Capítulo 73. | "Kathleen Perra Sanders."

134 11 0
                                    

Capítulo 73. | "Kathleen Perra Sanders."

El baile lleva bastante, la banda a vuelto a tocar y nosotros hemos estado bailando aveces en pareja y aveces en grupo.

Me la he estado pasando de lo más increíble pero me duelen mis pies de todo lo que he estado parada bailando y dando saltos.

Kendall y yo caminamos a una mesa para poder sentarnos, pero antes de que mi trasero pueda tocar la silla Kathleen aparece.

—Blake, me gustaría hablar contigo a solas—me ordena, sí, porque lo ordenó no lo pidió.

Me levanto para quedar a la altura de ella y me doy cuenta de que ahora su cabello es rubio.

Oh vaya, debió pintárselo cuando fue a que la arreglaran.

No debió gustarle ver su cabello decolorándose de su hermoso cabello chocolate.

Kendall está apunto de irse, pero lo tomo de la mano y entrelazo nuestros dedos.

—No te preocupes Kathleen lo que tengas que decirme, lo puedes decir enfrente de Kendall—digo segura y sonrío victoriosa.

—Bien, si eso es lo que quieres—se encoge de hombros y acepta muy fácilmente. Oh no, presiento que algo malo viene, ella no aceptaría tan fácil—. Te sugiero que te mantengas alejada de Kendall, sé todo sobre tu estupido plan de venganza contra mí y sé que entre eso estaba enamorar a a Kendall y hacerle creer que lo amabas para alejarlo de mí. No me interesa que ya no esté conmigo y no te digo esto porque me de envidia.

»Ni porque quiera que tengas problemas con él. Que por eso te pedí hablar contigo a solas, pero tú quisiste esto. Él antes de ser mi novio fue mi mejor amigo, así que si no te mantienes alejada de él, te irá muy mal. Pero no creo que después de que él sepa esto quiera estar contigo. Así que, chao—soltó la bomba y se fue como si nada.

Me quiero morir.

¿Cómo diablos Kathleen se había enterado del plan?

Kendall suelta mi mano y se aleja a toda prisa.

—¡Kendall!—lo llamo mientras lo sigo, él sale hacía dónde estaba la alfombra roja, que ahora se encuentra completamente vacío—. No es cierto lo que dice, mi amor—digo con mi corazón en mi garganta y lágrimas a punto de salir.

Él se voltea enojado, mientras avanza un poco hacia mí, yo retrocedo intimidada ya que me da un poco de miedo enojado.

—No te atrevas a llamarme "mi amor"—dice intentando controlar las ganas de gritar y hace comillas con los dedos—. Diablos, yo te amaba Blake, ¡te amo, carajo! Creí que tú también me amabas, pero todo lo que tú querías ¡era vengarte de Kathleen!—se voltea aún molesto y avanza aún más cerca de la calle.

—De verdad te amo, de verdad me gustas Kendall, la venganza era otra cosa diferente—me explico mientras lo sigo. Lagrimas ya resbalan por mis mejillas. Él voltea y quedamos muy juntos.

Puedo ver en su rostro furia. Sus ojos ven mis lágrimas para luego bajar a mis labios y su mirada se en suaviza un poco.

Me acerco de a poco a él y no se aparta por lo que tomo la iniciativa por besarlo, él sigue el beso con mucha más pasión y un poco brusco lo que hace que mi corazón lata rápidamente.

No me odia.

Pero de un momento a otro se separa bruscamente quedando ya en la carretera.

—No hagas eso—suplica aún un poco molesto, pero al mismo tiempo dolido—. Yo en verdad te amo, y cuando haces eso, no puedo detenerme—jala su cabello con frustración y retrocede un poco más en la carretera. Yo camino hacía él.

—Déjame explicarte por favor—suplico.

—No hay nada que explicar Jones. Kathleen lo a dejado bastante claro, por eso es que desconfiabas tanto de Samantha—piensa—. ¡Ya! ¡Lo lograste! ¡Me separaste de Kathleen! No entiendo por qué demonios jugar con los sentimientos de alguien—dice por último. Puedo ver las luces de un auto venir y el sonido de un claxon. Kendall voltea a verlo y no veo intenciones de moverse.

—¡Kendall cuidado!—grito cuando veo que está cerca, pero al momento de volver mi vista a donde él se encontraba, ya no está.

No sólo había esquivado el auto, si no que había huido de mí.

De esta no te salvas estúpida.

"No me interesa que ya no esté conmigo y no te digo esto porque me de envidia."

Tu reverendo culo Kathleen. Te hierve de envidia la sangre que no podías soportar la idea de que fuéramos felices juntos que tenías que destrozarla.

Me limpio las lágrimas de mis mejillas y camino enojada hacía dentro del gimnasio.

Michelle me ve entrar y ve que tengo el maquillaje corrido. Se acerca corriendo hacía a mi, pero yo no me detengo por mi objetivo: Kathleen.

—¿Qué sucedió? ¿Dónde está Kendall? Vi que salió furioso de aquí—pregunta preocupada.

Me detengo por un momento para contestarle.

—Sucedió que la estupida de Kathleen tenía que elegir precisamente este día para hablar sobre nuestra venganza hacía ella, el cual incluía a Kendall, ¡enfrente de él!—digo y me hierve la sangre del coraje—. ¡Demonios quiero dejarla calva! ¡Golpear su rostro infinitas veces!—grito, pero nadie parece darse cuenta por la música de la banda—. ¿No puede soportar que sea feliz?— mi voz se corta.

Michelle se acerca y me abraza.

—Tendrás tu venganza— me consola—. Y así como ella ha arruinado tu noche, nosotras arruinaremos la de ella—me promete mientras pasa sus manos en círculos sobre mi espalda.

—Eso no es todo—dejo escapar una lagrima—. Kendall se a ido enojadisimo, creo que hemos roto. No necesitó decirlo, pero estoy segura de que sí—sollozo y Michelle me abraza más fuerte—. Se ha ido a alguna parte y no podré explicarle nada.

—Tranquila, deja que piense con claridad las cosas. Ya sabes dónde vive, así que podrás verlo mañana—me anima—. Además sé que Kendall sabrá entender que en realidad lo amas.

Sonrío y le agradezco a mi amiga por consolarme.

—Respecto a Kathleen y arruinar su noche. Tengo una idea—dice y sonríe malévolamente.

Ella me explica el plan y yo sonrío malísiosa.

Oh Kathleen, no sabes con quién te has metido perra.

N/A.
¡¡Mañana subo los últimos dos capitulos y el epílogo!!!

Perdonen por las faltas ortográficas estoy escribiendo desde el móvil y el autocorrector me pone acentos en donde no quisiera que estén.

Lo corregiré luego :)

Comenteeeeeeeen!!

Les mando mi lob, ciao.

—Estefy, xx.

RUDE  | kendall f. schmidt |Where stories live. Discover now