Shin creyó que sería difícil acercarse a sus compañeros de academia debido a sus diferentes crianzas y lo estreñidos emocionalmente que estaban su hermano y él, pero se equivocó rotundamente porque en menos de lo que se esperaba, su lindo hermanito menor tenía un grupito de fangirls persiguiéndolo y él se había vuelto una especie de mejor amigo para el hiperactivo ninja cabeza hueca número uno de toda Konoha.
Sinceramente, fue genial.
Las bromas del rubio superaban cualquier cosa que se le hubiera imaginado y la creatividad del chico rubio era demasiado tentadora como para no pegarse a su lado.
-incluso si eso significa recibir miradas del Emosuke cabeza de pato Uchiha, enserio, ¿Este se supone que era uno de los primos menores de su padre? Aunque, legalmente, Fugaku figure como padre de Shisui debido a que el descendiente de Kagami lo eligió como padre para el día de su boda con Elise y, técnicamente hablando, ese chico amargado debería ser su... ¿Tío? O algo así, Shin no quiere calentarse la cabeza pensando en cosas estúpidas-.
Sai parecía ser un rompe corazones incluso si no lo entendía del todo.
Lo único malo que podría decir de la academia, era que no les enseñaban nada... al menos nada que ellos no sepan, después de todo, a Sai y a él los entrenaron casi desde que estaban en pañales para convertirse en armas humanas sin sentimientos por el retorcido significado del "bien" por la aldea que tenía Danzo.
Aun así, ser de los mejores de su clase con sus hermanos era de lo mejor, ya que nadie cuestionaría si se encontraban dibujando en mitad de la clase o conversaban en voz baja con Naruto o entre su pequeño grupito.
Ambos niños que en alguna línea de tiempo fueron privados de emociones hasta el punto en que debían de elegir entre su vida o la de su hermano, ahora eran niños normales, disfrutando de su vida, siendo felices y aprendiendo a abrirse lentamente hacia los demás.
Shisui miró la sangre gotear lentamente desde su tanto a través de su máscara.
Haber aceptado ser Anbu era algo que en su anterior vida le había tomado mucho tiempo tomar, incluso dudaba debido a que al unirse con las sombras de Konoha significaría que tendría que aceptar bañarse en la sangre de personas que no siempre son culpables...
En esta vida, había sido fácil, indiferente.
-en su anterior vida, en su primera vida, la única razón en que le permitieron ser parte de Anbu fue para que tuviera una mayor libertad para espirar a su clan, para atentar contra él e infirmar al Hokage sobre sus movimientos. En su primera vida, confió en las personas equivocadas y amó a quienes no debía-.
Ser parte de Anbu solo era un registro en su carrera ninja, un bonus, una forma de aprender de mejor manera como asesinar, espiar, engañar y masacrar de una manera más afectiva, silenciosa y discreta que nadie lograría rastrear hasta él. En pocos meses, sus habilidades de sigilo, seguimiento y búsqueda habían aumentado exponencialmente en un corto periodo de tiempo haciendo honor a su título de prodigio.
Por extraño que parezca, ahora que mira la sangre gotear de su arma, no sentía nada, como si estuviera entumecido durante mucho tiempo.
Pensar que alguna vez jamás quiso matar parecía tan lejano para él.
Shisui supone que es parte de crecer como ninja, ser indiferente a la sangre que derramas, independiente de la misión que sea y lo que conlleve esta, dejar de lado tus sentimientos una vez que te pongas el traje de shinobi, dejar tu humanidad de lado cuando te pongas la máscara.
El Uchiha miró al cielo por un corto periodo de tiempo, pero luego asintió hacia sus compañeros enmascarado y continuó con la misión.
Sin color.
Por extraño que parezca, Shisui siente que desde que volvió a esta vida su visión del mundo ha cambiado drásticamente, quizás sea el trauma de saber que todo en lo que alguna vez creíste y por lo que sacrificaste tu vida era inútil o el hecho de haber perdido a su propia familia y haberle arruinado sus vidas por tus estúpidas decisiones realmente lo golpeó duramente, pero este mundo parecía tan vacío y árido si no estaba con su pequeña y acogedora familia.
Pensar en Elise y el pequeño Kagami encendió una llama en su corazón, la cual se propagó al pensar en los rostros de los tres niños que adoptó a regañadientes a petición de su adorable esposa.
Shisui se pregunta como habría sido su vida si no hubiera elegido estar con Elise y, la única vez en la que la horrible imagen de su esposa enamorada de otra persona llena su mente, es suficiente como para llevarlo a cometer una masacre innecesaria en sus objetivos a asesinar.
—Cuervo...
—Lo sé —respondió tajantemente Shisui mientras se limpiaba la sangre de la pulcra mascara de porcelana.
El hombre sacó dos pequeños pergaminos de su cintura y estos rápidamente absorbieron la sangre de la escena y los cadáveres que debían de eliminar.
Traer a una Uzumaki adulta a la aldea incrementó aún más las técnicas de sellado, como Kaira era una Uzumaki pura, la capacidad de entender a Uzumaki Kushina en el arte del sellado fue aterradoramente rápida y Karin también aprendió de forma aterradora. Con ambas Uzumaki al cuidado de la esposa del yondaime Hokage, Shisui tuvo fácil acceso a sellos específicos sin siquiera tener que dar nada a cambio o que se le cuestionase.
Bueno, si omitimos las miradas de Kaira y su flagrante desaprobación mientras le entregaba sellos aterradores que nadie debería ser capaz de utilizar o necesitar.
Con la escena del crimen completamente limpia y despejada, como si nadie hubiera estado en el lugar, su escuadrón volvió a la aldea rápidamente y reportaron la situación ante su Hokage para luego dispersarse ante la ausencia de una nueva misión.
Shisui se sentó entre las ramas del árbol que daba a la habitación de Elise y la miró cuidar de su pequeño Kagami.
Una sonrisa afectuosa apareció en el rostro del hombre y sus ojos se llenaron de amor y vitalidad mientras miraba a su adorable bebé con una ropa de marinero mientras su linda esposa y su bebé "bailaban" juntos.
Observándola durante unos minutos más, sin interrumpir el hermoso escenario que se estaban gestando frente a él, Shisui esperó hasta que Elise acostó al pequeño Kagami en su cunita y fue a cambiarse.
Una risita pervertida escapó de los labios del hombre mientras espiaba a su esposa e hijo.
—Así que a la piscina, ¿Eh? —murmuró Shisui mirando a su esposa desaparecer con su hijito en brazos—. Que molestia —murmuró el azabache observando como la sangre manchó el prístino suelo de la habitación de su esposa y frunció el ceño con disgusto.
Rápidamente se quitó el uniforme Anbu para guardarlo en un pergamino de almacenamiento mientras limpiaba el suelo de la habitación, sin dejar rastro de su presencia, con un rápido shunshin, Shisui apareció en el baño de su esposa y procedió a bañarse para quitarse la tierra y sangre seca del cuerpo.
Mirando el agua turbia caer, Shisui tarareó para sí mismo.
—¿Cómo sobreviví antes de que entraras en mi vida? —murmuró Shisui para sí mismo saliendo de la ducha, ahora limpio y sin suciedades de su misión.
Con una toalla en la cintura, caminó fuera del baño y fue a uno de los closets más... "discretos" que tenía su encantadora esposa y procedió a ponerse la ropa que había guardado con anterioridad en este. Mucho más cómodo y sin la ropa ensangrentada de Anbu, que se encargaría de lavar en su antigua casa, la cual casi ni ocupa desde que se casó con Elise, Shisui partió en búsqueda de su encantadora esposa y su adorable hijito.
Tarareando, fue hacia donde estaba el área de piscina temperada de la mansión de la casa de su amada esposa y se encontró con la adorable escena de Elise ayudando a flotar y nadar a su regordete Kagami que parecía feliz de nadar en la piscina con mamá.
—¿Qué pasó, Kagami-chan? —arrulló Elise mientras le daba la espalda y su bebé se trepaba a su pecho, por lo que Elise lo cargó suavemente— ¿Hay algo detrás de mí? —peguntó Elise enternecida mientras Kagami hacía ruiditos de felicidad y estiraba suavemente sus manos detrás de Elise.
—No soy algo, soy alguien —habló Shisui haciéndose el ofendido.
—Bueno, pero miren a quién tenemos aquí, ¿No es mi encantador esposo? —habló Elise dándose la vuelta ligeramente con una sonrisa dulce en su rostro.
—Son unas agradables vistas, ¿Qué puedo decir? —habló casi con fanfarronería Shisui mientras miraba a su adorada esposa en traje de baño mientras Kagami balbuceaba ligeramente y extendía sus regordetes brazos hacia él.
—Parece que extrañaba a su padre —Elise, con una sonrisa divertida, le entregó el padre de su pequeño Kagami ese bellísimo paquete de alegría gorgojeante de felicidad andante.
—Hum, hum, yo también extrañaba estar aquí —habló felizmente Shisui recibiendo delicadamente al infante sin importarle mojarse la ropa— ¿Quién me extraño? ¿Fuiste tú? —arrulló Shisui dulcemente con esa típica voz melosa que hacen los adultos y padres al arrullar a los bebés—¿Fue sus bracitos, sus piernitas? —Shisui soltó una pequeña risita divertida mientras tocaba las partes nombradas con el dedo índice de su mano derecha— ¡Ya sé! ¡Fue tu pancita!
Kagami empezó a reír mientras Shisui hacía cosquillas en su pequeña pancita de bebé y besaba suavemente la piel de su bebé haciendo ruiditos divertidos, provocando que Kagami riera y aplaudiera.
—¿Y aquí~? —preguntó cantarinamente Shisui mirando de forma picaraza a su pareja— ¿No hubo alguien más que me extrañó?
—Cada día que estás en misión me preocupo y te extraño más, mi adorable esposo —Elise, aun metida en la piscina, besó el muslo de su esposo mientras él estaba sentado en la orilla de la piscina.
—Que linda~ te daría un beso si no fuera porque me caería de cabeza a la piscina con Kagami en brazos —rio suavemente Shisui mirando hacia abajo y gimió ligeramente—. Muy buenas vistas, de hecho —gimoteó el Uchiha mirando el escote del bikini de su esposa.
—Tonto —rio ligeramente Elise.
—Haber, dímelo cuando seas de mi altura —se burló juguetonamente el azabache.
—Como si alguna vez pudiera —Elise rodó sus ojos divertida y entonces, se empujó lejos de la orilla en donde estaba su esposo con el bebé en brazos.
—¡Nooo~ ven aquí, mi hermosa sirena! —gimoteó lastimosamente Shisui extendiendo una de sus manos y, para copiar a su papá, Kagami también lo hizo.
Elise soltó una risita ante la melodramática actuación de su esposo y nadó tranquilamente en la piscina, lejos del alcance de su esposo y le sacó le lengua juguetonamente.
—¡Mi sirena me abandona con nuestro pequeño paquete amor! —suspiró dramáticamente Shisui haciendo como si se fuese a caer, sobre actuando juguetonamente— ¿Qué deberíamos hacer, pequeño Kagami? —Shisui miró seriamente a su bebé a los ojos y su bebé balbuceó— Si, tienes razón, ¿No deberíamos luchar por nuestro amor?
Kagami rio y aplaudió felizmente.
Elise soltó un grito ahogado cuando fue sacada del agua y su esposo soltaba pequeñas risitas divertidas y alegres mientras que con un brazo sostenía a Kagami y, con el otro a ella.
—Si a mi sirenita de gusta nadar en el agua, a los ninjas les gusta correr en el agua —el Uchiha le guiñó un ojo divertido a su esposa la cual negó ligeramente con la cabeza riéndose divertidamente.
—Se me olvida que los ninjas son tipos mágicos —Elise rodó los ojos divertida mientras era cargada por su esposo hasta la orilla.
—¡Si, Kagami-chan, conseguimos a nuestra sirenita! —habló alegremente Shisui ignorando a su esposa y su bebé rio mientras aplaudía— ¡Ahora! Como premio por atraparla, ¿No debería darnos unos besitos? —habló con una lógica extraña Shisui— ¡Hum! Tienes razón, necesitamos unos besitos —asintió seriamente.
Elise volvió a rodar los ojos divertida y, cuando llegaron a la orilla de la piscina y el hombre la sentó en su regazo, ella tomó a Kagami entre sus brazos y le llenó la cara con dulces besitos, para luego besar la mejilla de su esposo, el cual hizo un puchero.
—¡Tu favoritismo es demasiado obvio! —se quejó ruidosamente Shisui y la miró con ojos de cachorro.
—Ya, ya —Elise dejó escapar una ligera risita y besó lentamente los labios de su esposo, tomándose su tiempo para disfrutar del beso.
Mientras los adultos se besaban romántica y dulcemente, el pequeño Kagami tenía hambre y no dudó en bajar fácilmente la parte superior del bikini de su madre.
Elise se estremeció ligeramente y sobresaltó por el repentino movimiento inesperado, entonces miró hacia abajo para encontrarse a su pequeño Kagami abriendo su boquita en busca de pecho.
—Al parecer tanto ejercicio le dio hambre —se burló Shisui ligeramente y una de sus fuertes manos tomó el pecho desnudo de su esposa— ¿Por qué no lo ayudo a conseguir su comida, mmm? —ronroneó seductoramente Shisui y Elise gimió ligeramente.
—Lo estás haciendo mal —suspiró Elise al escuchar los chasquidos de Kagami.
—¿Qué? ¿Cómo? ¿En qué me equivoqué? —se quejó ofendido Shisui.
—Solo por esta vez te dejaré salirte con la tuya —Elise sonrió bobamente y tomó la mano del hombre mientras alejaba su pecho de su bebé hambriento—. Primero, debemos estimular su olfato y boquita —Elise, suavemente guía a su esposo, que descaradamente sostenía su pecho como si fuese un estudiante practicando decididamente—. Aja, así, ¿Ves cómo su boquita ahora tiene la lengua abajo? —Shisui asintió ligeramente— Ahora, hay que ofrecerle suavemente que venga, no hay que dárselo, el pequeño Kagami sabrá cuando venir y se enganchará correctamente.
—Mmm —murmuró Shisui mirando concertadamente como su bebé devoraba el tierno pezón de su esposa y tomaba ávidamente de su leche.
—¿Ves? Ahora no suelta ruiditos, la pequeña boca de Kagami debe devorar toda la superficie de mi pezón para tener un buen agarre y que alcance a llegar al paladar blando, para que de ese modo él pueda tomar la leche más grasosa y nutritiva —señaló Elise y, suavemente, hizo que su marido apretara su pecho.
Shisui ronroneó ligeramente con una sonrisa malvada en su rostro.
—Eso, se llama compresión mamaria, sirve para estimular a que el pecho de más leche —habló Elise sin notar nada y Shisui hizo un puchero.
Creyó que su esposa estaba siendo traviesa, pero en realidad solo quería enseñarle como amamantar correctamente a su bebé.
De alguna manera, Shisui se sintió estafado.
—Mmm... ¿Y cuándo me tocará a mí? —Shisui hizo ojitos de cachorro.
—Kagami se está alimentando, no seas cerdo —Elise levantó la barbilla con desdén y el Uchiha mayor hizo un puchero.