Minato observó desde principio a fin todo lo que Shisui le mostraba, incluso desde los momentos más vergonzosos hasta los más salvajes. Cada pensamiento, emoción, tristeza, anhelo, cada parte que construía a Shisui en lo que era como persona estaba grabado en cada recuerdo que le mostraban a través del genjutsu en el que lo metió el pequeño chico.
Desde su genio creciente, su envidia amarga, su desesperación que se convierte en un profundo arrepentimiento y sentimiento de culpa. Incluso la trágica misión en la que había pasado menos de una semana, estaba desarrollándose frente a sus ojos, escuchando sus pensamientos, sus ligeros celos, mostrando su lado oscuro para luego volver a ser solo un niño que fue lanzado demasiado rápido a una guerra que no tiene ganadores y solo existen perdedores.
Vio como el niño crecía, como el ataque del Kyubi se desarrollaba a través de unos ojos parciales, las reuniones con el clan, su amistad con Itachi, las ordenes parciales del anterior Hokage, el anuncio de su muerte, la desconfianza entre el pueblo y el clan, como fueron alineados, la decisión de un golpe de estado y como el mismo niño que estaba frente a él estaba dispuesto a convertirse rápidamente en un sacrificio para evitar que el golpe de estado suceda.
Y entonces vio como la aldea lo traicionó, como a pesar de haber renunciado a todo lo que amaba, Shisui eligió la aldea por sobre sus propios interesas, como incluso cuando le habían arrebatado un ojo y lo habían atacado de la manera más ruin, envenenándolo, rodeándolo, tendiéndole una trampa, el joven puso por delante a su aldea, llegando a "suicidarse" con tal de que su amigo, alguien que pensaba como él, que pensaba por la aldea por sobre su clan, obtuviera el Mangekyo a través de su propia muerte.
Vio la vida de un niño, lanzado a la guerra, intentado sobrevivir con uñas y dientes, aferrándose a la vida y entregando todo de su ser por su aldea, la misma aldea que lo traicionaría y robaría los preciados ojos de su clan, los preciados ojos de su linaje.
Shisui era un hombre honesto, tal vez no perfecto, pero seguía siendo un humano y como tal, seguía cayendo y levantándose una y otra vez. Pudo haber tomado mejores decisiones, pudo haber cambiado muchas cosas si hubiera actuado tal vez de otra manera, pero eso lo hizo ver más sincero a sus ojos.
Era un hombre imperfecto, un chico que llevaba en la manga su corazón sangrante lleno de cicatrices y heridas, que seguía preocupado por otros más que por si mismo, anteponiendo el bienestar de los demás que su propia seguridad y felicidad.
Minato vio como el chico cometía errores una y otra vez, como en algunas ocasiones tomaba las decisiones que solucionaran los problemas de una manera efectiva o parcial, pero que tal vez no eran correctas del todo.
Aunque no lo sabía todo y había muchas incongruencias en sus recuerdos, Minato podía hacerse un panorama general de la situación. Los recuerdos de Shisui claramente estaban sesgados y eran parciales, pero a través de sus recuerdos pudo entender más o menos lo que sucedía en Konoha en general.
Pero lo que le preocupaba más eran esos fragmentos de recuerdos distorsionados.
¿Itachi reuniéndose con Danzo?
¿Quién era ese hombre enmascarado?
¿La masacre del Clan Uchiha realmente sucedió?
¿Por qué Itachi y Sasuke peleaban hasta matarse?
Los recuerdos eran fragmentos distorsionados y rotos, no podían escuchar nada, estaban dispersos y era como si hubiera estática en aquellos recuerdos, pero si eran reales o no, si sucedían después de la muerte de Shisui y eran observados por el ojo que Shisui le dio a Itachi, podían tomarlo como una advertencia de lo que podría suceder.
Mirando al niño, adolescente, frente a él, Minato se sentía complicado.
—¿Qué piensas hacer ahora? —preguntó Minato.
Shisui claramente dudaba mucho de su camino ahora que Konoha lo había traicionado, no le sorprendería que volteara sus armas hacia la aldea cuando ellos eran los que lo habían traicionado primero.
Shisui entendió el significado detrás de las palabras y frunció su boca.
—Seguiré siendo Shinobi de Konoha —declaró firmemente—. Pero esta vez, le daré prioridad a la persona que amo. Ya di todo por el pueblo una vez, lo mínimo que merece ella es que le de todo de mi luego de haberla abandonado tan cruelmente y sin explicación alguna.
—Comprendo —asintió Minato mirando al chico.
—No odio a Konoha —declaró Shisui firmemente—. En todo caso, debería de Odiar a Danzo, sé de primera mano que ese hombre es peligroso y no me sorprendería que intentara asesinar al tercero en un futuro después de mi muerte —Shisui se encogió de hombros—. Más que nada, estoy molesto conmigo mismo por ser tan ingenuo con una persona tan traicionera. No puedo decir que amo con la misma intensidad a Konoha después de lo que sucedió, pero tampoco puedo culparlos por ello.
—Me alivia escuchar que no odias a Konoha —aceptó el rubio con una pequeña sonrisa—. Nadie te puede pedir que ames a Konoha después de lo que te pasó, pero con que no lo odies estoy satisfecho.
—Es el lugar en donde nací, me crie y conocí al amor de mi vida, por ello es que lo voy a proteger, pero ahora mi prioridad no será el pueblo, sino mi mujer —habló firmemente el azabache cruzándose de brazos.
Los labios de Minato temblaban con la amenaza de una sonrisa por el lindo puchero que estaba haciendo Shisui, muy shinobi y todo, pero su cuerpo actual era el de un niño y su voz chillona, junto con su rostro medio afeminado solo le daban la apariencia de un niño mimado haciendo un puchero.
—Entiendo, solo que ahora tendrás que empezar a conquistarla de nuevo —recordó Minato y vio como Shisui se congelaba y sus ojos de ponían blancos.
—Oh...
—La conociste cuando tenías once en una misión de escolta, faltan cuatro años para que la conozcas oficialmente —continuó el rubio divertido mirando como el pequeño azabache se ponía a sudar.
—¡Pero no quiero esperar tanto! —exclamó el Uchiha y Minato soltó una pequeña risita.
Haciendo planes en su cabeza, Shisui empezó a murmurar por lo bajo hasta que finalmente asintió para si mismo y levantó su rostro con una mirada de determinación.
—Muchas gracias por escuchar mi petición y cumplirla —habló seriamente Shisui mientras hacia una reverencia.
—No, gracias a ti por mostrarme lo que podría suceder —Minato miró fijamente hacia la nada con el ceño ligeramente fruncido, luego miró a Shisui—. Me aseguraré de que eso no vuelva a suceder, pero si ocurre, será menos catastrófico que antes. Tu clan no volverá a ser excluido nuevamente.
—Muchas gracias, Yondaime-sama —Shisui miró fijamente el suelo aun inclinado con una expresión casi adolorida. No sabía qué esperar del futuro, pero sabía que el rubio no lo tomaría dentro de los planes de lo que sea que fuera a hacer, pero al menos tenía su palabra.
—No hay nada que agradecer, aun no he hecho nada —Minato hizo que el niño se levantase de su reverencia y luego lo palmeó ligeramente despidiéndose del Uchiha.
La expresión amable del rubio cayó apenas se cerró la puerta y su expresión se volvió feroz.
—Naruto... —murmuró con el ceño fruncido Minato y apretando los puños.
Shisui claramente no interactuó mucho con su hijo, pero en las pocas interacciones desde lejos que tuvieron, Minato pudo observar muy bien como el pueblo alineaba y se descargaba con el rubio. Sin sus padres para protegerlos, Naruto fue casi brutalizado si no fuese porque de vez en cuando algunos ninjas intervenían para que las palizas no fueran demasiado malas, Shisui fue uno de ellos.
El Uchiha no se metió en la vida del niño y, sinceramente, no tenía ni el más mínimo interés en el Uzumaki, pero al menos utilizó pequeños Genjutsus leves en las personas para que el Naruto escapara en algunas situaciones realmente alarmantes. Claro, no estaba permitido utilizar genjutsu en los civiles, pero Minato aprobaba las acciones de Shisui solo porque defendió a su hijo de una manera sutil.
Las personas seguirían creyendo que estarían regañando a Naruto, cuando claramente el chico se había escabullido en ese segundo de duda y, con lo rápido que era -Minato estaba orgulloso-, solo bastó una pequeña brecha como para lograr escapar con éxito.
Claramente, Shisui no podría acercarse directamente y defender a Naruto, no cuando él era un Uchiha y su hijo un Jinchuriki, mucho menos cuando se le acusaba al clan Uchiha de controlar al Kyubi en esa catastrófica noche en donde su esposa y él murieron y su hijo se volvió un Jinchuriki.
Minato, aunque fue corto y breve lo que vio, no podía perdonar al pueblo. Si un espectador externo que no se interesa ni tiene opinión sobre su hijo pudo ver qué tan mal lo trataban y darse cuenta de la terrible negligencia infantil junto con todo el maltrato recibido en una corta interacción, no querría ni imaginarse lo que sabría y vería si fuera alguien cercano a Naruto y no hacía nada.
No había un padrino para cuidar a Naruto en ningún lado y el Hokage claramente había dejado que se filtrase la noticia de que Naruto era un Jinchuriki, lo que lo ponía no solo en peligros externos, sino que en peligros internos. La aldea acababa de ser destruida por el nueve colas, obviamente iban a tener resentimiento por su Jinchuriki porque muchas personas no van a ver que Naruto es un héroe por mantener prisionero al Zorro, sino que lo verían incluso como una monstruosidad.
Tal vez, si ponían su apellido en vez del de Kushina, la gente lo trataría mejor. Al menos por respeto al difunto cuarto Hokage, pero sería amenazado por los enemigos que se hizo durante la tercera guerra mundial ninja y no estaría bien con ello.
¿Jinchuriki e hijo del relámpago amarillo? Solo una receta para el desastre. No había relámpago amarillo para cuidar de su hijo y tampoco había un habanero sangriento dispuesto a voltear las cinco grandes naciones ninjas con tal de proteger a su bebé.
Naruto era tan pequeño, debería tener unos seis años y parecía tan pequeño como un niño de cuatro años. Claramente no estaba comiendo bien, sus ropas estaban desgastadas y roídas, sucias, que claramente no eran de su tamaño y, por dios, su carita estaba tan delgada, sus ojos azules mostraban tanto miedo y tristeza.
Conociendo lo buenas amigas que eran Mikoto y Kushina, la Uchiha claramente hubiera adoptado a Naruto, pero precisamente por ser Uchiha, se habrían inventado alguna mierda sobre como los Uchiha querrían el control sobre el Jinchuriki.
Minato estaba furioso, si él y Kushina dieron su vida para proteger al pueblo, ¿Por qué nadie podía proteger a su hijo? ¿Dónde estaba Jiraiya? ¿Por qué Kakashi, aun hundido en una depresión tan grande, seguía en el Anbu? ¿Por qué se filtró la información de que Naruto era un Jinchuriki? ¿Por qué su niño, su pequeño niño, rondaba por las calles sin un adulto vigilándolo y cuidándolo? ¿Por qué nadie se daba cuenta de que lo que estaban haciendo estaba mal? ¿No había ningún adulto cuerdo? ¿Acaso el Sandaime no podía cuidar de su hijo? ¿Por qué el Sandaime creyó que sería una buena idea reprimir la información ya propagada de que Naruto era un Jinchuriki y amenazar con dar "severo" castigo por la difusión de esta filtración? ¿Acaso no veía que solo provocaría una reacción más violenta en la gente?
Había tantas preguntas sin respuesta y luego de ver a su pequeño hijo ser abandonado de tal manera, Minato no estaba de humor para ser moralmente correcto y preocuparse por las consecuencias de sus actos. Le dieron la posibilidad de cambiar el futuro en la boca y él no sería un idiota como para dejar que su hijo sufriera una segunda vez.
Naruto merecía crecer con sus padres y aunque tenga que amenazar a Tsunade y enfrentarse al mismo diablo, los dos Sannin estarán presentes para en nacimiento de su hijo.
Mito era la abuela de Tsunade y Kushina consideraba a Mito casi su segunda madre, lo quiera o no, son familia.
Y Jiraiya era su maestro y el padrino de Naruto, investigación, red de información o recuperación de Orochimaru, le importaba una mierda. El hombre estaría presente para el nacimiento de Naruto y lo ayudaría a estabilizar los sellos de Kushina para que nadie muriera esa noche.
Lo que sea que haya sucedido en el futuro como para que él y Kushina mueran, el Kyubi ataque y Konoha sea casi destruida, lo va a cortar de raíz.
¿Y qué si arruinaba el futuro? Estaría con su hijo y lo cuidaría contra cualquier tormenta que amenazara con lastimar a su familia, Kushina, Naruto y él lo lograrían de alguna manera. Era amable con los demás y siempre fue desinteresado, ahora se permitirá ser egoísta por su familia.