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Zara abrió la puerta y allí se encontraba un agitado Rhydian. No entendía porque parecía tan sin aliento cuando correr para los wolfbloods es de lo más natural. Poco sabía ella que el rubio estaba con el corazón así de acelerado porque no sabía si ella se encontraba bien.
Cuando salió corriendo del salón, le costó tres intentos para encontrar el salón donde ella se encontraba. Ella no lo vio a él pero Rhydian la vio a través de las ventanas que tenía el salón. Intentó entrar y les insistió a los profesores que debía verla. Que podía ayudarla. Pero los profesores no dieron el brazo a torcer y lo enviaron de regreso a su salón. Desde entonces solo podía pensar en lo asustada que parecía Zara y como él no pudo hacer algo para hacerla sentir mejor.
Sin embargo, ahora allí se encontraba: pelo mojado, remera enorme negra, algo desgastada (parecía ser de alguien mayor a ella), encima una campera gris y un pantalón suelto también gris, sus pies estaban dentro de unas medias con símbolos de Harry Potter, usando unas ojotas viejas.
Rhydian se la quedó admirando un rato. Era la definición misma de hogareña y calidez, incluso cuando no usaba colores cálidos.
Las mejillas de la chica comenzaron a tornarse un color carmesí y su mirada estaba puesta en una de las columnas del porche, Rhydian sonrió. Estaba adorable.
-Si quieres le pido a Dean que me saque una foto y te quedas mirando eso- Rhydian rió y negó.
Otra vez el silencio.
-Te fui a buscar- soltó de golpe, los ojos de ella se clavaron en los de él.- Cuando escuché lo que te estaba pasando te fui a buscar, quise ayudarte, no me dejaron pero quise acompañarte. Quiero acompañarte-
Zara por fin pudo respirar, una parte de sus dudas se había aclarado. Rhydian no quería alejarla, quería tenerla cerca a pesar del ataque.
-Rhydian tengo que decirte esto ahora-dijo ella seria, él la observa expectante- Te ofrezco una salida ahora. Ya viste lo que me pasó en la escuela y eso es solo la punta del iceberg- Zara río mientras escondía su cara entre sus manos- Créeme no soy alguien fácil de tener cerca-
-No quiero la salida- respondió él. Ella lo escuchó pero pensó que tenía que seguir aclarando.
-Soy inestable- Rhydian camino un paso más cerca de ella.
-No quiero la salida-
-Y alejo a la gente-
-No quiero la salida- otro paso más.
-Y practicamente soy un desastre andante que..-
-Zara- la interrumpió él mientras le tomaba el rostro con sus manos- No quiero..-
-Tienes que saber todo esto antes de contestar. Así no me puedo culpar de no haberte avisado, de haberte advertido. Soy una bomba andante, un reloj roto que no sabe si tiene arreglo. Te estoy dando una salida porque no se que haré si te vas cuando ya esté involucrada emocionalmente-
Rhydian miró los ojos azules de ella e hizo lo que habían prometido no hacer: respetar la distancia. Zara ya no quería no poder tocarlo, abrazarlo. Era con el único, además de Carmen, que podía sentir un contacto físico. Lo necesitaba.
El rubio pasó sus brazos por los hombros de ella y la acercó a él. Al ser solo un poco más alto que ella, Zara pudo esconder su rostro a la perfección en esa unión de hombro y cuello mientras dejaba que sus brazos envolvieran el cuerpo del chico.
-No quiero una salida- murmuró él contra el cabello de ella, dejándole un beso en este.
Pasaron un rato así, manteniendo un perfecto balance entre ambos, respirando lentamente como si estuvieran en paz. Y tal vez lo estaban.
-No quiero romper el momento pero no vine solo por esto- dijo Rhydian
-Estás hiriendo mi ego, mis abrazos son los mejores- dijo ella.
-Si... porque das muchos de esos- respondió él. Pudo sentir como Zara sonreía sobre su piel. Sintió como la chica quería separarse pero él no la dejó- Podemos hablar así-
-Está bien- rió ella mientras volvía a abrazarlo- Si es por la tarjeta, recibí un mensaje de Maddy, muy acusatorio la verdad, y Eleonor fue a llevársela a los Smiths para aclarar cualquier malentendido-
-Ya... no era eso igual- Zara se separó de él y lo miró dudosa- Ve y ponte algo más abrigado. Iremos de paseo al bosque.
Rhydian sostuvo la imagen, parecía ser el mismo árbol caído que aparecía en la foto de Shannon. Zara lo miró y asintió, afirmando que pensaban lo mismo.
Se acercaron lentamente, examinando todo detalladamente. Debía haber alguna pista sobre algún wolfblood salvaje.
Zara se arrodilló junto al tronco y observó las marcas: eran idénticas a las unas garras. Miró a Rhydian y vio cómo él pasaba su mano por encima del tronco, al parecer había más marcas.
Un sollozo los puso alerta. Rhydian se asomó y después se volteó hacia ella, haciéndole un gesto de que lo siguiera. Zara lo miró confundida pero no lo cuestiono. Atravesó el agujero y al otro lado comprobó lo que el rubio había visto: Shannon Kelly sentada y llorando.
Zara no podía decir que le cayera bien la chica, en lo poco que la había conocido le había parecido una chica muy curiosa pero casi llegando al límite obsesivo, sin mencionar que su creencia de ser más inteligente que el resto. Además, adentrarse sola en el bosque de noche (al menos para un humano) era totalmente peligroso por lo que su juicio no era el mejor. Sin embargo, al enterarse de lo que le había pasado en la escuela, no pudo evitar sentirse mal por ella.
-Hola- saludó Rhydian mientras se acercaba a la pelirroja- Buscando al monstruo ¿no?-
Zara lo golpeó en el brazo, él rubio se quejó pero entendió la indirecta.
-Solo déjalo estar, por favor Rhydian-
Rhydian iba a sentarse al lado de la chica pero sintió como Zara se removia en su lugar. La observó unos segundos, pudo notar su incomodidad: sus ojos estaban en el suelo y se movían de un lado a otro, su mano derecha agarraba su brazo izquierdo y se lo pellizcaba y su pecho subia y bajaba irregularmente.
Eran detalles pero para él estaban a plena vista.
Le extendió la mano y ella no dudó en tomarla, abrazando prácticamente el brazo de él. Rhydian la trató de tranquilizar dejándole caricias en la mano. Ambos se sentaron, Rhydian quedando al lado de Shannon.
-¿Por qué te interesa tanto?- se atrevió a indagar Rhydian. Shannon suspiró antes de hablar.
-Tenía siete, estaba acampando no muy lejos de aquí y todos ya se habían ido a dormir- Shannon soltó un suspiro tembloroso- Pero yo no podía dormir; podía sentir como algo estaba afuera, probablemente tejones pero a esa edad tu imaginación juega contigo. Estaba jugando, haciendo monstruos con las sombras pero después apareció una sombra real, por afuera de mi tienda- la pelirroja respiró profundo, como si estuviera reviviendo el evento- Entonces, encendí mi linterna y la cosa se acercó, casi encima nuestro. Pensé que era alguno de mis amigos así que salí de mi tienda pero solo me encontré con esa monstruosa cosa, peluda y con unos brillantes ojos amarillos. Grité tan alto que desperté a todo el campamento-
-¿Y...?- antes de que pudiera seguir sintió como Zara le apretaba la mano. Sé delicado pensó ella y él, como si pudiera realmente leerle la mente, pensó bien sus siguientes palabras- ¿Y qué crees que fue?-
-No lo sé- dijo Shannon mientras se encogía de hombros, angustiada por el recuerdo- Pero cuando volví a la escuela, todos ya se habían enterado y empezaron a reirse de mí- la pelirroja dudó un poco, mirando de reojo a la rubia que acompañaba a Rhydian, ¿debía seguir hablando?- Incluso me enviaron a un psicólogo infantil-
Rhydian y Zara se tensaron, ambos sabiendo lo que se sentía ser analizado por un terapeuta, tratándote como un demente. A pesar de que Zara tuvo avances y le agarró el gusto a tener terapia, no había tenido un comienzo fácil y se sintió triste de que Shannon haya sentido ese sentimiento.
-¿Para qué?- cuestionó el rubio.
-No me callaba sobre lo que había visto-Shannon soltó una risa irónica- Dijeron que lo estaba inventando por atención-
-No es lindo ser acusado de mentiroso, ¿cierto?- Shannon solo se limitó a asentir. Rhydian buscó con su mano libre, escondido en su bolsillo, un chocolate- Sabes, el chocolate para la mala cara- Zara lo golpeó en brazo y tanto Shannon como Rhydian rieron-
-¿Seguro que no quieres?-
-No, estoy bien- dijo Rhydian mientras se levantaba. Una vez de pie, le tendió sus manos a Zara para ayudarla a levantarse.
-¿Chocolate vegano?- Zara hizo una mueca del disgusto y, tratando de ser disimulada, comenzó a buscar en su mochila.
-Si... Mis padres adoptivos son veganos- Shannon miró con desagrado el dulce- Disfrútalo.
La pelirroja tomó un trozo del chocolate pero, al tenerlo en su boca, se arrepintió de comerlo. Tragó con mucha dificultad y tomó un sorbo de agua para limpiarse el mal sabor. Cuando dejó su botella en la mochila, vio como Zara se aproximaba a ella y dejaba un paquete de gomitas de ositos a unos metros de ella. Sin hacer contacto visual ni emitir un sonido, corrió hacia Rhydian, quien la esperaba apoyado en un árbol, sonriendo con ternura.
-¡Gracias!- le gritó Shannon para después meterse un par de gomitas en la boca, sonriendo ante el gesto que los rubios habían tenido con ella.
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YA PASAMOS LAS 1K DE VISITAS LPM LOS AMO
Espero que disfruten el capítulo y nada, muchas gracias y los amo <3