sustituto [bl]

By ArleyLC

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Alex es un adolescente de 18 años que gracias a qué su padrastro y su madre lo echaron de casa, termina casad... More

CAPITULO 1
CAPITULO 2
CAPITULO 3
CAPITULO 4
CAPITULO 5
CAPITULO 6
CAPITULO 7
CAPITULO 8
CAPITULO 9
CAPITULO 10
CAPITULO 11
CAPITULO 12
CAPITULO 13
CAPITULO 14
datos de los personajes y cap 15
CAPITULO 16
CAPITULO 17
CAPITULO 18
CAPITULO 19
CAPITULO 20
CAPITULO 21
CAPITULO 22
CAPITULO 23
CAPITULO 24
CAPITULO 25
CAPITULO 26
CAPITULO 27
CAPITULO 28
CAPITULO 29
CAPITULO 30
CAPITULO 31
CAPITULO 32
CAPITULO 33
CAPITULO 34
CAPITULO 35
Nota Realmente Importante :/
CAPITULO 36
CAPITULO 37
CAPITULO 38 (final #1 Parte)
extra 2 [final]
Final Alternativo
Extra
🚨nota de advertencia temporal🚨
actualización urgente
nueva plataforma de publicación

Extra 1

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By ArleyLC

Una disculpa por lo relatado, pero es la primera vez que escribo algo heterosexual, pura cosa gay escribo jsisjs

Dylan

En la biblioteca existe el conocimiento, hay silencio para quienes desean lecturas pacíficas o puedes ir junto a la ludoteca y el área infantil si el ruido es lo que te ayuda a vivir mejores experiencias en cuanto a leer. Pará mí ninguna de las dos, yo no soy de leer ni de estudiar, paso examenes con lo que llevo en la cabeza, no leo nada amenos de que sea sumamente necesario y eso que entrego mis reportes de lectura en la escuela a medias, y aun así los paso con buena calificación.

Mi castigo me obligó a tener que leer libros inteligentes; claro, según mi hermano Philip. El es todo lo que podría llamarse un niño ejemplar, siempre con buenas notas, bueno en uno que otro deporte, estudia y por las tardes va a la biblioteca a un grupo de estudio que formó con compañeros de bajas calificaciones, todo con el fin de ayudarles y sin cobrar nada, de lo que se dise nada.

— animate — me dijo Lip con un manotazo en la espalda, el era el único animado del sitio — aquí aprenderás a apreciar la lectura y lo mejor es que te salvará de tu castigo.

Ese tipo solo se estaba burlando de mi, me dijo que yo solo me puse la soga al cuello por haber hecho una promesa que no cumpliría, pero saben que, esta vez les dejaría la boca abierta y me besarían el tracero por no creer en mi, haría lo que papá me dijo y mucho mejor de lo que esperarian.

Así que ignorando sus burlas me senté en una banca alejada de todo, justo al fondo de la biblioteca y entre los enormes estantes de libros en la sección de fantasía y ciencia ficción. Eso leería, papá no dijo especificame un título, sino que debía leer y ya. Tomé el primer libro que me llamó la atención, pasta buena, portada entre sí entre que no y bueno el título parecía prometedor.

“el hogar de miss peregrine para niños peculiares”

Si, eso sonó muy yo, así que me senté plácidamente a leerlo, iba por la página diez y no me quería aventar por la ventana y eso era un avance, de repente en la estrecha mesa se sentó alguien frente a mi; hice lo que cualquiera, ignore la presencia de esa persona y me concentre en lo mío. Entonces escuché risillas que provenían de detrás mío.

No se ustedes, pero yo se muy bien cuando alguien se ríe de mí, tengo ese don para saber cuando la gente me ve mal. Levanté la cabeza y vi a una niña de cabellos castaños y ondulados, de ojos ámbar muy bellos, pero al borde del llanto; al principio me quedé mirándola intentando saber el porqué de ese puchero tan triste, pero cuando uní eso con las risillas de atras, sabía más o menos lo que pasaba.

En la mesa de las risas había unas niñas de esas que de lejos se ven pesadas, sabes como, las que van riéndose de los demás sin pena alguna, de esas hablo. Secreteaban, nos miraban y volvían a reír. Suspiré e intente volver a mi libro ignorando esos ojitos llorosos, peo el sonido de un teléfono me distrajo, era el de ella. Mire de reojo cuando lo revisó y fuera lo que fuera que le escribieron fue lo suficientemente cruel o dañino para hacerla llorar en silencio y hacer que esa cara bella se convirtiera en la de un sapo feo feo.

A mi no me gusta ver gente discriminada, simplemente no hago lo que no quiero que me hagan, incluyo a quien está solo y también intento hacer que los acepten como son, siempre y cuando sean buenas personas, claro está.


Me harte un poco y le quite el teléfono de la mano a la niña, ella me miró sorprendida pero no hizo nada para evitar que leyera sus mensajes.

Había un foto de un niño guango de dientes chuecos besando la mejilla de una niña, ella sonreía y en el pie de la foto escribieron: “Carlos ya no es mas tu novio, te sujiero que busques a alguien mas, perra”

Entonces suspiré más fuerte y escribí por la niña de enfrente: se escribe, SIGIERO, ignorante.

Le devolví el teléfono a la niña a quien solo le dio tiempo de poner ojos de huevo frito antes de que; curiosamente, la niña de la foto fuera a ella y le dirá un tion de cabello.

—¿¡que te crees!? Pareces estúpida creyendote más que yo todo el tiempo — se quejó la niña de cabellos chinos, cara bonita pero terrible actitud.

La niña de ojos ambar me miró con miedo y entonces me levante de mi asiento, ellas eran bastante bajitas en comparación conmigo

— no tengo idea de que te hizo, pero así no se trata a las personas — le reclame con los brazo cruzados a la mocosa de terrible actitud

Ella me miró enojada y bufo con una risa

— tu que, entrometido, ni siquiera estoy hablando contigo idiota — me ofendió girando los ojos y siendo apoyada por las risillas de sus amigas.

De pronto la voz de philip se dejó escuchar de la nada

— espero que tu padre sepa que hablas así Georgia, sino para decirle que ha estado desperdiciando su dinero en tus cursos de verano. — mi hermano tenía un libro pesado en las manos, se acomodó los lentes y de pronto su flequillo bien peinado lo hizo ver superior al resto.

La niña gruñó enojada y apuntó con un dedo malicioso a la de los ojos bonitos.

— pero te voy a agarrar sola y ahí si me las pagas, Lirio. — amenazó antes de irse con su séquito.

Yo me relajé y hasta tome aire antes de sentarme de nuevo. Lip se me quedó viendo feo pero igual me iba a regañar por cualquier otra cosa.

— no sabia que molestabas a niñas de 12 años, Dylan —me reclamó con mirada aplastante.

Me encongi de hombros y me puse de nuevo con mi libro.

— no lo hago, ni siquiera Sabía que eran niñas, creeme que de saberlo ni me metia — le conteste disque leyendo, pero la verdad es que mi consentracion se perdió hacía un rato y en cuanto a lo que dije, no. La verdad si me hubiera metido.

Como no me consentraba y ya casi era hora de mi serie, me levante y fui a pedir el libro prestado siendo seguido de cerca por la niña de los ojos bonitos.

La señorita bibliotecaria frunció el señor apenas vio a la niña detrás de mí.

— Lirio, tienes que pagar las multas por los libros anteriores, hasta entonces no puedo prestarte más libros — le advirtió mientras anotaba mi nombre en su computadora y el libro que había tomado.

Lirio refunfuño con fastidio

— pero yo no los rompí y tampoco fue mi culpa entregarlos tarde, ya le dije que me los robaron — discutió con la bibliotecaria.

La señorita la ignoro y siguió con lo suyo

— no es mi problema, consigue la manera de pagar las multas y solo asi te puedes llevar el libro, además ningún ladrón regresa lo que ha robado. — exclamó fastidiada

Luego se volvió para indicarme que tenia un mes para devolver el libro y que si lo dañaba tenía que pagarlo, la niña regresó a poner el libro que tenía en sus manos en donde estaba. Pero me sentí mal por haberla metido en un conflicto hacia un rato así que igual creí que su multa no era tan grande.

— ¿podría decirme cuanto es lo que Lirio debe? — le pregunté amablemente a la señorita, ella giro los ojos y luego tecleo en la computadora.

— debe $35 en multas y $23 por reposiciones — me indicó girando el monitor de la computadora.

Me arrepentí a haber preguntado, pero aún así al verla salir de biblioteca con su carita triste y con ese puchero de perrito abandonado, no pude evitar sacar lo que me quedaba de la mesada y pagar la deuda. Por alguna razón ella tenía algo que me hizo querer ayudarle.

000

En casa papá se sorprendió por verme leyendo, pero ni yo podía creerlo, ese libro si bien no era genial, tenía algo que me obligó a seguir leyendo, así lo terminé en dos días y ni cuenta me di, había una secuela pero preferí buscar algo más. Encontré harry potter pero eso ya estaba demaciado visto, además mi hermano mayor Harold ya me los había contado al derecho y al revés y ya había visto todas las películas, así que mejor pase a el padrino, tenía buen inicio, me gustó lo que leí en las primeras dos páginas y me lo llevé. Me senté en la misma mesa de hace unos días y no fueron ni diez minutos cuando la misma niña se sentó frente a mi.

Ella tenia el cabello amarrado con unas trencitas a los lados de su cabeza, con liguitas de colores que hacían más bonito su peinado y con las pecas que no había notado antes, decorando sus ojos ámbar brillosos y adorables por sus largas pestañas. Lirio me miró fijamente y yo a ella haciendo el espacio un poco incómodo.

— uhm, yo creo que me quieres decir algo — le dije lentamente y ella asintió.

Sacó dinero de sus bolcillos y lo puso sobre la mesa, eran unos cuantos billetes y monedas.

— quiero pagarte lo de los libros, mi papá dice que no está bien recibir cosas así porque si — explicó acercando más el dinero en mi dirección, yo negué y lo alejé

— lo hice por que te metí en problemas sin conocerte, además no hace falta que me lo pagues, tomalo como un premio de consolación por ese día — ella no dijo nada y dio un gracias susurrando, guardo el dinero en su chaqueta y se fue.

Fui a llevarme el libro y devolver el otro, la señorita de la biblioteca me registró nuevamente en su computadora y antes de irme me llamó.

— lirio te dejp esto antes de irse — me entregó un papelito con stikers.

Lo abrí y lo leí, dándome cuenta de que era una invitación de fiesta de cumpleaños obviamente improvisada. Tenía la dirección  y toda la cosa, Lirio me había invitado a su fiesta de cumpleaños sin siquiera conocerme bien.

La guarde en mi bolsillo y fui a casa, esperaba llegar a cenar pero papá James estaba muy enojado y la casa estaba en un poco de silencio.

Me acerque a él con la guardia en alto y le pregunté qué había pasado.

— philip se metió en problemas en la escuela, le rompió el brazo a un chico y tal vez lo expulsen definitivamente — me explico levantándose de la mesa y llendo a la cocina para tomar agua.

No pregunte más, subi a mi habitación y de paso fui a la de philip, se escuchaba como lloraba y obviamente toque antes de entrar. Iguk no me dio permiso pero entré como todo buen hermano invasivo haría. Lío esta hecho bolita en la esquina de su cama y se podía ver que au tenía el pantalón desabrochado.

Como solo papá James estaba en casa ya sabía que era el quin lo había castigado y con diferencia a papá el no nos consulta ni nada, solo nos deja llorando.

Me recosté detrás de mi hermano y le pasé un brazo por los hombros, el loro con más sentimiento a mi se me hizo chiquito el corazón. Solo no soporto verlo o escucharlo llorar.

Papá llegó después y como nos quedamos dormidos nos despertó para cenar y antes de bajar consoló a Philip, con cenamos como si nada aunque lío se sentía incómodo.

Pasaron los días y cuando estaba con mis amigos en el parque de skate, uno de ellos, liam, se acercó a hablar conmigo.

Parecía frsutadro así que decidí preguntar el porqué, y si soy chismoso y no me importa lo que piensen.

— mi hermanita invito a un montón de gente a su cumpleaños y a todos le dijeron que no irían, son todos unos mierda, falta gente por confirmar pero no le han dicho nada y hoy es su cumpleaños. — explicó frunciendo el seño en un gesto amargo.

— lo lamento por ella, ¿no tiene muchos amigos? — pregunté sutil.

—no, ella es un ratón de biblioteca, papá intenta que haga amigos pero no ayuda porque es muy tímida, todo le apena, — de repente una sonrisa apareció en el rostro de liam — te mostraré una foto — sacó su teléfono y me mostró el fondo de pantalla, ahí estaba, era Lirio con un bonito vestido de flores y sonriendo.

Entonces recordé el papelito de lirio en la biblioteca y el contenido del papelito.

— iré a la fiesta de tu hermana, para compensar que nadie quiere ir — le propuse, liam primero me miró con duda y terminó por dar su brazo a torcer.

—bien, pero trae a Lip contigo, mi hermana no deja de hablar de él y me tiene har. to— refufnfuño y se levantó para aventarse por una de las rampas.

Al llegar a casa tuve que pedir dinero a papá James que al contarle que era para el regalo, me dijo que intentará comprar algo bonito y no tonterías. Aunque tengo que admitir que el regalo deje que Lip lo escojiera, yo le hubiera llevado un balón o una taza decorada, pero Lip dijo que eso era feo, soso, y sin gracia, así que le llevó un bonito vestido verde agua que tenía algunas pequeñas flores, muy primaveral el asunto.

Ya en la casa de liam tocamos el timbre y nos abrió la melliza de liam, ella apenas vio a Lip se lanzó sobre el.

— ¡vinieron! Jaja, alguien al fin vino — grito emocionada, pues cuando entramos vimos que todo estaba muy bien decorado, pero para desgracia de la cumpleañera no había nadie en las sillas para los invitados.

Al padre de Liam se acercó a saludarnos y fue cuando le entregamos el regalo, el lo puso en una mesa extrañamente con varios regalos y nos llevó a la cocina junto con el.

— todo será aquí en la cocina — nos explicó el señor Félix un poco decepcionado — decore la sala esperando que viniera más gente de la nada, pero creo que así no funciona las cosas, ¿no chicos? — mi hermano y yo nos miramos sin saber que responder y antes de poner el ambiente incómodo nos hizo sentar en la mesa donde había pastel y comida.

Lirio pareció un poco después, llegó con unos pantalones de mezclilla y una camisa de los kiss, que a pesar de no ser de su talla se le veía de maravilla, con sus cabellos al aire y su piel ligeramente morena, hacia ver a sus hermanos mellizos como los dos primeros panques que no salieron bien del horno. Ella me dio una sonrisa alegre al verme y luego a una a mi hermano; ay mi hermano, el atrae chicas por montones y bueno, no solo chicas, pero a pesar de que le caen oportunidades por todos lados, el no toma ni una.

El cumpleaños fue todo lo que un padre como el de lirio le pudiera dar a su niña consentida, se notaba de lejos que quería hacerla convivir más, pero ella parecía no sentirse segura de hacerlo. Al final abrió los regalos y para sorpresa mía, el vestido que eligió mi hermano me encantó. En cuanto a los demás regalos, de los veinte que había, tres eran de su hermana, uno de su hermano y el resto decían todos: de mamá y papá, para lirio con amor

Cuando todo acabó el padre de lirio nos agradeció y nos acompañó a la salida, cuando ya estábamos en la calle Lirio me alcanzó para preguntarme algo:

—¿me enseñas a lo de la patineta? — me pregunto tímida.

Yo la mire con dudas y rectifique

— quiere aprender a andar en patineta, porque~ — ella levantó los hombros y comenzó a morderse una uña.

— pues, sólo quiero probar algo nuevo y ya — dijo sin más excusas y encongiendo los hombros.

— bien, te veo en el parque después de la escuela, si te parece bien. — le indique, ella aceptó y se metió feliz a su casa.

Desde se día, ella me seguía a todas partes, si había competición llevaba carteles para appyarme, no faltaba nunca a practicar con la patineta, la invité a mis cumpleaños y ella  me invitó a los suyos, la veía en la biblioteca, íbamos con amigos a centros comercialesy pronto se hizo costumbre su presencia. Yo cumplí los 18 y ella los 15, era una niña para mi, pero tenerla cerca me daba paz sin saber el porqué, como si todo lo malo de mis días se fuera con solo verla.

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En una ocacion invite a mis amigos a una fiesta de piscina en mi casa, ellos eran de mi edad he incluso más grandes, mi hermano llevó a su novia Martina y yo como siempre invité a los chicos con quines me reunía para el skate. Cuando llegaron la última en dejarse ver fue Lirio, quien apenas cruzó la puerta a la piscina se quito el camisón que tenía puesto, dejando ver que la adolescencia le había caído de maravilla. Si bien no era una niña delgada y escuálida, su cuerpo tenía una bonita figura, pero en cuanto la vi y mis amigos comenzaron a susurrar y reír; claro sin saber que ella era menor, me dio un sentimiento de celos que jamás había tenido antes.

Me levanté un poco molesto la lleve dentro de la casa tomando su camisón de la tumbonas donde lo había dejado.

— pontelo, nada con el camisón — le pedí con amabilidad

Ella me miró “indignada” y se cruzó de brazos

— no quiero, mi hermano me dio permiso de usar traje de baño y mi papá también — se excusó

Yo suspiré irritado

— pero les dijiste que venias a una fiesta con personas mayores, quiero suponer

Ella me miró un momento y luego negó lentamente

— ahí está, pontelo, si no trajiste más ropa te prestare de la mía — le ofrecí el camisón y se lo volvió a poner muy a la fuerza, antes de darme la vuelta le dije — y les diré que tienes 15, para que no se hagan ilusiones de nada.

— casi tengo dieciséis, tirano — se quejó

— mi casa mi reglas — dije antes de salir de nuevo.

Todo fue con total regularidad después de eso, no había nadie intentado acercarse a ella de forma extraña, la estuve viendo constantemente y solo la vi platicar con algunas de las chicas del skate y las novias de mis amigos.

Que después de pensar, no fue buena idea invitar a una chica menor a un evento de ese tipo.

Cuando todos salieron de la piscina y comenzaron a irse mi hermano me ayudó a terminar de limpiar, lirio hablaba con Fanny, una chica que jugaba conmigo desde que éramos muy niños. Ellas se acercaron y lirio me pudo ropa, Fanny se quedó ayudando a mi hermano mientras yo lleve a Lirio a mi habitación para que pudiera cambiarse tranquila.

— no quiero mojar tu cuarto— dijo casi disculpándose.

Negué con la cabeza

— no pasa nada, no importa — le respondí amable.

En mi habitación le saqué del armario unos pantalones de deporte negros que eran los más pequeños que tenía y una playera blanca que definitivamente le iba a quedar grande pero le serviría de todos modos. Lo bueno fue que le di ropa, porque sino se hubiera ido a casa en ropa mojada y transparentosa.

— puedes cambiarte en mi baño — le indique abriendo la puerta del mismo para ella — te espero afuera de la habitación.

Ella asintió y se metió al baño, yo salí de mi cuarto y espere afuera envuelto en una toalla, mi hermano se había metido en su habitación con su novia y ni preguntar era bueno.

—¡Dylan! — se escucho dentro de la habitación, dise en entrar pero luego se escucho como algo duro caía al suelo, me asuste y entre rápidamente.

Lirio solo tenía pantalones puestos y solo eso, primero vi sus pechos por un segundo y luego sus ojos, ahí me quedé, parado mirándola con seriedad, ella era una niña para mi. Había visto mujeres antes, nada como ella, lirio era una niña para mi, tal vez por mis experiencias o porque tengo tres años y medio mas que ella, pero... No lo sé, no la veo tan así, no podría verla de forma sexual.

—vístete y vete a casa — le dije en un susurro, lirio tenía cara de decepcionada, pero más lo estaba yo por su truco.

Lirio me agarro del brazo colgándose casi como un mono.

—¿de verdad no te gustó? — preguntó nerviosa — fanny dijo que ella consiguió así que su primer novio le diera un beso.

El consejo de fanny era estúpido en su totalidad, pro que se podría esperar de la cabeza de una persona que tiene una casa llena de hombres, donde su padre es golpeador y su hermano tiene cuatro hijos, el primero nacido cudno el tenía 14 y que además, se reproducen con casa llena a puerta abierta, lo se porque esa fue la única y última vez que visité a fanny.

Me mordí la mejilla por dentro para evitar decir lo que pensaba.

— eso no va a funcionar conmigo, nunca, lirio — aclaré con voz dura — te recomiendo que alejes esas ideas, eres una niña y necesitas vivir otras cosas antes de eso.

Ella refunfuño enojada

— no soy una niña, casi tengo dieciséis, ya te lo he dicho y yo se que te pone celoso que los demás me vean — puso una pose de superioridad y frunció los labios.

¿Yo la celoso? Lo de cubrirla fue por que esos tipos le coqietearian sin parar y sin saber su edad, ella no sabía lo peligroso que era eso. Yo soy un tonto la mayoría de las veces, pero se cuando cuando la gente tiene intenciones extrañas.

—te equivocas al pensar que son celos — ¿lo hace, se equivoca de verdad? — solo te protejo como lo haría un... Un hermano mayor

Pensé mucho esa respuesta, quería protegerla porque desde que la conocí me sigue como un cachorrito a todos lados, me siento cómodo con ella a mi lado, pero mi hermano hace lo mismo y aunque lo quiero siento que es de una forma distinta a la manera en que la quiero a ella; pero yo se que relaciones así acaban mal, prueba de eso mi papá, bueno, el no acabó tan mal, encontró el amor, con esfuerzo pero que le llevó tiempo. No quería que ella se fuera un día como se fue Alex, lo recuerdo un poco porque me enseño muchas cosas aun cuando era un bebé, pero se fue y aunque no lo parecía, yo también sufrí al no tenerlo más a mi lado. No quería esa sensación de nuevo, yo quería que ella me siguiera a todos lado como había hecho desde el día uno en que nos encontramos.

Ese día lirio se fue a casa enojada, pero lo prefería de esa forma a tener que dejar de verla por una razón tonta.

Los días pasaron, lirio siguió llendo al parque conmigo y los demás chicos, la deje de ver un tiempo por los exámenes y ella me dejó de seguir por los suyos, todos teníamos cosas que hacer y de pronto se vino el día de su baile de despedída para secundaria.

Ella entraría a la preparatoria y yo a la universidad, dejaría de verla, pero sinceramente no dejara de quererla jamás.

Yo no iría al famoso baile de despedía que ofrecían los compañero de mi escuela, por mas que me insistieron no quise ir, no tenía pareja para tal evento he ir solo no seria una opción jamas.

Me metí a mis redes sociales para esperar a que mis palomitas estuvieran listas, un mensaje me llegó; era liam, me envió una foto de lirio sentaba en una banca en el parque se skate, tenía puesto un bonito vestido rosa claro pero su mirada estaba perdida en algún punto lejano.

Debajo de la foto decía: el tipejo que iba a llevarla al baile la dejó plantada, se fue de casa y lleva como tres horas ahí... ¿Crees poder venir? A ella le gustas, aunque sea animala, mi padre está preocupado por lirio.

Me lo pensé por un momento, tenía tiempo de conoserla y siempre ha sido una persona muy linda, no quiera que ella estuviera triste pero ir ahí significaba darle más esperanzas. No es como que ella no me agradará, sino que... Bueno, al demonio, igual solo le llevo tres años, eso no es pecado.

Me levante del sofá y de camino a mi cuarto le dije a liam que iría, el me dio las gracias y entonces puse manos a la obra. Ya era tarde para que lle estuviera sola en la calle, eran casi la una de la mañana, pero a esa hora apenas se comienzan a poner buenas las fiestas, así que tomé mi traje negro y robe una corbata del armario de papá lo mas parecida al color del vestido de liro. Salí en el auto que Travis dejó en casa cuando se fue a la universidad, era un deportivo que papá le obsequio al cumplir los 18, le iba a dar un apartamento como lo quizo hacer con Harold pero prefirió comprarle un auto, el cual solo utilizó un par de veces.

Ya en el auto me dirigi al parque, al bajarme no vi a nadie, así que busque a lirio por los alrededores, se había movido de lugar, pero la logre ver sentada en las escaleras del quiosco, este solo tenía una pequeña lámpara en el centro que apenas lo iluminaba. Me acerque a ella tranquilamente, ella me vio y volvió a desviar la mirada, me senté a un lado y espere a que llega quisiera hablar.

— ¿qué haces aqui? — preguntó después de un rato — seto te lo dijo mi hermano, es un metiche — espetó frustrada.

Yo me quité el saco y lo puse sobre sus hombros

— se preocupa por ti, de no ser por el no estaría aquí, contigo — dije bajito y me recargue en mis rodillas.

Ella se encojio de hombros y suspiró mirando a otro lado

— ni siquiera se porque estas aquí, no podría interesarte menos lo que yo sienta — dijo enojada.

Estaba equivocada, me interesaba mucho más de lo que se podría pensar, ella tenía ese efecto de quererla tener siempre a mi lado, no podía dejarla sola jamás.

— te equivocas... Si me interesas, florecita — revele y me quedé callado, mientras de repente la escuché sollozar.

La mire secarse las lágrimas de sus bonitas mejillas.

— se llama chris, es el más listo de la clase y me dijo que quería ir conmigo, pero diez minutos naste de la hora para recogerme me dijo que mejor iría con otra persona — contó llorando y gumoteando.

Apreté los puños y frunció el ceño, ese tipo no se merecía las lágrimas de mi flor.

Me levanté y la tomé del brazo Lara hacerla ponerse de pie, yo la llevaría a bailar.

— vamos bonita, hay otros lugares donde puedes divertirte sin personas tan estúpidas como esas — le dije llevándola al auto.

Manejé con tranquilidad a una plaza donde cada tres veces al mes hacían fiestas y organizan lugares como discotecas, no había códigos de vestimenta y mucho menos te pedí a documentos de identidad. Perfecto para poder ir sin ser interrogados por los arogantes cadeneros de los antros.

La lleve a uno de los que tiene chicos otakus y esa parte de la sociedad que tenía problemas claros para socializar de forma común. En el lugar había una trada con cabinas para fotos, pagué por tres, lirio tendría fotos de su último baile de secundaria.

En la primer foto la abracé de la cintura y posamos para que pareciera una foto común de graduación, las otras dos fuero con filtros divertidos. Le quedaría de recuerdo el día que me fuera a la universidad.

Ese día baile con ella, después la lleve a comer hamburguesas en un lugar de dudosa limpieza y a casa, yo las despedí estando feliz por que ella lo estaba también... Aunque al día siguiente las hamburguesas de dudosa limpieza hicieron revuelo en nuestros estómagos.

000

Me fui a la universidad junto con un amigo que iba a la misma facultad. Lirio gue a despedirme, me dio un pequeño peluche de una flor con sonrisa, y la verdad me hubiera arrepentido de no haberlo hecho, porque en efecto, me despedí de ella con un pequeño beso.

— ¿te hiciste novio de mamá el día que te fuiste? — me pregunto Anís con sorpresa.

Negué sonriendo, mis hija mayor era una curiosa peligrosa.

— no, tu madre y yo comenzamos a salir después, cuando me fui a la universidad tenía casi 19 y ella casi 16, y cuando nos hicimos novios yo tenía 25 y ella 22. Ya estábamos grandes, caramelito — le explique mirando como anotaba en su libreta.

— y luego vivieron juntos, ¿no? — preguntó sin dejar de escribir.

Sonreí

— no, luego de tres años de novios comenzamos a vivir juntos, y después de un año de vivir juntos llegaste tu — relaté pasando uno de sus rubios mechones detrás de su oreja.

— y luego llegó thomi — afirmó, asentí lentamente y Anís se levantó para por fin guardar ese vendió cuaderno en su lo hila, había acabado su tarea.

No le conté todo a detalle como lo leyeron algunos, tampoco voy a contar todas nuestras desgracias, pero lo que puedo decir; es que al final, todos los que merecíamos un final feliz, lo obtuvimos.












Fin del extraaa
Gracias por leer
Perdón por las faltas
Se les ama 💓💓💓💓

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