INFIERNO PERFECTO © ✓

By pvera01

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Ella el DIABLO. Ellos los DEMONIOS. Juntos el INFIERNO PERFECTO. ________________________________________ Hi... More

Antes de leer
Dedicatoria
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 17 - PRIMERA PARTE
Capítulo 18 - SEGUNDA PARTE
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37 - PRIMERA PARTE
Capítulo 38 - SEGUNDA PARTE
Capítulo 39 - TERCERA PARTE
Capítulo 40 - CUARTA PARTE
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46 - Final
Epílogo
Agradecimientos
Extra I
Extra II
Extra III

Capítulo 16

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By pvera01


CAPÍTULO 16

[Más problemas]

LILITH


La semana había pasado tan rápido que nisiquiera me dió tiempo para procesar todo lo que había hecho en todos eso días. Aunque la verdad no fue nada del otro mundo. Mi vida se está volviendo muy aburrida.

Prácticamente esos días había salido a buscar un trabajo pero todos los que me ofrecían eran bastantes aburridos y agotadores, por dios, ¿cómo la gente puede trabajar? no lo sé pero admiro esa gente enserio.

Y si, había conseguido un trabajo pero me corrieron el mismo día que empecé a trabajar, esque ya uno no se puede divertir en el trabajo porque van los jefes y te despiden, ¿porque los jefes son tan exigentes?

«Te encontró follandote a su hijo» me recuerda mi consciencia.

Oh cierto, lo había olvidado, era solo una simple follada, él que anda de entrometido en asuntos ajenos, y ni estuvo tan bueno eh, su hijo necesita aprender más de la vida, necesita algunas clases diría yo.

Y por esa razón me despidieron, pero que culpa, yo era la víctima, me río porque se que eso no es cierto.

«¿solo esa es la razón?»

Bueno, bueno, lo admito, la otra razón fue porque termine tirándole el café caliente a una señora que ya me tenía hasta la madre con sus pedidos, me enoje y mi paciencia se acabó.

No soy muy paciente.

Creo que no soy buena para trabajar.

Y por otro lado estaba que a Lis ya no le alcanza el dinero para las dos, él muy hijo de puta de Aamon no quiere subirle el sueldo si a un viviera con ellos lo convencería de alguna forma para que cediera a eso.

Pero hace una semana que no se de ellos, no he ido al bar simplemente porque no quiero verlos, no sé que sentimiento te ho en estos momentos.

¿Me extrañarán?

¿Pero que clases de preguntas son esas? Obvio que no lo hacen.

Estos días también me sirvieron para pensar en la respuesta que le daré al enmascarado, ese es su nuevo apodo hasta que sepa su nombre.

Había pensado con detalle las cosas y llegué a una conclusión de que aceptaría los términos que me solicitó con una condición, eso sería dinero, en mi situación lo único que necesito es algo de dinero para poder sobrevivir y pagarle todo lo que me ha ofrecido Lis, no me gusta quedar con deudas, aparte ella lo necesita.

Si acepta mi condición y me da el dinero lo utilizaré únicamente para salir de Fordel y irme a un lugar seguro donde pueda conseguir un mejor trabajo y no de mesera, así estaré bien, no me encontrarán y viviré feliz para siempre.

Deseemos para que eso pase y no hayan intervenciones en mis planes.

Me iría con Lis porque no pienso dejarla en un lugar donde puede estar en peligro por mi maldita culpa.

Y hablando de Lis ya no sé que hacer con ella, yo creo que anda en sus días porque tiene un humor insoportable, primero está triste, luego feliz, después se enoja con todo el mundo, hasta me amenazó con matarme, ¿que le pasa?

Una de las razones por la que ha estado triste es porque su ser amado—hablamos de Connor—se marcho hace unos días de Fordel y ni idea de cuando regresa.

Según ella no siente nada por él pero estoy completamente segura de que se gustan mutuamente pero no quieren aclarar sus sentimientos al otro, eso es estúpido, el amor es estúpido.

Enserio que me empalagan, tanto que Connor le llevo flores para despedirse de ella—obviamente el rico humillando al pobre, esas flores costaban casi un riñón—a Lis casi le da un infarto por ese detalle y yo solo rodé los ojos cuando los ví.

Eso fue todo lo que pasó en la semana, bueno, omití cuando hice todo un desastre el departamento de Lis cuando trate de cocinar, casi incendio el departamento pero todo resultó bien cuando Lis fue a ayudarme, claro, no podía faltar que ella me insulto hasta con palabras que nisiquiera sabía que existían pero lo hizo.

Tuve que limpiar todo ese puto desastre después y quería morirme por eso.

¿Ya les dije que soy muy mala para la cocina?

Necesito clases.

Pero en fin, ahora me encuentro en camino a la misma cafetería donde me citó el enmascarado, faltaba una hora pero quería estar puntual y ahora no tengo auto para llegar más rápido a dicho lugar.

Solo le daré las coordenadas exactas en dónde se encuentra mi padre pero antes de decirle eso le diré mis condiciones y listo todo saldrá bien, me iré de Fordel con Lis conseguiré un buen trabajo y todos felices.

Mejor me conseguiré un Sugar Daddy que me mantenga, nah mentira, la gente que pasa a mi lado creerá que estoy demente porque me río sola de las estupideces que se crea mi mente.

Nose cuánto tiempo llevaba caminando pero no veía la cafetería cerca y yo estaba que me moría del dolor de pies. El departamento de Lis está muy lejos de esa cafetería por lo que me resulta difícil en llegar.

Nose como ni porque cuando siento a alguien detrás de mí, detengo mi camino y arrugó mi entrecejo, ya no hay nadie en la calle y estoy sola.

Cuando quiero voltear a ver quién es la persona que me acecha siento una respiración en mi cuello, cálida y familiar por inercia no me muevo cuando siento el roce de sus dedos en mi brazo, roce que también lo siento familiar.

Y de pronto tengo un trozo de tela en mi nariz, la persona agarrándome de la cintura mientras yo me remuevó de sus brazos, siento un líquido el la tela mientras yo lo aspiro, quiero liberarme pero el agarre de la persona es más fuerte.

Y entonces, dejo de moverme, de luchar cuando siento mi cuerpo débil, mis ojos apunto de cerrarse el líquido haciendo efecto.

—Lo siento, Lil, tenía que hacerlo—susurro  pero no pude distinguir quién era cuando yo cerré los ojos.




Cuando abro los ojos lo único que veo es todo el lugar borroso, restrego mis ojos con mis dedos hasta que mi visión queda estable y observo todo el lugar.

Los muebles, la cama, las paredes, todo, un momento, yo conozco éste lugar.

¿Cómo había acabado aquí?

Oh si, lo recuerdo, alguien me trajo a la fuerza, prácticamente me secuestraron.

La puerta se abrió en ese instante encontrándome con una persona que conocía, me dedico una sonrisa y yo solo lo mire mal.

¿Cómo se le ocurre secuestrarme?

—Se que estás enojada pero era para una buena causa— me dijo mientras se acercaba a mí.

—¿Una buena causa? ¡me secuestraste!—recriminé

—Lo siento ¿si?—se disculpo.

—¿Porqué lo hiciste?

—No soporto no tenerte aquí, por eso lo hice—confesó—,¿qué me has hecho?

Su confesión produce algo indescifrable dentro de mí.

Me pongo de pie para encararlo.

—Me secuestraste, eso es un delito, ¿lo sabías?

—Yo encantado de cometer los delitos que sean necesarios con tal de tenerte.

De imprevisto el rubio se acerca más a mí y me llevo a la pared, mi espalda chocó con esta y Abel estampó sus labios contra los míos sin esperar.

Me besa tan apasionadamente, no es delicado ni tierno, es feroz y salvaje, puedo sentir la lujuria y el deseo que siente por mi con tan solo ese beso.

Golpeo mis labios contra los suyos. Su mano me rodea el cuello, su agarre es amenazante mientras su lengua golpea la mía. El beso es caliente, violento y se forma un dolor profundo entre mis piernas.

—¿Me deseas, Lil?—susurra cuando hemos terminado el beso.

—Si—le digo.

Una sonrisa de satisfacción aparece en su rostro antes de que su boca esté en mi cuello, arrastrando castos y suaves besos a lo largo de mi garganta. Cerrando los ojos, me quedo quieta, sin mover ni un músculo. Los besos cesan y se incorpora, pasando su dedo índice sobre mi labio inferior antes de deslizarlo dentro de mi boca. Cierro mis labios alrededor y lo acaricio con la lengua. Sus ojos se mueven, con una amenaza y una promesa que permanecen en sus oscuras profundidades. Chupo más fuerte y su mano libre me agarra, sus dedos atraviesan ásperamente los mechones de mi cabello. Me tira la cabeza hacia atrás y usa la punta de su lengua para trazar una línea sobre mi cuello. Sus dientes me pellizcan la mandíbula. Estoy jadeando, mi cuerpo temblando bajo su tacto.

—Te he deseado tanto—me susurra con voz ronca y excitada.

De repente, me carga hasta que su cuerpo cae en la orilla de la cama conmigo en su regazo hasta que estoy ahorcadas sobre él.

—Desnúdame— dice.

Sin pensarlo, intentando desabrochar los botones de la camisa que lleva puesta. Me observa. Su serenidad se contradice con mi impaciencia. Separo más mis piernas, permitiendo que la falda de mi vestido suba por encima de mis muslos, y no puedo evitar presionar en su contra. Su entrepierna se endurece y mi estómago se tensa de deseo. Le desgarro la camisa y deslizo mis manos sobre su pecho. La piel lisa y caliente hace que mis músculos estén aún más tensos. Es demasiado. Tan perfectamente masculino. Y lo deseo. Golpeo mis labios sobre los suyos.

Tiro de su cinturón, bajando sus pantalones antes de meter mi mano bajo el elástico de su ropa interior. Gimo contra sus labios cuando mis dedos envuelven su caliente y sedosa carne, dura y dispuesta a todo.

Sus dedos rodean los míos, guiando mi mano arriba y abajo de su longitud. Ese dolor se dispara, asentándose justo entre mis piernas. Ruedo mis caderas y mi coño roza contra su mano. Mis labios se separan, y luego se convierten en una pequeña sonrisa ante ese pequeño movimiento de alivio. Agarro su mano libre y la meto entre mis piernas.

—Hazme venir, haz que me corra por ti, Lil— susurra inclinándose y mordiendo mi labio inferior.

siento que su polla se hincha en mis manos. Su expresión se tensa, un profundo y largo gemido se desliza de sus labios. Cada músculo de su cuerpo se tensa a medida que aumenta nuestro ritmo. Me muerdo el labio, mirando su polla en nuestras manos antes de que mis ojos se fijen en los suyos.

sus labios se separan, y el pecho se le agita mientras su cara se relaja. Echa la cabeza hacia atrás contra el asiento, gimiendo mientras un chorro tras otro de  blanco semen cae sobre su estómago, goteando por el definido paisaje de sus abdominales.

Lo he hecho venir, como me lo pidió.

Es ahí cuando coloca su pulgar en mi clítoris, lo masajea en círculos lentos y mi cuerpo se tensa.

—Abel...—gimo.

Tomo en un puñado el cabello de Abel mientras echo mi cabeza hacia atrás, sus dedos sigues frotándome, seguí gimiendo cuando sus dedos de deslizaron dentro de mí. Cierro los ojos, los dedos del rubio entran y sale de mi coño, ya no puedo resistir más.

—Oh— grite  arqueando mi espalda.

—Vente por mí, Lil— me susurra.

Siento como me desliza los tirantes de de mi vestido y de paso también me quita el sostén, ahora mis pechos están descubiertos. Abro los ojos y veo como Abel se inclina para meterse uno de mis pechos a la boca mientras sigue follandome con sus dedos.

Movió más rápidos sus dedos. Sus dientes mordiendo mi pezón. Mis gemidos aumentan y de pronto, sentí mi cuerpo acercándose al borde.

—¡Abel!—grite cuando había llegado a mi liberación.

Mi respiración era agitada. Abel se pone de pie conmigo para ponerme acostada en la cama mientras el agarra un pañuelo de uno de sus cajones para limpiarse el desastre que tenía en el estómago.

—¿Tienes condón?—pregunté cuando mi respiración se calmo y mi excitación volvió a crecer.

Él sonrió y se inclino para buscar en su cajón, cuando obtuvo lo que quería me lo mostró y yo sonreí.

—Desnúdate—me ordenó y eso hice, quedando completamente desnuda.

Se acercó a mí y está vez él se puso ahorcadas sobre mí.

También se había quitado la ropa y ahora los dos estábamos como dios nos trajo al mundo. Su dureza había crecido de nuevo, se veía dura como una roca e hinchada y estaba deseando que entrara en mí de una vez por todos

Observé cómo pasaba el condón por toda su longitud, mierda, si que es grande.

Siento la cabeza de la polla de Abel rozar mi coño y jade.

—¿Quieres esto, Lil? ¿Lo quieres?— pregunta en un susurro.

—Si—jadeo— lo quiero Abel.

—¿Qué quieres?

—Follame.

Y sin decir nada más siento el miembro de Abel hundirse dentro de mí, él rubio suspira mientras hecha la cabeza hacia atrás cerrando los ojos y es lo más sexy que he visto en toda mi vida.

Gimo cuando Abel se retira y vuelve a empujar mientras le clavo las uñas en su cuello, Abel vuelve a empujar, el ritmo de su miembro acelera. El sonido de nuestros cuerpos chocando, nuestras respiraciones y los gemidos son lo único que retumban por toda la habitación.

Estoy a su merced y la idea de ello casi me pone enferma. El calor me ahoga hasta el último centímetro de mi piel. Mi cuerpo es ligero mientras él entra y sale, su ritmo se sincroniza perfectamente como si no fuera más que una actuación bien ensayada.

Abel exhala con dificultad—Dios, me encanta como se siente esto.

Otro fuerte empujón, cuando él sale de mi coño y vuelve a hundirse. Entrar y salir. Ida y vuelta. Cada golpe, toque, y caricia me hace sentir mareada por la lujuria.

Apenas puedo respirar. Las llamas del deseo lamen cada centímetro de mi cuerpo, penetrando en mi interior y empujándome cada vez más alto.

Abel se agarra de la cabecera de la cama para sostenerse mientras empuja más fuerte, él sudor se desliza por su frente, sus labios entreabiertos y su imágen me excita más.

—Eres mía ahora, Lil—dice pero no puedo responder ya que la lujuria y el deseo me carcomen todo el cuerpo.

—¡Ah, Abel!—me gemido en su respuesta y lo oigo gemir.

Su ritmo se volvió más rudo y duro, con sus dedos enrrollandose en mi cuello, mi corazón parecía que estaba apunto de salirse por toda la estimulación que mi cuerpo experimentaba.

Continuó arremetiendo contra mí, creando un sonido cada vez que nuestros cuerpos chocaban.

—Joder—gime—vente conmigo, correte, Lil.

Escuchar a un hombre gemir por tu culpa es el sonido más sexy y exquisito que puedes llegar a oír.

Con sus palabras, como un hechizo, me siento caer. Mis ojos se cierran de golpe y me entrego a la sensación de este hombre que está penetrándome. Me rindo al calor pecaminoso, echando la cabeza hacia atrás y arqueando mi espalda.

El orgasmo explotó y sentí un hormigueo atravesar mi piel, siento que me estoy hundiendo mientras mi cuerpo es conducido por ese borde. Es casi demasiado, muy fuerte. Abel gruñe y me golpea con todas sus fuerzas con un último empujón antes de que se quede quieto.

Y ahí estaba yo, sin aliento y con la cabeza de Abel descansando sobre mi pecho, tratando de recuperar el aire perdido.

Cuando nuestras respiraciones estaban estables, Abel rodó, se recostó a lado de mí y se retiró el preservativo tirándolo en alguna parte de la habitación.

Lo mire por un momento, mantenía los ojos cerrados y su pecho bajando más tranquilamente.

Eso había estado bien.

Demasiado bien diría yo.








Desperté cuando escuché un ruido que provenía de mi celular. Nose en qué momento nos habíamos quedado dormidos pero tenía a Abel a mi lado con su cara escondida entre una almohada y respirando pacíficamente. Aún estaba desnudo.

Me puse de pie y me vestí porque también me encontraba desnuda después de esa agitada actividad que habíamos hecho.

Cuando estaba completamente lista tome mi celular y salí de la habitación de Abel, vigilé que nadie me viera y me metí a la que era mi habitación para leer el mensaje que me había llegado.

Número desconocido:
Tu falta en la cafetería lo tomaré como un no a mí propuesta, aún no te libras de mi, Lil.

Lo leí varias veces y suspiré.

Todos los que están ahora en mi alrededor están en peligro, yo estoy en peligro, me había olvidado del enmascarado.

Ahora tenía más problemas.

Mierda.



¡Así las quería agarrar puercxs!

No mentira, se queda entre pecadorxs.
Guiño* guiño*

¿Qué les pareció el capítulo?

¿Dudas?

¿Sugerencias?

¿Críticas?

¿Qué les gustaría leer?

Los leo!!

Nos vemos luego...

                                      P.V



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