♫When I Look At You - Miley Cyrus♫
Como bien lo advirtió la mayor, al día siguiente levantó al par que esta vez si le hicieron caso.
Las llevó donde criaban algunas cabras, gallinas y otros animales.
Rosé fue la que tuvo que recoger los huevos...salió perseguida por algunas gallinas. En el proceso perdió dos huevos que se le cayeron del cesto. La mayor solo la vio con recelo.
Por su parte Jennie fue a dar clases que quedó en impartir por una hora durante la mañana. Se sorprendió lo cariñosos y amables que eran los niños, al finalizar la clase no pararon de darle besos y subírsele como podían como si se tratase de minis hombres araña.
Jisoo advirtió que al día siguiente ayudarían a pintar un ambiente grande que estaban construyendo para que los niños no durmiesen y estudiasen en el mismo lugar.
Ambas mujeres asintieron con el mejor de los ánimos.
Ya en el comedor.
—Por motivos de privacidad, solicité que las cuatro almorzásemos una hora antes que todos aquí—Jisoo comenzaba la conversación.
—no me molesta comer con los demás, mi mánager sabe que estoy aquí, también mi Padre—Rosé contestaba empezando a devorar la comida recién servida.
—¡¿Ese viejo sarnoso te dio visto bueno?!— decía Lisa sin parar de comer.
El comentario alertó a las otras integrantes, Lisa jamás se refirió así del padre de ninguna; ni de Jennie que siempre se portó indiferente con ella. Poco antes que Rosé se metiera un trozo de carne a la boca asintió con su cabeza sin que el adjetivo le incomodase, como si se tratara de un individuo sin importancia el recién mencionado.
Jisoo culminó de comer su pollo y se dirigió a la cantante—Rosé aprovechando que están todas aquí quería hacerte una petición a nombre del administrador del Programa.
—Acepto—respondió a la petición sin vacilaciones.
Jisoo y Jennie se miraron sin comprender.
—¡qué dices! ¡¿ni siquiera te dijo que es lo que quiere y aceptas?! —Jennie intervino.
—bueno siempre que quieren algo de mí es; dinero, autógrafos, fotos—añadió Rosé con un movimiento de hombros—lo de siempre, no me molesta acepto...
—No Rosita, necesitamos que salgas en el documental que grabarán, no te preocupes puedes elegir en que parte del documental saldrás—dijo Jisoo para no presionarla.
La jovencita llevó ambas manos a sus cachetes y la mirada se le prendió como si salieran estrellas—¡siiiii!, ¡por supuesto que sí!, Lisa tu dime qué hacer y lo haré no te preocupes no te daré problemas.
—pues tengo que esperar al equipo de grabación, según me dijeron ya están listos solo falta acomodarlos en la base, Jisoo puedes acelerar eso...no quiero retrasar el proyecto de ustedes, sé que Jennie tienes que regresar a trabajar y Rosé tienes que regresar a lo que sea que tengas que hacer.
—Bueno, si ese es el caso, le diré a Zuck que traiga a dos camarógrafos para grabar un miniblog aquí y te apoyaran con el documental, se hará más rápido. Descuida tengo el staff más eficiente de la industria asiática—añadió Rosé.
—¡¡Excelente!!...gracias de antemano Rouse—agradeció Jisoo y se levantó de la mesa—esta vez fregare los trastes yo, adelántense chicas, tienen toda la tarde libre. Menos tu Lisa ya sabes...
Así fue que, tanto Jisoo como Lisa pasaron la tarde ocupada. Mientras que Rosé y Jennie fueron a caminar cerca del lago.
—¿crees que Lisa se moleste porque invité a Jack al campamento? —dijo Rosé lanzando una piedra al lago.
—Lisa no es de ponerse celosa—suspiró—al menos no lo hace notar; siempre se aguanta los celos o los reprime. Que no te sorprenda que no te quiera tocar ni hablar.
—es que Jack dice que sería sospechoso que grabe algo aquí sin su visita de por medio.
—Y tiene razón.
Jennie limpio las lentes de sus gafas y nuevamente miraba el paisaje con las manos hacia atrás.
—¿Por qué engañaste a Lisa?...
Esa pregunta suelta sorprendió a la pelinegra—te voy a responder esa pregunta si tú me respondes, el motivo de por qué sientes odio hacia tu padre, la versión verdadera, no la que sale en los blogs de periodistas.
Sin pensarlo dos veces ambas se hincaron a dos metros de la orilla del lago y empezaron su relato.
Por supuesto Jennie no dio detalles íntimos. La cara de la cantante pasó de curiosa a seria y después sin darse cuenta tomaba trozos de tierra y los hacía polvo; cuando oyó la parte donde Lisa se hizo daño no pudo contenerse.
—Yo me enteré después de que se había hecho daño...Y-yo...no fue mi intención...
—¡cómo no viste cuanto te amaba! ¡como pudiste Jennie!
La cantante a tropiezos empezó a alejarse de la pelinegra.
—¡Rosé!, ¡espera!...
Jennie con todo su peso logró alcanzar a Rosé tumbándola en la tierra y posicionándose encima de ella. Sus lentes cayeron a un costado.
—¡yo no sabía cómo iba a reaccionar!
—¡nadie lo sabe estúpida!, ¡¡por eso no se hace daño a nadie!!. ¡Si querías tirar con ese hombre hubieras terminado primero con Lisa!
Rosé trataba de deshacerse de su agarre y Jennie no la dejaba ir.
—¡suéltame! —decía Rosé tratando de quitar el peso de Jennie.
—Solo escúchame, ¿porque te afecta tanto? ¡Lisa y yo ya nos perdonamos!
—¡eso no cambia el hecho de que no tienes nada que hacer aquí!, ¡eres una mierda de persona!. ¡Dime! ¡qué quieres aquí! ¡qué quieres con Lisa!
Jennie sujeto los brazos de Rosé sobre la cabeza de esta, contra la tierra, inmovilizándola por completo.
—¡qué haces idiota, que pretendes! —Rosé no pudo con el peso a tierra que soportaba.
—¡quiero saber porque te afecta tanto! Y no me digas que es por el enamoramiento tonto que tienes con Lisa. Nadie se pone así por el engaño pasado de alguien y peor cuando ya limaron asperezas como nosotras.
Por más que quisiera Jennie no podía sacarle la verdad a Rosé...ambas estaban agitadas.
—¡Jennie suéltala! —se oyó la voz de Jisoo acercándose.
El sol se estaba poniendo, ya eran alrededor de las seis. Por protección pensó Jisoo sería mejor ir al encuentro de las Jovencitas que horas antes habían dejado encargado su paradero.
Contra todo pronóstico, la delicada Jisoo pudo sacar a Jennie de encima de Rosé. La cantante con toda la amargura del mundo empezó a limpiar su ropa golpeándose al paso.
—¡qué pasa con ustedes dos!—decía Jisoo sin dejar de sujetar la cintura de Jennie—aunque ya estaban tardándose con esa amistad que ni ustedes se creen, pero no es la forma...
—¡suéltame ya!—Jennie forsajeo con Jisoo
Jisoo la soltó y fue a levantar a Rosé que se limpiaba en el suelo.
—bueno la verdad si acepto que estaba surgiendo una amistad, dado que me acabo de enterar las consecuencias que ocasiono esa mujer con sus engaños, en lo que resta de mi estadía no quiero tener que lidiar con ella.
—¡Que!—la mayor se frustró—Jennie como fuiste capaz de andar divulgando algo tan delicado.
La pelinegra no se tardó en responder—pues como dijo estaba surgiendo una amistad; si es tan niñata para no comprender que es el perdón. Entonces en lo que resta de mi estadía no quiero tener nada que ver con ella.
—¡¿así que tú también lo sabias?!—Rosé alejó a Jisoo de ella.
—por supuesto que lo sé...yo trate a Lisa—dijo mirando a las menores—¡No fue algo fácil!
Ambas chicas se sorprendieron, hasta unas horas sabían que ella supuestamente era la administradora y esas cosas, quizá escucharon su profesión en algún momento, pero no le dieron importancia.
—entonces si sabes lo que paso Lisa ¡!porque permites que esta siga aquí, que acaso no tienes temor que le vuelva a hacer daño!!—reclamó la más joven.
Jennie al escuchar esas palabras cruzo los brazos uno encima del otro girando hacia la laguna...
—Yo no soy nadie para prohibir que alguien quiera venir a este lugar a apoyar. Incluyendo a la causante de que mi amiga tenga esa cicatriz en la cabeza. Así que te tranquilizas Rosé...—Jisoo levantó la mano en alto porque Rosé quería ver el rostro de Jennie para que responda, pero al sentir el gesto de Jisoo se detuvo.
Jennie estaba de espaldas—ustedes no entienden...—decía temblando...se sobaba los brazos y de vez en cuando con una de sus manos limpiaba su rostro—yo la amo...
—si realmente la amaras no estarías aquí perturbándola, apuesto que cuando Lisa te ve solo recuerda el momento cuando te cogías a ese tipo—dijo Rosé con todo el odio que salía de su ser.
Jennie no pudo más con ese comentario, se desparramó en el suelo de rodillas sin voltear.
"¿¡hasta cuando más ese error la perseguiría!?, pensaba "por supuesto que fue un error contarle precisamente a Rosé" "¡¿cómo podía haberle pasado por la cabeza que no la juzgaría?!" "y lo peor Jisoo dijo que fue la causante de dejar marcada a su amiga" si fue por su culpa, ella por más quisiese no podía borrar esa cicatriz de su amor. Fue la forma despectiva de Jisoo la más centrada del grupo lo que hizo que la gran culpa regrese y se sienta de esa forma "¿entonces si pudiera o si fuera otro tipo de campamento Jisoo realmente no la hubiera dejado entrar?" eso era todo...nadie la quería ahí. Ni siquiera Lisa.
—entiendo la posición de Rosé sin embargo no la justifico—dijo Lisa que estaba parada detrás de ellas—pero Jisoo ¿tu?
Ambas mujeres voltearon a ver a Lisa. Se sorprendieron con el rostro tan frio y decepcionado que tenía.
Desde que la conoció siempre la vio muy triste, débil o su contraparte muy jovial y alegre cuando se recuperó. Jisoo tuvo que tragar saliva para soportar el rostro tan duro que desprendía Lisa. Rosé tampoco nunca la vio de esa forma. La única vez que sintió la furia de Lisa, fue cuando esta dejó una nota invitándola a salir de la cabaña. Ambas mujeres se tensaron y vieron pasar lentamente a Lisa que iba a hincarse y abrazar a Jennie por detrás que estaba arrodillada de cara al lago.
—¡ey! vamos...sabes que no me gusta que llores nini—le sobó los brazos, buscó en sus bolsillos y encontró papel higiénico que le alcanzó—lamento no tener un pañuelo—dijo dulcemente.
Jennie contenía los espasmos del sollozo, de hecho, estaba apretando fuertemente sus brazos. Cuando Lisa nuevamente mueve el papel sin dejar el agarre que tenía. Jennie por fin con un poco de tembladera pudo tomar el rollito. Dejando rojo esos brazos blancos, dicha acción no pasó desapercibido por Lisa.
—¡¡Ella se suicidó!!
Lisa sintió el espasmo que Jennie hizo ante el grito de Rosé.
—¿¡Querías saber porque me afecta!?, ¡ahí lo tienes! ¡¿querías saber por qué odio a mi padre?!. Es por eso...El provocó que mi madre terminara con su vida.
Nadie dijo nada al instante, las lágrimas de Rosé empezaron a caer, es algo que solo había compartido con su mejor amigo, hacer esa confesión le trajo devuelta el dolor que sentía cada vez que recordaba como su madre había fallecido.
—¿vamos? ...—continuó Lisa sobando a Jennie— te prepararé un café ¿sí?, traje las bolsitas de Colombia que tanto te gustan...—seguía hablándole tiernamente a la pelinegra.
Jennie asintió con la cabeza, ya que sentía que su garganta no podía pronunciar nada.
Lisa ayudó a levantar a la pelinegra y cruzando un brazo alrededor de su cuerpo empezó a llevarla deteniéndose al costado de Jisoo y al juntar su vista con esta dijo.
—dormiré con Jennie... no es una petición.
La mayor asintió quitando su vista de la mirada penetrante de Lisa.
—¡Qué te va a importar mi vida! ¡por supuesto que no!... ¡maldita la hora que tuve ese accidente! —Rosé se limpiaba las lágrimas amargamente.
—Rosé por favor cálmate—Jisoo intervino tímidamente.
Lisa se había parado en seco al oír el grito de Rosé.
—quiero que entiendan algo las dos—Lisa giró su rostro—Ni yo soy tu madre ni Jennie tu padre...padre que por cierto está muriéndose solo en esa casa fría esperando por alguno de sus hijos. No quieras desfogar todo tu rencor y odio a una persona que no te ha hecho nada. Por supuesto que sé cómo murió tu madre...ese viejo sarnoso me lo contó todo y el está sufriendo hasta ahora por su falta. No soy nadie para culpar a ese hombre por lo sucedido con tu madre, así como Jennie no tiene la culpa de que en su momento yo traté estúpidamente de hacerme daño.
—Estoy aquí con el corazón y el alma curado—continuó Lisa— Jennie y yo nos perdonamos. ¡Fin!...Quiero que a partir de hoy más nunca alguien culpe a Jennie de lo sucedido. Se acaba aquí y en este momento se entierra para siempre ese tema. Si les gusta o no, no me interesa en lo absoluto.
La figura de Lisa, reconfortando a Jennie a lo lejos fueron cuchillos para Rosé. Pero eso lo dejó en segundo plano.
"se supone que él era el más interesado en que Lisa se aleje de su vida" "claro cuando Lisa esperaba su audiencia, de alguna manera pudo hablar con el viejo"... "no entiendo, la gente siempre le temió y peor cuando falleció mi madre, se volvió malvado hasta el tuétano" muchos pensamientos pasaron por su cabeza.
—necesito un sniker—dijo la mayor.
Al parecer la menor ni la oyó, tuvo que mover sus brazos para que le haga caso.
De pronto el sonido de un animal que se hacía más grande en el lago sacó de los pensamientos a Rosé y alertó a Jisoo.
— ¡Roonn! ¡corp...! ¡pfrr...! ¡corp...!pfrr...!—el animal abría la boca en la obscuridad.
Sin pensarlo dos veces la menor ya estaba detrás de Jisoo agarrando sus hombros
—¡que es!—dijo asustada. Señalando el bulto del agua.
—vámonos es un hipopótamo y no me quedaré aquí a atenderlo...
Como bien lo dijo Jennie no se encontraba en el módulo de Rosé.
—Bien Rosaura no creo que te moleste prestarme pijama o ropa cómoda ¿verdad?
La mayor no iba a desaprovechar la oportunidad de cumplir una fantasía y usar la ropa de su ídolo. Aunque le cueste aceptar que le daba un poquito de miedo ir a sacar su pijama, no sabría si saldría viva y no quería tentar a la suerte.
La joven no se molestó en lo absoluto y sacó unas prendas anchas para la mayor.
—trata de descansar...si quieres hablar con alguien te escucharé. Si no, descuida...no pienses mucho las cosas. Suena fácil, pero inténtalo ¿vale? Y ante todo te digo a nombre de toda la base y personalmente también que eres alguien que puede aportar mucho para con la causa. Por favor no pienses en caliente y mañana no huyas y nos dejes atrás...
—descuida Unni, acepté participar y ante todo soy profesional. Gracias por decírmelo de todas maneras—respondió con un semblante triste la menor.
Después de ver lo que hay en ese País y peor aún con todos esos niños que se le pegaban como moscas. No por ser famosa, ni bella, no por su voz, ni por ser de dinero. Sino por su persona. Rosé no dejaría ese lugar. Aunque nunca en su vida había sentido tantas ansias de irse y dejarlo todo. Pero le tocaba ser fuerte y tragárselo todo, es lo mínimo que puede ella hacer.
En el otro módulo Lisa ya había terminado de preparar el famoso café colombiano que tanto le gustaba a Jennie degustar y beber. Siempre que regresaba de Sudamérica Lisa traía consigo esas bolsas artesanales que tenían un sabor único.
—¿No te molesta que tome tu ropa verdad?—Jennie terminó de ponerse el pijama de Lisa.
Ellas habían regresado primero del lago, sin embargo, Jennie no quiso ir a su modulo a traer ropa no desaprovecharía la oportunidad de sentir nuevamente el olor de Lisa.
—¡jamás! —respondió con el mejor animo la menor castaña.
—¡Mmmmm! Este olor es droga para mis fosas nasales Lili— Jennie no contuvo su aprecio por el café cargado que tenía en sus manos.
—verdad que sí—respondió Lisa tomando un poco.
—respóndeme algo, si estuviste todo el tiempo aquí en china, luego Australia y Tailandia. ¿Cómo obtuviste estas bolsitas? Y-yo traté de conseguirlas, pero no pude encontrarlas en ni un supermercado de EEUU.
—uhmm bueno Gustabus, ¿te acuerdas de él? era el líder cuando hacía incursiones en América del Sur, él me envía siempre mi paquete de café, no fue problema decirle que lo envíe a N.A Maverick me traía siempre él viajaba a W.D.C, el me lo traía. Cuando estuve en Tailandia le dije que me envíe un paquete para allá. Siempre tiene que enviar uno o dos en caso la aduana no deje pasar el café.
—bueno tienes que darme su número, yo le puedo depositar si es posible...necesito esto en mi despensa—dijo Jennie terminando su ración y pidiendo más.
La menor sin problemas llenó nuevamente la taza de lata que Jennie mantenía en sus manos.
Cuando terminaron Lisa acomodó los servicios recién enjuagados y los guardó.
Al voltear vio a Jennie en el primer piso, exactamente donde dormía Jisoo.
—¿no dormirás conmigo? Pensé que te molestaban nuestros mini visitantes—le dijo señalándole la cama del segundo piso.
—no quería invadir más tu espacio Lili—dijo haciendo una línea con sus labios.
—por favor sube conmigo...necesitas que estos brazos largos consuelen ese corazón que aún siente culpa innecesaria. Te espero...
Sin más preámbulo Lisa subió de un solo salto al segundo piso de la litera. Segundos después Jennie apareció subiendo por las escaleras y acomodándose donde Lisa había dejado un espacio para ella.
—¿no te incomodaré? —preguntó Jennie tocándole el brazo largo que Lisa había dejado como almohada para Jennie.
—Jamás incomodas nini—le dijo tapándolas a ambas con su otro brazo de tal forma que ambas estaban echadas de costado en posición de "cucharita".
—Lisa...
—¿hum?
—como lograste que Park te cuente de su esposa. Digo, el señor parece una momia sin corazón, debo admitir que la vez que hable con él en su despacho me intimidó demasiado.
—tampoco es que yo buscaba esa historia, la verdad ni sabía nada de esa familia. Un día me amargué con él porque había tratado mal a sus empleados y había hecho algo desagradable.
—puedo imaginármelo—dijo Jennie.
—en fin, le grité...yo no pude contenerme. La verdad no tenía nada que perder, ni quería estar en ese lugar...tú me entiendes. No tenía problemas en esperar en un hotel de por ahí a la audiencia con Rosé.
—aja...
—Fue esa misma tarde, me llamó a solas en su cama. El viejo me ofreció dinero para que me fuera y desapareciera de la vida de su hija.
—se me pasó por la cabeza que eso podría haber sucedido, no pensé que sería tan tonto de ofrecértelo—comentó Jennie.
—le dije que ya...
—¿que?—Jennie quiso girar a ver su rostro para buscar la verdad. Y Lisa asintió levantando sus cejas.
—él se extrañó obviamente, preguntó por qué me había molestado para sacarle más dinero, lo que yo respondí que recibiría el dinero, lo donaría para el proyecto de África y buscaría a su hija cuando el pase al otro mundo.
—¡que cruel Lisa! —sonrió Jennie desde su posición.
—ahí me preguntó por qué le reclamé por esa acción desagradable que había hecho. No por él, sino estaba curioso en saber si Rosé había hecho eso. Yo obviamente le dije que sí. De tal palo tal astilla...Él se sorprendió y se le salió esta frase "su madre hubiera estado muy decepcionada si se hubiera enterado".
—¿hablas de cuando Rosé botó la comida?
La menor se sorprendió de lo que dijo Jennie, ya que eso se lo había guardado para ella. Su intención nunca fue hacer quedar mal a Rosé.
—no lo pienses mucho—aclaró la mayor—estabas ebria cuando te quejaste de eso.
—bueno—prosiguió con el relato—Si, el hizo lo mismo que su hija. Le pregunté por su esposa, como te dije yo no sabía nada. Fue ahí que me dijo que había fallecido, pero me cortó el tema de una, me pidió por favor que me retire y que el dinero el mismo lo iba a donar, lo que no sucedió. Debo agregar que él estaba muy mal...quizá se le olvidó. En fin, al día siguiente yo tomé un libro que él tenía en su biblioteca y me regaño por cómo estaba tratando ese libro. Yo obviamente le hice caso a regañadientes y me fui a la sala a dormir. No sabía que hacer...no quería entrar al celular, había muchas imágenes de Rosé y de mi truchadas. De pronto sentí como él ponía el libro a mi costado.
—¿enserio?
—Si, no dejé que se vaya sin decirle viejo bipolar igual que su hija. Al parecer ese comentario le gustó, dio media vuelta y me enseñó la dedicatoria del libro; que hasta ese momento yo no había leído. Él le había conseguido los libros originales de George R.R. Martin y había hecho que el mismo escritor le dedique unas palabras a su esposa.
—¿segura? — Jennie se volteó para ver a Lisa a los ojos—lo que leí en las revistas era que era un matrimonio arreglado y que solo habían cumplido con una primogénita por el dinero. Lo siento eso lo leí de artículos de Australia cuando investigué a la familia.
—¡quién sabe nini! Al parecer el sí se había enamorado de ella, eso me dijo. Su trabajo y el poder lo cegaron y la descuidó sobremanera. Él me dijo que hizo algo imperdonable que su esposa se había llegado a enterar, esa tarde no me lo contó. Los días pasaron y el viejo siguió su tratamiento a regañadientes, con la diferencia que ahora me acompañaba viendo la serie en su sala. Hasta me obligaba a taparme los ojos cuando aparecían las escenas de desnudos, era de antología. Un día antes de mi partida, mientras jugábamos ajedrez me dijo que su esposa se había quitado la vida. Me agarró fría, no sabía cómo responder cuando yo...ya sabes...
—lo siento una vez más por eso Lili—Jennie acariciaba su rostro.
—no te vuelvas a disculpar por algo que hace horas enterramos de acuerdo o si no me molestaré...
Ella sonrió y le movió la mano para que continue.
—Me contó que ese fue el momento de quiebre para con su hija. Él no quería verse menos frente a la sociedad así que ocultó su dolor...Rosé para eso ya había debutado, no la veía en meses. Y cuando lo hacía solo era para reclamarle por su futuro, lo que acarreaba a más rencor de parte de su hija según su percepción. No me dio muchos detalles de sus peleas, tampoco pregunté. Se volvió más duro y malo conforme pasaban los años, sus socios lo querían fuera de la compañía, su hija se alejaba más y más de él. Solo le quedaba su hijo de su primer compromiso. Pero al igual que él era frio y serio, diferente en comparación de lo risueña que se veía a su hija en los conciertos o entrevistas. Cuando ella anunció su compromiso, quería detener lo que el mismo había provocado, buscando cualquier excusa para que lo aleje de su amigo. Era demasiado tarde...todo el imperio Park se vería perjudicado. Nuevamente sus amigos empresarios lo colgaron según me dijo. Así que dejó que continuase ese compromiso, a pesar de que su esposa le hizo prometer que nunca haría con su hija lo que hicieron con ella. Obligarla a un compromiso forzado por dinero o fama.
—qué fuerte, Lili...se nota que lo tenía contenido todo—decía Jennie.
—Pues sí...aunque quiso ocultarlo al final se dejó caer unas lágrimas. Dijo que cuando se enteró del accidente-muerte de su hija casi se le va el corazón. Lo internaron es ahí donde descubrieron el cáncer que padece. El por estar pendiente del trabajo evitaba perder el tiempo en chequeos. Según él es ahí donde el dinero o poder que ganó no le servían de nada ni antes ni después. Porque el destino y la vida le había quitado a las dos mujeres que más amó en su vida. Al día siguiente amaneció con los ojos hinchados antes de despedirme. Yo solo le dije que, para recuperar a su hija, tiene que estar saludable y que aún no era tarde...
—Lili realmente estoy orgullosa de ti...espero que ese viejo canijo te haya hecho caso.
—antes de subir al helicóptero, me dijo "gracias por salvar la vida a mi hija, estaré agradecido por el resto de mi vida por eso"
—que le respondiste...
—le dije que la mejor forma de agradecérmelo era poniéndose en una lista para que pudiera acceder a un trasplante de pulmón, que no utilizara influencias ni nada. y Algo más...le di mi número para hablar cuando decida hacerlo.
—¿entonces te hablo?
—Si...le costó al mugroso...pero al final dejó su orgullo y me envió la página donde figura su código de espera. Le conté nuestro incidente en la playa y no dudó en enviarme el segundo libro para que continuase leyendo. Fue el libro que me quitaste en el aeropuerto.
—Wow Lili al final te hiciste su amiga...
—uhmm bueno si se podría decir que sí, siempre le decía viejo baboso o viejo decrepito. Al final aceptó que mis adjetivos no los decía con odio y hasta ahora me permite llamarlo así.
—me sorprende que a pesar de que su hija decidió no continuar con lo que tenían ustedes, aun así, con su padre sigan hablándose.
—Si para ser sincera el me ayudó a decidir sobre mi futuro.
—¿me dirás?...
—sí pero más adelante, ahora hay que dormir.
Jennie se volteó y así Lisa la pudo abrazar nuevamente con mucha calidez. La mayor se sentía en paz en los brazos de Lisa, respirando ese aroma que tanto añoraba.
—Lisa...
—¿uhm?
—dime que decidiste...no me iré de aquí no soy tan inmadura como para que una riña con Rosé me haga preparar mis maletas, me gusta este lugar y ahora comprendo muchas cosas. Se que te entró la duda, no dejaré este lugar hasta terminar el documental.
Lisa buscó la mano de Jennie para entrelazar su mano sobre esta.
—antes de ir donde ustedes al lago...Yo renuncié al National Geographic. Envié mi carta de renuncia que aceptó Robert después de explicarle mi decisión. El documental será todo.
—entonces—suspiro la pelinegra—entonces era verdad...
—Si,...Jennie yo no iré a Los Ángeles.
Aunque Lisa no se dio cuenta los ojos de Jennie se llenaron de nuevas lágrimas. «Ve y no te arrepientas de haber luchado y agotado hasta la más mínima posibilidad de recuperarla» recordó las palabras de aliento, obteniendo así el permiso de su jefa y amiga. Ahora comprendía que el amor es parte de la vida, pero no lo es todo. Ese lugar, esas horas, esos mínimos días bastaron para tener mucha fuerza y asimilar la decisión de su amada. Tenía que seguir adelante, de alguna manera las lágrimas que salieron no fueron de reproche o pesar, sino más bien de orgullo. La mujer que la abrazaba se había convertido en alguien admirable...
—siempre serás mi gran amor nini, eso nadie te lo puede quitar...
—descui..descuida Lili, me gusta, estoy orgullosa de que avances...Tú también siempre serás mi gran amor...y si no fuera tanta molestia me podrías decir ¿que tienes pensado hacer?.
—sí, tengo pensado ir a la ciudad donde nací y donde vivía mi abuelita, Buriram. quiero poner un estudio fotográfico pequeño. Y si se puede construir una escuelita donde pueda enseñar baile. No quiero mucho, la verdad después de tanto quiero establecerme y vivir en un lugar tranquilo. Creo que ya fue suficiente de muchos viajes...Siempre vendré a visitar a Rue o a quien esté aquí...me daré una escapada de una semana o diez días por año. Se que en el camino podré encontrar a alguien. Ya comprobé que el corazón se abre cuando menos lo esperamos.
—Espero realmente de corazón que logres eso Lili. Tienes mi apoyo incondicional. Por cierto...¿pedirás la custodia de Leo?
—Leo siempre tendrá un espacio en mi hogar si su mamá ya no puede con él.
—pues, aunque extrañe a su mamá Lisa, él quiere cuidar a su mamá de Los Ángeles.
Anbas sonrieron.
—Lisa...
—¿uhm?
—gracias...
—gracias también nini...ven...
Lisa apegó más a Jennie hacia ella.
Ella lo dijo...siempre tendría a Jennie presente y estaría agradecida por todo lo vivido.
Después de todo ella era su familia.