MI ÚLTIMO DESEO

By Santyp_12

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Alison Méndez, una joven de 18 años de edad, un día decide ir al doctor por recomendación de su madre por alg... More

Dedicatoria
Carta del autor
Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16 (1/2). Recordar muchas veces es doloroso.
Capítulo 16 (2/2).
Capítulo 17. Una propuesta que ya tenia respuesta.
Capitulo 18. Primer Deseo.
Capitulo 19. Segundo Deseo.
Capítulo 20. Proceso
Capítulo 21. Tercer deseo.
Capítulo 22. Cuarto Deseo.
Capítulo 23. Quinto deseo.
Capítulo 24. Deseo seis.
Capítulo 27. Deseo siete.
Capítulo 28. Deseo ocho.
Capítulo 30. Décimo deseo.
Capítulo 31. Deseo once.
Capítulo 32. Deseo doce.
Capítulo 33. Deseo trece y catorce.
Capítulo 34. Último deseo.
Capítulo 35. Complicaciones.
Capítulo final. La vida puede ser efímera...
Epílogo.

Capítulo 29. Noveno deseo.

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By Santyp_12


Deseo nueve: "ir a un lugar donde sienta que estoy viviendo en cualquier sitio menos la tierra".

275 días con el tratamiento contra la leucemia.

Alison.

Noveno mes de tratamiento y tengo las mismas palabras que decir. Cada vez luchar contra esta enfermedad se vuelve más fuerte. Hay días en los que no me quiero despertar para no caer de nuevo en la cruda realidad que me abarca, pero de igual forma termino levantándome sin botar una lágrima. Como dije un mes atrás en el concierto de mi diosa. Luchará y me aferraré a mi vida porque deseo vivir.

Ya mi mente está mentalizada en una sola misión y es recuperarme, no quiero morir tan joven cuando apenas estoy por comenzar la verdadera vida, que me he cohibido por mí misma.

Lo único que sigue como el primer día, por más que trate de ocultarlo o decir que no afecta cuando sí lo hace, es la ausencia de mis padres, es algo que jamás podré llevar con normalidad.

Yo pensé que con el pasar del tiempo iba a aprender y aceptar lo que estaba sucediendo y el porqué de su lejanía, pero me equivoque, lo único que he hecho es llevarlo, lo que sí aprendí de esa ausencia, es que todo el la vida tiene su proceso y cada cosa pasara y llegara cuando el destino así lo decida.

Sé que muchas veces he dicho que seré fuerte y por más que no quiera ni desee levantarme, lo haré para continuar caminando hasta llegar a la meta, pero las palabras no más salían de mi boca y no la estaba creyendo, solo era frases que se las llevaba el aire.

Hoy la Alison, que ha vivido nueve meses en una habitación de hotel, que cada semana tiene que ir dos días a un cuarto de hospital para que me pongan una aguja en el abrazo que es su peor tortura cuando siente el medicamento administrado en su cuerpo. Puede decir que por fin logró descifrar el acertijo que la trajo aquí y como debía tomar las situaciones que está sucediendo por más duro que fuera.

Mi enfermedad ha sido un proceso que cada día me enseña algo nuevo y seguirá haciéndolo, ahora todo lo tomo como aprendizaje y recuerdo lo que una vez me dijo, Will tengo que vivir esto para tenerlo en el álbum de mi vida y contarle algún día a la familia que quiero formar.

Trayendo a William a mis pensamientos puedo decir que con el todo va de maravilla, no hay ni una sola queja que dar, él sigue siendo ese hombre que me enamoró y que cada segundo que pasa lo continúa haciendo, nunca me deja sola, me sigue y toma en mi dolor, tristeza, debilidad y felicidad. En este momento está a mi lado concentrado leyendo uno de mis libros que le encantan. Mientras yo continuo en mi tortura de la sesión de terapia dirigida.

Aprovechó un minuto para mirar la pantalla de mi celular y los mensajes y llamadas están en cerro y la felicidad se me borra de nuevo de mi rostro. La distancia extraña que han tomado mis padres me está doliendo mucho. Incumplieron la promesa de llamarme todos los días.

Ahora solo lo hacen dos veces por semana, no les alego ni les digo nada porque pienso que por el momento es lo mejor que se distraigan en otras cosas.

Pero de igual forma se siente feo y más ver cómo en cada videollamada todo lo hacen de afán y se despiden de mí sin más, el corazón se me estruja un poco y me da mucho miedo, pensar que en verdad se están resignando dejando de quererme es claro que exagerado, pero son cosas que simplemente no se pueden pasar de largo. Esto nunca lo creí posible y dentro de mí sé que no será así, la forma en la que se están portando es imposible para mí comprender, solo espero que sean bobadas mías.

Sé que ya no tengo dependencia emocional por ellos, pero siguen siendo las personas que más amo y el sentimiento jamás se irá. Por el momento estoy concentrada en mi tratamiento y después iré a pedirles de nuevo esos abrazos que he necesitado, esperando que todo sea igual.

—Mi luz ¿Qué tienes?

Will deja el libro que estaba leyendo a un lado para poner su atención en mí.

—Nada, solo que me puse a pensar un poco.

—Si es por lo de tus padres, te he dicho que no tienes que traer cosas como esas a tu cabeza, ellos te aman, máximo se encuentran un poco ocupados.

Quisiera pensar que eso es verdad, y no creo que el trabajo por más duro que este les quite toda la mañana, que era el horario en el que hablábamos.

—Lo entiendo, pero sencillamente no logro llegar alguna respuesta de esa forma que me están tratando, cada día lo siento más lejanos.

Digo con cierta nostalgia y no demora en agarrar mis manos entre las suyas dándoles un apretón.

—Alison, en menos de lo que piensas estarán juntos de nuevo como la familia amorosa que me has contado que son.

Esas palabras parecieron más una afirmación que un pensamiento y deseo que se vuelvan realidad los necesito tanto.

—Con la seguridad que lo dices hasta siento que es un aviso.

Río con cierto dolor e hizo una mueca.

—Solo lo dije, para que estés mejor, sabes que no me agrada cuando estás triste —recuerda.

—Como usted diga enfermero estrella.

Nos miramos un momento, para un segundo después no aguantar la risa y soltar la carcajada. Un rato más tarde, todo vuelve a la normalidad, Will toma el libro que ahora lee para los dos y yo continúo esperando que el medicamento sea administrado en mi cuerpo y haga su función completa de matar las células cancerígenas. Cada día es uno menos sobre esta tortura. Pido que las fiestas de diciembre, que son los dos meses mínimos, me dejen descansar.

Qué claro que ni se donde las pasaré.

—Preparada para tu próximo deseo.

William se levanta y llega hasta la bolsa que tiene el medicamento que entra a mi cuerpo.

—No digas nada mejor que lo único que logra es ponerme ansiosa y no quiero.

Lo regaño y ríe, volviendo a su sitio.

—Confieso que me gusta molestarte un poco, pero al final siempre deseo que te sorprendas al verlo.

Me besa la mano. En eso tiene razón que no diga nada es darle más emoción para el momento en el que me entero, se vuelve más mágico y bonito.

—Bueno eso sí.

Desvío mi vista en modo ofendida para que piense que estoy enojada, pero claro que sabe que no es verdad.

—Para que veas que no soy malo, este deseo, te sentirás como si no estuvieras en la tierra.

Comenta y vuelvo mis ojos hacia él, alzó una ceja interesada.

—¿Qué? —pregunto con emoción.

—No te diré más, solo te queda atacar cabos —me dice y toma de nuevo el libro—Ahora mejor te sigo leyendo —curva sus labios en una risa diabólica.

A veces quisiera darle un sartenazo en la cabeza para que deje de ser malo.

—Bueno —contestó porque no seguiré en su juego de rogarle y reanuda su lectura.

Media después terminó mi sesión, salimos al hospital y llegamos al hotel para dormir y descansar.

—Hoy será tarde de películas hasta que te duermas, y ya mañana que estés mejor vamos a celebrar tus nueve meses de lucha.

Avisa Will mientras acomoda la pantalla del computador al frente de nosotros y se posa al lado mío y yo me acuesto en su pecho.

—Me parece justo —sonrió y me dio un beso en la cabeza, reproduciendo la película que habíamos dejado hace tiempo en pausa.

Sin más, la tarde y noche se pasan volando hasta quedarme dormida en los brazos de Will que es lo más cálido del mundo, pensando en qué les sucederá a mis padres.

**//**

William.

—¿Ya estás lista?

Le pregunto a Alison mientras cierro la puerta del cuarto tras de mí.

—Si solo déjame terminar de retocarme un poco.

Veo que está sentada echando algo en la cara y llegó hasta su lugar dándole un beso en la cabeza.

—Siempre estás hermosa —le aseguro y me da una sonrisa.

—Para ti en todo momento lo soy.

—Solo digo verdades —niega levemente con la cabeza y sigue con lo suyo.

Yo opto por irme a la cama para acostarme, una vez todo el colchón siento una satisfacción de lo más placentera.

—¿Cómo te fue? —pregunta Ali desde su lugar.

—Bien. —contestó.

—Me alegro mucho.

—Yo igual. Si no fuera por lo cansado que estoy.

Los ojos se comenzaron a cerrar sin poder detenerlos. Ayer por la noche me llamaron que me necesitaba de urgencia en el hospital para ser asistente de cirugía, ya que no había nadie más disponible en el momento, así que tuve que ir.

La operación terminó hace pocas horas y solo me quedó una hora para bañarme, arreglarme, almorcé algo y venir hasta donde la mujer que amo, e ir por su noveno deseo y verla sonreír como me gusta.

Hoy es un día muy importante, porque tendrá dos sorpresas, una de ellas no se la espera en ningún sentido, pero estoy seguro que será la mejor que ha tenido.

En el proceso de quedarme dormido siento que el colchón se hunde a mi lado. Y el aroma a vainilla llega a mis fosas nasales y sonrió.

—Will si tienes que descansar hazlo, nuestra salida puede esperar —me habla bajito sobándome el cabello.

—Claro que no, ante todas las cosas tu eres muy importante y tengo que darte su premio por un mes más de tu logro —hablo desde mi posición, si le tomaría la palabra, pero primero está ella.

—Como te dije eso puede hacerse en otro momento, tu te encuentras cansado, solo duerme un rato y después vamos —me reitera,

Lo pienso un minuto, sé que tiene razón, pero no quiero perder tiempo valioso con ella.

—¿Estás segura? —pregunto ya entre dormido.

—Si lo estoy —no dudó en darme su respuesta —. Ahora soy yo la que estará aquí hasta que te duermas y despiertes mi bello ángel.

No tengo que decir nada para que ella sepa cómo me siento cada vez que dice frases que logran llenarme de tantas cosas por dentro, dando una cadena que me ata a ella, sin poder evitarlo.

—Solo por esta vez te tomaré la palabra mi luz —comentó mientras sus dedos siguen masajeando mi cuero cabelludo.

Sentirla cerca de mí es de las mejores cosas que puedo experimentar en mi vida, ella me da ese calor que por mucho tiempo quise tener por parte de alguien.

—Ahora duerme mi enfermero de ojos azules.

Me ordena y no lo pienso más, solo me pongo en posición fetal, con mi cabeza en sus piernas, y uniendo mis manos. Lo bueno es que el lugar donde la llevaré hoy está abierto todo el día, así que no hay mucho problema. En un par de segundos, el agotamiento que tengo era tan grande que logra que me duerma sin previo aviso. Encima de mi novia.

**//**

—¿Preparada?

Alison está en el asiento del copiloto, ya nos vamos dirigiendo hacia nuestro destino.

—Pues supongo que sí —responde alzando los hombros, sin quitar su vista de la ventana.

Sé que está en otro planeta por lo de sus padres, por más que le diga que no piense en eso, siempre termina llevando sus pensamientos allí.

—Mi luz, que te dije hace rato.

Tomo su mano y voltea a verme.

—Lo sé, mi ángel, es solo que no comprendo la razón de estar así conmigo —me habla con cierta desazón.

—Puede que tenga mucho trabajo, tú misma me dijiste que son los mejores, entonces deben ser los más solicitados.

Me da una leve sonrisa.

—Sí que lo son, pero de igual forma se me hace extraño.

Hago un pare en el semáforo, así que aprovecho y tomo sus dos manos y sus iris esmeralda conectan con los míos, azul cielo.

Esos ojos, que en todo el mes no habían estado así de apagados con el día de hoy, hace que mi pecho se contraiga, mi misión es verla feliz y en este momento no lo está significando que estoy fallando en lo que me propuse hace nueve meses.

—Alison, créeme cuando te digo que ellos te siguen amando con todo su corazón y que pronto estarán contigo, lo más probable es que se encuentren enfrascados en el trabajo, para poder salir de él y venir a tu lado — los ojos se le cristalizan.

—¿Tú piensas que vendrán pronto donde mi?

—Si —respondo sin pizca de duda y su sonrisa se refleja.

—Entonces será así —se lanza a abrazarme y la recibo con todo el ánimo posible.

—Ya verás que si —mi nariz se llena de la fragancia vainilla que trae Alison que me encanta —ahora debemos ir a donde se que la pasaras de maravilla.

El momento sigue hasta que nos pitan y me apartó y miró que el semáforo ya está en verdad.

—Es mejor que arranques antes de que nos dejen sin oídos —me recomienda la mujer de ojos esmeralda mientras los pitidos siguen.

—Tienes razón —le doy una sonrisa y sin más vuelvo a poner en marcha el auto, hacia el lugar donde llevaré a mi novia.

Comenzamos a hablar en el camino de otras cosas, para que su mente se distraiga y no piense en sus padres que se que le está afectando más de lo debido, hasta que estacionamos al frente de nuestro destino.

—Llegamos —me quito el cinturón de seguridad y echa a hacer lo mismo.

—Ahora dime, ¿cuál es? —pidió y sonrió.

—Te diré el deseo, pero no la sorpresa hasta que entremos —le aviso y saco en papel de uno de mis bolsillos, lo desarrugo —. Deseo nueve: "ir a un lugar donde sienta que estoy viviendo en cualquier sitio menos la tierra".

Termino de leer y levanto mi vista para conectar mi mirada con la de ella que tiene una sonrisa que demuestra sus dientes.

—Ese fue uno de los que más quería hacer, por eso lo puse y como eres tú el que me lo dará, estoy segura de que va a ser lo mejor del mundo —eso me pone más feliz.

—Gracias por confiar siempre en mi Ali —me acerco y le doy un beso en la nariz.

—Creo que la que debería agradecerte soy yo, por estar a mi lado, sabiendo mi estado —baja su cabeza y no dudó en alzar su barbilla para que me mire fijamente.

Odio que esos pensamientos de mierda lleguen a su cabeza.

—Tú estás hermosa y no me importa nada Alison, me enamore de ti, porque me diste lo que nunca había tenido o alguien dado, me diste luz a una vida donde me encontraba jodido, me diste un motivo para seguir, tu eres la mujer que llegó ha demostrarme que el amor es lo que todos necesitamos.

Le aseguro y sus ojos se cristalizan.

—Eres el mejor Will.

—Porque estoy contigo —asiente con la cabeza con una sonrisa que amo verle —ahora no perdamos más tiempos y entremos que un deseo nos espera —me acuerdo.

—Vamos —confirma y cada uno sale por su lado del auto, no sin antes tomar mi cámara que es mi mejor aliada para todo esto.

Llegamos a la entrada, compré las boletas y seguimos caminando, este lugar lo encontré después de investigar por todos lados y le daré las gracias a Google por dármelo por medio de un anuncio, llegamos hasta quedar a unos metros de las puertas dobles que nos dan acceso al lugar mágico.

—Bueno, como te diste cuenta, estamos en un museo.

—Si desde que pasamos la puerta principal me percate, por lo colorido y el arte demuestra por cada rincón—responde

—Correcto. Tú te preguntarás qué tiene este lugar de especial y que hay que demostrar que no estás en la tierra.

—Pues confío en ti se que algo hay detrás de todo.

Pensar que la puedo decepcionar es uno de los mayores temores que he tenido en mi vida.

—Después de investigar y buscar encontré una exposición de arte de Van Gogh llamada exposición digital inmersiva del Atelier des Lumières, pero no deseo darle más vuelta a esto, quiero que seas tus ojos los que me digan lo que sientes, espero te guste y te sorprenda.

—Ya deseo verla —nos dirigimos hacia el sitio.

Una vez que pasamos las cortinas que daban la entrada al cuarto, lo primero que veo es que todo se encuentra en blanco y hay varias personas por el lugar que es inmenso, pero decirle inmenso es poco para lo que es. Hay paredes salidas y otras mas escondidas. En ese preciso momento un hombre que está con un traje beings habla desde un micrófono.

—Bienvenidos a todos los presentes a la exposición más completa y tecnológicamente avanzada hasta la fecha, donde los invita a descubrir el mundo de Van Gogh de una manera cautivadora y única —habla un hombre que se encuentra en la mitad del todo el lugar —. Ahora les pido que se acerquen al centro de la habitación —. Comenzamos a caminar hasta que nos encontrábamos alrededor del cuarto—. Espero que conozcan las obras para que su experiencia sea más amena y si no de igual forma lo será —sigue diciendo.

Alison se sabe cada una de sus obras, Van Gogh es su artista favorito, esa fue una de las principales razones por la que este lugar me pareció perfecto, además de ello yo también aprendí sus obras. Ya que en uno de los largos días donde Alison estuvo en el hospital me contó su fascinación por el arte y estas nos se quedaron atrás.

—Ahora, si es hora de que comience el show —habla el señor de la explicación y las luces se apagan en ese instante.

Me acerco más a Alison y paso mi brazo por su hombro.

—Quiero que lo disfrutes al máximo —le susurro.

—Lo haré —asegura también bajito.

El lugar se queda en silencio y unos segundos después la magia comienza.

Las luces se prende para dar paso a la primera obra, iluminando el suelo y las paredes con "la noche estrellada", dando el movimiento circular tipo video por todo el sitio, con una melodía clásica que la vuelve magnífica.

Giro mi rostro para ver a Alison y tiene los ojos Iluminados y una sonrisa enganchada, sigue moviendo su vista por el lugar y la entiendo, es deslumbraste.

—Es bellísimo —rompe el silencio sin apartar su mirada del espectáculo.

—Sí que lo es —confirmó.

Unos minutos más tarde dan paso a la segunda obra titulada "los girasoles'', donde las paredes dan una ilusión de que estos se vuelven cada vez más pequeños, para volver a su tamaño normal y en el piso se mueven de lado a lado pareciendo que estuviéramos dentro de esta.

Pasó otro lapso de tiempo y las paredes cambiaron para darle la bienvenida a la favorita de Alison, "El dormitorio de artes''.

—Esta es la que más me fascina —me comenta emocionada.

—Si lo sé mi luz.

Las paredes y el piso se convierten en una forma que da la visión como si estuviéramos levitando. Las partes del cuarto que es la obra comienza a salir, cada pieza separada flotando de una manera que hace que tu vista no se pueda apartar del lugar por ningún momento, es fascinante, atrae tanto que los ojos se abren como platos y no quieren perder lo que se está viendo.

—Este deseo es uno que mi mente no podrá olvidar nunca en su vida, mi ángel —se gira a verme por primera vez desde que comenzó la exposición mientras la obra sigue su función.

—No quiero que olvides nada de lo que vives —poso mis manos por su cintura y las de ella las cruza en mi cuello.

—Jamás sucedería, todo lo que me has dado son cosas que ni de chiste sería algo pasajero, son recuerdos de vida, que me dan una razón más para vivir —me dice y el corazón se me acelera.

—Te amo Alison Méndez, mi luz.

—Te amo William Cortes, mi ángel —confirma y no aguanto más y pegó sus labios con los míos en un apasionado beso que me hace cerrar los ojos.

En ese preciso instante el lugar cambia de obra, el color del cuarto se volvió negro por completo. Así que nos separamos dando una sonrisa para luego girar y encontrarnos con la obra número cuatro, "La iglesia de Auvers-sur-Oise" que da un aspecto distorsionado que la hace perder por un momento para después mostrarla de nuevo. Es simplemente magnífico.

Así es como pasa la exposición. Caminamos por el lugar mientras nos daban a nuestras vistas un espectáculo de arte con las veinte obras más importantes de Van Gogh con diferentes elementos y momentos, haciendo que la tarde fuera de las más hermosas que he tenido.

—Fue la exposición más linda del mundo —comenta Alison con alegría mientras nos dirigimos hacia su cuarto.

—Me pone feliz que te haya gustado.

—No lo hizo—alzó las cejas sin entender y se ríe —me encanto, fue un lugar mágico que me aparto de la realidad, lo ame con locura —mi sonrisa vuelve.

—Si eso te gusto, creo que la sorpresa que hay en el cuarto lo hará más —le aviso.

Alison detiene el paso, para mirarme fijamente, con cara de no entender y yo alzo los hombros.

—¿Cómo hay más? —cuestiona.

—Si ahora solo entra y lo sabrás, no alarguemos más —respondo, me mira con cara de duda, pero hace caso avanzamos las cuantas puertas más hasta llegar a la de su cuarto y sacó la tarjeta de este de mi pantalón —. Te dije que no te preocupes que ellos vendrían a tu lado —la paso por la puerta y esta se abre dando entrada a la habitación —ahora entra y averigua el final de tu sorpresa.

—Espero no me mates de la felicidad, William —me da un casto beso en los labios y no lo piensa más y sigue.

Unos segundos más tarde del que silencio se haga en el cuarto dentro cerrando la puerta tras de mí cuando llego a la parte del comedor, veo que Alison está estática en la mitad de este y las dos personas que ama están sentadas en la cama.

—Papás —logra decir con un nudo en la garganta mi luz.

—Sí cariño por fin llegamos —habla el padre de Alison con los ojos rojos.

—Mi niña cuanto te extrañe —ahora dice la rubia que supongo que es su madre y sin dudarlo más avanzan hasta donde ella dándole el abrazo que hace mucho Alison esperaba.

Por fin tiene la parte que le falta para completar el rompecabezas y a la vez su felicidad.

**//**


Frase del día: "Las batallas más duras siempre serán contra nosotros mismos".


Buenas tardes a todos, aquí le traigo nuevo capitulo. Espero les guste y se emociones de la misma manera de Alison.

¿Qué tal les pareció el deseo?

¿Se esperaban de ese encuentro espontaneó de los padres de Alison y ella?

¿Cómo serán las cosas desde ahora, que Alison no necesitaran enfermero privado?

¿Cuál será el próximo deseo.

Solo queda esperar a ver que sucede es los pocos capítulos que quedan de esta bella, historia. Y si les recuerdo que ya solo quedan seis o por mucho siete capítulos para darle fin a. Mi ultimo deseo.

Bueno no hay mas que hablar, así que me despido con un abrazo y un beso. Muchas gracias por leerme y seguir esta historia tan linda y a la vez triste. 

Si no me siguen en mis redes sociales no olviden hacerlo, los links están en el panel principal.

Ahora si adiós, nos vemos pronto con nuevo capítulo.


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