sustituto [bl]

By ArleyLC

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Alex es un adolescente de 18 años que gracias a qué su padrastro y su madre lo echaron de casa, termina casad... More

CAPITULO 1
CAPITULO 2
CAPITULO 3
CAPITULO 4
CAPITULO 5
CAPITULO 6
CAPITULO 7
CAPITULO 8
CAPITULO 9
CAPITULO 10
CAPITULO 11
CAPITULO 12
CAPITULO 13
CAPITULO 14
datos de los personajes y cap 15
CAPITULO 16
CAPITULO 17
CAPITULO 18
CAPITULO 19
CAPITULO 20
CAPITULO 21
CAPITULO 22
CAPITULO 23
CAPITULO 24
CAPITULO 25
CAPITULO 26
CAPITULO 27
CAPITULO 28
CAPITULO 29
CAPITULO 30
CAPITULO 31
CAPITULO 32
CAPITULO 33
CAPITULO 34
CAPITULO 35
Nota Realmente Importante :/
CAPITULO 36
CAPITULO 38 (final #1 Parte)
Extra 1
extra 2 [final]
Final Alternativo
Extra
🚨nota de advertencia temporal🚨
actualización urgente
nueva plataforma de publicación

CAPITULO 37

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By ArleyLC


En el estrado ya habían estado tres testigos, dos vecinos y una de las amigas de Alex, Samantha. Testificaron haber visto actitudes violentas por parte de ambos acusados hacia los niños y a Alex.

La última testigo entró en la cesión y apoyo con su testimonio.

- los niños lloraban todo el día, en ocasiones se escuchaba al chico gritar y llorar, los niños en ocasiones se despertaban en medio de la noche llorando.

El abogado suspiro y preguntó

-¿porque no llamó a la policía?

La mujer negó guardando silencio un momento

- la verdad, lo ultimo que la gente en esos barrios quiere son problemas, no vamos a arriesgarnos a topar con gente peligrosa.

A Samantha por ser menor de edad y por no tener gran participación en el caso, fue interrogada con preguntas sencillas de responder.

-¿alguna vez Alex comentó algo sobre su casa?

Samantha se encogió de hombros.

-si dijo algo no lo recuerdo, pero tampoco preguntamos mucho porque creímos que su familia eran los Blackwell.

- bien, fueron a la casa donde Alex se encontraba ¿es verdad?

Ella asintió

- si, así es

-¿como fue su visita?

- el tipo nos echó y amenazó con golpearnos, nos fuimos para evitar problemas, lo vimos pasar por la ventana y arroje mi zapato con mi numero escrito, pero no llamó.

Después de interrogar a quienes habían presenciado las actitudes de jhosef, se entrevistó a los más allegados a los hermanitos de Alex. Su madre fue llamada para declarar y para que le hicieran un examen que demostraría si era capas de cuidar a sus hijos.

- la señora Mónica García presentó el día de hoy los resultados de sus pruebas, toxicológicas, psicológicas y su estudio socio económico. Todos salieron bien y con ellos determinó que tiene la capacidad de velar por la seguridad de sus hijos, Herman, Santiago y Aron García. Será llevada a una sala conjunta donde sus hijos ya esperan por ella, podrá ir a casa con ellos y recibirá visitas sorpresa de servicios sociales durante un año.

Dicho así, la mujer fue llevada con sus hijos.

La siguiente cesión fue todo un drama de telenovela, el padre de Alex fue llevado y presentado para dar fe de que ser capas de cuidar de su hijo. Pues estaba a unas semanas de salir de prisión, gracias a un amigo y compañero de trabajo que jamás dejó enterrar su caso. su amigo hizo de todo y movió a todos sus contactos para ayudar a su amigo.

el papa de Alex era un hombre de cabello castaño claro, de mirada fría y de postura firme, no parecía un tipo con el que fuera conveniente tener problemas. tal vez la prisión lo había vuelto de esa forma; pero si Alex lo viera seria como si los años no le hubieran pasado por encima.

el hombre daba pruebas de haber sido un buen padre en los años que estuvo con su hijo, demostró haber dejado dinero legal para su hijo antes de ser inculpado y encerrado injustamente. ese hombre iba con todo para ganar tanto el juicio de su hijo como para demostrar que el juzgado le debe una verdadera gran disculpa.

Dereck no había sido citado para las ultimas cesiones, pero se le permitió ver al chico por ultima  vez mientras estaba en el hospital.

Dereck

Las enfermeras me dieron indicaciones rápidas de cómo llegar a la habitación de Alex, pero estaba tan nervioso y distraído que me di un paseo completo por el hospital intentando encontrar la habitación correcta.

Cuando por fin logré llegar una enfermera; la misma que ya me había dado indicaciones, iba saliendo. Me vio y cuando noto que en efecto me había perdido, me dedicó una pequeña sonrisa. entre cerrando detrás de mi la puerta sin hacer mucho ruido, Alex estaba recostado de lado y cubierto con una manta ligera, la luz de las ventanas daba directo en toda la habitación.

el no volteo hasta que toqué su tobillo suavemente y con un suspiro cansado giro a verme; lo único que me ocurrió fue darle una sonrisa incomoda, su rostro aun tenia leves marcas verdosas de viejos moretones, su cuello con líneas que parecía que no fueran a desaparecer pronto. sus manos ya no se veían igual que cuando estaba conmigo, se veían callosas y delgadas, al igual que el resto de su cuerpo; tenia la esperanza de ver ese brillo tierno que siempre tenia en ojos...pero no encontré nada parecido a lo que era.

- ¿Cómo estas? - no sabia que podía decir, era obvio que no se encontraba bien, pero que mas podría expresar con tanto tiempo sin vernos.

se encogió de hombros y se sentó con lentitud para estar de frente a mi, me dio una sonrisa pequeña, hasta donde su labio roto se lo permitió. 

- vivo, sigo vivo - su sonrisa pronto se volvió un puchero de llanto, lo abrace con cuidado de no lastimarlo, mientras el se pego con fuerza a mi pecho.

su llanto era silencio pero con sentimiento, de ese llanto que es callado porque la tristeza no permite ni siquiera el paso de una quejido.

cuando se calmo se limpio las lagrimas con sus mangas de la bata, llevaba flores que se aplastaron un poco cuando me abrazó; pero aun así, al verlas las tomo y las dejo sobre sus piernas. 

sorbió su nariz y volvió a sonreír.

- estoy bien, aunque no lo parezca, solo me duele el cuerpo, además son amables conmigo porque los policías vienen a verme casi a diario, como si de un día a otro me saliera mas información de la que se. - dio una risa sarcástica acariciando las flores con un dedo.

me senté a un lado de su cama y tome su mano, el me volvió a mirar y supe que era el momento.

- vine a pedirte una sincera disculpa... - confesé bajo su atenta mirada.

el asintió sin decir nada y seguí.

- creo que fue mi error el haberte hecho pensar que estaba bien tener una relacion como la que teníamos, te utilice para desahogar un sentimiento de juventud perdida y creo que... deberías, deberíamos solo volver a comenzar pero pretendiendo no habernos conocido.

el me vio con sus labios hechos una linea.

-no creo que pueda pretender no haberte conocido, te agradezco las disculpas pero me alegra haberte conocido, Dereck - el me tomo con sus dos manos y junto nuestros dedos en un fuerte agarre

-desearía haberte conocido con los mismos años y en otras circunstancias- susurre pegando mi frente con la suya.

no quería despegarme de el pero tenia que soltarlo para dejarlo avanzar y poder dar mis propios pasos a eso que tanto he temido, la soledad 

- te conocí y creo que fue porque necesitaba hablar contigo y estar contigo para comprender que lo que quería de regreso era a mi papá - respondió soltando mi mano con suavidad 

-gracias Alex.

me despedí acercándome a la puerta.

-gracias Señor Blackwell 

nuestra despedida no fue dolorosa, sino liberadora; claro que en mi opinión, en la de el jamás lo sabré. espero haber podido llegar a su corazón de forma sincera, que no creyera que era una mentira y que en algún momento pueda olvidar que lo detuve y lo deje ilusionarse como yo me ilusione con el, con una familia como siempre la quise, con una relacion sin lados extremos.

lo utilice como mi salida para afrontar el abandono de esa persona que estuvo para mi y que a pesar de que la alejé, no me dejo hasta que comenzó a ver por su felicidad y no por la mía. Me acostumbré tanto a su presencia, a nuestras discusiones  y a esos pocos momentos de paz, que el día que no los tuve mas acabe por sentirme vacío, solo y desesperado por sentirme acompañado.

Alex llego en mi momento de mayor flaqueza y desesperación, lo lleve a casa apaciguando esa sensación de soledad a pesar de tener a mis hijos a mi lado. en lugar de concentrarme en hacerlos sentir seguros aun con la falta de su madre, me propuse como meta hacerlos sentir mas solos, menos comprendidos, mas necesitados de amor. Algo que yo debí dar sin que ellos me lo suplicaran. 

el era mi sostén emocional sin que ambos lo supiéramos, era mi sustituto.

violeta 

papá no llego en los próximos días, mire a la ventana constantemente esperando que el recapacitara y volviera por mi y por mamá, en la nueva casa tenia ropa bonita, zapatos bonitos, comida rica y hecha con amor, podía escuchar la televisión con volumen, leer sin interrupciones, d m.     M.  M m. ormir. sin gritos y mamá me recogía en punto en la escuela.

espere con ilusión los días siguientes, era inevitable no ver a la calle esperando por el. Podría haberme tratado de lo peor, me pegaba y me insultaba, pero al fin la el tenía un lado bueno. Su cambio de actitud no fue de un día para otro mi papá no era un hombre malo.

Antes...

Estaba jugando en los columpios de ese nuevo parque, incisti a papá que me llevara a jugar porque todos los niños de mi clase de preescolar iban ahí con sus mamás todos los días desde su apertura. Aunque papá tenía mucho trabajo me llevo para que "dejara de molestar".

Lo vi a lo lejos hablar por teléfono, seguro con el abuelo, se veía molesto, se pone asi cuando habla con él abuelo.

Cuando estaba columpiandome un niño gordo llegó por detrás y me empujó del columpio, caí sobre la graba y cuando me levante mis codos tenían sangre, pero como mi papá me había enseñado: llorar te hace ver como una rama rota, y no gasto dinero en algo que se que se romperá, hazme creer que no tengo una rama sino un árbol.

No había de otra más que levantarme y sacudirme la ropa aunque quisiera llorar; cuando levante la vista, mi papá ya no estaba, giré a todos lados pero no lograba verlo entre la gente.

Derrepente vi a un hombre parecido pero con ropa diferente, ¿y si mi papi se había cambiado de ropa? ¿Y si me quería dejar?

Corrí detrás del hombre y lo alcance cuando estaba apuntó de cruzar la calle, ya estábamos un poco lejos del parque pero en el semaforo tome su mano con fuerza. No era papá, era un hombre  feo, feo y con dientes de plata; fue imposible no verlo detenidamente.

No tuvimos una conversación y tampoco me pregunto nada, el me vio y como no solté su mano, miró a todos lados y me cargó para llevarme al arco de Flores al fondo del parque, era como un túnel que llevaba a otra parte con más juegos. El hombre feo, feo me bajó en una esquina entre un bote de basura y una banca.

– veamos ¿si? — me pregunto intentando quitarme la camisa de la escuela.

—¡No! — puse mis manos en mi estómago cubriendo mi ropa.

Papa decía que solo yo podía verme.

Cerré mis ojos y comencé a llorar, Derrepente en hombre estaba en suelo siendo aplastado por un pocia. Papá venía con el, me cargó y se sentó conmigo en la banca de aún lado, me abrazo y besó mi cabeza. Yo no podía dejar de llorar, tenía miedo. La cara de papá se arrugó como cuando se enojaba mucho, me dejó en la banca y se abalanzó sobre el hombre, otro policía llegó y me tapó los ojos mientras el otro intentaba quitarle a papá de encima al hombre feo, feo.

Yo tenía unos cuatro años, muchas personas no recuerdan nada de esas épocas, pero a mí nadie en nuestros círculos sociales me dejó alvidarlo, por eso papá ya no va tan seguido a las fiestas de esos empresarios ricos. Claro que a menos que el abuelo lo obligue a ir y no es por presumir pero hasta salí en el periódico.

Cuando fui más grande papa decía que no los escuchara: "son personas que viven de la vida de los demás porque les hace falta coger"

Cuando era más niña papá me leía cuentos, esperba a que me durmiera para irse a su haiatacion, me ponía películas bonitas y me tomaba muchas fotos. Las he visto en su oficina ocultas tras las de el reciviendo premios y del abuelo cuando era más joven.

En teoría mi papá me ama...

[°°°]

–papi — llame dese el asiento tracero

Mientras el iba hablando por teléfono, me acavaba de recoger de casa del abuelo.

— ¡papi! — llamé una vez más

Papá seguía sin hacerme caso y entonces comencé a hablar yo sola, así de algo que haya pronunciado el escucharía lo mínimo.

—papi, al abuelo fue grosero hoy. Me dijo que era fea pero le dije que me parecía a ti... — siguio sin ponerme atención — papi, el abuelo me dijo que me ibas a dejar, ¿verdad que no?

Me arté y en ese tonces como toda una niña de seis años me decespere y me levante del asiento para tocar su hombro, pero ni así me hizo caso.

papi, oye papi — insistí más.

Papá colgó enojado y giro a verme.

— ¿¡Qué violeta, que quieres!?

—papi, verdad no que no me vas a dejar. — dije sollozando.

— no... De verías dejar de ver esa mierda de caricaturas, te meten ideas estúpidas a la cabeza.

Hice un puchero y le dije:

— pero fue el abuelo, el lo dijo

Papá se quedó viendo al frente mientras conducía.

— está anciano, no le hagas caso a la gente vieja, están entre morirse y seguir viviendo, dicen estupideces... ¿Porque te dejaría? — guardo silencio un momento y continuó — además ya gasté mucho dinero en ti como para desperdiciarlo abandonandote por ahí.

Yo sabía muy bien que papá regresaría aunque le costará admitir que estaba mal, pensé que talvez necesitaría más tiempo, pero fue inesperado cuando un día llegue de la escuela y lo vi en la entrada de casa. El siempre iba formal, pero en ese momento solo llevaba un pantalón de mezclilla y una suéter tejido de un gris feo. Se veía ojeroso y cansado.

Mamá no me dejó bajar del auto hasta hablar el, jalaron y hablaron y volvieron a retomar su conversación, no estaban peleando que era lo bueno. Cuando creí que jamás terminarían mamá regresó al auto y dejó que papá enara a la casa, el durmió esa noche con nosotras, desayuno y al día siguiente fue con mamá al médico.

Jonathan
Padre de violeta

No dormir es de las peores torturas que puede haber, saber que después de tanto esfuerzo y tiempo yo mismo he logrado estar solo. Yo jamás quise estar solo, Elena era mi pilar, mi hombro para llorar, los brazos en los que podía envolverme y sentirme capaz de seguir viviendo.

Cuando se fue estuve a punto de correr tras ella, pero después de tanta insistencia me pidió quedarme, yo estaba entre la espada y pared. Siendo acorralado por mí padre quien sostenía la empuñadura de la espada. Me obligue a mí mismo a creer que mi padre hacía lo mejor para mí, siempre fue así.

Siguiendo sus reglas, aguantando sus abusos y luego haciendo al pie de la letra todo lo que él quería. Tenía tanto miedo de él, como cuando era un niño que le pedía a mamá que lo defendiera; incluso en el momento en que descubrió que tomaba mi medicamento, me mandó a vigilar unos días para asegurarse de que no los tomara. Me sentía acorralado y desprotegido, tenía una niña que en el momento en que la tuve pensé que sería mi boleto de salida, me mudaria y trabajaría en otra sede, no tendría tiempo para ver a mi padre si trabajaba día y noche. Estar ocupado se volvió mi terapia.

Contrate una nana para Violeta pensando en un sustituto de madre, la dejé encariñarse y termine por dejarla ir cuando mi padre me lo ordenó. Violeta de niña era llorona, no podía dejar que nadie viera lo débil que era, se la  tragarian y luego mi padre me culparia a mi. Pronto mi actitud cambiaba de la nada, necesitaba mis medicinas, quería dejar de sentir ira al escuchar a mi padre y todas esas personas asquerosas con las que estoy obligado a lidiar.

La primera vez que le pegue la recuerdo porque jamás me había sentido tan mal por hacer lo que mi cabeza me dice estando en descontrol, cuando menos lo pensaba me desquitaba con ella como si tuviera la culpa de mi cobardía. Como si ella supiera todo lo que vivía a diario.

Comence a llevarla con mi padre porque en la oficina era una niña imprudente y demasiado curiosa, se iba y tenía que buscarla por todo el edificio, hasta un día en que buscándola mi padre se entero y pidió a su secretaria averiguar los días en los que violeta no iba a la escuela. Así se la llevaría con el para "cuidarla" mientras yo lidiava con los problemas de la empresa.

Cada vez que la recogía era un tema nuevo en su cabeza, si la quería y jamás dejaría de quererla. Pero era la voz de él contra la mía, contra mí débil voz, pronto, Violeta comenzó a causar problemas con actitudes extrañas, todas eran para que me llamaran de la escuela y la tuviera que llevar conmigo al trabajo. Aunque le hubiera pegado antes, ella llegaba a sentarse y leer como si nada, se dormía en el sofá de mi oficina y hasta de vez en cuando el personal de limpieza tenía que despegar stikers de las ventas y borrar los rayones de plumón de pizarrón.

Tan pronto con cumplió los diez, comenzaron a llegarme invitaciones para cenas, en las que otros grandes empresarios me pedían hacer un convenio de futuro matrimonio. Mi hija se estaba haciendo bonita, en su adolescencia seria tan bonita como lo era Elena, pero la solución fácil fue presentarla lo más desarreglada posible, rechazar todas las cenas y propuestas y no contarle a mi padre.

Surgió efecto a excepción de esas veces en las que su nana le ponía ropa de linda de niña. No me molestaba pero prefería que se viera indeceable para ese tipo de propuestas, ella tendría el derecho a elegir. Había visto en que terminaban esos matrimonios, los hacían conocerse de niños para obligarlos a "casarse" en la adolescencia, el ejemplo más claro era Blackwell. Ese tipo era un hombre bien parecido, pero al igual que otros muchos de nosotros tenía una correa en el cuello y mírenlo ahora, su vida amorosa hecha una mierda.

Por unos años con el dinero que mi madre me dejó al morir,  me encargue de construir mi propia empresa, haría el trabajo para el que fui educado a hacer pero en competencia con mi padre. Aunque de todos modos si quería mantener su empresa a flote tendría que dejarme poner mis condiciones. Fui el único que se quedó después de la muerte de mi madre, mis demás hermanos se deslindaron  aunque eso significará no recibir una herencia de padre. El se estaba poniendo viejo pero aún tenía poder sobre toda la compañía, si quería que me hiciera cargo haría lo que yo dijera.

Así, el día en que Elena se fue con Violeta, fue uno de esos tanto intentos de separarme de mi padre, pero el estaba un paso por delante, me hizo perder millones en mercancía cuando mando a volcar un barco de mi empresa, toda la inversión de meses se perdió en el maldito mar y yo quedé con más problemas de los que ya podía soportar. ¿Porque tenía que desquitarme con ella?, ¿porque ahora estaba tan solo si hice lo pocible por no escuchar a mi cabeza?

Las quería de vuelta.

Comenzaría por cambiar yo, si bien Elena ya me había vuelto a comprar las pastillas no me las había tomado, hable con mi padre una y otra vez pero ya sabia que para el mi problema era solo estrés. Comencé a tomar el medicanto a los días siguientes, todo estaba tan bien que incluso comencé a tratar bien a mi secretaria. El problema fue que mi padre no tardó ni un par de horas en enterarse.

— no puedo creer que después de tanto tiempo te sigas drogando — me reclamo en un susurro enojado he indignado.

— la cocahina es droga, la heroina también lo es, pero tomar medicamento para el control de ira no... Y si te molesta te invito a irte a la mierda — conteste con el corazón latiendo como loco. Al igual que cuando hacía algo mal de niño.

Se hechó a reír de forma sarcástica he indignado se frotó la frente.

— todo lo he dado por ti, gasté miles en tu educación y mucho tiempo en hacerte un hombre poderoso, no debí dejar ir a tu hermano mayor. — se burló, pero que más daba, ya me lo había dicho varias veces.

Respire profundo, tome mi saco y mi teléfono.

— ve por el — dije tranquilo — ve por Sandro y dile que el será el nuevo CEO, veremos si después de todo lo que le hiciste quiere contestarte el teléfono... O dile a mis hermanas, pero será lo que nunca quisiste, una mujer al frente de la empresa, ¿no por eso querías otro nieto? Haciendo menos a mi hija y metiéndole ideas a la cabeza; quedate con tu compañía de mierda, yo tengo otras muchas cosas que hacer.

Y así me quede sin trabajo por un día, porque al siguiente, cuando ya estaba con Elena, llego uno de los asistentes de mi padre con el documento que debía firmar para hacerme propietario de la empresa. Lo firme y lo leí con la supervicion de Elena y pensando en que igual en algún momento todo sería para mi hija.

Travis

Los días siguientes a mi escape, papá se tomó el tiempo para irnos a dejar y recogernos de la escuela. Aunque no veía a Daniel por ningún lado y sus amigos tampoco querían decirme bien en donde estaba.

Así que recurrí a mi última opción, fui a casa de Daniel sabiendo que su madre no estaría, su hermana pequeña me abrió la puerta y enseguida me hizo pasar y se puso de nuevo a ver televisión. Me dijo que su hermano el emo estaba en su habitacion arriba y que Daniel <<todavía no estaba en casa>>

Subi pero al escuchar la música de metal rock en volumen medio y los genumidps de una chica, decidí esperar abajo con la niña y distraerme viendo caricaturas. El emo bajó y como soma me dijo que Daniel estaba en su guarida con sus amigos.

Así que fui a la casa esa que utilizaban a de guarida y toque insistentemente hasta que alguien se dio cuenta, bajó el volumen de la música y me abrió.

—¿que buscas? — preguntó un chico de cabellos rojos neon quién sólo vestía calzones.

— hem, busco a Daniel — respondí intentado no mirara su torso bien formado.

El tipo se hizo a un lado y me dejó pasar, se dirigió a la puerta del sótano y abrió para mí, de abajo se escuchaba música y risas.

— esta ahí — dijo y se fue

— gracias — conteste bajito antes de bajar.

Al llegar al piso de abajo la música se intencificó y pude ver a Daniel sentado en la cama, con una chica sin ropa interior al frente de él, mientras Daniel le apretujaba el tracero.

Daniel me vio, miró a la chica y se levantó, pero ni siquiera lo dejé hablar porque ya me había puesto en marcha de regreso al piso de arriba. Cuando estaba por llegar a la puerta Daniel me abrazo del pecho y me obligó a ir a la cocina.

— sueltame pendejo asqueroso — me queje recistiendome a ir a la cocina, que igual no funcionó de nada porque de forma ilógica el con una sola pierna era mas fuerte que yo.

— calma, no estábamos haciendo nada — se justificó acorralandome entre una esquina y un viejo refrigerador.

— ¿como que nada? — pregunté indignado intentando quitarlo de enfrente — ¡tenias la maldita nariz metida en su puta vagina!

Me lo quite de enfrente y salí corriendo, pero casi de una tacleada me empujó al sillón y me sujeto las manos contra el estómago.

—¿que demonios, Daniel? Dijimos que  sin peleas maritales. — se quejo uno de los chicos que hasta ahora no habían dejado de hacer ruido.

— no estamos peleando — contestó enojado — Solo estamos aclarando algunas diferencias.

Me miró y me dio un beso en el puente del nariz, la cual arrugue con enojo. Vi a la chica de hace un rato que se acercaba, tenía ropa interior corta y una blusa de cuello de tortuga que dejaba ver su ombligo.

— escuche lo de mi vagina, esta haciéndome un tatuaje — dijo sonriendo y con voz chillona. — mira — se bajó la pantaleta hasta los tobillos dejando al descubierto su zona íntima roja y bastante irritada. Pero con un colorido tatuaje de una flor.

— Dios... — dije sorprendido al ver lo rojo que tenía ahí abajo, estaba seguro de que no debía ser bueno o que no era nada gradable la sensación.

— si, es bonito ¿no? — toco con el dedo sobre el plástico del tatuaje.

— ¡hey! — llamó el pelirrojo — no miren mucho eso es mio — tomo de la cintura a la chica y la beso dando un apretón a su aun desnudo tracero.

Después de esa escena Daniel me soltó poco a poco y me miró con su cara de — ves como ya la cagaste— pero me senté y me encogi de hombros.

Aclarado el asunto me llevó con el al sótano y cerró con seguro la puerta, me abrazo por detrás y recargo su barbilla en mi hombro.

— sigo enojado — me queje y el suspiro

— ¿pero porque? Si ya quedó claro que no hicimos nada. — me contestó con su voz chillona de creeme.

—¿dese cuando decoras vaginas? — le pregunté ofendido.

— desde los catorce, y no sólo eso, también tatuo nalgas, piernas, brazos, pectorales... Bubis — susurro en mi oído.

— ush, idiota — me queje quitándomelo  y aventandome a su cama sabiendo que me seguiría.

Recostados en su cama comenzó a besar mi cuello y pasar sus manos por debajo de mi playera.

— no vine a eso — aclare sentandome en la cama, recargado en la cabecera.

— oh ya, te la chupo entonces — negué y suspiré

— no, vine porque no has ido a la escuela y tu hermano me dijo que estabas aquí. — el se acomodó y mientras desabrochaba mi pantalón comenzó a explicarme.

— mi lugar seguro es mi casa, mi mamá nos hace sentir seguros y protegidos ahí, pero también lo usa de castigo — explicó antes de dar una lamida grande a mi miembro — ella nos hecha de casa cuando la hacemos enojar, con mi hermanita aún no lo hace pero conmigo y mi hermano nos da dinero y tenemos que irnos a algún otro lado.

Se detuvo para meter mi miembro en su boca haciendome suspirar. Dio dos sorbos y siguió con su relato.

— cuando éramos niños mi mamá solo nos corría un par de horas, pero ahora que somos casi adultos nos extiende el castigo, pero regresaré pronto a casa, no te preocupes.

Iba a bajarme el pantalón por completo pero recordé un suceso de anoche en la cena que provocó que papá se molestara y me dejara los dedos marcados.

Un simple accidente con Dafne llena de sopa de espinaca y llorando porque le callo dentro del ojo.

Solo lo dejé chuparme argumentando no darle un premio por haberme sujetado fuerte y "lastimado mis sentimientos" con tanta ira en su agarre.

Dereck
Otra vez (jeje)

—¿una cita? — pregunté un poco nervioso

— si, no se tal vez tengas tiempo uno de estos días — dijo James por el teléfono

Me rasque el cuello y respondí, era hora de cambiar.

— si, claro que sí, ¿tienes tiempo mañana? — en la cocina se escucho una risilla y luego contestó.

— si, mañana entonces, pero donde...

Ese era el problema, podía llevarlo a un restaurante pero los buenos lugares estaban lejos de casa y tragos babi estado muy revelde. Además los ánimos en casa se pondrían mucho más tensos cuando les cantará todo lo de Alex.

— podría ser en mi casa, no puedo dejar a mis hijos solos micho tiempo, sirve que te los presento. — guardo silencio un momento y respondió.

— bien, eso me parece perfecto — respondió seguro

Ahora tenía una cita y debía ver que mis hijos estuvieran preparados para el golpe nuevo.










Holi bebus

Anduve ocupada y no tenia mucho tiempo, además no quería dejar nada fuera de este capítulo, es importante para el final.

Solo quedan dos capítulos más y un extra.

Bueno, se les ama

No olviden comentar 📄 su opinión es muy importante para mí 😘

Denle a 🌟 si es que les gustó

Una disculpa por las faltas de ortografía 🙇‍♀️💓

Gracias por leer 💗💗








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