4 meses después
Alaska
- Y.... ¡corten!- dijo Alex cuando terminamos de grabar la escena final.- Hemos terminando con el rodaje de la película, muchísimas gracias por todo a los actores que quisieron formar parte de este proyecto. Nos veremos en tres meses para el estreno de la película.
Me despedí de el que hasta hace un momento era compañero de trabajo y fui hacia donde estaban Pablo y Pedri. Mi hermano desgraciadamente ya no estaba con nosotros ya que tuvo que volver a Córdoba por las clases.
- ¿Qué se siente al terminar de grabar tu primera película?- me preguntó Pedri mientras yo estaba en sus brazos.
- No sé, normal.- cuando me separé del canario fue el turno del sevillano de abrazarme.
- ¿Cuándo y dónde coges el ave?
- Mañana por la mañana en la estación de Barcelona.- me separé de él- Canario y Sevillano, os voy a decir una cosa- les apunté con mi dedo índice- como no vayáis mañana a la estación de Barcelona a despedirme cuando coja el ave, os juro que os voy a matar- les amenacé.
- Tranquila mi niña, nosotros vamos a verte. Ni loco me voy a perder el derecho que tengo a despedirme de ti.
- Same al Pedri.
Miré hacia el director y me hizo un gesto para que fuera, seguramente es para decirme que vaya al camerino a cambiarme y le de la ropa al chico de vestuario.
- Mis niños, me voy a cambiar- les avisé- que sepáis que cuando lleguemos a mi casa veremos Shameless, no es pregunta, es afirmación.
- ¿Otra vez?- Pablo bufó.
- Sí, otra vez Pablo. No me echéis mucho de menos mientras me cambio anda.- y me fui hacia donde estaba Alex.
Tuve que esperar un par de minutos ya que estaba hablando con otra chica que formaba parte del elenco. Ya cuando terminaron de hablar, me dio un abrazo.
- Estoy muy contento con lo que has hecho, Alaska- me dijo con una sonrisa- para ser tu primera película lo has hecho genial.
- Muchísimas gracias Alex- estaba algo sonrojada y como para no estarlo, un gran director de cine me acaba de decir que le gusto como actúo- en verdad no es la primera vez que actúo, he hecho varias obras de teatro pero de películas si es la primera.
- Me alegro mucho de que tu primera película sea un proyecto mío, ya verás como ganarás algún premio y tendrás más trabajo en lo que te gusta. Ahora te dejo para que te cambies, ¿vale?- asentí.
[•••]
- ¡Pedri!- le grité- ¡No hables mientras Lip está hablando que no me entero de lo que dice!
- Ali guapa, hablo porque no me estoy enterando de nada- se quejó- ponlo en español anda.
- No, quiero escuchar la voz de Jeremy.
- ¿Quién es el Jeremy ese?- le preguntó Pedri a Pablo.
- Tío mira que no te enteras, el Jeremy es el que hace del Lip, ese que está ahí con los ojos azules, pues es él.
- Ah coño, ya decía yo si metieron algún personaje nuevo.- Pedri me volvió a mirar- hermana al menos pon los subtítulos en español en vez de en inglés- yo solté un suspiro.
- Yo ya estoy acostumbrado, lo hacía con todas las series que me obligaba a ver y gracias a eso se inglés. Incluso me obligó a ver Bob Esponja en inglés, ¡Bob Esponja!
- Es que la voz de Bob Esponja en inglés es muy graciosa- hice un puchero- pero bueno venga, os pongo los subtítulos en español para que no os quejéis.
Cogí el mando y como los dos bebés llorones querían verlo con subtítulos en español los puse.
- Voy a la cocina, ¿queréis algo de comer?- les pregunté levantándome del sofá.
- Yo quiero un kinder bueno- dijo Pablo y Pedri asintió.
- Otro para mi.
- ¿De los blancos?- ambos asintieron- Os he educado bien.
No es por nada pero los kinder bueno negros me dejan la garganta tan seca que necesitaría una cantidad de agua del tamaño del océano atlántico para calmar mi sed.
Ya en la cocina abrí un cajón y cogí un paquete de papas lays campesinas, también un pack de tres kinder buenos blancos y las nuevas golosinas de kinder que habían salido, se llaman kinder cards y la verdad es que están buenísimas.
Lo cogí todo con mis dos manos y fui al salón, estaba cargada porque tenía un montón de cosas pero no me importaba porque la verdad es que no pesaba nada.
Lo dejé todo en la mesa y mis dos amigos cogieron sus respectivos kinder buenos, y yo cogí el mío. Después de comerlo abrí el paquete de papas y como era de esperar, ambos metieron la mano en la bolsa para comer.
- Oye Pedri, ¿qué hora es?
- Van a ser las diez de la noche- me dijo mirando el reloj.- ¿Quieres que nos vayamos ya?
- No quiero, pero tenéis que hacerlo- comencé a decir- mi madre está a punto de venir del trabajo y como me vea despierta viendo la tele a esta hora con ustedes me mata, básicamente porque mañana me levanto a las cinco y media.
- ¿A las cinco y media?- se alarmó Pablo.- ¿A qué hora coges el ave?
- A las siete de la mañana.
- Entonces nosotros nos vamos también- dijo Pedri- bro, ¿te quieres quedar en mi casa a dormir?
- Dale si, lo que me tienes que prestar ropa para mañana ¿vale?- Pedri asintió.- Adios Ali- me dio un abrazo para despedirse.
Desde hace unos meses Pablo le copió mi apodo a Pedri, por lo que ya no me llamaba Alaska, sino que me llamaba Ali. Al principio me hacía un poco de risa porque el canario le pedía derechos de autor y mierdas así porque él se inventó el apodo.
Me separé de Pablo y fui directamente a los brazos de Pedri, sin duda en este tiempo le había cogido muchísimo cariño al canario.
- Hasta mañana- les dije una vez que me separé de Pedri, ellos me dijeron lo mismo y se fueron.
Como en unos minutos llegaría mi madre subí corriendo a mi habitación y me puse mi pijama, me tiré a la cama y me puse con el móvil hasta que cogí el sueño.
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- Mami- la llamé, mientras con una mano agarraba a Pablo y con la otra a Pedri- no me quiero ir. ¿Me puedo quedar?
- No cariño, lo siento. Pero te prometo que volveremos, ¿vale?
Yo miré con tristeza a los chicos. Los iba a echar muchísimo de menos, a Pedri le tengo muchísimo cariño desde que Pablo me lo presentó, y a Pablo en estos meses me ha demostrado que puedo volver a confiar en él y que es un gran amigo.
- Pero es que no quiero volver porque no me quiero ir- fruncí el ceño.
- Venga ya Alaska, siempre es lo mismo contigo cuando nos vamos o en avión o en tren. ¿Quieres comportarte como una adulta? Te recuerdo que ya tienes dieciocho años- al escuchar eso de mi madre, tanto Pedri y Pablo se quedaron vegetales ahí mismo.
- Ya se que tengo dieciocho años, por lo que eso significa que no soy tu responsabilidad legal. Por lo que si quiero, puedo quedarme aquí, y la verdad es que quiero.- ahora fue ella la que se quedó callada.
- ¿En serio vas a dejar a tu hermano mellizo?- dijo después de unos minutos.
- No metas a Arón en esto, sabes de sobra que lo quiero demasiado y que nunca lo dejaría ni abandonaría.
- ¿En serio? Pues es lo que quieres hacer quedándote aquí y dejándolo a él en Córdoba.
- Niña- me llamó Pablo- vete para Córdoba, ya vendrás dentro de muy poco, estoy seguro. Y si no tienes como pagarlo me mandas un whatsapp y yo te compro el billete o te hago un bizum, ¿vale?- lo miré no muy convencida.
Finalmente opté por soltar las manos de mis amigos y les di un ultimo abrazo a los dos. Agarré mis maletas y fui junto a mi madre al ave.
Allí me puse mis auriculares para no escucharla durante todas las horas del viaje, y cuando me giré hacia un lado me volví a despedir de mis amigos con la mano.
El ave se puso en marcha y salió de la estación, y ahí fue cuando me di cuenta de que había dejado a una parte de mi en Barcelona.
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final del segundo acto.