Hum, tendría más consideración con ellos si hubieran hecho algo bien en sus vidas, si me hubieran ayudado en algo, pero no lo hicieron.
Elise tomó suavemente una de las manos de Shisui que estaba apretando uno de sus pechos y entrelazó sus dedos suavemente, acariciando el dorso de su mano con su pulgar.
—¿Dónde estaban ellos cuando mis padres murieron? ¿Dónde estaban ellos cuando necesitaba dinero para los materiales de la academia? ¿Dónde estaban ellos cuando necesitaba pagar la hipoteca de la casa siendo un puto niño? ¿Eh? ¿Y cuando tenía hambre? ¿Cuándo necesitaba contar cada centavo y aprovechar ofertas? Por cierto, pelear con señoras por ofertas puede ser muy divertido cuando eres niño, solo tienes que llorar y un grupo de madres enojadas harán trizas a la señora que te intente robar el último artículo en stock de tus manos —Shisui hizo un pequeño paréntesis en su diatriba para reírse ligeramente de esos viejos recuerdos.
Eran tal lejanos.
Aún recuerda el toque de las señoras acariciando su esponjoso cabello mientras le guiaban pacientemente y con dulzura maternal, mientras le explicaban cómo funcionaba el mundo real fuera de sus clases de Shinobi, como le enseñaron a ser autosuficiente con una paciencia asombrosa y lo invitaban a su casa sin pedir nada a cambio más que su compañía y que comiera lo que se les sirviese obedientemente.
Nada de eso vino de gente de su clan, fueron los civiles de su aldea quienes lo ayudaron. Quienes más lo ayudaban a veces resultaban ser esas personas que ni siquiera tenían un sueldo estable y aun así sus corazones eran demasiado amables como para dejar escapar a un niño perdido y hambriento a un destino incierto.
—El Clan Uchiha es una gran bola de mierda hipócrita, solo se adjudicaron mis logros cuando les convenía —rio amargamente—. Me decían lo orgulloso que estaban de mí y esas mierdas, pero nunca movieron un solo dedo para siquiera ayudarme cuando lo necesitaba —Shisui abrazó reciamente a Elise cerrando sus ojos con fuerza.
Y luego, sabiendo que Itachi era como un hermano para él y viceversa, hicieron que ambos jóvenes se pusieran uno en contra del otro por los interesas del Clan o la aldea.
—Y pensar que alguna vez me importó lo que esas mierdas egoístas y orgullosas pensaran de mi —Shisui sonreía amargamente.
Que estúpido, que ingenuamente, estúpido era cuando era más pequeño, cuando era más joven, cuando tenía la edad real de su cuerpo adolescente.
—Pensar que quería verlos orgullosos de mí, que me enorgullecía de ser un Uchiha... —una risa áspera escapó de sus labios—. Yo...
—Está bien... —habló suavemente Elise acariciando el brazo de su amado esposo—. Es normal que deseemos atención, felicidades, halagos, en especial cuando somos niños —Elise besó la mano entrelazada a la suya—. Es humano tener esa necesidad de ser valorado, de querer ser alguien importante, de ser valioso a los ojos de las personas que nos importan...
Elise inhaló profundamente.
—Y sí, hay veces de que le queremos demostrar nuestro valor a las personas equivocadas, que confiamos en quienes no deberíamos, que nos equivocamos y eso también es humano y está bien —continuó Elise—. Que a veces a quienes amamos no valen la pena, que no deberíamos esforzarnos en alguien que nunca nos va a ver por quien somos, pero lo hacemos igualmente y eso está bien, porque darse cuenta de lo que hicimos mal, de lo que nos equivocamos es parte de crecer...
—...
—Es difícil, es duro y la vida da más vueltas sin sentido de lo que quisiéramos, dejándonos varados en un lugar perdidos en un recorrido del cual no conocemos su destino... y eso está bien, mientras podamos seguir avanzando, construyendo nuestro propio futuro y haciéndonos más fuertes, no por los demás, sino por uno mismo, es lo que importa... es normal sentirse perdido, abatido, agotado, es normal querer rendirse algunas veces y está bien parar un día a simplemente pensar y meditar en lo que nos sucede...
—...
—Lo importante es no rendirse, tomarse un descanso no es dejarlo todo tirado, es solo tomarse un tiempo para continuar con la vida y seguir más fuertes que nunca —Elise delineó suavemente las venas en el dorso de la palma de su esposo—. No todo tiene que ser de inmediato, no todo tiene que tener un resultado instantáneo... en esta vida ajetreada y agitada debemos saber cuándo simplemente parar y tomar un descanso incluso cuando es condenado por los demás...
Shisui sintió que sus ojos quemaban, las lágrimas se acumulaban en sus ojos.
—Es normal sentirse cansado y agotado, abrumado, por todo lo que la vida nos tira y nos obliga a cargar... pero tienes que aceptar que hay veces en lo que tienes que dejar ir las cosas —Shisui abrió sus ojos como platos y se congelo, Elise... ella no...
Ella no estaba...
—Aunque a veces es difícil, confuso y doloroso... —no, por favor, por favor no continues—. Hay que cortar relaciones con quienes nos hacen daño —Shisui parpadeó confundido—. Aunque sea familia, hermanos, amigos, cuando una persona no aporta, entonces resta. El árbol genealógico también se poda, Shisui.
Oh...
Oh... así que a eso se refería, no es como si lo quisiera dejar, es solo que quería decirle que, si lo lastimaba, él tenía el derecho a... alejarse.
-¿Alguna vez se le habría brindado ese privilegio como su fuese su derecho? ¿Alguien siquiera realmente pensaría, aparte de su Elise, en decirle todo esto? ¿Siquiera aceptarían sus colapsos emocionales y toda su mierda absoluta?-
—Quiero que sepas que te amo, Shisui —Elise besó cada uno de sus dedos encerrados entre sus pequeñas manos pálidas—. Todos en este hogar te amamos y estaremos aquí para ti... siempre te apoyaremos en cada decisión que tomes.
Las lágrimas empezaron a fluir de sus ojos.
—Así que no temas a quedarte solo, ¿Sí? Todos estaremos encantados de ayudarte y acompañarte en lo que necesites... —Shisui sollozó ligeramente.
¿Por qué creyó que ella se alejaría de él?
—Este es tu hogar, Shisui.
¿Por qué creyó que lo abandonaría?
—Siempre será tu hogar.
¿Por qué temía tanto ser descartado?
—Te amamos, Shisui. Recuérdalo siempre en tu mente, grábatelo profundamente en tu alma.
¿Por qué creyó que ella sería igual que los demás?
—Así que será mejor que sonrías con esa sonrisa brillante que tienes y, si no te alcanza para sonreír brillantemente, entonces muéstrame esa sonrisa de mierda que tienes cada vez que quieres ser el idiota más grande del mundo.
Shisui besó desesperadamente su espalda y cuello, apretándola contra él.
—Somos un dúo imbatible, ¡Somos una pareja casada! ¿Ese Clan Uchiha quiere separarnos? ¡Pues que reciba un puñetazo en la cara! —Shisui besó profundamente los labios de su esposa.
Las lágrimas del hombre hacían que el beso fuera ligeramente saldado, sus sentimientos agridulces hacían que el beso no fuese el mejor del mundo ni el mejor de todos los besos que se han dado.
¿Y saben qué?
A Elise le importan diez kilos de mierda incendiadas, porque los lindos labios de su esposo necesitado eran los más perfectos de este jodido mundo independiente de sus presentaciones.
—No estás solo en esto —murmuró Elise a sus labios y lo miró a los ojos mientras se volteaba como podía en su apretado agarre y el hecho de que seguían unidos porque su esposo, triste o no, era una pequeña mierda cachonda.
No estaba solo, Shisui la tenía a ella, a su problemática y ruidosa familia que comprarían un país si ella se lo pidiera, a sus lindos hijitos... demonios, incluso tenía a Itachi y a Izumi a su lado, entonces, Shisui no debería tener nada que temer por esos arrogantes viejos del consejo y...
Oh...
—¿Fugaku-sama también merece un puñetazo en la nariz? —preguntó Elise y Shisui abrió sus ojos, confundido, y luego soltó una risita divertida antes de besar tiernamente su nariz.
—No, solo los viejos del consejo —Shisui sonrió tenuemente, su sonrisa ligeramente rota, pero aún así, Elise la consideraba la más hermosa del planeta entero—. Fugaku-sama solo tiene que lidiar con la mierda de los viejos decrépitos.
—Ya me lo imagino —Elise rodó los ojos y besó las mejillas de su esposo—. Los viejos son los peores, hay buenos, por supuesto, pero cuando te toca ese viejo hijo de puta no hay diablo que se lo quiera llevar al infierno luego.
Shisui soltó una risita.
—Sí, tienes razón.