𝐀𝐝𝐯𝐞𝐫𝐭𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚: +18
𝐀𝐮𝐭𝐨𝐫:
A little to close
Pequeñas risas bajas se escuchaban dentro de la vieja furgoneta. Los labios de Eddie recorrían todo su cuello ferozmente.
ー Detente, debemos ir con los chicos... tenemos que ensayar.
No presto atención en sus palabras, solo siguió recorriendo sus labios en su cuello para besar sus labios con desesperación, brusco, con deseo. T/n no se resistió más, la manera en la que Eddie estaba siendo con ella la calentaba más de lo que creía, sus celos y su enojo lo estaba cegando, era la primera vez en años que no lo veía de esas manera, y era excitante.
Mientras ellos se comenzaban a desnudar, sus amigos que aún estaban afuera esperando si se animaban a salir rápido se entretenían limpiando sus instrumentos. La distancia de la furgoneta a donde ellos estaban era la suficiente como para escuchar lo que estaba pasando, ellos sabían que no saldrían rápido pero tenían la esperanza de que así fuera, pero la manera en la que Eddie se llevó el cuerpo de T/n, podría ser tardado.
"Vamos cariño, demuéstrame cuanto quieres mi polla dentro de ti"
La espalda de T/n estaba recargada en su pecho, ambos estaban de rodillas y una de las manos de Eddie estaba masajeando uno de sus pechos, mientras que la otra estaba húmeda, muy centrada en su trabajo, dos de sus dedos estaban penetrando su vagina por movimientos de cadera que ella misma estaba haciendo, montando sus dedos.
"Eres tan patética, ¿Gareth podría tenerte de esta manera, tan jodida y tan caliente? " una sonrisa burlona salió de sus labios acercándose a su oreja, mordiendo su lóbulo. "No lo creo, amor. Ahora demuéstrame cuanto me necesitas"
Los movimientos que T/n hacia estimulaban el miembro de Eddie el cual estaba necesitado de atención, su mismo trasero pareciera que lo masturbaban, pero su orgullo provocaban que aguantara un poco más. T/n estaba perdiendo la cabeza, la sensación de su humedad, como sus dedos la masajeaban y la estimulaban, la estaban mareando, sus piernas estaban temblando y su centro comenzaba a apretar más de lo normal, señal de que estaba cerca, y sin avisar Eddie saco sus dedos de ella para poner su pecho sobre el piso frio de la furgoneta y tener su trasero a la vista, no esperó más y la penetró.
Esa sensación que tanto le gustaba que solo ella podía darle, el calor inundaba su miembro y la humedad de centro lo hacía sentir en el paraíso. No espero más y sus embestidas eran duras y sin piedad, quería dejar en claro que él solo podía hacerla sentir de esa manera, que Eddie solo podía tenerla las veces que ella lo dejase estar.
Mientras ellos estaban en su asunto, los chicos estaban afuera viendo como la furgoneta hacía sonidos extraños, esperando el momento en que sus amigos se dignaran en salir y seguir con el ensayo.