MI ÚLTIMO DESEO

By Santyp_12

2.9K 530 57

Alison Méndez, una joven de 18 años de edad, un día decide ir al doctor por recomendación de su madre por alg... More

Dedicatoria
Carta del autor
Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16 (1/2). Recordar muchas veces es doloroso.
Capítulo 16 (2/2).
Capítulo 17. Una propuesta que ya tenia respuesta.
Capitulo 18. Primer Deseo.
Capitulo 19. Segundo Deseo.
Capítulo 20. Proceso
Capítulo 21. Tercer deseo.
Capítulo 22. Cuarto Deseo.
Capítulo 23. Quinto deseo.
Capítulo 24. Deseo seis.
Capítulo 27. Deseo siete.
Capítulo 28. Deseo ocho.
Capítulo 29. Noveno deseo.
Capítulo 30. Décimo deseo.
Capítulo 31. Deseo once.
Capítulo 32. Deseo doce.
Capítulo 33. Deseo trece y catorce.
Capítulo 34. Último deseo.
Capítulo 35. Complicaciones.
Capítulo final. La vida puede ser efímera...
Epílogo.

Capítulo 3

140 18 3
By Santyp_12


No sé cuanto tiempo ha pasado, solo sigo hay tirada en el piso, con el puto mareo y dolor de cabeza que me proporcionó la caída, a no verdad  es porque tengo leucemia, bueno de igual forma ya no me importa ni una mierda, lo que sienta. No quiero levantarme, ¿por qué lo haría?,  solo para volverme a estrellarme con la realidad que llevo encima, no gracias, mejor me quedo aquí sentada, así voy conociendo donde estaré desde ahora en el puto suelo frío.

Lo mejor habría sido caerme en la carretera, así me atropellaría un carro o me pasará por encima, haciéndome un favor, ahora ya nada tiene sentido para mí, lo único que me queda es esperar la hora de morir.

Ya no tengo vida, no quiero levantarme he ir donde mis padres porque estoy segura de que ahora me pedirán que haga el tratamiento y no lo quiero hacer, si esto ya está avanzado para que mortificarme y sufrir el ultimo tiempo que me queda.

La vida es una puta mierda, personas que no le hacemos el mal a nadie, que solo queremos vivir sin preocupaciones y estar sanos, nos pasan cosas como estas, a, pero vaya y vea a las que matan, violan, trafica en conclusión malas personas esas si están sanas y salvas.

No quiero decir que es que ellos se merezcan padecer alguna enfermedad, ya que a nadie en el mundo le desearía esto por más malo que sea porque es lo peor que te puede suceder, solo quiero demostrar cómo la vida es una puta injusta.

Es que todavía no creo que esto sea real, hace menos de veinticuatro horas yo era una persona feliz en mi mundo. Cantando a todo pulmón las canciones de Miley, leyendo mi típico libro cliché que me encanta y que a veces me dejan con la estabilidad emocional en la mierda. Pidiendo a gritos un amor como el de los libros mientras sé que nunca pasará, pero igual me hacía bien soñarlo, hasta comiendo mis golosinas favortias, esas pequeñas cosas que para muchos son algo absurdo ,a mí me daban felicidad.

Ahora que puedo decir, soy la persona más infeliz del maldito mundo, tengo cáncer y lo más probable es que me queden semanas, meses o hasta de pronto años para mi muerte. Escuchar esa palabra hace duela, queme y mate sin estarlo. 

Pensar que ya no podré hacerlo que algún día soñé, como ir a un concierto de Miley, ir a la playa por la noche y correr en ella, o montar una bicicleta doble con el amor de mi vida, hasta tomarme por primera vez una maldita cerveza. es seguir abriendo la herida, porque cosas tan absurdas que muchos hacen con normalidad, yo nunca las hice, ya que creía que tendría tiempo para ello, pero me equivoque en todos los sentidos, ahora ya no podre.

No me doy cuenta de que alguien está al frente mío hasta que mueve una mano, para que perciba su presencia.

—¿Te encuentras bien? — pregunta, yo no digo nada, solo sigo en mi travesía ni le he puesto atención quien es, solo mire su mano en mi cara y ya —. Alison tengo un rato llamándote y no me respondes — al decir mi nombre prende mis alarmas logrando que salga de mis pensamientos.

Poso mi vista en el para contestarle, pero las palabras se quedan cortas cuando veo a un chico aproximadamente de mi edad o unos años más, de cabello negro, cara perfilada, y ojos azules brillantes, que me hipnotizan al instante, nuestras miradas conectan y una chispa de electricidad corrió, por todo mi cuerpo.

No sé si fue algún otro síntoma de mi enfermedad u otra cosa, solo sé que estuvo de lo más extraño. Nuestras miradas continúan conectas, como si un imán no dejara que se apartaran, es que siento como esos ojos que parecen cielo me quisieran gritar algo. 

El tiempo sigue detenido por un rato. Hasta que me recuerdo que nunca lo había visto en mi vida y me llamo por mi nombre.

Salgo de mi estado de hipnosis y activó la alarma de peligro de inmediato.

—¿Cómo sabe mi nombre? — es lo primero preguntó con a la defensiva.

Él ni se inmuta eso me pone más alerta.

—¿No te acuerdas de mí? — veo que se encuentra agachado.

No le han enseñado que una pregunta no se contesta con otra, le alegaría, pero ahora no tengo muchas cosas que pensar como para ponerme a pelear por bobadas.

—No recuerdo haberlo visto antes, además si lo conociera no estuviera preguntando ¿no piensa?, ahora ¿Quién es y porque sabe como me llamo?— eleva la comisura de su boca un poco y se pone la mano detrás del cuello.

—Soy el chico que te ayudó en el semáforo, fui quien te llevo al hospital — contesta — tienes un carácter fuerte — dice y se echa a reír.

Y cuando lo hace parece un ángel.

Me ruborizo de la pena que me dio por ser tan altanera. Pero que iba a saber que era él, sí solo tenía mente para quejarme de ese maldito dolor, además nunca le vi la cara.

—Ah fuiste tú, no lo sabía gracias por eso— le agradezco — ¿cómo sabes mi nombre?, que yo recuerde, nunca te dirigí la palabra.

Que ibas a hacerlo Alison, si estabas que te retorcías mientras te quejabas, cada cosa que pienso me lleva de nuevo a eso que no quiero recordar.

Él vuelve a reír negando con la cabeza, se ve también, mierda que estoy diciendo, es un desconocido y yo pensando esas cosas.

—Porque tenía que llamar alguna persona para avisarle de tu estado —pongo cara de susto  —no le alarmes, soy enfermero y estoy de paso en este hospital hasta que me asignan otro, así que dije a la enfermera que te estaba revisando que yo me hacía cargo de llamar a tu casa y mientras buscaba algo en tu bolsa que te identificara había un credencial con tu cara y decía Alison Méndez —. Termina de hablar.

Se para y me extiende la mano, para ayudarme a parar, ni me había percatado que seguía en el piso y él se había agachado para hablarme.

Ya que me acuerdo, hablo algo con la enfermera, como si supiera cuando estaba acostada en la camilla, ya entiendo el porqué.

Lo reparó bien y veo que usa un uniforme blanco que claramente es de enfermería, o bueno veo el pantalón porque tiene un saco puesto, esta tan abstracta en lo que me está pasando que no me percate de ello.

—Ahora todo tiene más sentido, muchas gracias nuevamente.

—No hay de que, es mi profesión, lo hago con gusto — dice mientras se levanta  — ahora creo que el suelo no es muy cómodo —ríe.

No debería hacerlo porque voy a terminar obsesionándome con ella y lo más probable es que no lo vuelva haber. 

Sigue con la mano extendida y dudo por un momento si tomarla o no, pero al final se la aceptó, apenas siento el calor de su mano con la mía, esa misma chispa que me dio cuando lo mire a los ojos llego, pero esta vez con más intensidad.

Que me pasa de muchos chicos que he conocido y han tratado de invitarme a salir en el colegio, siempre me negué por miedo de que no les gustara y ahora llega un extraño solo con una sonrisa y dándome una mano y pone hace que mi cabeza se vuelva un corto circuito.

No alargó más el momento raro y me levantó soltando su mano con un frío extraño que llegaba al instante.

—Gracias de nuevo por todo, hasta luego —me despido con la mano, no quiero alargar más el encuentro cuando necesito estar sola no con nadie más, pero me estoy dando la vuelta para ir me habla.

Maldigo para mis adentros porque tampoco es que le vaya a hacer algún desplante sabiendo que me ayudó.

—Pero ¿te encuentras?, ¿qué pasó?, te vi llorando, ¿qué te dijo mi tío Ernesto? — pregunta acercándose un poco a mí.

Su sobrino que pequeño es el mundo, pues tu tío es un viejo mala gente que no fue capaz de decirme en la cara que me iba a morir. Quise decirle, pero no puedo al recordar dos cosas que me deja callada y el dolor de cabeza llega al instante, una porque son los síntomas que me tendré que acostumbrar sin quererlo y dos recordar toda la mierda que se volvió a mi vida, seme salen las lágrimas sin poder tenerlas me duele todo y no hablo de físicamente sino mentalmente.

—Oye ¿porque están llorando? — se acerca un poco más, pasando sus dedos por mi mejilla son cálidos y se sienten bien—si dije algo malo, losiento, no fue mi intención ofenderte ni nada por el estilo — Habla bajito con una voz cálida que me atrae calma.

Me alejo cuando me percato el momento para que aparte sus dedos, lo mejor es tenerlo de lejitos, él frunce en ceño cuando lo hago, pero lo borra al instante y me da otra vez su maldita sonrisa.

Habría preferido que este dolor hubiera sido por alguien que me fuera ofendido o tratado mal y no por el maldito cáncer.

—No te preocupes, no dijiste nada malo, solo estoy un poco sensible es todo, cosas de chica—no quiero que nadie se entere de lo que llevo conmigo.

—Segura, ¿qué estás bien?, por ahora venías ida y como alma sin rumbo — insiste.

Gracias por recordarme que ya no soy nada, no puedo evitar sentirme mal y las lágrimas siguen cayendo, sé que tengo que ser fuerte, pero no lo logro.

—Lo siento joder, solo te hago llorar, mejor me callo — habla el enfermero — para recompensar mi imprudencia que tal si te invito un café.

Stop hay me dijo que me invitaba un café, está loco, literal mi vida amorosa se basa en tener de crush a todos los personajes literarios badboys.

Aunque no sé por qué estoy haciendo estas películas de amor de libro cuando claramente no es nada por el estilo. En alguna otra circunstancia lo más probable era que le hubiera dicho que sí, pero en esta no puedo, solo quiero estar sola.

Todo esto me parece tan patético y feo a la vez, como que apenas me entero de que lo más probable es que me muera, alguien quiere invitarme a tomar un café, para qué iría a perder mi tiempo si ya nada tiene sentido.

Lo mejor que ahora puedo hacer es encerrarme en mi cuarto escuchando y leyendo hasta que llegue mi último día.

—No gracias, ya debo irme — me excuso, no quiero verle a la cara porque sé que se verá débil, vulnerable y comenzará con las preguntas y no quiero nada eso.

—Solo será un café, no demoramos nada, aquí a la vuelta hay uno y vende unos muy deliciosos, y si no lo aceptas pensaré que es mi culpa que estés llorando —insiste, pero simplemente no quiero.

— No, la verdad es que no puedo y no es tu culpa son cosas mías, así que relájate —esta vez le digo mirándolo de frente, por favor solo di que está bien para poder ir.

Pero como Dios no escucha, hace todo lo contrario.

—Porfa solo será un café — dice uniendo sus manos en modo de súplica, y me saca una pequeña risa.

Lo pienso un momento, porque por lo que veo es alguien que no se rinde rápido, ahora puso cara de bebe regañado, es que en verdad de donde salió este hombre.

Sé que primero no debería ir con un extraño que apenas conozco por un café, pero él es el tipo de persona, que desde el primer momento de verle transmite esa confianza increíble y segundo creo que se rendirá.

Así que cómo será solo un café no le veo nada de malo ir para olvidarme un poco de todo, estoy segura de que es un chico que te sacará una risa por algo.

—Está bien tú ganas — al momento que le confirmó saca una sonrisa que hace relucir su perfecta dentadura, que no tengo nada por decir de ella.

—Bueno, vamos primero las damas — me hace paso para que camine y niego con la cabeza elevando un poco las comisuras de mis labios, está loco.

Cuando enfoco el lugar me doy cuenta de que nos encontramos en la mitad del parque, no sé ni como llegue hasta aquí. Comienzo a caminar hasta que recuerdo que no sé su nombre, así que me giro mi cabeza para ver al hombre que va caminando a mi lado.

—¿Cómo te llamas? — preguntó.

—Oh cierto, note lo había dicho qué tonto, me llamo William, pero me puedes decir Will —simplemente hermoso.

—Lindo, Will. — Repito y asiente.

—No digas eso cuando el tuyo es una joya inigualable, Alison — pronuncia mi nombre lentamente y suena también, que me hace poner un poco roja de la pena — ¿te puedo decir mejor Ali? — pregunta.

Pues en realidad nadie que conozco me ha dicho así, mis padres me dicen hija o cariño, o cuando están bravos Alison, pero Ali nunca. Será el primero en llamarme Ali.

—Si por mí no hay problema — digo un poco apena.

Trato de estar lo mas normal posible, pero no me esta tan fácil por la sencilla razón que no estoy acostumbrada a hablar con personas al principio me la hice valiente, pero apenas supe que no era nadie malo, mi radar de pena se hizo presente y claro que mas cuando es este hombre quien me esta hablando. Que hace este hombre que me pone tan extraña.

—Dale, ahora si vamos por ese café de perdón Ali — dice riendo, es que no hay algo que no me agrade de él, hasta buen sentido del humor tiene.

Por la forma en la que me lo dijo trate de replantar todo y decidí que olvidaré lo que ahora cargo y solo pasaré un rato agradable con el chico de ojos azules que lo llamaré mi ángel, porque eso es lo que se está convirtiendo es estas horas que lo conozco.

—Vamos — le confirmó.

Comenzamos a caminar hacia el lugar y mientras llegábamos, hablamos y preguntamos cosas básicas de nuestras vidas, como lo dije antes, Will es una persona de lo más agradable y te hace olvidar de todo lo malo por un momento. Finalmente, después de unos siete minutos de caminata llegamos a un Café pequeño, pero acogedor, es un lugar ambientado en los años ochenta con taburetes en la barra y mesas en forma de auto.

Nunca lo había visto y simplemente me fascina, nos sentamos en una de las mesas de carro color rojo, uno frente al otro y llega la mesera atenderlos, yo pido un café con leche que es mi favorito y él pide el mismo, pero con arequipe, la chica se va y continuamos hablando.

Ahora lo único que pienso es que se siente bien estar con el hombre de ojos azules. Me hace reír a cada nada, me habla con una tranquilidad y fluidez como si me conociera de antes, ojalá me pudiera quedar en este lugar con el ángel que tengo al frente por siempre y no tener que volver mi realidad de mierda.

No me había dado cuenta de que estaba entablado una plática con él lo más normal, sin pensar en lo que no debo, sin pena o miedo que me pueda juzgar, si todas las personas fueran como el creo que nunca me habría encerrado sola para no salir y enfrentarme a la sociedad.

Él tiene un aura que me hace sentir tan cómoda, que no puedo dejar de agradecer por ello. Lo malo será que de seguro después de hoy no lo volveré a ver, pero tampoco es que me afecte de mucho sabiendo lo que se viene en mi vida, es mejor no tener a nadie cerca, ojalá hubiera conocido a este chico en otro momento de mi vida.

Perspectiva de William

Will

Me dirijo hacia mi casa después de terminar mi turno en el hospital o bueno casi porque solo labore tres horas, ya que mientras estaba mirando unos expedientes de pacientes recibe la llamada quehabía esperado hace algún tiempo, la de mi asignación del nuevo puesto de trabajo que será en París.

Apenas me dijeron eso un cierta sensación de desanimo sentí por mi tío, pero a la vez la felicidad fue infinita, hace mucho lo quería y lo necesitaba, no quiero estar ni un minuto más en esta ciudad.

Ahora solo tengo irme e iniciar de cero ya que necesito olvidar muchas cosas que sucedieron en este lugar.

Apenas lo supe, quise hablarlo como mi tío para que estuviera al tanto de todo y no se fuera molestar por no haberle contado, pero no logré, ya que estaba un poco ocupado con una paciente que le llegó, lo único que me dijo de ella es que era que tenia enfermedad delicada, espero pueda mejorarse pronto.

No lo moleste más, solo le conté que necesitabahablar con elesta noche cuando llegara a casa, sé que será un poco duro para él saberlo, puesto que somos la compañía el uno del otro, pero también sé que quiere que yo esté bien y lo entenderá.

Sigo caminando, por las calles de la ciudad que me vio nacer y crecer, donde vive los mejores años de mi vida, saliendo a fiestas, yendo al cine con mis amigos, hasta escapándonos de casa para ir a conciertos de bandas locales.

Sin duda lo mejor, pero todo eso acabo ese día en donde mi mundo dio un vuelco de trescientos sesenta grados, por eso ahora decidí que lo mejor para mí es alejarme, solo espero poder volver algún día.

Mientras divago por mis pensamientos, llega a mi mente la chica que ayudé hace unas horas, ¿cómo se encontrara?, ¿tendría algo grave?, lo último que me entere de ella es que se había desmayado y la tenían en observación, yo me encargue contactar a su madre una vez me comunique  no supe más del caso.

Verla tirada en el piso mientras sus manos estaban es su cabeza, me comprimió algo por dentro.

Sé que mi profesión es ayudar personas, pero con ella sentí cosas muy extrañas que no puede entenderlo, por eso me ofusque un poco cuando la veía tan mal y nadie se apuraba ayudar, no la alcance a detallar muy bien, por el momento lo único que sé es su nombre a y también vi su rostro de ángel en ese credencial.

Solo espero que se encuentre bien, cuando me vea con mi tío le preguntaré si sabe algo de la chica de ojos verdes llamada Alison.

Continuo mi camino, me desvié por el parque para sentir un rato el aire libre que me sienta muy bien, hasta que veo como una chica viene corriendo y cuando me doy cuenta lo que va a pasar ya es muy tarde, sin poder evitarlo, la mujer choca conmigo cayendo al suelo.

Estaba tan metido en mis pensamientos que no me di cuenta quien venía o iba, bajo mi mirada y me quedo estático, apenas visualizo el rostro con tristeza.

La reparó un poco más para rectificar si es ella y no hay dudas, es Alison, no lo pienso y me agacho a ayudarla.

—Alison ¿te encuentras bien? —le pregunto, pero no dice nada —Alison me oyes.

Tampoco responde, es como si estuviera idea y no supiera dónde está, veo sus ojos verdes cristalizados y un poco rojos.

—Alison —sigo insistiendo.

Muevo mis manos por su rostro para ver si logra reaccionar y parpadea.

—¿Te encuentras bien? — vuelvo a pregunto, pero sigue sin hablar y me preocupo un poco —. Alison tengo un rato llamándote y no me respondes — eso la hace reacciona.

Una vez vuelve en sí, enfoca su vista en mí y no tengo palabras para decir lo que sucedió en ese momento, que esos ojos color verde conectaran con los míos, fue lo más raro y a la vez agradable que he sentido en mi vida.

Nuestras miradas continúan fijas la una con la otra, sin quererse apartarse, es algo que simplemente no tiene explicación, es que en ese momento estoy sintiendo que la persona más importante en mi vida me dijo y no lo puedo, creo eso no logro entenderlo.

Un rato más tarde de que todo el momento más extraño que he vivido, pero no malo, sino lo contrario, ella se percata de lo que está pasando y habla por fin.

—¿Cómo sabe mi nombre? — es lo primero que pregunta con cierta desconfianza.

—¿No te acuerdas de mí? — indago.

Bueno, creo que mi pregunta es un poco boba ahora que lo pienso.

—No recuerdo haberlo visto antes, además si lo conociera no estuviera preguntando ¿no piensa?, ahora ¿Quién es y porque sabe como me llamo? — habla con cierta acidez.

Y me saca una pequeña risa.

—Soy el chico que te ayudó en el semáforo, fui quien te llevo al hospital —le contestó a la mujer de ojos verdes que me mira de una forma no muy agradable —tienes un carácter fuerte —digo echando a reír.

No demora en ruborizarse y se ve muy linda cuando lo hace, su piel la delató con facilidad, pero no digo nada.

—Ah fuiste tú, no lo sabía gracias, por eso —agradece —¿cómo sabes mi nombre?, que yo recuerde, nunca te dirigí la palabra.

Vuelvo a reír negando con la cabeza, me da un poco de risa comoesta a la defensiva, pero eso me agrada mucho, primero porque se ve linda y segundo, puesto que no estácomo hace un momento, es mejor verla así que ida.

—Porque tenía que llamar alguna persona para avisarle de tu estado — se alarmaya de lo que está, apenas digo eso y aguanto no reírme, no sé qué me pasa con ella —no le alarmes, soy enfermero y estoy de paso en este hospital hasta que me asignan otro, así que dije a la enfermera que te estaba revisando que yo me hacía cargo de llamar a tu casa y mientras buscaba algo en tu bolsa que te identificara había un credencial con tu cara y decía Alison Méndez — aclaró y relaja su expresión.

Me percato que estamos todavía en el piso, así que le ofrezco mi mano para levantarnos.

Ella está procesando la información, porque solo me mira con una expresión de análisis y me fijo en sus ojos de nuevo y siento que hay algo que la tiene un poco decaída, porque estoy seguro de que ese no es el brillo de unos iris como los suyos.

—Ahora todo tiene más sentido, muchas gracias nuevamente — habla después de un tiempo en silencio.

—No hay de que, es mi profesión, lo hago con gusto — levantando  —ahora creo que el suelo no es muy cómodo —río.

Sigo con la mano extendida hasta que finalmente decide y la toma, mejor omito ese calorcito que me dio cuando la unió a la mía, apenas se levanta, suelta nuestras manos con rapidez.

—Gracias de nuevo por todo, hasta luego — se despide como queriendo escapar de mí.

Perocomo algo me dice que no debo dejarla ir así nomás, no sé por qué solo sucede.

—Pero ¿te encuentras?, ¿qué pasó?, te vi llorando, ¿qué te dijo mi tío Ernesto? — preguntó para hacer conversación.

¿Sera por eso que esta así?, no creo porque si tuviera algo no estaría en este lugar y sola.

Me acerco un poco para estar más cerca de ella, como no dice nada, la miro mejor y veo que sus lágrimas esta bajando de nuevo por su mejillasy punzada por dentro llega.

—Oye ¿por qué están llorando? — paso mis dedos su rostro para quitar la lágrima que baja por ella —si dije algo malo, lo siento, no fue mi intención ofenderte ni nada por el estilo — le digo bajito.

Ella no responde, solo se aleja y siento una cierta desazón que no me gusta, pero sé que no debo hacerlo, así que vuelvo a mi postura normal.

—No te preocupes, no dijiste nada malo, solo estoy un poco sensible es todo, cosas de chica —me corrige.

Pero de igual forma no me agradaba para nada como esta, desde mil kilómetros se podía notar la tristeza y dolor que trae.

—Segura, ¿qué estás bien?, por ahora venías ida y como alma sin rumbo — insisto

Y las lágrimas se le vuelven a salir, sí que soy estúpido como sigo haciendo esas preguntas cuando claramente no lo está, para mi excusa tengo una lengua que a veces falla.

Esta vez no me importa y me acerco otra vez a ella.

—Lo siento joder, solo te hago llorar, mejor me callo —me disculpo —para recompensar mi imprudencia que tal si te invito un café.

El decir eso abre los ojos como platos y me da otra vez esa pequeña risa, sé que debe ser raro que alguien que conociste hace poco te diga que vayan por un café, pero reitero que no puedo dejarla ir así, tengo que lograr que sonría.

—No, gracias, ya deboirme —se excusa y baja la cara.

No entiendo si la estoy incomodando o algo, por el estilo, pero siento una leve sensación de que se trata de evitarme y para su mala suerte soy una persona que no es conformista.

—Solo será un café, no demoramos nada, aquí a la vuelta hay uno y vende unos muy deliciosos, y si no lo aceptas pensaré que es mi culpa que estés llorando.

Sé que es una excusa absurda, pero solo quiero ir por ese café con ella.

— No, la verdad es que no puedo y no es tu culpa son cosas mías, así que relájate —alza su mirada para verme y dios que está haciendo que todo en mí vibre.

Como dije no me rindo y ahora más que nunca cuando quiero ir por un café con ella y la primera técnica no funcionó, tocó la segunda.

—Porfa solo será un café —uno mis manos a modo de súplica.

Y logró lo que quería ver desde que la conocí, sonrió levemente, pero lo hizo eso yme dio una alegríainfinita,que puedahacer que no piense en las cosas que la ponen mal,me hace el hombre con más dicha en el mundo.

Como sé que esto funciona, ahora hago cara de bebe mientras sigue pensando, y vuelve a darme una sonrisa que me dio mil años de vida.

No puedo creer que una simple risa de otra persona me haga sentir también como en este momento yseve más hermosa que nunca cuando lo hace.

—Está bien tú ganas — me confirma y sacó la mejor de las sonrisas.

Lo logré ahora, mi nueva misión será no dejar que se aflija ni un minuto.

—Bueno, vamos primero las damas — abro paso.

Se tarda un momento para mirar donde está y después inicia la caminata, yo me hago a su lado, pero se acuerda de algo y se detiene en seco y me asusto, no quiero que se arrepienta.

—¿Cómo te llamas? — pregunta.

Con eso mi semblante se vuelve a relajar.

—Oh cierto, note lo había dicho qué tonto, me llamo William, pero me puedes decir Will.

—Lindo, Will. — Repite y asiente.

Que mi nombre salga de su boca es una maravilla, no puedo comprender que me esta pasando con ella es algo que no logro controlar cada cosa que dice o expresión que hace me gusta y me pega más a su persona.

—No digas eso cuando el tuyo es una joya inigualable, Alison — pronunció su nombre lo más lento posible para grabarlo en mi mente, pero no siento que sea como se merece que la llamen — ¿te puedo decir mejor Ali? — preguntó.

Decirle a Ali si me gusta y mucho, lo piensa un momento.

—Si por mí no hay problema — contesta, apena otra vez su mejilla se vuelve a sonrojar.

—Dale, ahora si vamos por ese café de perdón Ali — le pido con una sonrisa y ella me la devuelve.

—Vamos —confirma.

Dicho esto, comienzo a caminar al lado de la mujer de ojos verdes y con la cara más hermosa que he visto en mi vida hacia el lugar.

Lo único que me aflige de todo esto es que no la volveré a very algo en mí me dice que esta mujer es especial y no debería soltarla, pero simplemente ya es muy tarde para ello, en dos días salgo rumbo a París y todo terminará como un simple invitación a un café, si solo hubiera llegado antes.

loúnico que tengo claro es que si el destino me la vuelve a cruzar en el camino es porque es la indicada y hay si no la dejaría ir.

Pero por hoy Aliledolerán las mejillas y el estómago de tanto que reirá, esa la cara de tristeza que tenía cuando nos encontramos no aparecerá más.

Se gira a verme mientras caminamos y le vuelvo a sonreír y me da lo que más me ha gustado de ella hasta el momento sus mejillas sonrojadas.


Que tal les pareció el tercer capitulo

Es difícil escribir como se siente y quiere que acabe todo Alison la pobre no entiende nada y creo que ese es lo primero que debemos aprender aceptar las cosas para lograr avanzar, vamos  a ver en los próximos capítulos muchas lagrimas por que todavía no comienza lo que en verdad dolerá.

¿Cómo les cayo William? a mi me encanta ese personaje aparte de ser el protagonista claro.

¿Qué fueron esas chispas que sintió Ali al lado de Will?

Nos vemos el miércoles como ya saben el libro será actualizado con frecuencia y si no se quieren aburrir el día que no actualizo este puede irse a mi otro libro, Un Juego Imperfecto que también se esta actualizando con frecuencia.

Ahora si los dejo, espero que se encuentren bien y no leemos pronto.

Besos y abrazos que tenga buena tarde.

Continue Reading

You'll Also Like

75.8K 6.7K 65
Sus métodos de espantar a los hombres han mantenido a Melanie Grey a salvo de cualquier traición o decepción. Una estrategia que ha funcionado exitos...
2.9M 172K 105
Libro uno de la Duología [Dominantes] Damon. Un hombre frío, amante de los retos, calculador... decidido. Se adentra en un mundo desconocido, donde l...
72.9K 7K 26
Eliza Jones y Stella Lambert son el prototipo de: "personas correctas en el momento equivocado", pues sus vidas habían coincidido en preparatoria, cu...
4.9M 428K 80
Nunca debí caer por él. Sin embargo, tampoco detuve mi descenso. Nada logró apaciguar las maliciosas llamas de deseo que se prendieron dentro de mí. ...