¡Ey! Es Un Amor Entre Nosotro...

By Niky_pollo

413K 28.4K 9.2K

Jayson Thomas, un hombre reconocido en el Reino Unido, queda encantado con una chica de cabellos rubios despu... More

Personajes
Bienvenido
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25 "El pasado"
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Epílogo

Capítulo 33

6.7K 470 98
By Niky_pollo

Been Like This - Doja Cat.

Narrando Lea.

Estoy en ese periodo de tiempo donde muero lentamente de estrés. Mis neuronas no procesan tanta información que obligatoriamente deben recibir para poder presentar los benditos exámenes. ¿No creen que sería una vida más sencilla para los estudiantes si no existieran exámenes?

Los últimos días he pasado altas noches estudiando, ah, y no solo eso, sino también realizando trabajos y proyectos. Estos maestros no se conforman con solo exámenes.

Jayson trata de ayudarme a estudiar en sus ratos libres, como por ejemplo me pregunta la información que tengo en las tarjetas didácticas —sí, esas son muy eficientes para la hora de estudiar—. Cuando tengo una respuesta mal, me entrega las tarjetas para que vuelva a estudiar más y, mientras lo hago, él se dedica a trabajar desde su laptop.

Ahora entiendo cómo es que Jayson tiene tanto a tan poca edad, pues pasa —si es posible— sus veinticuatro horas del día pegado a su trabajo. Si no es con la computadora de su empresa, es con la laptop portatil, o si no con su celular. Antes de que iniciara mis exámenes, me enfadé de verlo pegado a su celular, así que lo empujé a uno de las pequeñas bodegas que tiene en su inmensa empresa y me lo comí a besos. Por poco y terminamos en otros negocios, pero no quise, ya que es una falta de respeto para los demás empleados. Mi conciencia dice que estoy cachonda todo el tiempo...

Porque lo estás.

Eh... como decía, mi conciencia dice que estoy cachonda todo el tiempo, mientras que yo digo que estoy locamente enamorada de un britanico, que no me puedo resistir mucho a su contacto físico.

Jayson es...

¿El sugar daddy más hermoso que pueda existir? Definitivamente.

Noooo. Jayson es —a lo mejor —el hombre con el que quiero pasar el resto de mi vida.

—Voy a explotar— chillo dejando caer la cabeza hacia atrás, por lo veo la recámara al revés. Desde este ángulo, me doy cuenta que el libro que está leyendo Cat es más gordo de lo que lo imaginé.

—No te des por vencida tan pronto— Cat muerde una barra de chocolate.

—Me das— estiro mi brazo en su dirección.

—Eh, no— aleja el chocolate de mi alcance, viéndome con cara de "alejate de mi comida si no quieres morir".

—Que mala— ruedo los ojos.

—Ponte a estudiar.

—¿Ahora resulta que eres estudiosa?

Cat nunca ha sido una de esas personas que pasa horas estudiando, en cambio, hace lo contrario. Hace alguna clase de pacto con el demonio porque algunas ocasiones saca incluso una calificación más alta que la mía. Ella afirma que es porque cuando escucha la información la primera vez, su cerebro la resguarda muy bien. Lo creo posible

—Dije, ponte a estudiar— negando, muerde otro pesado de su chocolate.

—A la orden, señorita.

Modo mamá está fuera de su cueva. Mejor si le hago caso a todo lo que dice si no quiero que se ponga de mal humor.

—Escucha esto, "Empresario, Jayson Thomas, muy afectuoso en público con su joven novia".

Suelto los apuntes y corro a Cat.

Lo primero que me irrita de esto es la parte ''muy afectuoso en público'' y segundo ''con su JOVEN novia". La imagen que muestran la podría amar en otra circunstancia, pero ahora la detesto con todas mis fuerzas. Jayson me está dando un beso mientras me estruja un glúteo. Por lo que hay a los alrededores, es de cuándo salimos antier a trotar por la zona de la casa. Hicimos una competencia de carreras, si Jayson ganaba: me iba a besar, si yo ganaba: no lo iba a dejar besarme. Ya sabemos quién fue el ganador. Es solo que a Jayson se le ocurrió agarrarme el trasero pensando que solo estábamos nosotros dos. Claramente no es así.

—¿Por qué hacen esto?— parpadeo varias veces para evitar que las lágrimas se salgan de mis ojos. No quiero llorar de tristeza, más bien, quiero llorar de rabia porque siento que es una falta de respeto para mí y Jayson que compartan este tipo de cosas solo para alimentar a la ciudadanía de chismes y, a cambio, recibir buen dinero.

—Tranquila, son los chismes locales. No llegará a los oídos de tu papá.

Oh Dios, mi papá. ¿Qué tal si llega a ver esta fotografía? Seguro va a enfurecerse conmigo y me dirá que me tengo poco respeto por dejar que Jayson me toque de esa manera en las calles. O quizá quiera asesinar a Jayson por, primero, ser mi novio. Segundo, por la maldita fotografía.

—No es solo eso, Cat— me tiro al suelo y pongo mi cabeza en sus piernas—. Me tratan como una zorra cazafortunas. Estoy cansada de eso.

—Mi niña— cepilla mis cabellos rubios con sus dedos—, no mereces que te traten así. Por eso vamos a comprar todas las cajas de huevos que encontremos en el supermercado y se las iremos a reventar en su empresa, sus carros, incluso sus asquerosas caras.

Una pequeña sonrisa se me sale.

—Apoyo el plan, Cat.

.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

Cat se ha marchado hace una hora, por lo que me he quedado estudiando un poco más para reforzar la información que ya sé. Eso es hasta que me quedo dormida en el suelo.

Alguien retira las hojas de mi rostro.

—Que matada eres— Jayson se ríe.

—Hmm...

De pronto, siento como acomoda sus brazos en mi espalda y mis pantorrillas para recogerme del suelo y llevarme a la cama. Lo único que hago es deshacer la cama y meterme debajo de las sabanas. Tengo tanto sueño que prefiero dormir con esta misma ropa a tener que levantarme a cambiar.

—No puedes dormir así— siento su peso hundirse en el colchón.

—Sí puedo— respondo adormilada.

—Ven, voy a cambiarte— colocando sus brazos en mi espalda, me ayuda a sentarme para después sacar con cuidado la camisa que traigo puesta por arriba de mi cabeza. Después me quita el sujetador, el cual siento una liberación gratificante tras no estar apretada en esa zona de mi cuerpo.

—¿Qué horas son?

—Casi las doce— responde retirando despacio el pantalón de mis piernas y acomodándolo encima del resto del montón de ropa.

—¿Mucho trabajo, eh?

—Sí— suspira exhausto.

—Me imagino.

—¿Quieres que te ponga pijama o vas a dormir así?

—Parece que no conoces— me vuelvo a esconder entre las sábanas.

Se ha vuelto una costumbre solo dormir con bragas. Pues resulta que es más cómodo dormir así, que dormir con ropa holgada. Mi cuerpo se siente libre de tanta prenda estorbosa.

—Te conozco muy bien, mamacita— me cubre bien con las sábanas y me planta un beso en el hombro derecho.

¿A poco no es el hombre perfecto? Me cambia de ropa cuando estoy muy cansada. Me ayuda a estudiar. Me regala los orgasmos más ricos. Me da muchos besos. Me protege de los demás. Y me quiere de verdad.

—¿Dormirás aquí, cierto?

—Por supuesto. Solo me daré una ducha y vengo a dormir. Tú descansa.

Sonriendo, cierro los ojos y me acomodo mejor entre la amplia cama.

—Fuimos el centro de atención el día de hoy— bostezo.

—Lo sé— carraspea, indignado—. Ya me encargué de ello.

—Gracias.

—Duerme— escucho alejarse más.

No tardo mucho en volver a conciliar el sueño. Solo soy consciente cuando Jayson se adentra en la cama y me atrae a su cuerpo, cerrando sus brazos en mi cintura.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

—Dios, sentí que no iba a poder terminar el examen con tiempo— digo acariciando mi cien.

—Ya supéralo, ese es tu lema después de terminar cualquier examen— Cat mofa.

—Relájate Lea. De seguro te fue bien— Jackie palmea mis hombros.

—Estoy relajada. En fin, ¿qué les parece si vamos a comer?

—Por mi esta genial, mi bebé ya me exige comida— acaricia su redonda pancita.

—Yo no tengo un bebé y aún así mi estómago me exige comida— Jackie también se acaricia el estómago.

—Las puedo llevar a un lindo restaurante. La comida es deliciosa— me refiero al restaurante que me llevó Jayson hace poco.

—Mientras sea comida, está bien— dice Cat.

Las tres estamos por tomar rumbo al auto cuando escuchamos la voz de Jake.

—Oye, Lea, ¿podemos hablar?

Una semana y media fue lo que ha tardado en atreverse a dirigirme la palabra. Poniéndome desde su posición, lo entiendo, porque no es fácil enfrentar tus errores, menos cuando sabes que has dañado a la otra persona. Puede que sea por miedo o vergüenza. Al menos al fin tiene el valor para venir a enfrentar la situación.

—Claro— regreso mi rostro a las chicas—. Ahorita las veo.

Ambas asienten y me dejan a solas con Jake.

Él se limpia las manos en su pantalón, seguro porque están sudando. Por lo que parecen cinco minutos, se mantiene en silencio, tratando de encontrar las palabras adecuadas para comenzar con sus... ¿disculpas? Espero que ese sea el caso.

—Quería pedirte perdón por lo que sucedió en el antro.

—No te preocupes. De hecho, creo que debo pedirte disculpas también. No imaginé que Jayson reaccionaría así.

Es cierto lo que digo. Por más que quisiera que me pidiera disculpas, también siento la obligación de hacerlo en nombre de Jayson. Soy consciente de que mi novio no debió reaccionar de tal manera, porque los golpes jamás van a resolver las diferencias ni inquietudes de los seres humanos.

—Lo merecía, no debí meterme en lo que no me importa.

—Sí...— juego con mis dedos. No sé qué más decir.

—Espero que seas muy feliz con él— agrega, rompiendo el silencio incómodo.

—Gracias— intento sonreír. Sin embargo, sale una mueca—. Yo espero que puedas encontrar una mujer que te corresponda de la manera en que yo no pude.

Jake separa los labios para decir una cosa más, pero al final los vuelve a sellar.

—Debo irme— señala con su dedo hacia al frente.

—Yo también. Nos vemos.

Cada quien se va por rumbos opuestos.

Al salir de las grandes instalaciones, mis planes de ir con las chicas a comer cambian al ver a Jayson recargando en su auto, sonriendo de lado.

Camino en su dirección.

—Hola.

—Hola, mamacita— besa mis labios.

—Eh, yo tenía planes con las chicas, ¿te molestaría si voy con ellas?

—No, está bien.

—Entonces te veo más tarde— sonrío.

—Sale, mamacita. Cuídate— toma mi mentón y me da un beso de despedida.

Sonriendo ilusionada, me alejo al carro de Jackie, ya que será nuestro taxi por el día de hoy. Más bien, lo es casi siempre, pues es la única de las tres que tiene carro.

—Ya sentía que nunca ibas a llegar— brama Jackie al ver que me subo.

—No es para tanto— ruedo los ojos a pesar de que no me puede ver— Anda, vámonos.

—¿No les parece si mejor vamos a mi casa? La verdad solo quiero estar encerrada— Jackie mira a Cat y después el retrovisor para mirarme a mí.

—¡Oye sí! Podemos ver una película de amor— agrega Cat.

—Entonces a tu casa será— sonrío.

Jackie conduce a su casa.

La casa de los Morris es igual de grande que la del resto de mis amigos, lo que cambia de cada una es el diseño y la distribución. Entre mis casas preferidas, la de Jackie es una de ellas. Parece un castillo, y cada vez que vengo, es como venir a jugar a las princesas con las chicas.

La recámara de Jackie es de princesa. Si le tuviera que dar un nombre, sería ''La princesa de los corazones oscuros'' porque en cada rincón reina el negro. Dicen que el negro hace las cosas verse pequeñas, creo que no aplica para mi amiga, debido a que su recámara se ve igual de amplia a pesar del opaco color.

Cat y yo retiramos nuestros tenis y nos tiramos a la cama de Jackie.

—Estaba pensando en ver "A dos metros de ti"— Jackie se acomoda de panza y comienza a ver las opciones de películas.

—¡Sí esa!— exclamo.

Esa película es perfecta para hacerme llorar. No puedo imaginar tener una relación de amor tan sana que termine con la muerte de uno. Stella es una mujer fuerte. Yo no creo que pueda soportar perder a Jayson para siempre. He aprendido a quererlo tanto que me cuesta trabajo visualizar una imagen de nosotros estando separados.

Habría menos corazones rotos si los romances duran eternamente. Pero, es imposible ir contra la muerte.

—Esa veremos— Jackie le pulsa play al control remoto.

—Solo les recuerdo que mis hormonas están en sus peores momentos, así que yo no voy a tener la culpa de llevar esta cama de lágrimas.

—Tú llora, Cat— acaricio su espalda en modo de consuelo.

—A mi bebé le gusta ver a mamá echa un lío de emociones— dice Cat acariciando su vientre.

—Su tía Jackie ya lo adora— Jackie se acomoda en una posición que le permite darle un beso a la barriga de Cat.

—Chicas, no quiero ser mala pero ya empezó la película.

—¡Ahora resulta que desprecias a mi hijo!— oh no, aquí vamos con sus chantajes.

—Ya suéltalo, ¿qué quieres?

—¡Yo no quiero nada!

—Dilo Cat.

—Está bien— se cruza de brazos—. Quiero un tarro de nieve.

—Más tarde te lo compro— digo.

—No, lo quiero ahorita.

—Cat... ¡Acaba de empezar mi película favorita!

—No me importa, quiero mi nieve— alza la trompa.

—En la cocina hay nieve. Solo pídeselo a una de las chicas— menciona Jackie.

—Ya vuelvo— rodando los ojos, me levanto de la cama y camino a la puerta—. Póngale pausa a la película— señalo con mi dedo.

—Sí, ándale, ve por mi nieve.

Le doy una mirada de enfado a Cat antes de salir dispara a la cocina a pedir un tarro de nieve. Las señoras encargadas de la cocina me entregan tres cucharas y un tarro de vainilla. Nada más que no me salga con que ese sabor no le gusta, porque soy capaz de vaciarle la nieve encima.

Agradezco por su amabilidad y vuelve a correr de regreso a la recámara. Casi les tiro el tarro en la cara a las dos tras ver que no me han hecho caso con ponerle pausa a la película para que no me pierda nada.

—Malditas— ¡lo sabía!

—El control se descompuso— Cat se defiende.

—Pues la nieve también— dejo el tarro de nieve en el piso, a un lado de la puerta.

—Ey, no seas mala, trae la nieve— pide Jackie.

—Vayan por ella, par de gordas— me acuesto en la cama.

—Eres una mala amiga— Cat me tira la mirada de ''¿cómo le puedes hacer esto a una mujer embarazada?''.

—Pues ustedes también. No se dignaron en ponerle pausa a la película.

—Eres grosera— finge querer derramar algunas lágrimas.

—Cat, juro que el día que esté embarazada, te haré sufrir como tú lo haces conmigo.

—Ese día nunca llegará.

—¿Y por qué no?

—Porque yo digo.

—Que chistosa eres— río.

—Chicas, mejor veamos la película— suspira Jackie.

—Tienes razón. Cállate la boca, Cat— ella me da un golpe en la cabeza— Auch.

—Nunca le digas cosas ofensivas a una mujer embarazada.

—Todo lo relacionas con tu embarazo.

—No es cierto— Jackie y yo la fulminamos con la mirada—. Está bien, solo un poco.

El resto de la tarde la paso llorando con mis amigas, pues, después de terminar de ver ''A dos metros de ti'' se nos ha ocurrido poner "Marly y yo''. Las sábanas quedaron empapadas de lágrimas.

Cuando logramos recuperar la sanidad, Jackie nos hace el favor de llevarnos a cada una de regreso a casa, por lo que ahora me encuentro subiendo las escaleras. Estoy por irme a la recámara cuando me doy cuenta que el cuarto de "Expresa tus sentimientos" tiene sus luces encendidas.

Me acerco a la puerta y abro la puerta sin siquiera tocar.

Mi mandíbula cae al suelo. Incluso, por inercia, cierro la puerta, quedándome cómo zopenca viendo la madera.

¡No puede ser!

———————
Nuevo capítulo 😳

AAAAAAA ¿QUÉ CREEN QUE SEA LO QUE ASUSTÓ A LEA?

¡Me leo todos sus comentarios eh!

No olviden votar, comentar y compartir. Nos vemos el próximo lunes sin falta🤍

Continue Reading

You'll Also Like

4.9K 396 31
Mis padres adoptivos me encontraron en la puerta de la gran mansión Montenegro. hola soy Kaela Montenegro, cómo les decía mis padres desde ese mom...
22.5K 2.2K 24
HISTORIA COMPLETA Luego de un encuentro accidental y tormentoso en un vuelo a Ámsterdam, Chase y Kat se verán obligados a pasar tiempo juntos... y a...
790K 40.3K 35
Melody Roberts es una chica muy sencilla, no es muy sociable y solo tiene una mejor amiga. Vive sola en un pequeño departamento, el cual debe de paga...
976K 26.4K 31
Cuando las personas que más amas, te rompen, es difícil volver a unir esos pedazos. Victoria Brown, creía que cuando amas, la brecha para perderte a...