La voz de Oliver suena al teléfono.
“ Siento no haberte informado antes, pero no he incumplido ninguna cláusula de contrato. Traspase mis acciones a Owen así que nadie podrá cuestionar su ascenso, además la mitad de la compañía le pertenece a su familia… Papá no digas que te importa mi futuro tu solamente tienes interés por el dinero, lo siento pero ya no seré tu máquina de crear dinero… adiós papá”
Hace algunos días atrás Oliver y Owen repasaron cada uno de los acontecimientos pasados, trasaron todas la rutas posibles para salir de este laberinto en el que estaban perdidos.
El viejo Williams definitivamente no había sacado a Noah de país así que los destinos en los que podría estar cautivo no eran muchos.
Durante varios días fueron descartando cada uno de los lugares y ya solo quedaba un solo destino, pero algo hacía mucho ruido en todo este asunto ¿Por qué el viejo Williams escondería a Noah en un lugar tan fácil de ubicar? Algo no encajaba en todo esto, por más que lo pensaban sus conjeturas los llevaban a hipótesis bastante terribles. Este hombre había engañado a su propia nieta, a quien tanto amaba ¿Qué sería capaz de hacer con el nieto a quien tanto odia? De algo si estaban seguros… No quedaba mucho tiempo.
Oliver traspaso y Owen todas sus acciones y con ayuda de Elise le traspaso su cargo de director general de la compañía.
Owen se haría cargo de todo lo implicaba aquel contrato nefasto y Oliver se sumergiría nuevamente en la búsqueda de su amada mariposa