CAPITULO 22

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♫Stay - BLACKPINK♫

Lo admito, si lo hice a propósito...Sin embargo, logré que cambiara de humor, vi que quería burlarse de mí y no pasa nada. No me gusta un ambiente toxico, soy de las personas que prefieren hacer el tonto con tal de tener un ambiente mejor, y si tengo que comer este desayuno desabrido lo haré, con tal de estar bien con la rubiecita.

Luego de lavar los trastes, nos aseamos. Cuando la lleve al baño otra vez estaba nevando para variar...Pero esta vez solo caía la nieve tranquilamente.

—Me gusta así la nieve—la rubia suspiraba en mi espalda.

—realmente esta hermoso—respondí. Disfrutamos un momento de la nieve cayendo sobre nosotras.

Cuando entramos la llevé a la cama otra vez...Revisé el torniquete era extraño no se veía bien.

—en la ducha, cuando me asusté con la araña, me apoyé en las dos piernas para saltar. Eso lo empeoró...—dijo viendo mi cara de preocupación.

Su tobillo nuevamente estaba inflamado.

—Con razón pediste la pastilla...—me llevé la mano a la cabeza—tengo que ir por ayuda, no puedes soportar el dolor, realmente me preocupa tu tobillo Ardilla...

—Estoy bien con las pastillas... necesito hielo nada mas—respondió.

Fui por un recipiente y traje hielo, luego de envolverlo en uno de mis polos se lo puse lentamente tratando de bajar la inflamación.

—No soy doctor, pero claramente en vez de mejorar empeoras... Presiento que en quizá una hora deje de nevar y podré salir cuesta abajo hacia el pueblo—le dije sin dejar de presionar con el hielo.

—No—respondió la rubia con el ceño fruncido.

—que te sucede, ¡mira como está tu pierna!.

—Sé cómo está mi pierna, siento el dolor con todo ese hielo alrededor. Pero también sé que la nieve está espesa, ¿Cuánto te tardará bajar? quizá el doble.

—¡lo que me tarde ardilla! Pero conseguiré ayuda...sé que te he molestado todo este tiempo pero no me hace gracia que tengas así la pierna. Y ni que decir de tu cuerpo, vi que tienes moretones y las marcas de la cuerda con las que te jalé. Yo soy la culpable de ello..

—Aún quedan pastillas, puedo aguantar—el rostro de la rubia estaba afligido.

—tengo que intentarlo. No discutiré más contigo— sentencié— Trata de descansar, dejaré preparado el almuerzo.

Siguió hablando, pero yo no le escuché. Busqué en la despensa y encontré la pasta que quería hacerle desde que botó la comida.

Mientras cocinaba empecé a preparar las botas de nieve. Si quería caminar por la nieve espesa tenía que ponerle crampones, para no hundirme o deslizarme.

Dejé todo el traje al costado de la puerta listo para cambiarme. Quizá sea las 10:00Am no lo sabía pero prefiero comer la pasta y tener energías a que me dé hambre en medio del camino.

—Lisaaaaaa—dijo la rubia.

Con todo el ajetreo y mis pensamientos enfocados en mi ruta al pueblo. No le escuché en lo absoluto lo que me decía o gritaba la rubia.

—Si sigues insistiendo en que no vaya, olvídalo—giré hacia ella.

— ¿puedes llevarme al asiento de la chimenea?, realmente me aburre estar en la cama.

—Si... por supuesto—respondí. Retiré el hielo y la empecé a vendar, después de eso la tomé en mis brazos y la acomodé en el sillón. Pero antes de separarme, ella me agarro de los brazos.

ACCIDENTE FORTUITO [corrigiendo]Where stories live. Discover now