-No viniste solo...-La voz de Isaacs resonó por el lugar.
Aun cuando no había luces, podía ver levemente mi entorno.
La mejora de mi sentidos resultó mejor de lo que esperaba.
-Por favor, lo dices como si esta no fuera una trampa.-Él no esta aquí.
Pero... hay un hedor a sangre bastante grotesco en este lugar.
-Asi que haremos esto en un 1 vs 1 o prefieres jugar a ser el jefe final de esto.-Sonreia a la cámara que noté en la pared.
No recibí respuesta pero algunas luces se encendieron y tres de las cuatro compuertas se cerraron.
-Juguemos un poco entonces.-Regresé mi mirada a mi equipo y todos me miraban fijamente.
-Escuchen, él nos está mirando y escuchando así que les recomiendo no hablar de nuestros planes. En caso de separarnos no tomes medidas precipitadas y esta claro que hay algo grande allí... Si lo ven, huyan.-Dije mirando a Carlos.
Espero no muera, tengo planes para el.
Saqué mi celular y envié un mensaje.
Me sorprendí por la foto que recibí.
*Glup*
Más fotos llegaron y me di cuenta que de que no traje suficientes balas.
-Supongo que no habrá tiempo para jugar, al parecer este lugar edta mas protrgido de lo que esperaba, inicienmos el Plan B y prepárense, esto se va a poner feo.-En ese momento todos sacaron sus máscaras.
Máscaras con respiradores, les permitirían estar aquí ahora que trataré de hacer algo peligroso.
Extendí mi brazo y un corazón de color blanco se formó, poco a poco aparecieron venas, arterias, músculos, huesos y piel, aunque me he acostumbrado un poco sigo considerando sorprendente qué lo último en generarse sea la sangre dándole color a su piel pálida.
*Thump*
Su corazón latió y un Clon nació.
-Inicia un brote y deja que te devoren-Todos me miraban sorprendidos, incluso mi clon.
-O-Oye, sé que apenas existo pero no crees que eso es pasart-Pensar qué incluso dudarían...
-Te lo ordeno.-Su cuerpo se puso tenso y suspiró.
Sentí varias miradas recaer sobre mi, algunas con miedo y otras con sorpresa.
-No me miren así, sigo siendo yo quien se sacrifica.-Rain fue la única sonreía de oreja a oreja.
Esa es mi chica.
Era momento de separarnos, Rain iría con Nicholai pues Carlos se negaba rotundamente a ir con ella así que él fue con Alice y en cuanto a mi...
Bueno, era hora de demostrar porque mi virus era proveniente de una entidad superior.
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-Creí que una vez estabilizaron el Virus-T+G dejaron de usar mis clones...-La mirada de su compañera se clavó en su espalda mientras analizaba las cámaras.
-Fue idea de tu padre.-Dijo sin analizarlo demasiado.
A pesar de que esta Alice era la original, le lavó el cerebro y la convirtió en su mujer ideal.
Joven por siempre, con poderes psíquicos y completamente leal a sus órdenes.
Y pensar que dijo qué nunca se casaría...
Sabía que lo que sentía por ella no era amor, nunca lo había sentido después de todo.
Aun así, era agradable que alguien se pusiera a tu lado cuando planeas ir contra toda la humanidad.
En realidad el lavado de cerebro fue simple, se introducen ideas y pensamientos mediante una interfaz neuronal qué es un pequeño implante en la columna y envías datos qué te permiten crear o modificar recuerdos y para terminar solo revisa que su cerebro no se haya freido por el procedimiento.
No muchos sobrevivian pues esta tecnología aun no estaba perfeccionada, pero la mujer con habilidades de regeneración podía soportarlo.
-¿Cómo planeas lidiar con esos irregulares? Cerberus no será suficiente si lucha con los tres a la vez.-Para eso estas tú aquí...
Pero no podía decirle eso.
Bueno, podía pero no quería tener que explicarse.
-Tengo algunos planes, el problema es que hicieron lo contrario de lo que esperaba.-Al parecer no planean mantenerse juntos.
Detonaron granadas de humo y las puertas bloqueadas se abrieron a la fuerza.
Podía seguirlos por las cámaras de lugar, aun así su mirada no abandonó al joven que caminaba tranquilamente hacia la réplica de la ciudad de Tokyo.
Confían en sus habilidades individuales, eso significa que tienen una o dos cartas bajo la manga.
Pero había algo extraño en el irregular...
Su mirada confiada cambio por una de resignación y cansancio.
Inició la demostración y muchos clones se liberaron en la ciudad.
Puede liberar a los clones Infectados y a varias armas biológicas en distintos puntos de la ciudad así que son útiles para emboscadas.
Revisó a los otros dos equipo, uno se encontraba en una imitación de Moscú y el otro equipo se dirigía hacia la réplica de Racoon City.
No entendía porque eligieron rodearlo pese a que él era quien tenía las armas biológicas...
No le importó y liberó a su ejército.
Un total de tres mil clones, trescientos Infectados comunes, treinta Lyckers, quince Tyrants modelo T-103, tres Lycker gigantes y Cerberus.
El suelo a sus pies tembló levemente cuando envío una orden de espera a Cerberus.
Al menos el triple de grande que el licker gigante, habilidades curativas, tres cabezas y seis lenguas con garras qué poseía un blindaje natural.
Era lamentable que su aspecto grotesco sea similar al de un Licker pero al parecer el Virus-G compartía esta característica con el Virus-T.
Lo más sorprendente es que este enorme monstruo fue un humano...
No solo eso, fue un hombre considerado un genio cin quien él había trabajado en el pasado.
Si aun existía algo de él en esa bestia, probablemente no quisiera seguir sus órdenes...
Pero debía agradecerle, no había criatura en la Tierra que sea más poderosa y probablemente vivirá milenios antes de empezar a envejecer.
-¿Cerberus esta ansioso eh?-Tal vez sea porque ya no eran humanos en sí, pero su perspectiva de las cosas había cambiado.
Al menos así fue para Alice quien le da poca importancia a las vidas humanas.
En cuanto a él, tal vez se volvió un poco menos cuidadoso.
Pero ya no había a lo que temer, sus habilidades eran poderosas y tenia una aliada qué cambiaría el panorama de todo.
Mirando los monitores ahora con una sonrisa y el ánimo al tope los, Infectados salieron de sus celdas de contención.
Vio como los zombis corrían hacia las personas y cuando do su mirada regresó hacia el irregular se sorprendió.
De repente una gran niebla roja se extendió por los alrededores.
Los clones comenzaron convulsionar y a tirarse al suelo, aquella niebla se extendía rápidamente por los alrededores y parecía ser muy densa pues ahora no veía donde se encontraba sue enemigo.
Cambió la cámara a una en el sur, allí vio algo que sacó sudor de su frente.
Habia varios...¿Infectados?
Se suponía que apenas y los liberó.
Pero estos eran diferentes, tenían un brillo anaranjado y su fuerza era tal qué al correr e impactar con un auto, este era enviado hacia atrás c9n varias abolladuras.
El primero salió de la niebla y su cuerpo se tensó al instante.
Ya recordó de donde le eran familiares los poderes de su enemigo.
Para su incredulidad estos cargaron contra los clones aún sanos y empezaron a atacarlos.
Los mordían y rasguñaban, pero evitaban matar.
Pronto estos números aumentaron.
Una hora completa de zombis cargaba contra la otra.
Al menos aún tenía la ventaja por las armas biológicas.
Su mente era brillante y pronto entendió que lo que se encontraba en el aire era un virus con una funcionalidad similar a la del Virus-T.
Sudor frío recorrió por su frente, nada le asegura que este Virus sea como el suyo.
Pero ya era tarde, los Licker empezarona a caer y a diferencia de los otros zombis, estos mataron y... evolucionaron.
-¡Reina Roja, inicia un protocolo de cierre y que cualquier arma biológica se aleje de esa horda!-No recibió una respuesta pero las puestas fueron bloqueadas.
Las hordas se enfrentaron en la mitad pero a diferencia de a los clones estos nuevos Infectados masacraron a los zombis comunes.
Los únicos que aun mostraban signos de resistencia eran los Tyrants, Lickers y el Lycker gigante que los eliminaba como moscas.
Pero había un problema.
*Boooom*
John explotó la cabeza de uno de los Tyrant.
Los que no terminaron muriendo se volvieron en su contra.
Era obvio que esta batalla estaba perdida, los nuevos Tyrant mutados eran imparables.
Todo esto era para agotar a los invasores y analizar sus movimientos así como sus habilidades.
Pero...
El no se veía cansado.
Poco a poco sus zombis fueron masacrados dejando solo al Lycker gigante.
Los Infectados se avalanzaban sobre la bestia, como hormigas tratando de matar un saltamontes.
La cantidad venció sobre la calidad y finalmente el Licker gigante cayó.
Para su horror lo que sus ojos captaron después lo sorprendió más.
John enterró su mano en el cuerpo inerte del Licker y este comenzó a convulsionar con violencia, su cuerpo creció levemente y las heridas qué tenía se curaron con un brillo carmesí.
Allí se encontraba su enemigo, sobre la cabeza del licker gigante mutado con una masa que conectaba su cerebro expuesto con la mano de John.
Un temblor llegó cuando el Lycker gigante embestió la puerta y la derribó.
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