Aclaro esto porque muchas me han dicho que no se podía ver el capítulo, nuevamente lo vuelvo a subir, para ver si se a solucionado el problema. Házmelo llegar.
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Justin tocó al timbre de la casa de su novia, esperando a que le abriera, estaba impaciente por llevarla a su casa, era el siguiente paso en la relación y sabía que esto funcionaba de verdad.
Se sentía feliz al estar a su lado y eso era lo más importante. La puerta se abrió ante sus ojos y vio a la mujer que le llenaba el corazón, provocaba que sus ojos brillasen de devoción y amor por ella.
-Cariño... -susurró ella, con una sonrisa de lado a lado.
Justin se acercó a ella con una sonrisa y le dio un casto beso, que ella recibió con gusto.
-¿Estás lista?
-Sí, lo estoy.
Agarró el bolso del perchero a un lado de la puerta y cerró la puerta tras de su espalda, Justin pasó un brazo por sus hombros acercándola a su pecho y caminaron hacia el ascensor para salir del edificio para llegar al de Justin, que con mucha emoción, _____________ adoró. Justin se fijaba en sus movimientos faciales a cada segundo, viendo como la cara se le iluminaba con cada paso que daba en el departamento de Justin.
-Cariño, no es nada. Solo es un apartamento. -se encogió de hombros.
Ella saltó emocionada.
-Me da igual, me encanta. -gritó, abrazándolo.
Justin soltó una carcajada sonora achuchándole contra su pecho. La tarde pasó rápidamente y la luna salió iluminando la ciudad, Justin abrazó por detrás a _____________, quién suspiró a gusto bajo sus brazos. Se encontraban en el balcón del departamento admirando las estrellas por encima de ellos, era una noche estrellada y admiraron las vistas, juntos.
-¿Tienes hambre?
Ella se encogió bajo sus brazos, por la ráfaga de viento que había pasado segundos antes. Ella asintió con la cabeza sin decir nada, bajo la tranquila noche que se estaba sobrellevando. Justin se separó de ella y le agarró la mano para que entraran dentro ya que empezaba a refrescar.
-¿Espagueti? -preguntó él sacando una bolsa de ellos del armario.
Ella hizo una mueca. -¿Hidratos de carbono por la noche?
-Es que no sé hacer otra cosa que pasta. -se encogió de hombros.
-¿Quieres que cocine yo?
-No cariño, dije que cocinaría yo y lo haré.
-Pues espagueti, no me importa. -sonrió.
-¿De verdad no te importa? -preguntó a lo que ella negó con la cabeza.
-De verdad, por un día no me voy a morir. -lanzó una carcajada.
Media hora después los espagueti estaban listos y puestos en sus respectivos platos al igual que la mesa y ellos, quienes estaban sentados en el sofá a un lado del otro fijando su mirada en la televisión, a punto de terminar con sus platos. Justin se fijó en que ella no paraba de quejarse y removerse en el sofá y empezó a preocuparse.
-¿Que te pasa? -preguntó dejando su plato terminado encima de la mesa.
Ella imitó su acción y giró su cabeza hasta él. -Nada, ¿por qué?
-Por que no paras de removerte en el sofá, ¿te pasa algo?
-Ah, es eso. -sonrió. -Solo que estos días me está doliendo la espalda, pero nada importante.
Él se levantó de su asiento y le tendió una mano para que la cogiera. Ella con algo de confusión la agarró y Justin reuniendo algo de fuerza la levantó con facilidad, la dirigió de la mano hasta su habitación y le señaló la cama, aconsejándole que se sentara y se pusiera cómoda. Justin desapareció en el cuarto de baño y volvió con un bote en las manos.
-¿Todavía no te has desnudado? -le preguntó, remangando su camisa.
-¿Desnudarme?
-Sí, quiero hacerte un masaje. -se encogió de hombros.
Ella sonrió y se levantó de la cama, llevó sus manos a la parte inferior de la camiseta y la subió lentamente para luego tirarla al suelo sobre la alfombra. Apoyó su trasero en la punta de la cama buscando un punto de apoyo para quitarse con facilidad los zapatos de tacón.
-¿Esto también? -preguntó señalando el corpiño, con picardía.
Él asintió con la cabeza. -Todo. -afirmó con una sonrisa.
Ella se sonrojó ante su descaro y le guiñó el ojo. -¿Por qué no me ayudas?
Él se acercó a ella sin vacilar y se colocó tras ella. Colocó las manos en el broche de enganche y lo desabrochó con facilidad, dejando sus pechos al aire libre, sin ninguna sujeción. Ella lo tiró al suelo al lado del jersey y sintió como las manos de Justin vagaban por sus caderas hasta llegar a la cinturilla del pantalón ajustado que llevaba.
Desabotonó el pantalón y lo bajó lentamente hasta los tobillos. Ella suspiró nuevamente al sentir nuevamente las manos de él sobre el borde de sus bragas dispuesto a bajarlas, y sin tapujos las bajó, dejándola completamente sin ropa y desnuda bajo su pervertida mirada.
Ella sin esperar más apoyó la rodilla en la gran cama y se tumbó sobre ella, bocabajo. Él se mordió el labio y se quitó la camisa por encima de su cabeza y la tiró junto a la ropa de ella, se subió a la cama en la cual ella le esperaba ansiosa y agarró el bote de aceite colocándose bajo los glúteos de ella, sin apoyar ningún peso sobre ella, para no hacerle daño y disfrutara.
Volcó el bote sobre su mano y restregando sus manos juntas esparció algo de aceite sobre su espalda, ella gimió bajo su toque y colocó su cabeza bajo sus brazos encogidos. El masaje que él le estaba brindando reforzaba la confianza y la intimidad emocional con ella, aumentaba el deseo y prolongaba el orgasmo y por supuesto, rompió la monotonía de lo habitual.
El masaje, era un masaje erótico que era tan placentero para el que lo estaba dando como para ella que lo estaba recibiendo. Él disfrutaba del placer que le estaba brindando, además de todo lo que estaba descubriendo sobre su capacidad sensorial, su zona erógena y las caricias que más le excitaban.
Ella recibía el masaje con gusto, entregándose completamente a Justin y profundizando sus sentidos, mejorando la respuesta sexual. Sus manos descendían y ascendían a cada segundo y algunas veces presionaba con los dedos las partes en las que se quejaba para aliviar su dolor.
Pero llegó un momento en que el momento se volvió caliente, Justin bajó sus manos y empezó a mover sus manos moldeando su trasero a su antojo, provocando suspiros y gemidos ahogados contra la almohada de parte de ella.
-Allí no me duele... -gimió, cuando Justin metió la mano entre sus piernas y empezó a masajear su vagina en círculos, excitándola de inmediato.
-Losé...
Los movimientos eran rítmicos y las caderas de _____________, se movían al compás de sus movimientos de mano sobre su vagina, provocando que se retorciera sobre el colchón con raros movimientos de pelvis. Ella gimió en alto y lanzando un gruñido se dio la vuelta, agarrando del cuello a Justin lo devoró en un beso apasionado.
Justin se tomó por sorpresa sus movimientos pero se lanzó encima de ella siguiendo el beso como si su vida dependiera de ello, sus manos grasientas por el aceite vagaban por su cuerpo, mientras que las manos de ella se dirigían al botón del pantalón, para poder apartarlos de su vista, cosa que hizo junto los boxers.
-Dame placer, cariño... -gimió sobre sus labios antes de devorarlos nuevamente.
Justin encantado y totalmente excitado guió su miembro hasta la entrada y en una sola estocada, estaba completamente dentro de ella sin nada en medio de ellos, carne con carne, piel con piel. Él agarró su cara con sus dos manos haciendo que lo mirara a los ojos mientras le hacia el amor, en su cama.
Ella gemía y hacia muecas que a Justin le enamoraban cada vez más, entrando cada segundo en lo más profundo de ella le hizo reflexionar que no habría nunca una mujer parecida a ella que le hiciera feliz y le dijera todas las cosas que ella le decía cada día, que nunca habría una persona que tuviera el valor de decirle las cosas que le gustaban o le degustaban de él, ella era la única, la única persona que le hacía feliz.
-Síí-íí -gimió por última vez llegando al esperado orgasmo que retumbo por toda la habitación. Justin gimió su nombre y se quitó encima de ella para tumbarse a un lado de ella y llevarla contra su pecho. Era la primera vez en sus veces de tener sexo que habían durado tan poco, no había llegado ni a los diez minutos cuando Justin culminó dentro de ella.
-¿Crees que por hacer tanto el amor estemos tan enamorados? -preguntó ella, alzando la cabeza sobre el pecho de Justin.
-No lo sé, quizás porque estamos enamorados es que hacemos tanto el amor.
-¿O será que el amor nos hace nosotros?
*~*
¡Chicaaaaaas tengo una noticia que daros! :))
INFO: La novela acabará la semana que viene, porque solo le quedan dos capítulos para que termine.
Pero tengo otra noticia que daros.
¡Hay otra novela en proceso! Solo tengo que esperar a que la portada esté lista y todo será subido.
¿Queréis saber el titulo de la siguiente creación? ¡COMENTAR!
Pasando a otra cosa, el capítulo estuvo algo "caliente" HAHAHAHA
Espero que os haya gustado amores.
No olvidéis VOTAR & COMENTAR.