Tuya Cuando Quieras

By AprilRussel123

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Tras sentirse engañada, Megan decide irse a Roma con su madre para sanar las heridas del pasado. Retoma la mú... More

Antes de leer
Prólogo
Capitulo 1: Dias post Ruso
Capitulo 2: Minutos
Capitulo 3: ¿Noche buena? Mas bien una Noche liada
Capitulo 4: Tentar a lo tentado
Capitulo 5: ¡Por fin! Rusia
Capitulo 6: Empezamos con el pie izquierdo
Capitulo 7: Pillada, eroticamente pillada
Capitulo 8: Castigo Claudicado
Capitulo 9: Cardenales emocionales
Capitulo 10: Arrepentimiento mutuo
Capitulo 11: Ateísmo
Capitulo 12: Sumisión
Capitulo 13: Trastornos
Capitulo 14: Noche Vieja
Capitulo 16: Sola en Rusia...¡Con Ninette!
Capitulo 17: La paciencia se agota
Capitulo 18: El amor se óxida
Capitulo 19: Otro Golpe al corazón...,¿Cuantos más?
Capitulo 20: Lo que me contó mientras me hacia la dormida
Capitulo 21: Dulce Locura
Capitulo 22: Sexo, en Moscú, ¿En grupo?
Capitulo 23: Descubriendo los limites de lo prohibido
Capitulo 24: Un nuevo placer para Afrodita
Capitulo 25: Expectadora del sexo
Capitulo 26: ¡Un cruel engaño!
Capitulo 27: Un añito más
Capitulo 28: Celebración multiple
Capitulo 29: Una fantasia menos a la lista
Capitulo 30: ¿Ucrania? Señor Hielo a la vista
Capitulo 31: Debut
Capitulo 32: Enojado, ¿Porque?
Capitulo 33: Miedos
Capitulo 34: Perlas libidinosas
Capitulo 35: Siete dias..., en abstinencia
Capitulo 36: Visita al cole
Capitulo 37: deseos sodomizados
Capitulo 38: Pánico abordo
Capitulo 39: Un regalo lascivo
Capitulo 40: Enojo, sensual enojo
Capitulo 41: Primer Millón
Capitulo 42: Preguntas confusas
Epílogo
Agradecimientos

Capitulo 15: Bienvenido 2015

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By AprilRussel123

Mikhail se sienta en una de las cabeceras de la mesa larga rectangular de unas veintidós sillas. Me siento a su lado y Alejandra se sienta en la otra cabecera. Es algo nefasto tener que compartir la mesa con la rusa oxigenada, pero tengo que aguantarla. Ninette se sienta al otro lado de Mikhail. Los invitados comienzan a sentarse en la mesa y uno que otro hombre me saluda con amabilidad. Noto a Mikhail algo distante conmigo, ¿Ahora que hice? Intento agarrar su mano pero me lo impide sutilmente retirándola. Bien, algo hice y ni cuenta me he dado. Las domésticas sirven la cena, mientras la sirven todos hablan entre sí. A mi lado se sienta Amanda junto a Sergey. Tomando un sorbo de vino Amanda pregunta

—¿La estas pasando bien?

—Si, eso creo

— Creo que yo aun no...., la pasaré mejor cuando den las doce de la media noche

Rio confundida

—¿Y eso por qué?

Se acerca a mi oído y susurra

— Sergey me ha propuesto algo caliente

Vale, que no sigo preguntando porque se vería demasiada curiosidad de mi parte. Le sirven a Mikhail una ensalada rara con otra cosa que no es salmón. Quiero intentar seguir su dieta y le pido a la domestica que me sirva lo mismo.

—¿Podría servirme lo mismo que al señor por favor?

La domestica me sirve lo mismo que a Mikhail y extrañado me pregunta con frialdad

— ¿Que haces pidiendo esto?

Arqueo una ceja

—¿Que acaso no puedo elegir que comer?

Miro el plato y la ensalada no se ve mal pero hay unas cositas raras en un recipiente hondo de cristal. En un pequeño plato a aparte me han servido rebanadas de pan inglés untadas con mantequilla, trozos de limón y cebollino finamente picado. Miro a Mikhail y con pena le pregunto

—¿Que son estas cositas?

—No son "cositas" Megan, eso es caviar

Pongo cara de asco, pero me decido a probar el dichoso caviar. La verdad sabe terrible, pero me lo como para no verme ordinaria. Siento que Mikhail me ignora y eso me bulle. Agarro el móvil y mando un correo desesperada con su frialdad.

De: Megan McMillan

Fecha: 31 de diciembre de 2014 8:51pm

Para: Mikhail Ivanov

Asunto: ¿Que coño?

¿Que tienes? ¿Pasa algo? ¿Porque me ignoras?

PD: Te quiero

Megan

Mira el correo pero no se digna en responderlo. Es como si no lo hubiera visto, me bulle que me ignoren y mas en mis narices. Mando otro correo

De: Megan McMillan

Fecha: 31 de diciembre de 2014 9:00pm

Para: Mikhail Ivanov

Asunto: ¡Joder contesta!

¡No me ignores maldita sea! Respóndeme

PD: No hay besos ni te quiero

Megan

---

Lo lee y lo ignora, bien. Vamos a ver si va a seguir ignorando. Me quito un tacón y muevo mi pierna hasta su sexo debajo de la mesa. Toco con mis pies su miembro, al sentir mis pies tocándolo reacciona con la mirada. Con un gesto autoritario pide que deje de tocarlo. Pero ahora me toca a mi ignorarlo. Lo tiento con el pie hasta endurecerlo. Intenta continuar hablando con los invitados ignorando mi roce, pero cada vez se le hace mas difícil. Me mira fulminante, amenazante, pero sigo sin que me importe cinco. Veo que saca el móvil y manda un correo.

De: Mikhail Ivanov

Fecha: 31 de diciembre de 2014 9:10pm

Para: Megan McMillan

Asunto: ¡Basta!

Deje de tocarme o lo va a lamentar señorita McMillan. Estamos cenando y es de mal gusto lo que esta haciendo

Mikhail Ivanov

Presidente de Ivanov Pharmaceuticals, Inc

---

De: Megan McMillan

Fecha: 31 de diciembre de 2014 9:11pm

Para: Mikhail Ivanov

Asunto: ¿Por?

¿Porque ahora no me ignora señor Ivanov? Siga con su charla e ignoreme como lo ha estado haciendo.

PD: Yo también sé como reprenderlo

Megan McMillan

Divertida novia del Presidente de Ivanov Pharmaceuticals, Inc

---

De: Mikhail Ivanov

Fecha: 31 de diciembre de 2014 9:16pm

Para: Megan McMillan

Asunto: ¡He dicho basta!

Le ordeno que se detenga. Me incomoda y ya me esta hastiando

Mikhail Ivanov

Presidente de Ivanov Pharmaceuticals, Inc

---

Veo como intenta hablar con los invitados pasando de mi pie en su erección. Su piel se ruboriza y aumento el ritmo de mi juego. Amanda se me acerca y me susurra al oído

— Oye, ¿Que le ocurre a Mikhail? Esta algo rojizo, no le sienta bien el vino al parecer

Sonrio y oprimiendo mi pie contra su miembro hago que de un pequeño respingo y le respondo divertida

— Debe ser el vino, eso debe ser.

Dice que si con la cabeza

—Si, ha de ser

Me decido a contestar el correo muriendo de la risa por dentro.

De: Megan McMillan

Fecha: 31 de diciembre de 2014 9:20pm

Para: Mikhail Ivanov

Asunto: Dureza

No creo que mi roce le incomode, mas bien le excita. Su dureza me lo confirma. Tampoco creo que le este hastiando, mas bien creo que muere por cogerme.

PD: Disimule un poco su excitación señor Ivanov. Toda la mesa se dará cuenta, ese color rojizo en sus mejillas lo van a delatar.

Megan McMillan

Traviesa novia del Presidente de Ivanov Pharmaceuticals, Inc

---

Dmitri se dirige a mi con su típica picardía y esbozando una sonrisa me pregunta

— ¿Desde cuando mi primo y tu se conocen?

Miro a Mikhail y veo que traga saliva e intenta disimular su disfrute

— Pronto se cumple el año.

— Sabes, es raro ver a mi primito con una mujer tan hermosa como tu. Él es mas del tipo de mujeres conservadoras y aburridas

Arqueo una ceja

— No entiendo tu comentario Dmitri

—Que no eres digamos el tipo de Mikhail

Enojada respondo

— ¿Y supongo que el tuyo si cierto?

Lanza una mirada seductora y dice que si con la cabeza

— Si, creo que eres mas de mi tipo

Mikhail interviene

— ¿Podrías callarte? ¿Que no sabes mas que ser un inoportuno?

—Uyy primito disculpa, no sabia que eras tan celoso. Bueno, si lo eres. La pobre Irina sufrió esos temibles celos

Mikhail lo mira a matar y creo que la gracia se ha ido en la mesa. Se queda callado por unos momentos y antes de yo poder reaccionar se levanta de la mesa y se retira del comedor. Alejandra pone los ojos como platos y reprende a Dmitri

— ¿Es que eres tonto? ¿¡Como puedes decir semejante idiotez!?

Con tono despreocupado responde

— Tía, no he dicho nada que no sea verdad. Mikhail es un celoso obsesivo y lo acaba de demostrar

Ya siento que odio al idiota este. Me levanto de la mesa y antes de ir tras Mikhail le suelto una de mis frescas

—Mira guapo, no llevo conociéndote ni dos horas y ya me caes horrible. Para tu información, encuentro mucho mas atractivo y mas hombre a tu primo que a ti. Crees ser jovial y carismático, lo que eres es un entrometido y aparecido. Si estoy o no al lado de Mikhail eso a ti no te importa.

Dicho esto doy media vuelta y avanzo por el corredor buscando a Mikhail. Este hombre si que se ha pasado con su boca ordinaria y a saber donde se ha metido el cabezón de Mikhail. Lo llamo por todas partes y nada. Pienso y pienso a donde podría ir cuando siente que quiere reventar al mundo. Se me iluminan las ideas, debe de estar en la biblioteca sirviéndose un vodka y maldiciendo al mundo. Avanzo a la misma y allí está, sentado frente a la chimenea con el alcohol en las manos. Cierro la puerta y no pienso tener interrupciones de ningún tipo. Pongo el seguro a la puerta y camino hacia mi finolis. Sentándome a su lado le quito el vodka ceñuda

—Basta de beber para "resolver" los problemas Mikhail

Me mira intimidante, frío, distante

—No eres quien para darme ordenes. Dame el vodka

— Puedes decir misa si quieres, pero no te daré el vodka. Necesitamos hablar. Que te ocurre, ¿Porque me tratas así?

— No pasa nada Megan. Anda regresa con los demás, estaré bien aquí

Niego con la cabeza y me monto en mi pequeña hortera.

— A ver, si es por lo que ha dicho el idiota de tu primo dejame decirte que me ha caído horrible. Pasa de él

—En cierta parte tiene razón Megan. Te estoy robando tu juventud, tu energía estando a mi lado. No estas haciendo cosas que alguien de tu edad haría.

— Hablas como si tuvieras seis décadas encima. Joder que solo tienes treinta y tres años y ya crees que es el fin del mundo. Tu primo o cualquiera que sea pueden decir lo que quieran, pero yo te amo tal y como eres, con tus cambios de humor y tus prácticas finolis, todas esas cosas locas que no entiendo, te amo asi.

Serio responde

—No debí venir aquí, anda ve y diviertete. Megan necesito estar solo

— Pero...

— Pero nada, anda ve y charla con cualquiera de los que están allá fuera. De seguro muchos mueren por conocerte y cruzar palabra contigo—Se aleja de mi — ¿Que esperas? De seguro ellos bailarían contigo —Se levanta del sofá y comienza a caminar de lado a lado enfurecido —Hablarian de temas de la actualidad y lo mas posible es que ninguno de ellos tengan los jodidos problemas que tengo yo. No son aburridos, ni serios y mucho menos fríos y gélidos. Apuesto por que la pasarias genial

Lo veo y no lo creo. ¿En serio me esta diciendo todo esto? Me cruzo de brazos y me encolerizo. ¿Pero que coño le ha entrado a este? No comprendo como puede estar bien y luego mal.

— No entiendo a que coño viene tu actitud. ¿Me puedes explicar a que se debe tu agresión? ¿Porque de la nada me mandas con los hombres de la reunión?

— Es obvio que la pasas bien hablando con ellos, se te notaba en la mesa, en la sala de estar. No tienes como negarlo, Megan McMillan

— ¿Me estas celando con esos hombres? ¿Es en serio Mikhail? ¿Que ni ahora puedo hablar con nadie porque ya según tu la paso mejor que contigo?

— No solo hablabas, ¡Te les sonreias a todos esos idiotas en mis narices!

— ¡Ay por favor no seas infantil! Es estupido que me celes por esa idiotez cuando las mujeres se te pegan como imán y yo me tengo que morder la lengua.

Cabreado responde

— No te estoy celando, seria realmente estupido de mi parte celarte

— Estas que revientas en celos y aun no entiendo el porque

Me agarra con fuerza de la muñeca. Me pone contra una a pared y su cuerpo. Con tono cabreado y celoso me dice con desespero, con acaloramiento y deseos de reventar.

— ¡Si! ¡Estoy celoso! No soporto ver como otros te miran, como otros te hablan e intentan ligar contigo. No soporto ver como te desnudan y devoran con la mirada. Si, estoy celoso de todos ellos. ¿Algun problema?

Todo lo que acaba de decirme me deja en una pieza pero igual me ha puesto como una moto. Mi interior da brinquitos. Pensé que era la única que sentía celos de todas esas arpías que miran a mi finolis, pero el también me cela y eso me derrite. Me acerco a sus labios y a solo centímetros de su boca sonrio

—¿Te digo algo? Todos esos hombres tienen todo el perfectisimo derecho de mirarme, de sonreirme, de invitarme una copa o a bailar, de desnudarme con la mirada —Su mandíbula se tensa — Megan, basta ya

— tienen todo el derecho de querer follarme y fantasear conmigo si así les place —Beso sus labios con deseo, con lujuria y añado—Pero solo tu puedes tocarme, besarme, no solo desnudarme con la mirada, si no como se te de la gana, solo tu tienes el derecho de follarme y fantasear conmigo ¿Sabes porque?—Tragando saliva niega con la cabeza—Porque eres el único que logra ponerme como una moto, con el único que llego a alcanzar las estrellas y regresar en una pieza al suelo—Vuelvo a tomar su boca poniéndome de puntitas — Porque te amo finolis, me encanta que me celes

Me oprimo en su cuerpo y aun siento su miebro endurecido. Reposo mis brazos sobre su nuca mientras degusto sus labios, bajo la cremallera de su pantalón traviesa

— ¿Hay que hacer desaparecer la excitación de tu amigo no crees?

Sonrojado responde

—Megan..., eres mía que lo sepas

Muerdo mi inferior y arqueo una ceja

—Siempre y cuando usted también sea mio señor Ivanov

—Sabes que me tienes nena

Termino de desabrochar su pantalón y es tal su desesperación por poseerme, salvaje corre mi vestido hacia arriba enrollándolo. Libera su erección y me aupa en un santiamén. Enrosco mis piernas en sus caderas y con voz entrecortada y excitada musita

— Te saborearía, de comería toda la noche, pero estamos cortos de tiempo cariño. Nos van a extrañar allá fuera.

—Solo cógeme, se me hace excitante que nos puedan pillar

— Lo haré, nena lo haré

Se adentra en mi con fuerza. Me recuesta en el alfeizar de la ventana junto a la chimenea. Entra y sale de mi con avidez mientras me susurra esas jodidas palabras que me hacen vibrar, arder ¡Explotar! Aprisiono sus caderas llevándomelo hasta el fondo y ya me siento levitando entre dulces y morbosos placeres. El calor que genera el fuego de la chimenea me hace sentir calor, mucho calor. Esa sensación de sentirlo tan cerca, tan en mí, me devoran, me quiebra en placer. Sus azules penetran mis pupilas en una conexión que aun no logro describir. Echo la cabeza hacia atrás sonriendo como lela

—Mírame— Susurra

Hago lo que pide y lo veo a los ojos. Mirarnos fijamente a los ojos causa una sensación morbosa excitante que me aviva la ocasión. Mi vagina se delita con gozo su erección y en cada jadeo solo deseo que el próximo me deje sin aliento. Ardor, calor, excitación, morbosidad..., eso es lo que siento cada vez que este hombre me posee. Enredo mis dedos en su cabellera y mascullando con amor, pido.

— Bésame

Antes de que pueda tomar una bocanada de aire asalta mi boca. Lo hace con tal fuerza que me domina. Ah, se me olvidaba, es que soy una hormiguita a su lado. Su lengua choca contra la mía y los estragos los sufre mi centro del deseo. Siento su deseo con cada beso, con cada embestida que me surte.

— Meg, me enloqueces nena, me has hecho adicto a ti.

— Fuerte.

Embiste con fuerza

— ¿Así? — Inquiere morboso

Digo que si con la cabeza sintiéndome en estos momentos como una cualquiera, pero solo la suya. Mi cuerpo comienza a tiritar. Tiemblo en descontrol

—Es una viciosa señorita McMillan

Muevo mis caderas hacia él empalandome hasta el fondo. Ahueco un glorioso gemido. El vaivén de sus caderas de hacen sentir como una ninfómana en proceso. En estos momentos soy capaz de lo que me pida. Está cerca de su limite, su respiración, sus jadeos, sus gemidos me lo confirman. Tras dar unas últimas y asoladoras embestidas, eyacula en mi interior. Abrazando mi cuerpo e inmovilizándolo tartajea en mi oído.

— Joder, eres perfecta.

Ya me veré corriendo al baño con las piernas todas mojadas. Lo miro y sonreímos entre jadeos. Beso su labio inferior desgastada y le digo mimosa

— Quiero que te metas en esta cabezota que solo muero por ti, que solo tu me enloqueces, solo tu me excitas—Rozo mi nariz contra la suya - Que eres el hombre que quiero a mi lado

— Te quiero Meg, nunca lo dudes.

Dibujo una sonrisa al escuchar el «te quiero» de sus labios. Sale de mi vagina y me ayuda a ponerme en pie nuevamente. Siento correr por mis piernas sus fluidos y con cara de apuro pregunto

— ¿Un baño? ¡Urgente!

— Al lado de aquel estante

Bajo mi vestido y en zancadas avanzo al baño. Al cerrar la puerta agarro papel, mucho papel y limpio mis piernas seguido de mi entrepierna. Menudo desastre traigo entre las piernas. Sigo agarrando papel hasta quedar lo mas limpia posible. Mientras lo hago me río, me siento como una adolescente inexperta que no sabe que para algo un ser humano genio invento algo que se llama condón y evita estos desastres, pero al finolis no le gustan y cuando es algo asi a coger como dicen "duro contra el muro" lo menos que uno piensa es en el maldito condón. Cuando por fin logro hacer desaparecer el desastre me lavo las manos en el lavabo y Mikhail toca la puerta

—¿Estas bien?

—Eh si, ahora salgo

Retoco mi labial y al salir del tocador me topo con mi finolis recostado en el marco de la puerta. Toma mis labios y posesivo como suele ser me agarra de la mano

— Hay que volver con los invitados, ya nos hemos tardado mucho

Sonrio

— Vale... ¿Te digo algo?

— Dime.

—Lo mas que me gusta de pelear contigo es que terminamos así

Riendo saca de su bolsillo un encaje color rojo. Me lo estrecha con picardía

—Te lo has ganado nena

—¿Ahora tengo que ganarme las bragas?

Dice que si con la cabeza sonriendo

—Anda, pontelas

— Sabes, en Italia las mujeres usar lencería o ropa interior roja en noche vieja se dice que esperan atraer el amor para el año nuevo

— ¿Crees en las supersticiones?

Encojo los hombros

— No esta demás...Nada deseo mas que el amor llegue para el año nuevo.

No responde a mi comentario, noto nuevemente su cambio de humor. Hablar de amor y sentimientos lo mosquean, lo hacen cambiar radicalmente de humor. Entramos a la sala de estar y veo que ya todos han terminado de cenar. Amanda avanza hacia mi con rostro interrogante

— Dime, ¿Está todo bien?

Digo que si con la cabeza

—¿Por qué la pregunta?

— En la forma en la que terminó la cena..., no lo sé pensé que acabaría todo en una noche vieja algo incomoda

— Está todo bien Amanda...

Miro el reloj, Faltan treinta minutos para despedir el año. Y quien lo diria, despedirlo con el sujeto que me hizo la vida imposible y que llegué a odiarlo por frio, soberbio y creido. Ahora estoy aqui, en la casa de su madre a su lado como su novia, no como su asistente. Me suena el móvil y la llamada entrante es de mi madre. Mis ojos sollozan de la emoción. La extraño, extraño a mamá, las ocurrencias de Melanie, el tornado de Danna y los sermones de Allison. Vuelvo a la biblioteca para hablar con ella a gusto. Al cerrar la puerta tomo la llamada emotiva y con ganas de gritar llena de emoción.

— ¡Holaaa! — Escucho muchas voces al unisono

— ¡Feliz despedida de año!

— Hola mamá, me da mucha alegría escucharlas

— Hola Megan, ¿Como estas?

Sollozo como tonta

— Extrañándolas mucho. No saben cuanto

Mel interviene

—Pero estas al lado de Mikhail, debes de estar feliz

Me siento junto a la chimenea suspirando algo indecisa

— Si lo soy, pero no es lo mismo. Acá no esta el calor de familia que siento cuando estoy con ustedes

Danna interviene con su típica energia que parece no acabarse.

—¿Tia, pero mi Tio Mikhail te quiere mucho y te trata lindo?

Rio entre lagrimas

—Si, Mikhail me trata lindo cariño

—Megan, tienes que estar feliz. Estas haciendo tu vida con el hombre que amas. Nosostras estamos bien, estaremos bien —Señala mi madre algo nostálgica.

Trago saliva

— Es que ese es el problema mamá, yo no se si en realidad estoy haciendo mi vida con Mikhail, no sé si esto es serio o efímero. Me duele pensar en ello, pero cada vez dudo mas de la solidez de esta relación. El me quiere, pero no se si sea suficiente como para hacer una vida junto a mi.

— Dime una cosa... ¿Él te ama?

Me quedo en silencio por unos momentos. Derramo unas cuantas lágrimas haciéndome la pregunta, ¿Él me ama? Bajo la mirada y me doy cuenta de que ya es tarde para arrepentimientos, que estoy liada con él y nada podrá sacarmelo de la mente, del corazón.

— No lo sé mamá..., no lo sé. Solo se que yo lo amo y seria capaz de cualquier cosa por él

— Entonces lucha por ese amor, lucha por él y no te des por vencida cariño. Acá te queremos un mundo y te mandamos muchas vibras positivas

Seco mis lágrimas asintiendo con la cabeza

— Haré mi mayor esfuerzo. Pero tengo miedo de fracasar en el intento, a veces pienso que es mejor solo estar sola y dedicarme a trabajar, y olvidarme del amor.

Con su típica energía andante, Mel interviene

— Ay Megan, no vas a fracasar porque ese hombre te quiere se le nota. Con todo y su seriedad, te quiere. Solo es algo bipolar pero nada que no se pueda resolver.

Esbozo una sonrisa

—Vale, daré lo mejor de mi. Feliz despedida de año a todas. Las quiero mucho

— Nosotras también cariño.

Termino la llamada y bajo la cabeza. Miro el reloj. Son las once y cuarenta de la noche. Pronto se acaba el año y mi humor es algo gris. Cierro los ojos y me tomo un respiro a solas por unos momentos. Siento su mano agarrar la mía y su voz grave y profunda pregunta.

— ¿Las extrañas mucho?

Doy un respigo asustada

— Mikhail, ¿Cuanto llevas escuchando?

Curva la comisura

—Lo suficiente..., Contestame

Digo que si con la cabeza derramando una lágrima. Trago saliva y con un nudo en la garganta le respondo

— Las extraño mucho. Es la primera despedida de año que no paso con Mel. Solíamos sentarnos juntas en el sofá para ver la despedida de año desde el tele con unos refrescos  contándonos las anécdotas que nos habían ocurrido durante todo ese año.—Evado su mirada—Y ahora estoy aquí a tu lado despidiendo el año y eso me hace muy feliz pero siento que no encajo en este país. No soy como ustedes, su cultura es muy diferente a la mía y constantemente siento que solo quedo en ridículo ante todos. He hecho hasta lo imposible por agradarle a Ninette pero sigue rechazándome. Para ella soy solo una intrusa en tu casa. No se cansa de decirme que solo soy una «piruja» y que aun quieres a Irina. —frustrada añado —Constantemente me siento que invado un lugar que no me corresponde. Irina sigue viva en ti y en tu familia. Pensé que podría superarlo, que sería fácil. Pero no lo es

Se queda callado. Solo me mira sin decir una sola palabra. Ese silencio me incomoda, pero sé que piensa, le he lanzado todo lo que siento como si de un francotirador se tratara y siento que la he liado nuevamente. Con dolor y tristeza en sus ojos me dice

— Regresa con ellas..., no quiero que sigas pasándola mal, ellas son tu familia.

Me quedo patidifusa

— ¿Me estas proponiendo que me vaya?

Suspira

— Creo que será lo mejor para ti. Estarás en tu ambiente, no te sentirás fuera de lugar si regresas con tu familia

Frunzo los labios y bajo la cabeza negando con ella

— No quiero irme, no podría irme y separarme de ti

Con seriedad responde gélido

— Haz dicho que no te sientes bien aquí, que extrañas a tu familia. — Me mira fijamente a los ojos poniéndome super nerviosa. —Nunca te he obligado a estar a mi lado, puedes irte cuando lo desees

Lo miro a los ojos y sollozo nuevamente aprieto los labios y con un hilillo de voz respondo

—¿Que acaso no te importaría que me fuera?

Noto como su rostro se tensa por completo. Aprieta los dientes y mirando hacia el ardor de la chimenea responde en voz baja

— Si me importaría, y mucho. Te quiero a mi lado pero también quiero que estés bien y cómoda.

Comienzo a escuchar a lo lejos fuegos artificiales. Faltan diez minutos para el año nuevo y siento que esta pregunta que me carcome por dentro y necesito soltarla al aire. Con un súbito temor y nerviosismo a su respuesta con voz entrecortada pregunto

— Mikhail, dime algo ¿Me amas?

Curva la comisura y sus nudillos acarician mi mejilla con ternura

— Megan, te amo ¿Porque lo dudas?

— A veces pienso que mi presencia te molesta, que te molesta como soy, mi manera de ser.

Me abraza y susurra en mi oído

— Te has convertido en mi único motivo por el cual sonreír, amo todo de ti.

Sonrio derramando una lágrima hilarante. Guiñando los ojos correspondo el abrazo y creo que seria capaz de adaptarme a Rusia o a cualquier lugar pero a su lado. Tomándome de la mano me lleva a la sala de estar. Alejandra efusiva junto a Aleksandra reparten recipientes en vidrio con doce uvas blancas en el interior. Mikhail agarra dos recipientes con uvas y me extrecha una

— Mi madre nunca ha dejado sus tradiciones españolas aun viviendo en Rusia —Dice esbozando una ligera sonrisa

Alejandra enciende el televisor pantalla plana y sintoniza el canal de la televisión española. Desde Rusia podemos ver como despiden el año desde la casa de correos en Puerta del Sol en Madrid. Miro las uvas algo confundida

— ¿Y para que las uvas?

— Cuando comiencen a sonar las doce campanadas, tienes que comerlas una tras de otra.

—¿Un tras de otra? — IDice que si con la cabeza. Veo que deja su recipiente a un lado y ceñuda le digo— ¿Y que? ¿Tu no piensas ahogarte con las uvas?

— Hazlo tu, estoy bien así

Niego con la cabeza divertida. Agarro el recipiente con uvas y se lo estrecho autoritaria y algo envalentonada.

— Solo lo haré si usted lo hace señor Ivanov

— ¿Me esta chantajeando señorita McMillan?

— Si señor Ivanov, ahora agarre sus uvas y deje de ser tan soso.

—Haré lo que sea por conservar esa sonrisa cariño

Agarra el recipiente y comienza la cuenta regresiva. Todos nos llevamos las uvas a la boca unas tras la otra y todos comienzan a contar

—¡Doce!, ¡Once! ¡Diez!, Nueve!, ¡Ocho! —Cuentan todos al unisono en regresiva

Mientras como las uvas junto a Mikhail recuerdo aquel encuentro hace un año atrás. Donde el ser que mas despreciaba se ha convertido en la razón por la cual después Julian, he vuelto a creer en el perro amor. Me siento feliz, aunque esté lejos de mi familia siento felicidad. Se escucha al unisono el «uno» y todos gritan en ruso

— ¡Feliz año nuevo!

Todos se abrazan y desean un prospero año. Bajo la mirada y miro de reojo a Mikhail. Me agarra de la cintura y me aupa dejando mis piernas en el aire. Miro su rostro por unos segundos y beso sus labios. Me baja nuevamente al suelo y saca de su bolsillo una cajita roja aterciopelada

— ¿Que es? — Digo curiosa

— Ábrelo

Abro la cajita y un hermoso dije en oro blanco con la inicial de mi nombre resposan en su interior.

— Feliz año nuevo Meg

Sonrio emocionada y doy brinquitos. Me lanzo a sus brazos y lo lleno de besos. No me importa si nos miran. Solo quiero comerme a besos a este ruso de trajes bonitos. Me acerca a la ventana y vemos los fuegos artificiales que nos dan un espectáculo a todo San Petersburgo.

—¿Me lo pones? — Sonriendo me quita la gargantilla que traigo puesta y me coloca el dije. Me abraza por la espalda mientras juntos miramos los fuegos artificiales. Emocionada comento—Pide un deseo, una resolución para el nuevo año y yo haré lo mismo pero no me lo digas o no se cumple ¿vale?

Algo escéptico dice que si con la cabeza y acepta pedir un deseo. Cierro los ojos y llena de esperanza deseo, no desearía nada mas que una familia junto a mi finolis. Que las noches sean eternas a su lado, que el amanecer tarde cien años y el final no encuentre momento entre nosotros dos. Una vida entera..., deseo una vida entera a su lado. Deseando eso mas que nada en el mundo abrazo a Mikhail mientras juntos miramos tras la ventana como Rusia despide el dos mil catorce dándole la bienvenida al dos mil quince llenando mi corazón de grandes expectativas al lado de Mikhail.

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