MI ÚLTIMO DESEO

By Santyp_12

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Alison Méndez, una joven de 18 años de edad, un día decide ir al doctor por recomendación de su madre por alg... More

Dedicatoria
Carta del autor
Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16 (1/2). Recordar muchas veces es doloroso.
Capítulo 16 (2/2).
Capítulo 17. Una propuesta que ya tenia respuesta.
Capitulo 18. Primer Deseo.
Capitulo 19. Segundo Deseo.
Capítulo 20. Proceso
Capítulo 21. Tercer deseo.
Capítulo 22. Cuarto Deseo.
Capítulo 23. Quinto deseo.
Capítulo 24. Deseo seis.
Capítulo 27. Deseo siete.
Capítulo 28. Deseo ocho.
Capítulo 29. Noveno deseo.
Capítulo 30. Décimo deseo.
Capítulo 31. Deseo once.
Capítulo 32. Deseo doce.
Capítulo 33. Deseo trece y catorce.
Capítulo 34. Último deseo.
Capítulo 35. Complicaciones.
Capítulo final. La vida puede ser efímera...
Epílogo.

Capítulo 4

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By Santyp_12


Un día inolvidable.

Alison

Desde que llegamos a esta cafetería el tiempo se paro por completo, hablar con Will, fue una de las mejores cosas que he hecho, bueno no es que puede decir que hablo con muchas personas, pero de igual forma creo que esta seria una de las mejores, así tuviera muchas.

El hombre de ojos azules que tengo al frente, mi mientras se termina de comer su segundo postre de limón que me contó que es su favorito desde niño, ha logrado algo que pensaba imposible, que ahora me doy cuenta de que no lo es.

Platicar con él, hizo que me olvidara de lo que estoy viviendo en este momento, es como si tuviera ese chip que logra borrar todo eso que no quieres recordar y solo pasarla bien.

No hubo ningún momento donde mi cara no tuviera una sonrisa de pena y alegría a la vez, cada anécdota que me contaba de su vida siempre venía con ese un chiste de promedio, sin duda alguna es un ser que te logra cambiar en todos los sentidos, el aura que transmite Will es de otro mundo.

Giro por un momento mi cabeza hacia la calle y veo que ya es de noche y me sorprendo al ver que ya esta oscuro, así que volteo a ver el reloj que estaba en la pared de la cafetería y veo que han pasado más de tres horas desde que llegamos aquí.

No puedo creer como paso el tiempo tan rápido, no entiendo por qué las cosas buenas acaban en un abrir y cerrar de ojos.

Ojalá solo pudiera quedarme aquí, pero esto tiene que acabar, mis padres deben estar preocupados después que salí del hospital como alma que se lleva el diablo, además tengo que volver a mi realidad por más que duela y no quiera.

—Ya me debo ir, se me hizo un poco tarde — le digo a Will que se esta metiendo la última cucharada de su flan en la boca.

—¿En serio tan rápido te quieres ir? — me pregunta mientras se limpia la comisura de sus labios con una servilleta de los restos que dejo el postre.

—Para nada, llevamos más de tres horas aquí y ya es de noche, mira — señalo con un dedo hacia la ventana para que vea lo oscuro que está, gira su rostro, se percata de lo que digo y abre los ojos como platos.

—Oh mierda, no me di cuenta ¿a qué horas se volvió de noche?, para mi excusa hablar contigo es muy agradable y el tiempo no existió — dice regalándome la hermosa sonrisa que solo el saber hacer.

No sé si me pongo roja, pero esas palabras calaron un poco dentro de mí, nunca pensé que una vida sin nada que contar pudiera interesarle a alguien que ha vivido demasiadas cosas.

—Ni yo —Confieso apenada bajando mi cara.

—Alison, que te dije — me regaña, subo de nuevo mi rostro, recordado que no le gusta que lo haga —. No debes sentirte apena  por nada, lo digo en serio desde hace mucho no me sentía también al lado de alguien.

—Tienes razón, lo siento, es que no estoy muy acostumbrada a salir ni a interactuar con nadie.

—Tampoco debes disculparte, me voy a sentir como si estuviera haciendo esto solo por compromiso y no es así.

—Está bien — digo y asiente con la cabeza mientras se levanta de la silla.

—Ya vuelvo, iré a pagar la cuenta — se va hacia la caja sacando su billetera.

Cada cosa que dice o hace me deja más aturdía que antes que tiene este hombre que me gusta.

Unos minutos después volvió y se posó al frente mío.

—Listo, ahora nos podemos ir, ¿no vamos?— pregunta, guardando la billetera en el bolsillo del pantalón.

—Si ya me voy muchas gracias por todo — me levanto y le extiendo la mano, pero la rechaza y lo miró con cara, ¿qué sucede ahora?

—Oh tranquila, no es que no me quiera despedir, es que yo te llevaré a tu casa — me dice seguro, eso hace que me descoloque la mandíbula.

Claro que no, estuvo bien pasar el rato, pero ya nada más, se acabó esto no puedo seguir haciendo cosas extrañas dentro de mí.

—No te preocupes mi casa está cerca, puedo llegar sola, no quiero molestar más— trato de convencerlo.

—Claro que me preocupo, yo te traje aquí y te retuve por todo este tiempo, es lo justo así que vamos, además quiero que te quede claro, nunca molestas, Ali —. me recuerda mirándome con su sonrisa esta vez malvada 

Se me había olvidado que es el hombre más terco.

— Que no te preocupes, yo llego sola, además yo me quede porque quise, así que no me retuviste — Pensé que con eso bastaría para convencerle de que todo bien y poder irme, pero era él y nada fue suficiente.

—Como haya sido,  no me importa que digas que no te acompañe, porque de igual forma lo haré, estas conmigo y es lo mínimo que puedo hacer como el caballero que soy, así que no refutes y vamos, además las calles a esta hora se ponen un poco solas y no quiero que te pase nada — ordena y me abre paso para que camine.

Le iba a seguir diciendo que no era necesario, pero a quien engaño me gusta estar con él y además esta será la última vez que nos veamos, así que no veo nada de malo que me acompañe.

Sin más le hago caso y salgo de la cafetería.

Después de caminar un rato en silencio vuelve a hablar.

—Para no estar callados e incómodos te parece si  seguimos con las preguntas — mete sus manos en el bolsillo de su pantalón.

—Sí, es una buena idea — le contestó con una sonrisa.

—Va comienzo yo — asiento con la cabeza — ¿cuál tu animal favorito?

Lo pienso por unos segundos.

—Pues la verdad no he tenido, pero siempre quise un gato, así que creo que es el mi favorito — digo — ¿y el tuyo?

—No se vale hacer la misma pregunta, pero esta vez te la contestaré — se pasa la mano por el cabello, mientras se ve también — el mío es el perro, cuando pequeño mi mamá me regaló uno para que no me sintiera solo, lo ame con toda mi alma hasta que hace dos años murió de lo viejito que se encontraba.

Sentí el sentimentalismo con el que recordó a su perro.

—Lo siento mucho.

—No te preocupes, cada ser humano tiene su ciclo en la vida y la de él ya estaba cumplido.

Esa respuesta me cae como balde de agua fría, del todo el tiempo que estado con él, ese recuerdo de la maldita mierda que ahora cargo encima no se había hecho presente, pero esta vez no lo pensé porque me duele o queme si no por lo que dijo Will.

"Cada ser humano tiene un ciclo que cumplir en la vida", tiene buen punto, pero a la vez llegan las dudas, ¿cómo sabe uno que cuando cumplió su ciclo?. O peor aun ¿será que todas las personas lograr cumplir el suyo?, ¿algunas se van antes de tiempo?.

Son muchas cosas que mi cabeza analiza, hay tantos dilemas detrás de esa frase que no se logró aclares, nada solo me deja peor de lo que estaba, ¿por qué?, no podemos vivir sin complicaciones ni enfermedades hasta cumplir nuestro ciclo que es ser viejitos y ya. Solo me viene para eso una respuesta, por la sencilla razón que la vida no es justa.

—Tierra llamando a Alison — Habla Will que esta posado frente mi, agitando las manos.

—Perdón, solo comencé a pensar y me olvidé que venía contigo —me excuso con amabilidad.

Me abrazo a mi misma del por el frío que está haciendo, preciso hoy que me puse una camisa manga corta y ombliguera, este día no termina y cada vez se vuelve peor.

Will se percata de lo que sucede y se quita su saco y me lo pasa, pero no lo recibo.

—Ten, sé que tienes frío y yo no parezco un caballero tendiendo algo que ofreciéndote y solo mirando como te congelas, hay — me dice con una sonrisa.

—No te preocupes, no está haciendo tanto frío  — se la acercó otra vez no quiero seguir fastidiando, pero el sacude la cabeza.

—Alison, no seas mentirosa, no pasa nada y creo que entiendes que soy una persona, que puede volverse insoportable a la hora de insistir, así no refutes y póntela — me regaña y me acerca otra vez el saco.

No le digo nada más porque aprendí que con él es difícil perder una discusión, así que me lo pongo y fue la mejor elección sentir ese calorcito le vuelve dar la razón a él.

Seguimos caminando, mientras hablamos cosas triviales. Ahora sé que le gusta mucho el color rojo y negro, siempre ha querido montar a caballo, pero le dan miedo, es hijo único, le gustan las películas de terror y muchas cosas más.

Creo que en estas pocas horas de interactuar sabemos de nosotros lo que una persona se demoraría, meses en descubrir, con esto sigo reitero lo puta injusta que es la vida o la mala suerte que tengo, el preciso tenía que aparecer en este momento de mierda que vivo.

De todo lo que me ha contado algo que me quedo sonando fue cuando me dijo que estudio enfermería por una situación familiar que le sucedió.

Quise indagar un poco más sobre ello, máximo fue por alguna muerte, pero mejor calle, porque en tan solo esos segundos que hablo de ello por primera vez lo vi apagado y no me gusto para nada.

Dios muerte, porque todo me lleva hay, esta vez llega con una nueva pregunta ¿qué sucederá desde ahora?, a eso agregarle el peso de mis padres porque sé que no será fácil para ellos perderme, soy su única hija y no tenerme los partirá en pedazos.

Hay tantas cosas que el cáncer destruye no solo al que lo padece.

—Tengo cierta duda, ¿por qué siempre te quedas como en otro universo pensado? — me pregunta volviéndose a tomar desprevenida.

—Perdón, de verdad lo siento no es que no me agrada tu compañía, son algunas cosas que me tienen afligida —le cuento para que no suponga lo que no es.

Ríe y niega con la cabeza.

—Tranquila que eso lo se —hace una pausa un momento — ¿puedo saber qué es eso lo que te pone tan pensativa? — pregunta lo mas bajito posible.

Quisiera poder hablarlo, pero sencillamente no lo logro, que lo sepa significaría que la lastima llegaría y de el no la quiero.

Solo no necesito indagar hondo en eso ahora, mi ánimo esta bien con él y no voy a arruinarlo recordando con cosas que duelen.

—La verdad no lo tomes a mal, pero prefiero guardármelo — le digo en modo disculpa.

—Vale, si no quieres hablarlo no hay problema, además hace solo unas horas que me conoces, no debería ser tan confiado — dice y se encoge de hombros.

—Claro que no, tú me caes bien y me gusta hablar contigo, eso solo que esto no lo quiero escarbar en ello.

—Tranquila, no te preocupes  — me da la sonrisa típica de él — lo que si me da curiosidad saber es ¿qué paso esta tarde con tú dolores?

Mierda y ¿ahora yo que le digo?, claro que no le diré lo del cáncer, eso no.

—No es nada del otro mundo, solo un dolor de cabeza insignificante por pasar mucho tiempo en el computador, pero me dieron unas pastillas y me mejoré rápido — le miento con lo primero que se ve vino a la mente.

No dice nada como pensando la respuesta. Hasta que vuelve a hablar.

—Mmm ya entonces es mejor que te cuides, pero tengo otra duda ¿por qué no te quedaste a descansar en el hospital y estabas llorando cuando te encontré —. Preciso tenía que ser curioso este hombre.

Le iba a dar otra mentira, pero la campana me salvó cuando veo que ya estoy al frente de mi casa y mi padre abre la puerta al instante, se apresura llegar a nuestro lugar.

—Alison, ¿dónde estabas?, ¿por qué te fuiste del hospital sin decir nada?, nos preocupaste toda la tarde — es lo primero que dice mi padre sin fijarse en mi compañía, solo posa sus ojos en mí y pensé que estaría bravo, pero nada de eso, en cambio tiene esa mirada de tristeza. 

Detrás veo como mi mamá también se acerca.

—Cariño, ¿dónde te encontrabas? Estábamos muy preocupados por ti, te buscamos alrededor del hospital y no aparecías — me abraza con fuerza.

Y eso hace que vuelva a la pesadilla de mierda que estoy viviendo.

—He ido a tomar un café con un amigo — contestó, y no sé qué opinará Will de que le diga así, ¿será que me apresure muy rápido a decirle de esa forma? no lo se, pero ya lo hice.

—¿Un amigo? — pregunta dudoso mi papá — pero si tú no tienes.

Gracias por hacerme pasar pena diciendo una antisocial delante de Will.

Mi padre se percata de mi compañía por fin y lo repara de arriba abajo preguntándose quien es.

El ojos azules que tengo al lado no dice nada, solo se queda con las manos en el bolsillo mirando a mi papá con un poco de miedo, puedo notar y me da risa interna. Así que para que no se sienta incómodo lo salvó de la escaneada de mi padre.

—Pues mira que ya tengo uno, lo conocí hoy en el parque o bueno en el hospital— le digo posando la mirada en Will para que me siga, no quiero que mis padres se enteren donde comenzó todo.

Una de las virtudes de mi familia es que casi nunca mentimos, nos gustaba decir la verdad sin importar el momento, por eso solo espero que cuando entre a esa casa me digan lo que tengo y no me lo oculte por más tiempo.

—Ya, pero ¿por qué te fuiste sin decir nada y con él si lo acabas de conocer? — me regaña cruzando, se dé brazos, mientras frunce las cejas.

Qué dramático es a veces.

— Papá tranquilo solo cuando ustedes salieron de la habitación quería tomar aire, y pues en el camino me encontré a Will y me invito un café, él es enfermero y es de confiar, no se preocupen, se nos pasó el tiempo hablando y como no tenía celular no puede comunicarse — maquillo un poco las cosas.

Miro de reojo Will, y esta con la cara de ¿por qué mientes?, claro que iba a estar así, como no lo haría, menos mal no lo volveré a ver, porque la pena me ganaría por mentirle, ahora solo necesito, es que me siga en juego y como que lo capta.

—Buenas noches, señor y señora Méndez —Saluda, él sabe nuestro apellido por mi credencial — perdón por llevarme a Alison sin decir nada, es lo que la vi y quería invitarla un café, espero no sea molestia —se disculpa siguiéndome el juego, es mi ángel sin duda alguna.

—Esa voz la conozco — habla mi mamá, lo piensa por unos segundo hasta que recuerda algo — ¿tú fuiste el que llamó a decirme que Alison está inconsciente, cierto? — pregunta mi mamá.

—Sí, señora, yo fui — le confirma.

—Te lo agradezco mucho, un gusto conocer — le da un cálido abrazo, sabia si lo conocía le caería muy bien —Cual es tu nombre.

—Me llamo William, pero la mayoría me dice Will —le informa.

Me causa un poco de gracia su formalidad.

—¿Te gustaría quedarte a tomar algo? — pregunta mamá.

Y me quedo en shock claro que no, ya se tiene que ir, no pude entrar, primero porque estoy segura de que lo bombardea de preguntas y segundo estaría muy incómoda después de todo las mentiras que le dije.

—No señora, ya es un poco tarde, así que me tengo que ir —por suerte respondió él.

—Está bien, espero que sea en una próximaocasión — claro que no va a haber, pienso.

Veo  a mi padre que esta viendo la escena de mi madre con Will cruzado de brazos y sonriendo y no entiendo nada.

—Claro, ahora si me permiten me tengo que retirar — se despide de mis padres dándole un apretón de mano a mi padre y un beso a la mejilla a mi madre, después viene a mi lugar mientras mis padres se dirigen hacia la entrada —no sé por qué mentiste, solo espero haber hecho lo correcto — me susurra al odio y me da más pena que antes poniéndome roja como un tomate—. Dejando eso de un lado, ahora si hasta luego y espero que nuestro camino se vuelvan a cruzar eres la mejor compañía que he tenido — me da un beso en la mejilla y no puedo decir lo que sentí en ese preciso momento, fue algo que cruzo por todo mi cuerpo, esos labios cálidos en mi mejilla gritaron tantas cosas a la vez que no capte ninguna. — un momento después se aleja y nuestras miradas conecta que tampoco es que tenga que decir lo que sucede cuando se encuentran.

Ojalá logramos volvernos a ver, pero creo que para mí eso será un poco imposible, hago de todo mi autocontrol y no romperme a aquí delante de él.

—Chao Will gracias por este día genial para mí, eres la mejor persona que me he cruzado — me despido tratando de no tartamudear y le devuelvo una sonrisa como las de él.

Él me da una última mirada y con ello da la vuelta comenzando su camino lejos de mí, no sé por qué sucede, pero hay un vacío extraño que logro percibir dentro de mí mientras  veo cada vez más lejana la distancia entre nosotros, estando ya a unos metros, gira la cabeza y me da la sonrisa más hermosa que pude haber visto en mi vida y que gravaré en mi memoria por siempre, con ello continúa su camino y yo solo pienso que ojalá lo pudiera volver haber.

Cuando ya no esta en el horizonte volteo y mis padres están mirándome con una sonrisa de maliciosa que no me gusta.

—¿Qué? — pregunto alzando una ceja.

—Nada, solo que el muchacho me callo muy bien —respondió mi padre con la comisura de su labio elevada.

—Si es muy buena gente y agradable — secunda mi mamá.

¿Pero a estos que les pasa?.

—Si, si como sea, ya se fue todo acabo — contestó sin importancia, ya que si les dejo entrar en ese tema no será bueno.

Se hace un silencio, no sé por cuánto tiempo entre nosotros mientras veo que mis padres reír hasta que un recuerdo les llega a la mente, porque cambia la cara inmediatamente y la posan en mí.

—Alison cariño tenemos que hablar de algo importante, así que entra — dice mi papá con voz firme, agarrando fuerte la mano a mi mamá que puedo apostar que esta que se le salen las lágrimas.

Le hago caso y entro a la casa llegando hasta al comedor y me siento en un sofá y ellos que venía detrás de mí en el de al frente. Es hora de volver a tocar la realidad y comprender que ya nada en mí es igual.

Ahora solo me queda esperar que procederá con esto. Quisiera oír de mis padres que es otra cosa que tengo y no leucemia, pero sé que no será así. De igual forma a veces soñar no cuesta nada.

— Lo que tenemos que decirte, queremos que lo tomes con calma y que nunca olvides que como familia siempre te vamos a apoyar — dice mi Mamá, con voz ya un poco cortada.

—Sé que es lo que les dijo el médico que tenía, así que hablen y ya no le den vuelvas al asunto. — me cruzo de brazos, recostándome en el sofá, como si no me importara.

Mis papás se miran el uno al otro por unos segundos hasta que los dos hablan al tiempo confirmado lo que ya sabía.

—Alison, el doctor, nos dijo que tenías leucemia —. Después de decir eso mi madre no aguantó más las lágrimas y comenzó a llorar, yo traté de hacerme fuerte, pero no pude.

Boom la bomba acaba de ser confirmada y termina de aplastarme en la mierda, ahora mi pregunta es ¿Qué precederá?.


Nuevo capítulo

¿Qué les pareció?

¿Qué vendrá para Alison desde ahora?

¿Dónde se volverán haber Alison y William?

Espero les este gustando la historia, de verdad es un reto y me encanta escribir cada linea y párrafo de este hermoso libro.

Sin más que decir nos leemos el viernes con mucho drama.

Gracias por leerme besos y abrazos, que tengan buena tarde.



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