Joy (Saga SEAL 8)

By Thyra_Sorley

113K 18.7K 2.6K

El suyo ha sido un amor forjado durante años, en silencio y disfrazándolo de amistad, porque para ambos, es u... More

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Nota de la autora
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Epílogo

Capítulo 21

2.7K 546 60
By Thyra_Sorley

-¿Qué ha pasado? -Knowles ve de Combs a nosotras con cara de asombro.

-Pasa que le pesan más las pelotas que el sentido común -dice Harper, que todavía está cabreada por lo que le dijo-. Ha estado a punto de que le metan un tiro en la cabeza para demostrar que es mejor que yo.

-Lo tenía controlado -protesta el SWAT, que se ha despertado a tiempo para oírla.

-Una mierda lo tenías -le grita Harper.

-Que alguien me diga lo que ha pasado.

-Combs estaba junto a la valla -le explico yo-, mirando hacia el interior sin ningún disimulo.

-Joder, Combs -se queja Knowles, sin dudar de mi versión-, ese es un error de novato. ¿Qué te pasa, hombre? Desde que iniciamos esta misión estás irreconocible. ¿Dónde has dejado tu profesionalidad?

-Nadie me va a decir lo que puedo o no puedo hacer -refuta- y menos una mujer. La habéis enviado a ella a averiguar lo que pasa en la casa y no nos ha dicho una mierda. Yo he confirmado que es a Alessandro a quien esperan.

-A costa de tu propia vida -replica Harper.

-Lo tenía controlado -le grita a su vez.

-Ahhhh -Harper se da por vencida. Discutir con un tío como él es como hacerlo con una pared-. La próxima vez dejo que te metan el tiro por el culo. Imbécil.

-Knowles, por favor, haz que entre en razón -le pido antes de ir a buscar a Harper, que ya se está alejando. Necesitamos ser una unidad o esto no saldrá bien-. Harper, espera.

-Estaré bien, Joy -me dice cuando le doy alcance-, pero si no me alejaba, lo dejaría inconsciente otra vez. Dios, odio a los hombres como él, que se creen mejores que los demás solo por tener pelos en los huevos.

-Sé de lo que hablas -admito-. En la academia conocí a un par de ellos. No creen que las mujeres podamos ser tan eficaces como ellos y les jode que sobresalgamos en las pruebas. No les gusta ser superados por una mujer.

-No se trata solo de eso, Joy -se apoya en una pared-. Se trata de que tienes que estar siempre alerta, en tensión, como si tuvieses que demostrar todo el tiempo que mereces estar donde realmente has llegado por méritos propios. Ellos alcanzan el mismo nivel y ya está, son lo que son, pero nosotras tenemos que demostrar cada día que no estamos allí por haber acabado en la cama de alguien. Es tan frustrante. 

-Lo sé -no se me ocurre qué más decir.

-Toda mi vida en el ejército he tenido que esforzarme más que los demás, no porque ellos fuesen mejores, sino porque creían que lo eran. Si veían el más mínimo atisbo de flaqueza en mí, me machacaban con eso. Los muchachos han sido los primeros que me han aceptado tal cual soy. No he tenido que luchar para hacerme un hueco entre ellos y eso ha supuesto un alivio enorme -me mira-. Y no debería ser así. Quiero decir, no debería tener que sentirme agradecida de que me acepten. Estoy donde estoy porque me lo he ganado. Nadie me lo ha permitido, yo lo he hecho. Y la gente como Combs me saca de quicio.

-Es un asco, lo sé.

-Me alegra que quieras seguir tus sueños, Joy -me sonríe por un momento, antes de volver a su rictus serio-, pero me temo que nunca será un camino de rosas. Hubiese preferido que eligieses algo donde no necesitases probar tu valía a todas horas.

-Tengo muy buenos ejemplos a mi alrededor -le sonrío-. No podía ser menos que vosotros.

-No tienes que demostrarnos nada, Joy.

-Lo sé, pero quiero hacerlo. Siempre he soñado con hacer algo grande por mi país. Lo de pertenecer al ejército no me atraía porque he sufrido las ausencias de mi padre y mis amigos, así que mi única opción era la policía.

-Ser maestra también es hacer algo grande por tu país -señala-. O médico. Incluso ser ingeniera.

-Es posible -me encojo de hombros porque sé que no podría ser otra cosa que no fuese policía.

-Incluso un ciudadano de a pie puede hacer algo grande por su país. 

-Pero no el tipo de grandeza que yo necesito -niego-. Sé que todos contribuimos, pero yo quiero ser una parte más activa de la ecuación.

-No seré yo quien te lo niegue, Joy, pero -me toma de las manos- si en algún momento sientes que no puedes más o tienes algún problema que no te ves capaz de solucionar sola, solo dímelo y te ayudaré. De la forma en que tú quieras, pero no estarás sola.

-Gracias, Harper -la abrazo en un impulso y me devuelve el gesto. Para mí, Harper es un ejemplo a seguir. También lo son los demás, pero ella es especial porque ha tenido que pelear sola mucho tiempo para llegar a donde está ahora. La admiro y que me diga que puedo contar con ella significa mucho para mí.

-No tienes que dármelas -me sonríe-. Y ahora volvamos con el imbécil. Seguro que los demás ya estarán allí.

Tal como vaticinó, nos están esperando. Si ya lo saben, nadie comenta el altercado con Combs, y empezamos a planificar el secuestro. No sabemos a qué hora llegará, así que no podemos entretenernos demasiado con los detalles. 

-Los tres SWAT irán en un coche -Fisher nos divide a su manera-, Cornell y Harper conducirán el otro, y Joy se viene conmigo. Ya nos conocemos, así que será más fácil así -sé que usa esa excusa, pero en el fondo, creo que quiere alejar a Combs de Harper y de mí. Nadie protesta, así que prosigue, mostrándonos un mapa-. Hay tres calles que llevan a la principal. Cada vehículo vigilará una de ellas. En el momento en que tengamos al objetivo localizado, avisaremos al resto para cercarlo. Si hay dos vehículos, informad tan rápido como podáis para iniciar la maniobra de separación. Si hay más, cancelamos todo.

Surgen algunas preguntas y Fisher las responde con seguridad. Está claro que sabe lo que hace, pero no puedo dejar de mirarlo embobada por lo guapo que está cuando se pone serio. Me enamoré de él por sus tonterías, que siempre me hacían reír, pero verlo en su salsa, demostrando que es mucho más que un payaso amoroso, me hace ver que mi padre ha sabido rodearse de grandes hombres y mujeres. Tengo suerte de pertenecer a esta gran familia y de que este gran hombre me ame. 

-¿Todo aclarado? -la pregunta final de Fisher me hace volver al presente. Me temo que no he escuchado nada de lo último que se habló-. Entonces pongámonos en marcha.

Lo sigo hasta nuestro coche y en cuanto nos metemos dentro, Fisher me mira de frente, girándose en el asiento para poder hacerlo. Yo lo imito y me muerdo el labio porque no tengo ni idea de lo que va a pasar. Me gustaría decir que me va a besar, pero por la cara que tiene ahora mismo, lo dudo.

-No has prestado atención a nada de lo que he dicho, ¿verdad? -pregunta.

-Claro que sí -me defiendo, aunque sea cierto lo que ha dicho.

-En otras circunstancias, después de como me has estado mirando, te llevaría a una cama y te mantendría en ella durante horas -me dice, sorprendiéndome-, pero tenemos una importante misión entre manos, así que céntrate, amor, o tendré que cambiar de compañera.

-Tú no harías eso -no me puedo creer que haya usado la palabra amor cuando me está regañando. Y no me puedo creer que se haya dado cuenta de que me lo comía con la mirada. Juraría que estaba siendo discreta.

-No -se encoje de hombros y se sienta bien para arrancar el coche-, pero algo tenía que decir para que te centres en lo que tenemos que hacer.

-Que sepas que jamás pondría la misión en peligro por mirar para ti -le aclaro mientras me pongo el cinturón de seguridad.

-Si no prestas atención a las instrucciones, claro que lo harás -ahora ya está bromeando y se gana un golpe en el brazo-. ¿La que se porta mal eres tú y me llevo yo el castigo? Qué injusta es la vida.

-Te prometo que si la misión acaba bien -le digo-, cuando volvamos a casa te daré tu recompensa por haber sido tan buen chico.

-Mmmmmm -ríe por lo bajo-, pero yo quiero ser un chico malo.

-Conduce, Fisher -señalo a la carretera-. No vayas a poner la misión en peligro por mirar para mí.

Ahora ríe con más ganas y no puedo evitar imitarlo. Le acaricio la mejilla y dejo escapar un suspiro que le hace sujetar mi mano por un momento y besarme la palma antes de liberarla. Bromas aparte, es hora de centrarnos en la misión.

-¿Me explicas entonces lo que hay que hacer? -digo después de unos segundos en silencio y las risas llenan de nuevo el vehículo.

Mientras esperamos en la calle que nos ha asignado, me comenta todo lo que han hablado y compruebo que solo me he perdido un par de aclaraciones sin mucha importancia, así que ya no me siento tan culpable. 

-¿Me dirás qué ha pasado con Combs? Knowles estaba bastante ofuscado cuando llegamos y el imbécil tiene la mejilla visiblemente oscurecida y el labio partido. ¿Harper?

-¿Cómo lo sabes?

-Me he llevado alguno -ríe-, aunque siempre ha controlado la fuerza porque no estaba cabreada de verdad. Duelen a su madre, así que imagino que si quisiese hacer daño, pasaría algo como lo que Combs tiene en su cara.

-Cuando estábamos llegando a la casa, lo descubrimos mirando a través de la valla como un chiquillo que no conoce el peligro que lo acecha al otro lado -le explico-. Harper fue a rescatarlo porque vimos que dos hombres armados se acercaban a él con no muy buenas intenciones y, en lugar de agradecérselo, le llamó puta.

-Fiuuuu -silba-. No me extraña que lo golpease.

-Lo dejó inconsciente de un solo golpe -no puedo evitar sentirme orgullosa de ella.

-Una lástima -dice- porque seguro que habría disfrutado más si tuviese que darle varios golpes para dejarlo noqueado.

-Se los merecería -admito.

-Se acercan dos coches tintados -escuchamos decir a Harper por la radio-. Maniobra de separación iniciada.

Nos ponemos en marcha, rumbo a la calle en la que están Cornell y ella, para intentar interceptar a los vehículos. Mi corazón comienza a latir más rápido y siento la tensión en mis músculos. Esta será mi primera persecución real y no puedo dejar de sentirme expectante.

-Relájate, Joy Joy -me dice Fisher, que se ha dado cuenta de mi nerviosismo-. Te necesito al cien por cien ahora.

-No te fallaré, Biff -le prometo.

No será un trabajo sencillo porque no podemos hacer uso de las armas para no alertar a los hombres de DiLuca. Estamos demasiado cerca como para que escuchen los disparos sin problema y no queremos que se unan a la fiesta, así que solo nos queda la opción de separar a ambos coches y hacer salir a Alessandro del suyo. Pero, ¿en cuál va?

-¿Delante o detrás? -susurro.

-¿Qué?

-Me estaba preguntando qué pasaría si acorralamos al coche que no es. ¿Dónde crees que irá Alessandro? ¿En el primer coche o en el segundo?

-Cuando logremos separarlos, lo sabremos.

-¿Cómo?

-Porque el coche en el que vaya Alessandro intentará escapar de nosotros, mientras que el otro tratará de volver con él.

Fisher sabe más de eso que yo, así que no digo nada más. Sin embargo, no puedo dejar de darle vueltas en mi cabeza. ¿Y si nos equivocamos? Solo somos tres vehículos y no podremos acorralar a los dos coches. Uno se escapará sin remisión y si es el de Alessandro... todo habrá acabado. No puedo permitir que se nos escape.

-Ahí están -dice Fisher al girar en la siguiente calle. Todavía están lejos, pero son inconfundibles.

También lo son todos los vehículos de gente inocente que se verá afectada si esto sale mal. No puedo consentirlo, por eso, aprovechando que Fisher ha disminuido la velocidad, me libero del cinturón, abro la puerta y me bajo, ignorando los gritos de mi novio. No puedo permitir que alguien salga herido.

-Joder. 

El grito frustrado de Fisher es lo último que escucho antes de empezar a caminar por la acera mirando directamente al primer vehículo de cristales tintados. Si Alessandro me viese, tal vez conseguiría hacerle detener el coche y salir de él. Entonces, sería más fácil capturarlo. Tiene que funcionar porque no estoy dispuesta a poner en peligro a nadie más.

No sé si Fisher ha captado la idea de mi plan, pero no ha salido a buscarme y tampoco veo a los demás. Tengo el pulso martilleándome las sienes, pero me niego a dejar que el pánico me haga recular. Me repito una y otra vez que este es el plan más sensato para convencerme de ello porque a medida que los coches se acercan, siento que he cometido un error. 

Y sin embargo, de repente, ambos vehículos se paran y un hombre trajeado con cara de pocos amigos sale del segundo coche. Ha dejado la puerta abierta y se acerca a mí sin ningún disimulo. Casi diría que ese es el coche en el que va Alessandro, pero no puedo confirmarlo, así que cuando el hombre me dice que le acompañe, lo hago sin protestar. Solo estando a escasos metros del mismo veo a mi ex esperando a que llegue. En su rostro hay esperanza y dudas en igual medida, pero sobre todo ansia. Tanta que, antes de que alcancemos el coche, se baja de él para llegar hasta mí.

-Joy -me dice, mirándome fijamente a los ojos-. No puedo creer que estés aquí.

-Pues yo esperaba que estuvieses aquí -le confieso.

-¿Has venido por mí? -la esperanza en su voz es evidente.

-Sí -asiento. Pero cuando se acerca para abrazarme, feliz de que haya cambiado de opinión, le hago una llave y consigo usarlo de escudo humano-, pero no por los motivos que crees, Alessandro. 

-¿Qué crees que estás haciendo, Joy? -intenta liberarse, pero no puede.

-Mi trabajo -sentencio.

Segundos después el coche de Fisher se detiene a mi lado y le obligo a entrar. Cuando arranca, los guardias de seguridad de Alessandro pretenden seguirnos, pero nuestros compañeros se lo impiden. En menos de un minuto, los hemos perdido de vista.

-¿Qué coño ha sido eso, Joy? -Fisher está muy cabreado conmigo-. Como vuelvas a ponerte en peligro de esa forma, te juro que te arrepentirás.

-Tenemos a Alessandro, ¿no? -lo enfrento.

-Pero no a ese precio, Joy -solo ahora escucho la angustia en su voz-. Nunca a ese precio.

Continue Reading

You'll Also Like

49.6K 3.7K 40
Agatha es capitana de la FCE (FEDERACION CRIMINALISTA ENCUBIERTO), esta federacion se encarga de preparar a niños desde pequeños, para después atrapa...
58.9K 4K 75
Este es mi primer fanfic así que acepto críticas sobre este mix de franquicias de ciencia ficción. Universos usados: Halo (Antes de los acontecimient...
8.2K 1K 22
te enseñare lo que es ser un dragón de verdad
18.1K 1.7K 51
Naruto- ¡La mercancía llegó! Y todo Gracias a ti Sasuke, estoy orgulloso... Miraba con lagrimas en los ojos atento a la "mercancía" que descargaban f...