թժv ժe ƙʓ.♡ (Pt. 2)

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Me tuve que quedar más tiempo que los otros chicos porque el entrenador me había hecho hacer 200 lagartijas, porque según "mi novia había hecho que todos nos distrajéramos." Además de que nos había hecho quedarnos más tiempo de lo planeado a entrenar. Por lo que aun tengo el apestoso uniforme.

Chequeé la hora: 2:00 en punto. Era hora de volver a casa.

Fui hacía mi casillero sin siquiera importarme si seguía con el uniforme, me daría una ducha en casa. Abrí mi casillero, saqué y metí libros y cuadernos que necesitaría y luego la cerré.

Ya que estaba yendo hacía el estacionamiento vi a _______, junto a Michelle. Asenté mi mochila en el suelo y la jale por la cintura, para luego girarla y dejarla frente a mí.

Se me antojan tanto esos deliciosos labios.

Acercó mi boca a la de ella, y la beso. Ella me correspondió de nuevo.

-Sabes, esto se te va a hacer costumbre-me dijo y pasa sus brazos atrás de mi cuello. Una cosa que me encanta.

-Eso es lo que espero-confieso y sonrió.

-Oye, Samantha me a dicho que el partido es el sábado...ósea el mismo día de tu fiesta..-la interrumpo.

-Se me olvido decirte, la fiesta es de disfraces...así que no te preocupes en ir con tu traje de animadora-miento. Como me encantaría verla toda mi fiesta de cumpleaños vestida de sexy porrista. Reí-Además ya quiero verte en ese traje, apuesto a que te veras muy sexy-dije sinceramente. Ella me da un suave golpe en mi hombro mientras ríe. Yo lanzó una carcajada.

-Tengo que irme-me dice, me suelta y yo a ella. Me ve extrañada y ríe-. ¿Sigues teniendo el uniforme?-me pregunta divertida.

-El entrenador quería que nos quedáramos mas tiempo para entrenar-digo y me encojo de hombros-. Y ademas me castigó con 200 lagartijas, por culpa de alguien que decidió aparecerse de la nada en el campo de americano-digo divertido. Ella ríe.

-Lo siento-me dice algo apenada, pero sigue divertida por la situación-. Pero tenía que darte tu regalo-se muerde su labio inferior por lo que me dan más ganas de volver a juntar nuestros labios.

-Oh, por cierto-me acerco a ella y le rodeo su cintura con mis brazos y acerco nuestros labios otra vez-. Gracias, otra vez. No puedo creer que me hayas regalado eso-sonrío. Y la vuelvo a besar.

Sé que ya lo dije, pero lo repito:

¡ES EL MEJOR PUTO REGALO DEL MUNDO!

-No hay de que-dice sonriendo.

-Oigan chicos-habla una voz, levanto mi mirada para encontrarme con Michelle que nos veía atentamente. En su mirada había cierta ternura y un poco de desesperación-. Yo sigo aquí ¿saben? Además _______, tenemos que irnos ¿recuerdas?-dice mirándola. Mi vista va hacía ella que asiente.

-Bien, nos vemos mañana, supongo-me sonríe, se acerca para darme un beso de pico y da media vuelta para irse con Michelle.

Sonrío como idiota mientras veo como se va. Agarro mi mochila y retomo mi camino hacía mi auto.

A medio camino me encuentro con Ryan.

-¿Que hay, hermano?-me saluda mientras me acompaña hacía mi auto.

-No mucho-digo y me encojo de hombros.

-¿No mucho? Besaste a Jones en la cancha y ella no hizo nada por apartarte-dijo impresionado, pero feliz.

-¿Qué puedo decir?-digo bromeando egocentricamente. Mientras sonrío de lado y me encojo de hombros. Él ríe y me palmea la espalda. Ya que llegamos a mi auto, junto valor para decirle-. Hum, lo siento Ryan- él me mira confundido.

RUDE  | kendall f. schmidt |Where stories live. Discover now