―Tengo miedo, ¿me entiendes? Miedo de salir lastimada y que mis sospechas por Sebastián sean falsas ―Le confieso a Jaz―. Él es detallista o por lo que me cuentan solo lo es conmigo, súper amable y divertido, pero eso no quiere decir que le guste.
―Cris, no seas tonta ―Me responde.
―Exactamente, no seas tonta ―dice alguien más.
Exactamente la persona de la que hablábamos hace un instante: Sebastián.
"Lluvia en París", novela de @BeautifulDecember
―Mi atuendo para el rescate está listo ―Me dije a mi misma al tender sobre la cama, una blusa y calzas de color negro.
Tendría que enviarles un mensaje a los chicos para ultimar ese detalle, porque como autoproclamada cerebro del rescate de Lili, sé que alguno podría llevar algo amarillo neón. Sobre todo Agnus, que suele vestirse de colores poco serenos cuando no usamos uniforme escolar. Agnus es simplemente Agnus, creo que cualquier adjetivo que impongamos sería insuficiente, porque siempre nos está sorprendiendo, como ahora con su reciente enemistad con el chico nuevo. Aunque más que enemistad, es obvio que guardan sentimientos desencontrados el uno por el otro.
Desbloqueo mi celular y voy directo a nuestro grupo de Whatsapp...
Grupo: Los traficantes de lindura.
Francesca: ¿Tienen preparada la ropa que usarán esta noche?
Al cabo de unos minutos, las respuestas comienzan a llegar...
Cande: ¡Hola! Sí, calzas negras con una blusa suelta y cómoda del mismo color.
Agnus: Mamá me compró una blusa azul con lentejuelas, ¿puedo estrenarla hoy?
Como había dicho antes: Agnus no deja de sorprendernos. ¿Cómo se le ocurre preguntar si eso?
Francesca: Agnus... NOOO. Usá ropa negra, NEGRA.
Agnus: Tengo la camisa negra...
Benja: Porque negra tengo el alma...
Cande: Yo por ti perdí la calma...
Francesca: ¡Concéntrense!
Benja: ¿Qué opinan? ¿Quedaré bien en calzas?
Agnus: Qué horror...
Cande: ¡De solo imaginarme quiero vomitar!
Benja: No lo nieguen, mis nenas... Quieren ver a un Benja en modo sensualón.
Agnus: Cande quiere ver a Blake en calzas negras.
Cande: Y tú quieres ver a Austin en calzas.
Agnus: ¡A Clarkson no lo quiero ver ni en figurita!
Agnus: A Cande le gusta blake, a Cande le gusta blake, a Cande la gusta blake, a Cande la gusta blake, a Cande la gusta blakeeeee.
Cande: A Agnus le gusta Austin, a Agnus le gusta Austin, a Agnus le gusta Austin, a Agnus le gusta Austin, a Agnus le gusta Austiiiiiiiiin.
Agnus: No me gustaaaaaaaaaa, J-A-M-Á-S me gustará el tonto ese.
Benja: A France le gusta Benja, a France le gusta Benja, a France le gusta Benja, a France le gusta Benja, a France le gusta Benjaaaaa.
Cande: Jajajajajajajaja
Francesca: Bueno, bueno, basta.
Francesca: Agnus, vení a casa, yo te presto ropa.
Agnus: ¡Pero no quiero usar ropa negra!
Francesca: A-mi-casa-ahora.
Agnus: Okay :(
No tengo más opción que reírme al ver los locos que son mis amigos. Los conozco de hace años y no quiero ni pensar que este es el último que estaremos juntos. Cada uno va a seguir su rumbo, pero pase lo que pase, sé que vamos a seguir siendo amigos pesar de cualquier distancia. Pero no es momento de dramas, tenemos una cerdita que rescatar.
Unos minutos más tarde, mamá me avisa que Benja está esperándome en la sala y mis nervios empiezan a aparecer. Muchos dirán que es algo ridículo porque debería estar acostumbrada a su cercanía, pero por muchos momentos no es así. No puedo evitar sentir un remolino en mi estómago cuando lo veo, especialmente cuando me mira más que antes o tiene actitudes dulces, que me cuesta responder de la misma forma, aunque quisiera. Siempre hemos sido amigos y de alguna forma u otra, somos conscientes de nuestros sentimientos. Pero ninguno da el primer da el primer paso y ninguno sabe por qué.
Tal vez se preguntarán por qué me gusta de ese despreocupado pelirrojo, fácil: es inteligente, divertido, lindo y estuvo siempre, siempre para mí. Benja es el típico payaso de la clase, no el chico malo o el nerd que todas las historias hablan, él es diferente y eso me encanta.
Arreglo a las apuradas mi cabello rubio con una mano, mientras me veo en el espejo de mi habitación. Me aplico una pequeñísima cantidad de brillo labial y bajo las escaleras para recibir a una de las personas que estaba esperando.
―Hola, Fran ―saluda con una sonrisa.
Puedo sentir como el color sube en mis mejillas. Me gustaría ser Agnus en este momento, aunque a ella le palpita un ojo al ponerse nerviosa. No, prefiero el color en las mejillas. De todas maneras, creo que ya pasó demasiado tiempo del saludo de Benja y debería decirle algo. ¿Por qué no me responden los labios? ¡Francesca, decí algo! Aunque sea recordá cómo respirar. Inhalá. Exhalá.
―Ho-la ―Es lo único que puedo balbucear.
Hago un ademán invitándolo a sentarse.
―Conseguí todo para comenzar los planos y organizar los puntos de vigilancia ―Comenzó a decir. Por eso dije "despreocupado pelirrojo", porque seguro que ni nervioso debe estar. La única afectada debo ser yo.
Yo lo seguí por detrás... no, mis nervios y yo, lo seguimos por detrás. Avienta su mochila en un sillón y comienza desparramar fotografías y una libreta en la mesada ratonera, ubicada frente a los sofás. Me obligo a mí misma a concentrarme en la tarea que tendremos que hacer. Tomo algunas de las fotografías y me llevo la sorpresa de ver una casa preciosa con un gran jardín. También a Austin conviviendo con quienes creo que son sus padres y dos niñitos muy pequeñitos. Uh, a Agnus le agarraría un paro cardíaco si viera esta foto, en la que Austin abraza a Lili.
―Genial ―expresé al devolver las fotos a su lugar.
―Bueno, ¿nos besamos?
―¿Qué? ―pregunté abriendo mis ojos con exageración.
―Que si comenzamos ―Frunció el ceño―. ¿Estás bien?
―¿Yo? S-sí, estoy perfectamente ―tartamudeé.
―Okay ―dijo alargando la "o"―. Esto así: recibí un audio de Candela, diciendo que le contó el vampiro, que hoy Austin tendrá una cena con su familia. Salen alrededor de las ocho de la noche y vuelven tipo once y media. Eso quiere decir que tenemos ese transcurso de tiempo para recuperar a esa cosa horrorosa de Lilian.
―¡Lili, Benja!
―Como si me importara ―Encogió de hombros―. Sigo con el tema: Austin es de mucho dinero, mucho. Cande también me contó que su padre es dueño de una cadena de hoteles, exactamente Clarkson Hotel. Además, tiene dos hermanitos menores, son mellizos y deben tener casi dos años, por lo que tenemos que tener en cuenta que pueden volver antes.
―¿Clarkson Hotel? ―espeté―. Wow, me imagino que si tienen dinero, la seguridad debe ser algo que puede obstaculizar nuestro plan.
―Sí, pero no ―respondió y comenzó a acortar su distancia de la mía y comenzó a hablar casi en susurros. Quedamos a escasos centímetros y yo desconecté toda coherencia que alguna vez tuve―. Te explico el por qué: hoy, domingo, trabaja la mitad de la seguridad; hay cinco puntos de control que...
Amo sus pecas, son tan lindas, y ni hablemos de su sonrisa, es extremadamente perfecta.
―...esa vigilancia la realiza el punto de control tres. Entonces ahí es donde intervendrá Agnus, que a su vez, estará comunicada contigo, mediante...
Sus ojos, ¿por qué tuvo que nacer tan lindo? Mi vida sería más fácil si mi mejor amigo no fuese tan lindo y perfecto. No, aunque conociéndome, terminaría enamorándome de su personalidad... Estúpida y genial personalidad.
―...a las nueve y treinta será el momento exacto, por lo que Cande deberá escabullirse hacia el techo para tener una buena vista, por si la familia de Austin llegara antes. El punto de control más difícil de burlar es el número cinco, pasa que...
¿Qué pasaría si le confesara que también siento lo mismo por él? O sea, ya lo sabe, pero ¿cómo reaccionaría?
―...y eso es lo que haría yo. ¿Estás bien, Fran? ¿Fran? ¡Francesca! ―exclamó y automáticamente volví en sí.
―¿Ah?
―¿Qué te parece el plan? ―preguntó algo serio.
―¿Qué plan? ¡Ah, el plan! Un súper plan ―Me aclaro la garganta y acomodo mi cabello.
―¿Un súper plan? ―Me enarca una ceja―. Bien, pero ¿qué opinas? ¿Te parece que operemos así?
―Sí, sí... operar. Sí, me parece.
―Claro, y por eso mirabas de esa forma, ¿no?
―¿Qué? ―Casi grito y me separé de él al instante―. Yo no hacía nada y te prestaba atención.
Benja me miró por un instante con un rostro indefinido y negó con la cabeza. Apoyó su espalda en el respaldar del sofá y volvió a mirarme.
―Entonces ¿qué opinás de desmayar a los guardias? Escuchaste eso, ¿no?
―Sí, sí, lo escuché. Me parece peligroso que...
―Nunca hablé de desmayar a alguien, eso lo acabo de inventar. Vos no me escuchaste nada...
―Es que... ―Me detuve sin saber qué inventar.
¿Qué se supone que iba a decirle? Sí, pasa que me distraje por tus lindos ojos.
―Terminemos con esto, Francesca ―habló en un tono duro.
Un nudo en mi estómago comenzó a crecer.
―¿Qué querés decir? ―susurré.
―Estoy cansado de esto ―Tragó saliva y miró hacia el televisor que se encontraba apagado―. Estoy cansado de espantar a todos los chicos que se te acercan. Estoy cansado de tus bromas dedicadas a chicas que quieren hablarme. Estoy cansado de no poderte tomar de las manos cuando yo quiera y en donde quiera. Estoy cansado de perderme cada vez que me mirás, y sobre todo, estoy cansado de no besarte, porque es lo quiero hacer en el mismísimo instante en que te veo.
Mi corazón casi explota por sus latidos descontrolados. Hace unos instantes me preguntaba qué sucedería si este momento llegara, pero ahora no lo sé. Me había imaginado mil y una formas este escenario. Incluso antes de dormir planeaba que responderle, pero ahora no podía formular nada coherente.
―Benja, yo...
―Estoy enamorado de vos, Fran ―Volvió a acortar nuestras distancias.
Su mirada se volvió expectante, claramente esperando una respuesta de mi parte. Yo miraba mis manos y luego lo miraba a él. ¡Esto era fácil cuando lo imaginaba! ¿Por qué ahora no podía llevarlo a la realidad?
―Fran... sé muy bien que sentís lo mismo. ¿No vas a decir nada?
Respiré hondo y cerré mis ojos por solo un instante para juntar fuerzas. Y entonces los abrí, pero justo al momento de mirarlo, sentí su mano acariciando mi mejilla.
―Sí, también estoy enamorada de vos, Benja.
―No sabés lo que esperé por escuchar ese "sí" ―confesó y se acercó al punto de rozar nuestras narices y comenzar a sentir ese calor en la comisura de nuestros labios.
Pero justo en el momento en el que iba a tener mi primer beso...
―¡Holiiiis! ―La voz de Agnus, y el ruido de una puerta al abrirse, interrumpió nuestro gran momento―. Tu terrorífico y malvado perro está en el patio trasero, ¿no? ¡Le tengo mucho miedo!
―¡Agnus! ―gritamos al unísono.
―¿Qué les pasa? ―Frunció el ceño―. ¡No me griten que estoy de mal humor! ¡Necesito comer! ―exclamó algo enojada y comenzó a dar grandes pasos hacia la cocina.
―Se va a robar mi comida otra vez ―Le gruñí a Benja―. ¿Por qué los amigos siempre tienen que robarte la comida? ¿Acaso está establecido de esa manera para qué...?
Me interrumpió al tomar mi rostro entre sus manos y sellar mis labios con los suyos. Fue mejor de lo que pensaba, era más que perfecto. Mi forma de responderle fue algo tímida, perpleja, extremadamente imperfecta. Pero yo era feliz, era mi primer beso y pese a todo era increíble.
―¡Fraunsheshca, no puedo aubrir la meurmelauda de...! ―Nos separamos a escuchar a nuestra amiga de nuevo.
Agnus se encontraba bajo el umbral de la puerta de la cocina, con una tostada en su boca, una mermelada de durazno en la mano derecha y sosteniendo un jugo de naranja con la mano izquierda. De pronto escupió la tostada haciendo que caiga al suelo.
―¡Santas papas fritas! ―exclamó―. ¡Por fin!
Caminó hacia nosotros mientras bebía un gran sorbo del jugo de naranja. Seguido de esto se limpió los restos de jugo que quedaba sobre la comisura de sus labios con una manga de su blusa y nos abrazó.
―Lo mismo opino yo, loquita ―dice el pelirrojo a mi lado.
―¡Tengo que decirle a Candela que se apure! ―Salió corriendo hacia la cocina.
―Tres, dos, uno... —contamos con Benja.
Agnus volvía con cara de inocente y la mermelada en su mano derecha.
―¿Pueden abrir este frasco de mermelada, porfis?
Unas dos horas después, ya había elegido el atuendo de Agnus, que básicamente era el mismo que el mío. Después nos quedamos los tres charlando y ultimando los detalles del rescate de Lili. Okay, Benja y yo ultimábamos detalles, porque Agnus sonreía de manera boba con la vista fija en su celular y enviaba mensajes a más no poder. Nunca había visto a mi amiga de esa manera. Ella no habla con nadie más que no seamos nosotras y con Cande estoy segura que no chatea. Puede que sea Nicolás, sin embargo, no tienen mucho en común que digamos. ¿Con quién se estaba mandando mensajes esta chica y por qué sonreía tanto? Tendría que averiguarlo, incluso estaba a punto de quitarle el celular, pero tocaron la puerta y eso me detuvo.
―¡Ah! ―chilló Cande y dio pequeños saltitos llenos de emoción cuando le abrí―. ¡Por fin, por fin, por fin! ―Se tiró a mí y me rodeó con sus brazos.
―Bueno, bueno, bueno. Sí, okay, okay ―Me quejé y me solté de su agarre.
Levanté la vista y me percaté que mi amiga no venía sola,el vampiro nadador estaba con ella. No pude evitar mirarlo con desconfianza y mi amiga se percató de esto.
―Oh, no los presenté ―lanzó Cande al tomar del brazo al chico de ojos grises y colmillos... Okay, lo último no, pero había rumores―. France, él es Blake, mi nuevo amigo ―Ahora se dirigió a Blake―. Blake, ella es Francesca, una de mis mejores amigas. Igual seguro que se conocen de vista por la escuela.
―Hola, un gusto conocerte ―Me saludó él con apenas una mueca y puedo jurar que algo de miedo había en sus ojos.
―El gusto es mío ―Le sonreí. Al parecer con Benja no éramos los únicos que avanzamos―. Pasen.
Al instante que cerré la puerta y me percaté que el vampi no nos escuchara, por suerte se quedó hablando con Benjamín, así que tomé el antebrazo de Cande.
―¿Por qué lo invitaste? ―Le cuestioné en susurros.
―Él ya sabe todo y nos ayudará, no te preocupes.
―También le gustás, ¿te has dado cuenta?
―¿Yo? ¿Gustarle? ―Soltó una risita―. ¡Ya quisiera! Él solo quiere ayudar a Clarkson, a mí casi ni me registra.
―A veces te daría una paliza de lo ingenua que sos ―Niego con la cabeza y ella no me entendió. ¿Qué decir? Cande es un cliché, la típica chica que ignora que el chico que le gusta también siente lo mismo―. ¿Segura que no saliste de Wattpad?
Unos minutos transcurrieron y Blake estaba hablando con Benja sobre no sé qué cosa de natación. Con Cande revisábamos los planos de la casa de Austin, mientras que Agnus, quien debería ser la más interesada en el asunto, seguía sonriéndole al celular y tecleando a más no poder. Incluso me pareció oírla suspirar.
Comencé a mirar hacia los costados pensando en algo que sirviera de distracción y de pronto se me prendió la lamparita. ¿Qué cosa sería capaz de desconectar a Agnus de cualquier cosa que esté haciendo? Sí, las cosas dulces o las papas fritas, pero lo último no tenía.
―¡Agnus! ―Le grito―. ¿Viste que mamá preparó brownies? Están en el horno por si querés ―Le sonrío dulcemente.
―¿En serio? ―espetó ilusionada y captando toda su atención.
―Nada más cierto que eso.
―Tu malvado perro no está, ¿no? ―Negué y su rostro se iluminó―. ¡Eres la mejor! ―soltó y corrió hacia la cocina.
Y pasó lo que esperaba: dejó su celular en el sofá.
―¿Por qué no me has dicho lo de tus brown...? ―preguntó Benjamín.
―¡Tenemos unos siete minutos hasta que arrase con la mayoría! ―Le interrumpo mientras tomo el celular de mi amiga―. Necesito leer algo.
De pronto 4 cabezas mirábamos la pantalla del celular de Agnus.
Desbloqueé el patrón y automáticamente se abrió un chat de Wattpad. Entonces comenzamos a leer la conversación de este día...
StayStrong7: ¿Hola?
StayStrong7: ¿Estas? Perdón si te incomodé, puedo jurar que no fue mi intención.
―¿Por qué la incomodó? ―pregunta Cande.
―¿Quién es StayStrong7? ―inquiere Benja.
―Chicos... ―comienza hablar Blake.
―¡Ssh! ―Les interrumpo―. Sigamos leyendo...
BeautifulDecember: Hola, Adam.
BeautifulDecember: ¿Lo que me escribiste ayer es real?
StayStrong7: Creo que sí...
StayStrong7: Realmente me encanta hablar contigo, tenemos muchas cosas en común y nunca me pasó de hablar tan fluido con alguien y tantos temas a la vez.
StayStrong7: Y eso me encanta.
BeautifulDecember: No sé qué decirte...
BeautifulDecember: No te conozco, pero a su vez sí.
StayStrong7: Lo sé, Sabrina, estamos exactamente en la misma situación.
―¿Sabrina? ¿Por qué Agnus utiliza su segundo nombre?
―¡Cállate, Benja! ―Le dice Cande.
—Debo decirles...
―Ahora no, Blake ―Le interrumpo―. Agnus debe ir por el tercer brownie.
StayStrong7: Pero tú ¿qué sientes al hablar conmigo?
StayStrong7: ¿Solo soy un usuario más de Wattpad?
BeautifulDecember: No, no eres solo un usuario más.
BeautifulDecember: A mí también me encanta hablar contigo. Puedo hablar horas y horas contigo y me haces llorar de la risa. Me gusta la manera en la que piensas y además eres como un "fanboy". Contigo puedo hablar de cualquier chiste literario y me entiendes.
BeautifulDecember: ¿Qué chica no sueña con un chico que entienda sobre libros?
―¡Ay, yo quiero uno! ―Se queja, Cande.
―Chicas, Adam...
―¡Basta, Blake! ―Le gritamos en susurros, con Cande.
BeautifulDecember: Pero es difícil, no sé.
StayStrong7: Si no confías en mí, puedo pasarte mi número telefónico, mi Facebook, la dirección de mi casa, mi escuela, grupo sanguíneo, lo que pidas. No hace falta que tú me pases nada.
BeautifulDecember: Puedo secuestrarte y vender tus órganos, ¿recuerdas?
StayStrong7: Lo recuerdo...
BeautifulDecember: ¿Si te decepcionas de mí? Soy lo más normal del mundo.
―¡A Agnus le gusta un chico! ―expuso Benja—. Pensé que quedaría como solterona y con muchos cerdos en vez de gatos.
―Y con esos novios ficticios de libros ―susurro.
―Sobre todo eso ―acota Cande.
―Nunca me contó nada, ¿a vos, Cande? ―inquiero.
Ella negó con la cabeza.
―¿Puedo decir algo de una buena vez? ―musita Blake, algo irritado.
―Sí, sí. ¿Qué sucede? ―pregunta Cande.
―No lo van a creer ―Sonrió mostrando los dientes. ¡El chico sonrió!―. Austin es Adam.
―¡¿Qué?! ―gritamos al unísono.
―Shh ―Nos reprendió Blake―. Ese es el usuario en Wattpad de Austin. Su nombre completo es Austin Adam Clarkson.
―No puede ser ―señalo pasmada.
―Juro que pago una fortuna por estar presente en el momento que ambos lo sepan ―expone Benja.
―Austin no sabe que Sabrina es Agnus, ¿no? ―Cande se dirigió a Blake.
―No, no sabe nada ―Le contesto apenas negando con la cabeza―. Él solo me contó que hace algunas semanas, y todos los días, habla por Wattpad con una chica. También me dijo que su nombre es Sabrina y que le gustaría conocerla personalmente, seguro me lo hubiera mencionado.
―Esto es increíble ―suelta una pequeña carcajada.
―Yo también estoy sorprendido ―dijo Blake con cara de nada.
¿Cómo se supone que sepamos que está sorprendido?
―Sigamos leyendo, Agnus puede aparecer en cualquier momento ―solté.
StayStrong7: No me decepcionarías.
StayStrong7: Seas quien seas, me gusta cómo eres.
StayStrong7: Solo confía en mí.
BeautifulDecember: No soy genial, estoy algo loca y mis ideas son delirantes. Soy torpe, físicamente común, mamá me dice que soy hermosa, pero yo me veo normal.
StayStrong7: Soy maníaco con la limpieza y le tengo fobia a los gérmenes. También estoy loco y por ahí hablo solo. Tengo debilidad por las chicas torpes. Y tu mamá seguro debe tener razón.
StayStrong7: Sigo insistiendo con que eres genial.
―¡Aw! ―Cande se lleva una mano al corazón―. Austin es muy dulce.
―Exacto, nadie conoce esa etapa de mi amigo ―Le dice Blake.
Con Benjamín estábamos en shock, esto era increíble. No podíamos dejar de leer esas conversaciones. O sea, ¡ambos se quieren y no saben quiénes son realmente! Ambos se juegan bromas todos los días, pero todos los días sonríen al leer el mensaje del otro. Sabrina y Adam se gustan, y Agnus y Austin también se gustan, pero ninguno es consciente de ello. Dios, que alguien haga un libro sobre esto.
―¿Entonces qué hacemos? ―consulta Cande.
―Nada... ―Blake acomodó un mechón suelto del cabello de Cande y esta, tan absorta por la noticia de Agnus, no pareció darse cuenta de la forma en que él la miraba―. Dejemos que las cosas sigan su curso, solo deben darse naturalmente. Ellos tienen mucho en común, algún día se darán cuenta y estarán juntos si tiene que pasar.
No sé por qué, pero algo me decía que Blake no hablaba de la nueva parejita de Wattpad. Obviamente, esos comentarios me los reservé para mí. Me apresuré en dejar el celular en el lugar exacto en que lo había tirado Agnus, antes de abalanzarse sobre los brownies.
Agradecí haberlo hecho rápido.
―¡Eshtán eshquishitosh! ―Agnus hizo acto de presencia con la boca llena de chocolate y en sus manos, una bandeja con algunos. Por razones obvias, los cuatro nos quedamos mirándola fijamente... claro, somos tan disimulados―. ¿Qué miruan? ¡Ah, Shi! ―Sonrió dejándonos ver la horrible imagen de una boca y dientes totalmente negros por el chocolate―. Lou shiento, me limpiaurré.
Se fue corriendo hasta el baño.
Benja me tomó de las manos y sonreí. Acarició mi mejilla y depositó un tierno beso en ella. Hoy, sin lugar a dudas, es un día épico y eso que todavía no terminó; en un rato debemos ir a la casa de Austin y rescatar a Lili. Nos quedan más horas de incertidumbre.
―¡Francesca! ―chilló una Agnus totalmente empapada―. ¿Por qué el agua de tu casa sale tan fuerte? ¿Me prestas más ropa?
A Clarkson le gustaban las chicas torpes, ¿no? Perfecto, Agnus es la chica de sus sueños.
Hola de nuevooooooooooooooo.
¿Cómo están en este díaaaaaaaaaa?
Yo feliz porque en Argentina es feriado, así que pude levantarme tarde, desayunar con mamá, leer un ratin, comer helado, editar y capaz que vea Supernatural o los 100.
¿Cuál me recomiendan?
Supernatural.
Los 100.
Otra serie (escriban el nombre)
Lili esperando a su rescate jajajajajaja
Amaría un montón y re agradecería que me ayudaran compartiéndola a sus amiguis y en sus redes sociales 7u7
Dejo las mías abajo y el grupo de Facebook por si se quieren unirsh 7u7. Dejo cositas muy kuls, memes, adelantos y fotos de los bebos.
En realidad, últimamente parece un grupo dedicado Stranger Things jajajajajajaj AMO A TODAS LAS HARTANTES DE ESE GRUPO, SON LO MÁS!
Ah, y no se olviden que pueden seguir los instagram de Agnus, Austin y los demásh 7u7
¿Próximo capítulo? En el próximo capítulo.