sustituto [bl]

CAPITULO 29

[X]

Un pitido se hizo presente en su cabeza al despertar, ya no estaba en el auto, sino en una cama. Tomó su cabeza entre sus manos y apretó un momento los ojos hasta que el dolor de cabeza cesó por si solo. Volvio a colocarse en sus cinco sentidos y pudo poner atención a lo que le rodeaba.

El golpeteo de las gotas de lluvia en la ventana, las dos literas de la pequeña habitación, la ropa del suelo y los pocos juguetes sobre las camas.

- ¿Que mierda? - se dijo a si mismo en un susurro.

Se levantó de la cama, tomó sus zapatos y de camino a la puerta vio su maleta con sus cosas en una esquina; justo entre el pequeño ropero y la pared, fue hasta su maleta y al cargarla se dió cuenta de que estaba vacía. Agitó levemente la cabeza y salió de la habitación, camino por los pasillos que se encontraban en silencio buscando su celular en los bolsillos, obvio sin obtener nada.

Bajó las escaleras siendo visto por unos niños desde abajo, eran tres y ninguno rebasaba los 12 o talvez 11 años.

- ¿y-ya despertaste... Mi vida? - pregunto su madre el verlo en la planta baja.

Solo había una pared de madera con una puerta deslizable para separar la cocina/ comedor de la sala. Así que ahí estaba ella, parada en el marco de la puerta con su sonrisa nerviosa y frotando sus manos una contra otra, como si tuviera mucho frío.

- ¿Que... Tenía el agua? - pregunto aún confundido.

- no tenía... - la mujer fue interrumpida.

- no soy estúpido, no se tiene que ser demaciado inteligente para saber que el agua tenía algo. - expresó con odio.

- escucha cariño, como nuestra otra casa es más cercana a la casa del hombre con el que vivías... No, no q-ueremos que vuelvas a irte, así como así - dijo nerviosa.

Álex suspiro con fastidio.

- ¿Dónde están mis cosas? - antes que su madre pudiera contesta lo hizo Joseph apareciendo detrás.

- están dentro del closet de tus hermanos, tranquilo. - dijo posándose sobre el marco de la puerta.

Álex miro una vez más a los niños que "jugaban" silenciosamente en lo que era la sala, ellos tenían carritos rotos en las manos y muñecos sin brazos o piernas.

- No tengo hermanos - espeto molesto.

- no hagas las cosas más difíciles, estamos por comer. - respondió Joseph para volver a entrar a la cocina.

- niños las manos, vamos a comer. - indico Lena a los pequeños.

Estos se levantaron corriendo a lavarse las manos, quien terminó rápido salió disparado a la mesa para comenzar a comer de manera desesperada. Mientras tanto Alex se quedó observando a los niños con demasiadas preguntas.

- siéntate. - indico Joseph con voz firme.

Álex se sentó en el lugar que quedaba frente al tipo, lo que comían era sopa con un montón de verduras y pequeños cachos de carne, nada comparado con lo que su madre le daba de pequeño.

-¿Dónde está mi teléfono? - pregunto Alex mirando a Joseph.

- castigado, no te lo voy a dar hasta dentro de un mes... - respondió de manera cortante.

- no puedes quitarmelo por qué si. - se quejo el menor.

- si puedo, lo hice y en esta casa se hace lo que yo digo, y si digo que está castigado hasta dentro de un mes, es porque lo está. - contesto firme y amenazante.