¡Ey! Es Un Amor Entre Nosotro...

By Niky_pollo

415K 28.5K 9.3K

Jayson Thomas, un hombre reconocido en el Reino Unido, queda encantado con una chica de cabellos rubios despu... More

Personajes
Bienvenido
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25 "El pasado"
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Epílogo

Capítulo 30

9.1K 545 198
By Niky_pollo

All too well - Taylor Swift.

Atención: este capítulo contiene escenas extras +18. Para poder leerlas, debes ir al apartado exclusivo titulado "Extras Trilogía Amor Tentador".

Me remuevo despacio entre las sabanas e intento alejar el pesado brazo de Jayson con mi mano, pero, en cambio, consigo que me apriete más a su cuerpo. 

—Es domingo, duerme— carraspea, adormilado.

—Ocupo visitar a Cat.

—Ella está bien.

—Nadie me lo asegura. 

—Un rato más y te dejo ir.

Los vellos de mi cuello se emocionan tras Jayson rozar su nariz con lentitud en esa zona. Lo hace como queriendo memorizar mi aroma. Luego siento cada vello de mi cuerpo emocionarse al percibir el roce de sus dedos escabullirse por debajo del vestido de seda —que cambié ayer en la madrugada, por cierto— hasta trazar el contorno de mi ombligo y ajustar su brazo en mi cintura.

Una sensación de deseo se instala en mis venas y, esta vez, no tengo miedo por sentirme de tal manera. Jayson despierta muchas sensaciones en mi cuerpo, de las cuales él solo sabe saciar con su mismo cuerpo. Aún recuerdo cuando mi mamá me dio "La platica" y me advirtió que una vez probara el placer, ya no iba a poder detenerme. Entre ella y yo hay ese vínculo de platicar cualquier cosa sin sentir pena, es por ello que somos muy mejores amigas. Eso sí, me morí de sonrojo y risa cuando dijo: "Así me pasó con tu papá. El muy maldito me decía que me veía en un motel a tal hora y como la cachonda que era, ahí estaba yo. Rogándole a Rogar —su chofer— que no dijera nada a mis papás sobre mi secreta relación con tu padre.

Puede que, sabiendo que el romance de mis papás también empezó siendo un secreto entre ellos, me haya impulsado a admitir lo mucho que quería estar con él. Con Jayson Tomate. Digamos que se repite la misma historia, pero más futurista y moderna.

—Está bien— giro sobre la cama para verlo al rostro.

—Te ves hermosa, ¿sabías eso?— sonríe.

—No mientas, me veo horrible recién levantada.

—No miento. Realmente te ves hermosa.

Doy por alto su falso testimonio de que me veo hermosa y mejor giro en dirección al lado de mi buro para buscar la margarita que deja encima de mi buro todas las mañanas. Espero que, no porque ahora hemos profesado nuestros verdaderos sentimientos, ya no a dejar la flor que me anima a abrir los ojos cada mañana. 

La busco, la busco y la busco, ignorando que Jayson se levanta de la cama y va a quien sabe donde, y me enojo, sí, me enojo al no verla por ningún lado. No voy aceptar que se olvide de sus acciones bonitas justo ahora que iniciamos nuestra relación.

—¿Buscas esto?— su peso se hunde en el colchón. Se aproxima lo más que puede a mí y deposita un beso en mi hombro.

BUSCO LA MUGROSA MARGA...

—¿Qué co...— mi mal humor se evapora en un dos por tres al verlo sostener entre sus dedos la margarita que tanto quería encontrar para poder olerla y juntarla con las demás en el jarrón de vidrio.

Así te quería agarrar, estúpida.

Ignoro mi conciencia porque mi única prioridad es tirarme encima de Jayson y alcanzar mi flor. Él prontamente coloca sus manos en mi espalda baja para impulsarme más hacia el centro de su pantalón y mirarme con tanta adoración, pues le estoy sonriendo como un cachorro al que le acaban de regalar un juguete nuevo.

—Me encanta. Gracias— me muerdo el labio inferior, reprimiendo las ganas de besarlo.

—De nada, mamacita— intenta darme un beso, pero tapo sus labios con la palma de mi mano para que no lo haga.

Su frente se arruga, poco a poco consumiéndose de enfado por prohibirle besarme.

—Nos acabamos de levantar.

Alcanza mi muñeca para destapar su boca y poder decir:

—Y eso qué.

—Tenemos mal aliento.

—Eso no es una molestia para mí— se acerca de nuevo, pero me aparto levantándome de la cama.

Voy al baño y me lavo los dientes, al igual que mi rostro para quitar el exceso de grasa. Ambas cosas las hago a velocidad. Entre menos tiempo me tarde, más tiempo tengo para comerme la boca de ese britanico. Ni el chocolate sabe mejor que esos labios.

Muy traviesa te estas comportando hoy, Cleopatra.

Siempre lo he sido, solo que ahora estoy mostrando mis verdaderas alas.

Jayson entra al baño y, en lugar de lavarse los dientes, se pega a mí como chicle.

—Ya te puedo besar— susurra en mi oído.

—¿Ya te lavaste los dientes?— desde el espejo veo como niega—. Entonces no.

—Será un beso pequeño.

—Nop— me dirijo a la salida del baño.

—Carajo, está bien.

Le tiro un beso antes de salir, corriendo a mi cama para alcanzar mi celular que no deja de vibrar con nuevas notificaciones.

Mierda, es de mi padre.

"¿Cuándo piensas marcarme?"  - Papá.

"Hola papi, ¿cómo estás?" - Lea.

No contesta. De pronto, mi pantalla brilla con una imagen de él y yo abrazados en una de las Gran Prix que ganó su equipo. No duro ni un minuto en contestar. Luego no quiero levantar sospechas de que algo fuera de inusual está ocurriendo en mi vida.

—Ya no te acuerdas que tienes un padre.

—Perdón. ¿Cómo están?

—Extrañándote.

—Eso les pasa por mandarme a otro país.

—Es por tu bien, Lea.

—Ajá, seguro.

—¿Cómo te has comportado? Espero que no le estés dando problemas al señor Thomas.

Uy padre mío, si supieras.

—Bien. Él vive su vida y yo la mía.

—Eso espero. No quiero recibir ni una sola queja por su parte.

Estoy segurísima que no vas a recibir ni una sola queja. Digo, no mientras estemos envueltos en este perfecto amorío.

—Ya estoy de vuelta, mamacita— Jayson me jala de la caderas, invitándome a sentarme en sus piernas como hace varios minutos atrás.

Nerviosa, me giro y tapo su boca con mi mano. Otra vez vuelve a arrugar sus cejas. Ahora tendrá que aguantarse porque si no, el inicio de lo nuestro, se va a ir al barranco si mi papá llega a descubrirlo. 

—¿Quién es ese hombre?— cuestiona mi papá, molesto.

—Es el novio de Cat. Vino a visitarla.

—¿Qué haces en la casa de Catalina a estas horas?

—Tuvimos una pijamada— Jayson achina sus ojos. Después comprendo que está riéndose de la situación.

Alejo el celular de mi oído y cubro el micrófono contra mi pecho.

—No hagas ruido.

Sin protestar, asiente.

Por ser tan obediente, destapo sus labios y le doy pico rápido. Luego regreso el celular a mi oído, que no deja de escucharse una voz de protesta a lo lejos.

—¿Lea?

—¿Eh? Perdón.

—¿Por qué estás actuando raro?

—¿Yo?

—Sí, Lea, tú.

—No estoy actuando raro, es solo que me acabo de levantar y me agarraste modorra.

—Hmm, está bien. Tengo que colgar. Cuídate mucho, Lea.

—Sí, papi. Te quiero.

—Y yo a ti princesa. Adiós— corta la llamada.

Un exasperante suspiro se resbala de los labios. Esto de ocultarle a mi papá que tengo algo con Jayson, es atemorizante ya que sé que es capaz de viajar a Londres para llevarme de la mano de regreso a Vancouver. Puedo resistirme y decirle que no, pero sé que las consecuencias de mis decisiones van a ser contraproducentes. Mi papá tiene el don de siempre hacer y moldear las cosas a su manera, y esta relación que tenemos Jayson y yo, va a mover cielo, mar y tierra para acabarlo mal.

—Casi nos cacha mi papá— musito, dejando el celular en el buro y girando a Jayson.

—Pronto sabrá lo nuestro así que no importa.

Importa muchísimo, Jayson.

—Ven aquí— estampa sus labios en los míos, dejando en el olvido la llamada que me ha revuelto el estómago—. Desde ayer dejamos algo pendiente.

—¿Ah sí? ¿Qué era?

Hablamos al mismo tiempo que nos damos castos besos.

—Arrancarte la ropa y memorizar cada parte de tu cuerpo con mis labios— ronronea, acariciando mis muslos.

—Hmmm, será mejor que empecemos— lo empujo hacia abajo y me impulso un poco más hacia arriba para alcanzar sus labios.

—Me encanta esta fase de Lea traviesa— sus manos se cierran en mi trasero, estrujándolo con deseo.

—Menos hablar y más actividad, señor Tomate.

—Sí, patrona.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Termino de vestirme con la ropa seleccionada para usar en este particular día nublado. Voy a visitar a Cat, puesto que, con la noticia de que será madre pronto, la tiene un poco aturdida. Con mi compañía la ayudará a disminuir su estrés. De lo poco que hemos hablado, Damián y ella se están preparando para enfrentar los retos juntos, pero aún temen por la reacción de sus padres.

—¿Te sientes bien?— Jayson termina de ponerse una remera negra.

—Sí, ¿por?

—Estás muy callada. ¿Acaso fui brusco?

—No, para nada.

—¿Segura?

Me planto delante de él, poniendo mis manos en su pecho.

—Sí— le doy un beso.

—¿Gustas que te lleve con tu amiga?

—Si no es mucha molestia, sí.

—No es una molestia. Te puedo dejar en la casa de tu amiga y después irme a la casa de mi padre.

—Me parece un buen plan.

Agarrados de las manos, salimos de mi habitación hacia la sala del comedor para desayunar antes de  irnos. No me sorprende que para cuando atravesamos el umbral, ya nos espera Romina para traer el desayuno.

Nuestra relación no va a ser privada entre los empleados de Jayson, así que me río cuando Romina abre sus ojos impactada de ver como Jayson me roba un beso. Ella nos bendice con que vamos a ser una pareja muy feliz. Que fácil sería si todo el mundo nos diera la bendición, y no prejuicios por múltiples factores que no se ocupan mencionar más.

Al salir de la mansión, James y Parish están parados afuera de una de las camionetas negras y el auto que Jayson conducirá el día de hoy. El Mclaren es el afortunado.

No hace mucho que acaba de salir del taller mecánico. Si lo ves, parece que no ha sido chocado. No tiene ningún rasguño, ni ninguna parte sambutida. El mecánico ha hecho un maravilloso trabajo con la reparación.

El señor que me chocó por supuesto no se hizo responsable, es más, quería que nosotros le arregláramos los pequeños detalles que tenía su carro. Mala suerte la suya, porque Jayson no es tan generoso como para concederle una completa reparación a un hombre sin modales.

Durante el camino a la casa de la tía Greta, me quedo pensando en Jayson y yo. Sé que he mencionado que estamos en una relación, pero ¿qué tipo de relación exactamente? No quiero que seamos coge-compañeros, así como lo eran Regina y él. Debemos de ser algo como... novios. Eso me gustaría bastante, solo que no estoy segura si Jayson quiere lo mismo.

—¿Qué somos?— me atrevo a preguntar. Prefiero aclarar las cosas, a morir sin saber la verdad.

—¿Te refieres entre nosotros?

—Ajá— le dirijo la mirada.

—Novios.

¿En qué momento me ha pedido ser su novia?

Limosnera y con garrotes. No se puede contigo, Lea Morgan.

Nadie te habló, conciencia.

—¿Perdón?— respondo riendo.

—No es gracioso. Somos novios.

—¿Cuándo sucedió eso, que me lo perdí todo?

—Bueno, desde el momento en que empezamos a darnos besos, dormir juntos...

—Oye, oye, eso no quiere decir que somos novios— lo interrumpo.

—¿No quieres serlo?— se detiene en un semáforo rojo y posa su vista en mí.

—¿Esa es tu forma de pedirme ser tu novia?— él asiente. No, no lo puedo aceptar, es poco romántico para su gusto—. Entonces no. Es muy aburrida tu manera. Necesitas impresionarme tomatito si quieres que seamos novios.

Se echa a reír.

—Vale— avanza de nuevo.

—¿Vale? ¿Solo eso?

—Pues sí— se encoge de hombros.

—Wow— me cruzo de brazos, molesta.

Eso te pasa por ser exigente.

Quiero enfurecerme, porque soy una romántica empedernida y no quiero tener una aburrida historia para contar de cómo es que Jayson me pidió su novia. Sin embargo, me reprimo. No puedo pedir mucho, porque ¡ey! No existen los romances perfectos como los que veo en la televisión. Culpo a los guionistas y productores por elevar mis estándares por los cielos. También culpo a los autores por crear a personajes condenadamente perfectos e insuperables.

Estoy de acuerdo. Yo culpo a la autora de tu libro por crearlos tan perfectos.

¿Eh?

Ay, nada jejeje.

Dejo de prestarle atención a mi conciencia tras ver que Jayson se detiene a un lado de varias tiendas. Una de ellas es un café, con muchas plantas y luces —los cuales no están encendidas. Seguro de noche se ve espectacular—, a su lado derecho está una tienda de flores y regalos y a su lado izquierdo se encuentra una tienda de dulces, pintado de puros colores pasteles. Arriba de las tiendas tienditas, hay una estética canina.

En esta zona hay sitios que me gustaría visitar. No tengo un perro, pero podría adoptar uno por un día solo para llevarlo a la estética.

—Pensé que me ibas a llevar con Cat— dejo de mirar a través de la ventana para mirar a Jayson.

—Sí, pero antes de eso, vamos a hacer algo. Anda bájate— sale del auto y yo lo emito, confundida—. Aquí espérame.

—Okay— recargo mi espalda contra la puerta del pasajero del McLaren.

Jayson, me tira un beso, se aleja a la tienda de flores y regalos. Supongo que le va a comprar un regalo a su padre.

Giro mi rostro hacia atrás y saludo a Parish y James, quienes me regresan el gesto.

Alrededor de cinco minutos después sale Jayson con un ramo de flores y un oso de peluche en sus manos.

—¿Y eso?— me despego del auto.

—Esto— se planta delante de mí—. Es para ti— me extiende las flores y el oso de peluche.

Una sonrisa radiante se formula en mis labios. Chicas, lamento decirles, pero me he sacado la lotería con este hombre.

—Gracias— aprieto ambas cosas contra mi pecho, entusiasmada. No recuerdo cuándo fue la última vez que me regalaron un detalle tan hermoso como este.

—¿Quieres ser mi novia?

Bueno, todo lo que dije hace cinco minutos atrás, me lo trago de regreso. ¡ME PIDIÓ SER SU NOVIA SÚPER HÍPER MEGA ROMÁNTICO!

—¡SÍ!

Jayson se apodera de mi cintura y me besa. Por mi parte, cierro mis brazos en su cuello, apachurrándolo, sin soltar el ramo de flores y el oso de peluche.

Nunca habían hecho tan lindo gesto para mí. Mi ex novio siempre fue cerrado, es por ello que términos. Solo era su juguete para presumir a sus amigos y no era recíproca la relación. Con Jayson pienso que nuestra relación va a ser balanceada, dado a que es un hombre ya maduro. Quien pueda comportarse de manera infantil, seré yo, igual haré mi mayor esfuerzo para evitar que nuestra relación se derrumbe por culpa de la diferencia de edad.

Después darle mil besos como medio de agradecimiento, retomamos el camino rumbo a la casa de la tía Greta. En un abrir y cerrar de ojos, estoy caminando a la habitación de Cat, con una sonrisa boba plasmada en mis labios. No puedo dejar de sonreír.

—Pareces mujer enamorada— dice Cat al verme entrar por la puerta. No me sorprende encontrarla envuelta como un churro entre las sábanas, mientras ve la televisión sin muchas ganas.

—Te cuento que esta chica de aquí, tiene novio— me señalo a mí misma.

—Y esta chica de aquí ya le dijo a sus padres del embarazo— se señala.

La sonrisa de mi rostro cambia por una de preocupación. No hay de dos: o las cosas salieron bien, o las cosas salieron terriblemente mal.

A sacadas grandes, me siento a un lado de Cat y abrazo una de las almohadas.

—¿Qué te dijeron?

—Mi papá no lo tomó tan mal como mi mamá— suspira.

—Pensé que sería al revés.

—Yo también— empuja su cuerpo hacia arriba, hasta formar un triángulo con sus piernas. Después recarga su barbilla en sus rodillas—. Mi madre no quiere hablar conmigo.

—Dale tiempo, después se le pasará.

—Eso espero.

—¿Qué hay de Damián?

—Él todavía no le dice a sus papás. Dice que él sabe que ellos no lo tomarán para nada bien.

—Como amiga, me corresponde ayudarte, así que voy a conseguir un empleo.

—No hay necesidad, Damián trabaja para la empresa de su padre, con eso nos podemos mantener.

—¿Estás diciendo que dejarás de vivir con tu tía Greta?— juego con los cabellos sueltos de Cat.

—Sí. Damián y yo conseguiremos un departamento cerca de la universidad.

—Menos mal no vas a dejar la universidad.

—Ya lo sé. Bueno, hasta ahora no. No sé si mi padre me va a dejar de pagar la universidad. Si eso sucede, no hay ninguna forma de pagarla yo misma. Es muy cara.

—Lo sé. Igual, yo conozco a tu papá, él no hará eso.

—Si deja de pagar mi universidad, no importa. Seguiré adelante y tendré mi bebé junto a Damián— cierra sus brazos en su estómago, queriendo sentirse más cerca a su bebé, supongo—. Esto es el inicio de una nueva vida como futura madre.

—Nuestro futuro como madres. Yo estaré contigo Cat, ese bebé será muy consentida por su tía Lea.

—Gracias Lea, no sé qué sería de mí sin tu presencia.

—Ni yo lo sé.

Los dos reímos y nos abrazamos.

Vamos a salir adelante todos juntos.

——————
Nuevo capítulo🤍

Quizá escriba la escena spicy jijiji, nada más que hoy no tengo tiempo aaaaaah. Ya les aviso en unos días😝

No olviden votar, comentar y compartir

Continue Reading

You'll Also Like

1M 91K 44
Emma Brown es una chica que desde niña supo que todos los hombres eran iguales. Cuando creció se permitió salir con ellos pero dejando los sentimient...
87.2K 11.4K 51
━ ❝¿Ves esa caja en sus manos? Significa: ¡Que es una emergencia!❞ Choi Yeonjun ¡Jamás! Ha dado algún indicio de que le guste alguien, el chico es at...
5K 388 8
Lilith con tan solo 16 años fue vendida por su madre a un prostíbulo pasando la gran mayoría de su vida aguantando faltas de respeto hacia ella solo...
5.9K 447 5
Elena, hija de un legendario entrenador de baloncesto en el pequeño pueblo de Howe, se enamora a los 15 años de Mateo, un joven que entrena con su pa...