Joy (Saga SEAL 8)

By Thyra_Sorley

109K 18.4K 2.5K

El suyo ha sido un amor forjado durante años, en silencio y disfrazándolo de amistad, porque para ambos, es u... More

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Nota de la autora
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Epílogo

Capítulo 25

2.7K 567 58
By Thyra_Sorley

Un año más tarde

Los invitados comienzan a llegar y, como siempre desde que mi padre organiza barbacoas en casa, estoy en la puerta para darles la bienvenida. Creo que, después de tantos años, ya tenemos cada uno su papel asignado y no nos salimos de él. Es como una tradición. Aunque ahora tengo a una personita a mi lado que tomará el relevo cuando finalmente me vaya de casa de mis padres y venga a comer solo de invitada. Quería que Hope fuese una miniyo en todos los aspectos, pero creo que no le he enseñado suficientemente bien eso de poner de los nervios a sus padres porque, ahora que ha crecido y ha forjado su propio carácter, es mucho más tranquila de lo que me gustaría. Supongo que se merecen un descanso después de todo lo que les he hecho sufrir yo. Eso sí, tiene tanta fuerza de voluntad como yo, porque aunque los demás niños de la familia llegan antes de que aparezca el último invitado, Hope permanece a mi lado para dar la bienvenida a todos, incluso si los ojos se le van de vez en cuando hacia el jardín.

-Puedes ir con ellos si quieres -me da pena que se esté perdiendo los primeros minutos de juegos. En mi caso era más fácil estar aquí porque no había otros niños con los que jugar, así que ser la que saludaba a todos en primer lugar era lo más emocionante que podía hacer.

-Tengo que esperar a que lleguen DK y Sam -responde, decidida. Si es que no puedo estar más orgullosa de ella y, por eso, me agacho y la abrazo-. Y también falta Biff.

La verdad es que Fisher está tardando bastante hoy, algo poco habitual en él porque suele ser uno de los primeros en llegar para molestar a mi padre desde el principio. Miro el reloj, como si así pudiese hacerle saber que se está retrasando, pero cuando alguien llama a la puerta, son DK y Sam los que están al otro lado. 

-¡Oh, Dios! -mis manos van directamente al vientre de Sam después de que me dé permiso con la cabeza, porque no quiero que se sienta incómoda. Sé que hay muchas embarazadas que no soportan que les toquen la panza, así que prefiero asegurarme de que no le importa-. Esto ya está enorme. Pero si te vi hace unas semanas y el bebé ocupaba menos espacio. ¿Qué ha pasado?

-Ha decidido crecer mucho esta última semana -sonríe, feliz-. La matrona me ha dicho que casi ha doblado su tamaño, así que imagina.

-¿Y cuándo decías que nacía? Porque si sigue así, no podrás sacar fuera a este pequeñín, no tan pequeño ahora -aunque pidieron no saber el sexo del bebé, un despiste de la matrona les hizo enterarse de que será niño. No se enfadaron con ella porque, en el fondo, los dos querían saberlo, pero creían que el otro no. Lo que se burló Fawn de ellos cuando lo supimos. 

La verdad es que la pareja que hacen ella y Doc es digna de admiración, porque hablan de todo sin tapujos y, si algo ofende al otro, lo solucionan, justamente, hablándolo. La comunicación es importante en todas las relaciones, ya sean de amistad, amor, familiares... Sin comunicación y sin sinceridad, todo se iría al traste. Creo que Harper y Cornell tienen una relación igual a la de Fawn y Doc, solo que ellos se guardan las conversaciones para ellos solos.

-Ya quedan tres semanas -sus palabras me regresan al presente y no me pasa desapercibido que está algo nerviosa. No es para menos porque pronto tendrá que sacar al bebé fuera y eso se ve tan doloroso. Yo no sé si estaré preparada para hacerlo algún día. Cierto que quiero tener hijos, pero me asusta tener que parirlos.

-Podremos con ello -dice DK, que ya ha dicho en más de una ocasión que no se quiere perder el nacimiento de su hijo. Por suerte, han conseguido un permiso bastante largo esta vez, así que tendrá suerte y podrá asistir al parto.

-Claro -bufo-, como no eres tú el que tiene que sacárselo de dentro.

-Tranquila -ríe Sam-, me encargaré de que sufra tanto como yo. Si quiere estar conmigo, será con todas las consecuencias. 

-Eso me parece perfecto -sonrío al ver la palidez en el rostro de DK. A saber qué se le está pasando por la cabeza ahora mismo.

-No cerréis la puerta que voy -Fisher grita desde la calle y mi hermana se lanza a sus brazos en cuanto nos alcanza. ¿Qué tendrá mi novio con los niños que todos lo adoran? Supongo que ser tan infantil como ellos, aunque no puedo decir nada porque en eso nos parecemos. Y esa es una de las tantas razones por las que no tendremos hijos demasiado pronto-. Hola, florecilla. ¿Me has echado de menos?

-Papá ya está preparando la barbacoa -le informa después de recibir su dosis de giros en brazos de Fisher.

-¿Sin mí? -finge estar escandalizado y Hope ríe-. Eso no puede ser. Voy corriendo.

-Hola a ti también, novio -le digo cuando pasa por mi lado sin saludarme.

-Tu padre me necesita -grita a modo de excusa mientras Hope lo sigue. Sin embargo, cuando estoy cerrando la puerta, me abraza por detrás y deja un beso en mi cuello-. Buenos días, mi amor.

-Buenos días -me giro para verlo mejor-. Llegas tarde.

-Me entretuve más de la cuenta -es su excusa.

-¿En qué?

-Vamos -tira de mí y evita responder-. Tengo que ayudar a tu padre.

-¿Y me vas a dejar con la intriga? -protesto.

-Luego te lo cuento -me promete dejando un beso en mis labios antes de salir al jardín-. Que no cunda el pánico, ya estoy aquí. Jefe, deja eso hasta que lo supervise yo. Eres capaz de quemar la comida y hoy traigo mucha hambre, que no he desayunado.

-Haberlo hecho -dice mi padre sin más.

-¿Y no dejar hueco para la deliciosa barbacoa que yo te voy a enseñar a preparar? Ni en broma.

Empieza con sus instrucciones y me olvido por un momento de eso que lo ha retrasado porque es muy divertido verlo molestar a mi padre. Además, hay mucha gente con la que quiero hablar y niños con los que jugar. Nuestra familia crece cada día más y no puedo estar más feliz por ello. Cuando mi madre murió, me sentí muy sola, incluso si mi padre estaba a mi lado, al igual que mis abuelos. Perderla a ella fue como perder una parte importante de mí misma porque era quien estaba conmigo siempre y me consolaba cuando mi padre salía del país. A veces, llegué a sentirme egoísta por ese pensamiento de soledad, porque mis abuelos hacían lo imposible porque no notase su ausencia, pero era inevitable sentirme así. Nadie podrá jamás sustituirla. Neve es increíble y la quiero como a una madre, pero su lugar en mi corazón está al lado del que ocupará siempre mi verdadera madre. No lo ha solapado, ni lo ha pretendido nunca y, tal vez por eso, la quiero tanto.

Ahora, viéndonos a todos aquí, siento que el vacío tras la muerte de mi madre se ha llenado con personas maravillosas a las que nunca pensé conocer y querer tanto. Somos muchos ya y me resultaría imposible medir el amor que nos tenemos, pero si tuviese que usar una palabra para describirlo, esa sería sin duda, familia. Porque eso somos. Por muy diferentes que seamos, en personalidad, en gustos, en pasado... nos unen la lealtad y la amistad más fuertes. Y eso, en ocasiones, es más poderoso que los lazos de sangre. Al menos esa es mi experiencia.

-Antes de empezar el partido -Fisher se levanta y golpea la jarra con el tenedor-, me gustaría decir unas palabras. 

-Verás. A ver con qué sale. Qué peligro tiene -sus compañeros de equipo empiezan a murmurar, no muy bajo, provocándonos la risa a los demás según qué comentarios hacen.

-Esto es serio -les regaña Fisher, a lo que la mayoría nos reímos de nuevo porque serio no es una palabra que lo describa, precisamente.

-Silencio, muchachos -mi padre calma las aguas-. Escuchemos lo que tenga que decirnos.

-Gracias, jefe -puede que para los que no los conozcan tan bien como yo, su mirada cómplice haya pasado desapercibida, pero yo la he visto y empiezo a pensar que mi padre sabe algo de lo que va a pasar. Que evite mi mirada es una prueba de ello-. Bien, pues no sé si lo recordaréis, pero tal día como hoy, hace ya un año, os estaba contando una noticia que creía que os sorprendería y al final resultó que todos lo sabíais ya.

-Y yo iba a ser el último en enterarme -le recuerda mi padre.

-Cierto -lo señala-. Por eso, has sido el primero en saberlo en esta ocasión.

-¿Qué se supone que sabe mi padre y yo no? -levanto la mano como cuando estaba en el colegio y pedía permiso para hablar.

-Si tú no lo sabes -interviene Loman-, ya me intriga más. ¡Habla ya, hombre!

-Si dejáis de interrumpir, hablaré -nos deja unos segundos para que guardemos silencio y después continúa-. Esta vez he querido hacerlo bien, así que, con el permiso del jefe, quiero preguntarte algo, Joy.

-¡Oh, dios mío! -no me puedo creer que vaya a hacerlo. Cuando se acerca y se arrodilla a mi lado, los nervios se apoderan de mí. Quiero gritar y saltar, pero también quiero escuchar cómo me pide la mano, porque nunca pensé que fuese de esos que se arrodillan. ¿Soltará algo cursi que me haga llorar? Seguramente.

-Joy -pone delante de mí una caja negra y la abre después de pronunciar las palabras-, ¿querrías abandonar a tu familia y mudarte a mi piso para empezar a convivir y ver si somos compatibles al 100%?

-Por... espera, ¿qué? -veo la llave en la caja y me quedo sin palabras por un segundo. Los demás parecen no tener ese problema porque unos ríen y otros lo abuchean por crearnos a todos falsas expectativas.

-Tengo que ver si la convivencia es buena porque si nos vamos a matar el uno al otro después del primer mes... -lo golpeo en el hombro- ¿Lo ves? Ya me estoy arrepintiendo y todavía no has dicho que sí.

-Eres un capullo, Biff -lo golpeo de nuevo.

-¿Eso es un no? -empieza a retirar la llave.

-Eso es un sí -se la robo antes de que la guarde-, pero podías habérmelo pedido de otra forma. Esto no se hace.

-¿Te he decepcionado? -pregunta.

-¿Tú qué crees? 

Se acerca a mí me hace girar para que quede de espaldas a él y me levanta la cabeza hacia el cielo justo cuando vemos pasar una avioneta que lleva un cartel muy colorido donde se lee, claramente, Joy, ¿querrías hacerme doblemente feliz y también casarte conmigo? Cuando me doy la vuelta, con los ojos empañados por las lágrimas de emoción, está de nuevo arrodillado ante mí, solo que esta vez me ofrece un anillo precioso en lugar de una llave.

-No tiene que ser ahora -me dice-, porque apenas acabamos de empezar la relación, aunque para mí es como si llevásemos toda la vida juntos, pero me gustaría tener la confirmación de que sucederá algún día, cuando los dos estemos preparados para ello. ¿Te casarías conmigo, Joy Joy?

-Sí -la palabra se me atraganta por la emoción, pero cuando me lanzo a sus brazos y acabamos los dos en el suelo, mientras lo beso, creo que queda claro que acepto su propuesta.

Los vítores de nuestra familia se escuchan en todo el barrio, estoy segura, pero no me importa porque quiero que todo el mundo sepa lo feliz que soy ahora mismo. Casi una década he tenido que esperar para tener al hombre de mi vida a mi lado y volvería a pasar por todo si la recompensa es él.

-Te amo -le digo en un susurro, todavía encima de él-, Biff Hamilton Fisher.

-Es la primera vez que no me molesta escuchar mi segundo nombre -sonríe antes de besarme-. Pero que no se repita, por favor, o tendré que retractarme de mis palabras y pedir el anillo de vuelta.

-Eso ni lo sueñes -cierro la mano en un puño para que no pueda quitármelo, si es que se le ocurriese intentarlo-. Es mío, para mí, para siempre.

-Me gusta cómo suena -su sonrisa rivaliza con el mismísimo sol. Nos levanta a ambos y deja otro beso en mis labios que hace que mis piernas fallen por un momento-. Yo también te amo, Joy Joy.

Las felicitaciones, y las bromas para Fisher, se suceden unas detrás de otras y mientras doy las gracias a todos, no puedo dejar de sonreír. No sé cuándo se celebrará la boda, pero sé que será perfecta porque toda mi familia estará allí para disfrutarlo con nosotros.

-¿Estás bien con la decisión de irme a vivir con Biff? -le pregunto a mi padre al final del día, cuando todos se han ido ya.

-Algún día tenía que ser -parece resignado-. Pero algo que me gusta y que nunca lamentaré, aunque en su momento me preocupó un poco, es que sea él con quien has decidido caminar hacia el futuro. No creo que haya nadie que sepa valorarte y entenderte mejor que él. Pero no vayas a decírselo porque entonces no se seguirá esforzando. Lo he amenazado si no lo hace bien.

-Tu secreto está a salvo conmigo -río. Después lo abrazo-. Gracias por todo, papá. Eres el mejor.

-No siempre lo creí así, pero ahora, viéndote hecha toda una mujer de provecho, no debí hacerlo tan mal.

-Lo has hecho genial. Te quiero, papá.

-Yo también, mi niña.

-¿Yo soy tu niña también? -Hope se sienta en su regazo y lo abraza.

-Tú eres la niña de todos nosotros, Hope -le digo.

-¿Me lees un cuento?

-Todavía me queda trabajo por hacer -suspira mi padre, aunque se le ve encantado-. Hablamos después, cariño.

Deja un beso en mi mejilla y carga con una hilarante Hope, que finge estar volando. Neve está terminando de ordenar las sillas en el jardín, que es lo que falta, y le ayudo.

-Siempre supe que Biff sentía algo por ti -me dice- y lo admiré por saber mantenerse al margen mientras no tuviste edad suficiente para ser algo más que amigos. Y ahora, en una semana te irás de casa y casi no puedo creerlo. ¿Cómo has crecido tan rápido?

-No te acomodes porque vendré a veros muchas veces -le sonrío-. Sobre todo cuando Biff esté fuera del país. Así que asegúrate de que papá no se deshace de mi habitación para poner un gimnasio o algo así.

-Tranquila, que no le dejaré que toque tus cosas. La casa es suficientemente grande como para tenerlo todo sin quitar nada de lo que ya hay.

-Neve -la abrazo en un impulso-, no sé si te lo he agradecido lo suficiente, pero has sido una madre para mí y un gran apoyo para mi padre. Sin ti, las cosas no serían igual por aquí. Te quiero muchísimo. 

-Yo también te quiero.

-Odio y amo estas conversaciones -le digo después, borrando con el dorso de la mano el rastro de lágrimas que no quería derramar-. Se sienten como una despedida.

-Pero no lo son -me sonríe-. Solo son un paso más en tu camino hacia el futuro. Nosotros estaremos siempre aquí, pero ha llegado el momento de que continúes tu aventura junto a Biff. Aquí tendrás tu lugar cada vez que lo necesites, eso no cambiará. 

-Lo sé -la abrazo de nuevo-. Será mejor irse a dormir o acabaré llorando y no quiero.

Cuando cierro los ojos, ya metida en cama, la imagen de mi gran familia se dibuja en mi mente y una sonrisa perfila mis labios. La figura de Fisher destaca entre todos y veo tanto amor en sus ojos, que no puedo evitar sentirme afortunada. Supongo que las nuevas etapas en la vida son solo un paso más hacia la felicidad y yo estoy deseando dar este paso con él.



Continue Reading

You'll Also Like

77.3K 13.9K 105
Mientras un joven Peter Quill muere lentamente de hambre en una celda de prisión en el barco devastador de Yondu, aparece otra alma y se fusiona con...
14.8K 1.3K 21
Rachel es una chica que está siendo obligada a hacer actos en contra de su voluntad. Cuándo una noche un hombre atractivo decide salvarla de las gar...
299K 21.6K 77
Sofia es una chica de apenas 20 años que se quedó huérfana a la edad de once años, dado que sus padres fueron asesinados. Nunca supo que quería hacer...
10.4K 785 41
personaje de Chainsaw Man en esta historia el personaje Quanxi será tu madre pero una madre amorosa sino lo opuesto de una madre esta historia esta e...