Amara
Era tiempo de la misión y todos parecían estar concentrados, menos Marina que estaba más pendiente de aniquilarme con los ojos que de ser una mejor soldado, simplemente patética.
No entendía el porqué odiarme o menospreciarme por un maldito hombre que evidentemente pasa de ella y que además ni tiene que ver conmigo, se supone que las mujeres debemos estar unidas para ser fuertes, juntas podríamos lograr grandes cosas y es por eso mismo que Sonia y yo ya habíamos acordado estar en paz y ser un buen equipo.
Unidas nos va mejor y demostraremos ser imparables el tiempo que estemos juntas.
- Parece que tiene ganas de clavarte el cuchillo en el cuello- habló Dylan a mi lado.
Estábamos sentados todos en una enorme furgoneta negra, tenia a mis costados a Dylan y a Nate que estaba con los ojos cerrados.
- Si, pero no tiene el valor para hacerlo, primero se muere antes de tocarme un pelo.
Dylan ríe.
- Tienes seguridad aquí, linda, y no hablo del idiota que duerme a tu lado.
Su comentario me hizo mirarlo y noté que tenia los ojos puestos en el espécimen musculoso y atractivo sentado frente a nosotros.
- Solo para que sepas...él me odia y yo a él, además puedo salvarme el culo yo sola.
Sonrió, tenía una linda sonrisa.
- Yo te salvo el culo cuando quieras, preciosa.
Negue con la cabeza rodando los ojos.
- ¿A quién emboscaremos?- pregunté dándome cuenta de que no sabía ni a quien nos enfrentábamos.
- Su nombre es Luciano Méndez, líder de una de las mafias más grandes de Colombia, por alguna razón extraña está aquí en Alemania y el jefe cree que es sospechoso, hizo algunos tratos con su padre antes de que desapareciera, al parecer negociaban alguna clase de mercancía que no se concretó por alguna razón que no sabemos y es lo que venimos a averiguar.
Hice una mueca y reservé los comentarios para mí misma, a mi parecer y lo que creía hasta ahora según todo lo que sabía del padre de Alexandre, es que él es un completo idiota para negociar además de un tipo totalmente descuidado, los negocios mal hechos habían salido a la luz con solo chasquear los dedos.
Me mantuve en silencio el resto del viaje, mi mirada de vez en cuando se encontraba con la de Alexandre e inevitablemente mi mente traía de vuelta el recuerdo de nuestro beso.
¿Por qué rayos le seguí el beso? ¿Por qué me dejé besar?
La única respuesta que hallaba mi cabeza era que es un tipo condenadamente caliente y que mis hormonas alborotadas mueren por comérselo entero. Aunque no me gusta admitirlo en voz alta, Alexandre tiene un algo peligroso que atrae y da curiosidad, es como un ser malévolo, sensual y perverso.
La camioneta paró y le di un codazo a Nate para que abra los ojos, me miró y sonrió un poco antes de inclinarse sobre mí.
- ¿Lista, preciosa?
Asentí.
- Nací lista, cariño.
Soltó una risa casi inaudible.
- No te separes ¿vale? Si tocan grupos iremos juntos, necesito asegurarme de que estarás a salvo.
Suspiré.
- Está b....
- ¡¿Se creen que están en un recreo?!- interrumpe Alex furioso- ¡Apresúrense!
Entonces noté que nuestros compañeros nos miraban expectantes, todos estaban abajo y Nate y yo éramos los únicos ahí dentro.
Ambos nos miramos antes de bajar con rapidez.
- Bien, ahora nos dividiremos por equipos- habla calmado.
Nadie dice nada y escuchamos atentos, me pongo a un lado de Nate, se supone que no debo de separarme de él.
- Dylan con Marina.
La cara de la mujer se desfigura por completo haciéndome sonreír, seguro estaba acostumbrada a olerle el culo a Alexandre.
- Nathan con Sonia- mi sonrisa se borra al instante y él voltea a mirarme.
- Y Amara conmigo.
Mi cara se descompone en un segundo y no lo dudo antes de tomar a Alexandre del brazo y llevármelo unos pasos más lejos que los demás.
- ¿Qué pasa princesita? ¿No te agradó ser mi compañera?
Apreté la mandíbula con fuerza.
- Sabes que Nate viene a cuidarme ¡No puedo estar alejada de él!
Se encoge de hombros y toma mi mentón entre sus dedos.
- Yo te cuido, te necesito atenta y no con una polla distrayendote.
Me aparto de su toque bruscamente al ver la sonrisita burlona.
- Una polla jamás me distraerá de mi objetivo, ni eso ni nada, maldito imbécil no te atrevas a subestimarme.
Su rostro se torna serio.
- Entonces no te quejes que ya estamos perdiendo tiempo.
Lo seguí de mala gana y todos nos reunimos en ronda.
- Necesito que todos estén atentos, Dylan y Marina cubrirán el franco Sur, Nathan y Sonia el Norte, mientras ustedes nos cubren nosotros entraremos, primero Amara y yo abriremos los portones.
Todos asintieron y dimos una última revisión del equipo, todos fueron a donde Alexandre indicó mientras él me guiaba al lugar donde nos tocaría actuar.
- Valentino mencionó que tienes conocimiento en esto, necesitaré tu ayuda...
Abrió una caja adherida a la pared donde divisé las teclas para poner el código de seguridad y algunos cables.
- No mintió pero el que maneja esto como un puto amo, es mi hermano, tienes suerte de que no sea algo complicado.
Comencé a hackear los códigos para que las alarmas no sonaran y los portones se abrieron, corté los cables para que las puertas no se bloquearan aunque lo manejaran desde un mando interior.
- Buen trabajo, muñeca.
Lo miré con seriedad.
- Sabes que no es gratis.
Rodó los ojos hastiado.
- Ya lo sé, vives para recordármelo.
Miré a los lados y fruncí el ceño cuando escuché voces hablando en español, Alex me empujó y nos ocultamos detrás de unos pequeños arbustos.
- Te juro que oí ruidos- hablaron y me tensé.
Alexandre era un maldito enorme así que lo empujé y lo llevé contra el suelo para que no pudieran verle la cabeza.
- ¿Qué haces?- susurró.
- Cállate, se te ve entero, eres enorme.
Nos quedamos en silencio y las pisadas se escuchaban cada vez más cerca, miré sus ojos entrando en pánico y él solo me apretó la cintura en un intento de decirme que estuviera tranquila, seguía encima de él y la posición era algo comprometedora, estaba sobre su cintura y mi boca muy cerca de la suya. Ninguno hablaba y por un momento todo desapareció, las pisadas no importaron y las voces dejaron de oírse era como si el tiempo se hubiera detenido alrededor y solo estuviéramos nosotros con nuestras miradas conectadas y respirando el mismo aire.
- Si esperaba estar en una situación así...definitivamente no era en medio de una misión- habló lamiendo su labio inferior.
Desperté de la burbuja y me cacheteé mentalmente por distraerme del objetivo principal.
- ¿Ya están entrando?- la voz de Nate me hizo mirar el radio y me levanté con rapidez.
Miré a Alexandre que se puso de pie también.
- Debemos darnos prisa, hemos perdido mucho tiempo.
Asintió de acuerdo conmigo, comenzamos a correr a la entrada, unos tipos se nos cruzan de frente y antes de que puedan dispararnos, saco unas dagas lanzandolas a sus pechos. Alexandre dispara con silenciador a otros dos y el camino nos queda libre.
Logro ver a Nate con Sonia peleando con otros tipos y tomo el brazo de Alex para apresurarnos, corro con él y llegamos a la residencia, es jodidamente enorme.
Las ventanas están algo altas y no creo llegar.
- Te haré pie, sube primero.
Asiento y antes tomo un cuchillo como puedo por las dudas, no quiero encontrarme con sorpresas allá arriba.
Piso las manos de Alex y me impulsa, llego a la ventana pero necesito terminar de subir, parece sentir mi dificultad y me empuja por el trasero hasta que caigo dentro.
Maldito pervertido...
Miro a los lados notando que no hay nadie cerca, Alex salta y se cuelga de la ventana, lo tomo de los brazos impulsandome hacia atrás, caigo con él encima aplastandome.
Nos quedamos un momento así y nos miramos fijamente, siento un cosquilleo en la entrepierna al sentirlo así, Alexandre tiene su atractivo y no pienso negar que me calienta un poco.
- Debemos seguir- carraspeo.
- Si...vamos- habla despertándose.
Se coloca de pie y tira de mi mano para ponernos de pie, seguimos el camino hasta la oficina del tipo. Dos enormes hombres custodian la puerta y apenas nos ven comienzan a disparar gritando órdenes.
Alex me toma colocandome en su pecho para protegerme, nos metemos a una habitación y antes de que nos sigan, tiro una bomba de humo impidiendo la vista.
- Vamos, hay que darnos prisa.
Con sigilo corremos hasta la puerta uno de los tipos sigue ahí, mi cuchillo se clava en él cuando intenta atacar mientras Alex revienta la puerta con su arma.
Entramos y bloqueamos la puerta pero no esperábamos encontrar al tipo ahí dentro, es morenos con unos ojos café muy lindos y el cabello rizado
- ¿Quien mierda son ustedes?
Alex y yo compartimos una mirada antes de que él avance con rapidez, el tipo no tiene tiempo de sacar algún arma porque ya está estampado contra el escritorio.
- Rebusca en los papeles, Mar- lo miro extrañada por decirme así pero lo ignoro haciendo lo que pidió.
Busco en todo el lugar tratando de encontrar no sé qué mientras Alex interroga al tipo.
- ¡No sé nada de Blaz Dubois!- gritó logrando que otro golpe de Alex se instalara en su estómago.
Encuentro un contrato que contiene el nombre de su padre, al parecer es el trato que tendría con este hombre.
- Alex- lo llamo captando su atención.
Cambiamos de lugares y le doy el contrato mientras sostengo al tipo en la silla, él lee todo con detalle, no leí mucho pero al parecer ya estaba firmado, así que el trato sí logró cerrarse.
- Mi padre....¿te cedió los terrenos de
Hamburgo?- pregunta incrédulo- No es mercancía...
- No pienso hablar contigo- habla en español.
Noto la cara de confusión de Alexandre y decido intervenir, se ve que no habla español en lo absoluto.
- Hablarás conmigo entonces.
- ¿Qué es lo que dicen?- cuestiona molesto.
Lo miro alzando una ceja ante el tonito mandón.
- No hablará contigo, así que yo lo haré.
Alex me mira furioso.
- ¡Hablara conmigo quiera o no! ¡Ahorrate el que te pegue un tiro!
- Cierra la puta boca y déjame hacerlo a mí antes de que nos descubran- le hablo en Alemán para que solo entienda él.
Su rostro se contrae ante mi desobediencia pero no permitiré que me pase por encima cuando es claro que no puede hacer este trabajo, le hago señas para que lo sostenga, intercambiamos lugares y termino apoyando el culo en el escritorio frente al tipo.
- ¿Qué me darán a cambio de decirles todo?
Sonrío de lado.
- No creo que estés en posición de pedir nada.
- ¿Y qué te hace creer que le diré todo lo que sé a una zorra arpía? Lo único que destaco, es ese culo y tus tetas....se ven deliciosas.
La furia se me enciende en llamaradas y sé que puedo con tipos como él.
- Estas tan mal si crees que lo único a destacar de mí es mi cuerpo- sonrío- No sabes de lo que soy capaz si se atreven a denigrar mi género, las mujeres podremos ser belleza pero también destrucción y los hombres ni se imaginan que nuestro límite está muy por fuera de su alcance.
Me mira alzando el mentón en una clara pose de desafío.
- ¿No hablarás?- pregunto impaciente.
No habla y entonces la furia crece cada vez más.
- Bien.
Me acerco lentamente y abro su camisa de un tirón haciendo volar los botones, Alexandre me mira expectante y yo solo me dedico a mi propósito.
- ¿Sabes? A mí me gusta dejar mi sello en las presas, ahora tengo la oportunidad de sellarte y lo haré.
Saco un cuchillo y la punta comienza a tallar la A de mi nombre justo en el lado izquierdo de su pecho, los gritos que suelta son música para mis oídos.
- ¿Ya hablarás?
Sus ojos llenos de lágrimas me miran suplicandome y sonrío con cinismo.
- Blaz le debía dinero a alguien....realmente no sé a quien, me rentó los terrenos por tres años, mi mercancía se ha estado vendiendo allí desde hace meses. Tu padre sabía que no prestarias atención a aquellas tierras y lo hizo, sospecho que quizás es ese tipo quien se lo llevó.
Había hablado en inglés y Alexandre estaba entendiendo todo lo que decía, lo soltó y caminó por la habitación pasándose las manos por el rostro.
- Lamento lo de Blaz, Alexandre, él es un buen hombre.
Suspiré.
- Creo que tenemos que irnos, Alex.
Asintió pero no dijo nada más.
Me miró e hizo un ademán con la cabeza para que lo siguiese, guardé el cuchillo en mi traje y antes de dar un paso la voz del tipo me detuvo.
- Señorita- me volteé a verlo.
- ¿Qué?
Carraspeo poniéndose rojo.
- ¿Aceptaria salir conmigo algún día de estos? Podría darle mi número o.....
Sonreí alzando una ceja, esto era demasiado irreal, pero antes de que pudiera contestar una mano rodeó mi brazo con firmeza.
- No- habló en un tono seco y molesto.
Me arrastró a la salida y me zafé de su agarre con molestia.
- Ya deja de arrastrarme- reclamé molesta.
Se paró en seco girandose en mi dirección para clavar sus ojos furiosos y asesinos en mí.
- ¡Oh! Perdona que no haya dejado que termines de coquetear, princesita.
Solté una risa irónica.
- Puedes irte a la mierda, energúmeno con retraso mental.
- Tú vete a la mierda princesita tarada e inmadura.
Rodee los ojos.
- Eres insoportable, maldito hijo de puta.
Me sacó el dedo del medio como si fuera un niño y caminó como si nada hasta la salida.
¡Y luego yo soy la inmadura!
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Nuevo capítulo🔥
Espero les haya gustado, amo a Amara, le rezo a esa mujer🛐
Disculpen nuevamente por tardar en tiempo en actualizar.
No se olviden de votar y comentar que me ayudan muchísimo❤
Nos vemos en la próxima actualización🦋
- Cam🖤