Capítulo O7. | "Cruda realidad."

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Capítulo O7. | "Cruda realidad."

PDV de Tn.


Ya había pasado un rato de que estábamos en la terraza, intenté explicarle a Kendall lo del trabajo de nuevo, pero siempre se distraía. Él ahora estaba con su celular hablando con quien sabe quien. No tenia idea de que hora era; pero tampoco era tan tarde, serían como las 6:30 pues el sol ya se estaba ocultando.

Me levante de la silla en donde me encontraba, para ir a la orilla de la terraza -que era como un balcón enorme- a poder ver el atardecer.

¿Saben? Ahora que lo pienso mejor, Kendall es un buen chico, no es como Kathleen. ¿Cómo es que ese chico tan dulce, puede estar con una bruja como ella? Es que acaso ¿no se da cuenta de lo que ella le hace a todos? Hasta coquetea con otros chicos. A eso me refería con Kendall; no sé como es que él nunca se dio cuenta. Apoye mis codos en el barandal para poder apreciar mas el paisaje. Se veía la mayoría de la ciudad con el sol ocultándose detrás de ella.

-¿Pasa algo?-llegó Kendall a mi lado.

-No, ¿por qué tendría que pasar algo?-pregunté.

-No lo sé-la temperatura empezó a bajar. Empezó a hacer un poco de fresco.

-¿Es lindo tener hermanos?-pregunté triste.

Decidí algo, si él no es como Kathleen ¿por qué seguirme comportandome ruda y con una barrera entre nosotros? Las chicas del Instituto dicen que es divertido, veamos si es cierto.

- ¿ah? -Kendall me vio algo sorprendidó y confundido-. Pues, es bueno tener a unas personas apoyandote, además de tus padres-se encogió de hombros-. ¿No te llevas con tus hermanastros?

-No, es algo raro que mi padre ya tenga otra esposa con hijos para mi.

-¿Cuántos son?-preguntó curioso.

-Son 3-Sonreí-. Parecen ser buenas personas, la verdad nunca trate con ellos, porque estaba enojada con mi padre-suspire-. Hay una chiquilla que ahora tiene 8 años su nombre es Amy, y ahora que lo pienso, es una niña muy adorable-reí. Él rió conmigo.

-¿Los demás son mas chicos que ella?

-No, son mayores. Son 1 o 2 años mas chicos que yo. Son gemelos. La chica se llama Emily y el chico Jason-sonreí.

-Tal vez un día debas intentar llevarte con ellos-me encogí de hombros.

-Creó que les di una no muy buena primera impresión-reí.

-Algo les hiciste ¿cierto?-preguntó él divertido.

-Era tentador-reí-. Además estaba molesta, no pensaba bien lo que hacía.

- ¿Qué les hiciste? Quiero saber de que eres capaz-respondió él riendo.

-Bueno, pues a Emily le puse polvo picapica en sus zapatos-reí-. La hubieras visto moveteando sus pies-reí aun mas fuerte al recordarlo y él río conmigo-. "Mamá algo tiene mi zapato"-dije imitando una aguda voz.

-Que malota eres-dijo sarcástico.

-Hey, tenía 16, no pensé bien en mi plan-me justifique mientras reía un poco más.

-Y a los otros, ¿no les hiciste nada?-dijo riendo.

-A Amy le quite una muñeca y la escondí-contesté-. Y a Jason le desinfle su balón de fútbol americano-reí de nuevo.

-Wow-Kendall se puso serio-. Nunca te metas con el balón de fútbol americano- bromeó, rodé los ojos.

- ¿O qué? Total le compraron otro balón-reí. Ya empezaba a hacer frío. Me abrace a mi misma para conservar el calor. Voltee para mirar a Kendall, se estaba quitando su chaqueta de cuero negra para darmela. Que tierno. ¿Ven a lo que me refiero? ¿Cómo puede un chico como el estar con una bruja?

Me puso la chamarra en mis hombros, y yo me la coloque bien pasando los brazos por las mangas. Respiré la embriagadora aroma de la chaqueta. Olía tan bien.

-Gracias-le sonreí-. Pero ahora tu tendrás frío-me gire a verlo; ya que yo antes estaba apoyada en el barandal, viendo la ciudad.

-No te preocupes-río-. No tengo frío.

-Yo se que si-me acerqué mas a él y le abrace la espalda; ya que el igual esta apoyado en el barandal. Él río. Se empezó a mover y lo solté para que pudiera moverse libremente. Se giro en frente de mi y estiró sus brazos en señal de que quería que lo abrazara.

-¿No que no tenías frío?-pregunte divertida.

-De repente me entró algo de frío-bromeó. Se acercó y me abrazo, yo le correspondí el abrazo. Y de nuevo ese olor embriagante. Dios, olía maravillosamente bien.

El sonido de un celular nos hizo separarnos. Kendall sacó el suyo de su bolsillo trasero del pantalón y contestó.

-Hola-dijo sonriente-. No, ya terminamos-esperó a que la persona hablara-. ¿Ahora?-Kendall me hizo una seña de que iba a irse a hablar a otro lado, que lo esperará y se fue.

Yo volví a mi antigua posición observando la vista de la ciudad ahora de noche.

Tenía una sonrisa enorme, no tenía idea del porque.

-Si, mi amor-escuché a Kendall. Mi sonrisa se borro enseguida. Estaba hablando con Kathleen-. Si, yo también te quiero, adiós.

Maldita sea me había olvidado por completo de esa bruja. Era cierto lo que decían las chicas del Instituto; es divertido y muy encantador. Suspire. Por fin en todo este tiempo pensé que por alguna razón... Ah que mas da, nunca sucederá.

Kendall llegó conmigo. Me volteé algo enfadada. Lo sé, no debería de estar enojada con él, es su novia y yo ni siquiera sabía lo que era para él. Caminé hacía la mesa en dónde estaban las cosas; me quité la chaqueta, agarre mis cosas. Me volteé hacía Kendall que venía hacía mí, se veía realmente confundido por como había cambiado mi estado de humor tan rápido; de alegría a enojada.

-Tengo que irme-dije cortante. Le lance su chaqueta con algo de fuerza, haciendo que le golpeará en el pecho y empecé a caminar hacia la puerta para poder entrar al edificio.

-¿Qué pasa?-preguntó confundido.

-Nada-dije de nuevo cortante y entré al edificio. Caminé hacía el ascensor y subir a mi piso, las puertas se estaban cerrando y Kendall llegó corriendo a decirme algo, pero antes de que pudiera decirlo las puertas se cerraron.

Me apoye en la pared de el ascensor y me deslice en ella hasta que toque el piso con mi trasero.

Se que pensarán "¿No lo odiabas?" con lo que les voy a decir.

No sé como pude pensar que algo entre nosotros dos podría ser; pero la verdad es que: cuando pasó todo el rollo de Kathleen con Nathan, me empezó a atraer Kendall como a todas las chicas del instituto, no tengo idea como pero después de varios días de aceptar que me atraía, Kathleen se volvió su novia.

¿Ven? La odio, siempre tiene lo que yo quiero. Quería a Nathan -me gustó- y Kathleen se acostó con él. Quería a Kendall -me atraía- Kathleen se volvió su novia.

Después de que supe que Kathleen se había vuelto su novia; deje de interesarme en él y olvidar esa estúpida ilusión de que podíamos estar juntos.

Lo peor de todo, es que creó que esa atracción e ilusión están regresando.

RUDE  | kendall f. schmidt |Where stories live. Discover now