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CAPITULO 5

Alex

La vergüenza me duraría para la eternidad, no todos los días estás teniendo sexo con tu esposo y entran sus hijos a la habitación cuando estás en pleno acto; no quería verlos a los ojos apesar de que ellos no me miraban mal ni me jusgaron en el momento. La verdad eso me hace sentir más incómodo, sobre todo con Harold que tiene la misma edad que yo, no importa si soy unos cuantos meses más grande que el, sigue siendo de la misma edad.

Después de comer helado hice la comida mientras los demás veían televisión, algo realmente normal para la pasada escena. La cena fue lo mismo solo que nadie hablo, todo el mundo se dedicó a cenar sin decir una palabra, incluso podría jurar a qué Dylan entendía el silencio incómodo como una advertencia a no hacer ruido, y sobre la pelea con Dereck, yo expuse mi punto de vista y el expuso el suyo, así que supongo que estamos bien.

A Dereck le duró mucho la emoción de la intimidad, ya que mientras estábamos durmiendo pude sentir uno que otro toque indiscreto de su parte, termino por rendirse debido a que no le hice mucho caso y se durmió extremadamente pegado a mi. Creo que incluso cuando mi padre intentaba darme lo que restaba de su tiempo jamás me había sentido tan perteneciente a una familia. Mi madre decía que me conseguiría un padre nuevo, que el mío ya no nos servía y que era mejor estar lejos de el; apesar de tener una edad correcta para darme cuenta de que ninguno de los dos era el correcto para cuidarme, seguí adelante con el pensamiento de que llegaría el momento en que ellos se juntarian para poder ser una familia nuevamente, pero tanto mi papá como mi mamá decidieron hacer su vida, sin mi.

(•••)

Me levanté Serca de las 5:30 de la mañana, intente dormir pero no pude volver a pegar el ojo, siendo sábado todos se despiertan a las 9:00 y no tenía sentido pararme a hacer algo, di unas cuantas vueltas sobre la cama y al no encontrar la pocision correcta decidí levantarme con toda la flojera del mundo. Poco antés de poder despegar mi espalda del colchón Dereck abrazo mi cintura atrayendome a el, sentí un beso pequeñito en mi nuca y su respiración pegando contra la misma.

- ¿No puedes dormir? - pregunto adormilado

- no, ya no tengo sueño - me gire para quedar cara a cara con el.

- puedo mantenerte ocupado - me dió un beso en los labios de forma suave y lenta.

- aún me duele un poco la cadera, no creo que sea la mejor idea - sonreí pegando mi cara contra su pecho.

- ¿no me darás ni un beso? - dijo picandome las costillas, sonreí un poco y se lo di, ese beso se convirtió en besos, solo que antes de llegar a algo más la puerta de la habitación se abrió ruidosamente por un Dylan lloroso y un asustado Travis detrás de el.

-¡Bama alle! - grito Dylan entrando una nueva faceta de llanto en dónde todo su cara se arruga hasta parecer viejito.

- ¿Que tienes dyl? - pregunte levatadome de la cama para tomarlo en brazos y consolarlo.

Mientras tanto Travis permaneció en la puerta con su cara de angustia mientras mordía su labio.

- ¿Que sucedió Travis? - pregunto Dereck con una vos severa.

- Esque .... - movió sus manos nerviosamente.

- te pregunté que fue lo que sucedió, respóndeme - golpee un poco su costado con mi codo en señal de que se calmara un poco.

- Dylan quería jugar, fue a mi cuarto a despertarme tirando de mi cabello, fue totalmente un accidente, pero para alejarlo un poco lo empuje, no medi mi fuerza y se pegó en la espalda con la manija de uno de mis cajones - dijo rápidamente, yo levanté un poco la camisa de Dylan y efectivamente solo había una pequeña rayita rojiza, nada grave, en cambio cuando levanté mi vista para decir a Travis qué no tenía de que preocuparse, Dereck se apresuro a su hijo para castigarle.