PDV de TN.
Kathleen me miraba con ganas de matarme, estaba celosa, lo sé. Avanzaba hacia nosotros.
-¿Kenny? -repitió Kendall confundido. -¿Desde cuándo me dices "Kenny"?
-Ay...-odiaba actuar como estúpida mimada y coquetearle. -desde siempre. -le acaricie la mejilla.
La perra acababa de llegar junto a nosotros. Estaba detrás de Kendall.
-Hasta que apareces. -dijo ella haciendo que Kendall se sobresaltara. Fue a mi lado para quedar viendo a Sanders.
-Tenía cosas que hacer. -dije de mala gana pero sin dejar mi papel de niña mimada. -Yo, si soy una chica ocupada. -dije como si de verdad hubiera hecho algo elegante.
Kendall me veía confundido, no entendía que pasaba aquí.
-Eso ni tú misma te lo crees. -respondió ardida.
-Si Kathleen, piensa lo que quieras. -dije sin tomarle demasiada importancia. Mierda.
Estaba comportándome como yo soy en realidad, tenía que comportarme como es ella.
Kendall seguía confundido. Como sea, ya quería irme de ahí.
-Bueno Kenny. -empecé a decir. -ya me voy, hasta luego. -me acerque para darle un beso en la mejilla, pero en vez de eso le susurre en su oído: -luego te lo explico. -y luego le di el beso en la mejilla.
-Adiós Kathleen. -dije con fingida voz pero con tono de asco.
Volví a poner la patineta en el suelo y empecé a andar hacia mi apartamento.
Ya estaba como a media cuadra de llegar-lo sé, el apartamento está muy lejos-cuando un coche empezó a parar junto a mí. Mi pulso se acelero.
Entre en pánico. ¿Y si me quería secuestrar? No reconocía el auto de tanto miedo que tenia. Era un Mustang blanco. Ni idea de quién podía ser.
Intente recordar, el de Nathan es un Mustang, pero es rojo; así que no es él. El de Kendall es un camaro negro, así que tampoco es él. ¿Quién rayos era?
Por el rabillo del ojo intente ver quién era, pero las ventanas estaban arriba y eran polarizadas.
Okay _____, tranquila. A lo mejor solo es una persona manejando tranquilamente.
La ventana del piloto comenzó a bajar. Oh Dios.
Lo sé, toda una miedosa. No voltee aunque ya había terminado de bajarse por completo la ventana.
-¡Oye _____!-escuche una voz familiar. Expulse el aire que estaba reteniendo y mi pulso comenzó a ser normal.
-Hey. -me voltee. Era Ryan. Pare de andar en la patineta y el paro su auto. -¿Qué pasa?
-Nada, quería saber si quieres que te alcance a tu departamento.
Lo pensé un poco, no sería mala idea.
-Claro, ¿Por qué no? -dije y empecé a rodear su auto para entrar en él. Apenas entre y cerré la puerta el arranco el auto.
-Bien, ¿Dónde vives?
-Es esta misma calle, es un edificio blanco, con muchas ventanas. En grande dice "Grand Platinum" -le conteste y el asintió.
Si estaba pensando ser una creída total, ¿se lo creerían los demás, mientras siguiera andando en patineta?
-Oye Ryan.
-Mande.
-¿Creerías que una chica es creída, así súper plástica como lo es Kathleen, si andará en patineta?
-No, la creería más como tú o como Michelle.
-Oh, está bien.
Mierda, necesitaría dejar de andar en patineta.
-¿Por qué la pregunta?
-No, por nada, solo curiosidad.
-Llegamos. -dijo el aparcando el auto enfrente de mi edificio.
-Gracias. -dije, le di un beso en la mejilla y baje del auto.
Ya que había entrado a mi apartamento, ahí estaba Michelle.
-¡¿Se puede saber a dónde mierda te has ido?! -dijo como si fuera mi madre regañándome.
-Fui a buscar algunas cosas para la venganza de Kathleen. -dije como si nada. -Y después pase a la escuela, ya que Kendall necesitaba hablar conmigo. Aunque no era gran cosa.
-Así que con que eso es todo esto. -dijo señalando las mil bolsas en la mesa.
-Sip, y tú me vas a tener que ayudar ¿vale?
-Of course, my friend. -me respondió ella en ingles. (Por supuesto que sí, mi amiga)
| 5:00 de la tarde. |
-¡Nathan ya basta! -dije a punto de morir de la risa.
-Está bien, está bien. -paro de hacer caras graciosas. -¿Eso es lo que harás, entonces?
-Sí. -dije segura.
-Bueno, pues si ese es el plan que quieres, me gusta. -se integro Michelle.
-Bien, pues mañana mismo empezamos con el plan ¿vale?
-Vale. -contestaron los dos al mismo tiempo.