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CAPITULO 35

Alex

Teniendo una pequeña oportunidad volví a tomar la llave de la lata, entre a la habitación de joseph en busca de mi telefono; últimamente nos dejaban solo demacrado tiempo, me debajan con el tiempo suficiente para encontrar y encontrar cosas. Logré alcanzar lo que había en el alto ropero de la habitación, una bolsa de plástico llena de correo viejo, facturas, cables y teléfonos. Entre esos estaba el mio, claramente lo había dañado porque la pantalla estaba estrellada, creí que no prendía por esa razón pero al darle la vuelta la tapa se desprendió y me di cuenta de que no tenía la pila.

Rebusque entre todo ese papelerio, mi  batería no estaba, volví a estirarme para ver si había algo más en el fondo;  encontré otras bolsas llenas de basura y más basura, las revise de poco a poco y aunque me tardé encontré la batería metida en un sobre pequeño. Sin perder tiempo encendí el teléfono, apenas en la pantalla de inicio se veian los cientos de mensajes y llamadas que Dereck me había hecho, los chicos también me habían mandado uno que otro mensaje, joseph respondió algunos de los mensajes de Dereck por mi, diciendo no más que tonterías de estrabocupado y divirtiéndome.

No tenía señal suficiente; claro que no se puede esperar nada de una zona tan solitaria como esa, me asome un poco por la ventana, lo suficiente para no ser visto. Apenas tenía unos segundos recarga en la ventana cundo sentí un jalón en la playera que me arrojó hacia atrás, sin soltar enn teléfono le gire a ver quien era. Obviamente era joseph, escondí el teléfono en mi manga del suéter y sin saber si lo vio o no, miré a jhiseo quitarse el cinturón, las piernas me temblaron pero sin decir nada se arrmango la camisa hasta los codos, me dieron ganas de correr.

Mi instinto me gritaba: ¡corre!

Me aleje lentamente de joseph, pero los golpes ya habían comenzado a caer con fuerza sobre mis piernas, logré dar unos pasos a la salida de la hbaitacion y evitado uno que otro golpe heché a correr siendo perseguido por el pasillo, al llegar al borde de las escaleras joseph me dio un empujón haciendome caer piso abajo.

Di un par de vueltas pero el dolor llegó rápidamente cuando el peso de mi cuerpo y la caída rompieron mi brazo, grite de dolor e intente levantarme bajo la etenta y aterrorizada mirada de los niños quienes jugaban en el piso. Sentí un tirón en el cabello, joseph me rastró de rodillas hasta el centro de la sala. Lo tenía sobre mi, sus manos se onvoovieron en mi cuello y comenzaron a precion ar con fuerza.

Entonces, con ese rostro, el más aterrador que pude haber visto, me comenzó a háblar...

— eres idéntico a ese bastardo, ¡ese malo hijo de perra! — grito furico — siempre creyendoce mas que yo, todo el tiempo presumiendo. — susurro con ira mientras seguía poniendo peso en mi cuello.

Por reflejo comencé a patear, sentía el aire irse de mi cuerpo, tomando sus manos he intentando alejarlo mientra el solo seguía.

— cuando yo quería algo el me lo quitaba, todo el tiempo tienindo todo lo que yo siempre decee. No sólo me arrebato un mejor puesto, me quitó a lena, ¡ella se caso con ese bastardo por tener más dinero! — gritó mientras me soltaba, comencé a tocer de esperado por querer tomar aire.

Estando aún sobre mi, comenzó a llorar.

— divorciado y sin poder ver a mi hijo, el varado de tu padre me presumía tener un puto hijo apuesto y listo. — dijo entre sollozos

Tomó mi cara para que lo viera a los ojos. Los niños seguían viéndonos desde una esquina, temblorosos temiendo ser los siguientes.