Mirando a Elise, Shisui sintió como las llamas de su corazón lamían lentamente su piel y esbozaba una sonrisa tonta, pero tuvo que borrarla de su rostro y alejarse del lugar como si nunca la hubiera venido a ver específicamente y estuviera de paso.
Había pasado ya tres meses desde la conversación con Kiriya.
Y Yondaime-sama lo había mandado a llamar.
Kiriya no lo había delatado ni nada, no es como si hubiera dicho algo que atentara contra Konoha -aunque teóricamente, podría decirse que al despreciar y cuestionar abiertamente de tal manera a un valioso concejal de Konoha, estaba atentando contra la estabilidad de la aldea. Kiriya se mantuvo en silencio-, por lo que su visita al hombre no estaba relacionada con la conversación con Kiriya, pero a la vez, lo estaba.
Minato le había contado sobre el informe que había recibido sobre un tema preocupante que últimamente ha estado afectando a los ninjas de sus tropas. Hace unos meses, un grupo de ninjas se habían vuelto fuertes rápidamente, pero luego de unos meses empezaron a haber consecuencias terribles hasta que finalmente fallecieron.
Uno sobrevivió.
Y dijo que en el mercado negro había cierta droga que permitía a un ninja hacerse fuerte rápidamente, lo que no les decían eran sus efectos secundarios.
El hombre había terminado con su red de chakra completa y totalmente quemada, por lo que jamás podría volver a ser un ninja.
El informe de por sí ya era bastante preocupante, pero todas las alarmas se dispararon cuando el informante reportó que cierto concejal estaba involucrado con el creador de dichas drogas potenciadoras; Orochimaru y se habían reunido a las afueras de Konoha en una estructura que se encontraba abandonada.
O al menos así debió de ser.
El informante reportó que se encontró con ambos por pura casualidad, puesto que se encontraba siguiendo a algunos de las cabecillas principales para atraparlos -y torturarlos-, recibir información del proveedor e inventor a través de un -brutal- interrogatorio para luego ejecutarlos por atentar contra la estabilidad -y los ninjas- de la aldea, pero en su camino se encontró con la inquietante reunión entre cierto hombre importante y el ninja renegado.
Entonces, a Shisui se le pidió que se infiltrara en la base de operaciones del hombre para desmantelar toda la organización desde cero.
Shisui sentía su corazón doler por estar tanto tiempo separado de su amada Elise sin siquiera poder contactarla y solo poder escuchar esas canciones llenas de tristeza y abandono que sacó en su nuevo álbum desde lejos.
Incluso si personalmente no quería venganza hacia Danzo, Shisui no permitiría que ese bastardo acomodara su nido de ratas debajo de las raíces de Konoha y terminara pudriendo el árbol. Necesitaban encontrar a las ratas, sacarlas de sus escondites y quemar las impurezas de raíz. Por ello mismo. Ahora estaba actuando como un miembro activo de Raíz junto con Kakashi, buscando cada fallo, sistema, organización, pensamiento, y la forma en que se movían, como actuaban, las misiones asignadas y los lugares de documentación e información para luego entregar un reporte completo al Hokage para asegurar la destrucción del lugar.
Puede que para su corazón sea pesado y doloroso, pero era un pequeño sacrificio a futuro.
No quería que el bastardo de Danzo fuera detrás de sus hijos en el futuro, por lo que simplemente tendría que extirpar estas raíces contaminadas de antemano para no infectar a todo el árbol.
Minato realmente estaba haciendo un buen trabajo como Hokage, con solo su presencia muchas de las cosas han mejorado y, si no se equivoca, en unos pocos años, los de Kumo intentarían robar el linaje de los Hyuga, fracasando y luego pidiendo compensaciones a Konoha por el asesinato de su representante, pero ahora que tenían al relámpago amarillo que no era tan indulgente como el sandaime, no deberían actuar tan arrogantemente, ¿verdad?
Era conocido que Minato se había enfrentado al actual Raikage mano a mano junto con su Jinchuriki, pero solo bastaba la presencia de él para hacer retroceder tanto a un Jinchuriki como al, en ese entonces, aspirante a Raikage.
Si los de Kumogakure intentaban algo gracioso esta vez, estaba seguro de que el rubio no sería tan indulgente como para dejarlos ir con solo un leve regaño y un tirón de orejas.
Sonriente o no, Minato sabía cuando ejercer fuerza y poder para disuadir a otros a la vez que sabía como calmar las situaciones sin necesidad de derramamiento de sangre.
No era un hombre del cual puedas ignorar sus amenazas.
Sabía perfectamente cuando usar el palo y la zanahoria.
Y entonces, mientras sea un shinobi activo de la aldea de la hoja... nunca podría negarse a las misiones directamente dadas por su Hokage, por lo que solo le tocaba morder la bala y aguantar hasta que su misión se acabase.
Nunca había estado tan impaciente.
Solo tres miseros meses de misión y él era como un león enjaulado, teniendo pequeñas rabietas internas y siendo más cruel e irritante de lo normal. Usualmente no era alguien que disfrutara matando a personas, demonios, incluso algunas personas decían que ni siquiera podía ser un ninja real o que solo caminaba por donde el sol tocaba, pero entre su irritación y aquellas pesadillas que le estaban quitando el sueño, no había nada mejor que dejar que golpear algo -y que sus manos se pintasen de carmesí. Cubiertas por la sangre de sus enemigos, con sus nudillos apenas a salvo de las magulladuras al recubrirlos con chakra para aumentar el poder de sus golpes hasta que su adversario dejase de emitir ruidos- para desestresarse.
Lo más irritante, es que ni siquiera recordaba el contenido de su pesadilla.
Y entonces cuando veía la sangre, sentía una rabia cegadora que alguna vez fue una tristeza absoluta.
Falta de sueño, irritación, un ambiente laboral paupérrimo, compañeros que son lo más parecidos a que un palo se les metió en el culo y los transformó de alguna manera en usuarios de Mokuton de tan metidos que lo tienen en el culo, hizo que Shisui se volviera bastante aterrador -e inestable.-
Tal vez lo que más le afectaba era que no podía tener ningún contacto con Elise y ella solo sabía que estaría en una misión mucho más larga que las habituales.
Él le contó algunos detalles vagos a Kiriya que casi lo lanza por la ventana para luego intentar guardarlo en su bolsillo -no era tan pequeño como para lograr eso, pero agradecía su preocupación.-
Terminó encerrado en un armario hasta que Elise lo encontró.
Lo peor, no sabría decirlo con certeza, quizás sea que Danzo realmente era un idiota con una codicia incalculada, y como no tiene conexiones con nadie realmente -al menos no conocidas por el mundo exterior, de lo contrario, no dudaría de que el hombre lo utilizaría para meter mano en los fondos de los Kaneko e intentar influenciar en las opiniones del yondaime-, lo hizo casi desaparecer de la nada y ahora estaba encerrado en una especie de adoctrinamiento para arrebatarle las emociones y que se vuelva tan buen títere como los otros.
Fue irritante, porque mientras más pasaba por esta clase de mierda, más y más se enojaba.
Y los meses seguían pasando tortuosamente lentos sin su Elise.
-y la maldición de odio de su clan susurraba palabras en sus oídos. Hablaba tan fuerte que sus propuestas casi parecían deliciosamente tentativas. Promesas idílicas de acurrucarse con Elise, besarla, hundir sus garras en su pequeño y tierno cuerpecillo, lavarle el cerebro para que lo amase solo a él, formar una familia con ella y atarla a su lado con la conciencia de tener sus hijos, de la presión social que sufriría si se divorciaba o era una madre soltera en tiempos de paz.-
No fue hasta un año y tres meses después que casi perdió completa y totalmente su mierda si no fuera porque Kakashi fue lo suficientemente astuto como para, de alguna manera, ganarse a uno de la fundación y terminar robándose todos los pergaminos incriminatorios hacia Danzo y robándose al niño.
En ese momento, ya había pasado un año y medio sin ver a Elise.
Shisui estaba meditando seriamente si dejar de ser shinobi activo y unirse a la policía de Konoha.
Sacando ese pensamiento de su mente, una vez que los descubrieron, Kakashi, él y Kinoe tuvieron que luchar para escapar del lugar y llegaron hasta donde se encontraba Minato. Con los miembros de raíz pisándole los talones, entraron apresuradamente en la habitación del Hokage sin esperarse que los miembros de la fundación fueran tan valientes -o estúpidos, Shisui se inclina más a esto último- para atacarlos directamente en presencia de su Hokage y, a su vez, atacar directamente al rubio como distracción.
Esa semana, en que reportaron todo, Minato, en conjunto con su esposa Kushina, le quitaron el sello que le prohibía hablar al niño que tenía su edad y las mierdas resultaron ser incluso más profundas de lo que creían y habían experimentado.
El Hokage rápidamente hizo una redada hacia la fundación en donde a los Anbus se les ordenó asesinar a los que se resistan y capturar a los niños a sin lastimarlos, el día después del asalto a la fundación, se hizo un juicio público en donde todos se enteraron de la mierda turbia y oscura que hacía el hombre.
Shisui estaba satisfecho con ello, sabía que el Sandaime iba a ser suave con su antiguo compañero de equipo e intentaría disuadir a Minato a un castigo más leve, pero con una mirada rápida a la malversación de fondos de los otros dos concejales, el secuestro de niños de los orfanatos y el tráfico infantil que existía entre niños de Konoha hacia otras naciones y viceversa, hizo que el ex Hokage se quedara de brazos cruzados y se le restasen diez años de vida.
Sus antiguos compañeros de equipo y amigos habían ido demasiado lejos, Sarutobi Hiruzen no quería terminar hasta el cuello en el pantano intentando salvar a esos tres cuando ya tenía hundido los pies cuando Minato señaló ciertas incongruencias en los reportes que significaban una alta negligencia del antiguo Hokage que podría haber evitado muchas muertes durante tiempos tumulosos.
Si fuera un simple papeleo, podrían tomarlo como cosas leves, pero ciertas acciones del tercero y reportes que fueron ignoraron terminaron en cosas trágicas.
Como el suicidio de Hatake Sakumo.
Se supone que era una misión una ultra secreta, ¿Cómo se difundió la información? Solo bastó levantar un poco de polvo y el principal culpable de la divulgación de la información fue Danzo.
¿Cómo se enteraron de que el actual Jinchuriki era el hijo del Hokage?
Danzo lo hizo "para estabilizar Konoha y que los ciudadanos no se centraran en el manejo erróneo del tercer Hokage con respecto a la guerra". Aunque en retrospectiva, ciertamente el Sandaime manejó horriblemente el fin de la guerra al no exigir ninguna compensación a Iwagakure, no era necesario exponer a su actual Jinchuriki que ni siquiera podía defenderse y sería el doble, sino que séxtuple de susceptible a los secuestros ahora.
¿Por qué los Uchiha estaban en una situación un tanto difícil debido a ciertos rumores?
Déjeme aquí presentarles, Danzo.
Hiruzen nunca le puso una correa a Danzo y cosechó lo que sembró; más de veinte planes de como asesinar a Hiruzen, calmar al pueblo, eliminar potenciales candidatos y tomar el sombrero.
La tumba ultrajada del primer Hokage.
La muerte del segundo nieto del primer Hokage, Senju Nawaki.
La razón de porque Orochimaru cayó tan bajo.
Y, aunque no estaba completamente confirmado, también se creía que metió mano en la muerte del prometido de Tsunade, Kato Dan.
Tsunade quería matar a Danzo en ese mismo momento y expresó su completa decepción e ira hacia su ex maestro lo que le sumó años al viejo hombre que parecía solo envejecer luego de dejar el puesto de Hokage.
Mucha mierda después, cercano a los dos años sin ver a su linda Elise en persona, su correa finalmente fue suelta y casi corre con lágrimas en sus ojos hacia su amada niña.
—Shisui-kun...
Si no fuera por la llamada de su Hokage.
—¿Si, yondaime-sama? —respondió Shisui sintiendo como los hilos de su cordura lentamente se iban deshilachando.
—Kakashi-kun me reportó algo... preocupante sobre tu actitud en la fundación... —habló Minato y miró al azabache que ya casi tenía diez años.
—¿Qué sería, señor?
—Él me comentó sobre tu... creciente deseo de... sangre —habló con lentitud Minato sintiendo los susurros de la sospecha en su mente.
—... —Shisui se quedó en silencio y su mirada se hundió.
Minato se preocupó.
—Eso es... —Shisui no sabía que decir, ciertamente no podía negarlo porque él mismo se estaba dando cuenta, pero aún así...
Es complicado.
—No creo poder explicarlo de una forma razonal —admitió Shisui—. Pero siento... como si algo se estuviera rompiendo dentro de mi mientras más estoy... alejado de Elise.
Recuerdos de ruido estático, mucho blanco grisáceo, niebla.
Luego nieve y sangre.
Una tristeza desoladora.
Y mucha sangre.
Y entonces, una rabia monstruosa corroyendo sus entrañas.
—Es como... como si algo estuviera... mal conmigo. Empiezo a tener pesadillas recurrentes que no sé que significan, escucho susurros en el fondo de mi cabeza...
Como si hubiera alguien más impulsándome a que los mate.
—Y veo cosas, cosas horribles que ni siquiera puedo recordar una vez que despierto.
Porque la pondrán en peligro, la harán sufrir.
—Es... difícil de explicar, no sabría como decirlo realmente, pero cuando estoy peleando, intento no matar ni derramar sangre. La mejor opción es dejarlos inconscientes, pero una vez que veo sangre... siento una... rabia... siento algo que es demasiado intenso como para controlar, como si... como si la sangre derramada no les perteneciese a los ninjas enemigos sino... sino que le pertenecieran a Elise.
Minato observó silenciosamente como los ojos de Shisui se tornaron rojos y su expresión se volvía lentamente más oscura, incontrolable y llena de rabia.
Era como si un demonio se hubiera arrastrado desde los confines del infierno.
Y sus ojos... cambiaron, pasaron girando de un tomoe al tercero en menos de un minuto para luego finalmente terminar en ojos que eran más negros que rojo.
Entonces, el rubio recordó la sensación escalofriante que sintió cuando vio los recuerdos de Obito a través de Inoichi, como los sentimientos tan profundamente oscuros se desataron y nublaron su juicio casi por completo hasta que terminó la escena y pudo recuperar lentamente su lucidez.
Obito había perdido a Rin y algo tan repugnante se formó en su interior.
Shisui, incluso si no había perdido a Elise, él había demostrado que podía ver el futuro de cierta manera que no le correspondía.
Tal vez esas pesadillas eran vistas de la futura muerte de Elise.
Tal vez, Shisui estaba experimentando un cambio como Obito.
Minato no podía permitir eso.
—Ya veo... —respondió tranquilamente con una expresión en blanco— Creo que lo mejor sería que pasaras un tiempo de calidad con Elise. Por los reportes que eh recibido, ella posee un chakra calmante, por lo que sin duda alguna podrás quitarte esos... pensamientos intrusivos estando con ella.
Shisui abrió sus ojos en su mirada oscurecido dándole un toque de tensión aumentando su demonización hasta que lentamente fue relajando su expresión y una sonrisa suave y dulce colgó de sus labios.
—Puedes volver cuando creas conveniente y estos pensamientos no interfieran en tu misión, estás despedido —habló con firmeza Minato y Shisui rápidamente desapareció en un Sunshin.
Minato miró oscuramente donde estaba Shisui.
Aunque no quisiera admitirlo, algunas notas de Nidaime-sama con respecto a los Uchiha tienen razón, ciertamente son un clan terriblemente inestable, sobre todo emocionalmente, pero a diferencia de Tobirama, Minato tenía pensamientos que diferencian con respecto a los dos hokages de la anterior generación.
Los Uchiha se podían tratar, solo necesitaban encontrar una manera diferente a aislarlos o desconfiar de ellos.
Solo... debías saber cómo tratar con ellos.
Mirando hacia el techo, Minato cerró sus ojos y se desplomó en su silla completamente.
Habían pasado casi tres años desde que atraparon a Obito y no ha habido mucho progreso en la extracción del sello, la única forma sería arrancarle el corazón o de lo contrario se volvería a formar como si fuese una especie de parásito insistente. Incluso si le quitaban completamente el sello, se volvería a formar una y otra y otra vez.
Tendrían que hacerle un trasplante de corazón.
Era... era difícil ver a su estudiante de esa manera, tan resentido, tan abatido, tan cerrado que no importaba cuantas veces lo fueran a ver Kushina y él, pareciera como si no pudieran hacerlo cambiar de opción... al menos no con ese maldito sello que, como si no fuera lo suficientemente terrible, fue modificado para intensificar las emociones negativas del anfitrión.
Quizás... quizás con este trasplante de corazón, Obito pueda cambiar para mejor, volver a ser el de antes...